Arte y Desplazamiento - Caminar-Obedecer o Protestar

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ARTÍCULOS

Arte, Individuo y Sociedad


ISSN: 1131-5598

https://dx.doi.org/10.5209/aris.65966

Arte y desplazamiento: caminar, obedecer o protestar1


M. Ángel Ledezma-Campos2; Eric Reyes-Lamothe3; J. Magdalena Caporal-Gaytán4; Jesús
Rodríguez-Arévalo5; Wendy González-Garcilazo6

Recibido: 21 de octubre de 2019 / Aceptado: 13 de marzo de 2020

Resumen. El desplazamiento de los artistas y del público como parte del significado de una obra forma
parte de una tradición que se remonta, al menos, a las vanguardias artísticas del siglo XX. Actualmente,
algunos autores utilizan las caminatas y los recorridos de personas u objetos como práctica artística.
El presente artículo se centra en la revisión de obras que tienen como base la generación de eventos o
acciones vinculadas con protestas civiles y con la confrontación entre cuerpos policiales y multitudes
que manifiestan su inconformidad en el espacio público. En el texto se describen tres tipos de estructuras
visuales que destacan en este tipo de piezas: orden, caos y obstrucción.
Palabras clave: Arte contemporáneo; desplazamiento; deriva; control; protesta.

[en] Art and displacement: walking, obeying or protesting


Abstract. Artists’s and public displacement as part of the artwork’s meaning is a tradition that dates as
back, at least, to the time of the early XXth century avant-gardes. Recently, some artists use person’s
and even object’s strolls and tours as an artistic practice. The present article is focused on a review of
works based on the creation of events or actions associated with civil protests and with the confrontation
between police and multitudes that express their unconformities in the public space. The texts describes
three types of visual structures that stand out among these works: order, chaos and obstruction.
Keywords: Contemporary art; displacement; drift; control; protest.

Sumario: 1. Introducción. 1.1. Antecedentes. 2. Arte, ficción y disenso. 2.1. Nicolas Bourriaud:
Formas-trayecto. 3. Orden y control. 4. Protestas y caos. 5. Barricadas: obstrucción y redirección.
6. Conclusiones. Referencias.

1
Este artículo fue financiado por el Programa de Fortalecimiento de Cuerpos Académicos (PRODEP), México,
2018-2019
2
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México)
E-mail: [email protected]
https://orcid.org/0000-0002-2211-2244
3
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México)
E-mail: [email protected]
https://orcid.org/0000-0001-6736-4181
4
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México)
E-mail: [email protected]
https://orcid.org/0000-0001-6736-4181
5
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México)
E-mail: [email protected]
https://orcid.org/0000-0003-1437-5156
6
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (México)
E-mail: [email protected]
https://orcid.org/0000-0001-8449-4594

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Cómo citar: Ledezma-Campos, M.A.; Reyes-Lamothe, E.; Caporal-Gaytán, J.M.; Rodríguez-Arévalo,


J.; González-Garcilazo, W. (2020) Arte y desplazamiento: caminar, obedecer o protestar. Arte, Individuo
y Sociedad 32(3), 799-814.

1. Introducción

Este artículo tiene como planteamiento metodológico los tres momentos de la


hermenéutica filosófica: el entendimiento, la interpretación y la aplicación. Posterior
al análisis y comprensión de textos y obras de arte en donde algo o alguien se
desplazan como actividad simbólica y artística, se elaboraron obras y textos que
vinculan los elementos característicos de estas prácticas con situaciones o entornos
específicos y actuales, como parte del proyecto Arte, sociedad, desplazamiento y
transitoriedad en América Latina7, el presente artículo es uno de ellos.
Las obras que serán revisadas aquí tienen como referente situaciones de disenso
o desacuerdo. Algunas de ellas forman parte de los resultados del proyecto y fueron
elaboradas por los investigadores y colaboradores del Cuerpo Académico Arte y
Contexto de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Otras, son referentes
necesarios para el desarrollo del artículo y fueron producidas por artistas de distintos
países, no sólo Latinoamericanos.
La producción artística en relación simultánea con la teoría es una constante del
Cuerpo Académico Arte y Contexto, y forma parte del tercer paso de la metodología
empleada: la aplicación. Así, a lo largo del artículo se examinarán los resultados de
las obras o imágenes que acompañan este texto, las cuales, como ya se mencionó,
fueron elaboradas por autores y colaboradores del presente proyecto.

1.1. Antecedentes

Las relaciones entre la actividad de vagar sin sentido y los procesos creativos del arte
se remontan, al menos, al periodo de las vanguardias artísticas de la primera mitad
del siglo XX. A la fecha, se observa que existe un amplio conjunto de obras y de
artistas que utilizan como medio artístico el desplazamiento de los cuerpos u objetos
en la ciudad o en el campo abierto.
A la par de algunas acciones dadaístas y surrealistas vinculadas con este tipo de
obras y teorías estéticas destaca el procedimiento de la deriva, el cual consiste en “una
técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos” (Debord, 1999, p.
50). El texto que describe esta práctica fue publicado por Guy Debord en el segundo
número de la revista Internationale Situattioniste en 1958. Los situacionistas usaban
este procedimiento para observar las reacciones psíquicas que provoca el entorno
urbano sobre el caminante de acuerdo a las variantes de las calles al ser transitadas
de forma errante y sin sentido.


7
En este proyecto fue apoyado por el programa de Fortalecimiento de Cuerpos Académicos PRODEP. Además
de los integrantes del Cuerpo Académico Arte y Contexto colaboraron los siguientes estudiantes de la licen-
ciatura en artes visuales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo: Alan Christian Maqueda Gálvez,
Alejandra Barrios de Paz, Alma Alicia Aguilar Guerrero, Eduardo Jímenez Soto, Wendy Elizabeth González
Gracilazo y Abraham de la Borbolla entre otros. Las imágenes que acompañan a este artículo son obras elabo-
radas por los integrantes y colaboradores del Cuerpo Académico Arte y Contexto.
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Las derivas se oponen a la práctica habitual de caminar ya sea hacia el trabajo o hacia
la escuela, pero también son distintas de las caminatas del tiempo libre relacionadas
con el viaje turístico y el paseo. La teoría de la deriva es un “comportamiento lúdico-
constructivo” (Debord, 1999, p. 50), es una práctica estética, inmaterial y colectiva.
Al final de cada deriva, no existían rastros: eran “[…] una acción fugaz, un instante
inmediato para ser vivido en el presente, sin preocuparse de su representación y de
su conservación en el tiempo” (Careri, 2003, p. 95).
El referente de la Internacional Situacionista es obligado cuando se analizan
las prácticas artísticas relacionadas con las poéticas del desplazamiento. Al mismo
tiempo, este modelo es una coyuntura entre las múltiples variantes posibles de formas
de arte y desplazamiento. Piezas elaboradas en la segunda mitad del siglo XX y lo
que va del siglo XXI oscilan entre el arte acción, la cartografía y la documentación
fotográfica o audiovisual de eventos y acciones. Fluctúan entre el vagar sin sentido
y los itinerarios concretos y simbólicos con un punto de partida y con un punto de
arribo específicos.
Una aplicación reciente de la teoría de la deriva desde las artes visuales se puede
observar en la obra Poética del tránsito de Wendy González (Fig. 1). En esta pieza
la autora caminó a la deriva, por las calles de Pachuca, en México, fotografiando
palabras de anuncios de la calle para formar un poema con antecedentes dadaístas.
Mientras caminaba iba documentando el recorrido con una aplicación de su celular.
El trazo generado sobre el mapa como resultado del recorrido registrado con el
teléfono celular, posteriormente fue bordado sobre tela. Las palabras fotografiadas
directamente de las calles se editaron digitalmente y finalmente fueron impresas
sobre papel.

Figura 1. Wendy González, Poética del tránsito, bordado sobre tela e impresión digital
sobre papel, 2019. Fotografía del autor.

Tomando como marco conceptual la oposición entre el orden y el caos, el presente


texto centra su atención en algunas obras relacionadas con la actividad de caminar
o correr, pero que, al mismo tiempo, se alejan notablemente del andar sin sentido.
Se utilizarán como caso de estudio imágenes, acciones o eventos en donde se
pone en juego la acumulación de personas, el control de masas y la manifestación de
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multitudes como reacción política de protesta. En las siguientes líneas se plantearán


tres tipos de obras vinculadas con el movimiento de multitudes: a) orden y control;
b) protestas y caos; y c) barricadas: obstrucción /redirección.

2. Arte, ficción y disenso

Para el filósofo francés Jacques Rancière, lo real es la ficción dominante o


consensuada, es decir, que lo real:
[…] es siempre objeto de una ficción, […] de una construcción del espacio en donde se
anudan lo visible, lo decible y lo factible. Es la ficción dominante, la ficción consensual la
que niega su carácter de ficción haciéndose pasar por lo real en sí (Rancière, El espectador
emancipado, 2010, p.77).

A este tipo de realidad le es afín el concepto de policía. Para Rancière, este


concepto corresponde al conjunto de leyes y normas de control en un espacio dado.
Lo policial es jerárquico, es un poder que ejercen los hombres hacia otros hombres
funcionando con la lógica de la superioridad de unos sobre otros, por ejemplo, la
familia subordinada a lo que dicen los ancianos o los alumnos, a quienes generalmente
se pre-supone ignorantes, bajo la guía de un profesor que posee el conocimiento.
La policía no es únicamente la institución del orden y el control ejercido con
personas uniformadas, sino que es el conjunto de reglas que determinan lo que
es permitido ver, hacer o decir socialmente. Rancière asigna el nombre de policía
a “[…] esta lógica de adaptación que se quiere hacer pasar por la de la política”
(Rancière, Política, policía, democracia, 2006, p. 11).
En contraste, para Jacques Rancière, la política es aquel momento en el que se
reconfiguran las partes que determina la policía, es decir, lo que está permitido ser,
hacer y decir. La política es el lugar en donde las voces en desacuerdo entran en
juego en el espacio público, mostrando aquello que bajo la lógica de la policía no era
posible distinguir. El entrelazamiento de distintas lógicas es político. El disenso es el
motor de la política, así como lo es el consenso democrático a la policía.
El trabajo de los artistas vinculado con la ficción permite ver con nuevos ojos
aquello que era ignorado o minimizado.
La ficción no es la creación de un mundo imaginario opuesto al mundo real. Es el
trabajo que produce disenso, que cambia los modos de presentación de lo sensible y
las formas de enunciación al cambiar los marcos, las escalas o los ritmos (Rancière, El
espectador emancipado, 2010, pp. 66-67).

En resumen, a la realidad le corresponde el consenso y al disenso le corresponde


la ficción. El consenso se enlaza con la democracia y con la policía. El disenso se
entrelaza con la política y con el arte. En este orden de ideas se concluye que el arte,
al crear nuevas ficciones, también transforma la realidad.
Si trasladamos este marco conceptual hacia el terreno del arte público se observará
una tensión entre dos tipos de obras a partir de la dicotomía integración-intervención.
Según Miwon Kwon (2004), las primeras piezas, las que se integran decorativamente
al lugar en donde son emplazadas, corresponden principalmente al paradigma de arte
geométrico de los años sesenta y setenta. Estas esculturas monumentales, por lo
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general, eran réplicas gigantes de piezas pequeñas encontradas en museos y galerías


(Kwon, 2004). Si se observan las obras de Alexander Calder en Estados Unidos o de
Sebastián en México, es posible distinguir que este tipo de arte público tiene valores
estéticos de ornamentación en el espacio público en plazas y parques, su objetivo
principal es integrarse armónicamente con el entorno.
En el arte público, también existe un paradigma crítico, el cual se articula a
través de la intervención. Estas obras comúnmente obstruyen, desvían o impiden el
desarrollo natural de las actividades de las personas en el espacio público, generando
desacuerdos o disensos. Un ejemplo representativo es la obra Arco inclinado de
Richard Serra, emplazada en la Plaza Federal de Nueva York de 1981 a 1989, año en
que fue retirada por las críticas e inconformidades de los funcionarios y burócratas
que trabajan en las oficinas circundantes.
El Arco inclinado era un enorme muro curvo de metal oxidado emplazado
intencionalmente por su autor para obstruir y desviar el flujo natural del tránsito de
los peatones de la Plaza Federal. La pieza fue elaborada específicamente para ese
lugar. Debido a las protestas se propuso a Richard Serra reubicar su escultura en
un parque u otro lugar donde no interfiriese el tránsito peatonal. La respuesta del
artista, bajo el concepto de escultura para sitio específico, fue que remover la obra
de su lugar significaría destruirla, ya que dependía de su interacción con el entorno.
Finalmente, después de un proceso de juicio en tribunales, la obra fue destruida.
Cuando las obras de arte público están fuera de los esquemas de belleza y armonía
tienden a ser cuestionadas. En palabras de Douglas Crimp:
Un público que ha aprendido a aceptar socialmente la atomización de los individuos
y la falsa dicotomía entre esfera pública y privada no puede enfrentarse directamente
con la realidad de su situación. Cuando una obra de arte público rechaza los términos de
la política de consenso auspiciada por el aparato de Estado, la reacción tiende a ser de
censura (Crimp, 2005, p. 169).

Articulando los ejemplos anteriores de obras de arte público con la filosofía


de Rancière, se observará que la integración corresponde al consenso y que la
intervención corresponde al disenso. Algunas piezas de arte que serán revisadas a
continuación se enlazan con estos conceptos, ya sea con el orden policial o con el
desacuerdo o disenso como manifestación simbólica en el espacio público.

2.1. Nicolas Bourriaud: Formas-trayecto

En algunos casos, caminar, más allá del desplazamiento del cuerpo de un lugar hacia
otro, significa algo. Algunas obras de arte recientes, reflexionan acerca de estos
simbolismos y analizan el control o la apertura del libre movimiento de los cuerpos
en el espacio público. Una pieza que enlaza la noción de realidad y ficción a través
de la acumulación de personas en un lugar específico es la obra No more reality, la
manifestation elaborada por Philippe Parreno en el año de 1991, en donde un grupo
de niños de siete u ocho años de edad, portaban pancartas con la frase No more
reality y gritaban, al mismo tiempo, ¡no más realidad, no más realidad!, en el patio
de una escuela primaria.
En una entrevista, charlando acerca de esta obra el autor comentó lo siguiente: “La
realidad, como todos lo sabemos, no existe. Hay múltiples realidades y universos.
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Tal vez esa sea la finalidad del arte: poblar el mundo con múltiples realidades a
través de nuevas formas u otros tipos de exposiciones” (Zahm, 2017, p.13).
Esta y otras piezas de arte, tienen como estructura básica aquello que Nicolas
Bourriad llama Formas-trayecto, de las cuales existen tres tipos: 1) expediciones
y desfiles, 2) topologías y 3) bifurcaciones temporales (Borriaud, 2009). En varias
de estas obras el viaje es utilizado como una forma artística. Principalmente en las
obras del primer tipo, pues tienen la forma de la caminata o del viaje individual o en
colectivo como elemento principal.
Un ejemplo destacado en la categoría de expediciones y desfiles es la obra One
flew over the void (Bala perdida) del artista venezolano Javier Téllez, la cual fue
elaborada para el festival cultural Insite en 2005. Insite era un proyecto binacional
que se llevó a cabo en la frontera de México y Estados Unidos, específicamente en
el borde entre Tijuana y San Diego.
One flew over the void (Bala perdida) fue elaborada de forma colaborativa con
pacientes del Centro de Salud Mental de Baja California. En varias sesiones grupales
acordaron hacer un desfile con pancartas elaboradas por los pacientes del centro de
salud para que posteriormente fuesen usadas por ellos mismos en un desfile por las
calles de Tijuana que llevan hacia la playa. El desfile culminó, finalmente, con una
acción simbólica en donde un hombre bala, Dave Smith, es lanzado en cañón desde
Tijuana hacia San Diego, en donde lo espera una red para su aterrizaje.
La imagen del hombre bala atravesando la frontera entre México y Estados Unidos
se ha vuelto una imagen representativa del proyecto Insite, el cual es un referente del
arte de especificidad de sitio y obras de interacción social en la transición del siglo
XX y XXI. Es por ello que, desafortunadamente, ha quedado oculta la primera parte
de esta acción, en donde los enfermos desfilaron como parte de todo el evento. Es
bastante significativo que el Dave Smith sobrevolara desde el sur hacia el norte y
no al revés. La migración en América es más prominente en dirección sur-norte que
norte-sur.
En una mirada inmediata a la imagen representativa de la pieza de Javier Téllez
hecha en colaboración con los pacientes del Centro de Salud Mental de Baja
California, en donde se observa a un hombre ser lanzado desde un cañón por arriba
de la barda fronteriza hacia las playas California, es fácil hacer una interpretación del
sentido de esta pieza y relacionarla con los problemas de migración y frontera, sin
embargo, los autores de esta obra trabajaron con la idea de frontera entre lo que se
considera normal y anormal. ¿Quiénes deciden y dividen esta frontera?
En las formas-trayecto del segundo grupo, llamado topologías, destaca la
composición por trayecto. Estas piezas generalmente son hipertextuales, se presentan
al público como una acumulación de objetos y de textos entre otros elementos
discursivos. El desplazamiento y el comportamiento del espectador determinan su
comprensión y revisión de la obra, ya sea total o parcialmente, es decir, de acuerdo a
sus intereses y recorridos en el interior de la obra. Un ejemplo de ese tipo de piezas
son los monumentos de Thomas Hirschhorn, los cuales son construcciones efímeras
en el espacio público, en donde se ofrece a los visitantes la obra completa de autores
como Foucault o Spinoza, a través de sus libros, entrevistas y conferencias entre
otras actividades.
Finalmente, las bifurcaciones temporales son obras relacionadas con la
acumulación de instantes en relación con el espacio. Los autores utilizan la narrativa
de forma no lineal. Las obras que se analizarán en este artículo están principalmente
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vinculadas con el primer tipo de forma trayecto denominado expediciones y desfiles,


porque están hechas con la acumulación de personas en relación a su desplazamiento
en grupo.

3. Orden y control

Eventualmente, cuando existen desacuerdos entre el gobierno y los gobernados, las


multitudes se amotinan, salen a la calle para manifestar su inconformidad. Dos grupos
de choque en tensión se enfrentan, por una parte, el conjunto de personas protestantes
e inconformes, por otra, un grupo de policía especializada en controlar multitudes. El
primer grupo se desplaza de forma desordenada, el segundo se desplazada de forma
agrupada y ordenada.
Imagine el lector una vista aérea de esta escena. Los cuerpos humanos, observados
desde arriba, se transforman en una multiplicidad de puntos que se desplazan sobre un
plano, el cual es la calle o una plaza pública. Se agrupan o se separan aleatoriamente.
Algunos otros puntos, forman bloques estáticos que impiden el paso a los puntos en
movimiento.
Dibujar formas con cuerpos de personas no sólo es una práctica de la danza,
ya que también se utiliza en estadios deportivos o en desfiles. Podemos ampliar
la estrategia de observación del desplazamiento de las personas en cualquier otro
tipo de situaciones, así como de las formas gráficas que éstas generan voluntaria e
involuntariamente.
Vinculado a los objetivos del presente proyecto de investigación, el artista
mexicano Abraham de la Borbolla desarrolló un conjunto de obras en donde la
imagen se estructura a partir de la lógica de la visión satelital. En un primer vistazo,
el espectador se enfrenta a composiciones abstractas elaboradas con incrustaciones
de clavos o tornillos sobre madera o metal, sin embargo, al conocer el título de sus
obras, el observador se percata de que se trata de una representación tridimensional
de una vista aérea de multitudes en el espacio público (Fig. 2 y Fig. 3).

Figura 2. Abraham de la Borbolla, Metro de la Ciudad de México, Pantitlán 6 pm (Detalle).


Clavos y esmalte sobre tabla, 2018. Fotografía del autor.
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Figura 3. Abraham de la Borbolla, Desfile en el Zócalo capitalino (parafernalia de una


sociedad putrefacta). Tornillos, concreto y lámina de fierro, 2018. Fotografía del autor.

En la obra Desfile en el Zócalo capitalino (parafernalia de una sociedad


putrefacta) es posible distinguir dos grupos de tornillos como puntos, cuando vemos
la obra de frente o de líneas si es que se ve de perfil, la primera de ellas, en la
parte superior es ordenada y la segunda desordenada. El primer bloque representa a
las personas que marchan en un desfile, el segundo bloque, representa al grupo de
personas que los observan marchar.
Un tipo similar de tensión entre orden y desorden fue llevado a la práctica en
el año 2008, cuando la artista Tania Bruguera, de origen cubano, realizó la pieza
intitulada Tatlin’s Whisper #5 o El susurro de Tatlin #5 en la Galería Tate Modern
en Londres. Bruguera insertó en el interior de la galería a dos miembros de la
policía montada, los cuales patrullaban el espacio controlando y redirigiendo el
desplazamiento y la ubicación de los espectadores utilizando técnicas de control de
multitudes en espacios públicos. Utilizaron seis técnicas a saber: “cerrar la entrada
o las entradas de la galería, empujar a la audiencia hacia adelante con movimientos
laterales de los caballos, manipular a la audiencia en un solo grupo y rodearla para
apretar el grupo, confrontación frontal con el caballo y dividir a la audiencia en dos
grupos distintos” (Bruguera, 2008, s.p.).
En las imágenes y videos que documentan este evento, se observa un espacio
amplio y luminoso en donde el público es obligado a moverse por los oficiales
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uniformados y montados sobre sus caballos, uno blanco y otro negro respectivamente.
Mientras los oficiales se dirigen hacia el público de forma amable, los espectadores
se desplazan y obedecen órdenes, algunos de ellos confundidos.
Dos años antes de la ejecución de El susurro de Tatlin, en el año 2006 en el centro
de la Ciudad de México durante el XII Festival Internacional de Performance, se
llevó a cabo el Ejercicio de percusión, obra de Enrique Jezik en el museo Ex Teresa
Arte Actual.
En el video oficial que registra esta obra (Jezik, 2013), se observa a un grupo
numeroso de elementos del grupo policiaco de granaderos, el cual ha sido
recientemente cesado de sus funciones en la Ciudad de México. Estos policías
entrenados para el control de multitudes son conocidos en México por el uso
desmedido de la fuerza hacia todo tipo de ciudadanos, ya sea hombres, mujeres,
ancianos o niños. La acuarela intitulada Multitudes mínimas de Eric Reyes-Lamothe
representa a un grupo de granaderos, bloqueando el paso a una multitud que aún no
ha llegado al encuentro, en su lugar sólo se observa el blanco del papel (Fig. 4).
Volviendo a la obra de Jezik, al bajar de un autobús, los policías se forman y
avanzan en bloque hacia el interior del museo. Portan sus uniformes, cascos, escudos
transparentes de acrílico y macanas. Las macanas son bastones gruesos de madera,
utilizados para golpear.
Al ingresar al museo, ante la sorpresa de la audiencia, avanzan agrupados con
paso firme golpeando rítmicamente sus escudos con la macana al unísono. Mientras
los uniformados avanzan, algunos individuos del público disperso, se confrontan con
los granaderos. Una persona de la audiencia extiende sus brazos horizontalmente
intentando detener el bloque sólido de policías que avanza.
En un par de minutos, todos los asistentes al Festival Internacional de Performance
están amontonados contra la pared del fondo, mientras tanto, el sonido de percusión
provocado por el choque de las macanas y los escudos retumba en el ambiente del ex
convento. Desde una vista aérea, se podría distinguir un bloque rectangular hecho de
puntos oscuros que avanza replegando a otros puntos originalmente dispersos hacia
el límite del plano, en este caso el muro arquitectónico de la sala.
Cuando ya no hay más espacio para avanzar, el líder de los policías ordena la
retirada. El grupo de uniformados da media vuelta y sale golpeando sus escudos.
Entonces la audiencia se dispersa nuevamente mientras se escuchan algunos silbidos.
Ambas piezas, la de Tania Bruguera y la de Enrique Jezik son similares en sus
elementos y estructura, pero la respuesta del público es distinta. En México y en
América Latina, los gobernadores autoritarios son una constante a lo largo de la
historia, por lo que la audiencia responde y se confronta hacia la autoridad, cansada
del abuso del poder. En Londres, los espectadores son dóciles, parecen tomarlo como
una broma, no se percibe demasiada tensión en el ambiente.
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Figura 4. Eric Reyes-Lamothe, Multitudes mínimas, acuarela sobre papel, 2008.


Fotografía del autor.

4. Protestas y Caos

En contraste con las obras en donde el poder represor del gobierno logra controlar a
la audiencia, existe otro conjunto de piezas en las que, al menos simbólicamente, las
multitudes avanzan tomando las calles.
Entre este tipo de obras destaca, sin lugar a dudas, el teatro postrevolucionario
ruso en la primera mitad del siglo XX. Tras cuestionarse cómo debería ser el arte no
burgués después de la revolución rusa, los artistas replantearon las relaciones entre el
artista y su público. Entre los cambios significativos comenzaron a utilizar actores no
profesionales o espontáneos y produjeron el teatro de masas (Bishop, 2016).
En 1920 Nikolai Evreinov hizo una recreación de La toma del Palacio de
invierno, In situ, es decir, en el mismo palacio y con la participación de los mismos
revolucionarios que tomaron el palacio pocos años atrás. En esta obra ocho mil
personas, divididas en dos grupos, participaron como actores para un público de cien
mil espectadores en la Plaza Uritzky. En la organización compleja de esta puesta
en escena monumental se organizaron perfectamente por grupos de diez, utilizando
estrategias de orden militar (Bishop, 2016).
Ochenta años más tarde el artista Jeremy Deller utilizó una estrategia similar a
la del teatro masivo ruso para ejecutar la obra intitulada La batalla de Orgreave. En
esta obra se recreó una lucha épica entre la policía y miles de mineros en huelga en
el pueblo de Orgreave, en el Reino Unido en el año de 1984.
Para mantener fresca la memoria, una multitud de mineros y residentes de
Orgreave representaron la batalla en la calle. Derivado de esta acción, existe una
película y otras piezas paralelas como un paquete de entrevistas y documentos para
archivo. Jeremy Deller declaró al respecto que: “Como artista, estaba interesado en
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qué tan lejos podría ser llevada una idea, especialmente una que es en sí misma una
contradicción en términos, ‘una recreación de algo que era esencialmente un caos’ ”
(Bishop, 2016, p. 57).
Las piezas anteriores se sitúan entre el espectáculo y el performance. Son re-
elaboraciones de sucesos históricos representados a su vez por los protagonistas
del hecho original. En contraste, hay otro tipo de piezas activas en periodos
revolucionarios. En la reciente revolución de Egipto en el año 2011 destaca Mosireen,
el cual es un colectivo vinculado con el periodismo ciudadano.
En 2011 surgió el proyecto Cinema Tahrir, que es un archivo de imágenes y de
videos con registros de la revolución y abuso de poder en Egipto. Los videos son
grabados por cualquier tipo de persona que tenga un dispositivo móvil para poder
hacerlo y que desee compartirlo con Mosireen. Entre las actividades del colectivo
destaca la proyección de videos de la revolución en plazas públicas de El Cairo,
dentro de manifestaciones con miles de personas observando (Doherty, 2015),
algunos de sus videos pueden ser vistos en el canal del colectivo en Youtube.
Si se imagina nuevamente una vista aérea, y se hace una analogía de los cuerpos
en movimiento con puntos, se podría observar que los puntos se mueven libre y
dinámicamente, predominando el desorden y la dispersión.

5. Barricadas: obstrucción y redirección

Las barricadas son montones de objetos diversos que bloquean el paso de ciertas
calles en una confrontación con la policía o con el ejército. En este caso, el flujo y
re direccionamiento de los cuerpos en acción es controlado por los civiles. El origen
de las barricadas se atribuye a París, al Día de las barricadas, una revuelta contra el
rey y sus tropas que se llevó a cabo el 12 de mayo de 1588 en donde se construyeron
varios bloqueos en las calles con barriles y objetos diversos (Doherty, 2015). En la
actualidad es frecuente observar, en noticieros o diarios, imágenes de barricadas o
bloqueos hechos con autos o autobuses incendiados. Cabe señalar, que la barricada
o bloqueo, también ha sido utilizada por soldados en guerra, no sólo por civiles
protestantes.
En artes visuales, la estructura de las barricadas también ha sido aprovechada por
artistas como Heather e Ivan Morrison. En el año 2008 para el festival de arte público
One Day Sculpture, en Nueva Zelanda, hicieron la pieza Jornada de las barricadas
en memoria del evento del mismo nombre llevado a cabo en París en el año 1588,
durante una protesta popular en contra del Rey. En esta obra, una acumulación de
objetos desechados como llantas, bicicletas, un autobús y cartón entre otros objetos
diversos, fueron acumulados en una enorme pila que obstruyó totalmente el paso de
los transeúntes en una calle durante 24 horas (Morrison & Morrison, 2008).
La monumentalidad de este objeto escultórico y su emplazamiento en el
espacio público obligó a los paseantes, contra su voluntad, a modificar su recorrido
vinculándose como una práctica de disenso a través del arte.
El colectivo Tools for action también trabaja con barricadas, pero con un propósito
más activista. Ellos colaboran en grupo desde 2012 y usan recurrentemente el diseño
y la construcción de inflables para sus piezas, las cuales son utilizadas principalmente
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en protestas políticas en espacios públicos. En su sitio web ofrecen tutoriales para


construir esos globos. Además ofrecen talleres para elaborar módulos escultóricos
inflables, generalmente plateados y cúbicos, los cuales, ordenados adecuadamente
permiten armar una barricada. Algunos de estos fueron usados para la Cumbre
Climática de la ONU en 2015, cuando el grupo elaboró muchos globos y los envió a
grupos activistas de varias partes del mundo (Action, 2015).
Los globos con forma de prisma rectangular tienen una relación con las estructuras
geométricas y modulares del minimalismo, sin embargo, estas esculturas inflables son
concebidas como herramientas para la manifestación pública de discrepancias desde
un sentido lúdico y estético: “Traemos inflables a espacios públicos para realizar
intervenciones tácticas, y mostramos que la acción política puede ser atractiva,
estética y divertida” (Action, 2015, s. p.). 
Retomando la analogía de las personas desplazándose en las calles o en las plazas
con los elementos formales de la imagen, invitamos al lector a imaginar y visualizar,
una vez más, como si se tratara de la vista aérea de un dron a los seres humanos
con puntos. En esta ocasión se observará la aparición de un nuevo elemento gráfico,
la línea como representación de la barricada. Esta última obstruye el libre paso,
obligando a detener o redireccionar el desplazamiento de los puntos circundantes.
La pieza intitulada Desplazamiento humano de Julia Caporal (Fig. 5), integrante
del Cuerpo Académico Arte y Contexto, es útil para ejemplificar este tipo de
desplazamiento y redirección. Un papel de algodón fue montado en un bastidor para
bordar y, posteriormente fue bordado con hilo negro, el círculo de madera o bastidor
sirve para representar la barricada y los puntos bordados representan a las personas.
Desplazamiento humano también abre la posibilidad de observar o imaginar otros
tipos de control y redirección de masas, como en este caso, en donde la barricada
es circular. De hecho las barricadas, bloqueos o cinturones de seguridad ya no son
utilizados únicamente por multitudes que protestan, ya que también las usan los
grupos de uniformados, ya sea policías o soldados. Por poner un ejemplo, en las
calles del centro de la Ciudad de México se establece un filtro de seguridad alrededor
de todas las calles que llevan hacia el Zócalo cuando hay eventos masivos, lo que
permite controlar el acceso y salida. Esto deja abierta la posibilidad de analizar más
piezas vinculadas con el arte, el desplazamiento y la acumulación de masas en el
espacio público para un artículo posterior.
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Figura 5. Julia Caporal, Desplazamiento humano. Bordado y acuarela sobre papel, 2019.
Fotografía del autor.

Por último, cabe destacar que el medio con el que fue elaborada la pieza
Desplazamiento humano es particularmente significativo, ya que el año 2019 estuvo
marcado por el movimiento feminista a través de una serie de manifestaciones públicas
y marchas en varias ciudades del mundo en donde México no fue la excepción. En
este país, se vincula por tradición el bordado como una actividad principalmente
femenina, por lo que la multitud representada en esa obra con hilos bordados sobre
papel, sugiere ser una marcha en el contexto del movimiento feminista en medio de
un contexto de abuso, violencia y feminicidios.

6. Concusiones

De las piezas elaboradas por artistas que usan la colaboración de personas que se
desplazan en el espacio público o en galerías y que, además, surgen a partir de la
confrontación entre civiles y policías destacan tres tipos de estructuras compositivas
dinámicas: 1) orden y control (policial); 2) protestas y caos; y 3) obstrucción y
redirección.
Las primeras están relacionadas con la dominación y aplicación del poder a través
de la utilización estratégica de grupos policiales entrenados para dominar y someter
a los civiles, reprimiendo multitudes inconformes como resultado de acciones y
desplazamientos ordenados y calculados por parte de los uniformados. En el bloque
dos, el elemento central es la lucha entre dos bandos, por una parte la policía o el
ejército y por la otra, los civiles insurrectos. Aquí lo principal es la tensión y la lucha
entre opuestos. Finalmente, las barricadas representan una estrategia de resistencia y
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desviación en donde el desplazamiento de los dos bloques de personas en conflicto


es obstruido por una línea hecha de objetos varios que obstruyen el paso.
Este tipo de composiciones no son imágenes estáticas ya que suceden en tiempo
real. Sin embargo, aunque en algunos casos estas obras terminan siendo videos que
se presentan en galerías o en Internet, este tipo de prácticas están más vinculadas con
las artes escénicas y particularmente con la danza.
Fuera del mundo del arte, estas composiciones tienen su origen principalmente
en los desfiles, en las formaciones militares y en las tablas gimnásticas deportivas,
las cuales pueden ser vistas en algunos espectáculos en estadios a la mitad de algún
juego.
Si se amplía el análisis de estas tres estructuras hacia las acciones en el espacio
real, fuera del arte, en movimientos de resistencia, se observa que los elementos de
las protestas sociales (personas, policías, objetos y vehículos entre otros), voluntaria
o involuntariamente, son susceptibles de generar imágenes y que desde un enfoque
del análisis visual producen composiciones y estructuras significativas. Aplicar este
tipo de análisis a otras esferas no artísticas podría aportar nuevos conocimientos del
comportamiento social.
Como se mencionó al inicio, las imágenes que acompañan este artículo fueron
elaboradas por los autores del mismo, quienes son integrantes y colaboradores del
Cuerpo Académico Arte y Contexto. Al revisar este conjunto de obras fue posible
distinguir dos tipos de prácticas que se complementan: las que representan el
desplazamiento de multitudes ya sea de forma naturalista (Fig. 4) o sintética (Fig. 2,
Fig. 3 y Fig. 5); y las acciones en tiempo real con grupos de personas en el espacio
público o en la galería (Fig. 6).
Si bien las acciones o performances tienen una mayor presencia que interpela al
público o a los transeúntes, las imágenes fijas nos permiten analizar y comprender
el desplazamiento de esas multitudes. Por eso es que en cada una de ellas se puede
comprender el concepto del desplazamiento desde enfoques diversos.
De los resultados presentados en este artículo también se concluye que es posible
que la creatividad artística elabore piezas que combinen los tipos de desplazamiento
planteados en este artículo, es decir: orden y control (policial); protestas y caos;
y obstrucción y redirección. Lo cual da pie a continuar esta investigación en un
artículo posterior.
Una obra que combina la protesta con el orden es “Aumentan delitos violentos
en Pachuca” Quadratín, 04/01/2016, elaborada por Miguel Ledezma con la
participación de voluntarios. En esta acción en el espacio público una escolta de
mujeres adolescentes transporta una bandera con los colores de la foto que ilustra
el artículo periodístico “Aumentan delitos violentos en Pachuca” publicado en
Cuadratín el 4 de enero de 2016. El recorrido parte del Palacio de Gobierno del
Estado de Hidalgo hacia la Presidencia Municipal de Pachuca. Por la otra cara, la
bandera porta el título del artículo. Estos colores y textos también estaban impresos
en las playeras de las jóvenes mujeres.
En este periodo la violencia en Hidalgo marcaba un incremento notable el cual,
desafortunadamente, iría en aumento desde entonces a la fecha. La obra de Ledezma
utiliza como medio una bandera y una escolta de mujeres. Es una tradición en México
rendir honor a la bandera mexicana todos los lunes en las escuelas de nivel básico.
El evento se lleva a cabo con solemnidad y orden, en esta acción artística se replica
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esta ceremonia pero fuera de una escuela y con un itinerario definido. El punto de
partida es el Palacio de Gobierno de Hidalgo y el punto de llegada es la Presidencia
Municipal de Pachuca.

Figura 6. Miguel Ledezma, “Aumentan delitos violentos en Pachuca” Quadratín,


04/01/2016, acción ejecutada en 2017. Fotografía del autor.

Esta acción simbólica y ordenada es, al mismo tiempo, una protesta en donde la
bandera es llevada por adolescentes representando el gran problema de la violencia
en México, en donde ni el gobierno federal, ni el gobierno estatal, ni el gobierno
municipal dan una solución satisfactoria. Ledezma subvierte el significado de
esta ceremonia solemne y recurrente a través del desplazamiento de un grupo de
voluntarias como protesta en el espacio público. La tipología de arte y desplazamiento
planteada en este artículo y las obras que las representan son sólo una parte mínima
del universo de posibilidades, así, queda material para un siguiente artículo en donde
se analizarán otros tipo de arte y desplazamiento, así como una revisión a mayor
detalle, en artículos individuales para cada uno de los tipos: orden y protesta; orden y
control; protestas y caos; y obstrucción y redirección, y sus posibles combinaciones
entre ellas.

Referencias

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