Analisis de La Democracia Peruana 5° Año

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IE “MARIANO MELGAR” - CONGALLA

LA DEMOCRACIA PERUANA: APRECIACIONES E HIPÓTESIS DESDE LA


ESCUELA
Las elecciones presidenciales de este año marcan un hito en la historia de nuestro país; por cuarta vez
consecutiva, los peruanos tendremos la posibilidad de elegir libremente a nuestros representantes. Ante
este panorama, podríamos asegurar que el régimen democrático ha cimentado raíces en el Perú, y que
algunos procedimientos, como las elecciones, son parte crucial de este resultado. Sin embargo, aún
existe una importante brecha entre el apoyo a la democracia como sistema de gobierno y la satisfacción
con cómo la democracia funciona en el Perú. Esta brecha se podría explicar, como lo afirman los datos
recogidos por la encuesta La Ciudadanía desde la Escuela en el Perú (2015) 1, porque la concepción que
tienen los peruanos sobre la democracia no calza con la realidad cotidiana de nuestro país.

Existe una brecha entre el apoyo a la democracia como sistema de gobierno y la satisfacción con cómo
ésta funciona en el Perú que se podría explicar porque la concepción que tienen los peruanos sobre la
democracia no calza con la realidad cotidiana de nuestro país.

En efecto, si bien las personas encuestadas conciben la democracia como un sistema que debería
asegurar derechos y oportunidades sociales y económicas, el hecho de que esto no sea una realidad
cotidiana en el Perú (que no parezca tener ninguna relación directa con la vida diaria de las personas),
tiene consecuencias negativas para la institucionalidad y la cohesión social (Casas Zamora et al. 2011;
Robert 2011). La democracia en el Perú no ha asegurado un acceso igualitario a la ciudadanía; vastos
sectores de la población no han logrado acceder a los beneficios y derechos que otorga el sistema
democrático. Como resultado, se ha construido una república con un régimen democrático, pero sin
ciudadanos de la misma categoría (Manrique 2006). Esto se debe a que la adquisición de la ciudadanía
en el Perú es más un proceso de lucha de grandes sectores de la población contra el Estado, que un
proceso de reconocimiento desde las propias instituciones estatales.

En este proceso, la educación ha sido y continúa siendo una solución al problema. Por un lado, según
Degregori (2014), el hecho de que la educación ha sido el principal mecanismo de movilidad social y
legitimación de la ciudadanía para los más pobres de nuestro país, denota una gran confianza en la
escuela como una herramienta de adquisición y reconocimiento de derechos históricamente negados a
millones de peruanos. Para el autor, “[a]spiraciones educativas de tal fuerza en un país pobre y de
abismales diferencias socioeconómicas, étnicas, lingüísticas y culturales, tienen sin duda un profundo
contenido democratizador” (Degregori 2014:254). Es decir, la posibilidad de acceder a la escuela es, de
por sí, una forma de acceder a la promesa democrática.

Por otro lado, la escuela es importante para la consolidación de la democracia y la construcción de la


ciudadanía, porque es un espacio de socialización mediante el cual se transmiten ideas y valores que son
importantes para una sociedad. Como afirma Durkheim (1976: 105), “[…] si se concede algún valor a la
existencia de la sociedad […] es preciso que la educación asegure entre los ciudadanos una suficiente
comunidad de ideas y de sentimientos, sin la cual es imposible cualquier sociedad.” De esta forma, optar
por enseñar y poner en práctica valores democráticos en la escuela tiene efectos positivos en el sistema
democrático (Stojnic 2015).

La escuela es importante para la consolidación de la democracia y la construcción de la ciudadanía,


porque es un espacio de socialización mediante el cual se transmiten ideas y valores que son importantes
para una sociedad.

Por esta razón, se propone pensar en la democracia no solo como un conjunto de procedimientos e
instituciones, sino comprenderla desde la significancia que debe tener esta para el individuo,
especialmente en el contexto educativo. A pesar de que la data presentada a continuación representa una
muestra de estudiantes, padres y docentes de escuelas públicas urbano-marginales de 5 ciudades del
Perú, plantear una discusión sobre la democracia desde la escuela es importante porque los actores
educativos están enmarcados en el contexto de una institución estatal que debe regirse por el estado de
derecho y la constitución, y debe transmitir los mínimos valores que garanticen una vida democrática en
común.

En efecto, “[l]a educación tiene un papel importante en dar forma a las interacciones entre los ciudadanos,
para establecer valores y crear las condiciones que hagan posible instalar una cultura democrática, que
ayude a la gobernabilidad” (Tallone 2010: 156). Tal como afirman los resultados de la encuesta La
Ciudadanía desde la Escuela en el Perú (2015) y LAPOP (2008 y 2010), la forma cómo los peruanos, y en
particular los actores de la comunidad escolar, entienden la democracia y reaccionan ante esta, puede
contribuir a entender la crisis democrática que sufre nuestro país.
IE “MARIANO MELGAR” - CONGALLA
Discutiendo sobre la democracia desde la escuela peruana

El proceso de democratización después de la caída del gobierno fujimorista tuvo que lidiar con una
sociedad civil débil (Levitsky 1999) y con un apoyo significativo a valores autoritarios (Álamo 2010: 5-7);
evidenciado, por ejemplo, en el apoyo a soluciones de tenor autoritario a problemas como la delincuencia.
Los cambios institucionales que se dieron en este proceso no fueron acompañados de verdaderos
cambios democráticos desde la ciudadanía (Tanaka y Zárate 2002). Por esta razón, la democracia
peruana presenta diversas dificultades: está determinada por una baja confianza en las instituciones
políticas, plagadas por corrupción; una sensación de inseguridad y desprotección frente a la delincuencia;
y una insatisfacción con el desempeño de los gobiernos locales (Carrión y Zárate 2007). Todo esto
acontece en un entorno en el que la representación y participación política es débil, ya que no existen
partidos políticos consolidados (Tanaka 2005) y las coaliciones políticas, integradas por independientes,
se organizan únicamente de forma temporal en el marco de coyunturas específicas, como las elecciones
(Zavaleta 2014).

En este contexto social es que los peruanos han construido sus definiciones sobre la democracia y
contrastan constantemente las ideas que ellos tienen sobre este concepto y su propia realidad.
Comprender esta disparidad entre el ideal y la realidad de la democracia peruana desde el punto de vista
de los individuos es importante, ya que “[l]a democracia es el resultado de una intensa y denodada
experiencia social e histórica que se construye día a día en las realizaciones y frustraciones, acciones y
omisiones, quehaceres, intercambios y aspiraciones de quienes son sus protagonistas: ciudadanos,
grupos sociales y comunidades que luchan por sus derechos y edifican de manera incesante su vida en
común” (PNUD 2004: 53).

Para los encuestados la importancia de la democracia radica, en primer lugar, en el respeto a los
derechos ciudadanos y, en segundo lugar, en asegurar que todas las personas tengan las mismas
oportunidades sociales y económicas.

Tal como se observa en el gráfico 1, para los encuestados la importancia de la democracia radica, en
primer lugar, en el respeto a los derechos ciudadanos y, en segundo lugar, en asegurar que todas las
personas tengan las mismas oportunidades sociales y económicas. En todos los casos, desde los niños y
niñas de 6to de primaria hasta los docentes, estas dos valoraciones son las más relevantes. En tercer y
cuarto lugar quedan las ideas más clásicas de la democracia (elecciones y gobierno de la mayoría);
mientras que en último lugar se encuentran las concepciones más participativas.

Gráfico 1. ¿Qué es lo más importante de la democracia?

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