Este poema narra la historia de Apolonio, un guajiro enamorado de Conchita que es despreciado por ella cuando decide estar con otro hombre llamado Camilo. Apolonio se enfrenta a Camilo y lo mata, por lo que debe huir. Mientras escapa a lomos de su yegua a orillas del río Cauto, Apolonio canta canciones de despecho hacia Conchita, maldiciendo su traición y despidiéndose para siempre de ella.
Este poema narra la historia de Apolonio, un guajiro enamorado de Conchita que es despreciado por ella cuando decide estar con otro hombre llamado Camilo. Apolonio se enfrenta a Camilo y lo mata, por lo que debe huir. Mientras escapa a lomos de su yegua a orillas del río Cauto, Apolonio canta canciones de despecho hacia Conchita, maldiciendo su traición y despidiéndose para siempre de ella.
Título original
2019_El Amante Despreciado - Juan Cristobal Napoles Fajardo aka El Cucalambe
Este poema narra la historia de Apolonio, un guajiro enamorado de Conchita que es despreciado por ella cuando decide estar con otro hombre llamado Camilo. Apolonio se enfrenta a Camilo y lo mata, por lo que debe huir. Mientras escapa a lomos de su yegua a orillas del río Cauto, Apolonio canta canciones de despecho hacia Conchita, maldiciendo su traición y despidiéndose para siempre de ella.
Este poema narra la historia de Apolonio, un guajiro enamorado de Conchita que es despreciado por ella cuando decide estar con otro hombre llamado Camilo. Apolonio se enfrenta a Camilo y lo mata, por lo que debe huir. Mientras escapa a lomos de su yegua a orillas del río Cauto, Apolonio canta canciones de despecho hacia Conchita, maldiciendo su traición y despidiéndose para siempre de ella.
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EL AMANTE DESPRECIADO
Por la deliciosa orilla
Que el Cauto baña en su giro Iba montado un guajiro Sobre una yegua rosilla: Una enjalma era su silla Trabajada en Jibacoa, De flexible guajacoa Llevaba en la mano un fuete, Y puesto al cinto un machete De allá de Guanabacoa.
Fuera de sus pantalones
Mecíale la fresca brisa, Las faldas de su camisa Guarnecida de botones. Llevaba unos zapatones De pellejo de majá, Flores de Guatapaná En la cinta del sombrero, Y era el tal hombre un veguero De las vegas de Aguará.
Embelesado del río
En la corriente de plata De una guajirita ingrata Recordó el infiel desvío: Su ademán era sombrío Y triste aquella ocasión; Y herido su corazón De mal vengados agravios, Se escapó de entre sus labios El nombre de Concepción.
Conchita fue la que un día
Debajo de unos ciruelos Puso fin a sus desvelos Diciendo que lo quería. "Tuyo será, le decía, Mi dulce y primer besito" Pero ésta que amor bendito juró en pláticas sucintas, Tuvo dos caras distintas "Como la hoja del caimito"
Su pobre amante rendido
Que se llamaba Apolonio, Se entregó como un bolonio A aquel amor fementido. Otro joven del partido Por su Conchita suspira, Y ella ardiendo como pira Entregóse a sus halagos, Cual se rinde a sus estragos Del huracán la gejira.
Era Concha una beldad
Donosísima aunque pobre, Como la que está en el Cobre Virgen de la Caridad; En lo mejor de su edad Silvestre flor peregrina Su boca dulce y divina, Húmedos sus labios rojos, Y seductores sus ojos Como los de mi Rufina.
Por eso el que la adoraba
Aspirando ser su esposo, Buscó su rival dichoso Que Camilo se llamaba. A la sombra de una yaba Se vieron los mozalbetes Y entre dimes y diretes Rencorosos se injuriaron, Y al punto desenvainaron Sus relucientes machetes.
Camilo quedó vencido
Con una herida en el pecho Y Apolonio satisfecho, De emigrar tomó el partido Descarriado, perseguido De la justicia severa, Del Cauto por la ribera Se alejaba lentamente, Y con voz triste y doliente Cantaba de esta manera:
"Adiós, ingrata beldad,
Coqueta sin sentimiento Y voluble como el viento Que vaga en la inmensidad, Tu inesperada crueldad De furor mi sangre enciende; Te amé como aquél entiende Del amor la santa ley, Como quiere el curujey, Al árbol donde se prende.
"Cifré en tu amor mi ventura
Soñé mil veces contigo, Y en mi corazón di abrigo A la esperanza más pura. Tú con fingida ternura Diste fin a mí pesar, Me juraste idolatrar Con firme constancia en suma Y fue tu amor cual la espuma Que forma el viento en el mar.
"Por ti, perjura hechicera,
Abandona este cubano La alegre choza de guano Donde vio la luz primera. No alces luego lastimera La voz pidiendo perdón Pues no soy en la ocasión Ni tu amante ni tu amigo, Ni quiero cantar contigo Debajo del marañón.
"Adiós; y ya roto el hilo
De mi amor en mil pedazos Vive feliz en los brazos De tu amoroso Camilo. Yo voy a buscar asilo Al pueblo de Camagüey, Y ojalá, mujer sin ley, Que pese a tu dulce arrobo, Te suceda como al jobo Cuando le enreda el jagüey."
Dijo: y dando a su rosilla
Unos cuantos latigazos, Se perdió entre los ramblazos Que hay de aquel río en la orilla De una elevada llanilla Susurró la ramazón, Del céfiro al bando son, Los guáranos se mecieron Y los montes repitieron El nombre de Concepción. FIN