VIGOREXIA
VIGOREXIA
VIGOREXIA
Buenos días el día de hoy voy a responder unas preguntas acerca de la vigorexia,
pero antes de hacerlo voy a dar una breve explicación acerca de este concepto
para quien no lo conozca entonces ¿Qué es la vigorexia? La vigorexia u obsesión
por la figura corporal es un trastorno dismórfico. Esto quiere decir que es una
enfermedad del campo de la salud mental en la cual las personas no se permiten
tener defectos en la apariencia. A partir de ello, la imagen del cuerpo se vuelve el
tema central sobre el que gira la existencia.
1. ¿Cuáles son las consecuencias de la vigorexia para la salud física y
psicológica?
Un signo primordial de la vigorexia es el entrenamiento excesivo. Las personas
con el trastorno adecuan su rutina diaria en torno a la asistencia a actividades
deportivas y gimnásticas que repercutan en su figura corporal. Aunque reciban
recomendaciones por parte de especialistas y conocidos, hacen oídos sordos. No
aceptan las críticas y los comentarios sobre su obsesión, y consideran que los
demás están equivocados o tienen una idea tergiversada de lo que hacen.
En los varones, la búsqueda constante es el aumento de la masa muscular y la
definición de estos. Por eso, el levantamiento de pesas es la actividad que se
suele establecer como fija, varias veces a la semana.
La dieta y la alimentación es otro pilar de los síntomas. Se elaboran planes muy
restrictivos, con poca ingesta de calorías y carentes de nutrientes básicos. La baja
densidad de kilocalorías acarrea problemas a largo plazo que van desde la anemia
hasta la hipovitaminosis.
El uso de anabólicos y de drogas esteroideas que aceleran la ganancia de masa
muscular es otro problema grave de la vigorexia. En la búsqueda desesperada por
mejorar la figura, las personas con el trastorno ponen en riesgo sus sistemas
internos hormonales consumiéndolas. Las consecuencias de estos fármacos son
las siguientes:
Atrofia testicular en los varones: junto con una disminución de la libido o deseo
sexual.
Masculinización en las mujeres: aparición de caracteres sexuales secundarios
propios de los varones.
Detención del crecimiento óseo en individuos jóvenes: hasta los 25 años el
hueso continúa su proceso de extensión, que puede enlentecerse o acabarse por
acción de los esteroides.
Aumento del colesterol malo o LDL: con el consiguiente riesgo cardiovascular.
Peliosis hepática: formación de quistes sanguíneos en el hígado.
2. ¿En el ámbito social, como puede afectar la vida de las personas adictas a
la actividad física y deporte?
Muchas veces, la persona perjudica su vida social pues la preocupación de
alcanzar un cuerpo perfecto le impide aprovechar momentos de relajación con sus
amigos, por ejemplo, no querer ir a los sitios para comer que puedan afectar su
dieta establecida. O no le gusta tomar vacaciones para no dejar de hacer ejercicio.
De esta manera aislándose de la sociedad y centrándose solo en el deporte
3. ¿Desde la perspectiva de la Actividad Física crees posible orientar para
prevenir la vigorexia? ¿Y una vez que la persona tenga la adicción, es
posible hacer algo para ayudarla?
A la hora de prevenir la vigorexia, existen una serie de factores fundamentales que
hay que tener en cuenta:
En primer lugar, hay que prestar atención al programa de ejercicios. Es mejor no
seguirlos por iniciativa propia, sino seguir las recomendaciones y pautas de un
entrenador personal.
Como no todos los físicos son iguales, los ejercicios tampoco deberían serlo. La
actividad física debe adaptarse a cada persona para evitar sobreesfuerzos que
pueden terminar en una fatalidad.
Cuando se siente un dolor muscular excesivo o bien mucho cansancio o fatiga,
hay que saber parar a tiempo y descansar.
Resulta muy conveniente llevar a cabo exploraciones físicas para saber con
exactitud el estado de la persona.
A nivel emocional, es muy importante que la persona que sufre este trastorno se
mentalice. Tiene que evitar los pensamientos negativos sobre su físico que le
causan tanto mal.
Ahora como tratar con esta, Diversos estudios han determinado la presencia de un
trastorno de tipo nervioso. Sin embargo, los factores que más suelen influir en su
aparición son sociales, culturales y educativos. Su exposición es continua y suelen
resultar determinantes para hallar una explicación razonable.
El tratamiento por lo tanto debe ir enfocado a modificar la conducta y lo que
piensan de sí mismos, en concreto, de su cuerpo.
El entorno es de vital importancia en el momento de la recuperación. La persona
vigoréxica ha de recibir apoyo de personas allegadas para cumplir su objetivo. Y
es que lo que deben hacer no es nada fácil para ellos: llevar una rutina más
normal y alterar su programa de ejercicios para que sea más razonable.
La ansiedad por el deporte ha de disminuir y es fundamental sustituir las
actividades más intensas por otras menos perjudiciales para el cuerpo.
Que una persona desee tener una figura perfecta, no tiene que implicar
necesariamente un trastorno psicológico. Lo que sí hay que hacer es controlar
ciertas actitudes que dan como resultado la aparición de la vigorexia.
4.Desde el entorno social de una persona con esta problemática, ¿qué
estrategias plantearías para reconducir estos casos?
Ahora algunas soluciones desde el entorno social es colaborar con unos amigos
para seguir invitándolo a salir motivarle hacerle ver que tiene un buen físico y que
no tiene que sobre exigirse, volver a reincorporarlo a la sociedad, mostrarle las
consecuencias de la Vigorexia para generar conciencia o buscar ayuda en
personas profesionales para tratarle si ya se encuentra muy mal.