Guia Rel 8-18may

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA LA FUENTE

ÁREA: EDUCAC RELIG Y MORAL- GRADO: OCTAVO


SEGUNDO PERÍODO 2021
DOCENTE: JAIME CORDERO VÁSQUEZ

Semana del 18 al 21 de Mayo de 2021


UNIDAD 2 LA COMUNIDAD COMO DISTINTIVO DEL PUEBLO DE DIOS
GUÍA #3 DIOS QUIERE QUE SE SALVE LA COMUNIDAD
ESTÁNDAR
- Manifiesta su identidad como integrante del pueblo de Dios.
- Utilizar la Biblia y encontrar textos referidos a la ubicación.
A ACTIVIDAD BÁSICA
En esta guía se analizarán los elementos más importantes de Dios y su deseo de que se
salve la comunidad. Analizar con detenimiento los siguientes interrogantes: - ¿Qué es una
comunidad cristiana? , - ¿Qué es la Santísima Trinidad?

B LECTURA
Una comunidad, no es más que un grupo
de personas que asociadas tienen como objetivo
llevar una vida o gustos en común basadas en el
apoyo y ayuda mutua. El cristianismo, es
una religión o creencia que se basa en la vida,
enseñanza y muerte de Jesucristo donde se
estudia y practica tanto el nuevo testamento, como
el antiguo testamento. Entonces, se puede decir
que la comunidad cristiana es un grupo de personas, líderes y seguidores que comparten
un estilo de vida y adoración por la cual se rigen, tanto sus creencias como sus
costumbres haciéndolas primordial a la hora de ejercer decisiones y actos en adoración
a Dios y su hijo.

Jesús nos enseñó que Dios es Padre, Hijo y Espíritu, en perfecta comunión recíproca. Dios no
vive solo: es una familia, una comunidad. Cada persona divina es distinta, pero está siempre
abierta a las otras, en reciprocidad absoluta. Son tres personas y un único amor; tres únicos y
una sola comunidad. Las tres personas divinas se aman de tal forma que viven siempre unidos,
de una forma tan profunda y radical, que son un solo Dios. La Santísima Trinidad es el dogma
fundamental del cristianismo. Consiste en la creencia de que Dios es uno y trino, es decir, es
una unidad conformada por tres personas divinas relacionadas entre sí: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. En el marco del dogma, el Dios Padre es el creador de la vida en todas sus
formas y manifestaciones. Jesús es el Hijo único de Dios, quien procede de su misma
naturaleza y acepta encarnarse en la Humanidad para dar cumplimiento a los designios del
Padre. Por último, el Espíritu Santo, que proviene de ambos, es el que infunde la vida e inspira
acciones y palabras de bien en los corazones.

Los primeros cristianos desarrollaron esta experiencia de Dios, comunión de tres, que se
respetan en su diversidad y se complementan perfectamente por amor.
Pero esta diversidad de vida y de amor no se queda encerrada en su comunidad, sino que se
desborda creativamente fuera de ella. En la raíz de todo lo que existe hay un proceso de vida
procedente de la Trinidad. La creación es un desbordamiento de vida y de comunión de las
tres divinas personas, que invitan a todas sus criaturas a entrar en el juego simultáneo del
respeto, el crecimiento y la complementariedad.

Los seres humanos, a imagen de la Familia Divina, estamos llamados a mantener relaciones
de comunión con todos los seres creados, dando y recibiendo, construyendo todos juntos una
convivencia rica, abierta, que, respetando las diferencias, forme un solo pueblo. De esta forma
se realiza, como en Dios, la riqueza pluriforme de la unidad y no una mera uniformidad.

Acentuar demasiado la unicidad de Dios lleva a justificar concentraciones de poder: fomenta


totalitarismos políticos, autoritarismo religioso, paternalismo social y machismo familiar. En
esta sociedad de egoísmos, en la que se tiende a acumular poder y riquezas, y por
consiguiente se mata el respeto a las diferencias, hay que partir de la fe en las relaciones
iguales, amorosas y unitivas entre las tres personas divinas. Sólo la fe en un Dios-comunidad
ayuda a crear una convivencia humana fraterna.

La vida es un misterio de espontaneidad, un proceso inagotable de dar y recibir, de asimilar,


incorporar y entregar la propia vida en comunión con otras vidas. Toda vida se desarrolla, se
abre a nuevas expresiones de vida y se reproduce en otras vidas. La vida implica movimiento,
espontaneidad, libertad, futuro y novedad. La Trinidad es novedad, como toda vida; libertad,
donación y recepción perenne, encuentro consigo misma para darse incesantemente.

El Dios Trino de Jesús está del lado de la unión y no de la exclusión; del consenso, en lugar
de la imposición; de la participación y no de la dictadura. Es dador de vida y protector de toda
vida amenazada. Actúa animando el coraje de los profetas e inspirando sabiduría para las
acciones humanas. Ayuda a realizar el difícil desafío de construir la unidad en la pluralidad.

La Trinidad está presente cuando hay entusiasmo en el trabajo de


la comunidad, cuando hay decisión para inventar caminos nuevos
para nuevos problemas, cuando hay resistencia contra todo
género de opresión, cuando hay voluntad de liberación, cuando
hay hambre y sed de Dios…
Cuando nos amamos de veras y nos sentimos confraternizados
con los excluidos de la sociedad, estamos revelando en la historia
el rostro del Dios Trino. La lucha de los oprimidos contra la
disgregación de la comunión querida por la Trinidad tiene una
especial densidad trinitaria. Siempre que se comienza de nuevo
después de cada fracaso, y aun después de cada triunfo, se está
anunciando la presencia del Padre. Siempre que en medio de las
contradicciones se avanza hacia unas relaciones más fraternales
y productoras de vida, es el Hijo el que se revela. La unión de los
oprimidos, la convergencia de intereses en la línea del bien de todos, el coraje para enfrentarse
con los obstáculos, la valentía de la palabra que denuncia, la habilidad para la creación de
alternativas, la solidaridad con los más oprimidos, la identificación con su causa y con su vida,
la fuerza arrolladora del amor, no son sino las huellas de la presencia activa del Espíritu en la
Historia.

La fe en la Trinidad lleva a criticar todas las formas de exclusión y de no-participación que


existen y persisten en la sociedad y en las Iglesias. E impulsa las transformaciones necesarias
para que haya participación en todas las esferas de la vida. Pero si violamos la naturaleza
humana, si atropellamos los derechos de las personas, si vilipendiamos a los pobres, si
consentimos un gobierno corrupto, estamos destruyendo los caminos de acceso al Dios-vida-
comunidad.

Las tres divinas personas nos invitan a participar de la vida de su comunidad, de forma que se
superen las barreras que transforman las diferencias en discriminaciones. Ellas desencadenan
energías para alcanzar niveles cada vez mayores de participación y, al mismo tiempo,
relativizan y critican cada conquista alcanzada, conservándola abierta a nuevos avances.

El misterio trinitario apunta hacia formas sociales en las que se valoran todas las relaciones
entre las personas y las instituciones, de forma igualitaria, fraternal, dentro del respeto a las
diferencias. Así se superarán las opresiones y triunfarán la vida y la libertad para todos.

C ACTIVIDADES DE PRÁCTICA
Después de ANALIZAR COMPRESIVAMENTE LA LECTURA responda las siguientes
preguntas:
1. ¿Qué es una comunidad?
2. ¿Qué es una comunidad cristiana?
3. ¿Qué es la Santísima Trinidad?
4. ¿Cómo hace presencia activa el espíritu santo en la historia?
5. ¿Cómo se crea una comunidad humana fraterna?
D ACTIVIDADES DE APLICACIÓN Y COMPROMISO
1. Leer y reflexionar.

2. Resolver la sopa de letras y con las palabras encontradas ELABORAR UN TEXTO que
explique el tema de la guía: DIOS QUIERE QUE SE SALVE LA COMUNIDAD.

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