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Acción de Tutela

Este documento presenta una acción de tutela contra la Coordinación del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades. Se argumenta que el proceso de desestimación de la personalidad jurídica de ciertas sociedades no se ha tramitado correctamente bajo el proceso verbal sumario, sino bajo el proceso verbal ordinario, vulnerando así el derecho al debido proceso. Se detallan los hechos procesales relevantes y cómo la Superintendencia resolvió que el proceso debía seguirse bajo el trámite del pro

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Acción de Tutela

Este documento presenta una acción de tutela contra la Coordinación del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades. Se argumenta que el proceso de desestimación de la personalidad jurídica de ciertas sociedades no se ha tramitado correctamente bajo el proceso verbal sumario, sino bajo el proceso verbal ordinario, vulnerando así el derecho al debido proceso. Se detallan los hechos procesales relevantes y cómo la Superintendencia resolvió que el proceso debía seguirse bajo el trámite del pro

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CODIGO: F-RP-02

VERSION: 01
FECHA: 26/11/2014
Bogotá D.C., 18 de mayo de 2020.

Señores.
JUEZ CIVIL DEL CIRCUITO DE BOGOTÁ (REPARTO).
E. S. D.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA.


ACCIONANTE: CARLOS ARIAS GUINAND.
ACCIONADO: COORDINACIÓN DEL GRUPO DE JURISDICCIÓN SOCIETARIA
II DE LA DELEGATURA PARA PROCEDIMIENTOS MERCANTILES DE LA
SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES.

JOHN A. LÓPEZ GONZÁLEZ, identificado con la Cédula de Ciudadanía número


1.053.334.100 de Chiquinquirá y Tarjeta Profesional número 279.918 del Consejo
Superior de la Judicatura, actuando en nombre y representación del Señor CARLOS
ARIAS GUINAND, identificado con la Cédula de Ciudadanía número 94.451.096 de
Cali, de la manera más respetuosa manifiesto a Ustedes que en ejercicio del derecho
consagrado en el artículo 86 de la Constitución Política y reglamentado por el
Decreto 2591 de 1991, mediante este escrito FORMULO ACCIÓN DE TUTELA EN
CONTRA de la COORDINACIÓN DEL GRUPO DE JURISDICCIÓN SOCIETARIA II
de la DELEGATURA para PROCEDIMIENTOS MERCANTILES de la
SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES, con el fin de obtener la PROTECCIÓN del
DERECHO FUNDAMENTAL AL DEBIDO PROCESO (art. 29 C. P.), y demás
derechos que encuentren el Honorable Despacho que está vulnerando la accionada,
en virtud de los fundamentos fácticos y jurídicos que se expondrán a continuación.

I. PARTES INTERVINIENTES.

1. ACCIONANTE:
1.1. CARLOS ARIAS GUINAND, quien actúa a través de apoderado judicial.

2. ACCIONADA:
2.1. COORDINACIÓN DEL GRUPO DE JURISDICCIÓN SOCIETARIA II de la
DELEGATURA para PROCEDIMIENTOS MERCANTILES de la
SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES.

II. FUNDAMENTOS FÁCTICOS.

A) ACTUACIONES PROCESALES RELEVANTES.

1. Mediante escrito de demandada radicado el día 16 de marzo de 2017 ante el


Superintendente Delegado Para Procedimientos Mercantiles de la
Superintendencia de Sociedades, mi poderdante el Señor CARLOS ARIAS
GUINAND presentó una demanda de Desestimación de la Personalidad Jurídica de
las Sociedades GESTIÓN ADMINISTRATIVA E INMOBILIARIA S.A.S., BIENES
S.A.S., INVERSIONES ZOILITA S.A.S. y CAPITALES S.A.S., por encontrar que, las
mismas han sido utilizadas e instrumentalizadas para defraudar la ley y generar
perjuicio a mi poderdante. (Ver prueba documental No. 1).

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2. A través de Auto proferido el día 24 de marzo de 2017, bajo el Radicado No. 820-
005411, el Coordinador del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la
Superintendencia de Sociedades resolvió admitir la demanda de la referencia y
para efectos de la presente Acción de Tutela, resulta indispensable fijarse en lo
señalado por el Coordinador del Grupo de Jurisdicción Societaria, (Ver folio 146 -
148 de la prueba documental No. 1) el cual se señaló lo siguiente:

“Asunto
Artículo 24 del Código General del Proceso

Trámite

Proceso Verbal”

Bajo aquel entendido, la Superintendencia de Sociedades, resolvió:

“Segundo: ordenar el traslado de la demanda de modo que, una vez cumplido el


trámite de notificación correspondiente, se presente la contestación dentro del término
de veinte días.” (Destacado es nuestro)

3. En atención a lo establecido en el Artículo 42 de la Ley 1258 de 2008, el extremo


demandado, presentó dentro de la oportunidad procesal pertinente, el documento
denominado EXCEPCIONES PREVIAS dentro del cual se incorporó como excepción
la que denominó “Habérsele dado a la demanda el trámite de un proceso
diferente al que corresponde (Art. 100.7 CGP)”, justificando la citada excepción
en el hecho de que: “…por lo menos una de las pretensiones debe ser tramitada por
la vía del proceso verbal sumario, regulado a partir del Artículo 390 del Código general
del Proceso y no por el proceso Verbal como erradamente lo pretende del
demandante.”, léase escritos con Radicados No. 2017-03-007352 y 2017-03-6353,
obrantes en el expediente. (Ver Folios 191 a 202 de la prueba documental No. 1).

4. En la oportunidad procesal oportuna, al pronunciarse sobre las excepciones


previas formuladas, mi representado, a través de apoderado judicial expuso lo
siguiente:

“Empero lo anterior y en aras de propender por la defensa de los derechos


sustanciales de mi poderdante, frente a la remota posibilidad de que el Honorable
Superintendente Delegado declare que la excepción prevista en el Numeral 7 del
Artículo 100 del Código General del Proceso está llamada a prosperar,
respetuosamente le solicito darle aplicación a lo preceptuado en el Artículo 101 Ibídem,
el cual señala que “si prospera la de trámite inadecuado, el juez ordenará darle el
trámite que legalmente le corresponda.”, es decir, pese a que el suscrito considera
que ciertamente el trámite que debe dársele al proceso en cuestión no es otro que el
de un PROCESO VERBAL, en el evento que la excepción II propuesta por las
demandadas este llamada a prosperar, solicito respetuosamente a su Señoría darle
trámite que legalmente corresponda y se ordene tramitar la demanda en cuestión a
través del PROCESO VERBAL SUMARIO.” (Ver Folio 207 de la prueba documental
No. 1).

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5. Con base en lo anterior, el Coordinador del Grupo de Jurisdicción Societaria
II de la Superintendencia de Sociedades, al resolver la excepción previa alegada
por el extremo demandado, mediante Auto No. 820-014248 del 21 de octubre de
2017, expuso que, reiterando la Interpretación que ha mantenido la
Superintendencia de Sociedades, sumado a lo expuesto en múltiples
oportunidades por la Honorable Corte Constitucional, así:

“[…] a partir del 1° de enero de 2016 cobró vigencia el artículo 20 del Código General
del Proceso, mediante el cual se asignaron las competencias de los jueces civiles de
circuito, Así, en el numeral 4° del citado artículo 20 se establece que tales jueces
conocerán “en primera instancia […]… de todas las controversias que surjan con
ocasión del contrato de sociedad” (se resalta). Es decir que, bajo la vigencia plena del
Código General del Proceso, los conflictos de la naturaleza indicada deberán sujetarse
al trámite del proceso verbal previsto en el artículo 368 de esa norma.

La anterior conclusión encuentra sustento en la idea de que el numeral 4° del artículo


20 del Código General del Proceso derogó tácitamente lo previsto en el artículo 233 de
la Ley 222 de 1995 y en el artículo 42 de la Ley 1258 de 2008 en lo que se refiere al
trámite de la acción de desestimación de la personalidad jurídica y de la
correspondiente acción indemnizatoria. No debe perderse de vista que, según el
Artículo 3 de la Ley 157 de 1887, se considera que una disposición legal es
insubsistente por existir una ley nueva que regule íntegramente la materia. En
consecuencia, para el Despacho es claro que la demanda objeto del presente
litigo debe adelantarse por la vía del proceso verbal.”

6. En el caso que nos ocupa, es claro que, la discusión sobre el trámite de la


referencia, en relación a bajo que cuerda procesal debía tramitarse, fue ampliamente
debatido en primera instancia, sin embargo, la discusión se zanjó con el Auto No.
820-014248 proferido por el Coordinador del Grupo de Jurisdicción Societaria
II, de la Superintendencia de Sociedades mediante el cual se declararon
improcedentes las excepciones propuestas por el extremo demandado, en
consecuencia, el citado Despacho, procedió a adelantar el proceso de desestimación
de la personalidad jurídica a través del Proceso Verbal (Ver Folios 212 a 213 de la
prueba documental No. 1).

7. Una vez resuelta la excepción previa planteada por el extremo demandado, en


relación al trámite que debía impartírsele al proceso de la referencia y las formas
propias he dicho proceso, la Superintendencia de Sociedades [Director del
Proceso] dejó por sentado que la cuerda procesal a seguir dentro del proceso de
Desestimación de la Personalidad Jurídica, no era otra que la establecida en el
Artículo 368 del Código General del Proceso, que no la establecida en el Artículo 390
Ibídem.

8. En vista de lo anterior, se otorgó al extremo demandado, el término de veinte (20)


días para proponer las excepciones de mérito a que hubiese lugar, y no el término
de diez (10) establecidos para el trámite del proceso verbal sumario.

9. Los interrogatorios de parte practicados a los extremos que conforman la Litis, se


realizaron siguiendo las reglas previstas para el PROCESO VERBAL, y no las
establecidas en el Artículo 392 del proceso verbal sumario.

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10. Bajo el pleno convencimiento, de que se encontraban ante un PROCESO
VERBAL, las partes convocadas a pleito, ejercieron la contradicción y su derecho de
defensa, conforme a las reglas que gobiernan aquel proceso, y no las establecidas
para el proceso verbal sumario.

11. La Superintendencia de Sociedades, ha sostenido de manera reiterada que, en


la tesis que impera en ésa entidad desde la implementación del Código General del
Proceso, en relación con el trámite que debe impartírsele al Proceso de
Desestimación de la Personalidad Jurídica existe una derogatoria orgánica del
Artículo 42 de la Ley 1258, por parte de la norma especial que regula de manera
integral los procedimientos, esto es, por la Ley 1564 de 2012 actual Código General
del Proceso. Resulta importante reiterar que, el mismo extremo demandado, en uso
de las nuevas facultades otorgadas por el Código General del Proceso, alegó como
excepción previa la prevista en el numeral 7 del artículo 100, antes prevista como
nulidad procesal en el derogado Código de Procedimiento Civil (Art. 140 Numeral 4)

12. En ese sentido, rememórese que las excepciones previas constituyen un


instrumento de carácter procesal que se le ha concedido a los sujetos intervinientes
en un proceso, para el saneamiento temprano de la actuación que se surte,
contribuyendo con el principio de economía procesal que la rige, medidas estas
calificadas desde antaño:

“[…] como medio para controlar los presupuestos del proceso y dejar regularizado éste
desde el principio, a fin de evitar nulidades posteriores o sentencias inhibitorias. Las
excepciones previas en últimas implican hacerle un proceso al proceso a fin de definir
si éste además de válido será útil, evitándose el desperdicio de jurisdicción”1.

13. Ahora bien, resulta importante recordar que la aplicación de un trámite diferente
en un proceso se presenta cuando la pretensión propuesta se hace marchar por una
vía diferente al camino que el legislador previó para ello, con otras palabras se
materializa cuando se desconoce o se altera, por completo, el procedimiento
señalado en la Ley, en modo de ejemplo, ha sostenido la jurisprudencia que esto
ocurría, cuando:

"En los casos en que, para su composición por la justicia, un conflicto de intereses se
somete a procedimiento distinto del indicado por la ley para él, como cuando,
debiéndose imprimir el trámite ordinario, se lo hace transitar por el sendero del
abreviado o del especial, en todo o en parte; o cuando, siendo de una de estas dos
clases, se tramita indistintamente por una o por la otra vía, o se acude a las fórmulas
esquemáticas propias del proceso ordinario”2.

14. Puesto de presente el tema de inconformidad, resulta categórico afirmar que la


Superintendencia de Sociedades, en una interpretación propia de la norma, si se
quiere, señaló que, el trámite que debía impartírsele a la controversia debía ser por
el establecido por el procedimiento Verbal, en ese sentido resulta preciso destacar que
para la fecha de radicación de la demanda3, ya estaba en plena vigencia el Código
1 Morales Molina, Hernando. Curso de Derecho Procesal Civil. Parte General. Ed. ABC. Pág. 350.
2 CSJ. Sentencia del 19 de noviembre de 1973.
3
16 de marzo de 2017.

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General del Proceso, el cual, en interpretación de la Superintendencia de
Sociedades, determinaba que el asunto del presente linaje se seguía por el trámite
Verbal.

15. Bajo ese contexto, mediante dedición motivada de notificada en el estado del 21 de
junio de 2019, la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la
Superintendencia de Sociedades, profirió Sentencia de Primera Instancia con la
que se desestimaron todas las pretensiones de la demanda, decisión frente a la cual,
mi poderdante a través de apoderado judicial interpuso un RECURSO DE
APELACIÓN, teniendo en cuenta que, como ya se expuso el trámite que se le
impartió al proceso de Desestimación de la Personalidad Jurídica fue el del
Proceso Verbal (Ver prueba documental No. 3).

16. Concedido el Recurso de Apelación por parte de la Coordinadora del Grupo de


Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades, el proceso fue
remitido al Tribunal Superior de Bogotá, quien mediante providencia del 30 de
septiembre de 2019, resolvió lo siguiente: (Ver prueba documental No. 2).

“Se inadmite el recurso de apelación formulado por la parte demandante contra la


sentencia proferida el 20 de junio de 2019 por la Superintendencia de Sociedades
(F3255 -3259 C15), por ser el proceso de única instancia.

En efecto, nótese que la demanda se promovió conforme al artículo 42 de la Ley 1258


de 2008, que ese precepto normativo establece que las acciones allí consagradas se
tramitan mediante el proceso verbal sumario y qye el parágrafo 1° del Artículo 390
Cgp señala que los procesos verbales serán de única instancia.”

17. Contra la citada decisión proferida por el Honorable Tribunal Superior de


Bogotá, mi poderdante a través de apoderado judicial, interpuso un Recurso de
Reposición y en subsidio el de Suplica, el cual fue resuelto de manera desfavorable,
ordenando la devolución del expediente al Despacho de la Coordinadora del Grupo
de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades.

18. Con base en el trámite surtido ante el Honorable Tribunal Superior de Bogotá –
Sala Civil, el día 20 de noviembre de 2019, mi poderdante, formuló ante el Despacho
de la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la
Superintendencia de Sociedades un INCIDENTE DE NULIDAD POR
VULNERACIÓN AL DEBIDO PROCESO, a partir de la PROVIDENCIA DEL 24 DE
MARZO DE 2017, de acuerdo a los fundamentos fácticos y jurídicos que se exponen
en la presente solicitud y los que reposan en el expediente.

19. Así las cosas, en el caso bajo examen nos enfrentamos ante una dicotomía en la
interpretación de la norma adjetiva, en la medida que;

A. Por un lado, el Honorable Tribunal Superior de Bogotá Sala Civil dejó por sentando,
a través de las decisiones proferidas, el 1 de octubre de 2019 y el 7 de noviembre de
2019, en las que se afirma que, la Superintendencia de Sociedades incurrió en un
craso error de Interpretación Normativa, al momento decidir sobre la cuerda procesal

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que regla el proceso de Desestimación de Personalidad Jurídica de la Referencia.

B. Por el otro, la Superintendencia de Sociedades, en ejercicio de sus facultades


jurisdiccionales, desde la expedición del Actual Código General del Proceso, ha
sostenido en razón a que la aplicación de la Ley 1564 de 2012, conforme al Acuerdo
No. PSAA15-10392 del 1 de Octubre de 2015, expedido por la Sala Administrativa del
Consejo Superior de la Judicatura, por el que se dispuso la entrada en vigencia de
manera íntegra del Código General del Proceso sería a partir del 1° de enero del año
2016 y como quiera que la radicación de la demanda data del 16 de marzo de 2017,
la Ley aplicable al asunto es la consagrada en el Código General del Proceso, Artículos
368 y siguientes, esto es, por el trámite del proceso Verbal.

20. Como manifestó mi representado en el Incidente de Nulidad Formulado, la


inobservancia de aquellos preceptos, solo permitiría arribar a cualquiera de las
siguientes conclusiones que resultan relevantes para resolver la Acción de Tutela
que nos ocupa, así:

20.1. Primera Conclusión, que en el presente caso resulta procedente la


Apelación, según las consideraciones ya expuestas, por lo que, el Despacho debe
proceder con la revocatoria de la providencia notificada en el estado del 1 de octubre
de 2019.

20.2. Segunda Conclusión, teniendo en cuenta la clara postura adoptada por el


Honorable Despacho, en el entendido que, en consideración del Honorable Tribunal
la Superintendencia de Sociedades, ha realizado una errada interpretación desde
el momento en que profirió el Auto Admisorio de la Demanda, por cuanto, se apartó
de las formas propias que deben guiar el proceso de Desestimación de la
Personalidad Jurídica, se debe arribar a la conclusión de que, todas y cada una de
las actuaciones desplegadas por las Partes desde el Auto Admisorio de la demanda
están viciadas de Nulidad.

21. Sobre la Segunda Conclusión resulta imperioso citar lo expuesto por la Sala
Civil del Tribunal Superior de Bogotá, en providencia del 7 de noviembre de 2019,
en la que advirtió lo siguiente:

“De hecho, frente a un asunto muy similar al que aquí se decide, recientemente la Sala
de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia consideró trasgresor el derecho a
un debido proceso de las partes en litigio, el que se hubiera resuelto de fondo un
recurso de apelación interpuesto en un juicio que, pese a haberse tramitado como
“verbal”, en realidad debió seguir la cuerda del “verbal sumario” (CSJ. Sent.
STC5013—2019, de 24 de abril de 2019, exp. 2019 00020 01) oportunidad en la que
dicha Corporación resolvió dejar sin efectos la providencia cuestionada por vía de
tutela, con fundamento en un precedente de la Corte Constitución al, en el que ya se
había puntualizado que “[la] previa definición legal de los procedimientos que
constituyen el debido proceso ha sido llamada por la Carta Fundamental
como “formas propia de cada juicio” y constituye la garantía de referencia
con que cuentan las personas para determinar en qué momentos la conducta
de los jueces o de la administración, se sale ilegítimamente de los cauces de
la legalidad. Resulta contrario al ordenamiento jurídico el que un
funcionario encargado de adelantar procedimientos judiciales o

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administrativos que resuelvan sobre derechos subjetivos, proceda conforme a
su voluntad desconociendo las pautas que la Ley le ha señalado para el
ejercicio de su función.” (Destacado es nuestro)

22. Contrario a lo esperado, la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria


II de la Superintendencia de Sociedades, mediante providencia del 21 de abril de
2020, con Radicado. 820-003679, resolvió “Rechazar la solicitud de nulidad
presentada por el apoderado del demandante.”, decisión contra la que se interpuso
Recurso de Reposición en subsidio de Apelación la cual fue resuelta el 8 de mayo de
2020.

III. CUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS GENERALES DE


PROCEDIBILIDAD.

1. Siguiendo el derrotero planteado por el Honorable Tribunal Superior de Bogotá –


Sala Civil, conforme a la normatividad y jurisprudencia memorada, la
Superintendencia Sociedades a través de su Coordinadora del Grupo de
Jurisdicción Societaria II, incurrió en un craso error, al impartir al proceso de
Desestimación de la Personalidad Jurídica, una cuerda procesal totalmente
diferente al establecido en el ordenamiento jurídico, para los procesos de esta
naturaleza.

2. De esta manera, se explican las situaciones de inusitada gravedad,


configuradoras desde el momento en que se profirió el Auto Admisorio de la
demanda, puesto que como se señaló existen dos interpretaciones dicotómicas de la
norma adjetiva, que CONFIGURAN UNA CLARA VIOLACIÓN AL DEBIDO
PROCESO DE MI PODERDANTE, por lo que se realizó una aplicación errónea los
postulados reseñados en la norma adjetiva, con lo cual se vulnera de manera
flagrante el debido proceso y el derecho de defensa de mi representada.

3. Del relato fáctico hasta ahora reseñado se puede concluir, sin margen de duda,
que la ACCIONADA incurrió en una flagrante violación de los derechos del Señor
CARLOS ARIAS GUINAND, procederemos a manifestar porqué convergen en este
caso todos los denominados requisitos generales de procedibilidad de las acciones
de tutela, establecidos el Decreto 2591 de 1991 y demás normas concordantes, así
como, la sólida línea jurisprudencial que existe sobre la materia.

4. Para tal fin, resulta imperioso recordar que la jurisprudencia constitucional ha


sido incisiva en indicar que para que le sea dable a un Juez de Tutela examinar una
decisión judicial (tal como se pretende en el caso en marras), deben de cumplirse
una serie de requisitos generales y específicos que le habiliten actuar de aquella
manera. Sobre los primeros, los criterios generales de procedibilidad, la Corte
Constitucional en reciente oportunidad adujo con gran precisión que:

“(…) para que sea factible la revisión de un fallo judicial por parte del juez
constitucional, la demanda de tutela debe: (i) versar sobre un asunto de relevancia
constitucional; (ii) agotar todos los recursos ordinarios y extraordinarios dispuestos
por la legislación aplicable; (iii) presentarse en un término oportuno y razonable; (iv)
si la alegación del defecto es por una irregularidad procesal, esta debe ser de tal
magnitud que impacte en el sentido de la decisión; (v) una especificación detallada de

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los hechos y; (vi) que la providencia cuestionada no sea una sentencia de tutela” 4.

5. Todos estos requisitos, brevemente enunciados por la Corte Constitucional en el


fallo de tutela transcrito, se despliegan en este caso; sin embargo, y con la finalidad
de soportar tal afirmación, procederé a referirme de manera sucinta sobre cada uno
de éstos.

5.1. RELEVANCIA CONSTITUCIONAL

Para el caso en concreto se vulneraron derechos fundamentales de total relevancia


constitucional, que se constituyen en la flagrante violación al DEBIDO PROCESO
(art. 29 C. P.).

Sobre este primer requisito la Honorable Corte Constitucional ha dejado por sentado
que la acción de tutela no está diseñada para ser utilizada con el fin de analizar y
definir todas las cuestiones que de manera diaria enfrentan las personas; en ese
sentido ha señalado que al Juez Constitucional solamente le es dable estudiar y
fallar sobre asuntos que posean una marcada relevancia constitucional, no ningún
otro5.

De allí que se hubiese determinado que una situación en concreto tiene importancia
constitucional cuando ésta se encuentra relacionada (directa o indirectamente) con
las prerrogativas fundamentales y/o constitucionales de los ciudadanos. Debe
existir, por lo tanto, una relación clara entre el supuesto fáctico que acontece y algún
postulado de la constitución política que amenace con afectar constitucionalmente
al ciudadano que opta por formular la acción de tutela.

Pues bien, en el caso que se pone en consideración converge genuinamente una


cuestión de relevancia constitucional que afecta los derechos fundamentales de la
parte que representó.

En primer término, referente a las pretensiones de la acción de tutela, la cual está


inicialmente dirigida a que se deje sin valor y efecto la decisión proferida por la
Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de
Sociedades dentro del Proceso de Desestimación de la Personalidad Jurídica,
tramitado bajo el Radicado 2017-800-00078, mediante el cual se resolvió admitir e
impartir el Trámite de Proceso Verbal al citado proceso; petición que en efecto logra
llegar al marco constitucional, si se tiene en cuenta que dicha orden se realiza sin
tener en cuenta los ritos propios establecidos en el Artículo 42 de la Ley 1258 de
2008, vulnerando los derechos constitucionales del Señor CARLOS ARIAS
GUINAND, reseñados a lo largo de la presente acción y de los demás terceros
vinculados al proceso de Desestimación de Personalidad Jurídica, enunciado de
manera precedente.

Por ese mismo sendero, la presente acción igualmente cobra relevancia


constitucional en tanto que su desconocimiento viene acompañado de la afectación
del derecho fundamental de mi poderdante y configurar un perjuicio irremediable,

4 C. Const., Sent. T-060 de febrero 15 de 2016, M.P.: Alejandro Linares Cantillo.


5 C. Const., Sent. T-125 de febrero 23 de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.

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que el juez de tutela debe evitar mediante el reconocimiento de los derechos que le
asisten a mi mandante.

En síntesis, conforme lo expuesto se puede determinar que el caso puesto en


conocimiento con la presente acción, posee una marcada relevancia constitucional
y en consecuencia, tal contingencia muestra que se satisface plenamente aquel
requisito de procedencia general.

5.2. SUBSIDIARIEDAD: AGOTAMIENTO DE LOS MEDIOS QUE LA LEY PREVÉ


PARA LA DEFENSA JUDICIAL.

El artículo 86 de la Constitución Política, en su inciso 4ª, consagra el denominado


principio de subsidiariedad como requisito de procedencia de la acción de tutela.
Allí, el Constituyente determinó que “(…) (la) acción (de tutela) sólo procederá
cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que
aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable”6.

De aquel texto constitucional se colige que si el accionante en tutela goza de otros


mecanismos de defensa judicial que resulten idóneos y eficaces para solicitar la
protección de los derechos que se consideran amenazados o vulnerados, se debe
recurrir a ellos y no a la tutela. Esto tiene su razón de ser en el carácter
eminentemente excepcional de este mecanismo constitucional, el cual no permite
que sea utilizada indiscriminadamente sin haber agotado todas las herramientas
que tiene a su alcance los ciudadanos.

Aquel principio es plenamente aplicable a las acciones de tutela con las cuales se
pretenden frenar la continuidad de vías de hecho (como las que se cuestionan en
esta Acción), por lo que también se erige cono un tema a examinar en caso en
concreto. Sobre el particular, la Corte Constitucional ha expuesto desde sus inicios
que la acción de tutela es un mecanismo de carácter eminentemente subsidiario que
no se ha establecido para sustituir los procedimientos judiciales. Al respecto, ha
indicado que:

“(la acción de tutela) es improcedente cuando con ella se pretenden sustituir


mecanismos ordinarios de defensa (...) la integridad de la función estatal de
administrar justicia resultaría gravemente comprometida si se permitiera que un
mecanismo especial y extraordinario como la acción de tutela, dirigido
exclusivamente a la protección de los derechos fundamentales, pudiera
suplir los instrumentos y recursos ordinarios que el ordenamiento pone a
disposición de aquellas personas que persiguen la definición de alguna
situación jurídica mediante un proceso judicial”7.

En consecuencia, forzoso es para cualquier Juez Constitucional tener que examinar


si la providencia que se acusa como contentiva de una causal genérica y especifica
de procedibilidad ha sido plenamente controvertida por todos los mecanismos
endoprocesales al alcance del accionante, pues si no es así, el fallador se encontrará
imposibilitado para resolver de fondo el asunto tratado.

6
Artículo 86 de la Constitución Política de Colombia.
7 C. Const. Sent. T-083 de marzo 17 de 1998, M.P.: Eduardo Cifuentes Muñoz.

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Bajo aquellas premisas se hace palmario que en el caso en marras sí se satisface
el referido requisito de subsidiariedad, por lo siguiente:

a) De acuerdo con lo preceptuado en el Artículo 135 del Código General del Proceso
y el Artículo 42 de la Ley 1258 de 2008, el extremo demandado, presentó dentro de
la oportunidad procesal pertinente, el documento denominado EXCEPCIONES
PREVIAS dentro del cual se incorporó como excepción la que denominó “Habérsele
dado a la demanda el trámite de un proceso diferente al que corresponde (Art.
100.7 CGP)”, justificando la citada excepción en el hecho de que: “…por lo menos
una de las pretensiones debe ser tramitada por la vía del proceso verbal sumario,
regulado a partir del Artículo 390 del Código general del Proceso y no por el proceso
Verbal como erradamente lo pretende del demandante.”, léase escritos con Radicados
No. 2017-03-007352 y 2017-03-6353, obrantes en el expediente. (Ver Folios 191 a
202 de la prueba documental No. 1).

Escrito que luego de sus traslado fue descorrido en tiempo por este extremo de la
Litis, señalando que “…en el evento que la excepción II propuesta por las demandadas
este llamada a prosperar, solicito respetuosamente a su Señoría darle trámite que
legalmente corresponda y se ordene tramitar la demanda en cuestión a través del
PROCESO VERBAL SUMARIO.” (Ver Folio 207 de la prueba documental No. 1).

Según se puede apreciar, pese al señalamiento anterior, mediante Auto No. 820-
014248 del 21 de octubre de 2017, la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción
Societaria II de la Superintendencia de Sociedades resolvió mantener la decisión
de tramitar el proceso de Desestimación de la Personalidad Jurídica por el trámite
del Proceso Verbal.

b) Proferida la Sentencia que zanjó la Litis, por parte de la Coordinadora del Grupo
de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades, según lo
preceptuado en el Artículo 327 y s.s. de la norma adjetiva, se interpuso el Recurso
de Apelación, contra la citada decisión.

c) En sede de apelación y una vez el Honorable Tribunal Superior de Bogotá – Sala


Civil Procedió a Inadmitir el Recurso de Apelación (Ver prueba documental No.
4), se procedió con la interposición del Recurso de Reposición y en subsidio el de
Suplica, el cual fue resuelto de manera desfavorable.

d) Una vez el Honorable Tribunal Superior de Bogotá – Sala Civil remitió el


expediente al Despacho de la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria
II de la Superintendencia de Sociedades, y con base en el trámite surtido ante la
citada corporación, el día 20 de noviembre de 2019, mi poderdante formuló ante la
Superintendencia de Sociedades un INCIDENTE DE NULIDAD POR
VULNERACIÓN AL DEBIDO PROCESO, a partir de la PROVIDENCIA DEL 24 DE
MARZO DE 2017, de acuerdo a los fundamentos fácticos y jurídicos que se exponen
en la presente solicitud y los que reposan en el expediente.

e) La Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la


Superintendencia de Sociedades, mediante providencia del 21 de abril de 2020,
con Radicado. 820-003679, resolvió “Rechazar la solicitud de nulidad presentada por

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el apoderado del demandante.”, decisión contra la que mi mandante interpuso
Recurso de Reposición en subsidio de Apelación, recursos que fueran rechazados el
8 de mayo de 2020, mediante Auto con Radicado No. 820-004516.

Lo anterior demuestra que se agotaron todo los mecanismos dispuestos como


defensa para combatir las irregularidades, dentro del proceso de la referencia.

Recuérdese que la Corte Constitucional ha indicado reiterativamente la acción de


tutela “(…) procede únicamente cuando el afectado no pueda interponer una
acción, un recurso, un incidente, o como en este caso, de un mecanismo de
defensa judicial, cualquiera que sea su denominación y naturaleza”8.

5.3. INMEDIATEZ: LA ACCIÓN CONSTITUCIONAL SE FORMULÓ EN UN


TÉRMINO MUCHO MENOR AL QUE JURISPRUDENCIALMENTE SE HA
PERMITIDO.

Sobre este requisito, la Corte Constitucional ha explicado vehementemente que si la


acción de tutela es un mecanismo excepcional y subsidiario que se utiliza para
frenar y/o impedir la vulneración de los derechos fundamentales, el ejercicio de
dicha prerrogativa implica que se ejecute dentro de un plazo prudencial [la Corte
Constitucional que el plazo prudencial es de seis (6) meses], pues si el accionante
está sufriendo la transgresión de una prerrogativa fundamental, aquello significa
que la acción de tutela debe de utilizarse prontamente para evitar la consumación
de un daño irremediable; de no actuar de dicha manera, ha de entenderse que en
realidad el actor no se hallaba en una situación que obligase la protección de
una prerrogativa fundamental.

Sobre el particular, el máximo Tribunal de la Jurisdicción Constitucional, al referirse


sobre la importancia de tal requisito, ha expuesto que:

“(…) el presupuesto de la inmediatez constituye un requisito de


procedibilidad de la tutela, de tal manera que la acción debe ser interpuesta
dentro de un plazo razonable y oportuno. Ello con el fin de evitar que este
mecanismo de defensa judicial se emplee como medio que premie la desidia,
inoportunidad o indiferencia de los actores, o se convierta en un factor de inseguridad
jurídica. Tal exigencia se deriva de lo preceptuado en el artículo 86 de la C.P. que
establece como inherente a la acción de tutela la protección “actual, inmediata y
efectiva” de aquellos derechos”9.

Con base en aquel panorama, aflora el cumplimiento al requisito de inmediatez,


pues la acción constitucional que aquí se formula se efectúa para reprochar, las
decisiones las providencias contrarias al debido proceso, como lo es; (i) el Auto
Admisorio de la demanda proferido el (dos) 2 de marzo de dos mil 2017, (ii) El
treinta (30) de septiembre de dos mil diecinueve (2019), por parte del Honorable
tribunal Superior de Bogotá y (iii) El veintidós (22) de abril de dos mil veinte
(2020), por parte de la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de
la Superintendencia de Sociedades, entre otras.

8 C. Const. Sent. T-292 de 2006 de abril 6 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
9 C. Const. Sent, T-277 de mayo 14 de 2013. M.P. Mauricio González Cuervo.

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5.4. IRREGULARIDADES PROCESALES Y ESPECIFICACIÓN DETALLADA DE
LOS HECHOS QUE LA CONFIGURAN.

Claro ha quedado Señor Juez, que en el presente asunto se presentan varias


irregularidades procesales, por lo que este requisito genérico se satisface. En efecto
las providencias emitidas; (i) el Auto Admisorio de la demanda proferido el (dos) 2
de marzo de dos mil 2017 y (ii) El veintidós (22) de abril de dos mil veinte
(2020), por parte del Honorable tribunal Superior de Bogotá, por la Coordinadora
del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades,
dentro del proceso con Radicado No. 2017-800-0078, son contrarias a lo establecido
en la norma adjetiva que regula la materia y en consecuencia violatorias del
DERECHO FUNDAMENTAL AL DEBIDO PROCESO del Señor CARLOS ARIAS
GUINAND.

Con base en la exposición detallada de los hechos expuestos en el presente escrito,


se puede inferir que las actuaciones desplegadas por la Coordinadora del Grupo de
Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades, adolecen de las
siguientes irregularidades procesales, violatorias del derecho al debido proceso del
Señor CARLOS ARIAS GUINAND, convirtiéndose de esta manera, en los argumentos
medulares de la presente Acción de Tutela, irregularidades que se concretan de la
siguiente manera:

a) Como ya se expuso de manera precedente, es claro que la Superintendencia de


Sociedades en ejercicio de sus facultades jurisdiccionales desplegadas a través de
la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II, incurrió en un craso
error al realizar su propia interpretación no ajustada a derecho, de lo preceptuado
en el Artículo 42 de la Ley 1258 de 2008 en concordancia con el Artículo 24 de la
Ley 1564 de 2012.

b) Con las actuaciones ejecutadas por la Superintendencia de Sociedades, se creó


una FALSA SEGURIDAD JURÍDICA, en el inconsciente de los extremos que
conforman la Litis, debido a que, desde el Auto Admisorio de la demanda en virtud
del cual se estableció que el trámite que se impartiría al proceso de Desestimación
de la Personalidad Jurídica sería el establecido en el Artículo 368 del Código
General del Proceso que no el establecido en el Artículo 390, se creó una falsa
seguridad al pensar que cualquier decisión que fuese proferida por el Despacho
dentro del citado proceso, estaría sometida a revisión en una segunda instancia o
por el superior competente para ello.

c) Como consecuencia de lo anterior, se vulneró el Principio Constitucional de


CONFIANZA LEGITIMA de mi poderdante, por lo que, la Superintendencia de
Sociedades como como Juez dentro del proceso de Desestimación de la
Personalidad Jurídica, es la llamada a establecer los mecanismos necesarios, para
enderezar las decisiones, actos u omisiones irregulares, tomadas dentro del citado
proceso, para evitar la causación de un perjuicio mayor a mi representado, por el
atropello de los derechos fundamentales de éste.

Las anteriores irregularidades, además de ser puestas en conocimiento de la


Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia

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de Sociedades, en la etapa procesal oportuna, y siguiendo los lineamientos
establecidos en el Código General del Proceso, fueron ignorados sin ninguna
consideración por parte de la ACCIONADA, lesionando de manera grave las
GARANTÍAS PROCESALES y el derecho fundamental al DEBIDO PROCESO de mi
poderdante.

5.5. CONCLUSIÓN OBLIGATORIA: CONCURRENCIA DE LOS CRITERIOS


GENERALES DE PROCEDIBILIDAD, OBLIGACIÓN DE ADMITIR Y CONCEDER
LA ACCIÓN DE TUTELA PRESENTADA.

Como el Señor Juez podrá inferir, de la exposición jurídica efectuada, contrastada


con los supuestos fácticos referidos, se colige, sin margen de duda, que la Acción
de tutela que formulo en representación del Señor CARLOS ARIAS GUINAND,
satisface la totalidad de los requisitos generales de procedencia que
jurisprudencialmente se han establecido, contingencia que impone que el estudio
de fondo de la acción debe abrirse paso y consecuentemente deviene la salvaguarda
de las prerrogativas fundamentales que sustentan la presente tutela.

Es que se ha demostrado que el asunto que se pone a la consideración de Ustedes


posee una marcada relevancia constitucional; de igual forma que, esta herramienta
se utiliza luego de haber agotado los mecanismos procesales que mi poderdante
tenía a su alcance; se formuló la correspondiente acción de tutela dentro de término
un término prudencial, máxime si se tiene en cuenta que los efectos de la orden
sobre la prueba decretada aún no se configuran, pues aún es incierta la fecha en
que se realizará la audiencia en la cual se practicará la prueba de exhibición de
documentos.

Por lo tanto, aclamo que se acceda a la totalidad de las pretensiones de esta


acción para, finalmente, proteger los derechos no solo de mí representada, sino
de la totalidad de acreedores vinculados al proceso de insolvencia de persona
natural no comerciante, hoy de liquidación patrimonial que nos ocupa.

6. CUMPLIMIENTO DE LOS CRITERIOS ESPECÍFICOS DE PROCEDIBILIDAD.

Señor Juez, sin obviar que los tópicos desarrollados hasta este momento son más
que suficientes para concluir que la presente acción constitucional debe de ser
concedida, en este punto señalaré las razones por las cuales la decisión de la
ACCIONADA, se erigen como causales específicas para la procedencia de este
mecanismo de protección, pues se constituye en un error gravísimo que debe
de ser remediados por este instrumento para evitar la consumación de un daño
a mi poderdante.

6.1. Clara violación de derechos fundamentales. Respetado Señor Juez, como


hemos sostenido a lo largo de esta tutela, consideramos que con el actuar de la
ACCIONADA, se han violentado las garantías constitucionales que protegen a mi
representado, tal y como se puede establecer con el recuento fáctico realizado, en
consecuencia y con el fin de no caer en tediosas repeticiones, se solicita de manera
respetuosa remitirse a los diferentes postulados que se han realizado a lo largo de
este escrito, con los cuales se puede terminar de manera amplia y concreta la
vulneración de los derechos fundamentales de mi representada.

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6.2. Mediante la decisión del veintidós (22) de abril de dos mil veinte (2020),
proferida por la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la
Superintendencia de Sociedades, se abstuvo de realizar una análisis de fondo a
todos y cada uno de los argumentos en que se fundó el Incidente de Nulidad,
manteniendo con ello una interpretación de lo preceptuado en los Artículos 24 de la
Ley 1564 de 2012 y 42 de la Ley 1258 de 2008, que se aleja de las prerrogativas
establecidas en dicha normatividad y de las normas de interpretación jurídica.

6.3. Como consecuencia de dicha interpretación, es patente y manifiesto, la


creación de una FALSA SEGURIDAD JURÍDICA y la vulneración de del principio
fundamental del a CONFIANZA LEGITIMA, principios que de ser quebrantados
devienen en una clara violación al derecho fundamental al DEBIDO PROCESO de
mi poderdante.

Por lo anterior, se solicita la intervención de la jurisdicción constitucional con el


objeto de evitar la consumación de un perjuicio sobre mi poderdante, por
actuaciones judiciales que claramente se apartan del ordenamiento legal y que
generan un deterioro a las garantías fundamentales del Señor CARLOS ARIAS
GUINAND.

IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS.

La presente acción de tutela se fundamenta en el artículo 5 del Decreto 2591 de


1991 que establece: “La acción de tutela procede contra toda acción u omisión
de las autoridades públicas que hayan violado o amenace violar cualquiera
de los derechos de que trata el artículo 2 de la Ley. También procede contra
acciones u omisiones de particulares, de conformidad con lo establecido en
el Capítulo III de este Decreto”

El artículo 2 del Decreto 2591 señala que: “La acción de tutela garantiza los derechos
Constitucionales fundamentales.”

A. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA:

La ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE TUTELA permite a cualquier ciudadano solicitar


la protección rápida y eficaz de los derechos fundamentales cuando estos sean
amenazados o violados por una autoridad pública o particulares.

El concepto de derechos fundamentales es quizás el más importante de las


Constituciones contemporáneas. Una definición sintética del concepto de derechos
fundamentales es la siguiente: son los derechos inherentes a la persona humana.
Estos derechos constituyen para los ciudadanos una garantía donde el sistema
jurídico y político orientará hacia el respeto y la promoción de la persona humana.

Por lo expuesto, la acción de tutela acá incoada, resulta el mecanismo idóneo para
salvaguardar el derecho fundamental al DEBIDO PROCESO vulnerados por la
Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de
Sociedades, en razón, a que tomó una decisión que obliga contraviene lo señalado
en el Artículo 42 de la Ley 1258 de 2008 y los Artículos 24 y 390 del Código Genera

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del Proceso, la cual es de Orden Público y en consonancia con ello, de imperativo
cumplimiento.

V. PETICIÓN.

Con base en los fundamentos fácticos y jurídicos expuestos, en forma respetuosa se


realizan las siguientes peticiones:

1. Se sirva declarar LA VIOLACIÓN DEL DERECHO FUNDAMENTAL AL


DEBIDO PROCESO, por parte de la COORDINADORA DEL GRUPO DE
JURISDICCIÓN SOCIETARIA II DE LA SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

2. Se sirva ordenar a la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria II


de la Superintendencia de Sociedades, dejar sin valor y efecto, la providencia
contraria al debido proceso, proferida el veinticuatro (24) de marzo de dos mil
diecisiete (2017), y en consecuencia, declarar la Nulidad de todo lo actuado, desde
el Auto que admitió la demanda de DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD
JURÍDICA, bajo el radicado No. 2017-800-0078 y ordenó darle el trámite de un
Proceso Verbal, que no Verbal Sumario.

3. Como consecuencia de lo anterior SE SIRVA ordenar a la Coordinadora del


Grupo de Jurisdicción Societaria II de la Superintendencia de Sociedades,
tramitar el proceso de Desestimación de la Personalidad Jurídica, por el rito
procesal establecido para la naturaleza de este proceso.

En subsidio a las anteriores declaraciones, de la manera más respetuosa,


solicitamos al Señor Juez de Tutela:

VI. PRUEBAS.

Solicito que se tenga y se decreten como tales, las siguientes:

A. DOCUMENTALES:

Anexamos las siguientes pruebas documentales para que sean valoradas por su
despacho:

1. Copia del Cuaderno 1 del Expediente, donde se encuentra incorporado el escrito


de demanda y sus anexos.

2. Auto de 30 de septiembre de 2019, proferido por el Honorable Tribunal Superior


de Bogotá – Sala Civil. Rad. 2017-00078-01.

3. Sentencia proferida por la Coordinadora del Grupo de Jurisdicción Societaria


II de la Superintendencia de Sociedades, dentro del proceso de Desestimación de
la Personalidad Jurídica tramitado bajo el Radicado No. 2017-800-0078,

4. Decisión proferida por el Tribunal Superior de Bogotá – Sala Civil dentro del
trámite de apelación impartido bajo el Radicado No. 2017-00078-01.

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5. Auto No. 820-003679 del 21 de abril de 2020 mediante el cual se rechaza de plano
el incidente de Nulidad formulado.

VII. ANEXOS.

1. Poder con el que actúo.

2. Copia de los documentos relacionados en el acápite de pruebas.

VIII. PROCEDIMIENTO Y COMPETENCIA.

Señor Juez, respetuosamente les solicito que asuman el conocimiento de esta


acción, con base en lo preceptuado en el Decreto 1983 del 2017 en virtud del cual
se expidió el Decreto Único Reglamentario del Sector Justicia y del Derecho, en la
Sección 2 sobre las Reglas para el reparto de la acción de tutela, en el Artículo
2.2.3.1.2.1. Estableció que, para los efectos previstos en el artículo 37 del Decreto
2591 de 1991, “2. Las Acciones de tutela que se interpongan contra cualquier
autoridad, organismo o entidad pública del orden nacional serán repartidas, para su
conocimiento en primera instancia, a los Jueces del Circuito o con igual categoría”.

IX. JURAMENTO.

Señor Juez, declaro bajo gravedad de juramento, de conformidad con lo establecido


en el artículo 37 del Decreto 2591 de noviembre 19 de 1991, que ni mi poderdante
CARLOS ARIAS GUINAND, sea directamente o por intermedio de algún tercero, o el
suscrito, hemos formulado alguna otra acción de tutela que se edifique en los
mismos hechos y pretensiones que la estudiada en esta oportunidad.

X. NOTIFICACIONES.

La Accionada, recibe notificaciones en la Avenida el Dorado No. 51-80 Bogotá D.C.


y al correo electrónico [email protected].

Mi poderdante las recibirá en la Carrera 13 No. 82 – 91, Pisos 3, 4, 5º y 6°, Edificio


Lawyers Center, de la ciudad de Bogotá D.C. y al correo electrónico
[email protected]

El suscrito, en la misma dirección.

Atentamente,

JOHN LÓPEZ GONZÁLEZ


C.C. 1.053.334.100 de Chiquinquirá
T.P. 279.918 del C.S.J.

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