La Muscia y La Comunicacion
La Muscia y La Comunicacion
La Muscia y La Comunicacion
La música y la comunicación
comparten elementos. La música
propone un mensaje, lejos de que no
siempre sea un mensaje intencional y
discursivo. En ella, compositores,
intérpretes y productores conforman la
estancia de emisión, mientras los
escuchas se ubican en la de recepción
del mensaje que, en este caso, es la
música misma. Pero, además de eso,
la percepción musical se centra en el
sentido del oído, que evolutivamente
ha sido utilizado por nuestra especie
para identificar estados de alerta que
se revelen como amenazas en el
entorno. El oído informa sobre el
panorama que se complementa con la
vista, y tiene una conexión directa con
ciertas zonas del cerebro que activan
alertas en el organismo.
Así, lo que percibe el oído en la música
no siempre implica un proceso de
racionalización, con lo cual los
mensajes enviados a través del sonido
tienen una repercusión casi directa en
nuestro ser. Desde el punto de vista
comunicativo, entonces, los mensajes
compartidos a través de la música
tienen un alto impacto emocional y
agencian repercusiones mayores que
la información recabada por el cuerpo a
través de otros códigos.
La música es una gran herramienta para la
comunicación; nos permite aprender mejor
sobre los sentimientos y nos abre
emocionalmente, con lo que podemos
mejorar nuestra comunicación personal e
interpersonal. Además, ayuda a que nuestro
mensaje sea más fácilmente recordado
cuando la utilizamos.
La música mueve sentimientos, nos ayuda a
enfatizar un mensaje. Es interesante cómo
los himnos, que no dejan de ser un ritmo y
una letra, siendo algo que no tiene
existencia física, son capaces de aglutinar
sentimientos de colectivos y emociones y
pueden hacer llorar a las personas.
La música es, en definitiva, una potente
herramienta de comunicación, ya que puede
servir para enfatizar y ayudar a recordar los
mensajes, levantar el ánimo o llegar mejor
emocionalmente a la gente. Saber cómo y
cuándo utilizarla se antoja clave para
aprovechar todas las herramientas de las
que disponemos para gestionar una
comunicación eficaz.