El Misterio de La Masoneria

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aS ‘DELA | MASON : 27 a BIA ere tarrd eres JOSE MARIA CARO RODRIGUEZ Cardenal Arzobispo de Santiago de Chile EL MISTERIO DE LA MASONERIA PROLOGO El répido agotamiento de la primera edicién de esta obra, por mas que fué numerosa, ha probado claramente que su publicacién fué oportuna y que correspondia a una ver- dadera necesidad, como muchisimas personas me lo han manifestado. No ha faltado quien, después de leerlo, haya cambiado la resolucién que tenia de hacerse masén. Muchos son los que me han agradecido el haberles abierto los ojos sobre una institucion que se les habia recomendado, y muchos mds los que me han felicitado por haber descorrido ante el publica el velo .de una asociacién temida por sus secretos y sus ma- nejos. Entre ellos ha habido personalidades de las mds en- cumbradas del pais. Me han confirmado en la esperanza que tuve de hacer algtin bien con esta publicacién, las cartas recibidas de gran parte de los Rdmos. Sres. Arzobispos y Obispos de la Amé- rica Latina y aun de Filipinas, en las cuales, no sélo con fra- ses de cumplimiento, sino con expresiones francas y efusi- vas, me han felicitado y muchos me han pedido ejemplares del librito, a pesar de su modesta presentacién. Entre estas felicitaciones dejo constancia, con reconocimiento, de las en- 6 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. viadas por los dos tinicos Emmos. Cardenales a quienes se envid el opisculo, SS. EE. el Cardenal Benlloch y eb Car- denal Billot. . He introducido en esta segunda edicién algunas mej.s- ras y agregados. He arreglado en el indice la diwisién, mo- dificando en parte los titulos de los pérrafos, ajustandolos mejor al orden del librito, y he hecho una o dos correccio- ciones indispensables. El estudio que he procurado seguir haciendo de la Ma- soneria, me ha ido confirmando més y mas en lo expuesto en la primera edicién. Igual efecto han tenido algunas con- versaciones que he tenido con masones, Muchas personas al felicitarme por la obrita, han que- rido confirmar también algunos juicios ahi escritos, con he- chos concretos, que no daré al publico por vivir aun los hermanos masones que en ellos han intervenido y no perte- necer propiamente a Ia historia, si bien se podrian exponer por ser hechos piblicos 0 notorios, al menos con notoriedad de derecho. Es preferible que cada lector haga por st mis- mo le comprobacién, observando los. hechos y personas que tenga a su vista, sin olvidar jamds lo que tantas veces repi- to, a saber: que en la Masoneria hay personas serias y sin- ceras que no conocen ni sus fines ni sus obras y que no obran bajo la influencia del espiritu o de las doctrinas masénicas. . é La Masoneria ha juzgado también mi librito y los her- manos.*. repiten ese jfuicio, que se ha publicado en su Re- vista. Seguin los hermanos yo “he colectada todo el cieno de la cloaca antimasénica, y con citas truncas o apécrifas, EL MISTERIO DE LA MASONERIA 7 con repeticién de conceptos de cuatro despechados o ruines asalariados que el clericalismo ha tenido para su uso y sa- bor, pretendo desvirtuar la santa obra det amer al préjimo que la Masoneria siembra por doquier” Rev. Masénica de Chile. Marzo, 1924, pag. 130. En seguida, agrega la citada Revista que, valiéndome de la liberacién de franqueo de que gezan las dignidades eckesidsticas, el folleto se ha distribuido libre de porte, pro- fusamente por todo el pats. Mi respuesta serdé breve: En primer lugar, el librito fué editado en Santiago y distribuido desde alli por la So- ciedad de la Buena Prensa, que no es dignidad eclesidstica mi tiene liberacién de franqueo. Los ejemplares que se me enviaron a Iquigue, ventan con sus respectivas estampillas de franqueo, En segundo lugar, si no he citado integramente todas los testinvonios que he tenido a la vista, ha sido por no en- gresar extraordinariamente el opiisculo y por no hacerlo sa- lir de mi propésito, y @ pesar mio, pero Siempre he senala- do la fuente de mis citas con toda precision, al revés de las publicaciones masénicas, que casi nunca lo hacen. VY en tercer lugar, las citas 0 son tomadas de autores masones de reconocida autoridad en la Orden o se refieren a hechos histéricos en que han intervenido los hermanos o la influencia masénica; si hay algo de repugnante en todo eso, no es mio ni de los enemigos de la Masoneria, sino de sus. propios hechos o doctrinas. Alguien ha dicho que vo no probaba lo que decia de la Masoneria, Los lectores dirén ‘si al menos no queda sufi- cientemente probada la afirmacién general que se desenvuel- ve en el librito sobre el engatio universal con que la Ma- 8 José MARfA CARDENAL CARO R. soneria conquista y conserva sus adeptos, hasta penetrarlos profunda, y a veces furiosamente, de sus verdaderos ideales de demolicién del orden cristiano y del destierro del mis- mo nombre de Cristo, o ain del de Dios, que, disimulada o descaradamente, segin las circunstancias, se propone. Los lectores dirdn también si lo que ellos ven y conocen de la Masoneria y de sus hechos, corrobora 0 no mis afirmaciones. Y por lo que toca a la intrevencién politica de la Ma- soneria y a@ su esptritu anticristiano, los acontecwmientos que en Chile precedieron y rodearon las elecciones de 1924, el empleo del Ejército para burlar la voluntad popular, los pac- tos de honor violados, la presién irritante ejercida sobre el Primer Mandatario para descarrilarlo y arrastrarlo a crearse la pesadisima atmésfera que estalld en la tormenta y el movi- sniento de depuracién iniciado por el Ejército y la Armada, en defensa de los intereses nacionales, con simpatta casi uni- versal; los proyectos antirreligiosos, sobre divorcio, confis- cacién de bienes eclesidsticos, separacién de la Iglesia y del Estado, etc.; todo eso ha sido una confirmacién ante el pais de la falsedad de las afirmaciones de la Masonerta. También han dicho los masones que les es muy facil destruir lo que este libro establece. Sin embargo, aun no lo han hecho, a pesar de thaber tenido sobrado tiempo. pa- ra ello. Lo que st han hecho es proseguir. su campafia con- tra_la Iglesia Catélica, con el folleto anénimo de “La Tri- buna”, de citas vagas, imposible. de comprobar, y con las afirmaciones usuales, fundadas mds que en la légica o en la verdad de los hechos, en el prejuicio contra el Cristia- nismo. EL MISTERIO DE LA MASONER{A 9 Se me ha preguntado si la Masoneria se ha vengado de mi, y por cierto, que habrd lectores que tendrdén curia- sidad de saberlo. La Masoneria es bastante discreta para ha- cerlo por si misma y, si lo hiciera, perderia en vez de ga- nar; pero tiene la mdscara de un partido politico mediante el cual ejerce toda la accién que le permite la influencia de ese partido. Los que han vivido en Iquique, y quieds aun los habitantes de todo el pais, han llegado a saber algo de lo que se ha hecho, v. g.-con ocasién de la venida de S. Em. el Cardenal Benlloch o de una Asamblea Eucaristica que ibamos a celebrar en el Teatro Municipal, etc. Pero, por lo que en ello haya de ofensa personal, perdono y olvido de corazén, y, por lo que ha habido de ofensa a la Religion, ruego a Dios que perdone también, porque “no saben lo que hacen”, . Finalmente, como este libro no tiene otra pretensién que la de informar a los lectores acerca ‘de la. Masoneria, he creido preferible hacerlo con las palabras de autores mds autorizados que yo, aun a trueque de mudtiplicar las citas. - OBRAS Y AUTORES DE REFERENCIA Abreviaturas Las obras que he tenido a la vista y de las cuales he tomado los testimonios de los diversos autores, son las siguientes : Enciclopedia Unwersal Ilustrada, etc., de Espasa. Abrev.: Espasa. The Catholic Encyclopedia. Abrev.: Cath. Encycl. Copin- Albancelli. Le Drame Maconnique; Le Pouvoir Occulte con- tre la France. La Conspiration Joive contre le Monde Chrétien. Abrev.: Copin P. O. Copin C. J. : Dom Paul Benoit. La Cité Antichrétienne. 2e. Partie. La Frane~ Maconnerie. 2 vol. Abrev.: Benoit. . Ed. Em. Eckert. La Franc-Maconnerie dans sa veritable significa- tion. 2 vol. Trad..del aleman. Abrev.: Eckert. : Arthur Preuss. A. Study in American Freemasonry. 1 vol. Abrev: Preuss A. M. Domenico Margiotta. Adriano Lenuni Chef Supreme des Frane- ‘Macons. Abrev.: Margiotta, A. L. Nicoléh Serra y Caussa. Masoneria al derecho y al revés. 2 vol. Abrev.: Serra. Francis C. Kelly. The Book of Red and Yellows, 1 vol. Abrev.: Kelly. I. Bertrand. La Franc-Maconnerie, Secte Juive née du Talmud. Opisculo. Abrev.: La F. M. Secte Juive. Michael Kenny. American Masonry and Catholic Education. Fotie- to. Abrev.: Kenny. N 12 yJos~ MARIA CARNDENAL CARO R. Veritas. La Francmasoneria y sus obras en Chile. Optscuto. Gabriel de la Paz (seudénimo). La Masoneria, etc. Optsculo, La Masoneria ante el Congreso. Opisculo. "Mons. Amado José Fava, Obispo de Grenoble. Discurso sobre el. secreto de la Francmasoneria. Optsculo traducido del francés, Mons. de Segur. Los Francmasones. Optsculo traducido del francés. Constitucién de la Orden Masénica en Chile (Afios 1862 y 1912). Enciclicas de Leén XIII. . Mons. Rosset. La Franc-Maconnerie. Abrev.: Rosset, La F. M. The Cause ‘of the World Unrest. 1920. Abrev.:-The Cause. Secret Societies and S: ubversive Movements. Nesta Webster. Abrev.: Webster. La Dictature de Ia Franc-Maconnerie sur la France. A. G. Michel. Abrev.: La Dictature. La Franc-Maconnerie Belge. Abrev.: F. B. : t Revue International des Soctétés Secrétes, La Iglesia y la Masoneria. Pastoral del Rumo. sefior Arzobispo de Caracas, etc. Weltfreimaurerei (Masoneria Mundial) etc. Witchl, Cadena de Unién. B. Aires. INTRODUCCION \ EL MISTERIO DE LA MASONERIA: DESCORRIENDO EL VELO 1. Mi Propésito. — 2, ¢Pero los profanos pueden saber algo acerca de la Masoneria? — 3. Un verdadero Proteo. - 1. — Mi_ propésito. Con verdadero temor entro a tratar la materia de este librito, presintiendo que voy a disgustar a mas de uno’ con el intento de vulgarizarla como, con el favor de Dios, me pro- pongo. Hay entre los masones personas serias y sinceras, que, tal vez, han legado a formarse la conviccién de que la aso- ciacién a la cual han dado su nombre no sdlo es inofensiva, sino honorable y digna de recomendacién. Entre esas perso- nas hay algunas que me manifiestan benevolencia y me hon- ran con stis atenciones; a otras les debo servicios y les estoy agradecido. Pero si esas personas, cuya sinceridad reconozco, piensan rectamente, comprenderdn que yo también voy a tra- ‘tar esta materia con toda la sinceridad de mi alma, y que no es mi intencién ocasionar a nadie la menor molestia, sino cumplir con una obligacién que me impone ‘la conciencia. Mas atin, descubriran en este trabajo un esfuerzo por sa- car del error a los que, a mi ver y segtin las reglas genera- 14 JOSE MABR{A CARDENAL CARO R. les del comtin sentir, han caido en él sin darse cuenta o por una excesiva condescendencia, Hay muchas obras escritas sobre la Masoneria, como puede verse en la Bibliografia que ponen los Digcionarios [nciclopédicos, especialmente el de Espasa, al tratar de ella. Aqui mismo, en Chile se han publicado algunos opisculos o se han difundido otros venidos de otras partes, algunos tra- ducidos del francés, como los de Mons. Segur y de Mons. Fava. ¢Para qué; entonces, un nuevo optsculo? dira el lec- tor. Cierto que, no es por el prurito de-escribir, lo que, por varias razones, harto me cuesta. Los obras grandes, o estan cscritas en idiomas extranjeros o son demisiado extensas y no estan al alcance sino de muy pocos. Log optisculos dichos, © por no llevar nombre de autor o por dejar a un ‘lado as- pectos importantes de la materia que se trata, dejan,.a mi parecer, algo que desear. Esa es la razén por que he em- prendido este trabajo, para poner al alcance del mayor ni- mero de personas, sean 0 no sean masones, cosas que no pueden menos de interesarles; pues creo que a todos los pa- dres de familia catdlicos, a todos los jévenes y sefioritas, a toda persona que tome a pecho su Religién, su patria y el bienestar de la humanidad entera, Jés conviene saber algo de Io mucho que ignoran sobre una instituc’én y sobre dac- trinas que tienen intima relacidn con asuntos de tan vital importancia como esos. Deseo desvanecer ciertas dudas y disipar ciertos enga- flos, a favor de los cuales se hace mal a muchos incautos o imprudentes y, por medio de ellos, a todo lo que mas pue- de estimar un corazén bien puesto, comenzando por el pro- pio bienestar moral, por la educacién de la propia conciencia. Estoy seguro de que muchos masones me agradecerdn este servicio de darles a conocer Jo que a ellos se les estd ocultando: he oido ya a varios el desengafio sobre la Maso- neria, y cso sin que hayan penetrado el fondo de sus secre- EL MISTERIO DE LA MASONERT{A : 15 tos, y precisamente, éste ha sido uno de los estimulos aue he tenido para emprender este estudio sobre ella. Espero dar a muchos Ja luz que por ahora no tienen y que me la agra- deceran. 2. — éPero los profanos (') pueden sa- ber algo acerca de la Masoneria? . He aqui una pregunta que necesariamente ha de ocu- rrir a todo el que sepa las interminables precauciones que toma la Masoneria para que no se conozcan sus secretos. Es- ta pfegunta se la van a hacer atin los mismos masones, so- bre todo los que poco o nada se preocupan de conocer su institucién, Sino que aceptan ciegamente lo que en ella se les dice, Hay entre nosotros muchisimos masones que, estoy seguro, saben de Masoneria mucho menos qtte yo; mucho menos de lo que yo sabia antes de.dedicar un poco de tiem- po a este estudio, como lo ha hecho tiltimamente, y saben menos, porque en esta materia se atienen con toda buena fe a lo que oyen en las logias y no tienen tampoco tiempo para preocuparse mas dé ello. Ahora bien, icdmo ha podido saberse lo que se encie- rra en el recinto de las logias y en el circulo juramentado de los masones? He aqui cOmo: En primer lugar no han falta- do muchos que, al darse cuenta del fin y de los manejos de la Masoneria y sintiendo los reproches de su razén y de su conciencia, han vuelto atras, se han séparado de las logias y han manifestado lo que su conciencia les decia que no debian ocultar mds tiempo. Citaré .como ejemplos al conde de Haugwitz, quien, después de haber ejercido mucha in- fluencia y de haber ocupado altos grados en las logias, pre- senté en 1822 una memoria al Congreso de Verona sobre @) Asi suele Ilamarse en estilo masdnico al que no es masén. 16° JOSE MAR{A CARDENAL CARO R, los manejos de las Sociedadés Secretas, “cuyo veneno, decia, amenaza la humanidad hoy mds que nunca’. Citaré a Co- pin-Albancelli, que, después de haber llegado a Caballero Rosa - Cruz y en visperas de ascender a otro grado mas al- to, se retird también y sé dedicd a manifestar el peligro que encierra la Masoneriad para su patria, Francia, y para la civilizacién cristiana. Ha fundado un periddico y ha escrito la obra antes citada. Citaré a Domenico Margiotta, ex-33 y ex-Gran Maestre de muchas logias de varios ritos, en Italia, autor de “Adriano Lemmi”, ete. Otro medio de saber Jos secretos de la Masoneria son los documentos oficiales de las logias, de los cuales han lo- grado apoderarse los gobiernos. Asi, por ejemplo, el Go- bierno de Baviera, en 1786, sorprendié todos los papeles y archivos de la secta de los Iluminados, fundada por Weis- haupt, y los hizo publicar con el nombre de “Escritos origi- nales de la Orden y de la Secta de los Ilwminadds”. . Otros documentos de esta especie fueron descubiertos en el castillo del Barén Bassus, en Sandersdorf. Se publica- ron con el titulo de “Suplemento”, ete. Eckert, II, 94. - Eckert también tuvo en su mano, para escribir st. obra, esos y otros documentos suministrados por los gobiernos. Otro medio de saber los secretos de la Masonerta son los rituales de la misma; rituales diversos entre si, segtin los ritos, pero concordantes en las ideas generales. Del misino modo, las obras y revistas masdénicas destinadas a circular dentro de la orden, en las cuales se suelen publicar las con-- ferencias o discursos de los masones, especialmente en sus grandes asambleas. Son conocidas las revistas “E] Mundo Masénico”’, “La Revista Massonica”, “La Revue Magonni- que”, las, obras de Ragén (*), de Findel, de Pike, Mackey, (*) El Cours Philosophique et Intérprétatif des initiés anciens et modernes de este autor se ha publicddo con la aprobacién dei Gran Oriente de Franoia. Eckert, I, p. 159, nota del trad. : ‘ EL MISTERIO DE LA MASONER{A 17 / . de Mac-Clenachan, estos tres tltimos de Estados Unidos, y otras muchas que ptteden verse citadas en los autores que tratan de la Masoneria. Entre nosotros se edita “La Verdad”. Con paciencia y perseverancia, se ha Ilegado a formar una Biblioteca Masonica suficiente para tener sobre la Masoneria el juicio cabal que conviene tener. 3. — Un verdadero Proteo. Lo que las fabulas cuentan del personaje mitolégico Ila- mado Proteo, a quien no se le podia atrapar por la variedad de formas con que se presentaba, se realiza con exactitud en la Masoneria: ella, como el personaje aludido, cambia de formas segtin le conviene: unas veces se muestra cristiana, otras se muestra atea; unas veces es monarquica, otras repu- blicana y otras veces, comunista; unas veces enciende !a revolucién; otras veces defiende el orden; unas veces patro- cina las doctrinas y reconoce como styos los hechos de sus miembros; otras veces, sobre todo cuando son tales que des- pierten la execracién publica, se lava las manos y atribuye esos hechos a la exageracién o apasionamiento personal del que los llevé a cabo. Por otra parte, lo que se hace o ensefia en unas. logias lo ignoran otras logias inferiores, No todos: los ritos son los mismos. Queda, pues, un ancho campo para que un mason pueda decir: “Yo soy masén y aun he ocupado altos puestos en las logias y no sé nada de eso que se atribuye a fa Maso- neria: son calumnias que le levantan sus enemigos”. La mayor parte de ellos lo dird con verdad, porque asi es: los ma- sones ignoran muchas cosas de la Masoneria, pero otros lo diran mintiendo, porque asi les conviene decirlo. Como se comprende facilmente, una sociedad que se oculta en las tinieblas de la noche o en el secreto para hacer 8 TOSE MARIA CARDENAL CARO R. sus trabajos, tiene una ventaja inmensa sobre sus adversarios para despistarlos y engafiarlos, y dara improbo trabajo al curioso que pretenda descubrir una parte de ellos siquiera. Con esa condicién a la vista, allegaré pruebas a lo que vaya diciendo, de tal manera que el lector se forme de esa aso- ciacién una idea fundada en los datos mas auténticos e inne- gables que hay, sin olvidar lo que dice un ex mason: “El mason esta descalificado para hablar de la Masoneria” (Copin, P. O. 106-107). Parte PrRimMERa NATURALEZA DE LA MASONERIA . CAPITULO I ORGANIZACION DE LA MASONERIA 4 Gobierno y Administracién. Grandes Logias y Grandes Orien- tes. — 5. Consejo Directivo. — 6. Los Ritos Masénicos. — 7. ~ Los Grados. — 8. Influjo de los Grados y Logias Superiores. — 9. La Masoneria, Asociacién Universal. — 10. La Federa- cién Masonica Internacional. 4. — Gobierno y Administracién. No cabe dentro de mi propdsito dar una descripcién detallada de Ja organizacién de la Masoneria; pero considero necesario dar de ella alguna idea, aunque sea superificial. Los que descen mas detalles, pueden consultar las obras citadas, Espasa, Dom Benoit, etc. La Masoneria esta constituida por Grandes Logias o Grandes Orientes, que también se Ilaman Federaciones ; Sobe- ranos Consejos, Potencias Masénicas, y son las grandes divi- siones de 1a Masoneria, gobernadas por un Consejo o Comité 20 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. Ejecutivo con un Gran Maestre a la cabeza, cada una de eas. Este Consejo es elegido en la Asamblea Masénica, compuesta de representantes nombrados anualmente por las logias de la Federacién, uno por cada logia. La Asamblea es el cuerpo legislativo de la Gran Logia o Federacién. Tam- bién suele llamarse Convento. Las Grandes Logias o Grandes Orientes son formados por Talleres o Logias, de las cuales tienen bajo su dependencia mayor o menor ntimero, segin sea la prosperidad de la Orden o la extensién territorial de su jurisdiccién. Cuando la logia no esta regularmente cons- tituida se lama Tridrigulo o logia en formacién, En Bélgica se llaman Circulos Fraternales, cuya existencia se procura dsimular cuidadosamente. Su reglamento fué adoptado por el Gran Oriente el 20 de junio de 1880. Sus tenidas son al menos mensuales y secretas. F. B. 23. Cada logia tiene su Mesa Directiva o Consejo de Administracién, que también suele Hamarse Oriente (1), y se compone del Venerable (o Presidente), Primero y Segundo Vigilantes (Vice-Presiden- tes), Orador, Secretario, Tesorero, Hospitalario, Experto, Di- putada a la Gran Logia, Guarda del Templo, maesiros de cere- monias, id de banquetes, porta estandartes, archiveros, etc., etc., y AH. H. Sirvientes- 5. — Consejo Directivo. Sdlo los siete primeros forman el Consejo Directivo. Los cinco primeros son Ilamados “las cinco Iuces’ o lumbreras” (1) Los talleres, o templos, Hamados también logias, donde trabajan los masones, suelen estar construidos de modo que la Pre- sidencia, a la cual se da también el nombre de Oriente, esté hacia ese punto cardinal. Ya se vera el por qué de esa disposicién. En la Constitucién de la Gran logia se llama indiferentemente taller o logia, la corporacién -misma de masones que tienen su Oficia- lidad propia. , ™ . EL MISTERIO DE LA MASONERIA 21 del taller. Son elegidos por mayoria de votos, entiendo que en el mes dé Diciembre de cada afio. “Un Venerable no es, pues, dice un ex francmas6n, una personalidad tan alta como el vulgo ordinariamente lo cree, No lo es sino en su taller, donde es la primera de Jas Iuces y eso sdlo por un afio, a no ser que se le reelija” (Copin P. O. 157). 6. — Los ritos masénicos. No todas las logias pertenecen al mismo rifo, Estos son las constituciones, reglas, simbolos y observancias de los ins- titutos masénicos. Siendo, al menos aparentemente, indepen- dientes entre si las agrupaciones que siguen los diversos ritos, puede suceder que un mismo jefe o un mismo consejo go- bierne muchos ritos. Ast, bajo el imperio de Napoleén, Cam- baceres reunia en su cabeza las dignidades supremas de wn gran niimeto de ritos: “Era, dice Ragén, Gran Maestre Adjunto del Gran Oriente -de Francia, Gran Maestre y Pro- tector del Rito Francés Antiguo Aceptado; Gran Maestre de Honor del Rito de Herodom; Gran Maestre de la Logia Gran Maestra del Rito Escocés Filoséfico; Gran Maestre del Rito Primitivo”, etc. (Benoit, I, 199). Como se ve, hay gran nimero de ritos. Actualmente. sdlo una docena estdin en vigor, a saber: el Rito de York o Maso- neria del Real Arco, practicado en Inglaterra en sus antiguas y actuales colonias y en paises donde hay numerosos miem- bros de’ esa nacionalidad, como China, Puerto Rico y Chile. E] Rito Escocés Antiguo Aceptado, practicado por ma- sones de diversas naciones, es el m4s popular y el mas difuso, segiin la Encyclopedia of Freémasonry, y en muchos paises, especialmente latinos, sus Supremos Consejos son la tnica - 22 .J}OSE MARIA CARDENAL CARO R, obediencia masériica. Es ef que esta mas en boga en Chile (2). E] Rito de Herodom, practicado por masones de Escocia, Alemania y Hungria. , E] Rito Francés, practicado por masones sometidos al Gran Oriente dé Francia. El Rito Escocés Antiguo Reformado, practicado en Bélgica y Holanda, ; " El Rito Escocés Filoséfico, practicado en la Gran Logia Alpina, de Suiza. El Rito Joanita, o de Zinmendorf, practicado por algunos masones de Alemania. El Rito Eléctrico, practicado por la Gran Logia de Francfort del Meno. E1.Rito Sueco de Swedenborg, practicado en Suecia y Noruega. El Rito de Mizraim, practicado por algunos masons sujetos al Consejo General de Paris, etc., etc. 7. — Los grados. Todos los ritos tienen los tres primeros grados de apren- diz, compasiero y maestro, grados simbélicos, como los llaman; r pero no todos tienen el mismo numero de grados filoséficos, var‘ando el ntimero total de grados desde cinco o siete hasta. noventa y dos que tiene el rito de Menfis. Los masones de (2) El Rito Escocés Antiguo Aceptado fué organizado en 1801 sobre la tase del Rito de Perfeccién Trancés Escocés, establecido en Paris, en 1758, por el Consejo de los Emperadores del Oriente y del Occidente. En 1908 hab‘a 26 Supremos Consejos universai- mente reconocidos, entre los cuales figura el de Santiago de Chile, establecido en 1870. , Para la historia del Gran Oriente de Francia y de la Gran Logia Escocesa se puede consultar a Eckert, I, 204-5; II, 56 sigs. F. B. 44, etc. EL MISTERIO DE LA MASONER{A 23 los primeros grados se reunen en logias; los grados superiores se retinen en capitulos, consejos, cories, trifunales, consorcios, etc. Los tres primeros grados se confieren siempre con el ceremonial de estilo; no siempre se hace lo mismo con los grados superiores, sino que se suelen conferir por simple nombramiento, menos el 4°, 9%, 14%, y 16° del Escocismo. F. B. 46. uo Como se comprénde facilmente, los grados filosdficos corresponden a los grados de conocimientos de las doctrinas y penetracién de los simbolos y alegorias que se proponen en la Masoneria desde los primeros grados. Solo en los tiltimos grados de cada rito se revelan todos los secretos y se adquiere en toda su desnudez libre de ambigtiedades y di- simulos, la verdad masénica, que no se ensefia en los grados inferiores, por,no estar atin preparados los espiritus para recibirla, : Los americanos de Estados Unidos, suelen por sarcasmo 0 quizds en serio también, dar a algunos masones el titulo de Brillantes, a otros el de masones del grédo de cuchillo y tenedor y a otros el de masones mohosos, Los masones bri- llantes son los que se saben las ceremonias y las practican al pie de Ja letra. Parece que hay muchos sencillos que creen que en eso consiste la perfeccién masdénica y quedan muy pagados del titulo; los de cuchillo y, tenedor son los que piensan que todo el fin de la Masoneria es el tener buenas comilonas; y los mohosos, son los que vegetan en la Masone- ria, sin preocuparse mucho de adelantar en el conocimiento de sus doctrinas. y propdsitos, Creo que entre nosotros hay muchos masones mohosos, es decir, caballeros serios y ho- norables, que estan en Ia Masoneria sin saber por qué ni para qué, como no sea para contribuir con su dinero y con su nombre a que otros realicen lo que a ellos les causaria horror, si lo supieran (4). & También Haman Masones Papagayos a los que saben de 24 JOSE MARA CARDENAL CARO R, - Pero no vayamos a creer que los masones se contentan con titulos tan nfodestos como los de aprendiz, compafiero y maestro, para designar los miembros de los altos grados, por masque la igualdad sea uno de sus. lemas. No sé que exista Otra institucin que haya inventado titulos tan retum- bantes para distinguir su jerarquia, como la Masoneria, Ahi van unas muestras, tomadas del rito escocés antiguo acepta- do: el mason del cuarto grado se llama Maestro Perfecto; el del 11°, Sublime Caballero Elécto: el del 16°, Principe de Jerusalén, Gran Consejo Jefe de las Logias; el del 19°, Gran Pontifice o Sublime Escocés de la Jerusalén Celeste; el del 28°, Caballero del Sol o Principe Adepto; el del 30°, Caba- lero Kadosch o Gran Inquisidor, Gran Electo, Caballero del Aguila Blanca y Negra; el del 32°,- Soberano Principe del Real Secreto, ete, . . 8. — Influjo de los grados y logias’ su- periores, La eleccion de los dignatarios de Jas logias se hace por los miembros de ellas; pero la elevacién a los grados superiores viene de arriba; a veces, como pasa en los altos grados, sin que los del grado del cual se asciende se den cuenta y aun crean que es por iniciativa de ellos. Eso proviene de que e) mecanismo de las logias esté admirablemente constitujdo para ocultar esa y otras muchas influencias que descienden de !o alto, de un poder que esté a mucha distancia de aquellos a quienes dirige, sin que ellos lo sepan. Para tener una idea de esta organizacién, hay que pensar que en el grado infimo, que es el de aprendiz, nunca se trabaja en el taller estando memoria ritual y catecismo:sin preocuparse de su historia ni de su sentido (Preuss, A. F, 11). ‘EL MISTERIO DE LA MASONER{A 25 solos los aprendites, sino que estén siempre vigilados por masones de los grados superiores, por maestros, 0 por otros mas altamente graduados, pero que llevan sdlo las insignias _ de maestros. El aprendiz que da esperanzas de corresponder a los designios de fa Masoneria recibe “aumento de salario”, es decir, es ascendido al grado de compafiero, y de la misma suerte ascendera al grado de maestro, Confundidos con los maestros, suelen asistir a las logias los hermanos de grados superiores, que los vigilan a ellos y Jes procuran el ascenso o aumento de salario, si lo merecen. De modo que asi como los aprendices tienen ya secretos para con el mundo profano, asi los tienen los compafieros y los maestros respectivamente con sus inferiores, y asi los tiene cada grado con el que le es inferior. / A veces son conocidos los hermanos de grados’ superio- res, a veces son desconocidos; el qué asiste a la logia los ve stijetos al venerable, obedientes a él y se imagina que son de su mismo grado, o a lo sttmo del grado de maestro, siendo asi que esta en presencia de miembros de una logia superior. Estos son log que traen de arriba Jas inspiraciones masdnicas, asi como ellos, a su vez, las reciben de otros superiores. Cada logia es, para la de grado superior, como el mundo profano es para la infima, Conocidos o desconocidos los hermanos de grado superior estudian el estado de Animo, la preparacidn alcanzada por la logia inferior y en el momento eportuno sugieren la idea qte quieren hacer prevalecer, la resolucién que quieren hacer tomar, La propone uno de ellos y la apoya ‘otro u otros que ya estan convenidos en la logia superior; y los de la logia inferior; que ignoran tal vez que la reso- lucién que se les propone es un acuerdo tomado mas arriba, la adoptan como de propia iniciativa. Hay, pues, una inge- niosisima pirdmide masdénica, como la llama Copin-Albancelli, que tuvo buena ocasién de conocerla. Y sin embargo, jcudnto se habla de igualdad y libertad en las logias! 26 JOSE MARfA CARDENAL CARO R. 9. — La Masoneria, Asociacién Univer- sal. — Su unided espiritual. Se suele distinguir ‘entre la masoneria inglesa o anglo- sajona y la masoneria latina, y no falta algin fundamento para esta distincién, dado el distinto modo de proceder que tienen las logias de una y otra raza{ mas atin, no ha mucho hubo una ruptura entre las logias inglesas y americanas an- glo-sajonas y las latinas, a causa de la extrema irreligiosi- dad y materialismo de que éstas hicieron profesién. - Eso no quita, sin embargo, que’ haya entre ellas no sdélo la comunidad de origen, sino también la unién en el espiritu general de los ritos simbdlicos, y se puede asegurar sin pe- ligro de equivocarse, que reina la unién en la ocultisima di- reccién suprema, de la cual Ja casi totalidad de los masones no se da cuenta, porque todo esté muy bien arreglado para cazar incautos que no se den cuenta. Esta direccién suprema .juega al tira y afloja, segiin las conveniencias de tiempos y lugares; sabe esperar, sabe retroceder cuando le conviene, pata no comprometer el terreno ganado y las posiciones vén- tajosas para nuevas conquistas en el porvenir. Desde el fin del ultimo siglo, una gran asamblea de los principales jefes decreté que un masén admitido a los tres primeros grados, seria reeonocido por hermano legitimo en todas las logias de cualquier rito que fucren; lo cual no es arbitrario, puesto qute toda la masoneria esta encerrada en los tres primeros grados, de los cuales los demas no son mds que explicacién o repro- duccién. Como se ha dicho, todo es cttestién de entender con mayor o menor perfeccién lo que se profesa en los tres pri- meros grados que son comunes a todas Jas logias. “Estos son el texto, dice Mackey, y los altos grados son el comentario” (Preuss, A. F. 381), “La Francmasonerfa es una institucién cosmo olita”’, dice ? EL MISTERIO DE LA MASONERI[A 27 el art. 1° de los estatutos del Gran Oriente (de Belgica). Ese cosmopolitismo se-afirma en la organizacién de las Logias de los diversos paises por la constitucién reciproca de los “garantes de amistad”, Las Potencias Masénicas nombran en- tre los H,", de cada una de las demas Potencias un repre- sentante oficial que lleva ese titulo. F. B. 48. Es evidente que no hay unidad de ritos; pero esta va- riedad “no afecta 1a universalidad de la Masoneria. El ritual es solo la forma externa y extrinseca. La doctrina de la Franc- masoneria es la misma en todas partes. Es el cuerpo inmu- table quedando en todas partes el mismo”. Asi lo afirma el Dr. Mason Mackey en la Encyclopedia (Preuss, A. F. 385). Después de expresar el deseo de que atn el ritual sea mas perfecto y en todas partes semejante, contintia el mismo Dr.: “Pero si esto es imposible, como lo es, al menos nos ha de consolar el que mientras las ¢eremonias o el ritual hayan variado en diferentes periodos y aun varien en diferentes paises, la ciencia y la filosofia, el simbolismo, y la religion de la Francmasoneria contintia y continuara siendo la misma dondequiera que la verdadera Masoneria sea practicada” (Preuss, A. F. 386). Esa consecuencia la prueba en seguida el doctor Masén examinando los simbolos que se usan en las logias, el derecho de visitar las logias concedido a todo mason de cualquiera logia o pais que sea, sin que las pocas excep- ciones establecidas por algunas logias de los Estados Unidos alcancen a destruir la ley general; de modo que de esa union resulta el vinculo sagrado que, como é! dice: “retine a los hombres de Jas mds discordantes opiniones en una banda de hermanos, que no da sino un mismo lenguaje a hombres de todas las naciones y un altar, a hombyes.de todas las religio- nes”, y con razén, por tanto, ese vinculo se llama “el Mistico Lazo’, y los masones, por estar unidos bajo su iniluencia o 28 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. gozar de sus benefictos, son Iamiados “Hermanos del Mistico Lazo” (Preuss, A. F. 391-392) (‘4).- De ahi es que “las autoridades masdnicas undnimemente aftrman que la Franc-Masoneria por todo el mundo es una y que toda la Franc-Masoneria no forma realmente sino una Logia” (Cathol. Ecycl.), . ¢Cémo se explica, entonces, la ruptura de relaciones con el Gran Oriente de Francia, a causa del ateismo de que éste hizo profesién, cambiando el articulo 1° de la Constitucién ‘de 1812, parrafo II, donde se profesaba la existencia de Dios y la inmortalidad del alma? La ‘distincidn entre Masoneria esotérica, u oculta, y exotérica, o externa, lo explica facilmen- te. Es cuestién de tactica; En Francia se creyé el mundo masOnico suficientemente preparado para recibir la profesién del ateismo y ésta se establecié; en Inglaterra y Estados Uni- dos no estaba preparado para tanto y vino esa ruptura pura- mente exterior, que afecta solamente a los mal instruidos en los principios de la Masoneria, no a los de grados stperiores que estan penetrados de esos principios. Ya veremos que en Estados Unidos se prepara rdpidamente el terreno para llegar a la misma declaracién de ateismo, Para apreciar mejor en lo que vale la diferencia entre la Masoneria inglesa y la latino-americana, en lo que con- cierne a la Religién, conviene tener a Ja vista el 1° de los seis articulos de los “Old Charges” (antiguas obligaciones) de la Constitucién de la Gran Logia Inglesa, redactada por Anderson en 1723, restaurado en el “Libro de las Constitu- ciones” de 1756 y 1813. Dice asi: “Un mason esta obligado por su profesién a obedecer la ley moral y Si entiende recta- (4) EI objeto de los trabajos mas: es siempre el mismo y de ninguna manera 1d alteran las diferencias que puedan existir en los diversos ritos seguidos en el Tall, (Const. de la Ord... Mas.-, en Chile; Tit, II, Art. 17, 1862). EL MISTERIO DE LA MASONERIA 29 mente el Arte, jamas sera un Ateo estupido ni'un Libertino irreligioso”, . “Pero atinque en tiempos antiguos los masones estaban obligados en cada pais o nacién, a tener la religion nacional, sin embargo se tiene ahora por mds conveniente obligarlos solamente a aquella, regién en Ja cual todos los hombres con- vienen dejandoles para si mismos sus opiniones particulares: esto es, ser hombres buenos y veraces, u hombres de Honor y Honradez, cualesquiera que puedan ser las Denominaciones 3 Persuasiones que los distingan. Por donde la Masoferia ‘ Ilega a ser el Centro de Unidn y el Medio de ajustar verda- dera Amistad entre Personas, ‘que deberian haber quedado a perpetua distancia” a . La Constitucién Gothica (Cristiana) de las antiguas Logias de operarios masones antes y después de 1747, decia: “La primera obligacién es que Ud. sea fiel a Dios y a la Santa Iglesia y no profese error o herejia”. La diferencia salta a la vista. La nueva redaccién esté calculada para admitir en la Masoneria a todos, aun a los Ateos, con tal que no sean estipidos, y si. bien se examinan las cosas, atin éstos tienen cabida, como de hecho hay muchos en las logias de todas las naciones. Cualquiera puede ver también a lo que se reduce la religiosidad que se exige a los masones, a saber: “Ser hombres buenos y veraces, u hombres de honor y honradez, cualesquiera que sean sus convicciones”. De ese verdadero alcance de 1a Constitucién Masénica inglesa, provino que el cambio hecho por el Gran Oriente de Francia, encontré 6 aceptacion en muchos masones de Estados Unidos. Tanto es asi que, a pesar de que la Gran Logia de Ingla- terra exige, por resoluciones tomadas en 1878, la fe en el Gran Arquitecto del Universo, son reconocidos como masones, aquellos que como Spencer y otros filésofos naturalistas de 30 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. ahora llaman Dios al principio oculto todopoderoso que obza en: Ja naturaleza, o como los que siguen el “Handbuch” (3¢ Ed. IT, 231) y sostienen como dos columnas dela Religién “el sentimiento de la pequefiez del hombre y de la inmensidad del tiempo y del espacio” y “la seguridad de que todo lo que es real tiene su origen en el bien y que todo lo que sucede ha de ser para mayor bien’”. Todo en la Masoneria esta Ileno de ambigtiedades. Los textos, de 1723 y 1738, de la ley fundamental concernientes al Ateismo, son ambiguos de propdsitos. El Ateismo no es condenado positivamente, sino desaprobado apenas Jo sufi- ciente para encarar las exigencias del tiempo, cuando su fran- ca admisién habria sido fatal a la Masoneria. Cath. Encyel. Masonry. 10. — La Federacién Masonica Interne- cional. Desde 1902, gracias a los subsidios regulares de 25 Po- tencias Masénicas y a los donativos de generosos hermanos, habia funcionado en Neufchatel la Oficina Masénica Inter- nacional, bajo los auspicios de la Gran Logia: Suiza Alpina y debido a los esfuerzos del H,* Quartier la Tente, Ultimamente, en 1921, ha quedado establecida en Ginebra * la Asociacién Masdénica Internacional con el nombre de “Federacién. Masénica”, cuyos estatutos pueden verse en ’ “Documentation Catholique”, 1923, . En ese Congreso estuvieron representadas 27 Potencias Masonicas, entre ellas la de Chile, con un total de 360.151 adherentes. El Gr.. Or.. de Santiago tenia 3.800. La Rivista Massonica, de donde se toman esos datos, da la noticia que e] ilustre H.-. Alfred Robbins, G.-. Vig. Hon-. y Jefe Admi- nistrador de la Serenisima Gran Logia de Inglaterra, habia EL MISTERIO DE LA MASONERIA 31- ido a Estados Unidos para intervenir oficialmente en las re- uniones anuales de las Grandes Logias de Massachussets, Jersey, Missouri, Jowa, Illinois y Ohio, para declarar oficial- mente, en nombre’ de S. A. R. el Duque de Connaught, que la Gran Logia de Inglaterra, participa con plena simpatia en el movimiento del .Congreso Masénico de Ginebra, secundado por la Gran Logia de Nueva. York, para realizar la unién legitima y desautorizar las Grandes Logias irregulareg espar- cidas por el mundo. Si las Grandes Logias inglesas y norte- americanas entran en la Federacién Mas6énica Internacional, la preponderancia anglo-sajoha sera enorme, ya que entre las ya federadas, la Gran Logia de Nueva York, supera a todas las demas federadas juntas, pues ella sola tiene 286.954 atherentes, ! CAPITULO H SECRETOS Y JURAMENTOS MASONICOS {1. Et Secreto Masénico. — 12. Empefio de la Masoneria por ocultarlos a propios y extrafios, — 13. Parangén con’ la Igte- sia Catélica. — 14. Los Juramentos Masdonicos. — 15. El Se _ ereto Masdénico ante la conciencia. — 16. El Secreto Masénico ante el sentido comin. — 17. Los Juramentos Masdnicos ante : la moral. : 11. — El Secreto Masénico, Forma parte de la esencia misma de la Masoneria: el dia en que se dejara a un lado el secreto, ese mismo dia estaria irremisiblemente perdida. No se organizan sociedades secretas para marchar al unisono con la sociedad en que se vive: el secreto es necesario precisamente cuando se quiere -conspirar contra ella. . Los masones suelen negar que la Masoneria sea una s0- ciedad secreta. Refiere Copin Albancelli que el H,*, Limosin, director y fundador de la revista masdénica “L’Acacia’”, en el curso de una polémica, en 1903, le afirmaba que cometia el] mas-grosero de los errores afirmando que la Masoneria es una sociedad secreta. ‘Sociedad discreta”, le decia, “no secreta”. El mismo Limosin, en un discurso inserto en el EL MISTERIO: DE LA MASONER{A 33 .¢ ° ntimero de julio de 1907 de la “Société de Statistique de Paris”, insiste en la misma afirmacién, y para probarla, cita tuna cantidad de.principes y reyes que han pertenecido a la Masoneria. En el debate que tuvo lugar en la Camara de Di- putados de Chile, hace unos ocho afios, mas o-menos, uno de los miembros de la Masoneria mas altamente graduados en las logias, se esforzé en reducir el’ juramento del secreto al “compromiso de no revelar los medios de reconocimiento entre los miembros” de las logias. “Eso es todo”, decia. Pero en esto, como en muchas otras cosas de la Masoneria, 0 no se sabe lo que se dice o se falta lisa y llanamente a la verdad. EI secreto masénico no se reduce a eso slo; eso no es todo, con permiso del mismo Gran Maestre Chileno. Puede verse en Dom Benoit y en Serra (T. II, 93-94) lo que al respecto establecen varias logias o formulas; pero se puede decir que, como uso general son objetos del secrete - “no sdlo doctrinas y medios generales, sino también doctrinas especiales y medios particulares, drdenes diarias, planes, con- signas’, etc. . Es secreto el fin de la Masoneria, no solo para los pro- fanas, sino también para la mayor parte de los adeptos, “EI ‘fin de la Orden debe ser su primer secreto; el mundo no es bastante robusto para soportar su revelacién”. Manifiesto dé la Gr. L. de Alemania, en 1794, citado por Eckert. I, 184. “Mantenemos el secreto sobre los afiliados y sobre nues- tras resoluciones internas: es homenaje a antiguas tradicio- nes...” Asi decia Héctor Ferrari, Serenisimo Gran Maestre italiano. I] Secreto Massonico. “Es prohibido, tanto a las logias como a.cada hermano , de cualquier grado u oficio, fuera del Gran Maestre y del Jefe de los Ritos, ef publicar en el mundo profano, por cual- quier motivo o con cualquier medio, documentos, actas, cir- _ culares, cartas, escritos oficiales u oficiosos, atingentes a [2 Masonerifa, sin. haber obtenido antes licencia por escrito del 34 . JOSE MARIA CARDENAL CARO R. Gran Mestre”. Art. 135 de las Const. de la Mas. Ital. I Sec. Massonico, , Se engafia al mundo sobre las doctrinas que Se ensefian en las logias y a las logias inferiores se ocultan las doctrinas ensefiadas en las superiores; se oculta, también, no sdlo al mundo profano, sino a las logias inferiores, los planes que se forman en las logias y Jas personas que en ellas intervienen. La misma organizacién de la Masoneria, en forma de socie- dades superpuestas unas a otras, de las cuales las inferiores son profanas para las superiores, el recuerdo del secreto de cada reunion y en cada logia, esta manifestando que es una sociedad secreta, y que oculta algo a sus mismos adeptos, . comenzando por ocultarles la Direccién Suprema y el Fin Supremo de la institucidn. Hablando de si mismo, dice Copin Albancelli: ‘“Podria creerse que yo debia conocer perfectamente la cuestién ma- sénica, puesto que yo habia pasado seis afios en los talleres de la Viuda (asi se llama la Masoneria). Sin embargo, na- da de eso habia. Yo podia imaginarme conocerla; en reali- dad no la conocia: no sabia de ella sino lo, que habia visto. y lo que se ve en.la Masonerfa, sedis 0 no masones no es sino una apariencia destinada a engafiar sobre lo que no veis... Yo habia sido sucesivamente aprendiz, compafiero, maestre y rosacruz. Habia ocupado oficios de secretario, de orador y de primer vigilante en mi logia. Habia dispuesto dos veces del de Venerable, que habia hecho dar a los que creia mas capaces que yo para asegurar la prosperidad del ta- ler. También habia sido nombrado, desde mi entrada al ca- pitulo La Clemente Amistad, secretario de ese capitulo. Yo habia sido, pues, “una luz” capitular. Una circunstancia de la cual tendré ocasién de hablar después, me habia permitido entrever que detras del mundo masénico existia un mundo, mas secreto atin que éste, no sospechado ni para él, tanto “como para.el mundo profano... A pesar de todo, lo repito, EL MISTERIO DE LA MASONERIA 35 no sospechaba lo que era la asociacién de la cual habia sido miembro activo. ;Con tanta habilidad estan dispuestas las cosas para ilusionar a los masones y a los que no lo son!” (Copin, P. O. 43-44). , 12. — Empefio de la Masoneria por ocul- tarlo a propios y extrafios, La prueba esta, en que no hay nadie que pueda decir con certeza cual es el fin de la Masoneria, y eso que ya lle- va dos siglos de existencia en la organizacién actual, ;Es un fin filoséfico? gEs un fin de beneficencia? ¢Es un fin anti- catélico? gEs un fin liberal? ¢Recreativo? ¢Pornografico? 2 Satanico? Hay partidarios de Jas respuestas afirmativas pa- ra cada una de estas preguntas. Y esto no sucede sdlo en- tre profanos sino entre los mismos masones,*Es natural. - “A pesar de las h'pécritas declaraciones de la Orden, el fin y los medios de la Masoneria se encuentran ocultos con una astucia maravillosa en la explicacién de los Jerogli- ficos y de los simbolos. Cada uno de estos filtimos, conside- rado aparte, es susceptible de significados diversos y nume- rosos. Algunos no parecen agregados sino con el designio de hacer mas dificil la interpretacién de los mas importan- tes... En la instruccién dirigida al Compafiero en el ri- tual de la Logia-Madre de los Tres Globos, leemos estas sig- nificativas palabras: “El masén novicio no debe olvidar ja- mas que casi cada simbolo de la Orden tiene doble signift- —cacién: una moral, la otra mistica... El sentido mistico con- cierne en parte al interior de la Orden, en parte, a su his- toria. No se da al aprendiz sno insinuaciones, jamas una explicacién completa, porque el menor punto no podria ser explicado y comprendido de! todo sin hacer comprender to- do el conjunto” (Eckert I, 148-9). - 36 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. Oigase lo que “dice Pike, uno de los doctores de la cien- cia Masdnica: “Los grados azules (asi se llaman los tres pri- meros grados) no son mas que el portico externo del porti- co del Templo” (E] trabajo de la Masoneria es la construc- cién de un Templo espiritual). Parte de Jos simbolos se ex- plican ahi al Iniciado, pero es intencionalmente engafiado con falsas interpretaciones. No se intenta que é! los entienda, sino que se imagine que los entiende. Su verdadera inter- pretacion és reservada para los Adeptos, los Principes de Ja Masoneria...” (Preuss, A: F. 12). “La Masoneria, dice el mismo Pike, como todas las Religiones, todos los Misterios, Termeticismos y Alquimias, oculta sus secretos a todos, me- nos a los Adeptos y Sabios o Electos y emplea falsas expli- caciones e initerpretaciones de sus simbolos para engafiar a aquallos que merecen ser engaiiados; para ocultarles la Ve#- dad, que se lama Luz y apartarlos de ella” (Preuss, A. F. 13). wo Preguntad a los masones cual es el fin que se propgne la Masoneria y Ja mayor parte os responder que es la be- neficencia 0 que es el socorro mutuo en el trabajo, en el co- ‘mercio, etc. Otros, los aficionados a banquetes, tal vez os digan que es el tener de cuando en cuando unos momentos de expansion entre amigos, etc. Otros os dirdn que es el es- tudio. No es de creer que todos ellos digan lo que no sienten, y sin embargo, sus respuestas mismas estan manifestando que no saben nada de la historia de la Masoneria. Son victimas de ese engatio intencional de que habla Pike. La Masoneria pone especial empefio en despistar a sus propios adeptos acerca de los grados superiores, por medio de los simbolos, de los rituales y de su misma organizacién. Asi, por’ ejemplo, cuenta Copin Albancelli, que al aprendiz se le procura inculcar la idea de que todos los. masones que él.ve con las insignias de los cordones, son maestros; y si después se da cuenta de que hay otros grados mas altos, se EL MISTERIO DE LA MASONERIA 37 le dira que esos grados mas altos no valen nada; que la prue- » ba es que el H.. X. o el H.. F. estan como ‘todos los de- ‘ mas muy sujetos al Venerable, siendo de estos altos grados, - y si por acaso continiia en sus curiosidades sobre los altos grados, se le cuenta una leyenda qtie tiende a hacer creer’ que los masones de altos grados son mas bien inferiores a los maestros, por tener la debilidad de ser aficionados’ a los galones. Los maestros son los masones “perfectos”, segtin, el ritual; los demas no han sabido comprender el sentido cle- vado de. esa expresi6n ; se han dejado tentar por jo que ellos han creido ser una. djgnidad, y alli estan en las logias su- periores, sin tener nada que hacer. Y si se admiran de que la Masoneria esté favoreciendo tna debilidad sin objeto, co= mo ésa, se le reponde que se ‘tolera por pertenecer a la he- rencia de las tradiciones que no hay que abandonar, y asi Se procura tranquilizar ‘al.aprendiz, que no mira-como su- perior suyo sino al Venerable, cuya eleccién depende tam- bién de su voto (Copin, P. O. 217- 219) (1), Lo mismo pasa al maestro, a quien se le procura ocul- tar la existencia, o al.menos la importancia, de los grados superiores y se le inspira la idea de que la Masoneria Azul, como se llama la de los tres grados inferiores, es toda la’ Masoneria. A eso van encaminadas ciertas preguntas y res- puestas del Catecismo Masértico de su grado, y como la co- sa le halaga, facilmente se queda con esa idea. Para eso también, en el orden administrativo, no se hace diferencia de grados y stele suceder que un maestro sea el Venerable (1) “Yo bien sé que Ia Orden contieme en su seno a sobe- ranos y hombres de los mds generosos y teales al lado dé los mas perversos; yo bien sé que .en los tres grados inferiores los mejo- res ciudadanos sospechan apenas el abuso que se hace de su perso- nas. Las piezas auténticas que tengo a.la mano indican una orga~ nizacién maravillosa que divide a la Orden en dos categorias, la de los iniciados en los ulteriores secretos y la de los simples miem- bros de logias.” (Eckert I, 22). - . 38 JosE MAR{A CARDENAL CARO R, en una logia donde hay masones de altos grados, lo cual le confirma en la idea que se le ha procurado inculcar. La verdad, es, sin embargo, que los altos grados han ~ sido creados, precisamente, para ocultar algo a los grados inferiores. “Como los tres grados de la Masoneria ordina- ria, dice Luis Blanc, masén, comprendian un gran numero de hombres opuestos por estado y por principios a todo pro- yecto de subversién social, los novadores multiplicaron las gradas de la escala mistica para subir: crearon las traslogias reservadas a las almas- ardientes; .instituyeron los altos gra- dos... santuario tenebroso .cuyas puertas no se abrian al adepto sino después de una larga serie de pruebas calcula- das para comprobar los: progresos de su educaciédn revolu- cionaria, para probar la constancia de su fe, para ensayar el temple de su coraz6n”, Por eso dice la “Orthodoxie Mason- nique” que la Masoneria, invadida, por decirlo asi, y to- mada de asalto en sus primeros grados por el vulgo, se ha refugiado en los grados superiores” (Benoit, F. M. I. 252- 253). En el grado 29 del Rito Escocés Antiguo Aceptado, -grado del Gran Escocés de San Andrés, el Patriarca, en ‘la recepcién al grado, declara al nedfito que todavia no se le revelan los secretos de la Masoneria: “Debéis creer firme- mente; le dice, que lo que habéis aprendido hasta este dia, es nada en comparacién de los secretos que ciertamente os seran revelados.a continuacién, si vos sois Electo y- si no os hacéis indigno”. “En cuanto a los misterios ocultados alli (ba- jo esos emblemas) no puedo atin reveléroslos; pero legara el tiempo en que los penetraréis, etc’. (Benoit, F. M. I. 288). Esto pasa en el grado 29. : Qué habra de decir de los tres primeros grados? (?). (?) Puede verse Eckert I, 104, 108; II, 99. EL MISTERIO DE LA MASONERIA 39 La Direccién Suprema de la Institucién es lo mas ocul- to que hay en la Masoneria, mas atin que Jas verdaderas doc- trinas, que al fin y al cabo, como después se vera, llegan a traslucirse al través de los velos y simbolos que las envuel- ven, Que hay una Direccién Suprema oculta, distinta de los Grandes Orientes o Grandes Logias, que son las altas direc- ciones visibles, uo hay que dudarlo. De otro modo no se ex- plicaria la unidad y tmiversalidad de la Masoneria, a pesar de las rupturas externas, ni tampoco la uniformidad de ac- cién que se ha desplegado por ella en distintas jurisdicciones en algunas épocas. Después de lo que se ha dicho sobre el secreto en la explicacién de las doctrinas y sobre la exis- tencia de los altos grados, se comprende facilmente que ta casi totalidad de los masones, como todo el mundo profano, | ignore dénde esta el centro de esa unidad de la Masoneria y quién o quiénes son los que dirigen esa vasta organiza- cién. Lo que diré de los principes o reyes masones poco des- pués, confirmara el secreto de Ja direccién suprema de la Masoneria. . La ley comtin de la discrecién y del secreto, que al de- cir de Mackey, en su Masonic Ritualist, es la esencia mis- ma de la Masoneria; esas virtudes del secreto y del silen- cio, que son la misma esencia del cardcter masdnico, segiin el mismo attor, no se guardan sdlo con los profanos, sino con los mismos hermanos de graddos inferiores, de modo que ellos saben poco mds.que nosotros, si no estudian fuera de las logias lo que es ‘su institucién. . . Ha sido frecuente en la Masoneria el uso del seuddni- mo para ocultar el nombre y evitar. las responsabilidades cle “sus miembros. Se Je encuentra en todas partes, en el siglo pasado y aun sigue hoy en uso para la propaganda revolu- cionaria, “Se habra notado, dice La Cause, etc. (P. 217), que hay’ una invariable tendencia en esta ‘conspiracion uni- versal a usar setidénimos, parte, sin duda, por razén de se- 40 JOSE MARIA CARDENAL CARO R, guridad, y también para agrandar el misterio, lo que no de- ja de tener su efecto en la imaginacién del ptblico, y para ocultar las huellas demasiado claras del origen racial. Asi co- mo lo hemos mostrado, los directores secretos de la Revolu- cién Francesa escogieron cada uno su nombre, y es una ex- cepcién el encontrar un bolchevique ruso, que no sea cono- cido por un nombre apropiado no para definir, sino para ocultar su familia y su raza, “ordindriamente judia”. Son famosos los nombres de Nubius, Vindex, Tigrotto, de la Alta Venta de Italia; el de Philon (baron de Knigge), Spar- tacus (Weishaupt). etc., etc., 13, — Parangén con Ia Iglesia Catélica. La Masoneria dice a sus adeptos y a todo el mundo que. es una institucidn que investiga y ensefia la verdad. La Iglesia Catdlica también dice lo mismo. Pero la Masone- ria oculta esa verdad a sus propios adeptos, a tal punto que ni siquiera en lcs grados cercanos' al tiltimo se la en- sefia claramente y del todo. La Iglesia Catdlica, desde el principio a todos, sin ninguna distincién, ensefia todos sus misterios y todo’ su interés y afan esta en que su doctri- na sea conocida de todo el mundo, de sus mismos enemi- gos y perseguidores. Si Jo, que la Masoneria ensefia es la verdad, gpor qué.teme tanto la luz? Si es la verdad, épor qué tanto egoismo para ocultarla atin a los propios adeptos? “Si arites de comunicarle sus secretos, la Orden quiere pre- viamente preparar la humanidad, z:por qué no abrir del to- do los santuarios de la ciencia; donde nada se ensefia, se- gun se dice, que ofenda los principios de la moral, de la religion y de la economia social? Ese seria el medio mas efi- caz de procurar a todos la facilidad de ilustrarse. 3 Por qué, pues, la Orden excluye alos pobres, que no tienen ningun va- lor politico mi econémico?” (Eckert I, 120). EL MISTERIO DE LA MASONER{A 41 14. — Los juramentos masénicos. El secreto o los secretos masOnicos estan sellados con gravisimos juramentos,- que se van renovando y recordan- do con toda frecuencia. He aqui la férmula del juramento, sobre el secreto, que se ha usado en el grado de aprendiz en Inglaterra, Escocia, Alemania y en las Logias del rito escocés de Fraricia, durante un tiempo, al menos. Decimos , porque cuando la Masoneria se ve sorprendida en al- gunos de sus secretos, suele cambiar de decoracién, de ri- tuales y de todo, a fin de mantener engafiados a los suyos y a los profanos. He aqui dicha formula de juramento: “Ju- ro en nombre del Arquitecto Supremo de todos los mun- dos no revelar jamas los secretos, los signos, los toques, las palabras, las doctrinas, los usos de los Francmasones y de | guardar sobre todo ello un silencio eterno. Prometo y juro a Dios no descubrir jamds cosa alguna ni por la pluma, ni por sefiales, palabras o gestos; no hacer jamas escribir, lito- grafiar, imprimir ni ptblicar cosa alguna de lo que me ha sido confiado hasta ahora y pueda-confidrseme en adelante. Me obligo y someto al castigo siguiente, si _falto a mi pala- bra: que me quemen los labios con un hierro candente; que me corten la mano y el ctello y me. arranquen la lengua; que mi cadaver sea colgado en una logia durante Ja admi- sién de un nuevo’ hermano, para que sirva de borrén a mi infidelidad y de horror a los demas; que sea quemado des- pués y las cenizas echadas al viento para que no quede nin- gtin rastro de la memoria de mi ‘traicién. Asi Dios me ayu- de y su santo Evangelio. Asi sea”. (Eckert. T. I. 33-44). Naturalmente, esta formula ha sido modificada donde se ua echado ya a un lado todo cristianismo positivo, y el nom- bre de Dios ha sido reemplazado por los Estatutos Genera-_ les de la Orden, por el honor, por la espada, etc. El jura- 42 JOSE MAR{A CARDENAL CARO R. mento se rentieva en cada aumento de salario. Quizds mas tarde se presentara la ocasién de dar a conocer otras for- mulas de juramentos masdnicos. (Ver, por ejemplo, Benoit, F. M. I, 386, sigs.; I, 146 sigs.). 15. — El secreto masénico ante la con- ciencia. Antes de pasar adelante, no estara de mas que inte- rroguemos a nuestra conciencia sobre un secreto tan abso- luto, tan sin restricciones, como es el de los masones (3): Este secreto se promete con juramentos terribles, como aca- .bamos de ver, sin saber nada acerca de la materia-del se- creto y sin saber si ese juramento no va a encontrarse en oposicidn con otros deberes mds fundamentales que tene- mos como ciudadanos, como miembros de la Iglesia o co- mo simples seres racionales. He ahi, deste luego, lo que detiene de entrar en la Masoneria a Ja gente de concien- cia bien cultivada: z¥ si bajo este secreto tan severo y tan universal se me pide algo contra mi conciencia? ;Y si se me pide algo contra la patria? ¢Y¥ si se me pide algo con- tra mi Religién o mi familia? 16. — EI secreto masénico ante ‘el sen- tido comin. He oido decir a muchos que han sido invitados a en- trar en la Masoneria, que ellos han respondido que no ven (8) Copin Albancelli cuenta que él hizo el juramento con restricciones; que se disimulé recibiéndolo muy bien. Pero gcuantos tienen esa entereza de caracter? EL MISTERIO DE LA MASONERIA . 43 para qué tanto secreto; que para hacer el bien, como di- cen los masones, no hay para qué esconderse tanto, etc. Han hablado, sin duda, el lenguaje del sentido comun: si no deseamos hacer el bien con un: bombo, tampoco debe- mos hacerlo tan oculto que despertemos desconfianzas so- bre nuestro buen proceder; ya que es’ propio de los maihe- chores buscar las*tinieblas (para obrar en ellas), segtin el. dicho del Evangelio: “El que obra mal odia la luz”. Ya veremos después cual es ese bien que hace la Masoneria, No sélo es idea cristiana sino también muy de razon natural para todo el que admite la verdadera libertad, con todas sus consecuencias, la de la responsabilidad de nues- tros actos. El secreto tiende a debilitar el sentimiento © conciencia de nuestra responsabilidad, facilitando”los medios , de burlar las: sanciones sociales o ptblicas que esos actos merecen. Ademids, cualquiera se pregunta: {Las doctrinas y los hechos de la Masoneria son cosa buena o mala? Si son cosa buena, gpor qué privar al resto de los hombres de ese bien? Si son cosa mala, claro es que la conciencia debe repudiarlo y no entrar en tal asociacion. “Mucho tiempo me he ocupado en estos objetos, decia el famoso Philon (barén de Knigge), brazo’ derecho de ‘Weishaupt, para atreverme a invocar mi expetiencia y pa- ra poder, con conocimiento de causa, desaconsejar a todo hombre joven, activo y laborioso, de adherirse a ninguna sociedad secreta, cualquiera sea el nombre con que se Ja pueda decorar. Cierto es que no todas son reprensibles en el mismo grado; pero todas, sin distincién, son inttiles y peligrosas”. Y después de probar lo primero, prueba lo se- gundo, entre otras razones, “porque lo que se hace en las ti- nieblas despierta legitimas sospechas... porque los miem- bros iniciados no son todos instruidos en las intenciones per- wersas que se tiene muchas veces cuidado de enmascarar ba- jo las més bellas esperangas... Tal es mi profesién de fe 44 JOSE MARIA CARDENAL CARO R, a acerca de las sociedades secretas... En cuanto a mi, no conozco ninguna que no sea culpable por uno u otro capi- tulo” (Cit. por Eckert I, 133-137). La Iglesia Catélica es una sociedad que profesa hacer el bien y no sdlo no ge oculta para hacerlo, no sdlo no ocul- to sus ensefianzas, ni esconde sus misterios y sacramentos, sino que todo st anhelo es que sean aprovechados de todos los hombres. Por qué? Precisamente, porque cree que. esas enseflanzas y esos misterios son cosa buena y quiere parti- _cipar de ese bien a todos los hombres,.Eso es pensar con sinceridad en el bien que se hace o Se posee. 2Por qué fa Masoneria hace a un lado al pueblo? , , : 17.— Los juramentos masénicos ante la ‘ . moral. . Los masones suelen jurar, al menos en los primeros grados y donde se quiere salvar cierta apariencia de reli- gién, sobre la Biblia y por el Gran Arquitecto del Univer- so, que algunos entienden que es Dios y otros que es la Naturaleza y &sta todavia la entienden de ‘distintos modos. éQué valor moral tiene ese juramento? zEstara el ma- . son obligado en conciencia a cumplirlo como cualquier ju- ramento legitimo ? La moral responde que no: La razén es, porque si pone a Dios por testigo y garantizador de lo que se promete contra los dictados de la prudencia y de toda razén y conciencia, Dios no puede servir de firmeza a un acto por el eual mas bien se le ofende que se le honra. Mc- nos atin ese ‘uramento puede tener firmeza para un catélico, a quien esta severamente prohibido y bajo pena de - exco- munién, un acto semejante. No podemos invocar'a Dios co- - mo fiador de la culpa. EL MISTERIO DE LA MASONER{A 45 * Si se invoca a la naturaleza como fiadora y testigo de nuestro juramento, y, sin ninguna relaci6n con el Creador, que se des¢onoce, en -este caso se concibe Ja naturaleza c= mo un ser sin inteligencia, que no es capaz de oir ni de afirmar nuestra promesa o juramento y tanto da invocarla como no invocarla. Lo mismo hay que decir del honor, cosa a veces tan discutible como fugaz. , CAPITULO III EL FIN DE LA MASONERIA 18. Fin indicado por ella. — 19. Construccién del templo de la Naturaieza. — 20. ;:Cuales son los obstaculos que tiene que destruir o los enemigos que tiene que combatir? — 21. ;Cual es el Dios de su religién? — 22. Opiniones sobre su fin su- preme 18. — Fin indicado por. ella. Pondré aqui algunas de las diversas declaraciones ofi- ciales de la Masoneria acerca de su objeto: “La Orden Ma- sénica tiene por objeto la beneficencia, el estudio de la mo- ral, universal y la practica de todas las virtudes’. Asi lo dice la Constitucién de Ja Orden en Chile, del afio 1862. La de 1912 cambid un poco la declaracién: “La Francmasoneria es una institucién esencialmente filosdfica y progresista, tie- ne por objeto la investigacién de la verdad, el estudio de la moral y. la préctica de las virtudes’, La Constitucién del Gran Oriente Belga le asigna por fin “la investigacién de la verdad y el perfeccionamiento de la huwmanidad” (F. B, 11.) Mackey, gran doctor masén de Estados Unidos, dize que la Masoneria “es una ciencia moral’. La Asociacién Ma- EL MISTERIO DE LA MASONERIA 47 sonica Internacional de Ginebra dice que “La F. M. tiene por objeto la investigacién de la verdad, el estudio y la préctica de la moral” Doc, Cathol. 1923. “Los Alemanes, dice Espasa (Masoneria), concretan mas y la definen: “La actividad de los hombres unidos intimamente, sirviéndose de stmbolos tomados principalmente del oficio de albanil y d¢ la arquitectura, trabajando por el bienestar de la humant- dad, procurando en lo .moral ennoblecerse a st y a@ los de- més y, mediante esto, llegar a una liga y paz universal de que aspira a dar desde luego muestra en sus reumiones’’. 19, — Construccién del templo de la Naturaleza. “Como la palabra masones quiere decir albaiiiles y todo en la Masoneria se ensefia por medio de simbolos o alego- rias, el fin de una sociedad de albafiiles ha de relacionarse con el oficio que ellos representan, Es corriente en el len- guaje masénico decir que la Masoheria se propone construir o -restaurar un templo. ¢Cual es ese templo? el templo de | la Naturaleza, en que debe reinar la libertad, la igualdad 4 ia fraternidad, entendidas en sentido masdénico; templo en que se ensefie la verdad, la virtud y la moral propias de la Masoneria. La Masoneria usa mucho también en sus simbolos y ri- tos, arreos y expresiones militares ; habla mucho de guerra a la intolerancia, al fanatismo, a la ignorancia, etc. Es, pues, una milicia, un ejército que se disciplina: y arma contra un enemigo, : La Masoneria, finalmente, dice que se propone estable- cer en el mundo una religién nueva, universal y tiene todo lo que puede desearse en materia de ritos y ceremonias re~ lativas a un ctlto religioso. Es, pues, también, una religion. . 48 JOSE MARIA CARDENAL CARO R. Seguin la Masoneria, el estado de naturalega es el es- tado ideai del hombre: es el estado en que él encuentra y conserva su perfeccién y su felicidad. Ese estado ha sido destruido por la religién y por la sociedad, por los reyes y por los sacerdotes. Estos son los que han quitado a los-hom- hres su libertad primitiva, su igtaldad~y destruido su fra- ternidad. La Masoneria se propone, entonces, devolver al _ hombre su perfeccién y felicidad original, su libertad, su igualdad y su fraternidad natural (1). He dicho que esas palabras hay que-entenderlas en el sentido’ masénico. :Cual’ es el sentido masénico? Libertad, para los masones perfectamente iniciados, es la independencia absoluta e ilimitada del hombre; es el des- conocimiento de toda ley y de toda autoridad; es la rebelién absoluta. En este sentido, el stibdito, sujeto a un gobernante, no es libre; el hijo, sujeto a su padre no és libre; la-esposa, sujeta a su marido, no es libre: el hombre que vive en socic- dad, tampoco es libre. “El hombre no es libre si ho es duefio soberano de sus pensamientos y de sus actos”. La libertad es idéntica a la soberania, dice “I’Ere Nouvelle”... . “No seamos mas stbditos, sino soberanos, entonces se- remos libres”, dice el H,*, Fleury. “Cada hombre es su sacerdote y su rey, su papa y su emperador”, dice el H,*, Potvin. “No respondemos de nuestros actos sino a nosotros mis- mos”, dice el H,’, Lacroix (Benoit, F. M. I, 11-13). La Igualdad, entendida también en el sentido maséni- co, no comprende ‘sélo la igualdad de naturaleza y de de- rechos, que son innatos en ella, como lo ensefia la filosofia racional, sino que comprende también la igualdad absoluta en toda clase de derechos, sean innatos, sean adquiridos. G@) La cause, 45, EL MISTERIO DE LA MASONER{A 49 “Los hombres son iguales en derecho: todos y desde todo - punto de vista son de igual condicidn”, es la sintesis de la doctrina masénica acerca de la igualdad, expresada por Le6a XIII en su Enciclica Husmanum Genus. “Entre los masones (y un dia, gracias a ello, sera en- tre todos los hombres) no hay primero ni ultimo; no hay fuertes ni débiles, ni grandes ni pequefios, no hay sino her— manos, todos iguales y todos queriendo serlo”. (Prétis Hist. “de l’Ondre de la Franc. -Mas., (Benoit, F. M. I, 12). La Fraternidad en el sentido masdonico, no envuelve sola- lamente nuestra comunidad de origen, que nos hace clamar “Padre Nuestro que estas én los cielos”, sino la supresion de toda desigualdad, de toda distiricién de derechos, de modo , que no ha de haber sino una sola familia universal no fa- milias particulares, como ahora; no ha de haber sino una so- ‘la nacién, no -naciones particulares ; una sola Iglesia; y esa sola familia, y esa sola nacién, y esa sola iglesia, es la hu- manidad. Fuera de ese sentido, en la Masoneria se da también a ° la fraternidad el sentido restringido al socorro mutuo entre los hermanos masones, como en‘ toda otra sociedad de” so- corros mutuos, eso si que llevada a extremos inaceptables, como veremos después, con el favor de Dios, Ademas, pata ciertos iniciados esa palabra fraternidad tiene otro sentido mds secreto y abominable, como lo tenia la “caridad” para los antiguos gndsticos, las costumbres li- ceniciosas, la asociacién para los placeres sensuales, etc. Eso hizo decir al Papa Gregorio XVI eri la Enciclica en que condenaba la Masoneria, que “todo lo que ha habido de mas sacrilego, blasfemo y vergonzoso en las herejias y en las sectas mas criminales, se ha juntado en Jas sociedades secre- tas como en una sentina universal de todas las infamias” (Enc. Mirari vos). 50 JOSE MARA CARDENAL CARO R. Para edificar ese templo es menester destruir toda au- toridad, toda jerarquia, toda familia, toda religion. - 20. — ¢Cuales son los obstdculos que tie- ne que destruir o los enemigos que tie- ne que combatir? Se comprende desde luego contra qué se disciplina y se arma el ejército de la Masoneria: tiene por delante la so- ciedad civil, con la autoridad que la sostiene y gobierna; tiene la sociedad religiosa, especialmente la Iglesia Catoli- ca, que es el baluarte mas firme opuesto a la destruccién de las creencias cristianas; tiene la familia, sobre todo la fa- milia cristiana, centro de virtud opuesto a la licencia de costumbres; tiene la propiedad, opuesta también a la igual- dad y traternidad masénicas. “De la explicacion del ritual, dice Eckert, como de la historia y de las confesiones de la Orden, uno tiene derecho para concluir que la Francmasoneria es una conjuracién con- tra el altar, ¢l trono y la propiedad, con el fin de establecer . sobre toda la faz de la tierra un reino social y teocratico, cuyo gobierno religioso y politico tendria su sede en Jeru- salén... La condicién indispensable de su realizcién es fa destruccién de los tres obstaculos que se oponen a ella: la Iglesia, el trono y la propiedad” (Eckert, I, 208). 21. — éCual es el Dios de Ia Masone- ria? zCual es.el objeto del culto masénico? :Cual es el Dios que adora la religidn nueva y universal de la Masoneria? iEs Dios, el Supremo Arquitecto del Universo, como lo han EL MISTERIO DE LA MASONERIA . 51 llamado? sEs la Naturaleza, con la cutial muchos identifican a ese Dios? ¢Es el hombre, en el cual se realiza con mayor perfeccién esa identidad? :Es el sol, como simbolo mas per~ fecto del poder de la naturaleza? is Satanas, tenido por los masones como el Dios bueno? Si, todo eso es; pero eso no lo saben todos ni lo practican todos conscientemente. Por ahora me contentaré sélo con presentar este resumen; des- pués dedicaré un articulo especial para tratar de la Maso- neria como religion. El que quiera mas amplios detalles, pue- de consultar las obras qtie he indicado al principio, sobre todo la de Benoit y Ja de Serra y Caussa. q 22, — EI fin supremo de [a Masoneria. Suele sefialarse también como fin de la Masoneria el predominio politico de la secta, y a juzgar por las activida-’ des que se despliegan en el campo politico, como luego se vera, podria creerse que ése es su anhelo predominante; pe- ro en realidad, y bien mirados sus aspectos, eso no ¢s ni puede ser otra cosa que el medio mas poderoso y seguro de realizar el plan de la Masoneria. ' Hay quien cree que el fin de la Masoneria es esta- blecer el predominio judio en el mundo, y no faltan buenas razones que pueden persuadirlo y ilegan a hacer dudar si 'a accion judia, por medio de la Masoneria, es lo predominante en esta institucién, y, por consiguiente, todo lo demas no es sino medio para llegar a establecer el universal dominio. de la raza judia con mas rapidez y seguridad, o bien al te- vés, si la accién judia no es mds que un auxiliar de la, Ma- soneria para conseguir realizar sus designios de anarquia y destruccién universal y tras de ésta, la adoracién de Sata nas, inspirador de esa obra de rebelidn y de anarquia. Por ahora baste. este esbozo acerca del fin; el estudio . 52 JOSE MARIA CARDENAL CARO R, que sigue ira haciendo ver la verdad de lo queen este ar- ticulo se ha expresado, Eso si, quiero una vez mas preve- nir a los lectores, que la generalidad de los masones ignora en absoluto cuanto se ha dicho acerca de los fines manifies- tamente ‘perversos que persigue la- institucién a que perte- necen, La probidad; la seriedad y honorabilidad de muchos es manifiesta prueba de que lo ignoran. Si lo supieran esta- rian muy ‘lejos de ser lo que son, y habria que admitir en ellos una hipocresia incompatible con todo su modo de obrar, CAPITULO IV FORMACION Y FUNCIONAMIENTO DE LOGIAS 23. Formatcién de logias. — 24. Esfuerzos de proselitismo. “— 25. Artes para reclutar adeptos. — 26. Las conquistas preferi- das. — 27. Los Hermanos Decorativos. — 28. Los Papas Masones. — 29. La Iniciacién. — 30. Apostasia radical del iniciado. — 31. Consecuencias practicas de ¢sa apostasia. -— 32. La Selecci6n. — 33. La Caja. — 34 Las Tenidas. — 35. Lo grotesco en lo sokemne. — 36. El famoso Hiram. 23. — Formacién de Logias. ‘ Como se comprende es cosa muy facil formar, por lo menos un tridngulo o logia irregular, cuando hay en una ciudad cinco o mds masones autorizados o delegados para ello, o simplemente celosos del progreso de la Masoneria. Ellos conversaran con otros caballeros amigos; les haran ver la conveniencia de asociarse para su mutuo socorro, forman-_ do una logia; les. quitaran los temores que puedan tener, y en seguida, nombraran Venerable a uno de ellos, con lo que el inocente se creeraé muy honrado, sin sospechar siquiera que no es mas que la victima y el instrumento de sus ami- gos, que nada le han dicho de su cardcter de masones de alguna logia quizds de grado superior. 54 JOSE MARIA CARDENAL -CARO R, Por otra parte, la idea de entrar en comunicacién con otras logias, de ser hermanos de gratides personajes nacio- nales 0 extranjeros, y de conocer los secretos de ia Masone- ria, es un poderoso aliciente, que hace caer a muchos en fas © redes tendidas con tanta habilidad y disimutlo. “Para determinar al curioso, decia el M.-. Clavel, se asegura que la sociedad conserva religiosamente un secreto que-no es ni puede ser participado sino a los francmasones. Para decidir a los hombres de placeres, se les hacen valer los frecuentes banquetes en que los buenos platos y los vi- nos generosos excitari a la alegria y estrechan los lazos de una amistad fraternal. En cuanto a los artesanos y merca- deres, se les dice que la Masoneria les sera provechosa, ex: tendiendo el circulo de sts relaciones y de sus negocios” (Benoit, F. M. I, 190). 24. — Esfuerzos de proselitismo. , . ’ , Asegura Mackey, en su-Encyclopedia of Freemasonry, que la Masoneria “no sdlo prohibe a sus miembros hacer cualquier esfuerzo para obtener iniciados, sino que actual- mente exige que cada candidato para la admisién a sus sa- grados ritos declare seriamente, como tn paso previo, que en este voluntario ofrecimiento de si mismo no ha sido in- clinado por impropias solicitaciones de hermanos” (Benoit, F. M- I, 319): Sin embargo, a todo el mundo.le consta que la Masoneria hace una activa propaganda para afiliarse adep- tos, alin en las atlas universitarias y hasta: en los liceos, * Escuela Militar y Escuela Naval. Yo mismo he oido contar a varios funcionarios ptiblicos las repetidas instancias para que ingresaran a las log’as, a tal ptinto que uno, que se re- tird después de la iniciacién, fué en cierto modo arrastrado al coche que se le tenia a la puerta para Ilevarlo a la cere- "monia que le repugnaba, atin sin conocerla, EL MISTERIO DE LA MASONER{A , 55 Estos esfuerzos corresponden a las recomendaciones que grandes autoridades masénicas hacen a los hermanos, “Es de. la mayor importancia para el éxito de nuestro sublime pro- yecto (la restauracién del estado de naturaleza), y para fa- cilitar y asegurar mejor su ejecucién, no descuidar nada para arrastrar a nuestra orden a miembros que descuellen en el clero, entre las autoridades civiles y militares, las institucio- nes de la juventud, sin exceptuar a reyes y principes, y sobre todo a sus hijos, sus consejeros y ministros, y en fin, a todos aquellos cuyos intereses estarian en oposicién con nuestra doctrina. Es menester hacer deslizar astutamente y bajo las formas mas secuctoras el germen de nuestros dogmas, y acostumbrarlos asi, insensiblemente y sin que lo sospechen, al choque que debe anonadarlos” (Instr. de un alto masén de Médena) (Benoit, F. M. I, 176). 25. — Artes para réclutar adeptos. “Sea por el temor de Io desconocido y misterioso, sea por el desprestigio que suele rodear a la Masoneria entre la gente seria de los. paises catélicos, sea, sobre todo, por las prohibiciones de la Iglesia, la propaganda masdnica, a pesar de su actividad, suele encontrar grandes tropiezos. Para allanarlos, se aseguta a los que se procura conquistar, que en la Masoneria no se trata de politica ni de religién, que no hay-ataque a ninguna religidn, mucho menos a la ‘ religién cristiana; que se rinde adoracién a Dios, Gran Ar- quitecto, del Universo; que hay muchos personajes, atin re- ligiosos, obispos y papas, que han pertenecido a la Ma- soneria (1); que Pio TX fué masén, que Leén XIII también en soe * (1) No niego que haya habido personas eclesiasticas que, engafiadas por la thipocresid de la secta, sobre todo en los primeros 56 JOSE MARIA CARDENAL CARO R, lo fué; que se jura sobre la Biblia; que esta en los estatutos o constituciones de la Masoneria la fe en Dios y en Nues- tro Sefior Jesucristo, etc. etc. Se nombran personajes cono- .cidos y respetables que son masones, aun cuando ello sea tan falso como cuando se dice de los Papas. “Si hay algan hombre de gran reputacién por su mérito, haced creer que es uno de los nuestros”. Era una de las recomendaciones de Weishaupt (Benoit, F, I. 170), Con esas afirmaciones para quitar todo temor, ‘se _ne- cesita cardcter para resistir a lag invitaciones de un amigo, que tal vez habla con mediana sinceridad, porque a él tam- bién Je dijeron lo mismo y no ha tenido tiempo de desenga- flarse 0 no se ha preocupado mas de ello. Ya se vera lo que valen’ todas esas ‘afirmaciones. - tiempos de su desarrollo en el continente europeo, de buena fe, le _ hayan prestado adhesién y cooperacién. “En sus principios”, dice Maillé, “las logias se daban el carActer de asociaciones:' de estudios filoséficos y de beneficencia; se decian ellas, y muchos de sus miembros las crefan, catélicas. Asi es cémo en 1770 la logia’ “La perfectd inteligencia”, de Lieja, tenia por Ven.-, al’ Conde de Gely ves, candénigo Tesorero; por Prim,-, Vig,-, al Caballero ‘de Thiers, Consejero del Principe Obispo; por Orador, al canénigo de Paix” (La F. B.,. 62). . En Francia, en el Brasil y en otros paisas de Europa y América ha habido también sacerdotes que han caido en el engafio, habilmente urdido y tenazmente mantenido. “La Masoneria Venezolana”, dice Mons. Juan B. Castro, Arzob. de Caracas, “ha tenido, desde que se organizé en nuestra Reptiblica, el empefio de no aparecer como enemiga declarada del Catolicismo, y ha miultiplicado sus testimo~ nios, de palabra y por escrito, para hacer creer que entre nosotros no es sino una sociedad de beneficencia, de fraternidad, de caridad, que no busca sino el perfeccionamiento moral y el auxilio muino de sus miembros. Las consecuencias de este proceder han sido fu- nestisimas para la Iglesia... El sacerdocio mismo ha parecido va- cilar alguna vez, ante lo categérico de las afirmaciones de la Maso- neria y la buena fe con que esas afitmaciones eran abrazadas por muchos”, Pastoral “La Iglesia y ha Masoneris”, 13 de julio de 1907.

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