Accidentes de Transito - Cecilia Danesi
Accidentes de Transito - Cecilia Danesi
Accidentes de Transito - Cecilia Danesi
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hammuraki
JOSE LUIS DEPALMA EDITOR
A M I MAMA, VIVIANA,
POR SU AMOR INCONDICIONAL
Ningún tema es más actual que los temas clásicos. Precisamente porque -como
decía Calvino-un libroclásico-o un tema clásico, añadimos nosotros-nunca ter-
mina de decir lo que tiene que decir1. Sostiene Bloom que lo canónico está caracte-
rizado por una extrañeza que nunca acabamosde asimilar, o bien porqueseconvier-
te en algo tan asumido que permanecemos ciegos a sus características2.No decimos
nada nuevo si apuntamos que lo clásico sigue determinando -en las más diversas
formas- la realidad de nuestro presente. Steiner afirma que los mitos griegos con-
tinúan, aun hoy, dominando y dando forma vital a nuestrosentido del yo y del mun-
do3, mientrasque Borges sostuvo que todas las miles de metáforasque emplea la li-
teratura pueden reconducirsea un número muy pequeño de "viejos modelos" que,
sin embargo, admiten un número casi infinito devariaciones4.
De hecho, el paradigma de la educación consistió, durante siglos, en aprender
losclásicos, cuya vigencia en el presentesedabapor descontada. La posmodernidad
dio por tierra con esa concepción, cuyos últimos vestigios fueron la enseñanza del
latín en la escuela secundaria y-en el campo del derecho-la del derecho romano
como materia obligatoria. De más está decir que de este modo no se eliminó la vi-
gencia de losclásicosennuestra cultura, aunquesíselogróque muchas personas no
se dieran cuenta de ella, del mismo modo que el señor Jourdain que concibió Mo-
liere no sabía que hablaba en prosa.
La perennidad de lo clásico tiene en el derecho un exponente inmejorable. En el
sistema continental, el derecho romano encuentra todavía un eco importante en el
Apuntavilley que las leyes romanas no son extrañasa nuestros horizontesactuales. Y aña-
de: "Es una verdad histórica, que no me corresponde profundizar aquí, nuestra dependencia res-
pecto de la antigüedad. Durantesiglos, las inteligencias deoccidente recurrieron para su filosofía,
su poética, e incluso su ciencia, a la cultura grecorromana. Ahora bien, la civilización grecorroma-
na no solamente produjo un cuerpo de pensamiento sobre el mundo, quevamos a buscar en su li-
teratura,sino un derecho, es decir, un artedeorganizar lasociedad, losderechosdecada uno desus
miembros, ysus obligaciones. Aesederecho romano, aun másservilmentequea la filosofía griega,
lo hemos adoptado. El mundo moderno se nutrió de él; la sociedad moderna, el derecho moderno,
se constituyeron sobresus bases" (Villey, Le droitromain, 2012, ps. 5 y 6).
Se trató de la tesis expuesta por Paso para justificar por qué Buenos Aires actuaba en ese
momento en nombre de todo el Virreinato; véase García Belsunce, La doctrina política yla doctri-
najurídica de la revolución de Mayo, en "Revista del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos
Aires", t. 64, no1, p. 79.
Grotius, Le droit de la guerre et de la paix, 2012, ps. 415 y416.
Borghetti, La responsabilité du fait des choses, un régime qui a fait son temps, en " Revue
Trimestrielle de Droit Civil", 2010, p. 1.
La lectura de la obra de Cecilia Danesi permite constatar que, como era de esperar,
hay muchísimo nuevo para decir sobre ese tema "clásico".
Variosson los aspectos que vale la pena destacar. Por un lado, y como no podía ser
de otra manera, expone los temas "clásicos" atinentes a este supuesto de responsa-
bilidad: el riesgo creado, la responsabilidad del dueño y del guardián, las eximentes
de responsabilidad, losdistintosdañosquepueden presentarse, etcétera.Sin embar-
go, la autora pone especial atención en la nueva normativa sobre el tema, quesi bien
retoma en grandes trazos el sistema anterior le añade relevantes precisiones. Se re-
fiere, así, al art. 1769 del Código Civil y Comercial y se detiene en la noción de "circu-
lación de vehículos" empleada por la norma, que considera más amplia yabarcado-
ra que la de "accidentes de tránsito". A partir de allíestudia con prolijidad los distin-
tos vehículos que podrían quedar involucrados, incluyendo el caso de los vehículos
autónomos.A lo largo de la obra trata con solvencia, entre otros asuntos contempla-
dos especialmente por el Código Civil y Comercial, la responsabilidadcolectiva y anó-
nima-con especial referencia a los daños causados por las "picadas" automovilísti-
cas-, el concepto de guardián -que define con exactitud, alejándose de interpre-
taciones antojadizasesbozadas por alguna doctrina-, la responsabilidaddel Estado
nacional -en los términos de la infausta ley 26.944-, la regulación especial del he-
cho del damnificado-con el estudio de los casos en los cualesse requiere culpa gra-
ve o dolo-, el consentimientodel damnificado, el requisito de la exterioridad del ca-
so fortuito, etcétera.
Párrafo aparte merece el amplio desarrollo que en el libro se hace de los daños re-
sarcible~.La autora explica, en sucesivos capítulos, los distintos perjuicios asociados
a los accidentes de la circulación (reparacióndel vehículo, privaciónde uso, desvalo-
rizaciónvenal, lucro cesante, pérdida de chance, lesión a la integridad de las perso-
nas, "valor vida" y daño moral) y los enfoca a la luz de la nueva normativa. También
allí aparecen varias cuestiones novedosas, como la expresa regulación de la pérdida
de chance en el Código Civil y Comercial, y el empleo de fórmulas matemáticas para
cuantificar la incapacidadsobreviniente.
Por otro lado, a todo ese conjunto de temas-que son expuestoscondetalley de
manera sistemática-se añade una serie de desarrollos atinentes a las nuevas tec-
nologías, que ponen a la obra en relación no solo con nuestro presente, sino tam-
bién con un futurocercanoque yaseatisba. Enesesentido, Danesise interroga acer-
ca de la responsabilidaddelasempresasqueexplotanaplicacionesdetransportede
pasajeros (Uber, Cabify, etcétera) y de los daños ocasionados por vehículos autóno-
mos. En ambos casosse trata de un análisis valioso, que aúna precisiones acerca del
funcionamiento de esossistemascon interesantes consideracionesjurídicas que in-
tentan dar solución a los múltiples desafíos que aquellos plantean al intérprete.
Todas estas cuestionesson analizadas mediante un texto preciso, de ágil lectura
y gran claridad conceptual, que no desatiende los problemas doctrinales que pre-
senta cada institución, pero que tampoco olvida las implicanciasprácticasquesusci-
ta la aplicación de las normas. Luego de exponer cada tema en general, el texto se
desgrana en un rico casuismo que, lejos de limitarse a citasjurisprudenciales, incluye
también el abordajedoctrinal decasos particulares(v.gr., losdiversossupuestospun-
tuales que se generan alrededor de la denuncia de venta, la responsabilidaddel to-
mador del seguro, el automotor que es objeto de un contrato de leasing, etcétera).
La lectura integral de la presente obra refuerza entonces nuestra percepción
preliminar: había muchas cosas nuevas para decir acerca del tema "clásico" de los
daños causados por la circulación de vehículos. El libro que tengo el agrado de pro-
logar.posee el mérito de decir todas esas cosas. y lo hace con una justa medida entre
el desarrollodoctrinal del sistema general yel estudio casuístico, lo que da como re-
sultado un texto de interés tanto para el jurista teórico como para quien practica el
ejercicio cotidiano de la abogacía.
SEBASTIIÁNPICASSO
ABRIL DE 201 9
GENERAL
[BUDICE
P R ~ L O G O. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
ABREVIATURAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
PARTE PRIMERA
RESPONSABILIDAD CIVIL
CAPITULO
I
NORMATIVA APLICABLE
. .
3. Cosa riesgosa sin movimiento _ - _ - _ -----_- _ - - - - - _ -- - - _ - - ---
,. ..
5 3. La regulación del Codigo Civil y Comercial - - - _ - - _ - _ - - _ - - - - _ _-
a) Responsabilidad derivada de la intervención de cosas y otros supuestos - _ - - e
Jurisprudencia
1. Normativa aplicable: comparación de ambos ordenamientos en materia de
daños ocasionados por intervención de cosas _ - - _ - - - - - - - _ - - - - --
2. Aplicación de la teoría del riesgo creado-prioridad de paso-. Función pre-
ventiva del daño _ - - - _ - - - _ - _ - - ---_-_--------_-----_-
' 3. Responsabilidad del empleador por accidente de tránsito del empleado en
ocasión de la función encomendada - _ - - - - - - - -
. . del transportista - - - - - - - _ - _ - - _ - - _ - -_ -- -- ----_ - -- _-
4. Responsab~lidad
5. Nexo adecuado de causalidad _ - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - _ - - - - - _ -
6. Neutralizaciónde riesgos, responsabilidad objetiva y eximentes - _ - - - - -
7. Carga de la prueba - - - - _ - _ - _ - _ - _ - _ - - - - _ - - _ _ - -- -_
_ - - - A
Jurisprudencia
1. Daño ocasionado por grupo que realiza una actividad peligrosa - _ - - - - _
. . .,
2. Identificacion del grupo _ - - - _ - _ - - - - - - - - _ - _ ----- _
3. Relaciónde causalidad en la responsabilidad colectiva _ ----- _
4. La responsabilidadcolectiva es excepcional. Autoría y coautoría - _ - - - - -
..
5. La responsabilidadcolectiva: requisitos - - - - _ -- - - - - _ - - - - - _ - - -
~NDICE
GENERAL
CAPITULO
II
SUJETOS RESPONSABLES
.,
5 5. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . n- - - - - - - - - - - - - - - - -
5 6. Dueño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jurisprudencia
1. Dueño es el titular registral - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Venta de automotor. Efectosdela inscripciónen el Registro de la PropiedadAu-
tomotor------------------------------------------
3. Denuncia deventa para eximirsede responsabilidadel titular registral - - - - -
4. Responsabilidaddel titular registral aun cuando haya transmitido la guarda me-
diante boleto decompraventa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5. Responsabilidaddeltitular registral que notiene la guarda pero no realizólade-
nuncia de venta - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 .,
7. Guardian . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jurisprudencia
- Responsabilidaddel guardián: concepto y alcance --- ----------- -
.
b) Las personasjuridicas
, a
Jurisprudencia
1. Venta de automotor con entrega, pero sin inscripción ni denuncia de venta
en el registro - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Vehículotransferido en un acuerdojudicial sin denuncia deventa - - - - - -
3. Responsabilidaddel titular registral que efectúa la denuncia de venta pero
luego lo vende a otra persona - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
4. Denuncia de venta realizada luego de interpuesta la demanda - - - - - - - -
1. La denuncia de venta realizada en forma incompleta - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Condena del titular registral cuando la denuncia de venta fue realizada
..
en forma deficiente - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Requisitosde la denuncia de venta: identificación del comprador - - - -
2. Transmisionessucesivas y posterioresa la denuncia de venta - - - -- -- - -
Jurisprudencia
- Víctima con conocimiento del desprendimiento de la guarda --- --- --
GENERAL
~ND~C E
lurisprudencia
.. . .
- Responsabilidad de la concesionaria ----- - ---- -- - -- ------
CAP~TULO
III
EXIMENTES D E RESPONSABILIDAD
Jurisprudencia
..
1. Hecho del damnificado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Carencia de registro de conducir - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
3. Conductor que debía usar anteojos y no lo hizo al momento del siniestro
4.
. .. , .
Predisposicionesde la victlma - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Transporte benévolo: no aplica asunción de riesgos - - - - - - - - - - - -
2. Víctima queviaja en la parte posterior del vehículo sin asiento ni cinturón
de seguridad - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - -
3. Vehículo en mal estado ysin cinturón deseguridad - - - - - - - - - - - - -
4. Aplicación del art. 1719 del CCCN como pauta interpretativa - - - - - - -
5. Hecho del damnificado. Conductor ebrio - - - - - - - - - - - - - - - - - -
. . ..
4. Consentimiento del damnificado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5. Concurrencia de culpa de la víctima y otros sujetos - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
..
1. Concurrenciade responsabilidad - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
- Uso en contra de la voluntad del titular registra1 ---- -- -- -- -- - --- - -
PARTE SEGUNDA
RUBROS INDEMNIZATORIOS
IV
CAP~TULO
DA~~ O
RESARCIBLE
CAP~TULOv
GASTOS DE REPARACIÓN DEL VEH~CULO
Jurisprudencia
1 . Concepto y alcance - - - - -- - - - - -- - -- - -- - - - - -- - - - - - -- - - - -
..
2. Dificultad deconseguir los repuestos ------ - - - - - - - - -- - - - - - - - - -
3. El costo de la reparación debeser razonable - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.. ., .
Ej 23. Legitimacionactiva - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
a)
.,
Introduccion .......................................
b) Titulares de un derecho real sobre la cosa - - - - - - - - - --- - - - - - - - - - - -
c) Tenedor y poseedor de buena fe - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - -
d) Acreditación de la legitimación invocada - - - - - - ,- - -------- --- -- -
Jurisprudencia
. . .,
1. Legitimaciondel dueño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Legitimacióndel usuario para reclamar indemnizaciónpor daños - - - - - -
3. Prueba de la calidad de usuario --------- ---- ---- ----
4. Legitimaciónactiva del tomador de un contrato de leasing - - - - - - - - -
cj 24. Prueba del daño emergente y de la relación de causalidad adecuada - - - - - - -
. ,,
- Acred~taciondel daño resarcible - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 25. Oposición a la prueba de informes dirigida al taller mecánico - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Rechazo por falta de prueba del daño emergente (existencia ycuantificación) -
2. Prueba del daño emergente solo con presupuesto reconocidoo con fotografías
3. Procedencia de la indemnización aun cuando no se hayan realizado las repara-
ciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. Validez de la prueba de informes. Principio de adquisición procesal - - - - - - -
a) La relación de causalidad adecuada entre el daño y el siniestro - - ------ - -
Jurisprudencia
- Relación decausalidad entre el hecho y los daños reclamados ----- - - -
b) La inspección del rodado por parte del perito y el dictamen pericial --- ----
Jurisprudencia
..
1. Importancia de la prueba pericial mecánica - ---- - --- -- --- -- - --
2. El perito no inspeccionóel rodado pero es suficientecon fotografías y presu-
puestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. El perito debe de inspeccionarel rodado - - --- - - - - - - - - - - - - - - - -
4. Falta de notificación al demandado del dictamen pericial - - - - - - - - - - -
c) Excepcionesa la carga de la prueba del daño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
- El presupuesto no reemplaza la factura - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.. a ,
lurisprudencia
- El gasto de reparaciónno debe guardar proporcionalidad con el valor del ro-
dado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
~NDICEGENERAL
CAP/TULOVI
PRIVACIÓN DE USO
S 27. Concepto de privación de uso y régimen legal - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
. .,
1. Daño moral y privacionde uso - - - - - - - - --- - - - - --- -- - - - - - - - - -
2. Procede aun cuando no se encuentre afectado a un uso productivo - - - - - - -
. .,
3. Admision del rubro - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.. ., .
S 28. Legitimacionactiva - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - -
a)
. , . .,
Introduccion. Rem~sion. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .----- -------
b) Titulares de un derecho real sobre la cosa - --- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
c) Tenedor y poseedor de buena fe - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Legitimacióndel usuario para reclamar en concepto de privaciónde uso - -
. . .,
2. Legitlmaciondel dueño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
3 29. Prueba del daño por privación de uso ------ - ------ ---- ---- -- -
- - m
Jurisprudencia
1. No comprende la demora normal del taller, la falta de dinero para efectuar
las reparaciones o la escasez de repuestos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Relación entre el monto del resarcimiento y el lapso prudencial de las repa-
raciones --e ---- ---- --- ---- --- ----- - -
3. El dictamen pericial en la cuantificación de la privación de uso - - - - - - - -
4. Se computa el tiempo que debió cumplimentar los recaudos exigidos por la
,.
poliza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5. Damnificadoque carece de recursos para reparar el rodado - - - - - - - - - -
.. .
6. Parámetros para fijar la indemnización
. . -- --- - --- ----- --
~RIDICE:
GENERAL
..
7. Se concede una suma mayor a la peticionada - - - - - - - - - - - - - - - - - -
, . .. .
8. Cómputo detramites administrativos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
- Rodado que tiene un uso especial ---- ----- - --- ----- --- - -
CAPITULO
VII
DESVALORIZACIÓN VENAL
. . ., .
3 32. Legitimacion activa ------------ .........................
., . .,
a) Introduccion. Remision - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
b) Titular de un derecho real sobre la cosa, tenedor y poseedor de buena fe - - - -
Jurisprudencia
. . ., .
1. Legitimacion activa del usuario - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Carencia de legitimación activa del poseedor, usuarioy el usufructuario --
. .,
fj33. Prueba del daño por desvalorizacion venal - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
a) Prueba y daño resarcible. Requisitos. Remisión - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
El daño debe ser cierto - - - - - - - - - --- --- -- -- ---- ------ --
Jurisprudencia
1. Obligatoriedad del dictamen pericial y pedido de informes - - - - - - - -
2. Obligatoriedad del dictamen pericial ysuvaloración - - - - - - - - - - - - - -
3. Deber del perito de inspeccionar el rodado - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
4. Dictamen basado en fotografías y presupuestos - - - - - - - - - - - - - - - -
5. Rechazo por falta de prueba - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
6. No es indispensable que esté reparado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
c) Excepciones al principio general de la carga de la prueba del daño - - - - - - - - 227
22 ~ N D I C EGENERAL
. . .,
5 34. Cuantificacron - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - 228
a) Pautas generales para la estimación del daño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 228
Jurisprudencia
..
- Pautas para cuantificar el daño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 230
. . .,
b) Oportunidad para la cuantificacion - - - -- - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - 230
c) Casos especiales - - - - - - - - - - ------ ------ ------ ---- - -
--e
231
l . Desvalorizaciónpor diferencia en la pintura - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 231
.,
2. Vehículos«cerokilometro» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
, 3. Vehículo afectado a taxi -- --- - - - - - - - - - - - - - - - --- - -- - - - - - 232
4. Exigenciade menoscaboen parte vital del vehículo - - - - - - - - - - - - - - - 232
Jurisprudencia
---- ----- - ---- --
l . Necesidad de que esté dañada una partevital 233
2. No es relevanteque se haya dañado una partevital - - - - - - - - - - - - - 233
. .. .,
5. Imposibilidad de reparacion - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - -- - - - 234
6. Venta del rodado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 234
Jurisprudencia
1. Procede aun cuando el propietario no pretenda vender el bien ---
- - e
235
2. Deber de acreditar el valor de venta - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 235
CAPITULO
VIII
LUCRO CESANTE
..., ,.
Definicion y reglmen legal - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - --- - - -- - - - - - 237
a) Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
lurisprudencia
. ,.
1. Alcance y marco juridico - --- -- - - ---- - - -- -- - - - - - -- - - - 238
.. , .
2. Licitud de la actividad - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - -- --- -
--e 239
3. Lucro cesante: resarcimiento de una probabilidad - - - - - - - - - -- - - - - 239
4. Relaciónde causalidad entre la inactividad y los beneficios perdidos - - - - - 239
5. Lucro cesante del titular de una explotación - --u - ---- --------- 239
b) Diferenciasdel lucro cesante con el daño emergente y la pérdida de «chance»- 240
lurisprudencia
1. Diferencia entre la pérdida de «chance» y el lucro cesante - - - - - - - - - - - 241
2. Diferenciaentre el lucro cesantey la privación de uso - - - - - - - - - - - - - 241
. . ., .
S 36. Legitimacionactiva - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 242
., . .,
a) Introduccion. Remision . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242
b) Titular de un derecho real sobre la cosa, tenedor y poseedor de buena fe - - - - 242
Jurisprudencia
-
. . .,
Legitimaciondel dueño de la cosa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 242
5 37. . .,
Prueba y cuantificacion del daño ------- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 243
lurisprudencia
1. Lucro cesante no presumible. Necesidadde comprobaciónobjetiva - - - - - - - 244
2. prueba de una base real y cierta para el cómputo - - - - - - - - - - - - - - - - - - 245
GENERAL
~NDICE
3. Deber de acreditar que desarrollaba una actividad laboral y la pérdida de las ga-
nancias - - _ - - - - - - - - _ _ _ - - - - - _ - - - - - - - _ - _ _ - _ _ - _ - - - _ - -
4. Se concede aun cuando había déficit probatorio - _ _ _ _ - - - - - - - - - _ _ - _
5 38. Algunos supuestos relevantes - - - - _ - - _ _ _ _ - _ - _ _ - - - _ - - - - - - - _
a) Vehículo afectado a taxi o remise - _ - - _ - - - _ _ --_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ -
Jurisprudencia
1. Requisitos para la admisión del lucro cesante de un taxi - - - - - _ - _ - _ - -
2. Se presume el lucro cesante de un taxi pero debe acreditarse su extensión _
b) Servicios contratados vía Internet: Uber, Cabify, etcétera _ _ - - _ - _ - _ - - - -
Jurisprudencia
- .. ..
Licitud de la actividad ------------- -_--- ________ ---_ __
c) Propinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jurisprudencia
1. Propina de un taxista - - _ _ _ - _ - - _ _ _ - - - - _ - - - - - _ - - - _ - - - _ -
, .
2. Propina del sector gastronomico - _ _ - - - - _ _ _ _ - - - - - _ - _ _ _ _ _ - _
d) Reclamo bajo incumplimiento de normas tributarias - - - - - - - - --- - - - - -
e) Víctima impedida de continuar trabajando de por vida _ _ _ _ _ _ ___-----
Jurisprudencia
- Víctima impedida de continuartrabajando: no se indemniza el lucro cesante
f ) Colectivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jurisprudencia
- Nose presumeellucrocesantede loscolectivosyseexige mayor material pro-
batorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) Honorariosde un abogado -___-- ___--- _______-_-_ __------
Jurisprudencia
- Rechazo del lucro cesante por honorarios -_ _ _ _ _ _ -_ _ _ _ _ _ - -_ -_ -
..
h) Actividad no autorizada - - - _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ - - --_ _ - _ -- - ---- _ --
Jurisprudencia
- Rechazo del lucro cesante por actividad no autorizada - _ _ _ - _ - - - - _ - -
. .
9 Víctima con escasas lesiones y sin internación _ _ _ - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
- Damnificado sin lesiones graves y sin internación --_ _ _ _ _ _ ----- ---
j] Víctima que realizabatareas no formales («changas») - - - _ - - - - - - _ - _ _ _
Jurisprudencia
- Admisión del lucro cesante cuando la víctima realizaba «changas» _ - - - -
. . . , y regimen
3 39. Definicion , .
legal -------_-------__-----_-__---- -_ - 261
~NBICEGENERAL
a) Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lurisprudencia
..
1. Requisitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. Fecha desde quese computa el perjuicio - - - - - - - - - ----- -- - - - - -
3. Frustraciónde la celebración de un contrato - - - - -- - - - - - - - - - - - - -
b) Diferenciascon el daño emergente y el lucro cesante. Remisión -- ------ -
5 40. . . ., .
Legitimacionactiva - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
-
I.
. , . .,
a) Introduccion. Remisron . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Titular de un derecho real sobre la cosa, tenedor y poseedor de buena fe ----
5 41. . . .,
Prueba y cuantificacron del daño - - - - - _ _ ---- - ----- -- --- -- ---- ---
Jurisprudencia
- Falta de prueba. Daño eventual - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
rj 42.
. ., . .
Indemnizacionpor fallecimiento -- - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 43. Algunos supuestos relevantes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
a) Jubilada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lurisprudencia
- Jubilada que reclama por las actividades que no puede realizar - ------
CAP~TULOx
LESIÓN A LA INTEGRIDAD DE LAS PERSONAS
(INCAPACIDAD SOBREVINIENTE) Y GASTOS
..
rj 44. Incapacidadsobrevrnrente - - - - - - - - - - - - - - - - - - - __ - - - - - - - - - - - - -
a)
.,
Concepto y regimen legal - - - - - - - - - - - - - - - - - __ - - - - - - - - -- --
lurisprudencia
1. Incapacidad: concepto y alcance - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Indemnizaciónplena y límite al arbitrio judicial - - - - - - - - - - -- - - - - -
. .,
3. Aplicacion temporal de la ley - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
4. Daño psíquico incluido en la incapacidadsobreviniente - - - - - - - - - - - -
5. Derecho personalísimoa la integridad psicofísica - - - - - - - - - - - - - - - -
. . .,
b) Prueba y cuantrficacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -
Jurisprudencia
- Rechazo de la incapacidad por falta de prueba - ---- - - - - - - - - - - - -
~NDICEGENERAL
..
4. Lasvariables para cuant~ficarel daño - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
l. El porcentajede incapacidad determinado por el perito - - - - - - - - - -
11. La actividad productiva o económicamentevalorablede la víctima: dura-
. .
ción, edad de la víctima e Ingresos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Deber deexplicitar lasvariables utilizadas para el cálculo de la indem-
. .,
nlzaclon - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ---- -
2. Variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Cálculo hasta los setenta y cinco años de edad - - - - - - - - - - -
, .
- Salario mínimo, vital y movll - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Cálculo con ingresos no constantes - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- El porcentaje de incapacidad estimado por el perito, enfermedad
. 0
XI
CAP~TULO
INDEMNIZACIÓN POR FALLECIMIENTO-VALOR VIDA
GENERAL
~NDICE
Jurisprudencia
1. Conceptoy normativa aplicable - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Requisitos para su procedencia.Pérdida de «chance» - - - - - - - - - - - - - - -
5 47. .,
Carga de la prueba del daño. Excepcion - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 48. Supuestos contenidos en el art. 1745 del Código Civil y Comercial - - - - - - - - - -
a) Gastos de asistencia y funeral - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ---- - -
Jurisprudencia
- Gastos de asistencia yfuneral - - - - - - - - - - - - - - - - - - - --
1
b) Alimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..
1. Legitimadosactivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Cónyuge, separación de hecho y divorcio - - - -- - - - - - - - - - -
m a e
Jurisprudencia
..
1. Cónyuge con condena de prisión - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
2. Posibilidadde desvirtuar la presunción del daño - - m - ---- -- -
3. Presunciónde la viuda y no de los hijos mayores. Carga de la prueba
..
II. Conviviente - - _ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
..
1. Legit~maciondel concubino - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - -
S ,
, . o
Jurisprudencia
1. Hijo próximo a cumplir la mayoría de edad - - - - - - - - - - - - - -
2. Procedenciade la indemnización por valor vida de los hijos menores
IV. Hijos incapaces ocon capacidad restringida - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
- .. .
Hija incapaz - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
V.
, .
Progenitor afin alimentante - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
VI. Mujer embarazada - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
VII. Ascendientes (abuelos) - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
VIII. Hijos mayores deveintiún años de edad sin derecho alimentario - - - -
Jurisprudencia
1. Rechazo del hijo mayor de edad que no aporta prueba - - - - - - -
2. Admisión del rubrocuando lo prueba - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. No utilización de cálculos matemáticos para la cuantificación - - - -
2. Utilización por analogía del art. 1746 para cuantificar el daño - - - -
3. Parámetros para cuantificar el daño - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Occiso desocupado o amo de casa _
- - --- - - - --- - - - - - ----
GENERAL
~NDICE 27
322
5. Presunciónrespecto de los padres por el fallecimiento de sus hijos - - - - 322
l
CAPITULO
XII
INDEMNIZACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS
NO PATRIMONIALES (DANO MORAL)
TJ 50. . ., .
Legitimacion activa y «gran incapacidad)) - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Constitucionalidad del art. 1078del Código Civil --- --- - --- --
2. lnconstitucionalidad del art. 1078 del Códigocivil - - - - - - - - - - - - - - - - -
..
3. Conviviente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..
4. Hermano noconvrviente - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
, .
5. Sobrino de la victima - _ - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - - - - - - - -
. . .,
lj 51. Prueba y cuant~ficacion - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Jurisprudencia
1. Aplicación del nuevo Código como pauta interpretativa -- - - - - - - - - - - - -
. .
2. No requiere prueba: «rn re ipsa» - - - - - - - - - - - - - - --- - - - - - - - - - - -
. .
3. Cuantifrcacion: pautas generales - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
0 ,
. . .,
4. Cuantifrcacion: muertede un hijo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5. Cuantificación:fractura e intervención quirúrgica - - - - - - - _ - - - - - - - - -
6. Cuantificación: rescate y muerte de otras personas - - - - - - - - - - - - - - - - -
348
4. Admisión con lesiones de escasa entidad - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 348
5. Procedentecuando hubo dictamen pericia1psicológico - - - - - - - - - - - - 348
6. No corresponde el daño moral por la privación de uso ------- 348
CAP(TULOXIII
INTERESES, FALLOS PLENARIOS
Y PRESCRIPCIÓN LlBERATORIA
lurisprudencia
- Ley aplicablea los intereses - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
lurisprudencia
..
1. Inicio del cómputo - - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -------
. ., en mora - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Constitucion
2. Tasa pasiva hasta la cuantificación y luego activa - - - - - - - - - - - - - -
- Cuantificacióna la fecha del dictamen pericial. Rubro reparación del
rodado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Cuantificaciónal momento de la sentencia - - - - - - - - - - - - - - -
- Daño moral - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
. . . sin causa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Enriquec~miento
3. Aplicación de tasa activa desde la entrada en vigencia del Código Civil y
Comercial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Sujeto que debe fijar la tasa de interés - - - -- - - - - - - - - -- - - -
4. Tasa activa desde la fecha del hecho - - - - - - - - - - - -- - - ------ -
- Los montos decondena nose fijan a valoresactuales - - - - - - - - -
. . .
- Noconstituye un enriquecimientosin causa - - - - - - - - - - - _ . - - -
Jurisprudencia
1. Readecuación con sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada - - - - -
, .
2. Norma de orden publico - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
GENERAL
~NDICE
.,
3. Readecuacion del cálculo de los intereses - - - - - - - - - _ _ _ _ _ _ - _ - - -
.. . . .,
4. Requisitode intimacion de pago - ----- - - _ _ _ _ - - - - - - - - - - - _ _ _
. ., de los fallos plenarios _ _ - - - _ _ _ - _ _ _ - - _ _ _ _ - - _ - - _ _ _ _ _ _ -
5 55. Apltcaclon
lurisprudencia
. , .
1. Continuan vigentes _ - - - - - - - - - - - _ - - - - - _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ - _ - - -
9 .
2. No contlnuan vigentes - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ -
,
. ., llberatoria
5 56. Prescripcion . --------_-----_ _ _ _ --- -- _ _ - -_ -- -- ---
. . .
a) Concepto y caracteres. La prescripción Iiberatoria _ _ _ - _ _ - - _ - _ - _ - - - - -
..
., . ., * - - - - - - .- -.,- - - - - - 1- - - - - - - - - - _ - _ _ _ _
b ) Inlcio del plazo _ _ - - - - -
c) Suspension e interrupclon ae la prescrlpcion - _ _ _ - - - - _ - _ _ - - - - - - - - -
d) Plazo de prescripción en los supuestos de responsabilidadcivil - - - _ _ _ - _ - -
lurisprudencia
1. Comienzo del cómputo y daños continuados - - - - - - - - - - - - _ _ - _ - -
., . .,
2. Suspensiondel plazo de prescrlpcion - - - - - - - _ - - - - - - - - _ _ ---- -
CAP[TULO XIV
RELACIÓN ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y PENAL
.,
5 57. Introducclon. Normas de fondo o de fcrma -_ -_ _ --_ ------ -- --_ -_ -_
Jurisprudencia
- Normadual__----____-_---_-----__----_------_-____
3 58. Independenciade las acciones civil y penal y suspensión del juicio civil. Excepciones
.,
a) Extlncion de la accion penal
9 a ,
--_--_----------___---_ --
. .
b ) Dilación del procedimiento penal - - - - - - - - _ _ _ - - _ - - - - - - - - _ - - - _
c) Factor objetivo de responsabilidad:los juicios por accidentes de tránsito - - - -
lurisprudencia
1. Suspensióndel llamado de autos para sentencia - _ - - - _ _ _ - - - - - - - -
. .
2. Dilación del procedimiento penal - - - - - - - - _ _ _ _ _ - - - - - - _ - _ - - _
3. Plazos razonables en el proceso - _ - - - - - - - - - - - - _ _ - - - - - - - - _ _
4. Nulidad de la sentencia civil dictada mientras estaba pendiente la penal - _
3 59. Efectos de la sentencia penal -------- - - - _ _ _ _ --- ----_ _ -------
a) Condenatoria
., . .
--_--_-___---_--------___u-------------
b ) Absolucion o sobreseimiento - - - - - _ _ _ - - - - - - - - - _ _ - - - - - - - _ - - -
c) Inexistencia del hecho, de autoría, de delito o de responsabilidadpenal _ _ - -
jurisprudencia
1. Las normassobreprejudicialidad penal no son absolutas _ _ - - _ _ _ _ - _ -
2. Archivo en sede penal y la naturaleza de la culpa - - - - - - - _ _ - - - - - _ _
3. Sobreseimiento: imposibilidad del juez civil de revisar lascircunstanciasfác-
ticas del hecho -------__--- --__-- --
4. Efectos del sobreseimientoy de la absolución -- _ _ - - ---_ _ - -
----u
PARTE TERCERA
NUEVAS TENDENCIAS
CAP[TULO xv
DAÑOS OCASIONADOS
POR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL:
VEH~CULOSAUTÓNOMOS
t
.,
61. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -------
€j62. Daños ocasionadospor inteligencia artificial: aproximación a un marco regulatorio
5 63. Vehículos autónomos - - - - - - - - - - - - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
a) Concepto e introduccion - ------ - - - -- -- - - - - - - - - --- --- - - - -
b) Normativas en materia de vehículos autónomos - ----- -- - - - - -- - - - -
c) Daños derivados de la intervención de vehículos autónomos - - - - - - - - - -
5 64. La función preventiva de la responsabilidadcivil en los vehículos autónomos ---
3 65. El seguro de losvehículos autónomos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ADS Sistema de conducción automatizada, por sus siglas en ingles
APBA Abeledo Perrot Buenos Aires
art. / arts. artículolartículos
BOCABA Boletín Oficial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
C. contra
CACAT Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
y Tributario
CACC Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de ...
CACCCA Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Contencioso
Administrativo de.. .
CACCCAF Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Contencioso
Administrativo y Familia de...
CACCL Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de ...
CACCLM Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral
y Minería de ...
CACCMPT Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minería, Paz
y Tri butario de.. .
CACCMPTF Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz,
Tributario y Familia de ...
capítulo/capítulos
Código Civil (ley 340, derogado por ley 26.994)
Código Contencioso Administrativo y Tributario
de la Ciudad de Buenos Aires
CCCN Código Civil y Comercial de la Nación (ley 26.994)
cfr. confrontar/confróntese
CN ConstituciónNacional
CNCCF Cámara Nacionalen lo Civil y Comercial Federal
de la Capital Federal
ABREVIATURAS
t. 1ts. tomoltomos
TFUE Tratado de Funcionamientode la Unión Europea
TJUE Tribunal de Justicia de la Unión Europea
vol. lvols. volumen1volúmenes
PARTE PRIMERA
RESPONSABILIDAD CIVIL
CAP~TULOI
NORMATIW APLICABLE
Rivera, Aplicación del nuevo Código Civily Comerciala los procesos judiciales en trámite
(yotras cuestiones que debería abordar el Congreso), LL, On Line, AR/DOU1424/2015; Kemelma-
jer de Carlucci, Elartículo 7del Código Civily Comercialy los expedientes en trámite en los que no
existe sentencia firme, LL, 201 5-B-1146; ídem, Nuevamente sobre la aplicación del Código Civily
Comerciala lassituacionesjurídicas existentesal l 0 d eagosto de 2075, LL, ejemplar del 21611 5.
Kemelmajer de Carlucci, La aplicación del Código Civily Comerciala lasrelacionesysitua-
cionesjurídicas existentes, 201 5, ps. 100 y 101.
38 CECILIA CELESTE DANESI
entonces nuevo-art. 1078 del CCcuando el hecho dañoso fue anterior a la puesta
en vigencia de la ley 17.7113. Es que el daño no es una consecuencia del ilícito, sino
un elemento constitutivo.Así, al ser uno de loselementos necesarios paraquesecon-
figure la responsabilidad civil, este no es la consecuencia, sino la causa constitutiva
de la relación.
Actualmente, IosJuzgadosNacionales de Primera Instancia en lo Civi14sostienen
que en materia de accidentes de tránsito rige la normativa vigente al momento de
producirse el siniestrovial. Entonces, si el evento dañoso fue antes del l0deagosto
de 201 5, se aplica el código de Vélez Sarsfield y, si tuvo lugar con posterioridad, el
cuerpo normativo unificado.
Su fundamento reposa en que la nueva ley se aplica a: I) las relaciones y situa-
ciones jurídicas que se constituyan en el futuro; 11) las relaciones y situacionesjurí-
dicas existentes, en cuanto no estén agotadas; 111) las consecuencias que no hayan
operadotodavía. Esdecir, "la leytoma a la relación ya constituida (por ejemplo, una
obligación) o a la situación (por ejemplo, el matrimonio) en el estado en que se en-
contraba al tiempo en el que la ley nueva essancionada, pasando a regir los tramos
de su desarrollo aún no cumplidos. Los cumplidos, en cambio, están regidos por la
ley vigente al tiempo en que sedesarrollaron. Del mismo modo, si antesde lavigen-
cia de la ley nueva se hubieran producido ciertos hechosaptos para comenzar la ges-
tación de una situación según la vieja ley, pero insuficientespara constituirla (osea,
la situación o relación está in fíeri), entonces, rige la nueva ley" 5.
La Cámara Civil y Comercial de la ciudad de Trelew, a su turno, se reunió en ple-
no y de oficio dictó el acuerdo 194 que dispone: "Una vez dictada la sentencia de
grado en una causa bajo el régimen de los Códigos Civil yde Comercio hoyvigentes,
en lassucesivas instanciasjudiciales habrá de revisarse la sentencia de grado a la luz
de los mismos ordenamientos bajo cuyo amparo ella se dictóu6,con excepción de
aquellos supuestos que se pudieran presentar como hechos en curso de ejecución,
es decir, que no se agotaron con el dictado de la sentencia sino que comenzaron a
existir a partir de ella. Esta doctrina resultó fuertemente criticada.
CNCiv., enpleno, 21/12/71, "Rey, Joséc. Viñedosy Bodegas Arizu", LL, 146-273.
JNC n041, 15/9/15, "De Jesús, Marcela Alejandra c. Farías, Alejandro César Enrique y otros
s/Daños y perjuicios", expte. no54.1 73/03; JNC n035, 919115, "González Sánchez, Luis y otro c. Mull-
ner, José Norberto y otros/Daños y perjuicios", entre otros.
Luis Moissetde Espanés, cit. por Herrera-Caramelo, en Código Civily Comercialdela Nación
comentado, t. 1, en www.infojus.gob.ar/docs-f/codigo-comentado/CCyC~Comentado~Tomo~l%20
(arts.%201%20a%20400).pdf; en igual sentido: Kemelmajer de Carlucci, La aplicación del Código
Civily Comerciala las relacionesysituacionesjurídicas existentes, 2015.
CACC Trelew, 15/4/15, Acuerdo 194, disponible al 818117, en www.colegio-escribanos.org.
ar/noticias/20 15-06-12-Acuerdo-Plenario- 194-Trelewpdf.
Para Kemelmajer de Carlucci, la nueva ley rige inmediatamentea lasconsecuen-
cias de las relacioneso situacionesjurídicas, independientemente del dictado de la
sentencia en la instancia de grado. Rivera, por su parte, entiende que ello atentaría
contra el principio de congruencia yque, desde un plano másgeneral, no es lisay Ila-
namente predicable que el Código Civil y Comercial de la Nación resulte necesaria-
mente de aplicación inmediata a las causas judicialesen trámite, en tanto su aplica-
ción retroactiva afecte la relación procesal, en violación a la garantía constitucional
del debido proceso. Retruca la jurista mencionada en primer término. Aclara que,
cualquierasea la instancia en queseencuentreel expediente, hay queaplicar el mis-
mo sistema de derecho transitorio que se vino aplicando en virtud del art. 3OdeI CC,
con el objeto de verificar si las situaciones y sus consecuencias están o no agotadas,
si está en juego una norma supletoria o imperativa y, como cuestión novedosa, si se
trata o no de una norma más favorable al consumidor. Finalmente, Rivera contesta
considerando que el art. 7" es una herramienta insuficiente ya que la doctrina de
Roubier es parcial, confusaycontradictoria y, además, para solucionar loscasosque
se presentan en la realidad hacen falta otros elementos no provistos por aquella
doctrina7.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostiene que la jurisdicción de las cá-
maras está limitada por los términosen que quedó trabada la relación procesalyel
alcance de los recursos concedidos, que determinan el ámbito de su facultad deci-
soria y que la prescindencia de tal limitación infringe el principio de congruencia
quese sustenta en los arts. 17y 18 de la C N ~Criterio
. que fue adoptado por algunas
Cámaras de ~pelaciones~.
No obstante ello, hay sectores de la jurisprudencia que resuelven las causas de
conformidad con el texto unificado. Como por ejemplo, la Cámara de Apelaciones
de Pergamino en una de demanda de daños y perjuicios ocasionados por un acci-
dente de tránsito sostuvo que "resulta de aplicación en la especie el encuadre nor-
Gudiño, La vigencia del Código Civily Comercial en los procesos de daños en trámite, en
"RCCyC", 201 5 (septiembre), 107, LL, On Line, AR/DOU293712015;Kemelmajer de Carlucci, Elartí-
culo 7del Código Civily Comercialy los expedientes en trámite en los que no existe sentencia firme,
LL, 201 5-B-1146;ídem, Nuevamente sobre la aplicación del Código Civily Comerciala lassituacio-
nesjurídicas existentesal l0de agosto de2015, LL, ejemplar del 21611 5; Rivera, Aplicación delnue-
vo Código Civily Comerciala losprocesosjudicialesen trámite (yotrascuestionesque debería abor-
dar el Congreso), LL, On Line, ARlDOU142412015; ídem, Aplicación del Código Civily Comercial a
las relaciones preexistentes y a los procesos judiciales en trámite. Algunas propuestas, LL, On Line,
ARIDOUI 97712015; Leguisamón, La problemática de la aplicacióntemporalde lasnormasdelnue-
vo Código Civily Comercial de la Nación, elDial-DC1FOE.
CSJN,71711 5, "Becerra,Juan Joséc. Calvi, Juan MaríayotrosslCumplimientodecontrato",
CSJN-Fallos, 301 :925; 304:355.
CACCTrelew, Sala A, 11/8/15,LL, On Line, ARlJURl2685412015.
CECILIA CELESTE DANESI
mativo previsto en el nuevo Código a partir del Capítulo 1cuando trata otrasfuen-
tesde lasobligacionesyprevé la responsabilidad civil, concretamente en la Sección
3" a partir del art. 1716dondese consagra la función resarcitoria yel deber de repa-
rar todo daño que se cause (. . .) el factor de atribución aplicablees objetivo, confor-
me se desprende de los arts. 1721y 1722y concs. del CCCN, en cuanto conducía una
cosa riesgosa que provocóel daño, yque permite tambiénen la nueva legislación Ii-
berar al responsablecuando se demuestre la causa ajena"I0.
Por nuestra parte, consideramosque en materia deaccidentesde tránsito rige la
ley vigente al momento del siniestro. Ello por cuanto, no solo se desprende de una
razonada interpretación del art. 7", sino que también resulta ilógico que se juzgue
un hecho por una ley novigenteen aquel momentoyque, por consiguiente, las par-
tes no hayan podido ajustar su conducta a esas normas.
Ello comprende: a) todos los presupuestos de la responsabilidad civil como re-
lación creditoria: la antijuridicidad; los factores de atribución; la relacióncausal y el
daño; b) la legitimación para reclamar, y c) la pérdida de chances como daño re-
sarcible, aun si se trata de daños causados en las relaciones de consumo1l.
En cuanto a la cuantificacióndel daño (que no incluye la acreditación de su exis-
tencia), alguna jurisprudencia considera que debe efectuarse de conformidad a los
parámetros propuestos por la ley vigente en el momento en que la sentencia deter-
mina la medida o extensióndel detrimento, sea en dinero o en especie o bien, fijan-
do la pautas para su cuantificación en la etapa de ejecución1*.Debemos destacar
que, en materia de accidentes de tránsito, la cuantificación puede darse en momen-
tos muydiversosy, teniendo en cuenta los vaivenes económicosdenuestro país, ello
modifica considerablementela indemnizaciónde la víctima.
Así las cosas, útil es recordar la distinción entre daño instantáneo, el que aconte-
ce una sola vez y puede ser presente o futuro y, el continuado, que permanece a lo
largo del tiempo. Entonces, el detrimento consolidado no sufrirá alteraciones a lo
largodel tiempo, mientrasquelos noconsolidados,puedenmodificarseconeltrans-
curso del tiempo. Esa evolución, si acaece una vezvigente el nuevo código, quedaría
comprendida por el art. 1746del CCCN13.
Jurisprudencia
1 Las normas del Código Civil y Comercial no se pueden aplicar para resolver la con-
tienda, dadoqueal ser el daño un presupuestoconstitutivode la responsabilidad,aque-
llos que dieron origen a este procesoconstituyeron, en el mismo instante en quese pro-
dujeron, laobligación jurídica de repararlos. [CNCiv., 1919117,Sala L, "Papagno, Marie-
la Silvia c. Lado, Danielyotros s1Daños y perjuicios", LL, On Line, ARíJURí6386412017].
3 Dado que el hecho ilícito en el que se causaron los daños reclamados acaeció antes
del lo de agosto de 2015, correspondejuzgar la controversia conforme a las disposicio-
nesdelCódigoCivil, por cuanto losefectosjurídicosde la obligación asígestada se ago-
tarondemaneracontemporáneaa la ocurrencia del accidente. [JNCn041,1519115, "De
Jesús, Marcela Alejandra c. Farías, AlejandroCésar EnriqueyotrosslDañosy perjuicios"
(expte. no54.17312003) y, en igual sentido, JNC no35,91911 5, "González Sánchez, Luis y
otro c. Mullner, José Norberto y otro slDaños y perjuicios", entre otros].
todos modos, con Códigoviejo o nuevo, la interpretación que guíe esta decisión, ycual-
quier otra, no puede desconocer la supremacía de la Constitución Nacional, ni los tra-
tados de derechos humanos en los que la República sea parte, no ya solo porque lo re-
cuerde el Código Civil y Comercial (arts. 1O y 2O), sino porque así lo manda la Constitu-
ción Nacional (art. 31, e inc. 22, art. 75). [CNCiv., Sala B,21112/15, "A,, M. C. c. Rodrí-
guez, Alejandro Aníbal slDaños y perjuicios", Rubinzal On Line, RC J 7991161.
6. Pronunciamientosde lostribunalesdeapelación
10 Una vezdictada la sentencia degrado en una causa bajoel régimen de loscódigos
de Vélez Sarsfield y Acevedo, se produce una consolidación jurídica de la causa o un
consumo jurídico, que lleva aparejada la consecuencia de que en las sucesivas instan-
cias judiciales habrá de revisarse la sentencia de grado a la luzdel mismo ordenamien-
to bajo cuyo amparo ella se dictó. Ello así con excepción de aquellos supuestos que se
pudieran presentar como hechos en curso de ejecución, esto es, que no se agotaron
con el dictado de la sentencia sino que comenzaron a existir a partir de ella. [CACCde
Trelew, en pleno, 15/4/15, acuerdo no194, SAIJ, Id SAIJ, NV11117].
11 La jurisdicción de las cámaras está limitada por los términos en que quedó trabada
la relación procesaly el alcance de los recursos concedidos, que determinan el ámbito
desu facultad decisoria yque la prescindenciade tal limitación infringe el principio de
congruencia que sesustenta en losarts. 17 y 18de la CN. [CSJN, 717115, "Becerra, Juan
José c. Calvi, Juan María y otros sICumplimiento de contrato", CSJN-Fallos, 301:925;
304:355].
12 El hecho de que se haya dictado una sentencia que nose encuentra firme no tiene
influencia sobre cuál es laley aplicable.Así, si la Cámara revisa una sentencia relativa a
un accidente de tránsito, aplica la ley vigente al momento de ese accidente; en agosto
de 2015 la revisará conforme la normativa del Código Civil, no porque asi resolvió el
juez de primera instancia, sino porque la ley que corresponde aplicar es la vigente al
momento que la relación jurídica nació (osea, el del accidente). Cambia la situación, si
la apelaciónversara sobre consecuencias no agotadas de esas relaciones, o lo que ata-
ñea la extinciónde esa relación. [CNCiv., Sala J, 2818115, "S. M. A. y otro c. Z. J. L. yotros
s/Daños y perjuicios", LL, ejemplar del 29/10/15, p. 81.
sora. [CACC Bahía Blanca, Sala 11,2311 2115, "Mangano, EdgardoOmarc.Rivera Novoa,
LorenzoAntonio y otro slDaños y perjuicios", Rubinzal On Line, RC J 83051151.
l 5 Art. 1113: "La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causa-
ren los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado. En
los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para eximirse de responsabili-
dad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere sido causado por el
riesgo oviciode la cosa, soloseeximirá total o parcialmentederesponsabilidadacreditando la cul-
pa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder" (párrafo incorporadopor art. lo de
la ley 17.711, BO, 26/4/68. Vigencia: a partir del lo de julio de 1968). "Si la cosa hubiese sido usada
contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será responsable" (párrafo incor-
porado por art. lo de la ley 17.711, BO, 26/4/68. Vigencia: a partir del lo
de julio de 1968).
No había uniformidad en la aplicación del art. 1113. Algunos sectores de la doc-
trina sostenían que en materia de colisión plural de automotores en movimiento se
aplicaba la teoría de origen francés denominada "neutralización de riesgos" l6 o
-para otros- la llamada "distribución paritaria de los daños" 17, según la cual se
descartaba la teoría del riesgo creado en esoscasos puesto que ambosvehículoscre-
aban riesgosy los neutralizaban, con lo cual, regía el art. 1109 del CC.
La discusión quedó sellada luego de un pronunciamiento de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el año 1986. El Máximo Tribunal señaló que, en materia
de colisión plural de automotores, la circunstancia de un riesgo recíproco no excluía
la aplicaciónde lodispuestoen el art. 1113, párr.2"del CC, por loquesecreaban pre-
sunciones concurrentescomo las que pesan sobre el dueño o guardián, quienes de-
bían afrontar losdañoscausadosalotro, salvo que hayan probado alguna de lasexi-
mentes reguladas en la norma la.
Años más tarde, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en los autos "Val-
dez, Estanislaoc. El Puente S.A.T. s/Dañosy perjuicios" j9, sentó la doctrina plenaria
según la cual la responsabilidaddel dueño o guardián emergente de accidentes de
tránsito producidos como consecuencia de una colisión plural de automotores en
movimiento, no debía encuadrarse en la órbita del art. 1109del CC, sino quegober-
naba la cuestión el art. 1113, párr. 2", in fine, del mismo cuerpo normativo. Aclara-
mosque, para aplicar esta doctrina, era suficiente que uno de los rodadosse encon-
trara en movimiento; supuestos que se dan frecuentemente en la práctica cuando
un automóvil estacionado es embestido por otro en movimiento o bien, cuando un
vehículo detenido por indicación de la señal lumínica es impactado en su parte tra-
sera por otro en movimiento.
Entonces, salvo escasas excepciones, las demandas iniciadas por los daños pro-
ducidos a raíz de un accidente de tránsito, se circunscri bían en su puestosde respon-
sabilidad extracontractual de naturaleza objetiva con fundamento en la teoría del
riesgo creado, es decir, un daño que se ocasionaba por el riesgo de la cosa y, por lo
tant~~tornabaaplicablela última partedel párrafosegundodelderogadoart. 1113
del Código deVélez Sarsfield.
Asimplevista, podemosadvertir que las consecuenciasde la implementación de
esa teoría eran notorias en el proceso. Ahora, la víctima ya no tenía que cargar con
la prueba de la culpa del agente en su reclamo de indemnización, sino que le basta-
ba acreditar el perjuicio y la existencia de una relación de causalidad entre la cosa
riesgosa y el daño que exhibeZ0.Es más, el contacto con la cosa riesgosa no era im-
prescindible para valerse de la responsabilidadobjetiva ya que, lo único que se re-
quería era la intervención activa de la cosa. Es decir, que esta pueda haber ejercido
una influencia causal decisiva en la realización del daño, para que se encasille en el
supuesto del segundo párrafo, segundo apartado, del art. 11 13 del CCZ1.
En conclusión, una vez probada la intervención activa de la cosa y su conexión
causal con el daño producido (relacióndecausalidad), se presumía que el detrimen-
tose había generado por el riesgoovicio de la cosaZ2,presunciónquesolo podía ser
desvirtuada si se acreditaba la intervención de una causa ajena, es decir, la culpa de
lavíctima, la de un tercero porquien no tenga el deberjurídicode responderoel ca-
so fortuito o la fuerza mayorZ3.
Jurisprudencia
tud para quebrar tal nexo. [CSJN, 4/12/96, "Simili, Eduardo c. lzolani Zeta, Rubén D.
s/Recursode inconstitucionalidad", Secretaríade Informática del Poder Judicial desan-
ta Fe; RCJ 13811/09].
5 Y si bien en el caso de autos las partes son contestes en afirmar que no hubo contac-
to entre el camión de la parte actora y los rodados de los demandados, lo cierto es que
al tratarse de cosas consideradas riesgosas (rodados en movimiento), la ley establece
una presunción de causalidad y, por consiguiente, lo que interesa determinar es si las
cosas jugaron o no un rol determinante en la ocurrencia del evento dañoso, indepen-
dientemente de si el contacto finalmente se produjo o no. [JNC n041, 615115, "Empresa
deTransportesDon Pedr0S.R.L. c.Timoner, PedroAntonioyotross/Dañosy perjuicios",
exp. 4184005/2009].
26 CNCiv., Sala G, 211 1115, "R., J. A. M. c. C., C. L. y otros1Daños y perjuicios", RubinzalOn Line,
RC J 586116.
ACCIDENTES DE TRANSITO
27 Galdós, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t. VIII, ps. 584y 585.
28 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, Za ed., 2016, t. 2, p. 328.
29 Trigo Represas, Responsabilidad civil. Doctrinas esenciales: concurrencia de culpa o riesgo
en elaccidente automotor, 2007, vol. II, p. 750.
30 Bustamante Alsina, cit. por Calvo Costa, Derechodelasobligaciones, Zaed., 2016, t. 2, p. 302.
transforma la cosa en peligrosa, no hace más que crear un riesgo, es decir, la contin-
gencia o proximidad de un daño. Otros, en cambio, destacan que existen diferen-
cias entre ambos conceptos: en el daño ocasionado por el vicio de la cosa, existe un
obrar antijurídico y culpable del dueño o guardián en la fabricación o conservación
de la cosa y, el factor de atribución es objetivo con fundamento en la garantía; pero
cuando el perjuicio tiene su origen en el riesgo de la cosa, el deber de responder del
dueñooguardiánse basa en lacreacióndeesasituacióndepeligroqueoriginan con
el empleo de dichos elementos32.
Por otra parte, el art. 1757 del CCCN deja sentados dossupuestosque no eximen
de responsabilidad. El primero de ellos, es la autorización administrativa y, el se-
gundo, es la implementación de técnicas de prevención, respecto de las cuales ha-
remos una breve consideración.
La prevención del daño es la vedette de la responsabilidadcivil en el nuevo Có-
digo, por cuanto se incorpora como una de sus funciones (art. 1710 y SS.).Actual-
mente, la prevención ocupa un lugar importantísirno en la comunidad jurídica na-
cional e internacional, abarcando todas las ramasdel derecho. Así, por ejemplo, en
España se concibe la posibilidad de atenuar la responsabilidadpenal de las perso-
nas jurídicas (por las conductas cometidas por sus empleados), cuando adopten las
medidas eficaces para prevenir y descubrir los delitos que en el futuro pudieran co-
meterse (art. 31 bis, e español)^^. Con ese propósito, se creó la figura del complian-
ce que consiste en un programa de prevención de riesgos -adoptado por las em-
presas-que comprende medidas de detección y ~ r e v e n c i ó nEntonces,
~~. una per-
sona jurídica que cumple con esas medidas preventivas, puede lograr atenuar o exi-
mirse de responsabilidad penal.
En el derecho argentino, y conforme las claras directivas que emanan de la últi-
ma parte del art. 1757 del texto unificado, la adopción de medidas preventivas en
modo alguno exoneran de responsabilidad.Y, puntualmente, en el caso de losve-
hículos, consideramosque la creación de programaso códigosquegaranticen la se-
guridad deaquellos, no los hará despojarse desu calificación de cosa riesgosa.Esde-
cir, por más medidas preventivasqueseadopten para asegurar la "no peligrosidad"
de un rodado, este no perderá esa calificación, ni la aplicaciónde la responsabilidad
objetiva y, con ello, la presunción de causalidad. Las únicas eximentesde responsa-
32 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, 2" ed., 2016, t.2, p. 304.
33 El primer precedente en el cual se declaró la responsabilidad penal de una personajurídi-
ca por el delito cometido por uno de sus empleados en beneficio de la empresa es la sentencia de
1909 del Tribunal Supremo norteamericano "New York Central & Hudson River Railroad v. United
States".
34 Bachmaier Winter, Responsabilidadpenalde laspersonasjurídicas: definiciónyelementos
bilidad que se admiten en los casos de daños ocasionados por la circulación de ve-
hículos, son la causa ajena o cuando el dueño o el guardián acrediten que la cosa fue
usada en contra de su voluntad expresa o presunta. Este tema toma relevante im-
portancia en materia de vehículos autónomos, puesto que estos están dotados de
tecnología de avanzada que reduceconsiderablementela tasa desiniestralidad yel
daño que padecen tanto los tripulantes del rodado como la cosa o personas contra
las que i m p a ~ t eSobre
~ ~ . este tema remitiremos al lector al Capítulo XV.
En suma, a tenor de lo normado por el art. 1769 d ~cuerpo
l unificado, en los ca-
sos de daños causados por la circulación de vehículos, se aplican los artículos referi-
dos a la intervención de las cosas (arts. 1757 y 1758, CCCN), que pregonan un factor
de atribución objetivo (art. 1721, CCCN). Motivo por el cual, la culpa del agente re-
sulta irrelevante a los efectos de imputar responsabilidady, excepto disposición le-
gal en contrario, solo podrá eximirsedemostrando la causa ajena (art. 1722, CCCN),
la que acaece cuando el daño se produjo por el hecho de damnificado (art. 1729,
CCCN), el caso fortuito o la fuerza mayor (art. 1730, CCCN) o el hecho de un tercero
por quien no se debe responder (art. 1731, CCCN); las que desarrollaremosenel Ca-
pítulo Ill.Además, el cuerpo normativo prescribe que no son eximentes de respon-
sabilidad la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la
actividad, ni el cumplimiento de técnicas de prevención (art. 1757, in fine, CCCN).
Jurisprudencia
2 Sabido es que la reforma introducida al art. 1113 del CC, por la ley 17.711, consagró
en el sistema argentino la responsabilidad del dueño o guardián, por los daños ocasio-
nados por el riesgo o vicio de la cosa y es el párrafo final el que establece las eximentes
que pueden liberarlo. Esta responsabilidad objetiva ha sido receptada en el CódigoCi-
vil y Comercial vigente desde el l0deagosto del corriente año. Así, el art. 1769del CCCN
, dispone, para los casos de accidentes de tránsito, la aplicación del régimen de respon-
sabilidad objetiva por riesgo creado o por actividades riesgosas o peligrosas. En aten-
ción a ello, incumbe a la parte actora la acreditación del hecho ysu relaciónde causali-
dad con el daño, en tanto que es la parte demandada la encargada de acreditar la exis-
tencia de alguna eximente en su favor. [CACCMPTF 2a Mendoza, 2618115, causa no
1443211289, "R., S. de la G. yotra c. Cozzari, Alberto Flavio RodrigoyotroslDañosyper-
juicios", RubinzalOn Line, RC J 59291151.
3 Cabe señalar que, en cuanto al encuadre jurídico que habrá de regir esta litis, aten-
diendo a la fecha en que tuvo lugar el accidente de tránsito, resulta de aplicación al ca-
so lo dispuesto por la normativa contenida en el Código Civil, hoy derogado, por apli-
cación de lo dispuesto en el art. 7' del CCCN, actualmente vigente, sin perjuicio de se-
ñalar, claro está, que a idéntica solución se arribaría aplicando al caso las normas perti-
nentes de este último cuerpo legal citado. Hecha esta aclaración, en este caso estamos
en presencia entonces de una acción personal tendiente a obtener la reparaciónde los
daños producidos como consecuencia de una colisión producida entredosvehículosen
movimiento. Por lo tanto, resulta de aplicaciónal caso la teoría del riesgo creado en su
plenitud, conf. "Valdez, EstanislaoF. c. El Puente S.A.T. yotro" de la Excma. Cámara Na-
cional de Apelacionesen locivil del 10111194. [CNCiv., Sala H, 1/9/15, "C., M. J. c. Flores,
Mirtha Angélica y otro slDaños y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 76821151.
tiva del Código Civil y Comercial, aunque, en realidad, el distingo carecería de dema-
siada trascendencia práctica en tanto la solución que arrojaría la aplicación de los arts.
1723,1726,1757,1769yconcs., CCCN, no parece diferir. [CACCMorón, Sala 11,22/9/15,
"B. S. B.A.yotroc. L.A., J. I.yotros/Dañosyperjuicios", RubinzalOn Line, RCJ6154l151.
6 Actualmente, el art. 1769 del CCCN, establece que los artículos referidos a la res-
ponsabilidad derivada de la intervención de cosas, que resulta~bjetiva~seaplican a los
daños causados por la circulación de vehículos (art. 1757, CCCN), siendo irrelevante la
culpa del agente a los efectos de atribuir responsabilidad, estableciendoque en tales
casos el responsablese libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal
en contrario(art.1722, CCCN)yrecordandoque"exceptodisposición legal, la carga de
la prueba de los factores de atribución y de las circunstanciaseximentes corresponde
a quien los alega" (art. 1734, CCCN). Como se aprecia, tanto en el sistema del anterior
Código Civil, que es el aplicable al caso, como en el actual, a quien pretende la indem-
nización le basta con demostrar el contacto de sus bienes dañados con la cosa riesgo-
sa productora del daño, en tanto que, para eximirse, el responsabledebe invocarypro-
bar alguna de las circunstancias que contempla dicha norma, vale decir, la culpa de la
víctima, la de un tercero por quien no deba responder o el caso fortuito ajeno a la co-
sa. [CNCiv., Sala B, 12/9/16, "S., M. J. c. Aldaz, Daniel Andrés y otro s/Daños y perjui-
cios", Rubinzal On Line, RC J 56501161.
4. Responsabilidaddel transportista
11 Cuandose ha producido la muerte del pasajero, como la acción es intentada por los
damnificados indirectos, ya no resulta de aplicación el art. 184del CódigodeComercio,
pues ellos no fueron parte en el contrato de transporte que vinculó a la víctima con la
empresa. La responsabilidad de esta por el perjuicio causado a aquellos a raíz de la
muerte del pasajero no deriva del incumplimiento de dicho contrato sino del hecho ilí-
cito, de modo que la pretensión debe considerarse ejercida iure propio y no iure here-
ditatis, nocorrespondiendoencuadrarla en el ámbitodel art. 184del Código de Comer-
cio,sinoenel del art. 1113del CC(arts. 1753,1757y 1758, CCCN). [CNCiv., SalaG,4/10/16,
"N,, N. G. yotro c. Empresa de FerrocarrilesArgentinos yotro s/Daños y perjuicios", Ru-
binza1On Line, RC J 58311161.
siniestro (actualmente arts. 1286 y 1757, CCCIV), que establece que en caso de muerte
o lesión de un viajero, la empresa estará obligada al pleno resarcimientode losdaños
y perjuicios, no obstante cualquier pacto en contrario, a menos que pruebe que el ac-
cidente provino de fuerza mayor osucedió por culpa de la víctima o de un tercero por
quien la empresa no sea civilmente responsable. Las características específicas de este
tipo de contratoson: que es un contrato de resultados, que acepta la teoría del riesgo
creado o responsabilidadobjetiva y que produce la inversión del onusprobandi para
justificar la excepción. [CNCiv., Sala D, 17111115, "E. P., M. c. A., F. y otro s1Daños y per-
juicios", RubinzalOn Line, RC J 5731161. I
--
5. Nexo adecuado decausalidad
13 Si un observador imparcial hubieseasistido a la escena precedentementedescripta
(por un lado, una persona que pretendeascenderaunvehículo estacionadodelladode
la calle sin cerciorarse de que no se estuviera aproximando algún otro rodado y, por el
otro, un colectivo que se desplaza rápido muy cerca de una ambulancia estacionada a
raízdea una emergenciaquese está atendiendo), hubierafácilmenteconcluido quese
hallaba ante una desgracia anunciada y tal es la noción de causalidad adecuada, com-
prensiva de la idea de previsibilidad, que reconoce nuestro ordenamiento legal (arts.
901 a 906, CC, y arts. 1726 y 1727, CCCN). [CNCiv., Sala G, U11115, "R., J. A. M. c. C., C. L.
y otro s1Daños y perjuicios", Rubinzal On Line, RC J 5861161.
7. Carga de la prueba
15 Sabidoesque la reforma introducida al art. 1113del CC, por la ley 17.71 1, consagró
en el sistema argentino la responsabilidad del dueño o guardián, por los daños ocasio-
nados por el riesgo ovicio de la cosa y es el párrafo final el que establece las eximentes
que pueden liberarlo. Esta responsabilidad objetiva ha sido receptada en el Código Ci-
58 CECILIA CELESTE DANESI
1 - Bicicletas
La bicicleta es un "vehículo de dos ruedas, normalmente de igual tamaño, cuyos
pedales transmiten el movimiento a la rueda trasera por medio de un plato, un pi-
ñón y una cadena" 40.
No hay consenso en torno a su encuadre legal. Para algunos, estas no están in-
cluidas en las dispocisiones sobre accidentes de tránsito (como tampoco los ciclo-
motores, las motocicletas, los de tracción a sangre y los peatones)41,mientras que
para otros sí42.
En respaldo a la primera postura, se sostiene que la bicicleta no se debe conside-
rar como cosa riesgosa, ya que la ley se refiere a cosa cuyo uso constituye un riesgo
para terceros, como el caso de los automotores, que puesto en funcionamiento ad-
quieren una fuerza o peligro propio que escapa a menudo del control de quien los
maneja. La bicicleta es un medio de transporte impulsado por el esfuerzo humano
de su conductor, que puesto en circulación desarrolla una velocidad limitada a las
particularidadesfísicas del ciclista, con una gran movilidad de maniobra y sin estruc-
tura defensiva (paragolpes, barra antivuelcos, etcétera) para su chofer. En virtud de
estas características, la posibilidad de producir daño a terceros queda circunscriptaa
otro vehículo de iguales características o a peatones, pero no así para vehículos de
mayor envergadura estructural y con potencia autónoma para el desplazamiento
(motos, autos, camiones, etcétera). Por ello la bicicleta, más que constituir un riesgo
de daño para los terceros en la circulación del tránsito, lo es para la propia persona
que en ella se transporta por la vulnerabilidad de su e ~ t r u c t u r a ~ ~ .
Por nuestra parte, consideramos que, si bien es cierto que la bicicleta constituye
más un peligro para quien la conduzca que para el resto de la sociedad, esta premisa
depende de si se "enfrenta" a un automóvil o a un peatón. Y precisamenterespecto
de este último tiene la posibilidad de ocasionarle graves lesiones. Así, por ejemplo,
la bicicleta puede alcanzar una gran velocidad que es muydifícil de disminuir de un
instante para otro frente a la intempestiva presencia de un peatón en la vía pública.
También es aún más complejo controlar una bicicleta en una pendiente pronuncia-
da o, bien, en una zona de curvas con terreno irregular.
En suma, lo que queremos afirmar es que una bicicleta incrementa la posibilidad
de producir un daño frente a un peatón u otro ciclista. Eso, sumado a la amplitud del
término "circulación de vehículos" utilizado por el art. 1769 del Código vigente, nos
lleva a considerar que aquellas deban ser encuadradas como cosa riesgosa. Destaca-
mos también que son definidascomovehículosque transportan personasocosas4?
A todo ello, cabe adicionarle que hay algunas bicicletas a las que les incorporan
motores, circunstanciaque indudablemente incrementa su peligrosidad.
2 - Motos
Las motocicletas no presentanmayores complejidades en cuanto a su encuadre
en el art. 1769 del Código unificado. En efecto, antes de la reforma, se le aplicaban
las previsiones del art. 1113 del CC.
Al respecto, señala Picasso que, más allá de la diferencia de tamaño entre una
moto y un automóvil, lo cierto es que ambos constituyen cosas generadoras de ries-
43 CACCM San Juan, Sala 1,29/8/17, "Ferrero, Omar Otello c. Lo Cascio, Laura Liliana y otros
s1Daños y perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/63796/2017.
44 Disponible al 1/5/16 en www.wordreference.comldefinicionlveh% C3%ADculo y, en igual
gos. Es más, muchas veces las motos, por su menor tamaño, permiten encarar ma-
niobrasaún más peligrosas para la circulación automotrizque las realizadas por los
propios automóviles. Cita a Pizarro, quien con acierto expone que tampoco se neu-
tralizan o compensan las presunciones de causalidad (estipuladas en el derogado
art. 1113, CC), cuando los vehículos tienen igual grado de peligrosidad; menos aún
cuando uno de ellos tiene mayor potencialidad dañosa hacia terceros que el otro
(como sucede con la m o t ~ c i c l e t a ) ~ ~ .
3 - Vehículos autónomos
Asimismo, se incluyen en los supuestos del art. 1769 del CCCN los vehículos de
conducción autónoma, esdecir, aquellosque carecen deconductor. Estosya son uti-
lizadosen ciudades como Abu Dabi o Singapur como módulos eléctricoscapaces de
transportar hasta 24 pasajeros46.Otro ejemplo, lo constituyen los autos automáti-
cosde la aplicaciónUberque trasladan pasajerossinconductoryestán dotadoscon
tecnología láser, cámaras y sensores4'. A pesar de su reciente incorporación en las
calles de los Estados Unidos de América, ya empezaron a producirse siniestros4*y
hasta uno de ellos con resultado En estos casos, indiscutiblemente y gracias
a la terminología empleada por el nuevo Código, no dudamos que debe aplicarse
el art. 1769. Pero la complejidad de la cuestión radica en la nómina de sujetos res-
ponsables, tema que será abordado en el siguiente capítulo.
4 - Otrossupuestos
Existen otros casos que resultan aún más controversiales, como por ejemplo,
cuando los sujetos utilizan para trasladarse por la vía pública "patines" o "patine-
tas", los que más allá de que sean o no consideradoscomo medios (vehículos) para
trasladar personas, lo cierto es que introducen en la sociedad un riesgo ya que pue-
den alcanzar altasvelocidades.
45 Del voto del doctor Picasso en CNCiv., Sala A, 22/9/16, "M., C. D. y otro c. M., M. M. y otros
s/Daños y perjuicios", RCyS, 2016-Xll-221, 2017-11-231; en RCCyC, 2017 (marzo), 167; LL, On Line,
AR/JUR/70765/2016.
46 Disponible a1 30/4/16, en http:llwww.xata ka.comlvehiculos~estos-modulos-autonomos-
seran-parte-deI-nuevo-y-futurista-transporte-publico-en-singapur.
47 Disponible al 15/9/16 en www.clarin.comlsociedad~Uber-lanza-servicio-autos-chofer~0~
1650435011.html.
48 Disponible al 15/9/16 en ~clarin.com/sociedad/autos-autonomos-sin-conductor-Goo-
gle-0-1355264625,htmly véase asimismo www.lanacion.com.ar/2112701-california-autoriza-los-
autos-sin-conductor-en-sus-rutas (1313118).
49 Disponible al 15/9/16 en hffp:llnext.clarin.comltech/primera-victima-fatal-maneja-~ni-
dos-O 1605439594.html.
62 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
1. Motos
a. Aplicación de responsabilidadobjetiva
2 La demanda de daños intentada por un motociclista que fue embestido por un co-
lectivo que infringió la señal del semáforo en una encrucijada debe admitirse. Como
se aprecia, tanto en el sistema del anterior Código Civil, que es el aplicable al caso, co-
mo en el actual, a quien pretende la indemnización le basta con demostrar el contac-
to de sus bienes dañados con la cosa riesgosa productora del daño, en tanto que, para
eximirse, el responsable debe invocar y probar alguna de las circunstancias que con-
templa dicha norma. [CNCiv., Sala B, 2412117, "Rozñiski, Julián A. c. González, Jorge A.
yotrosslDañosyperjuicios(acc. trán. dles. omuerte)", LL, OnLine, AR/JUW2540/2017].
b. Motociclista imprudente.
Culpa de la víctima
6 La demanda de daños intentada por un motociclista que fue embestido por un co-
lectivo que infringió la señal del semáforo en una encrucijada debe admitirse, aun
cuando la demandada afirme que no fue demostrado el accionar negligente y10 im-
prudente del conductor, pues lo subjetivo, esto es, culpa de la víctima o de un tercero
ajeno, solodebe interesarcomo eximentede responsabilidady nocomofactordeatri-
bución. [CNCiv., Sala B, 24/2/17, " Rozñiski, Julián A. c. González, Jorge A. yotrossIDa-
ñosy perjuicios(acc. trán. dles. o muerte)", LL, 2017-D-574; RCyS, 2017-XI-154; RCCyC,
2017 (noviembre), 119; LL, On Line, AR/JURI2540/2017].
CECILIA CELESTE DANESI
2. Bicicletas
a. Aplicación de responsabilidadobjetiva
7 Tratándose el sub examine de una colisión entre un rodado y una bicicleta, resulta
aplicable el sup. 2, párr. 2", art. 1113 del CC, por lo que ante la mayor entidad del ries-
go creado por el automotor, incumbe al demandado-para exonerarsu responsabili-
dad- la acreditación de la culpa de la víctima o la de un tercero por quien no debe res-
ponder. Nosetrata, en suma, deatribuir culpa: el dueñooguardián del automotor-co-
, sa riesgosa- que causa un daño a otro, es responsable del daño causado, salvo que
acredite "la culpa de la víctima o de un tercero por quien no deba responder" (parte
2a, in fine, art. 1113, CC) o el casus genérico de los arts. 513 y 514 del CC. [CNCiv., Sala
B, 23111/17, "Bertazzo, Domingo Ambrosio c.Tamay, Walter CésaryotrosIDaños yper-
juicios", Rubinzal On Line, RC J 101621171.
8 La teoría del riesgo creado también se aplica al choque entre una bicicleta y un auto-
motor. La redacción actual del art. 1769 del CCCN, que remite a la teoría del riesgo crea-
do y a la actividad riesgosa y peligrosa (arts. 1757 y 1758, CCCN) "para los daños causa-
dos por la circulación devehículos" incluye los choques entre automotores y bicicletas.
"La denominacióncirculación de vehículos es más amplia que la usual de accidentes de
tránsito porque incluye a los daños producidospor automóviles (comprensivos de bici-
cletas, motos, máquinasagrícolas, etcétera) nosolo durante la circulaciónvialsinotam-
bién en todos los casos en los que media su intervención activa, estén o no en movi-
miento. En realidad más que accidentesde automotores, de tránsito0 de la circulación,
se trata de siniestros viales, expresión que excluye la referencia a evento imprevisible
quecontiene la denominación "accidente". [CACCAzuI, Sala 11,1417116, "Maldonado,
María Fabiana c. Orliacq, Silvana slDaños y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 38671161.
prioridad de paso del auto de la demandada que transitaba-también por una aveni-
da- pero por su derecha (arts. 60, inc. b, 66,69, ap. c, inc. 2", 70,87 y 107 yconcs., decr.
4012007 de la Provincia de Buenos Aires). [CACC Azul, Sala 11, 14/7/16, "Maldonado,
María Fabiana c. Orliacq, SilvanasIDañosyperjuicios", RubinzalOn Line, RCJ38671161.
c. Ciclista imprudente
12 El accionar del actor puede ser calificado no solo como imprudente, sino harto te-
merario, desde una perspectiva objetiva. Es que no podía desconocer el innegable pe-
ligro que implicaba cruzar-en bicicleta-en contramano una avenida de doble ma-
no decirculación. La imprudencia en la que incurrió la víctima-circulación en contra-
mano- es de una gravedadtal que la erige como causa exclusiva y excluyente del la-
mentable suceso y, por lo tanto, idónea para provocar el resultado acaecido. No obsta
a esa conclusión el rol de embistente-y su consecuente presunción de responsabili-
dad-que en la especie le habría cabido al demandado. Pues, en algunos casos, el so-
lo hechofísico del choque no basta para inculpar al colisionante, cuandoexisten otros
factores -como el acreditado en autos- que conducen a su exención total de res-
ponsabilidad. [CNCiv., Sala B, 2311 1117, "Bertazzo, Domingo Ambrosio c. Tamay, Wal-
ter César yotro s1Daños y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 101621171.
13 La bicicleta no se debe considerar como cosa riesgosa, ya que la ley se refiere a co-
sa cuyo uso constituye un riesgo para terceros, como el caso de los automotores, que
puesto en funcionamiento adquieren una fuerza o peligro propio que escapa a me-
nudo del control de quien los maneja. Es un medio de transporte impulsado por el es-
fuerzo humanodesu conductor, que puestoen circulacióndesarrolla una velocidad li-
mitada a las particularidadesfísicas del ciclista, con una gran movilidad de maniobra y
sin estructura defensiva (paragolpes, barra antivuelcos, etcétera) para su chofer. En
virtud de estas características la posibilidad de producir dañoa terceros queda circuns-
cripta a otro vehículo de iguales características o a peatones, pero no así para vehícu-
los de mayor envergadura estructural ycon potencia autónoma para el desplazamien-
to (motos, autos, camiones, etcétera). Por ellose puede afirmar sin lugar a hesitación
66 CECILIA CELESTE DANESI
que la bicicleta, más que constituir un riesgode daño para lostercerosen la circulación
del tránsito, loes para la propia persona queen ella se transporta por la vulnerabilidad
de su estructura. [CACCM San Juan, Sala 1,29/8/17, "Ferrero, Omar Otello c. Lo Cascio,
Laura Liliana yotros s/Dañosy perjuicios", LL, On Line, AWJUW63796/2017].
tum, por lo tanto debe ser destruida por prueba categórica aportada por aquel so-
bre quien recae y que acredite acabadamente alguna de las causales de exonera-
ción que contempla la citada disposición legal, toda vez que, incluso en estado de
duda, es insuficiente a los fines indicados53.
Dicho esto, debemos mencionar que el Código faculta al juez a disminuir la res-
ponsabilidad. Es decir, el juez, al fijar la indemnización, puede atenuarla si es equi-
tativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las
circunstancias del hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo del respon-
sable (art. 1742, CCCN).
Al respecto, seseñala que podría aplicarseesa figura al peatón que actúa sin cul-
pa, y en directa referencia a lo que el art. 1742 señala como "las circunstancias del
hecho", articulando con la eximente del hecho del damnificado, el que ahora nose
requiere que sea culposo (art. 1729, CCCN)~~.
Por nuestra parte, consideramos que la norma citada debe emplearse con espe-
cial cautela y principalmente, debe operar cuando lassituacioneseconómicasde las
partesseanevidentemente desproporcionadaso bien, cuando la víctima actuó con
un burdo descuido por sus propios intereses.
Jurisprudencia
1 Dado que resulta aplicable en la especie el art. 1113 del CC, cabe dilucidar si ha que-
dado acreditada la culpa de la víctima en la produccióndel accidente de marras. Es que,
comprobado el contacto entre el vehículo y el peatón, la normativa señalada (que tie-
ne igual tenor que la contenida en el Códigocivil y Comercial) pone en cabeza de la em-
plazada la demostracióndela ruptura del nexocausal. [CNCiv., Sala B,21112115, "A,, M.
C. c. Rodríguez, Alejandro Aníbal slDaños y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 7991161.
2 En un juicio de daños y perjuicios iniciado por un camión que embistió a dos meno-
res que cruzaban por la senda peatonal, si bien aplicar la nueva preceptiva del Código
Civil y Comercial de la Nación carecería de demasiada trascendencia práctica en tanto
la solución que arrojarían los arts. 1723,1726,1757,1769 y concs. del CCCN no parece
diferir de la que aporta el art. 1113 en cuestión, corresponde aplicar este último, por
cuanto se encontraba vigente al momento del hecho. [CACC Morón, Sala 11,2219115,
"Barrios, Sandra Beatriz Antonia y otro c. Lacuadra, Aranda Juan Ignacioy otros s1Da-
ñosyperjuicios", LL, On Line, AR/JUfU3128412015].
53 CNCiv., Sala E, 28/12/05, "Perdomo Martín, AnairJudithc. Bolsi, Carlos Albertoy otros", LL,
On Line, AR/JUR/9756/2005.
s4 Mosset lturraspe - Piedecasas,Accidentes de tránsito, 2" ed., 2014, p. 157.
68 CECILIA CELESTE DANESI
3 El peatón que fue embestido por un rodado debe ser declarado responsable en un
50% por lasconsecuenciasdañosasdelsiniestro, pues reconocióquecirculabacaminan-
do por la banquina, incumpliendo su deber de transitar por la acera, lo cual tuvo apti-
tud para influir en el nexo causal entreel hechoyel perjuicio. [CACCM San Juan, Sala 11,
25/10/16, "Pérez, Darío Noé c. Saban, Mauricio Maximiliano s/0rdinarioU, RCyS, 2017-
111-104; LL, On Line, AR/JUR/80610/2016].
por uno o mas de sus miembros. Solo se libera quien demuestra que no integraba el
grupo ".
Si bien a los fines de nuestro estudio únicamente resulta relevante este último
supuesto, precisaremos las diferencias entre uno y otro caso.
La intervención es disyuntiva o alternativa cuando el hecho parece atribuible a
una persona u otra, pero nose puede identificarquién efectivamente causó el daño.
Por eso hablamos de autoría anónima, porque desconocemosquién del grupo pro-
dujo el daño, pero que sabemos el detrimento provino de ahí. El ejemplo típico es el
del equipo médico que realiza una intervención y el paciente sufre un menoscabo.
Así, no existe duda que el daño fue producto de la práctica médica, no obstante ello,
no es posible identificar cuál de los galenos lo ocasionó.
Entonces, la causalidad es alternativa o disyunta, y únicamente podrán eximirse
de responsabilidad los miembros del grupo que acrediten que no han contribuido
con la producción del daño.
Por otra parte, en el caso comprendido en el art. 1762 del CCCN, el daño se ge-
nera por la actividad peligrosa de un grupo ytodossus integrantes responderán en
forma solidaria.Aquí, no estamosen presencia de una causalidaddisyuntiva, ni pre-
suncionesdeautoría,sinoquese presupone queel detrimentoderiva del riesgocre-
ado por la actividad peligrosa que desarrolla el grupo. Y es por ello que, la forma de
eximirse de responsabilidad es demostrando que no integraba el grupo.
En algunos ordenamientos jurídicos para responsabilizar a todos los partícipes
que han concurrido en la producción del daño, se exige que -en los supuestos de
responsabilidad objetiva o por riesgo-el perjudicado pruebe que la conducta-ac-
ción de cada uno de ellos ha aumentado deforma concreta el riesgo de la lesión del
bien jurídico, más allá de lo que se considera el riesgo permitido por la propia acti-
vidad,favoreciendodeesta forma el resultado lesivo. Solo así podrá establecerse un
lazo lo suficientemente estrecho entre el partícipe y el supuesto dañoso que justifi-
que la imputación del daño, separándolo del restode personasque tienen una pos-
tura neutral frente al resultado lesivo55.
En el seno del continente europeo, la cuestión ha sido abordada en los Principios
de Derecho Europeo de la Responsabilidad Civil. Allí, se adopta como criterio básico
de causalidad la teoría de la conditio sine qua non (art. 3:101, P E T L ~Señala
~ ) . Martín
Casalsque la amplitud deese criterio se mitiga con una serie de reglasque, de acuer-
do con la correspondiente incorporación de la doctrina alemana, podríamos califi-
car de "criterios de imputación objetiva". Entre ellos, se recogen la causalidad ade-
55 Cypionka (1985), ps. 72 y 73, cit. por Múrtula Lafuente, Causalidad alternativa e indeter-
minación delcausante deldaño en la responsabilidad civil, en "lndret", no351,2006.
56 3:lOl: "una actividad o conducta (en adelante, actividad) es causa del daño de la víctima
si, de haber faltadotal actividad, el daño nose hubiera producido".
ACCIDENTES DE TRANSITO 71
b) Concepto de grupo
Según la Real Academia Española, grupo es una pluralidad de seres o cosas que
forman un conjunto, material o mentalmente c o n ~ i d e r a d o ~ ~ .
El grupodebeserademásde una realidad numérica, una realidad cualitativa, no
consiste en una mera "yuxtaposición" de personas, sino que media pertenencia de
seres o cosas que forman un conjunto, a través de un lazo de cohesión más o menos
definido. Y no solo se debe acreditar el factor de aglutinación del grupo (religión,
tarea común, alojamiento de un equipo deportivo, etcétera), sino que es menester
quese identifiquen asuscomponentes, puesdeotro modo no se puedeentablarco-
rrectamente el reclamo que es solidario contra ellos63.
En el derecho comparado se ha precisado que no se podrá responsabilizar a un
grupo de pasajeros que viajan en un autobús por el daño causado por uno de ellos
al arrojar un objeto por una ventanilla, si aquellos estaban sentados tranquilamen-
te ensusasientoscuandose produjoel hecho, pero sícuando todos participan de un
juego que puede implicar que un objeto salga por las ventanillas del autobús que
están abiertas y puedan lesionar a alguien que pase por la acera de una vía pública
concurrida. Esto nos hace pensar dos cosas, por un lado, que el simple encuentro de
hecho en el tiempo y en el espacio, sin voluntad de reunión y sin elegir a los partíci-
pes, puede generar responsabilidad, si no se conoce el autor directo del daño (este
sería el supuesto del art. 1761, CCCN), cuando se dan las condicionesde imputación
subjetiva u objetiva precisas respecto de cada uno de los partícipes que intervinie-
ron en su causación. Y, por otro lado, tampoco sería precisa para la imputación del
grupo una unidad espacio-temporal en la actuación de los partícipes. Aunque lo
más normal es que esta se produzca si se precisa la concurrencia de las restantescon-
diciones de imputación de los agentes64.
Añadimos que, en nuestro ordenamiento, los grupos que prevén los arts. 1761 y
1762del CCCNtienen una diferencia importante. Esta radica en que el del último ar-
tículo, debe estar llevando a cabo una actividad peligrosa, mientras que el del pri-
mero, no.
Jurisprudencia
68 Zavala deGonzález, cit. por CACC 5"Córdoba, 11/3/14, "F., C. A.C.L. M. J.yotrosl0rdinario
-dañosy perjuicios", LLC, 2014 (junio), 568; RCyS, 2014-X-3018, LL On Line, AR/JUR/6031/2014.
ACCIDENTES DE TRANSITO 75
7. Eximente:falta de participación
9 Aun si se admitiera, como alega el demandado recurrente, la dificultad para indivi-
dualizar al autor material del hecho que produjo las lesiones padecidas por el actor, co-
rrespondeseñalar que, en tal caso, resultaría viable recurrir a los principiossubsidiarios
de la responsabilidadcolectiva y, en virtud de ello, contrariamentea losostenido, el he-
cho de que no se haya acreditado que él mismo concretara un acto específico deviolen-
cia contra el actor, no obstaría a una sentencia decondena en su contra. Es que precisa-
mente la responsabilidad colectiva aparece cuando el sujeto no está individualizado
entre un grupo de posibles responsables.Por lo tanto, siempre que alguien haya inte-
grado-como en el supuesto- un grupo de personasdeterminadas, una de las cuales
resulta ser autor indeterminado de un daño, ha de estimarse que ese alguien es pre-
suntivamente autor del daño, mientras él no pruebe lo contrario. Y no habiendo el re-
currenteacreditadosu falta de participación en el hecho sinosolo alegado que nose ha
podido determinar la relación directa entresu propio obrar y las lesiones de la víctima,
corresponde desestimar todo cuestionamiento a la responsabilidad atribuida. [CACC
San Nicolás, 16/8/11, "Carasales, José Alberto c. Aybar, Sebastián Víctor slDaños y per-
juicios", RubinzalOn Line, RC J 13.1481111.
CAP~TULO
II
SUJEWS RESPONSABLES
3 5. Introducción
Como es por todos sabido, nuestro régimen jurídico adopta un sistema de ins-
cripciónconstitutiva en materia deautomotores, circunstanciaque, si bien en cuan-
toa la legitimación activa no presenta mayoresdificultades,estassesuscitanen tor-
no a la legitimación pasiva.
En primer término, útil es recordar que la legitimación para obrar-legitimatio
ad causam-consiste en la cualidad que tiene una persona para reclamar respecto
de otra una pretensión en el proceso, por lo que, existirá falta de legitimación para
obrar cuando no medie coincidencia entre las personas que efectivamente actúan
en el procesoyaquellaspersonas a lascuales la ley habilita especialmente para pre-
tender o contradecir la materia del litigio1.
En el Código Civil y Comercial la legitimación procesal es variada, pues va desde
la representaciónnecesaria hasta la másamplia capacidad procesal. Si hay ausencia
de capacidad, como así también de representación, se está en presencia de una ex-
cepción de falta de personería (arts. 19,24 a 26,30,49,93,103,679, CCCN)~.
En materia de daños ocasionados por accidentes de tránsito, el texto unificado
prevé en forma expresa lossujetosquedeberán responder. Así, el art. 1758-aplica-
ble conforme a la remisión que efectúa el art. 1769-, establece que: "Eldueñoyel
guardián son responsablesconcurrentes del daño causadopor las cosas, Se conside-
ra guardián a quien ejerce, porsío por terceros, el uso, la direccióny el control de la
cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si
prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.
96. Dueño
Para la adquisición de los derechos reales por actos entre vivos, de modo deriva-
do, se aplica la teoría del título y el modo, que se refiere al cumplimiento de lasfor-
malidades que la ley establece para la adquisición del derecho real de que se trate.
Se debe estar ante un título suficiente que debe cumplir con los requisitosdeforma
y fondo, así como también con el modo suficiente. En el caso puntual de los auto-
motores, la diferencia radica en cuanto a la forma, ya que si bien el título puede re-
alizarsetanto por instrumento públicocomo privado, debeagregárseleademásun
tercer requisito esencial, que es la inscripción registra1del bien a favor del adqui-
rente3.Haremos un breve repaso normativoy jurisprudencial.
El decr.-ley 6582158 instauró la inscripciónconstitutiva en materia de automoto-
res, con lo cual, solo queda transmitido el dominio una vez que se ha registrado la
transferencia en el registro correspondiente.
En ese contexto normativo, la Cámara Nacional de Apelaciones Especial en lo Ci-
vil y Comercial dictó el 18/8/30 un fallo plenario4en los autos caratulados "Morra-
zo, Noberto c. Villareal, lsaacy otros" que estableció que no subsiste la responsabi-
lidad de quien figura en el Registro Nacional de la Propiedaddel Automotor, como
titular del domino del vehículo causante del daño, cuando lo hubiere enajenado y
entregado al comprador con anterioridad a la época del siniestro, si esta circuns-
tancia resulta debidamente comprobada en el proceso. Asimismo, si el dueño se ha
gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previs-
tos por la ley (art. 1941).
Así, y al igual que el régimen del derogado Código de Vélez Sarsfield, el dueño
de la cosa será quien ejerza el derecho real de dominio de ese bien y, si la cosa es re-
gistrable, será el sujeto que cuente con la inscripciónregistra1del bien. Recordemos
que losderechosreales recaen sobrecosas registrables, cuando la ley requiere la ins-
cripción de los títulos en el respectivo registro a los efectos que correspondan y, so-
, bre cosas no registrables, cuando los documentos portantes de derechos sobre su
objeto no acceden a un registro a los fines de su inscripci.ón (art. 1890, CCCN).
La figura del "dueño" es quizás la que -en principio- presenta menos com-
plejidades, puesto que basta con solicitar un informe de dominio en el Registro de
la PropiedadAutomotor para responsabilizar a quien surja como titular registral al
momento del siniestro.
No obstante ello, existen algunos supuestos que suscitan controversias. El más
frecuente acaece cuando se vendió el rodadoy no está realizada la transferencia re-
gistral ni la denuncia de venta; supuestos que serán analizados a lo largo de este ca-
pítulo. Lo que debemos dejar en claro es que en esos casos, es decir, en los que se ce-
lebró el contrato de compraventa yse hizo la tradición, mas no se cumplió con la ins-
cripción, el vendedor continúa siendo responsable ante terceros por los daños que
pueda acarrear el automotor. Motivo por el cual, lasvíctimaspuedendirigir la acción
contra aquel ya que continúa siendo propietario mientras no se registre la transfe-
rencia. Si se realizó la denuncia de venta, esta desplaza inmediatamente la respon-
sabilidaddelvendedor haciaelcomprador, aun cuando, comosostienen algunosau-
tores, ese desplazamiento no es automático, sino que deberá acreditarse en el caso
de arribarse a juicio7.
Jurisprudencia
1 Conforme el sistema de responsabilidad civil estructurado por vía del art. 1113 del
CC, el deber de responder por los daños causados por el riesgo ovicio de la cosa, se atri-
buye a su dueño o guardián. Y el decr. 6582158 ratificado por ley 14.467 y modificado
por ley 22.977 otorga el carácter de dueño de un automotor a la persona a cuyo nom-
brefigure inscriptoen el RegistroNacionalde Propiedaddel Automotor, haciéndoloen
tal carácter, civilmente responsable por losdaños quese produzcan(arts. lo, 27yconc.).
La interpretación armónica de las normas citadas permite concluir que el dueño al que
se refiere el art. 1113 del CC-en el caso de los automotores-es quien figura como ti-
tular registra1del mismo (cfr. CSJT, sent. n0277del 23/4/02) yque su responsabilidad re-
conoce como fundamento el riesgo de la cosa que interviene en la causación del daño.
[CS Tucumán, 21/3/07, "R. L. G. C. y otro c. G.R.Y. s/Daños y perjuicios", Dirección de In-
formática Jurídica del Poder Judicial deTucumán, Rubinzal.OnLine, RC J 67971071.
5 El art. 27 del régimen de la propiedad automotriz crea afavor del titular registra1un
expeditivo procedimiento para exonerar su responsabilidad, consistente en efectuar
unilateralmente la denuncia deque ha hecho tradición del vehículoal adquirente, con
el propósito de conferirle protección legal frentea la desidia o negligenciadel compra-
dor que omite registrar la transferencia. [CSJN, 19/5/97, "Seoane, Jorge O. c. Provincia
de Entre Ríosyotros/Dañosyperjuicios", CSJN-Fallos, 326:1211; ídem,21/5/02, "Camar-
go, Martina y otros c. Provincia de San Luis y otra s/Daños y perjuicios",JA, 2003-11-2751.
5 7. Guardián
a) Concepto
gún cuál sea el poder que el sujeto tenga sobre la cosa y la causa del daño (por ejem-
plo, si la falla del automóvil obedecióa defectosen el sistema de freno so por impe-
ricia del conductor), salvo en las acciones de regreso del dueño contra el guardián
en las que quien pagó todo el resarcimiento puede repetir del guardián responsa-
ble en proporción a su contribución en el hecho" ll.
Para sellar todas las discusiones, el Código unificado regula los elementos dis-
tintivos del guardián en base a dos supuestos. Uno, en el que se considera guardián
a quien ejerce, por sí o porterceros, el uso, la direcció?y el control de la cosa. Es pre-
ciso que el ejercicio de dicho poder sobre la cosa sea autónomo e independiente res-
pecto de cualquier otra persona, por lo que, quien utiliza o emplea la cosa siguien-
do las instruccionesodirectivasde otro, no asume la condición deguardián. La nor-
ma consagra el criterio seguido por la jurisprudencia francesa a partir del célebre
arr2tFranckde la Corte de Casación de ese país1*.
El segundosupuesto es definido como "quien obtiene un provechodeeIIa", que
es la teoría que coloca el deber de reparar los perjuiciosen cabeza dequien obtiene
ventajas de la realización de cierta actividad.
En definitiva, podemosafirmar que la tipificación de la figura del "guardián" es
ecléctica o mixta y se conforma por el uso o tenencia material de la cosa con poder
de mando sobre ella; por el ejercicio autónomo del poder de gobierno, dirección o
control de la cosa vinculado con su uso y beneficio y por un aprovechamiento (eco-
nómico o no) asociado a alguno de los otros requisitos: poder de mando o utiliza-
ción de la cosa 13.
No obstante ello, la técnica legislativa propuesta por el Código unificado ha si-
do criticada, puesto que se alega que toma partido por tres teorías o doctrinas dis-
tintas. Al respecto, señala López Meza que "serán lascircunstanciasdelcaso, enton-
ces, las que ameritarán cuál doctrina se aplica, lo que trae más problemas que solu-
ciones, dada la indeterminación de un concepto central, axial en materia de respon-
sabilidad por el hecho de las cosas, que se potencia ante la novedad de los textos y
la carencia de pautas para interpretarlos, en especial en los primerosañosy meses de
suentradaenvigencia. El Proyecto havenidoasumarasílaguarda material a laguar-
da-poder de mando y a la guarda-provecho, lo que significa una aligeración de los
requisitos y complejidades para la determinación de la calidad de guardián" 14. Ob-
serva que, conforme la letra de la norma, ya no esel discernimiento un requisito pa-
l1 Galdós, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t. VIII, ps. 592y 593.
l2 Sáenz, en Código Civily Comercialdela Nacióncomentado,t. IV, p.419, en www.saij.gob.ar/
docs-f/codigo-comentado/CCyC~Nacion~Comentado?omolpddisponible al 1/5/16.
l3 Galdós, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t.VIII, p. 594.
l4 López Mesa, Responsabilidadporaccidentesde tránsito, 2014, t. 1, p. 375.
84 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
3 En nuestroderecho el propietario responde por el simple hecho de ser titular del do-
miniode la cosa quecausóel daño, e independientemente desu eventual condición de
guardián; si ambas calidades recaen separadamente sopre personas distintas el guar-
dián también habrá de responder, por ser quien de hecho tiene la cosa bajo su mando,
se sirve de ella y está en condiciones de controlarla y cuidarla, impartiendo órdenes e
instrucciones con relación a dicha cosa. Las responsabilidades del dueño y del guar-
dián son, entonces, conjuntas o concurrentes, o sea que no se excluyen entre sí. El art.
1758 del CCCN mantiene esta idea. [CNCiv., Sala A, 13/6/17, "Corral, Mónica Estela c.
Mingoni, Jorge Daniel yotrosslDañosy perjuicios", LL, On Line, ARIJURI38917/2017].
l 6 Corte de Casación, Sala Civil, 9/5/84, en autos caratulados "Gabillet" comentado por
Franfois Chabasyen "Juris Classeur Périod", en Dalloz, 1984, p. 525.
l7 López Mesa, Responsabilidadporaccidentesdetránsito, 2014, t. 1, p. 360.
86 CECILIA CELESTE DANESI
ta para exonerar de responsabilidad al titular del derecho real, sino que además
aquel debe acreditar que hizo entrega de la posesión del a u t ~ m o t o r * ~ .
Enconclusión, el titular registral que realiza la denuncia deventa, seeximederes-
ponsabilidad respecto de los daños que ocasione el rodado a terceros. No debe exi-
girsele ni "más" (acreditaciónde la efectiva transmisión de la guarda) ni "menos"
(solo la prueba de la transmisiónde la guarda, sin necesidaddeden~nciadeventa)~~.
Jurisprudencia
pietario y la del guardián de la cosa, por lo que el damnificado puede dirigir su acción
indistintamente contra cualquierade ellos por el total de losdañosquesufrió. [CNCiv.,
Sala A, 13/6/17, "Corral, Mónica Estela c. Mingoni, Jorge Danielyotross/Dañosyperjui-
cios", LL, On Line, AWJUW38917/2017].
Jurisprudencia
Jurisprudencia
1 Si la víctima sabía que ya antes del accidente el titular del automotor embistentese
había desprendido de su guarda, no solo no es razonable y justo sino, además, repug-
nante al principio de economía procesal declarar, en esas condiciones, la responsabili-
dad del dueño. No es razonable ni justo, habida cuenta que quien conoce la transferen-
cia resulta que obtiene una condena que al que puede conocer la transferenciano le es
posible obtener. Y tampoco acomodado al principio de economía, ya que por vía del
destacadoexcesode rigojen los razonamientossedilata,innecesariamente,lasolución
justa del asunto, al dejartodavía en pie la acción recursoriaentredueñoyguardián. [ST
Corrientes, 12/2/03, "Sánchez, Ramón V. c. Fabialdo, Rodolfo A. y otros", LL, On Line,
300121581.
Jurisprudencia
Resulta normal que una concesionaria no entregue el vehículo O km sin que esté
debidamente inscriptoen el Registro de la PropiedadAutomotor a nombredel com-
prador. Generalmente, ofrecen gestores que, a cambio de una suma de dinero, rea-
lizan el trámite de inscripción o bien, puede efectuarlo el adquirente en forma per-
sonal y recién podrá retirarlo de la concesionaria una vez que cuente con toda la do-
cumentación correspondientey con la patente.
96 CECILIA CELESTE DANESI
No obstante ello, puede ocurrir que el vehículo sea entregado, produzca un da-
ño y no se encuentre inscripto en el registro. En ese caso, al no haber inscripción, no
hay cosa mueble registral. Entonces, si bien no se aplica el régimenjurídico automo-
tor, la cuestión debe resolverse conforme las disposiciones del Código Civil y Comer-
cial sobre la responsabilidad por el riesgo ovicio de la cosa.
Antes de la puesta en vigencia del Código unificado, la jurisprudencia tuvo la po-
sibilidad deexpedirse al respecto. Señalóque, al noestar la cosa sometida al régimen
especial, la propiedad deberá juzgarseconforme las normas del Código Civil y el do-
minio permanecerá encabeza de la concesionaria, el importadoryloel fabricante40.
Jurisprudencia
- Responsabilidadde la concesionaria
1 El concesionarioo el importador son los dueños del vehículo mientras no se efectúe
la primera inscripción registra1del automotor O km enajenado, aunque no esté inscrip-
toa su nombre, porque para ellos no existe la obligación de inscribir. Además, porque:
a) la solución de los casos concretosdebe optimizar y maximizar la interpretación a tra-
vésde la normativa específica (decr. 6582); b) dicha normativa se dictó para generarse-
guridad jurídica, ya que el art. 2412 del CCes absolutamente insuficiente para resolver
la cuestión de la titularidad; y c) una cosa que está en el comercio tiene que tener un
propietario, y mientras no se inscriba a su nombre, el comprador no adquiere el domi-
nio. Por consiguiente, aquella es responsable por los dañoscausadoscon un automotor
O km anteriormentevendido, en un accidente producidodespuésdela venta-en el ca-
so, un año ydiez mesesdespués-yantesde la inscripción en el Registrodel Automotor
a nombredeladquirente. [SCMendoza, Sala 1,13/6/01, "Sánchez, Joséc.Germano,Car-
melo y Automotores General San Martín S.A.", LL, On Line, AWJUW64/2001].
40 SC Mendoza, Sala 1,13/6/01, "Sánchez, José c. Germano, Carmelo y Automotores Gral. San
Martín S.A.", LLGranCuyo, 2001-783;JA, 2003-1-396;CACC Rosario, Sala 11,2/11/99, "Kurtz, Roberto
E. c. Fessler, Rodolfo", LLLitoral, 2000-983.
Para un sector minoritario, la responsabilidadimputable a título de riesgo es al-
ternativa, es decir, responde o uno u otro. En cambio, el grupo con mayor auspicio
doctrinario, determina que la obligación del dueño y del guardián es concurrente,
toda vez que se trata de dos relacionesjurídicasdistintas pero conexas, que presen-
tan identidad de acreedor y de objeto, aunque diversidadde causa fuente y de deu-
dor. Por ello, lavíctima podrá accionar contra cualquiera deellosoambosa lavez4I.
Y precisamenteesaes la postura que adoptó-con acierto-el nuevo Código. El
texto del art. 1758 es sumamente claro: "El dueño y ~lguardián son responsables
concurrentes del daño causado por las cosas ...".
La regulación de lasobligacionesde sujeto plural en el texto unificado ha perse-
guido el objetivo de hacer más claras las reglasy los conceptos.Atales fines, se divi-
den en simplementemancomunadas,solidariasyconcurrentes. Se introduce una re-
gulación de las obligaciones concurrentes, que tienen amplia aplicación en la prác-
tica jurisprudencial. Estas son aquellas en las que varios deudores deben el mismo
objeto en razón de causas diferentes, lo cual las diferencia claramente de las soli-
d a r i a ~Es~ decir,
~ . poseen identidad de acreedor y de objeto, aunque diversidad de
causa y de deudor43(art. 850yss.).
En lossupuestos de obligaciones concurrentes (también llamadasconexas, indis-
tintas o convergentes), el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o
a todos loscodeudores, simultánea osucesivamentey, si uno de los deudores realiza
el pago, extingue la obligación de los otros obligados concurrentes. En el caso que
unode losdeudoresconcurrentescelebreunatransacción, dación en pago, novación
o compensación, que satisfaga íntegramente el interés del acreedor, extingue la
obligaciónde losotrosobligadosconcurrentesola extinguen parcialmenteen la me-
dida de lo satisfecho. Si existe confusión entre el acreedor y unode los deudores con-
currentes, la renuncia al crédito a favor de uno de losdeudores no extingue la deuda
de losotrosobIigadosconcurrentes;lo mismoocurrecon la prescripción, la interrup-
ción, la suspensión y la mora respecto de los restantes, es decir, no producen efectos
expansivos. Asimismo, la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada
contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero estos pueden invo-
carla cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor demandado y,
la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados
concurrentes, se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia.
Jurisprudencia
44 CNCiv., Sala E, 18/9/08, "Morales, Julio Martíny otroc. Benabidez, Cinthia Deniseyotros",
LL, 2008-F-43; LL, On Line, AR/JUR/8072/2008.
45 CNECC, en pleno, 14/12/84, "lrago, Armando Ramón c. Cabrera, AntoniosIDaños y perjui-
cios", SAIJ, FA84140002.
ACCIDENTES DE TRANSITO
5 Para condenar a la aseguradora en los términos del art. 118 de la ley 17.418, no es
menester integrar la litisconquien ha contratadoel seguro, pues basta haberlo hecho
con quien conducía el rodadocon su autorización. [CNECC, enpleno, 14/12/84, "Irago,
Armando Ramón c. Cabrera, Antonio s/Daños y perjuicios", SAII, FA84140002].
bilidad civil que puedan causar los bienes objeto del contrato. El damnificado tenía
acción directa contra el asegurador, en los términos del contrato de seguro y, el da-
dor, era responsable únicamenteen los casos que no había contratado este seguro.
La ley24.441establecía que la responsabilidadobjetiva del dador emergentedel
art. 1113 del CCse limitaba al valor de la cosa entregada en leasing, cuyo riesgo ovi-
cio fuere la causa del daño si el dador o el tomador no hubieran podido razonable-
mente asegurarlo y sin perjuicio de la responsabilidaddel tomador. Dos eran las ob-
,jeciones que se le efectuaban a esa disposición. Unos favorecían la posición del da-
dorydel desarrollo del contratocomo garantía. Sosteníanque lo más razonablepa-
ra el funcionamiento del leasing era disponer quesolamente responde el tomador
en su calidad de guardián de la cosa, liberando al propietario. Los que defendían al
tercero dañado criticaron duramente esta limitación como arbitraria.
Por su parte, el derogado art. 17 de la ley 25.248 disponía que la responsabilidad
objetiva emergente del art. 1113 del CC recae exclusivamente sobre el tomador o
guardián de las cosas dadas en leasing.
En ese contexto es que la Comisión Redactora buscó un equilibrio entre el de-
recho de lasvíctimasal resarcimiento y la necesidad de viabilizar este tipo de con-
trato~~~.
Noobstanteello, el artículooriginario fue reformado. La norma envigencia que-
dó redactada de la siguiente manera: "La responsabilidadobjetiva emergente del
art. 7 757 recae exclusivamente sobre el tomador o guardián de las cosas dadas en
leasing" (art. 1243, CCCN).
Como podemos observar, la norma prevé el supuesto de responsabilidadobjeti-
va contenido en el art. 1757 del CCCN, que regula los daños causados por el riesgo o
vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su natura-
leza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización. En esos ca-
sos, no son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la rea-
lización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.También,
se hace extensiva la responsabilidadal guardián, en los mismos términos que el art.
1758 del cuerpo normativo mencionado.
Se ha interpretado que si bien la norma constituye una clara limitación de la res-
ponsabilidad objetiva del dador, esta puede relativizarse, ya que es posible que el
dador pueda contratar un seguro sobre la cosa por los eventuales daños a terceros,
cuyo costo integrará la prima dentro del canon que abonará el tomador (arts. 1229
y 1238, CCCN). En este caso, responderá el dador también en forma objetiva4'.
Jurisprudencia
y alcantarillas faltantes o en mal estado, las aperturas de zanjas efectuadas por em-
presas concesionariasde servicios públicos, etcétera52.
Jurisprudencia
52 Perrino, "La responsabilidaddel Estado ocasionada por el riesgo o vicio de las cosas", en
AA.W., Organizaciónadministrativa, función pública y dominio público, 2004, p. 503; López Me-
sa, La doctrina delriesgocreadoysuposibilidaddeaplicación alEstado, en "REDA", no27/29, p.435
yss., cits. por Galli Basualdo, Código Civily Comercialdela Nación, analizado, comparadoyconcor-
dado, 2015, p. 121.
ACCIDENTES DE TRANSITO 105
presa estatal propietaria del tanque que participó en el choque, ya que, con relación a
esta, se trató de un hecho que no pudo evitarse-en el caso, una fuerza militar doble-
gó a la guardia, llevándose losvehículosbélicos-, quedando la inevitabilidad del suce-
so referida a los medios empleados para impedir o resistir la agresión, al contar la em-
presa estatal con custodia eficaz para repeler a la delincuencia común, mas no para en-
frentar a una fuerza sediciosa desplegada y pertrechadacomo para una batalla. [CN-
Civ., Sala B, 16111/06, "Torres, Horacio J. c. Microómnibus Norte L. 60", LL, On Line, ARI
J URI8868/2006].
ca-en-argentina-bajo-el-nombre-de-blablablablablablablablacarl,
ACCIDENTES DE TRANSITO
nes y la renuncia en este ap. 5" no pretenden limitar la responsabilidad o alterar sus
derechoscomo consumidor que no puedan excluirsesegún la ley aplicable".
Así, yconsolo leer los "términosycondiciones" de cualquiera de lasaplicaciones
mencionadas, hasta un lego en derecho podría presumir que aquellas no respon-
den por ningún daño.
Uno de los aspectos más polémicas que presenta la mencionada empresa, reside
en dilucidar si su plataforma constituye una entidad de índole tecnológica (esto es,
, si se trata de una mera base de datos) o si es una empresa dedicada a la prestaciónde
servicios en el sector de la actividad en el que actúa. Entonces, si se considera que el
propietario de la plataforma virtual se limita a la confección de una base de datos en
la cual usuarios y prestadores de servicios pueden encontrarse, no podría ser decla-
rado responsable por la mala calidad del servicio ni por los daños causados durante
la prestación del mismo. Y estaría exento, por ende, del cumplimiento de las normas
que regulan la actividad en cuestión (en el caso, el transporte urbano de pasajeros),
así como sería difícil calificar como trabajadores dependientesa las personas físicas
que prestan los servicios demandados por terceros a través de la a p l i ~ a c i ó n ~ ~ .
En cuanto a la relacióndel conductor ydel usuario del servicio, la doctrina argen-
tina señala que la relaciónjurídica que se conforma es un contrato de transporte de
consumo, celebrado mediante la técnica de la adhesión yque incluye un intermedia-
rio solidariamente responsable. Se crea un vínculo jurídico entre un proveedor del
servicio de transporte y un consumidor, que es el transportado. Este último adquie-
re un servicio, en forma onerosa -si abona el viaje-o gratuita-si se encuentra al-
canzado por alguna promoción-, como destinatario final, en los términos del art.
l ode la ley 24.240 y el 1092 del CCCN. Por su parte, Uber provee su plataforma, me-
diante la aplicación móvil, que permite al usuario concretar la contratación, asigna
un transportista que recoge al usuarioy determina la tarifa60.
En ese sentido, se afirma que no se dedica simplemente a conectar oferentes con
demandantes, sino que exigen una serie de requisitosa los conductores con el obje-
to de conseguir una buena prestación del servicio para sus clientes, lo que incremen-
ta sus ganancias. Es que de esa prestación provienen los ingresosque obtiene, esde-
cir, no del acceso a la base de datossino del pago que efectúan los usuarios por cada
servicio realizado. Los usuarios, a su vez, acuden a Uber para obtener un servicio de
quier actividad que desarrolle la empresa Uber B.V. o Uber Technologies Inc. o cual-
quier sociedad bajo ese nombre, razón social y tipo de actividad descripta en la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires hasta tanto se dicte sentencia definitiva o se pre-
sente la hipótesis prevista en el art. 182del CCAyT". Allí, señaló que "deacuerdo con
la descripción que hacen los actores en su presentacióny lo que habría expresado a
distintos medios el señor secretario de Transporte de la Ciudad, la empresa Uber in-
fringiría una serie de normas reglamentariasvinculadas con el Código de Tránsitoy
, Transporte (ley n02148publicado en el BOCABA n02615, del 30/1/07, con sus modi-
ficaciones) y de la ley no3622 (publicado en el BOCABA no3589, del 21/1/11 con sus
modificaciones)que incorporó al mencionado Código la regulación del servicio de
transporte público de pasajerosen automóviles de alquiler con taxímetro (Taxis)".
Porsu parte, la provinciade Mendozadictó la ley9086de Movilidad ~ r o v i n c i a l ~ ~ ,
donde establece que el transporte a través de plataformas electrónicas es: "...el
servicio que con base en el desarrollo de tecnologías de dispositivos móviles, utili-
zando elsistema de posicionamiento globalyplataformas independientes, permi-
te conectar a usuariosque lo demanden, punto a punto, con conductores que ofre-
cen dicho servicio mediante el uso de la misma aplicación, para celebrar un contra-
to en los términos del art. 7280ysiguientes del CCCN, según se trate de un servicio
de transporte público oprivado, respectivamente. .."(arts. 52 y 6). Y, en el art. 52 se
aclara que: "... Este transporte oneroso de pasajeros constituye una actividad pri-
vada de interés público cuyo cumplimiento se regirá por las disposiciones de la pre-
sente secciónyporla reglamentación que alefecto dicte la autoridad de aplicación.
Deberán los prestatarios cumplir con el pago de las tasas de contraprestacióny las
obligacionesimpositivasque determine dicha normativa.
En ningún caso podrá este tipo de servicio afectar la prestación de los servicios
públicos de pasajerosque esta ley determina ".
Asimismo, se dispone que: "Los titulares de los vehículos afectadosa estos ser-
vicios deberán solicitar a la autoridad de aplicación, el otorgamiento de un permi-
so de explotación, el que tendrá el carácter de precario y revocable ..." (art. 53).
También se regulan en forma expresa y detallada las obligacionesde los permisio-
narios, de las empresas de redes de transporte privado por plataformas electróni-
cas y de los conductores (arts. 59 a 61).
Encuantoasureglamentación, el decr.del17/9/18, no1512/18,estableceque: "El
precio que elpasajero abonará por el viaje contratado será determinado por la em-
fensoria-respecto-aI-funcionamiento-de-uber-en-la-cabal.
66 JNPCF no7, "Bellini Marco, Alfredo Sobre 6.1.49 bis- Prestacion de Servicio Público deTaxis
sin habilitación", disponible al 3011 1/18 en http://consultapublica.jusbaires.gob.ar/.
112 CECILIA CELESTE DANESI
67 CSJN, 22/4/08, "Ledesma, María Leonor c. Metrovías S.A", LL, ejemplar del 20/5108, p. 7;
RCyS, 2008-V-82.
ACCIDENTES DE TRANSITO 113
Pues bien, el mencionado art. 1758estipula también que: "... Seconsidera guar-
dián a quien ejerce, porsío por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o
a quien obtiene un provecho de ella ... "68. Tal como lo señalamos precedentemen-
te, Uber cobra un porcentaje de la tarifa que abona el transportado, con lo cual, re-
sulta clarísimo que obtiene una ganancia o un beneficio por eseservicio, que permi-
te encuadrarlo dentro del término guardián. Es decir, frente a un siniestro vial pro-
ducido con un vehículo que prestaba servicios contratados con la aplicación Uber (u
otrasimilar), consideramosqueesaempresaserá resp0,nsable bajola figuradel guar-
dián.
Amayor abundamiento, y para concluir, señalamos que estamos frente a un con-
trato de adhesión, es decir, "... aquel mediante el cual uno de los contratantes ad-
hiere a cláusulas generalespredispuestasunilateralmente, por la otra parte opor un
tercero, sin que el adherente haya participado en su redacción" (art. 984, CCCN).
Además de los requisitos específicos que se le exigen a sus cláusulas (art. 985, CCCN),
las denominadas cláusulas abusivas, se tendrán por no escritas. Estas son: "a) las
cláusulas que desnaturalizan las obligaciones del predisponente; b) las que impor-
tan renuncia o restricción a los derechos deladherente, o amplían derechos delpre-
disponente que resultan de normas supletorias; c) las que por su contenido, redac-
ción o presentación, no son razonablemente previsibles" (art. 988, CCCN).
Asimismo, el art. 1743 del CCCN establece que: "Son inválidas las cláusulas que
eximen o limitan la obligación de indemnizar cuando afectan derechos indisponi-
bles, atentan contra la buena fe, las buenas costumbres o leyes imperativas, o son
abusivas. Son también inválidassi liberan anticipadamente, en forma total o parcial,
deldañosufridopordolodeldeudoro delaspersonasporlascualesdeberesponder".
Jurisprudencia
1 La medida cautelar que extendió a todo el territorio de la República el bloqueo de
una aplicación y todo recurso tecnológico que una empresa de servicio de transporte
de pasajeros utiliza debe ser revocada, pues los jueces locales excedieron sus compe-
tenciasal decretar una medida que excede el ámbito de la Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires, avance que es ilegítimo, puesto que no es concedido por la Constitución lo-
cal ni por la legislación. [TSJ CABA, 18/6/18, "NN (UBER) s/Queja por recurso de in-
constitucionalidad denegado en: Incidente de apelación por clausura1bloqueo de pá-
gina web en todo el país en autos: 'NN (UBER) yotrossllnfr. art (S).73,74y83 CC"', LL,
2018-D-334;15/8/18, LL, 2018-D-3421.
En sintonía con ello, regula el art. 1686del CCCNque: "Los bienes fideicomitidos
quedan exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
Tampoco pueden agredir los bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante,
quedando asalvo lasaccionesporfraudeyde ineficaciaconcursal. Losacreedoresdel
beneficiarioy del fideicomisario pueden subrogarse en los derechos de su deudor".
Asimismo, el art. 1687 del CCCN prescribe que: "Los bienes del fiduciario no res-
ponden por las obligaciones contraídasen la ejecucióndel fideicomiso, las que solo
son satisfechas con los bienes fideicomitidos. Tampocp responden por esas obliga-
ciones el fiduciante, el beneficiario n iel fideicomisario, excepto compromisoexpre-
so de estos.
Lo dispuesto en este artículo no impide la responsabilidaddel fiduciario porapli-
cación de losprincipios generales, si asícorresponde.
La insuficiencia de los bienes fideicomitidospara atender a esas obligaciones, no
da lugara la declaracióndesuquiebra. En talsupuesto ya falta de otrosrecursospro-
vistospor el fiduciante o el beneficiario según previsionescontractuales, procedesu
liquidación, la que está a cargo deljuezcompetente, quien debe fijarelprocedimien-
to sobre la base de las normasprevistaspara concursosyquiebras, en lo que sea per-
tinente ".
Por otra parte, resaltamosquelassituacionesdeinjusticia que habilitaba el dero-
gado art. 14 de la ley 24.441, quedaron paleadas. Es que aquella norma estipulaba
que "los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio separado del patrimonio
del fiduciario y del fiduciante. La responsabilidadobjetiva del fiduciario emergente
del art. 1113 del CCse limita al valor de la cosa fideicomitida cuyo riesgo ovicio fue-
se causa del daño si el fiduciario no pudo razonablemente haberse asegurado". La
responsabilidadobjetiva del fiduciario tenía como Iímite el valor de la cosa, la cual
resultaba insuficienteen muchos casos.
La reforma deja de lado ese límite, manteniendo la responsabilidaddel fiducia-
rio en su carácter de tal para el caso de haber contratado un seguro razonable, o
dentrode los previstos por la reglamentacióncorrespondiente. Sin perjuiciodeello,
el fiduciario deberá afrontar la responsabilidad en forma personal y con la totali-
dad de su patrimonio para el caso de no haber contratado seguro de responsabili-
dad civil que cubra los daños contra terceros. La obligación de contratar se ve agra-
vada con relacióna la prevista por la normativa anterior, ya que no solo se requiere
la contratación de un seguro, sino que para poder eximirsede responsabilidad con
su patrimonio personal, deberán evitarselassituacionesdeinfraseguro, por una co-
bertura que nosea completa69.Esdecir, no respondecon su patrimonio personal en
la medida que el seguro que haya contratado sea razonable y, será el magistrado
quien deberá en cada caso concreto efectuar esta ponderación.
En suma, el fiduciario deberá responder-por ser su dueño-por los daños cau-
sadosa terceros no contratantes con el fideicomiso en razón del riesgo ovicio de las
cosastransmitidas, osi la actividad quecon ellasse realiza resulta riesgosa porsu na-
turaleza, por los medios empleados o por las circunstanciasde su realización.Es de-
cir, y tal como lo dispone el art. 1757 del CCCN, estamosfrente a un supuesto de res-
, ponsabilidad objetiva, por lo que no podrá eximirse demostrando la falta de culpa,
debiendo acreditar una causa ajena.
Por último, en cuanto a las disposiciones registrales, se encuentran previstas en
la sección 1la del Capítulo 11 del Titulo I I del Digesto de Normas Técnico-Registrales
del Registro Nacional de la Propiedad del Automotor y, la inscripción inicial, en la
sección 17", del Capitulo I del mismo título70.
so fortuito rompe totalmente el nexo causal adecuado entre el hecho del sindicado
como responsableyel daño; de ahíque el art. 1730que lo regula disponga que el ca-
sus"eximederesponsabilidad",sin haceralusiónaqueello puedeocurrirtotal opar-
cialmente. Añade el autor citado que a la misma solución se arriba de la aplicación
analógica del art. 1731, que regula queel hechodel tercero por quien nose debe res-
ponder exime de responsabilidadsi reúne los caracteres del caso fortuito. La excep-
ción a la regla lo constituye el supuesto en que la víctima haya buscado intencional-
, mente el daño, por lo que el dolo del dañado absorbe la total eficacia causal y des-
plaza el hecho del responsable6.
En apoyo a esa postura, la Corte Suprema de la Nación ha expresado -cuando
estaba vigente el Código de Vélez Sarsfield- que, para que la culpa de la víctima
tenga la aptitud de cortar totalmente el nexo de causalidad entre el hecho y el per-
juicioaquealude la norma, debeaparecercomo única causadel daño, apartede re-
vestir las características de imprevisibilidad e inevitabilidad propias del casofortui-
to o fuerza mayor7,
Por otra parte, López Mesa sostiene que del art. 1729 dimana el principio de au-
torresponsa bilidad, del que emanan, además, cuatro principiosderivados: 7)elprin-
cipio de la buena fe (arts. 1198, CCy 9", 729 y 96 1, CCCN); 2) la prohibición del com-
portamiento voluble, que consagra implícitamente la doctrina de los actos propios
como derivación directa y necesaria del principio de la buena fe (arts. 1198, CCy gol
10, in fine y 961, CCCN); 3) la protección de la apariencia verosímil (arts. 1198, CCy
292 y 1450, CCCN), y 4) el respeto de la confianza legítima (arts. 1198, CC y 1067,
CCCN)~. Si bien excede el marco de esta obra el desarrollo exhaustivo de cada unode
estos principios, consideramosque puedenser una valiosa herramienta para los ma-
gistrados a la hora de ponderar las circunstancias fácticas del caso y, con ello, deter-
minar si efectivamente la conducta de lavíctimatuvoo no incidencia causalen el aca-
ecimiento del hecho.
Añadimos que, en caso que concurra con el hecho del damnificado, la conducta
de otrossujetosque hayan tenido también incidenciacausal en la producción del si-
niestro, torna aplicable el art. art. 1751 que estableceque si varias personas partici-
pan en la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las reglas de las
Picasso, en Código Civily Comercial de la Nación comentado, 2014, t. VIII, ps. 430 y 431. En
igual sentido, Sáenz, en Código Civily Comercialde la Nación, concordado, comentadoycompara-
do con los Códigos Civilde VélezSarsfieldyde Comercio, 2015, t. II, p. 710; Picasso- Sáenz, en Código
Civily Comercialde la Nación comentado, t. IV, p. 434, en www.saij.gob.ar/docs-flcodigo-comenta-
dolCCyC~Nacion~Comentado~Tomo~IV:pdf, disponible al 1/5/16.
CSJN-Fallos, 317:1921; 319:2511; 321:700, 1462, 3519; 324:1344; 327:5224, entre muchos
otros.
* López Mesa, Responsabilidadporaccidentesde tránsito, 2014, t. 1, ps. 56y 58.
ACCIDENTES DE TRANSITO 121
Jurisprudencia
Las obligacionesconcurrentes son aquellas en las quevarios deudores deben el mismo ob-
jeto en razón decausas diferentes (art. 850, CCCN).
l o Véanse las excepciones a este criterio y un desarrollo más extenso en CNCiv., Sala A,
31110117, "T., T. c. A. S.A.T.A.C.I. s1Dañosy perjuicios",LL, On Line, AR/JUR/80624/2017.
122 CECILIA CELESTE DANESI
4. Predisposiciones de la víctima
7 La regularidad de la relación causal se encuentra suficientemente acreditada, dado
que el dictamen pericia1realizado en la causa penal permite colegir que una lesión co-
mo la generada en autos -fractura de cadera lateral izquierda-suele desembocar
en el resultado en cuestión-muerte-en una persona de las características del falle-
cido; máxime cuando las predisposicionesque presentaba la víctima fatal son previsi-
bles en una persona desu edad, razón por la cual corresponde aplicar la regla general
según la cual el estado patológico, o la condición especial del damnificado, no deben
sertenidosen cuenta a efectos de tener por interrumpida o desplazada la cadena cau-
sal (del voto del doctor Picasso). [CNCiv., Sala A, 31110117, "T., T. c. A. S.A.T.A.C.I. s1Da-
ños y perjuicios", LL, On Line, AFUJUR/80624/2017].
En primer lugar, podemos citar el caso de la ley de defensa del consumidor, que
I según las palabras de la propia Corte Suprema "los usuarios y consumidoresson su-
jetos particularmente vulnerables a los que el constituyente decidió proteger de
modo especial, y por lo tanto no corresponde exigirles la diligencia de quien cele-
bra un contrato comercial" 12. Esto se traduce en exigirle al consumidor o usuario
una culpa grave para que ella posea relevancia causal 13.
En abono a dicha postura, señala Lorenzetti que el deber de seguridad que rige
en la órbita de losconsumidoresseintensificacuando quien padece el detrimento es
un sujeto que presenta una vulnerabilidad más gravey por ende debe recurrirsea la
categoría de subconsumidores, que requieren una protección acentuada con res-
pecto al consumidor promedio. Así, "la vulnerabilidad que da lugar a la protección
del consumidor está vinculada con una falla estructural del mercado, que da origen
a una vulnerabilidad general, que afecta a toda la categoría de sujetosque realizan
prácticasde consumo, y que es de orden económico, jurídico y técnico (. ..) Son casos
de subconsumidores: los menores de edad, los ancianos, los enfermos graves, situa-
ciones de urgencia que dan lugar a un estado de necesidad, los analfabetos" 14.
También respalda esa elevada protección a los consumidores, las prescripciones
contenidas en el art. 7Odel CCCN, que establece que en las relaciones de consumo se
aplica la normativa más benévola para el consumidor y, la última parte del art. 1094
del mismo cuerpo normativo, que regula que: "En caso de duda sobre la interpreta-
ción de este Código o lasleyesespeciales, prevalece la más favorable alconsumidor".
Con relación a la materia que nos ocupa, un claro ejemplo lo constituye el con-
trato de transporte, al que le resulta aplicable todo el conjunto de normasque am-
paran los derechos de los consumido re^^^. Es por demás frecuente que las lesiones
l1 Zavala de González, Matilde, cit. por Picasso, en Código Civily Comercialde la Nación co-
mentado, 2014, t. VIII, p. 431.
l2 CSJN-Fallos, 331:819,333:203.
l3 Picasso, La culpa de la víctima en las relaciones de consumo. Presiones de la Corte Suprema,
LL, ejemplar del 2/6/08, p. 4.
l4 Lorenzetti, Consumidores, 2009, p. 101.
l 5 CSJN, 22/4/08, "Ledesma, María Leonor c. Metrovías S.A.", LL, ejemplar del 20/5/08, p. 7;
RCyS, 2008-V-82.
ACCIDENTES DE TRANSITO 125
11 - Contrato de seguro
Jurisprudencia
l8 CSJN, 8/4/14, "Buffoni, Osvaldo Omar c. Castro, Ramiro Martín S/Dañ0S y perjuicios",SAIJ,
FA14000051.
l9 Wierzba, Manual de obligaciones civilesy comerciales, según el nuevo Código Civily Co-
mercialde la Nación, 2015, p. 398.
20 STSantiago del Estero, Sala Civ. y Com., 12/9/06, "Russo, J0sés.d. de Homicidioculposoyle-
siones culposas e . ~de
. Gerez, Fabián Roberto y Colombres, Rosario María", LLNOA, 201 1(agosto),
714.
ACCIDENTES DE T R ~ N S I T O 127
y que de tal modo podían contribuir, como efectivamente ocurrió, al resultado daño-
so cuya reparación reclaman. [CSJN, 8/4/14, "Buffoni, Osvaldo Omar c. Castro, Rami-
ro Martín s/Daños y perjuicios", Infojus, Id SAIJ: FA140000511.
3 De una interpretación hermenéutica de los arts. 70y 114 de la ley 17.418, debe en-
tenderse que, la culpa grave, actúa como el obrar excepcional de quien conduce el au-
tomotor, con un proceder que se acerca más al dolo (previsibilidad del resultado), que
a la culpa, constituyendo una falla grosera e inusitada, a extremo tal, que parezca que
ha sido ejecutada a sabiendas. De esta manera, el asegurador puede eximirse de res-
ponsabilidaden tanto la culpa grave del asegurado se identifique más con la voluntad
conscientequeconelsimpledescuido. [STSantiagodelEstero, Sala Civ. y Com., 12/9/06,
"Russo, José s.d. de Homicidio culposo y lesiones culposas e.p. de Gerez, Fabián Rober-
to y Colombres, Rosario María", LLNOA, 201 1 (agosto), 7141.
111 - Elpeatón
Por último, la Ley Nacional deTránsito establece en su art. 64, in fine que "elpea-
tón goza del beneficio de la duda ypresunciones en su favor en tanto no incurra en
graves violaciones a las reglasdel tránsito". Las "graves violaciones" a las que refie-
re la norma representan un grado de protección mayor que el legisladorquisootor-
garle al peatón. Por ello, frente a un daño padecido por un peatón a raízde un acci-
dente de tránsito, para liberarse de responsabilidad el dueño y guardián del roda-
128 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
Pues bien, la norma expone dos escenarios. Por un lado, deja sentado que la Úni-
ca eximente de responsabilidad-en lo que la conducta de la víctima concierne-es
el hecho del damnificado, con lo cual la mera intervención del damnificado en una
situación de riesgo no releva de responsabilidad a los sujetos llamados a responder.
Por el otro, estipula una situación de equidad social, ya que contempla el deber de
resarcireldañoquesufraquienseexpongaa un riesgo con el objetodeayudara otro.
Ese deber de resarcir está a cargo del sujeto que haya creado la situación de peligro
o acto de abnegación.
Consideramos que esta última cuestión está vincdlada a la nueva función pre-
ventivade la responsabilidadcivil, quecolocaencabezadetodoslosindividuoselde-
ber de evitar oagravar un daño nojustificado y, por consiguiente, nos obliga a adop-
tar, de buena feyconforme a las circunstancias, las medidas razonables a ese fin. Asi-
mismo, se establece que, si tales medidasevitan odisminuyen la magnitud de un da-
ño del cual un tercero sería responsable, tiene derecho a que este le reembolse el va-
lor de los gastos en que incurrió, conformea las reglas del enriquecimiento sin causa
(art. 1710, CCCN), tal como regula la última parte del citado art. 1719. En lo que a la
asunción de riesgos compete, señala con claridad Calvo Costa que la doctrina nacio-
nal no es pacífica a la hora de asimilar esta eximente al hecho o culpa de la víctima en
una relación causal; mientras algunos lo hacen sin cuestionamientos (Brevia), otros
expresan acertadamente que el mero conocimiento del riesgo no implicasu acepta-
ción, yauncuandoeste hubiera sidoaceptado, habría que indagarsi ellopuedecons-
tituir desde el punto de vista causal la entidad de hecho de la víctima (Pizarro, Va-
Ile~pinos)~~.
El ejemplo típico, y que hace a nuestro estudio, es el caso del transporte benévo-
lo, que acaece cuando el conductor-dueño o guardián-del vehículo, consiente
en llevar a otra persona por acto de mera cortesía, con la intención de hacerle un fa-
vor y sin que el viajero tenga la obligación de efectuar contraprestaciónalguna23.
El encuadre jurídico de tal instituto ha suscitado discrepancias doctrinarias en
cuantoa la órbita de la responsabilidad civil-contractual oextracontractual-que
lo rige. Y si bien dicha discusión ha sido superada con la unificación de ambas en el
Código Civil y Comercial, haremos un breve repaso de las dos posturas.Un sector mi-
noritario sostenía que el transporte benévolo configuraba un verdadero contrato
ya quese perfeccionaba con el consentimiento de ambas partes, nosiendo óbice pa-
ra arribar a tal conclusión la ausencia de interés económico del tran~portista~~. Las
principales críticas a esa tesitura radicaban en que la invitación o conformidad del
conductor del vehículo para transportar gratuitamente a una persona no revestía
22 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, 2" ed., 201 6, t .2, p. 246.
23 Llambías, Responsabilidad civiloriginada en eltransporte benévolo, LL, 150-935.
24 Mosset Iturraspe, Responsabilidadpordaños, 1979,t. 1, p. 340.
130 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
4 - Consentimientodel damnificado
La cuestión del consentimiento del damnificado posee asidero legal en el art.
1720 del CCCN, que establece que: "Sin perjuicio lasdisposicionesespeciales,elcon-
sentimiento libre e informado del damnificado, en la medida en que no constituya
una cláusulaabusiva, libera de la responsabilidadporlosdañosderivadosdela lesión
de bienes disponibles".
En primer lugar, queremos aclarar que la figura del consentimiento del damnifi-
cado se ubica como una causa de justificación, es decir, ataca el requisito de antiju-
ridicidad de la responsabilidadcivil, borrando la ilicitud del accionar del creador del
daño.
Pues bien, en los fundamentos del proyecto del Código, se precisa que el con-
sentimiento libre e informado del damnificado libera de responsabilidaden la me-
dida en que no constituya una cláusula abusiva. El art. 1720, que se aplica solamen-
te a bienes disponibles y con todas las seguridades de la voluntad libre, resulta ne-
cesario, porque de lo contrario muchosvínculoscontractualesnoserían posibles33.
Entonces, para que opere esta causa de justificación del daño es menester que:
el consentimiento del damnificado sea libre (acto voluntario, conf. art. 260, CCCN)
e informado (v. gr., art. 59 del Código y Ley de Derechos del Paciente), que la cláu-
sula nosea abusiva (arts. 9 8 8 ~ 9 9 9CCCN)
, yque recaiga sobre bienes disponibles (en
el caso de los derechos personalísimos es relativa -conf. arts. 55,56y 58, CCCN-).
Un ejemplo típico de este instituto es el caso de las carreras de autos, ya sea en el
marco de la organizaciónde un espectáculo deportivoo una picada en la vía pública
, (tema, este último, que será abordado bajo el título "Responsabilidad colectiva y
anónima: actividad peligrosa de un grupo", en Capítulo 1, "Normativa Aplicable").
Jurisprudencia
1. Concurrenciade responsabilidad
1 Los daños causados por la circulación devehículosse rigen por las normas referidas
a la responsabilidad derivada de la intervención de cosas riesgosas (art. 113, CCdero-
gado, actual art. 1769, CCCN), pero cuando el debate afecta la atribución de respon-
sabilidad por violación de la prioridad de paso, corresponde aplicar la norma especial
-1ey24.449, art. 64-que presume la responsabilidadde quien no tenía la prioridad.
Así, el automovilista embistente y el motociclista que realizó una maniobra de riesgo
son responsablesde las consecuencias derivadas del suceso-en el caso, en un 80% y
en un 20%, respectivamente-, pues mientras el primerovioló la prioridad de paso el
segundo, al carecer de licencia de conducir y no acreditarse su idoneidad para condu-
cir ese tipo devehículos, influyó con su infracción en la producción del hecho. [CACC
Mardel Plata, Sala 11,1818116, "R. D., J. A. c. K., I.yotras/Dañosyperjuicios", RCyS,2016-
XI-51, con nota de Martín Juárez Ferrer; LL, On Line, AR/JUR/57487/2016].
34 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, 2" ed., 2016, t. 2, ps. 256 a 258.
35 Disponible al 14/2/18 en www.infobae.coml2015/06/12/1734926-los-lO-paises-del-mun-
do-los-que-se-hacen-mas-huelgas.
36 Sáenz, en Código Civily Comercialde la Nación, concordado, comentadoycomparadocon
los Códigos Civilde VélezSarsfieldydeComercio, 2015, t. II, p. 712.
37 Picasso - Sáenz, en Código Civil y Comercial de la Nación comentado, t. IV, p. 436, en
www.saij. gob.ar/docs-f/codigo-comentadolCCyC~Nacion~Comentado~Tomo~/~pdf, disponible
al 1/5/16.
138 CECILIA CELESTE DANESI
cir, no concurra con la culpa del demandado ni constituya una contingencia propia
del riesgo de la cosa o la actividad (art. 1733, incs. dy e). Si se presenta alguna de es-
tas últimas situaciones, entonces no hay propiamente caso fortuito, y el supuesto
responsable responde por el total del daño causado a la víctima38.
Calvo Costa, por su parte, señala que ante la concurrencia entre el caso fortuito
y el riesgo de la cosa, existen dos opiniones: una defendida por Goldenberg y Trigo
Represas, quienes sostienen que solo libera el casus externo que desplaza íntegra-
mente al riesgo en el nexo causal; otra, seguida por Mosset lturraspe y Brebbia (a los
cuales él adhiere y nosotros también), quienes afirman que debe asimilarse la solu-
ción a lo que acontece cuando concurren el caso fortuito con la culpa del demanda-
do, es decir, que quien introdujo el riesgo deberá soportar las consecuencias disva-
liosasde la víctima en la medida en que dicho riesgo por él aportado haya tenido in-
cidencia causal, no debiendo asumir las que han sido provocadas por la incidencia
del c a s ~ s ~ ~ .
Conforme la postura citada en último término, la que consideramos más justa y
equitativa, si se produce un accidente de tránsito por la suma del caso fortuito y el
riesgo de la cosa, el demandado responderá en la medida desu incidencia causal en
la producción del daño.
Finalmente, destacamos que, en algunos casos específicamente contemplados
en el Código, aunque ocurra el caso fortuito0 la imposibilidad de cumplimiento, el
deudor será igualmente responsable. Estossupuestosson: a) si ha asumido el cum-
plimiento aunque ocurra un caso fortuito o una imposibilidad; 6)si de una dispo-
sición legal resulta que nose libera por caso fortuito o por imposibilidad de cumpli-
miento; c) si está en mora, a no ser que esta sea indiferente para la producción del
caso fortuito o de la imposibilidad de cumplimiento; d) si el caso fortuito o la im-
posibilidad de cumplimientosobrevienen por su culpa; e) si el caso fortuitoy, en su
caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen una contin-
gencia propia del riesgo de la cosa o la actividad, y f) si está obligado a restituir co-
mo consecuencia de un hecho ilícito (art. 1733, CCCN).
Para concluir, afirmamos que, conforme lo evidencia la práctica, esta eximente
es la menos utilizada. Es poco frecuente que el demandado logre eximirse de res-
ponsabilidad acreditando el caso fortuito o la fuerza mayor.
Jurisprudencia
38 Picasso, en Código Civily Comercialdela Nacióncomentado, 2014, t. VIII, ps. 436 y 537.
39 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, 2" ed., 2016, t. 2, ps. 262 y 263.
ACCIDENTES DE TRÁNSIITO
de la lesión que padeciera al recibir el impacto de una piedra arrojada por terceros en
momentos en que era transportada. El punto pasa por la inevitabilidad, pues si lo ocu-
rridoera inevitable,seconfigura una de lascausalesdeexoneraciónde responsabilidad
previstas en el entonces art. 184 del CCom. La inevitabilidad debe ser analizada en un
contexto de razonabilidad,según la realidad que marcan lascircunstanciasdepersona,
tiempoy lugar. Y en tal sentido, de haber estado con la puerta cerrada, la piedra habría
rebotado, por lo que el daño era evitable. Sin embargo, aun si se encontrara probado
que el interno estaba en movimiento, la piedra podría haber entrado por una ventani-
lla abierta debido al calor, circunstancia esperable tenien,do en cuenta que el hecho se
produjo en un día del mes de enero. El hecho del tercero agresor, aun cuando pudiera
afirmarse que resulta previsible-lo cual solo puede referirse a una previsibilidad abs-
tracta, en general, y noa un viaje ya un momento determinado-, no ha podidoevitar-
se por partede la demandada, reuniéndoseasíel requisitodel art. 514del CC(arts. 1730,
1731, CCCN). [CNCiv., Sala M, 919115, "Rojas, Esperanza c. Transportes Automotores
Riachue1oS.A.Línea 100yotros/Dañosyperjuicios",causa no103017/2007,RubinzalOn
Line, RC J 74661151.
1 - Concepto y elementos
Otra de las eximentes de responsabilidadque pueden alegar el dueño y el guar-
dián, es el hecho del tercero por quien no se debe responder. Esta eximente ya esta-
ba regulada en el Código de Vélez Sarsfield y se exigía que aquel no posea una su-
bordinación jurídica ni con la víctima ni con el presunto responsable, es decir que
debe tratarse de una persona totalmente extraña a ambos40.
El Código Civil y Comercial introduce una considerable novedad al exigir que el
hecho del tercero reúna los caracteres del caso fortuito para fracturar el nexo de
causalidad, lo que creemos que en la práctica se traducirá en una cuasi inaplicabili-
dad de la norma. Es que, como se dijo precedentemente,son casi nulos los pronun-
ciamientos judicialesque rechazan una demanda indemnizatoria confundamento
en el caso fortuito o fuerza mayor, con lo cual, exigir la presencia de sus caracteres
al hecho del tercero conlleva a convertir en ficticia la eximente.
En eseorden de ideas, seseñala que resulta un recaudoexcesivo, puestoque bas-
tará con que esa acción u omisión del tercero sea extraña al demandado. Por ello,
convierte a la eximente en una defensa de difícil aplicación práctica4I.
Además de contener los elementos del caso fortuito, que fueron detalladosen el
apartado anterior al cual remitimos, el hecho del tercero debe tener incidencia cau-
, sal en la produccióndel accidente de tránsito. Al respecto, se ha discutidosi el hecho
del tercero puede exonerar de responsabilidad parcialmente al dueño o guardián.
Así, algunossostenían que, en el supuesto de riesgo de la cosa -aplicable en mate-
ria de accidentes de tránsito- el demandado respondía en la medida de su contri-
buciónal daño. Otrosen cambio, considerabanquetantoel demandadocomoel ter-
cero, respondían indistintamente frente al damnificado, quien podía demandar a
los dos o a cualquiera de ellos por el total de la indemnización, sin perjuicio de las ac-
ciones posteriores de repetición entre ellos.
Actualmente, la doctrina es conteste en afirmar que la Última postura señalada
es la adoptada por el Código Civil y Comercial, puesto que, el art. 1751del mismo es-
tablece que si varias personas participan en la producción del daño que tiene una
causa única, rigen las reglas de las obligacionessolidarias. Si la pluralidad deriva de
causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes. Luego, los
responsables podrán interponer las acciones de contribución o de repetición que
c~rresponda~~.
Entonces, el término incluido en la norma "eximir de responsabilidad, total o
parcial" debe interpretarse con relación a la repetición que ejerzan los demanda-
dos, mas no con relación a la víctima, frente a la cual responderántodos en forma
solidaria o concurrente.
Por otra parte, no podrá invocar esta eximente el principal si, por ejemplo, el de-
pendienteconducíaun rodadoenejercicioocon ocasióndesusfunciones(art.1753,
CCCN)yproduceunsiniestro.Tampocopodránalegarla l~spadres~cuandoseael hi-
jo menor de edad que se encuentra bajo su patria potestad el que produce el daño
(arts. 154y 155, CCCN), o el progenitor a fin que se le haya delegado la patria potes-
tad (art. 674, CCCN) o un pariente (art. 643), o el titular de un establecimiento edu-
cativo respecto del hecho dañoso que produzcan los alumnos menores cuando se
hallen o deban hallarse bajo el control de la autoridad escolar (art. 1767).
puesto, Borda distingue entre el uso contra la voluntad expresa o presunta y el "uso
sin autorización". Entonces, no hay responsabilidadsi el tallerista oel garajista apro-
vechando que les han confiado el mismo para su reparacióno guarda, efectúan un
paseo con el rodado. Sin embargo, sí deberá responder el dueño o guardián si el si-
niestrose produce cuando el tallerista loconduce para llevar a cabo una prueba ne-
cesaria o para devolverloal domiciliodel dueñoporencargoo p o r c o ~ t u m b r eCla-
~~.
roestá, en este supuestotambién deberán responder aquellos, si el que comanda el
rodado es un dependiente del tallerista, pues torna aplicable las prerrogativas del
art. 1753 del CCCN.
Un requisito fundamental para que sea aplicable esta eximente es que el dueño
o guardián no hayan actuado en forma negligente o imprudente y, con ello, provo-
car que el vehículo sea desapoderado. Es el caso en que se deja un vehículo estacio-
nado con las llaves puestas, o con la puerta abierta. Por ello, tal como señala Areán,
debe probarsequese han adoptado medidasconcretasorientadasaimpedireseem-
pleo indebido, el abuso de confianza o la sustracción por terceros, aprovechando el
descuido en que ha quedado la cosa. No es suficiente entonces, la simple voluntad
presunta, sino la de una exposiciónde la cosa al riesgo, traducida en una actitud des-
cuidada que ha facilitado el aludido abuso osu~tracción~~.
Ello está relacionadocon la tesisde la magnificación de los riesgos propuesta por
Acciarri y receptada por la Suprema Corte de Mendoza, según la cual, la cosa riesgo-
sa expuesta a desposesión potencia sus riesgos. Es decir, el sujeto que -como se di-
jo-deja las llavesenelvehiculo,facilitasu hurto, incrementadoen lasociedadla po-
si bilidad dequese ocasione un daño, por lo queen estoscasos, la responsabilidaddel
dueño o guardián permanece intacta53.
No caben dudas de que esta eximente no será procedente cuando el dueño ha-
ya transmitido la guarda voluntariamente a un tercero, en cuyo caso, se presume
que ha autorizado o consentido el uso de la cosa por parte de este último54.
En esa línea de pensamiento, debemos resaltar, en sintonía con lo expresado en
el capítulo anterior-al cual remitimos-, que en el caso de venta de un automotor
deviene insoslayablequeel dueño realice la denuncia deventa para eximirsede res-
ponsabilidad. De lo contrario, aun habiendo transferido la cosa, en virtud de los tér-
minos del art. 27 de la ley 22.977, a nuestro modo de ver, deberá reparar los daños.
comparado con los Códigos Civilde VélezSarsfieldyde Comercio, 201 5, t. II, p. 748.
CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
3 El titular del automotor que fue utilizado por su conductor para lesionar intencio-
nalmente al actor debe ser eximido de responder por las consecuencias dañosas de tal
accionar, pues la causa del daño no fue el riesgo o vicio del rodado sino que fue su con-
ductor quien lo utilizó diestramente para causar daño y contra la voluntad del titular
dominial, cuyo permiso o tolerancia no puedensuponerse ni presumirse en las circuns-
tancias en que se llevaron a cabo los hechos. [CACC 2" La Plata, Sala 1,29/3/16, "B. D., F.
L. c. C., S. E. y otros s/Daños y perjuicios", RCyS, 2016-IX-128 y 2016-X145; LL, On Line,
AR/JUR/I0935120161.
Por último, señalamos que la facultad del juez prevista en el art. 1735 del CCCN,
que lo habilita a distribuir la carga de la prueba ponderando cuál de las partesse ha-
lla en mejor situación paraaportarla; noseaplica alsupuestode laseximentes. Ello,
por cuanto, el artículo citado expresamente dispone que se refiere a la prueba de
"la culpa o de haber actuado con la diligencia debida", lo que resulta irrelevante
frente a su factor objetivo de atribución de responsabilidad.
Jurisprudencia
1 Trigo Represas - López Mesa, Tratado de la responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, t. 11,
p. 7.
Vázquez Ferreyra, Los presupuestos del deber de reparar, LL, 2012-C-671; LL, On Line,
ARIDOCII 38812012; en igual sentido, Díez-Picazoy Gullón allí citados.
Caramelo, Haciendo foco (el Código Civily Comercial como una mejor herramienta para
la regulación de los derechoscivilesde laspersonas), en "Revista Electrónica del Instituto de Inves-
tigaciones Ambrosio L. Gioja", año IX, no15,201 5.
Danesi- HiraldeVega, "La función preventiva", en Derecho dedaños, 2017, p. 49.
150 CECILIA CELESTE DANESI
Picasso, Las funciones del derecho de daños en el Código Civily Comercialde la Nación, en
RCyS, 201 5-IV-5;LL, On Line, AR/DOU557/2015.
Al respectovéase Calvo Costa, en Daño resarcible. Derecho de daños, 201 7, ps. 101 a 1 18.
Disponible al 15/9/16en www.nuevocodigocivi1.com/wp-content/uploads/2015/02/5-Fun-
damentos-del-Proyecto.pdf.
de lesión a un derecho, en definitiva se están afectando los intereses que lo compo-
nen e integran, por lo cual no son conceptos disímiles8.
Pues bien, para que el daño sea resarcible, se debe cumplir con ciertos requisitos
que están expresamentecontempladosen el art. 1739 del CCCN. En primer lugar, el
menoscabo debe ser directo, esto es, cuando lo reclama la persona que lo sufre, por
ejemplo, el titular registra1 del vehículo siniestrado o; indirecto, cuando el que re-
clama es un damnificado distinto a la víctima pero por un detrimento propio, por
ejemplo, el padre de un menor atropellado por losga~toshospitalarios.También la
lesión tiene que ser actual (vigente al momento de reclamar) o futura (detrimento
que aún no aconteció pero se tiene la certeza que ocurrirá). Tal es el caso de un su-
jeto que debe realizarse una cirugía estética a raíz de las lesionesque le produjo un
accidente de tránsitog.
Por último, el art. 1739 del CCCN exige que el daño sea cierto y subsistente. Esto
último, implica que el daño no haya sido reparado por el obligado a resarcir, es de-
cir, el perjuicio permanecejurídicamenteen lavíctima. Si fue la propiavíctima quien
tomó a su cargo el resarcimiento, el daño subsiste, solo que en vez de pedir que se
paguen los gastos que se efectuarán, se reclamará lo que se haya gastado. Lo mis-
mo ocurre si un tercero pagó el daño y se subroga en los derechos de la víctima lo.
En cambio, el daño cierto refiere a su existencia, y no a su actualidad o a la deter-
minación de su monto; el daño debe existir, ser real, efectivo y no meramenteconje-
tural; lo que lo diferencia del daño eventual que es incierto1l.El daño cierto importa
que no sea una hipótesis, una conjetura o fantasía de la víctima. Debe haber certi-
dumbreen cuantoa su existencia misma, presenteofutura, aunque pueda noser to-
davía determinable su monto; de manera que puede admitirse cierta indetermina-
ción en el quantum nocendi pero no en el quid nocendi; la existencia del daño debe
haber sido comprobada para ordenar su resarcimiento, pudiendo solo diferirse pa-
ra más adelante la determinación definitiva desu cuantía 12.
Cabe aclarar que, en el caso de los daños futuros, la certeza será solo relativa, tal
es el supuesto del lucro cesante y la pérdida de chance13.Por ejemplo, en el primero,
cuando el propietariode un vehículodealquiler (v. gr., taxi o remise), reclama lasga-
Jurisprudencia
l4 Corte IDH, 7/2/06, "Acevedo Jaramillo y otros v. Perú", Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparacionesy Costas, Serie C, no144, párr. 175.
ACCIDENTES DE TRANSITO
3. Elementosdel daño
3 Para la procedencia del rubro en concepto de desvalorización venal, se requiere la
determinación en concreto de su configuración e importancia, mediante un peritaje
mecánico en el quese practique un examen minucioso del vehículo. Si esa prueba nose
produce, conspira contra la certeza del daño, por lo que cabe entender que no existió
lesiónde partesvitaleso estructuralesni se ha demostradofehacientementeque losde-
terioros no fueron corregidos con la reparación efectuada. [CACC 2a Nom. Santiago
del Estero, 513115, "Juárez, Eduardo Alberto c. Paz, Ángel Valentín ylu otross/Cobro de
pesos por daños y perjuicios", LLNOA, 2015 (octubre), 1028; LL, On Line, AWJUW206251
20151.
4. Daño directo
6 El nuevo Código Civil y Comercial ha previsto el daño resarcible, a partir del art. 1737
en cuanto lo define como una lesión a un derecho o interés no reprobado por el orde-
namiento jurídico, ya sea en la persona o en el patrimonio. En la especiese han reunido
los requisitos para la procedenciade la indemnización,esto esse ha acreditado la lesión
154 CECILIA CELESTE DANESI
a la salud física, que se trata de un perjuicio directo y que ha sido acreditado por quien
lo invoca, aplicándose porende losarts. 1739,1740,1744yconcs. del CCCN. [CACCPer-
gamino, 11/8/15, "Cirulli, Lucía de las Mercedes c. Zatti, Héctor Marceloy otross/Daños
yperj.autom. dLes. omuerte", RCCyC, 2015(septiembre), 119; RCyS, 2015-X-184; LL, On
Line, AWJ UW2642 1/20151.
5. Función preventiva
7 La función preventiva de la responsabilidad civil está consagrada de modo expreso
i. en el Código Civil y Comercial de la Nación yconfiere al juezfacultades para actuar de
oficio o a pedido de parte para impedir o evitar la producción o el agravamiento o ex-
tensión del daño en curso, dictando mandatos de dar, hacer o no hacer; en el caso co-
rresponde disponer que el Ministerio de PlanificaciónFederal, Inversión Pública y Ser-
vicios proceda a efectuar un informe acerca del relevamiento y condicionesdel entor-
no de la estación de peaje donde ocurrió el accidente quedio origen a la causa, yverifi-
quesi las medidas de seguridad y prevención, cumplen con los requisitos, condicionesy
demás especificidades técnicas previstas en los contratos administrativos y en la nor-
mativa vigente. [CACC Azul, Sala 11, 11111115, "Biordo, Miguel Ángel c. Rutas Al Sur
Concesionario Vial s/Daños y perjuicios - Incumplimiento contractual", RCyS, 2016-X-
78; LL, On Line, AWJUW53941/2015].
8 La obligación de usar cinturón de seguridad en la circulaciónvehicular es constitu-
cional, pues resulta una exigencia razonable tendiente a prevenir daños no justifica-
dos o, al menos, para disminuir su magnitud o impedir su agravamiento, ello en con-
sonancia con la prevencióndel daño consagrada en el Código Civil y Comercial, como
una de las funciones principalesde la responsabilidadcivil (arts. 1708,1710 y concs.),
teniendo en cuenta la incidenciasocial de lasconductasdañosas.En estesentido el art.
lo del CCCNaclara que los usos, prácticasy costumbres pueden servinculantescuando
las leyes o interesados refieran a ellos, o en situaciones no regladas, pero aclarando
"... siempreque noseancontrariosa derecho ...". [JCC8aNom. Santa Fe, 27/6/16, "Pi-
lo, Mario Alfredo c. Provincia de Santa Fe y otro s1Recurso de amparo", LL, On Line,
AWJ UW61663/20 161.
l 5 CSJN, 5/8/86, "Santa Coloma, Luis E. y otros c. Empresa Ferrocarriles Argentinos", ED, 120-
651; CSJN-Fallos, 308:1160; ídem, 19/12/95, "H. B.T.yotra c. Roveda, Arturo N.", LL, 1996-C-489;DJ,
1996-2-325;ídem, "Lew, BenjamínJorgeyotroc.Estado Nacional. MinisteriodelInterior.Policía Fe-
deral slBeneficio de litigar sin gastos", CSIN-Fallos, 320:2001; ídem, 17/9/96, "Empresa Ferrocarri-
les Argentinos c. Gálvez, Orlando y otros", LL, 1997-B-431;ED, 174-42.
que si no lo fuera y quedara subsistente el daño en todo o en parte, no existiría tal
indemnización" 16.
Sostiene la doctrina que el derecho de la víctima de acceder a la justicia para ob-
tener compulsivamente de su deudor las indemnizaciones correspondientes (art.
730, inc. c, CCCN), y que estassean completas, proviene de la Constitución Nacional,
del principio general de no dañar (art. 19, CN), e incluso se afirma que se trata de un
derecho inferido de lagarantía de la propiedad (art. 17)yde igualdad ante la ley (art.
16, CN) o un derecho constitucionalautónomoemergentede losderechos implícitos
I
(art. 33) 17.
Porsu parte, tienedicho la Corte Interamericanade Derechos Humanosque "re-
paración integral" (restitutio in integrum) implica el restablecimiento de la situa-
ción anterior y la eliminación de los efectos que la violación produjo, así como una
indemnización como compensación por los daños causados incluyendo los patri-
moniales~ extrapatrimoniales (daño moraI)l8.
En ese contexto, se inserta en el campo normativo el art. 1740 del CCCN que re-
gula: "La reparacióndel daño debe serplena. Consiste en la restitución de la situa-
ción deldamnificado al estado anterior alhecho dañoso, sea por elpago en dinero o
en especie. La víctima puede optarpor el reintegro específico, excepto que sea par-
cialo totalmente imposible, excesivamenteoneroso o abusivo, en cuyo caso se debe
fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesióndel honor, la intimidad o la
identidad personal, eljuez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la
sentencia, o desuspartespertinentes, a costa del responsable".
En losfundamentosdel anteproyectoenviadoal Poder Ejecutivo, la Comisiónre-
dactora efectúa unas interesantesconsideraciones.En primer lugar, destaca que "la
indemnización del daño nunca es integral, porque no coincide el daño 'real' con el
'jurídico'. Si hay algo que pueda ser denominado 'real', comprende muchos aspec-
tos que para el legitimado del derecho son importantes, pero el sistemajurídico ex-
cluye. Por ejemplo (...) la indemnización dineraria que nunca puede conformar la
desaparición de un ser querido". En segundo lugar, refiere que la indemnización, a
su vez, tiene relación con los distintos subsistemas en los que se aplica y hay nume-
rosos supuestos en los que hay límites en el derecho vigente. Además, muchos de
ellos provienen de convenios internacionales,como ocurre, por ejemplo, en mate-
l6 CSJN, 21/9/04, "Aquino, lsacio c. Cargo Servicios Industriales S.A.", CSJN-Fallos, 327:3753;
LL, 2005-A-230.
l7 Galdós, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, Ricardo L. Lorenzetti (dir.),
2014, t. VIII, p. 492.
l8 Corte IDH, 16111/09, "González y otras ('Campo Algodonero') v. México", disponible en
www. corteidh.or.cr/cf/Jurisprudencia2/ficha~tecnica.cfm?nld~Ficha=347&lang=ey "Velásquez
Rodríguezv. Honduras", del 21/7/89.
156 CECILIA CELESTE DANESI
ria de transporte aéreo. En tercer lugar, menciona los diferentes modos que existen
para solucionar un mismo problema, como sucede con los accidentes de la circula-
ción. Así, unos países lo incluyen en la seguridad social, otros lo cubren con el segu-
ro de primera persona, otros lo regulan mediante la responsabilidadcivil, la mayo-
ría con Iímitesen la cobertura. Por último, señala que, como principio, debe lograr-
se su satisfacciónen la mayor medida posible, lo que no es incompatible con que, en
situacionesdelimitadas,pueda armonizarse con otros principiosy establecerse una
, limitación por medio de leyes especia le^'^.
Al respecto, enseña Llamas Pombo que la reparación integral del daño constitu-
ye un principio, un valor jurídico que inspira al ordenamiento jurídico, tanto en su
construcción como ensu interpretación yaplicación. Eseprincipioconllevaaque los
dosgrandes modosde reparación(en formaespecíficae indemnización pecuniaria)
no sean excluyentes, pues es posible que se presentendaños en los cuales deban ac-
tuarde manera concurrente.Noobstanteello, la aspiración a la reparación integral
no constituye un principio absoluto, ni debe ser una obsesión del legislador ni del
intérprete, entreotrascosas, porque hay dañosque nunca pueden ser reparadosín-
tegramente, como sucede en general con el daño
En efecto, sesostiene quedebe llamarse "reparación plena" en lugar de "repara-
ción integral", puestoquela expresiónintegral parecierareferirquetodoel dañode-
saparecería yestoera una ficciónjurídica; por eso resulta mejor aludira la reparación
plena, que desde el principio admite que pueden quedar dañossin indemnizar2I.
Asimismo, decir que debe indemnizarsetodo el daño ocasionado, no implicaque
todo perjuicio sea resarcible, sino quesolo lo es el admitido por el ordenamiento ju-
rídico. Se trata, entonces, de la plenitud jurídica de la indemnización (derecho a ser
reparado en toda la extensión establecida por la ley). En este sentido, y conforme a
la jurisprudencia elaborada por la Corte Suprema, el principio de reparación plena
se encuentra circunscripto al resarcimientode los daños queson admitidos por el or-
denamiento jurídico; en especial, con el alcance que emana del Código Civil y Co-
mercial de la Nación, que es una suerte de "piso" mínimo cuyo alcance excede inclu-
so al derecho privado2'.
Jurisprudencia
1. Marco normativoyjurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
1 El principio de la reparación plena -ahora recogido expresamente en el art. 1740,
CCCN-también tenía suficiente y consolidado reconocimiento al amparo del Código
derogado, aplicable a la especie por razones de derechotransitorio. Así lo ha estableci-
do la Corte Suprema hace más de tres décadas cuando puntualizóque el resarcimiento
integral de los perjuicios cuenta con una raíz constitucional estrechamente vinculado
con el sentido de justicia de la sociedad. A mayor abundamiento y por una cuestión de
claridad conceptual cabeseñalarque esta Corte Suprema, a lo largo del tiempo, ha em-
pleado indistintamente las expresiones "reparación integral", "reparación íntegra" o
"reparación plena"; esta última finalmenteadoptada por el Código Civilycomercialde
la Nación, como nocionesequivalentesquetrasuntan,en definitiva, el imperativocons-
titucional de la reparacióndeldaño, que noesotroque restituir, con la modalidadyam-
plitud que establece el ordenamiento, la situación del damnificado al estado anterior
al hechodañoso(de1votodel doctor Lorenzetti). [CSJN, 10/8/17, "Ontiveros,Stella Ma-
ris c. Prevención ART S.A. y otros s/Accidente - Recurso de inconstitucionalidad y casa-
ción", RubinzalOn Line, RC J 57001171.
2 En cuantoa lo establecido por el art. 1746 del CCCN, se ha emitido opinión con ante-
rioridad, sosteniendo que lo que se tiene principalmente en cuenta es fijar con justeza
una indemnizaciónplena (art. 1740, CCCN). Por un ladosetrata de poner un margen al
arbitrio judicial y resarcir en la mayor medida posible a la víctima. Este principio reco-
nocido desde hace tiempo por la jurisprudencia, fue consagrado en nuestro ordena-
miento civil por lo que ahora el nuevo artículo lo ha venido a confirmar como una nor-
majurídica del derechovigente. [CNCiv., Sala M, 14/4/16, "P. A.C.Rodríguez, María Lau-
ra slDañosy perjuicios", causa n079571/2011M., RubinzalOn Line, RCJ 3385/16].
6 La indemnización por integridad física y pérdida de chance solicitada por una em-
pleada doméstica que perdió la movilidad de su brazo al ser impactada por un auto-
motordebeadmitirse-en el caso, por $1.100.000-, teniendoen cuenta las limitantes
físicasquesufrirá porel restodesuviday que le impedirándesarrollarsutrabajo, locual
debe hacerse méritoa la hora de la cuantificación, no comoun demérito porsu perfil la-
boral,sinocomouna justae integral indemnizacióndeldañocausado(art.1740, CCCN).
[CACC Salta, Sala 111,2618116, "R., E. V. A. c. G. O., A. S. y10 quien resulte civilmente res-
ponsable s1Sumario- Dañosy perjuicios por accidente detránsito", RCyS, 2016-Xll-176;
RCCyC, 2017 (febrero), 224; LL, On Line, AR/JUR/70740/2016].
23 Doctrina cit. por Converset (h), Incidencias del Código Civil y Comercial. Procesos civiles,
2015, p. 105.
160 CECILIA CELESTE DANESI
lo invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de lospropios
hechos". Con relaciónaesteartículo,Trigo Represasseñalaquetraspasael art. 75 inc.
12 de la CN, puesto que es materia propia de los códigos procesales (v. gr., art. 377,
CPCCN); al igual quesucedecon el art. 1736que, comoveremosa continuación, pres-
cribe que la carga de la prueba de la relación de causalidad corresponde a quien la
alega, excepto que la ley la impute o la presuma24.
La norma se encuentra íntimamentevinculada con el art. 377del CPCCN, compar-
, tido por varios códigos de forma locales (arts. 375, CPCCBA; 377, CPCCde Salta; 179,
CPCCde Mendoza), segun el cual cada una de las partesdebe probar el presupuesto
de hecho de la norma o normas que invocare como fundamento de su pretensión,
defensa o excepción. La doctrina ha denominado a este deber como "carga de la
prueba" y la definió como el peso jurídico al queseven sometidas las partes del pro-
ceso si quieren obtener el resultado que el sistema otorga a quienes realizan los ac-
tos en la forma y tiempo que ese sistema dispone25.
Se le reconocen dos funciones primordiales. En primer término, es una regla de
juicio para el juez, debido a que le indica cómo debe fallar ante la inexistencia o in-
suficiencia de prueba sobre determinado derecho litigioso. Por otra parte, es tam-
bién una pauta de actividad para las partes, ya que les señala cuál de ellas asume el
riesgo de la falta de producción de la prueba sobre determinados hechos que están
a su cargo, para evitar la consecuencia perjudicial que deriva de su falta de acredi-
ta~ión~~.
Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que las reglas relativas a la
carga de la prueba deben serapreciadasenfunción de la índoley característicasdel
asunto sometido a la decisión del órgano jurisdiccional, principio este que se en-
cuentra vinculado a la necesidad de dar primacía a la verdad jurídica objetiva, por
sobre la interpretación de las normas ,procesales, de modo que su esclarecimiento
no se vea perturbado por un excesivo rigor
Con el transcurso del tiempo, la carga de la prueba en su concepción tradicional
se ha flexibilizado considerablementecon el único propósito de aligerar la pesada
carga que en tal sentido reposa sobre la víctima. Algunos ejemplos son las presun-
ciones hominis (incluidas en el art. 1744 citado), la teoría d e las cargas probatorias
dinámicas (art. 1735, CCCN), las reglas d e la normalidad y d e la experiencia, la prue-
ba prima facie, el denominado principio res ipsa loquitur (véase el capítulo VI titu-
lado "Privación d e uso", ap. c), etcétera2*.
En efecto, el art. 1735 del CCCN habilita al juez a distribuir la carga d e la prueba
ponderando cuál d e las partes se halla e n mejor situación para aportarla y, en caso
d e utilizar esa facultad, debecomunicárseloa laspartesdemodode permitirlesofre-
cery producir los elementosde convicción q u e hagan ?su defensa. Esta es la deno-
minada "teoría d e las cargas probatoriasdinámicas", creada por el procesalista Pey-
rano.
También pueden producirse diversossupuestos en los cuales la carga d e la prue-
ba se invierte. En materia d e accidentesde tránsito, donde impera un factor d e atri-
bución objetivo, una vez probado por parte d e la víctima el daño y su nexo d e cau-
salidad con la cosa riesgosa -rodado- (art. 1736, CCCN), será la parte demandada
quien tendrá q u e acreditar alguna d e las eximentes d e responsabilidad (hecho del
damnificado o d e un tercero por quien no se tiene el deber d e responder o el caso
fortuitolfuerza mayor (conf. arts. 1734y 1736, última parte, CCCN). De lo contrario,
deberá resarcir el menoscabo debidamente comprobado en autos.
Como podemos advertir, el nuevo cuerpo normativo está aggiornado a la ac-
tualidad del derecho probatorio q u e se volvió más blando en materia d e carga d e la
prueba.
Añadimos que, tal como señalamos en el apartado anterior, la importancia en la
acreditación del daño reposa en que este constituye uno d e los cuatro elementos
esenciales para quese configure la responsabilidad civil,junto con laantijuridicidad,
la relación d e causalidad y los factores d e atribución (subjetivos y objetivos). El juez
debe analizar exhaustivamente la presencia d e esos cuatro elementos para q u e pro-
ceda la reparación yla ausencia decualquiera deellos impideel otorgamientode una
indemnización. En el caso específico del daño, si consideramos q u e la responsabili-
dad civil busca la reparación d e todo detrimento injustamentesufrido, resulta Iógi-
coque sin este no haya responsabilidad civil, pues no hay q u é i n d e m n i ~ a r ~ ~ .
En suma, será absolutamente necesaria la acreditación d e los perjuicios efecti-
vamente sufridos, independientemente d e q u e hayan sido ya reparados o no30. al
como se dijo, el defecto d e la adecuada acreditación del detrimento puede condu-
cir o bien al rechazo d e la pretensión d e resarcimiento, si la falencia probatoria tor-
na meramente conjetural el perjuicio invocado, o en todo casoa admitirla, peroso-
Jurisprudencia
la indemnización por daño no patrimonial en !$ 120.000 (arts. 165, CPCCBA; 1078, CC;
1737,1738,1741 y concs., CCCN). [CACC Azul, Sala 11,30/11/16, "O., H. 5.yotrola c. Pie-
trafesa, Catalina Mariel s/Dañosyperjuicios", RubinzalOn Line, RCJ 6808/16].
5 Sería sobreabundante enunciar los diversos criterios imperantesen torno a esta ta-
rea de cuantificacióndel daño, baste decir que los mismos han sido trasladados al nue-
vo Código Civil y Comercial (arts. 1737 a 1748), que ha incorporado diversas pautas doc-
trinarias yjurisprudencialesyavigentes; destacándoseen particular la recepciónde pa-
rámetros tendientes a unificar los criterios de indemnización, para evitar los inconve-
nientesquetrajoelsistemaanteriormentevigentede libreapreciaciónde la reparación
del daño, que prevaleciósobre propuestasde tarifación o aplicaciónde baremos; aun-
que la doctrina se ocupó de destacar la necesidad de superar esa anarquía en materia
ACCIDENTES DE TRANSITO
to efectuado para la reparación del rodado, debió acreditar cuáles fueron los daños
concretos que este presentócon motivo del siniestro, haciendo la constatación ydeter-
minación de su cuantía en tiempo oportuno. [CACCCA San Francisco, 12/12/12, "Len-
cinas, Ana María c. Caudana,Víctor HugosIOrdinario", LLC, 2013(mayo),466; LL, On Li-
ne, AWJU W70976/2012].
6. Momento de la cuantificación.
Obligación devalor
10 Los daños deben justipreciarse al momento del dictado de la sentencia, por cuanto
setratadeunaobligacióndevaloryrigeel principiode reparación plenaointegral(arts.
19, CN; 1083, CCy 1740, CCCN), a los efectos de lograr una indemnización más justa pa-
ra la víctima. [CACCMPTZaMendoza, 10112/15, "Serrano, Gustavo Claudio c. Marquez
Solis, Franco Adriano slD. y p. (acc. de tránsito)", LL, On Line, AWJUW58788/2015].
7. Apreciación de la prueba
11 En el terreno de la apreciación de la prueba, el juzgador puede inclinarse por lo
que le merece mayor fe en concordancia con los demás elementos de mérito que pue-
dan obrar en el expediente, siendo ello, en definitiva, una facultad privativa del ma-
gistrado; y es dable destacar que la convicción del juzgador debe formarse tendiendo
a un gradosumode probabilidad acercadel modode producirseel evento, aunque no
se tenga certeza absoluta, porque admitida la existencia del siniestro y ante versiones
contrapuestas, debe realizarse un proceso deselección que forzosamente conduzca a
tener como realmente sucedidas algunas circunstanciasen las que se apoyan dichas
manifestaciones. [CACC, Sala J, 2111 1117, "Gómez, Claudio Damián c. Gómez de Oli-
vera, Ramón y otros s1Daños y perjuicios", Rubinzal On Line, RC J 3111181.
La prueba pericial está contemplada en el art. 457 del CPCCN. El mismo estable-
ce que: "Será admisible la prueba pericialcuando la apreciación de los hechos con-
trovertidos requiere conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, industria o
actividad técnica especializada". El dictamen debe contener la explicación detalla-
ACCIDENTES D ~ T A Á N S I T B 169
44 CNCiv., Sala A, 5/2/14, "Noya, María Jimena c. Les Bejart S.A. s/Daños y perjuicios", GP, del
13/8/14.
45 Somer, "La prueba en los juicios de accidentes de tránsito", en La prueba en e l proceso ci-
vil, 2013, t. III, p. 354.
46 CNCiv., Sala E, 8/2/13, "Navarro, Epifanía y otros c. General Tomás Guido S.A.C.I.F.I. s/Daños
y perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/9017/2013; DI, ejemplar del 10/7/13, p. 76.
47 CNECC, SalaV, 27/6/88, "Guida, l. c.Tte. Sol de Mayo S.A.", LL, 1989-E-250.
ACCIDENTES DE TRÁMSITO
Jurisprudencia
rá que las reparaciones que se realicen en el vehículo permitan eliminar las conse-
cuencias dañosas del siniestro.
Jurisprudencia
1. Conceptoy alcance
1 Los gastos de reparación del rodado constituyen uno de los principales aspectos de
la reclamaciónde daños provenientesde accidentesde tránsito, pues el responsablede
los perjuicios ocasionados al vehículo embestido, queda'obligado al pago de la suma
necesaria para restablecerloalestadoenqueseencontrabaalocurrirelaccidente [CN-
Civ., Sala J, 512118, "Riccelli, Walter Ramónc.Caro,CarloslsidroslDañosyperjuicios", Ru-
binza1On Line, RC J 5601181.
que a esta obra concierne, serán lasvíctimas de un siniestro vial quienes podrán ac-
cionar7.
La legitimación puede presentar dossupuestos: la legitimación procesal y la le-
gitimación sustancial. En palabrasde Palacio, en esta última es parte el que deman-
da en nombre propio (o en cuyo nombre se demanda) una actuación de la ley, y
aquel contra el cual esa actuación de la ley es demandada. En cambio, la legitima-
ción procesal (que es un requisito de la pretensión) tiene que ver con la titularidad
, del derecho -en el caso de la activa-o con la titularidad para contradecir-en la
pasiva-8.
En principio, la persona habilitada para accionar por un daño será el damnifica-
do directo o la propia víctima, esdecir, aquel sobre cuya persona o bienes recaiga di-
rectamente la conducta dañosa. Sin embargo, también podrá hallarse legitimado
para reclamar el damnificado indirecto, es decir, quien sin ser la víctima inmediata
del perjuicio, losufre "de reboteu9.
Finalmente, señalamos que el derecho para obtener una decisión judicial surge
exclusivamentede la ley, con lo cual, debemos remitirnos a las disposiciones que el
nuevo Código de fondo establece en la materia.
Los sujetos que poseen legitimación activa para reclamar el resarcimiento por
dañoscausadosa lascosasseencuentrancontempladosen el art. 1772deICCCN. En-
tre ellos se mencionan: inc. a) titular de un derecho real sobre la cosa o bien.
En nuestro país, la inscripción registra1es de carácter constitutiva para los auto-
motores, conforme lo estableceel art. 1'del decr.-ley6582158, con locual, podrá pro-
mover la demanda resarcitoria por gastos de reparaciónquien surja como titular en
el registro pertinente.
El art. 5' del decreto mencionado enumera los vehículos que se consideran au-
tomotores, asaber: automóviles, camiones, inclusive los llamadostractores parase-
mirremolque, camionetas, rurales, jeeps, furgones de reparto, ómnibus, microóm-
nibusycolectivos, sus respectivos remolquesyacoplados,todosellosaun cuando no
estuvieran carrozados, las maquinariasagrícolas incluidas tractores, cosechadoras,
grúas, maquinariasvialesytodasaquellasquese autopropulsen. Con lo cual, consi-
Wierzba, Manual de obligaciones civilesy comerciales, según el nuevo Código Civily Co-
mercialde la Nación, 2015, ps. 333 y 334.
* Lino Palacio, cit. por Converset (h), Incidencias del Código Civily Comercial. Procesos civi-
les, 2015, ps. 96 y 97.
Wierzba, Manual de obligaciones civilesy comerciales, según el nuevo Código Civily Co-
mercialdela Nación, 2015, p. 334.
ACCIDENTES DE TRANSITO 177
deramos que todos ellos se encuentran comprendidos en las prescripciones del art.
1769 del CCCNy, por ende, el sujeto que figure como titular registra1 se encuentra
legitimado para reclamar por daño material.
Pues bien, la enumeracióntaxativa de derechos reales está regulada en los inci-
sos del art. 1887 del Código unificado, estos son: a) el dominio; b) el condominio;
c) la propiedad horizontal; d ) los conjuntos inmobiliarios; e) el tiempo comparti-
do; f) el cementerio privado; g) la superficie; h) el usufructo; i ) el uso; j ) la habi-
tación; k) la servidumbre; 1) la hipoteca; m) la anticresis, y n) la prenda. Es decir,
cualquiera de los titulares de estos derechos reales es& legitimado para reclamar el
resarcimientode los daños que presente la cosa.
Por último, mencionamosque cuando el reclamanteafirme que es titular del de-
recho real de dominio, implica también aseverar que es titular de todo aquello que
es inherente a la propiedad, v. gr., el derecho de poseer la cosa, disponer o servirse
de ella, usarla y gozarla conforme con un ejercicio regular. Por tal motivo, cuando
sostiene que es dueño del vehículo implícitamente asevera que es poseedor, usu-
fructuario~usuario, ya que tales derechos son propios del dominio y por ende está
amparada en los derechos previstos por el art. 1110 del cCIO, ahora receptado en el
art. 1772 del CCCN.
No obstante ello, también puede suceder que el dueño haya cedido el uso y go-
ce del rodado (contrato de locación), en cuyo caso, podrán iniciar ambosel reclamo
indemnizatorio por los daños padecidosa raíz del siniestro. Así, por ejemplo, el pri-
mero estará legitimado para peticionar el rubro por desvalorización venal, mien-
tras que el segundo podrá demandar por privación de uso. Estas cuestiones tienen
matices, que iremos abordando a lo largo de los capítulos de esta obra.
Asimismo, el inc. b) del art. 1772 del CCCNfaculta a reclamar por daños al tene-
dor y al poseedor de buena fe de la cosa o bien. El nuevo Código se encarga de defi-
nir esos conceptos que importan la relación de poder de un sujeto con una cosa que
se debe adquirir en los términos del art. 1922 y SS.". La posesión se da cuando una
persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hechosobre una cosa, com-
portándose como titular de un derecho real, lo sea o no (art. 1909, CCCN) mientras
que, la tenencia acaece cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, y se comporta como representante del poseedor
(art. 1910, CCCN).
Suele suceder que lossujetos pasivosde la pretensión planteen excepcióndefal-
ta de legitimación activa cuando el actor no invoca ni demuestra ser poseedor, te-
, nedor, propietario o tampoco acredita haber solventado los gastos.
En cuyo caso el juez, además de valerse de las constancias recabadas en la causa,
debe guiarse por las presunciones legales contempladas en los arts. 1911, 1914,
1916y 1919 del CCCNI*.
Incluimos en el supuesto del inc. b) del art. 1772 el caso del sujeto que surja de la
denuncia de venta que efectúe el titular del bien ante el Registro de la Propiedad
~ u t o m o t o rasí
~ ~como
, los siguientes: el locatario (art. 1187, CCCN), el tomador en
entregado el rodadoa otra persona en carácter de poseedor o tenedor. E l artículo del Régimen Ju-
rídico del Automotor dispone: "Hasta tanto se inscriba la transferencia el transmitente será civil-
mente responsable por los dañosyperjuicios que se produzcan con elautomotor, en su carácter de
dueño de la cosa. No obstante, sicon anterioridad alhecho que motivesu responsabilidad, eltrans-
mitente hubiere comunicado al Registro que hizo tradición delautomotor, se reputará que elad-
el contrato de leasing (arts. 1227 y 1238, CCCN), el usufructuario (art. 2129, CCCN),
entre otros.
Lossujetoscomprendidosen1osincs.a) yb)del art. 1772delCódigo unificado tie-
nen derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el respon-
sable directo y el indirecto (art. 1773, CCCN).
Por último, mencionamos que la postura receptada por el texto legal vigente se
encontraba plasmada con anterioridad a la reforma en el plenario de la Cámara Ci-
vil "Belluci, Nicolás R. c. Pollano, Edgardo C. y otros s/Spmario", del 30 de diciembre
de 1985, su doctrina rezaba que el usuario tiene derecho a reclamar la indemniza-
ción por los daños causados al vehículo que utilizaba y no puede ser privado de esta
ni aún en razón de no haber efectuado el arreglo, pues esta obligación hace a su re-
lación con el presunto propietario y no con el demandado, la cual es independiente
y deriva del ilícito. En tal sentido, se sostuvo que el usuario, es decir, todo aquel que
haga valer el derecho que le confieresu calidad de poseedor, usufructuario, usuario
(art. 2948, CC), está legitimado para reclamar indemnización por los daños sufridos
por el rodado aunque no haya efectuado o pagado las reparaciones. No así, como
principio general, el tenedor que haga valer el carácterde locatario, depositario, co-
modatario, etcétera. En efecto, se ha entendido que la condición de usuario, salvo
prueba en contrario, debe presumirse en quien utiliza el rodado habitualmente, o
encomienda presupuestos, efectúa denuncias policiales, contrata seguroso lo pone
a disposición de la pericia 14.
De la doctrina sentada en el fallo plenario citado se ha considerado que: a) el
costo de las reparaciones del vehículo puede ser demandado no solo por el pro-
pietario sino también por el poseedor ilegítimo o legítimo (usufructuario y usua-
rio); b) la legitimación subsiste aunque las reparaciones no hayan sido realizadas
y, si lo fueron, aun cuando no han sido pagadas; c) no interesa que no se haya pro-
bado la calidad invocada en la demanda. Entonces, acreditado el dañoy la relación
causal, el que lo provocó debe indemnizarlo, puessi secondicionase la indemniza-
ción al previo pagose estaría alterando la causa que legitima al actor, que ya no se-
ría el ilícito sino el pago, considerándolo así como subrogado en los derechos de
otro15.
quirente o quienes de este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de aquel, re-
visten con relación al transmitente el carácter de terceros por quienes él no debe respondery que
el automotor fue usado contra su voluntad ..." (art. 27). Véase www,jus.gob.ar/tramites-y-servi-
cios/automotores/denuncia-de-venta-del-automotor.aspx.
l4 CNCiv., Sala M , 28/6/05, "Koblecovsky, Adolfo c. Del Pedro, Jorge slDaños y perjuicios",
www.scw.pjn.gov.ar.
l Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 201 2, t.4A, ps. 39 y 40.
CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
3 El pago de los gastos por reparación o reposición del vehículo dañado puede ser exi-
gido por el simple usuario, dado que, si bien el actor noacreditóser el titular registra1de
la motocicletasiniestrada, su legitimación activa para reclamar el presente rubro emer-
ge del art. 1110 del CC(cfr. art. 1772, CCCN), no siendo necesario que quien pide ser re-
sarcido pruebe la propiedad del vehículo dañado, pues basta que lo usara en el mo-
mento del suceso o tuviese sobre ella guarda jurídica, en razón de que el derecho de uso
no requiere más prueba que su ejercicio y que la posesióndel vehículo basta para recla-
mar la reparaciónde los daños sufridos por él. [CACC la Nom. Córdoba, 19/12/17, "Lu-
que, Sergio Rafael c. Rentz, Norberto Hermin s/Ordinario - Dañosy perj. -Accidentes de
tránsito - Recurso de apelación", LL, On Line, AR/JUW89754/2017].
4 La condición de usuario del actor lo legitima para reclamar los gastos comprensivos
de mano de obra yrepuestos que insume la reparación de la moto, la privación de usoy
la desvalorización(ar2s. 1095y1110, CC). [CACCMPT4"Mendozar13/9/17, "Olivera, Le-
onardo Iván c. Carvacho, Nelson Martín s/D. y p. (accidente de tránsito)", LL, On Line,
AR/J UW65894/20 171.
En lo que a la prueba del daño emergente concierne, la vía por excelencia que
posee la víctima es solicitar -en la oportunidad procesal correspondiente- la de-
signación de un perito ingeniero mecánico, quien deberá "estimar" el costo de las
reparaciones para restituir el vehículo al mismo estado quese encontraba antes del
siniestro. Para ello, el experto deberá analizar exhaustivamente lasconstanciasque
surjan de las actuaciones, de la causa penal (si hubiere), la mecánica del siniestro e
inspeccionar el rodado. Además, el perito podrá valerse no solo de sus conocimien-
tos técnicos, sino también de informes emanados de concesionariasoficiales, talle-
res mecánicos reconocidos, etcétera.
Si bien la lógica indica que la estimación del arreglo se haga al momento del si-
niestro, la realidad nosevidenciaque-debidoa los frecuentes períodos inflaciona-
~ atraviesa el pais- esa suma será insuficiente para afrontar los gastos de re-
r i o que
paración, ni aún adicionándole los intereses desde la fecha del hecho. Por ello, más
allá de la estimación que realice el experto, el juezdeberá conceder la partida indem-
nizatoria de modo tal que permita a la víctima resarcir el daño causado, pues si hu-
biese cumplido con la obligación oportunamente, esto es, sin llegar a la instancia ju-
dicial, habría satisfecho valor suficiente para que el vehículo quede en el estado an-
terior al siniestro20.
Otra vía también utilizada para acreditar el costo de las reparaciones, es el pre-
supuesto expedido por un taller mecánico. Pero para que el instrumento privado
tenga validez, debe ser reconocido por su emisor. Ampliaremos este punto en el
apartado siguiente.
La jurisprudencia ha señalado que aun cuando la víctima del accidente de trán-
sito haya omitido adjuntar fotos del vehículo siniestrado y no se haya realizado la
pericia mecánica por falta de presentación del rodado, la indemnización por daño
material es procedentesi presentó presupuestosdereparación que fueron recono-
cidos judicialmente2?.
Asimismo, alguna doctrina sostieneque,si bien dependerá desi losarreglosfue-
ron efectuados o no, en principio, los daños se prueban con fotografías simples del
automóvil reconocidas por el demandado -inclusive mediante la absolución de
posiciones- y la declaración de testigos presencialesdel hecho -o al menos pre-
sentes en el lugar inmediatamente después de ocurrido-, como ilustrativas de los
daños producidos en el accidente. No es necesaria la certificación por escribano pú-
blico de las fotografías, pues hay que distinguir los hechos que fueron verificados
personalmente por el oficial público de aquellosque no lo fueron. Los primerosgo-
En lo que a la prueba del daño emergente concierne, la vía por excelencia que
posee la víctima es solicitar -en la oportunidad procesal correspondiente- la de-
signación de un perito ingeniero mecánico, quien deberá "estimar" el costo de las
reparacionespara restituir el vehículo al mismo estadoqueseencontraba antes del
siniestro. Para ello, el experto deberá analizar exhaustivamentelas constanciasque
surjan de las actuaciones, de la causa penal (si hubiere), la mecánica del siniestro e
inspeccionarel rodado. Además, el perito podrá valerse no solo de sus conocimien-
tos técnicos, sino también de informes emanados de cpncesionarias oficiales, talle-
res mecánicos reconocidos, etcétera.
Si bien la lógica indica que la estimación del arreglo se haga al momento del si-
niestro, la realidad nosevidencia que-debidoa los frecuentes períodos inflaciona-
r i o que
~ atraviesa el país-esa suma será insuficiente para afrontar los gastos de re-
paración, ni aún adicionándole los intereses desde la fecha del hecho. Por ello, más
allá de la estimaciónque realiceel experto, el juezdeberáconceder la partida indem-
nizatoria de modo tal que permita a la víctima resarcir el daño causado, pues si hu-
biese cumplido con la obligación oportunamente, estoes, sin llegar a la instanciaju-
dicial, habría satisfechovalor suficiente para que el vehículo quede en el estado an-
terior al siniestroZ0.
Otra vía también utilizada para acreditar el costo de las reparaciones, es el pre-
supuesto expedido por un taller mecánico. Pero para que el instrumento privado
tenga validez, debe ser reconocido por su emisor. Ampliaremos este punto en el
apartado siguiente.
La jurisprudencia ha señalado que aun cuando la víctima del accidente de trán-
sito haya omitido adjuntar fotos del vehículo siniestrado y no se haya realizado la
pericia mecánica por falta de presentacióndel rodado, la indemnización por daño
material es procedentesi presentó presupuestosde reparaciónque fueron recono-
cidos judicialmenteZ1.
Asimismo, alguna doctrina sostiene que, si bien dependerádesi losarreglosfue-
ron efectuados o no, en principio, los dañosse prueban con fotografíassimples del
automóvil reconocidas por el demandado -inclusive mediante la absolución de
posiciones- y la declaración de testigos presenciales del hecho -o al menos pre-
sentes en el lugar inmediatamente después de ocurrido-, como ilustrativas de los
daños producidosen el accidente. No es necesaria la certificación por escribano pú-
blico de las fotografías, pues hay que distinguir los hechos que fueron verificados
personalmente por el oficial público de aquellosque no lo fueron. Los primeros go-
zan de la presunciónlegal de autenticidad del derogado art. 993 del CC, hoy conte-
nido en el art. 296del Código unificado, mientras que lossegundos no; de modo tal
que tienen la presunción de verdad al momento de la constatación por el notario,
mas no de la causa que originó los mismos22.
Jurisprudencia
2 El daño emergente reclamado por el ciciista embestido por un automóvil debe ser
rechazado, ya que, si bien no es esencial a los efectos de su procedencia demostrar el
gasto efectuado para la reparación del rodado, debió acreditar cuáles fueron los da-
ños concretos que este presentó con motivo del siniestro, haciendo la constatación y
determinación de su cuantía en tiempo oportuno. [CACCCAFSanFrancisco, 1211U12,
"Lencinas, Ana María c. Caudana, Víctor Hugos/Ordinario", LLC, 2013 (mayo), 466; LL,
On Line, AWJ UW70976120 121.
24 Llambías, Tratado de derecho civil. Obligaciones, 6"ed., 2005,t.1, p. 273, n0248,yt. III, p. 628,
no2286; Bustamante Alsina, Teoríageneralde la responsabilidad civil, Sa ed., 2004, p. 180,entre mu-
chos otros.
25 Vázquez Ferreyra, Los presupuestos del deber de reparar, LL, 201 2-C-671; LL, On Line,
ARlDOUl388/2012.
26 Sáenz, Incidencias del Código Civily Comercial. Obligaciones. Derecho de daños, 201 5, t .2,
p. 145.
27 Wierzba, Manual de obligaciones civiles y comerciales, según el nuevo Código Civily Co-
mercialde la Nación, 2015, p. 310.
188 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
[JNC no98,513112, "Rojas, JoseMaría y otro c. Boria, Cristian Ariel y otros slDaños y per-
juicios", LL, On Line, AWJUWI 683120121.
2 Procede la indemnización por daño material a favor del propietario de un taxi que
fue embestido, si se acreditó la ocurrencia del accidente y la responsabilidaddel con-
ductor demandado en su producción, y se acreditó la existencia de perjuicios compa-
tiblescon la mecánica deeste, quetienen por consecuenciala necesidad de reparación
ydeadquisición de repuestos. [CACCLM Neuquén, Sala 11,28/2/12, "Larralde, HugoOs-
car c. Diez Olmedo, Claudio José s/Daños y perjuicios", LLPatagonia,
4
2012 (junio), 342;
LL, On Line, AWJUW1394/2012].
32 CNCiv., Sala B, 15/7/10, "Rabelino, Delia Néliday otroc. Compañia General deseguros Lide-
rar S.A.", LL, On Line, AWJUR/49501/2010. En sentido contrario, CNCiv., Sala H, 2719112, "Cristofano,
FernandoMartín c. Yapura, Leandro Daniel slDaños y perjuicios", LL, On Line, ARlJUW52808/2012.
33 Generalmente la prueba para acreditar la autenticidad del presupuesto suele ser objeto
Jurisprudencia
1. Importancia de la prueba pericial mecánica
1 En suma, afirmamos que el juez debe analizar cada caso concreto, apreciando la to-
talidad de los elementos probatorios recabadosenel proceso, losfundamentosyargu-
mentos vertidos en el informe pericial, los utilizados en las impugnaciones u observa-
ciones~ lascontestacionesque brinde el experto a estas últimas. La pericia mecánica re-
sulta ser la prueba eficiente a fin de lograr un detalle cierto de los daños en el automo-
tor ysu relación causal con el accidente, como también el costo de su reparación, pues
el experto porsusconocimientostécnicosycientíficosesel más idóneo para suministrar
esos datos y poder efectuar una adecuada valoración. [CNCiv., Sala J, 5/2/18, "Riccelli,
Walter Ramónc. Caro, Carlos Isidros/Dañosyperjuicios", RubinzalOnLine, RCJ 560/18].
34 CACCCA la Nom. Río Cuarto, 2111 1/12, "Fernández Lorio, Ronald c. Flores, José Norberto
sIOrdinario", LL, OnLine, AR/JUR/65609/2012.
do, hubieran tenido accesoa fotografías del mismo, y presupuestosdescriptivosdelos
elementosy partesa reparar. [CNCiv., Sala B, 15/7/10, "Rabelino, Delia Nélida y otro c.
Compañía General de Seguros Liderar S.A.", LL, On Line, ARIJUW49501/2010].
Puede suceder que el perito no se expida con relacióna los daños del rodado, ya
sea porque nunca se requiriósu designación, porqueseomitióconsignar ese punto
de pericia o bien, porque el experto no lo hizoy nadie lo advirtió. Es decir, el magis-
trado -al momento de dictar sentencia- se encuentra ante un panorama de ab-
soluta orfandad probatoria. En estos casos el Código unificado prevé como excep-
ción a la carga de la prueba del daño en cabeza del damnificado que la ley lo impu-
te o lo presuma o que surja notorio de los propios hechos; lo que se refiere a las pre-
suncionesjudicialesoaloscasosenque el perjuicioseencuentra acreditadoin reip-
sa (véase Capítulo Vi, "Privación de uso", ap. 3.c).
En cuantoal dañoquesurgede los hechosnotorios,se ha precisadoqueestossur-
gen perse de las circunstancias probadas en la causa35.Las presuncionesjudiciales,
en cambio, son supuestos en los cuales el juezsupone la existencia de ciertos perjui-
cios, aún ante la falta de la prueba directa; lo que nosignifica que no exista prueba
alguna en la causa sobre la producción del hecho, sino que, a través de determina-
Jurisprudencia
1
38 CNCiv., Sala M, 3/9/10, "Parada López, Aurea c. Gómez, Gabriel Oscary otros", LL, On Line,
ARIJUW6164912010.
39 Zannoni, cit. por Sáenz, incidencias del Código Civily Comercial. Obligaciones. Derecho de
daños, 2015, t. 2, p. 138.
40 CACCComodoroRivadavia, Sala B, 24/4/13, "D., G. M. c. C., O. A. y otross/Sumario (daños y
perjuicios)", LLPatagonia, 2013 (agosto), 1131; LL, On Line, AR/JUR/9979/2013.
194 CECILIA CELESTE DANESI
paración debe ser plena, lo que implica restituir el bien al estado anterior al hecho
dañoso, sea por el pago en dinero o en especie (art. 1740, CCCN).
En todos los casos, el juez puede ejercer la facultad que le confiere el art. 165 del
CPCCN, que se encuentra presente en varios ordenamientos locales, y estimar los
gastos de reparación, apartándose de lo que surja del dictamen o de las contesta-
ciones de oficio. Obviamente, esta estimación estará basada en circunstancias es-
peciales del expediente que lo convencen de reducir o aumentar los gastos estima-
dos en las pruebas recabadas en el proceso.
Recordemosque el perito es un auxiliar de la justicia y su misión consiste en con-
tribuir a formar la convicción del juez, razón por la cual la labor pericia1 no tiene, en
principio, efectovinculante. Lacircunstancia dequeel dictamen notenga carácterde
prueba legal y no obligue al juez (salvo en los casos en que así lo exige la ley), no im-
porta que este pueda apartarse arbitrariamentede la opinión fundada del idóneo4'.
Por ello, coincidimos con la doctrina quesostiene que para apartarse del análisis
efectuado por el perito en una materia propia de su arte, se debe encontrar apoyo
en razonesserias, es decir, en fundamentos objetivamente demostrativosde que la
opinión del experto se encuentra reñida con principios lógicos o máximas de expe-
riencia, o de que existen en el proceso elementos probatorios provistos de mayor
eficacia para provocar la convicción acerca de la verdad de los hechos controverti-
dos. Cuando el peritaje aparece fundado en principios técnicos inobjetables y no
existe otra prueba que lo desvirtúe, la sana crítica aconseja, frente a la imposibili-
dad de oponer argumentos científicos de mayor valor, aceptar las conclusiones pe-
ricialesde
Por otra parte, y en cuanto a la facultad del juez de conceder el rubro indemni-
zatorio por una suma mayor a la peticionada, si bien es cierto que algúnsector de la
doctrina considera quevulnera el principiodecongruencia, tal rigorismoformal de-
be ceder en los casos en los cuales la estimación del daño se efectuó bajo otras cir-
cunstancias económicas y se sujetó el reclamo a la fórmula "o lo que en más o me-
nos resulte de la prueba a producirseen autos"43.
Jurisprudencia
1 Los daños sufridos por la moto en cuestión, aun cuando no coincidan totalmente
con los indicados en la demanda, se encuentran acreditados, al menos en parte, por la
constataciónpolicial queemerge del acta obrantea fs. 1del expediente penal, en don-
de se indica que dicho rodado presentaba la rotura de carenados delanteros y torce-
duras de pedalines y palanca de cambio de lado izquierdo, como asítambién de lasfo-
tos obrantes a fs. 14115 y de las características propias del accidente, en el que las par-
tes consienten que la moto quedó enganchada de la parte delantera inferior del VW
Passat con su pedalín izquierdo. En cuanto al costo de las reparaciones, si bien el pre-
supuesto defs. 13, al igual que lo que aconteciera con los certificados médicos, no ha
sido reconocido por parte de su emisor, con lo cual carece de eficacia probatoria, ello
no implica que los daños efectivamente acreditados no impliquen un menoscabo pa-
trimonial quedeba ser indemnizado, hayan o nosidosatisfechoslos gastos necesarios
para su reparaciónantes de la demanda, lo que me lleva a decidir que el agravio yel ru-
bro debe prosperar, por la suma de $3.000, a la fecha de esta sentencia, con más los in-
tereses a los que luego me referiré, teniendo en cuenta para ello el informe de Puey-
rredón Motos (fs. 165) y los precios promedios obtenidos de la consulta efectuada a la
página web "MercadoLibre", respecto al costo del carenado plásticodelantero, barra
de pedalín delantero y palanca de cambios de una moto similar a la del actor, sumado
al costode la manode obra necesaria para ello. [CACCMPT4aMendoza,13/9/17, "Oli-
vera, Leonardo Ivánc. Carvacho, Nelson Martíns/D.yp. (accidentedetránsito)", LL, On
Line, AWJUW65894/2017].
Puede suceder que el costo de la reparación resulte ser mayor al valor de reven-
ta del vehículo. Esto generalmente acontece cuando transcurren varios años entre
el accidente y la cuantificación del daño o bien cuando el rodado es antiguo.
Además, la realidad nos demuestra que mientras los automotores se deprecian
progresivamente, el costo de los repuestosy de la mano de obra permanece más o
menosestableyconel pasodeltiempo aumentan en relación alvalorde la unidad45.
Ello resulta lógico desde la óptica de la labor del mecánico, quien no reducesus ho-
ras de trabajo en rodados viejos (que tienen menor valor). Es más, a veces estos pue-
den presentar mayores complejidadeso labores más extensas que las de un rodado
relativamente nuevo.
Algunos postulan que, de concederse una indemnización mayor al valor del ve-
hículo, se producirá en el damnificado un enriquecimientosin causa, a la vez que, un
detrimento patrimonial en el demandado violatorio de la garantía del art. 17 de la
CN, en tanto debería pagar más de lo que vale el rodado mismo. Como salida a ello,
la doctrina sostenía que la solución pasaba por el art. 1083 del Código derogado
(ahora contenido en el art. 1740 del Código unificado), que disponía dos alternati-
vas: 7) que el resarcimiento sea en especie (restituir las cosas a su estado anterior), y
2) que se establezca una indemnización en dinero, cuyo importe, inclusive, no tiene
por qué ser utilizado para reparar el rodado, sino que el damnificado podrá darle el
destino que considere. En este último caso, no será procedenteel rubrodesvaloriza-
ción venal4!
Así, el magistrado puede optar por conceder una suma indemnizatoria que su-
mada al monto de reventa que se obtenga de los restos del vehículo (chatarra o re-
puestos), le permita adquirir otra unidaddesimilarescaracterísticasa lasiniestrada4'.
También se ha resuelto que la suma necesaria para afrontar la reparación de un
vehículo no tienequeguardar relación proporcional conel valor deeste, puesto que
lo relevante es verificar que la indemnización mandada a pagar se adecue a la ín-
dole y magnitud de los desperfecto^^^. Nunca la desproporción entre el costo del
arreglo y el valor del rodado puede ir en menoscabo del patrimonio del damnifica-
Jurisprudencia
2 El costo de las diversas piezas que componen un automóvil llega a veces a quintupli-
carel precio de aquel, de manera que no resulta extraño que-cuando el rodado es de
cierta antigüedad y los daños producidospor un accidenteson significativos-la repa-
ración puede resultar más onerosa que el valor venal de aquel. La circunstancia antes
descripta en modo alguno puede ir en detrimento del patrimonio del damnificado, ni
configurar un enriquecimiento indebido, pues no se incrementa el valor del rodado.
[CNCiv., Sala H, 15/5/96,LL, On Line, AfUJUR/3643/1996].
b) Vehículo reparado
Tal como lo señalamos precedentemente, si la víctima reparó el rodado debe ad-
juntar la factura correspondienteya que esta es la forma eficaz de acreditar un con-
trato con un taller de reparaci~nes~~. Lo mismo sucede si es un tercero quien recla-
ma el reembolso de los gastos de reparación.
Puede suceder que difiera el monto que surja de la factura o con el que estime el
perito mecánicoen su dictamen. En este punto, si bien el criterio noes unánime, sue-
le prevalecer la suma efectivamente abonada siempre y cuando sea razonabley se
encuentre dentro de los márgenes aceptables de variacións1.
Consideramos que lo relevante en esos casos de contradicción es que las repara-
cionesqueseexhiban en la factura o recibo posean relación decausalidadcon la me-
cánica del siniestro. De lo contrario, el magistrado podrá rechazar el reintegro de los
gastos que no correspondan con el eventoventilado en el procesoysolo conceder la
partida indemnizatoria por los vinculados con este. Veámoslo con un ejemplo. Si se
tuvo por probado que el demandadoembistió el lateral derecho del vehículo del ac-
tor, cualquier reparacióndel lateral izquierdo quese reclame debe ser desestimada.
Jurisprudencia
Cuando el vehículo esvendido o robado antes de la inspección por parte del pe-
rito, algunos magistrados formulan requerimientos especiales a las partes.
ACCIDENTES DE TRANSITO 199
Jurisprudencia
CNCiv., Sala B, 15/7/10, "Rabelino, Delia Nélida y otroc. Compañia General deseguros Lide-
rar S.A.", LL, On Line, AR/JUR/49501/2010. En sentido contrario:CNCiv., Sala H, 27/9/12, "Cristofano,
FernandoMartín c. Yapura, Leandro Daniel s/Dañosy perjuicios", LL, On Line, ARIJUW52808l2012.
CAP~TULO
VI
PRIVACIÓN DE USO
te, que tiene lugar si el dueño fuese taxista, remisero o fletero, en cuyo caso se pre-
tenden futuras ganancias que pudieron haberse obtenido4.
Así, señala Zavala de González que la indisponibilidad del vehículo comúnmen-
te determina la producción de un daño emergente, lo que se verifica cuando se de-
muestra o es presumible que el damnificado ha debido recurrir a medios de trans-
portesustitutivos para reemplazar la función quedesempeñabaelvehículo propio,
es decir, entraña un empobrecimiento (privación o egreso de valores patrimonia-
les). Otras veces, da origen a un lucro cesante, que ocurre cuando el automotor era
instrumento del despliegue de una actividad productiva, que no ha podido conti-
nuarse desarrollando, con la consiguientefrustración de ganancias5.
La jurisprudencia, en líneas generales, consideró que ambas partidas (privación
de usoy lucrocesante)sonabsolutamenteindependientesypueden procederenfor-
maconjuntacuando,ademásdel uso particulardel automotor, también tenía un uso
comercial, supuesto este último que insoslayablementedebecomprobarse6.En esos
casos, también se ha sostenido -en algunos precedentes- que, si quedó acredita-
do que el rodado era utilizado como taxi, la privación de uso debe circunscribirse a
los días en que el vehículo solo se utilizaba para paseosy no era explotado con un fin
económico7,lo que reduce notoriamente la indemnización puesto que por cada se-
mana se reconocesolo un día inhábil al cual el rodado puede ser utilizado con fines
de esparcimiento.
El instituto no posee una regulación expresa en el Código Civil y Comercial, co-
mo tampoco existía en el deVélez Sarsfield, pero la doctrina con acierto lo incluye
como uno de los supuestos concebidos en "... la pérdida o disminución delpatri-
monio de la víctima ..." (art. 1738, CCCN). En efecto, se sostuvo que, la norma cita-
da comprende al lucro cesante y a los diversossupuestos de daño emergente. Estos
últimos consisten en aquellos menoscabos que se traducen en un empobrecimien-
to del contenido actual del sujeto, entre ellos: la privación de uso del vehículo8.
Además, la necesidad desu resarcimientosedesprendeconclaridaddel art. 1740
del CCCN, que exige que la reparacióndel daño sea plenag,es decir, que se restitu-
ya la situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso.
Brebbia, Problemática jurídica de los automotores, cit. por Areán, Juicio p o r accidentesde
tránsito, 2012, t. 4A, p. 100.
Zavala de González, Dañosa losautomotores, 1989, p. 93.
CNCom., Sala D, 10/10/07, LL, On Line, AR/JUR/8186/2007,ysentidocontrario,CSJN, 17/9/96,
"Empresa FerrocarrilesArgentinos c. Gálvez, Orlando y otros s/Daños y perjuicios", LL, 1997-B-431;
López Cabana, Responsabilidadcivilporaccidentes, 1998.
CNCiv., Sala C, 28/12/93, "Ganz, Nancy E.yotroc. M.C.B.A.", LL, 1994-D-251.
* Sáenz, en Código Civily Comercialde la Nación, concordado, comentadoycomparado con
los Códigos Civilde VélezSarsfieldy de Comercio, 2015, t. II, p. 722.
Sobre estetema véase el Capítulo IVtitulado "Daño resarcible".
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
c) Tenedoryposeedor de buena fe
'O Entre ellos incluimos: automóviles, camiones, inclusive los llamados tractores para semi-
rremolque, camionetas, rurales, jeeps, furgones de reparto, ómnibus, microómnibus y colectivos,
sus respectivos remolques y acoplados, todos ellos aun cuando no estuvieran carrozados, las ma-
quinarias agrícolas incluidas tractores, cosechadoras, grúas, maquinarias viales y todas aquellas
que se autopropulsen (conf. art. 5O, decr.-ley 6582158).
l 1 La denuncia de venta es la comunicación efectuada por el titular de un dominio al haber
entregado el rodado a otra persona en carácter de poseedor o tenedor. El artículo del RégimenJu-
ACCIDENTES DE TRANSITO 205
Jurisprudencia
rídico del Automotor dispone: "Hasta tanto se inscriba la transferencia el transmitente será civil-
mente responsable por los dañosyperjuicios que se produzcan con elautomotor, en su carácter de
dueño de la cosa. No obstante, siconanterioridadalhecho quemotivesu responsabilidad, eltrans-
mitente hubiere comunicado al Registro que hizo tradición delautomotor, se reputará que el ad-
quirente o quienes de este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de aquel, re-
visten con relación al transmitente el carácter de terceros por quien es él no debe respondery que
el automotor fue usado contra su voluntad ..." (art. 27). Véase www.jus.gob.ar/tramites-y-servi-
cios/automotores/denuncia-de-venta-del-automotor.aspx.
Sin embargo, puede suceder que no exista prueba en el proceso que estime el
lapso en que la víctima no tuvo la disponibilidad del vehículo, ya sea porque omitió
ofrecerla o bien porque el perito no se expidió al respecto.
En este caso, un sector minoritario alega que la privación de uso no escapa de la
regla que exige que se pruebe la existencia de cualquier daño (art. 1068, CC), por lo
que quien reclama este rubro debe probar que efectivamente esa privación le oca-
sionó un perjuicio. No constituye un supuesto in re ipsaI5.
En la vereda contraria, en la que nos ubicamos, la doctrina mayoritaria sostiene
que la privaciónde uso queda configurada por la mera indisponibilidad del vehícu-
lo, el que importa un perjuicio que es posible presumir, en la medida en que el au-
tomotor constituye para el damnificado un bien decapital del queseve privado por
causas que no leson imputables.La existencia deeste menoscabo patrimonialsede-
duce de la prueba del deterioro, ya que si se admite que el auto requirió ciertas re-
paraciones, másallá deque nose hayan realizado, esdableconcluirqueelloacarrea
necesariamente cierto lapso de indisponibilidadI6.Se trata de un daño in re ipsa,
pues se presume que quien lo utiliza lo hace para llenar una necesidad1'. Resulta
l8 CNCiv., Sala H, 17/4/13, "Schmidt, Jorge Alejandro c. Loiacono, Rubén Alfredo s/Daños y
perjuicios", LL, On Line, ARIJURII 544412013,
l9 Jurisprudencia citada en CNCiv., Sala E, 19/12/12, "Rojas, José María c. Boria, Cristian Ariel
s/Dañosy perjuicios", LL, On Line, AWJUW7059712012.
20 Leguisamón, ¿Cómoseindemniza eldañoa un automotorchocado?, en "Revista de Dere-
cho de Daños", no2013-3, "Cuantificación del daño en la jurisprudencia", ps. 58y 59.
21 CACC2"La Plata, Sala lll, 13111/90, "Glasman, Guillermo Danielc.Orsini,VirgilioFrancisco",
Juba, sum. B350736.
ACCIDENTES DE TRANSITO 209
- No requiereprueba, se presume
1 La privación de uso del automotor constituye un daño resarcibleaun cuando no se
haya acreditado el tiempo de reparación, si se ha acreditado la existencia de los daños,
pues cabe presumir que la reparación importa la imposibilidad de uso. [CACCMPT4a
Mendoza,l6/10/15, "Perea, Mirtha Norma c. Laudadio, Facundo Javier slDaños y per-
juicios (accidente de tránsito)", LLGran Cuyo, 2016 (febrero), 93; LL, On Line, ARIJUW
44366120151.
5 Los gastos de movilidad incurridospor el actor deben indemnizarse, por cuanto la in-
disponibilidad de unvehículogenera un primer daño, directoeindudable, quees la ne-
cesidad de sustituir el medio de movilidad por otro y no constituye impedimento insu-
perable para indemnizarlo ni la falta de prueba sobre el lapso de indisponibilidad ni la
ausencia de constancias documentales del gasto efectivo. [CACC la Nom. Córdoba,
19/12/17, "Luque, Sergio Rafael c. Rentz, Norberto Hermín slordinario - Daños y perj. -
Accidentes de tránsito - Recurso de apelación", LL, On Line, AR/JUW89754/2017].
6 La procedencia del reclamo por privación de uso de un automotor -en el caso, de-
rivada de un accidente de tránsito-no requiere probar su reparacióny el juez puede
fijar la indemnización aunque no se compruebe el perjuicio real, pues quien tiene un
vehículo se entiende que es para usarlo. [CACC 2" Paraná, Sala 1,26/4/11, "Schroeder,
Luisa Beatrizyotrosc. Manchini, Emir Alejandro", LLLitoral, 201 1(julio), 682; LL, On Li-
ne, AWJU W20444/2011].
En primer término, el juez tendrá en cuenta el tiempo que haya estimado el pe-
rito ingeniero mecánico para la reparacióndel vehículo, en el cual se deben incluir
losdías necesariospara conseguir el presupuesto, la espera para la asignaciónde un
turno, búsqueda de repuestos, losdías no laboralesy, según el taller quesetrate, los
que permanezca cerrado por cuestiones climáticas debido a que únicamente tra-
bajan al aire libre.
No compartimos la doctrina que sostiene que al momento de cuantificar el da-
ño debe tenerse en cuenta el hecho que el accionante no debe desembolsar gastos
de rnantenirnient~~~, puesto que salvo losde combustible, los restantesgastossesi-
guen efectuando, v. gr.: seguro, patentes, garaje, etcétera.
23 Areán, Juicio por accidentesde tránsito, 2012, t.4A, ps. 105 y 106.
ACCIDENTES DE TRANSITO 21 1
Jurisprudencia
24 CNCiv., Sala H, 8/4/14, "Á., P. A. c. V., A. C. y otross/Dañosy perjuicios", LL, On Line, ARIJURI
11194/2014.
25 CNCiv., Sala M, 3/2/12, "Capelino, Silvina Andrea c. Romano, Egidio y otros s/Daños y per-
juicios", LL, On Line, AR/JUR/3933/2012.
26 CNCiv., Sala M, 13/12/11, "Borgione, CristóbalNéstorc.Acuña, David Demetrioyotross/Da-
ñosy perjuicios", LL, 2012-B-459; DI, ejemplar del 11/7/12, p. 86; LL, On Line, ARIJUR/90812/2011.
27 CNCiv., Sala A, 11/8/15, "E. N. c. A. J.R. y otross/Dañosyperjuicios", www.cij.gov.ar/senten-
cias. html.
21 2 CECILIA CELESTE DANESI
dente perjuicio, que no deriva de las tareas que tenía que realizar, sino de lo que sig-
nifica la carencia del automóvil-durante el lapso quese indica-sea cual fuereel uso
que se le diere al vehículo. Por lo que el monto del resarcimiento debe guardar rela-
ción con el lapso prudencial que pueden demandar las reparacionessegún la estima-
ción efectuada. [CNCiv., Sala J, 5/2/18, "Riccelli, Walter Ramón c. Caro, Carlos Isidro
s/Daños y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 560/18].
miento. [CNCiv., Sala H, 17/4/13, "Schmidt, Jorge Alejandro c. Loiacono, Rubén Alfre-
dos/Dañosy perjuicios", LL, On Line, AWJUWI 5444/2013].
6) Casos especiales
1 - Prueba de las circunstancias especiales invocadas
Más allá de los elementos comunes para cuantificar el daño, existen algunossu-
puestos especiales en los cuales el magistrado reduce o incrementa el monto de la
indemnizaciónde conformidad con las constancias que se desprenden de la causa.
Claro está que, en estos casos, no opera la presunción del daño mencionada en el
apartado anterior, motivo por el cual, cuando se reclama un daño mayor al corrien-
te y se invocan circunstancias que magnificanel daño o que dejan de mostrarlo co-
mo un daño común, esa alegación sí debe probarse efecti~amente*~. Veremos al-
gunos ejemplos a continuación.
Jurisprudencia
28 López Mesa, Responsabilidadpor accidentesde tránsito, 7" ed., 2014, t. II, p. 692.
CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
29 CNECC, SalalV, 7/6/83, ED, 111-311,sum.228; CACCLa Plata,Sala lll, 18/4/02, elDial-W15A9F.
30 Falloscits.por López Mesa, Responsabilidadporaccidentesdetránsito, 7"ed., 2014, t. II, p.
706.
31 JNC n041,"Puertas, Arturo Albertoc. Silva, WalterJoseloyotross/Dañosy perjuicios", exp-
te. no106.337/09.
ACCIDENTES DE TRANSITO 215
prosperar por la suma de $1.500. [JNC laInst. n041,8/10/14, "Puertas, Arturo Alberto
c. Silva, WalterJoseloyotross/Dañosy perjuicios", expte. no106,337109, www.scw.pjn.
go~ar].
Jurisprudencia
1 Finalmentesequeja la actora por la falta de admisióndel rubro privación de uso, cu-
ya procedencia considero se encuentra condicionada a la necesidad de que efectiva-
mentesehayan probado losdañosen el automóvilyel ingresoal taller para, deesa ma-
nera, privar al propietario de la utilización del bien. No obra en el expediente prueba
del estropicioque, se manifestó en la demanda, sufrió el automotor como para admi-
tir que la actora se encontró privada del uso del bien y por ello el agravio debe ser re-
chazado. [CACCGualeguaychú,Sala 1,26/8/15, "Bos,Silvia Esther c. Fariña Regazzi, Die-
go Rodrigo y otros slordinario - Daños y perjuicios", LL, On Line, AWJUW30637/2015].
Jurisprudencia
1. Concepto
1 La desvalorizaciónvenal del automotor remite a la valoración de la depreciación del
bien quesubsistea posteriori de la reparación, debido a secuelasque inciden negativa-
mente en la cotizacióneconómica de aquel. [CACC2" Nom. Santiago del Estero, 513115,
"Juárez, Eduardo Alberto c. Paz, Ángel Valentín ylu otros s1Cobro de pesos por daños y
perjuicios", LLNOA, 2015 (octubre), 1028; LL, On Line, AWJUW20625120151.
2. Requisitospara su procedencia
2 Para que proceda la indemnización por desvalorización del automotor resulta ne-
cesario acreditar que existen secuelas que disminuyenefectivamente el valor del mer-
cado del automotor. Además, corresponde atenerse al dictamen pericia1si los impug-
nantesomitieronel asesoramientodesu consultortécnicoa los finesde rebatir lascon-
clusionesdelperito. [CNCiv., Sala K, 7110109, "Fortunatos, María Ester c. Diez, Guiller-
mo y otros", LL, On Line, AWJUW76576/2009].
CNECC, en pleno, 23/9/85, "Maccione, Juan C. c. Reyes, Agustín y otros", LL, On Line,
AR/JUR/I 58611985. Véase postura de la CSJN en "Rossi, Adhenar c. Vertedor, José", LL, 1993-B-503,
nros. 1395y 1396.
220 CECILIA CELESTE DANESI
usufructuario, usuario -este último en los términos del art. 2948 del CC-está le-
gitimado para reclamar indemnización por losdañossufridospor el rodado aunque
no haya efectuado o pagado las reparaciones, y sin que a ello obste que no se haya
probado la calidad invocada en la demanda si se acredita otra que dé derecho al re-
sarcimiento. No así, como principio general, el tenedor que haga valer el carácter
de locatario, depositario, comodatario, etcétera8.
En cambio, la Suprema Corte de la Provinciade Mendoza, si bien reconocióla co-
existencia de dos criterios, se adhirió por mayoría al que pregona que de la acción
resarcitoriainiciada por el usuario del vehículo, no corresponde excluir losdañossu-
fridos a causa de su desválorización, toda vez que quien utiliza el rodado debe res-
ponder ante su dueño. La desvalorizacióndel vehículo configura también un daño
para quien resultó víctima de la colisión, pues como tenedor del automotor averia-
do debe resarcir al propietario plenamenteg.
En dicho pronunciamiento se asentó la disidencia de la doctora Aída Kemelma-
jer de Carlucci, quien sostuvo que salvo que el usuario pruebe que indemnizó el da-
ño por desvalorización al propietario en razón de su obligación de restituir la cosa,
ese menoscabo solo lo sufre quien ejerce sobre él una relación de señorío que lofa-
culta aenajenarlo; si el simple usuario no está autorizadoa tal transmisión,va desu-
yo que no padece perjuicio alguno desde que no se ha cercenado su derecho propio
al uso ygoce. Agregó que si la disminución fuera de tal envergadura que vulnerara
la aptitud de uso, es esa disminución (y no exactamente la del valor de reventa), la
que debiera ser indemnizada.
La opinióndela magistradadisidente fuecompartida por ladoctrina, quien ade-
másseñaló que queda exceptuado de ese criterio el tenedor que actúa como gestor
de negocios del dueño del automotor (únicamente en ausencia de este) debido a
que en ese caso resulta obvio que la gestión incide en beneficio exclusivo del patri-
monio del dueño, quien solo quedaría obligado a abonar los gastos de la gestión al
tenedor (conf. arts. 111O y 2298, CC) lo.
Actualmente, la gestión de negocios acaece cuando una persona asume oficio-
samente la gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención de
hacer una liberalidad y sin estar autorizada ni obligada, convencional o legalmen-
te (art. 1781, CCCN). El gestor será responsable ante el dueño del negocio por el da-
ño que le haya causado por su culpa (art. 1787, CCCN). Y también será responsable
ante el dueño del negocio por el daño que resulte de caso fortuito, excepto alguno
de los supuestos contenidos en los incisos del art. 1788 del Código unificado.
En suma, la mayoría de la doctrina consideraba que de los derogados arts. 1110,
1079 y 1095 del Código de Vélez Sarsfield, se desprendía que los legitimados para
reclamar la indemnización por los daños causados a las cosaseran su dueño, posee-
dor, herederos, usufructuario, usuario o mero tenedor, solo en la medida que el de-
trimento irrogue un perjuicio a su interés l '.
b) fitular de un derecho realsobre la cosa,
tenedor y poseedor de buena fe
Es en ese contexto de discrepancias que se inserta el art. 1772 del CCCN, que es-
tablece que la reparación del menoscaboa un bien o a una cosa puedeser reclama-
do por: a) el titular de un derecho real sobre la cosa o bien, o b) el tenedor y el po-
seedor de buena fe de la cosa o bien.
De la letra de la norma advertimos en forma clara que tanto el titular de un de-
recho real, es decir, los sujetos que ejerzan la titularidad de alguno de los derechos
reales contenidos en el art. 1887 del texto unificado1*,como el tenedor13yel pose-
edor14debuena fe, están legitimados para entablar el reclamo.
Es decir, el cuerpo normativo unificado incorporatoda una novedadtal legitimar
al tenedory poseedor sin exigir la ausencia del dueño para que proceda su reclamo.
En concordancia con esa interpretación, recientementese ha afirmado que "la
legitimación activa del usuarioy del tenedor se amplía ya que el actual art. 1772 ad-
mite que la reparación del menoscaboa un bien o una cosa puedeser reclamada por
el titular de un derecho real, el tenedor y el poseedor de buena fe de la cosa o bien.
Deeste modose modifican losanterioresarts. 1095y 11lodel Códigoderogadoque
autorizaban al dueño o poseedor de la cosa si el daño irrogase perjuicio a su dere-
cho y a quien tiene la cosa con la obligación de responder de ella pero solo en au-
sencia desu dueño". Por ello, "con esta nueva normativa el usuario podrá reclamar
l1 Llambias, B r e b b i a y O r g a z , c i t s . e n A r e á n I J ~ i ~ i o p o r a c c i n s i t o , 2 O l 2 , t . 4 Ap.
, 1 17.
j2 E l Código unificado establece en forma taxativa la nómina de derechos reales en el art.
1887, a saber: a) el dominio; b) el condominio; c) la propiedad horizontal; d ) los conjuntos in-
mobiliarios; e) el tiempo compartido; f ) el cementerio privado; g) la superficie; h) el usufructo;
i ) el uso; j ) la habitación; k) la servidumbre; 1) la hipoteca; m) la anticresis, y n) la prenda.
l3 "Hay tenencia cuando una persona, porsío por medio de otra, ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, yse comporta como representante delposeedor" (art. 1910, CCCN).
'4 "Hay posesión cuando una persona, porsío por medio de otra, ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no" (art. 1909, CCCN).
222 CECILIA CELESTE DANESI
todos los daños materiales del automóvil (incluida la desvalorización del valor ve-
na1)"I5.
Entonces, están plenamente legitimados para reclamar en concepto dedesvalo-
rización venal el locatario (art. 1187, CCCN), el tomador en el contrato de leasing
(arts. 1227 y 1238, CCCN), el condómino (art. 1986, CCCN, salvo que haya un conve-
nio en los términos del art. 1987, en cuyo caso solo podrá reclamar el beneficiario),el
usufructuario (art. 2129, CCCN), entre otros, ya que todos estos sujetos tienen la fa-
cultad de uso y goce de la cosa.
Debemos agregar que, sin perjuicio de las distintas posturasvertidasen el apar-
tado que antecede, con anterioridad a la sanción del cuerpo normativo unificado,
existían tribunales que aplicaban un criterio amplio de legitimación para los tene-
dores, poseedores y hasta usuarios; el que hoy en día es receptado en el art. 1772.
Así, por ejemplo, se sostuvo que la sola tenencia del automotor en el momento del
accidente habilita al tenedor para accionar por los dañossufridos, inclusoel que pu-
diere consistir en desvalorización del rodado, puessu relación con el responsablede
los daños deriva del cuasidelito y es independiente de la que lo vincula en su caso
con el dueño del bien dañado16.
En conclusión, creemosqueestánlegitimados para reclamar por desvalorización
venal el titular registral, el dueño, el propietario no registral, el tenedor, el posee-
dor de buena fe, el usuario del automóvil, quien surja de un boleto de compraven-
ta, ode la denuncia deventa efectuada en el registro correspondiente,etcétera. Es-
tossujetos tienen derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, con-
tra el responsabledirectoyel indirecto (conf. art. 1773, CCCN).
Jurisprudencia
Jurisprudencia
lo invoca. Ello, salvo que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los pro-
pios hechos.
Es decir, la víctima debe soportar la carga de la prueba del daño, lo que consiste
en acreditar no solo la existencia del menoscabo sino también su extensión17.
La práctica nosenseña que en la mayoría de loscasossedesigna (a pedidode par-
te) un perito ingeniero mecánico, quien estima la desvalorización del rodado en su
dictamen. El medio probatorio resulta por de más acertado, puesto que el experto
en ingeniería mecánica es el sujeto que se encuentra en mejores condiciones de
ponderar la existencia o no de la pérdida del valorvenal del rodado, al poseer losco-
nocimientostécnicos necesarios en virtud de su profesión o arte.
En ese sentido, calificada doctrina ha afirmado que la pérdida por desvaloriza-
ción debe ser acreditada a travésdel peritaje, pero no essuficiente la simple opinión
del experto sino que es necesario que lo haya examinado yse pronuncie de manera
categóricaysobre la base de la eficiencia de un profesional avezado en la materia 18.
Es que, la desvalorización venal, no escapa de los requisitos ineludibles para que se
configure el daño resarcible (conf. art. 1739, CCCN)'~.Por ello, la pérdida del valor
venal debesercierta, realy, no hipotética oconjetural y,su prueba, al tratarsede una
materia técnica y circunstanciada, debe surgir de un peritaje mecánico, luego de un
examen o inspección detenida del automotor, a fin de establecer el caráctery gravi-
tación de Iosdesperfectos, el estado del vehículo antesy despuésde la reparación (ya
efectuada o futura), la idoneidad de los arreglos o el grado de posibilidad de llevar-
los a cabo de un modo eficiente, la subsistencia de indicios y su magnitud, y un estu-
dio comparativo entre el valor originario y el ulterior que traduzca la depreciación
habida20.
Y en cuanto a la inspeccióndel rodado por parte del experto, se abre otro punto
dediscrepanciasenelseno de la doctrina y la jurisprudencia. Algunos, aseveran que
aquella resulta insoslayablepara que la opinión del peritoacerca de lassecuelasdel
choque se encuentre fundada en la observación directa y no en meras generalida-
des y conjeturas2I.
Jurisprudencia
por el apelante, lo que implicó la carencia total de fundamentos para evidenciar lafal-
ta de competencia, idoneidad o principios científicos en que se funda el dictamen.
[CACCComodoro Rivadavia, Sala B, 2414113, "D., G. M. c. C., O. A. y otross/Sumario (da-
ñosy perjuicios)", LLPatagonia, 2013 (agosto), 1131; LL, On Line, AWJUR/9979/2013].
3 Siendo ladesvalorizaciónvenaldel automóvil una materia técnica ycircunstanciada,
resulta de suma importancia un peritaje mecánico en quese practique un examen del
vehículo a fin de esclarecer el carácter y gravitación de los desperfectos, el estado del
automotor antesydespuésde la reparación(ya efectuada ofutura), la idoneidad de los
arreglos o el grado de posibilidad de llevarlos a cabo de un modo eficiente, la subsis-
tencia de indicios ysu magnitud, y un estudio comparativo entre el valor originario y el
ulterior que traduzca la depreciación habida. [CNCiv., 8/5/15, "Zabaleta, Walter c.
Transportes Automotores Riachuelo S.A. s/DypU,LL, On Line, AR/JUR/20351/2015].
4 Aefectos de determinar la procedencia de la indemnizaciónpor la depreciación del
valorvenal del automotor, el dictamen pericia1tiene un papel preponderanteal punto
de tornarse insustituible, pues esapreciadoatravés de conocimientos técnicosycientí-
ficos queson ajenos, por lo general, a quien tiene conocimientos específicos en el cam-
po del derecho. [CACC8"CórdobaI 10111/09, "Halamka, RodolfoGustavoc. Mingolla,
Franciscoyotro", LLC, 201O(mayo), 437; LL, On Line, AR/JUR/48106/2009].
Las presunciones a las que se refiere el artículo son las legales y no las judiciales.
Estas están mencionadas en el inc. 5" del art. 163 del CPCCN, según el cual, las pre-
sunciones no establecidas por ley (lasjudiciales) o las también llamadas reglas de la
experiencia, constituirán prueba cuando se funden en hechos reales y probados y
cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren convicción
según la naturaleza del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
Lajurisprudencia hasostenidoque la desvalorizaciónvenalde un rodadoquesu-
frió un accidente debe ser probada mediante pericia, pues debeser efectiva y no hi-
potética; ello sin perjuicio que conforme a las reglas de la lógica, experiencia y sen-
tidocomún,el juzgador pueda hacer unavaloracióncon losdatossuministradospor
el actor23.
En cuanto a los hechos notorios, podemos precisar que surgen perse de las cir-
cunstancias probadas en la causa24.Así, se ha resuelto que cuando los dañosson de
gran magnitud o afectan partesvitalesdel vehículo, puede presumirsela desvalori-
zación del rodado, aún ante la falta de inspecciónydictamen por parte del perito25.
Es decir, si se presenta un supuesto en el cual los daños han sido de gran enver-
gadura al punto tal que se produjo una afectación de las partes vitales del vehícu-
lo, y las pruebas producidas en el expediente generan la convicción en el juez de
que el daño por desvalorizaciónefectivamentese produjo, este puede presumirlo
y por ende, estimarlo en los términos del art. 165 del Código nacional de Procedi-
miento.
3 34. Cuantificación
a) Pautas generales para la estimación
del daño
23 Jurisprudencia cit. por López Mesa, Responsabilidad por accidentes de tránsito, 7" ed.,
2014, t. II, p. 688. Ensintonía, CNCiv., Sala G, 8/4/94, "Transportes Automotores Riachue1oS.A. c. Pei-
rano, Jorge y otro", JA, 1997-IV, síntesis
24 Galdós, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t. VIII, p. 514.
25 CNCiv., Sala 1,14/5/09, "Fernández Llerena Rodríguez, Martínc. Autopistasdel So1S.A.s/Da-
ños y perjuicios".
ACCIDENTES DE TRANSITO 229
26 Jurisprudencia cit. por López Mesa, Responsabilidad por accidentes de tránsito, 7" ed.,
2014, t. II, ps. 681 y682.
27 CNCiv., Sala H, 17/7/07, "Galgani, Alejandro Eduardo c. Escobedo, Pablo Damián y otros",
LL, On Line, AR/JUR/4507/2007.
28 CNCiv., SalaJ, 14/9/15, "D.S.C. E.c.R.C.A.yotross/Dañosyperjuicios", expte.n014238/2011;
y "Godoy Muñoz, Pedro c.villegas, Víctor Hugo y otross/Dañosy perjuicios"; ídem, 24/6/10, expte.
no34.099/01, "Ruiz Díaz, Secundino y otro c. Guanco, Víctor Manuel y otros s/Daños y perjuicios",
www.cij.gov.arlsentencias.html.
29 Morello - Sosa - Berizonce, Código ProcesalCivily Comercial, comentado yanotado, p. 455
y sus citas; Falcón, Código ProcesalCivily Comercialde la Nación. Comentado, concordado, anota-
do, 2009, p. 416 y sus citas; Palacio, Derecho procesalcivil, 2005, t. IV, p. 720; todas las obras citadas
en CNCiv., Sala A, 11/8/15, "E. N. c. A. J. R. yotrosslDañosy perjuicios", www.scw.pjn.gov.ar.
30 CNCiv., Sala H,4/5/07, "DelphiaS.R.L.c.Martínez, PabloE.yotro", LL, On Line,ARIJUR/3032/
2007.
una suma mayora la peticionadavulnera el principio decongruencia, ese rigorismo
formal debe ceder segun las circunstancias económicas que atraviese el país (espe-
cialmente si transcurrieron varios años de proceso) y si se sujetó el reclamo a la fór-
mula "o lo que en más o menos resulte de la prueba a producirse en autos"31.
Jurisprudencia
cias.html.
ACCIDENTES DE TRANSITO 23 1
decer nuestra economía, los extensos períodos de tiempo que transcurren desde el
siniestro vial hasta que la sentencia se encuentre firme y la exigua tasa de interésfi-
jada por algunos tribunales.
El momento que se tenga en cuenta para cuantificar el daño es de suma impor-
tancia para el cómputode los intereses, por ello, másallá de lasconsideracionesque
realizaremos a continuación, remitimos al lector al 5 54 del Capitulo Xlll para pro-
fundizar este tema.
Pues bien, la lógica nos indica que la c~antificación~se
debe hacer al momento del
hecho dañoso, pero lo cierto es que muchas veces los intereses no logran compen-
sar las consecuenciasde la inflación; circunstancia que afecta de lleno el derecho de
reparación plena de la víctima. Por ello, algunos aseveran que se debe presupues-
tar la suma al tiempo de la sentencia o al momento más próximo posible, evaluan-
do también el que tenga un vehículo de similares característicasy modelo32.
En sentido contrario, se resolvió que el valor que debe tomarse en cuenta de la
cosa, debe ser el que tenía a la fecha más cercana al accidente, pues el daño por de-
preciacióndel rodado se consuma a partir del suceso mismo, de modo que si el plei-
to dura un cierto tiempo, la utilización de un valor comparativo de plaza posterior,
aminoraría indebidamente el resarcimiento, ya que la medida del daño no puede
tener como tope un valor depreciado por el tiempo33.
Sin embargo, puede suceder que se originen en el proceso casos especiales en
torno a la cuantificación, ya sea desde el comienzo o bien, en forma sobreviniente.
Veamos algunos de ellos.
c) Casos especiales
1 - Desvalorización por diferencia en la pintura
Actualmente, desde que se pusieron "de moda" los talleres con cámara de pin-
tura y la selección de las tonalidades originalesse hace por computadora, no es nor-
mal que un trabajo de pintura muestre tonalidades diferentes a la pintura original
del vehículo34.Como es sa bido, los colores son conformados por una máquina que
no tiene margen de error, lo que nos inclina a pensar que si el reclamo se basa solo
en este aspecto, será desestimado.
32 Jurisprudencia cit. por López Mesa, Responsabilidadpor accidentes de tránsito, 7" ed.,
2014, t. II, p. 685.
33 López Mesa, Responsabilidadpor accidentes de tránsito, 7" ed., 2014, t. II, p. 685.
35 Jurisprudencia cit. por López Mesa, Responsabilidad p o r accidentes de tránsito, 7" ed.,
2014, t. II, p. 686.
36 Jurisprudencia cit. por López Mesa, Responsabilidad p o r accidentes de tránsito, 7" ed.,
2014, t. II, p. 686.
37 CNCiv., Sala M, 18111/08, "lbarra, José María c. Chávez, Roberto", LL, On Line, ARIJURI
16303/2008.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
3 Corresponde rechazar el rubro reclamado por desvalorización del rodado toda vez
que, el actor no logródemostrar la afectaciónde partesestructuralesdelmismo en tan-
to, para que proceda el mencionado concepto tiene que haber resultado dañada un
parte vital de la estructura del automotor que, no obstante su arreglo, no se lo pueda
restituir a sus condiciones originales. [CNCiv., Sala M, 18111/08, "lbarra, José María c.
Chávez, Roberto", LL, On Line, AWJUW16303/2008].
38 CNCiv., Sala E, 6/5/09, "Munnini, Matías E. c. Segovia, Julián 0. s/Daños y perjuicios", GP,
www.scw.pjn.gov.ar.
CECILIA CELESTE DANESI
5 - Imposibilidadde reparación
Puede suceder que el siniestro haya sido de tal magnitud que devenga antieco-
nómico o imposible su reparación. En esos casos, lo que se indemniza es el valor in-
tegral por tratarse de una destrucción total, pero con deducción de lo que puede
obtenerse como chatarra39.ESdecir, la partida indemnizatoria por desvalorización
venal -propiamente dicha-será desestimada.
39 CNCiv., Sala A, 512176, cit. por Areán, Juicioporaccidentesdetránsito, 2012, t. 4A, p. 115.
40 Doctrina y jurisprudencia cit. por Areán, Juicio por accidentesde tránsito, 2012, t. 4A, ps.
115y116.
41 CNCiv., Sala F, 22/3/07, "Passarelli, Jorge Luis c. García Iglesias, Leonardo Damián y otros",
Jurisprudencia
42 CNCiv., Sala 1,6/2107, "Aragarte de Dupen, Inés Isabelc. Orellana, Enrique y otros", LL, On
Line, AWJUR/311/2007.
U vi i i
C A P ~ T LO
LUCRO CESANTE
jetiva" es "3. adj. Fil. Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoceu4.De
ello se puede deducir que la norma exige, para la procedencia de la indemnización,
que la ganancia muy seguramente se hubiese obtenido de no haberse producido
el accidente.
Una de las mayores dificultades que presenta este aspecto del daño resarciblees
su acreditación, pues es un daño que de modo alguno se presupone, ni su existen-
cia ni su extensióny, por tanto, debe ser debidamente demostrado. Es decir, el lucro
cesante no comprende los supuestos de daños in re ipsa, en los cuales, la existencia
del menoscabo se deduce necesaria y fatalmente del ilícito o del incumplimiento, o
son consecuencia forzosa, natural e inevitable, o bien daños incontrovertibles, evi-
dentes o patentes5; categoría que se encuentra comprendida en la excepción que
contiene el art. 1744.
Sin embargo, no se puede desconocer que son siempre ganancias supuestas o
imaginadas; y para su determinación es necesario su análisis conforme a un criterio
de previsibilidad ordinario ya las probabilidades que brindan losantecedentesdel
caso concreto. Para su procedencia debe si o si mantenerse el requisito de la certi-
dumbre6, y de ahí la importancia de su debida comprobación; lo que no es tarea
sencilla.
Finalmente, cabe destacar que la actividad cuyo lucro cesante se reclama debe
ser lícita y encontrarse habilitada y bajo la normativa vigente. De lo contrario, no
podría concederse indemnización alguna ya que se estaría aceptando el pago de
unassumasdedineroque estaban al margen de la ley. En estossupuestosse pueden
incluir todas las actividades comerciales que carecen de habilitación o bien, tenién-
dola, reclaman montos por los que no abonan los tributos correspondientes.
Jurisprudencia
cón 3056 y otro slDaños y perjuicios", RCyS, 2016-IV-112; LL, On Line, ARlJUW480861
20151.
2. Licitud de la actividad
2 El daño tiene que afectar un interés legítimo y, en el caso de un taxista o remisero,
sin autorización, se trata de una pretensión que contraría la ley vigente, puesto que la
actividad quese le impidiera al actor era una actividad irregular, que tenía vedada, lo
que implicaría -de concedérsele resarcimiento-el contrasentido de que estaría en
mejor situación con el vehículo destrozado que entero, por cuanto podría exigir como
resarcimiento lo que no podría exigir como desarrollo de la actividad, ya que no esta-
ría el actor en condiciones de exigirle al Municipio que le permita ejercer la actividad y
sí de reclamarle resarcimiento por el lapso perdido. Sería un completo contrasentido
que no cabe convalidar. [CACC Trelew, Sala A, 7/4/09, "Por ello c. Municipalidad de
Rawson", sist. Eureka, voto del doctor López Mesa].
El daño patrimonial está compuesto por dosaspectos: el daño emergente yel lu-
cro cesante. El primero consiste en la disminución o empobrecimiento económico
del patrimonio de la víctima, directamente en sus bienes, por su destrucción, dete-
rioro o menoscabo, o en los sufridos por la persona que la obligaron a realizar ero-
gaciones o gastos para su curación7.Mientras que, el lucro cesante, se traduce en la
frustración o pérdida de ganancias que la víctima haya dejado de percibir por el he-
cho dañoso8.
Por su parte, la pérdida de chance, que será desarrollada en profundidad en el
capítulo siguiente, consiste en una oportunidad, con visos de razonabilidad o fun-
dabilidad, de lograr una ventaja o evitar una pérdida. La frustración de esa posibi-
lidad, imputable a otro, engendra un perjuicio resarcibleg.Es decir, en el lucro ce-
sante la merma es cierta y en la pérdida de chancees posible.
Como puede advertirse la diferencia entre los distintos rubros indemnizatorios
está dada por el grado de evidencia que se presenta en cada caso. Así, si se realiza
una escala de mayor a menor según el grado de certeza, el primer puesto lo ocupa-
ría el daño emergente (este es el más certero), luego el lucro cesante y, finalmente,
la pérdida de chance (el más incierto).
Tal comosostiene López Mesa, el lucro cesantees un rubro intermedio entream-
bos, por loquesu procedencia requiere una alta probabilidad, adiferenciadela pér-
dida dechanceque requiere de una probabilidad comprobable y el daño emergen-
te que requiere lisa y llanamente de certeza de su existencia y cuantía lo.
Esta diferenciación no posee un mero propósito teórico, sino que encarna una
aplicación práctica directa. Ello, por cuanto, la actividad probatoria quedeba desa-
rrollar la víctima, asícomo la convicción que se deba generar en el magistrado, cam-
bia radicalmente en uno y otro caso. Por ejemplo, si en un juicio de daños y perjui-
ciossetiene por probado que el vehículo del demandado embistió al actor en la par-
te trasera, resulta obvio que, y sin perjuicio de su cuantificación, se produjeron da-
ños en ese sector del automóvil (daño emergente), pero no así con el lucro cesante
reclamado y, menos aún con la pérdida de chance.
1 De la lectura de los arts. 1738,1739 y 1745 del CCCN, se deduce que la diferencia en-
tre lucro cesante y chance se encuentra en el grado de probabilidad del daño, pues en
el art. 1739 del CCCN, al fijar las condiciones de procedencia de la indemnizaciónapli-
cable a la generalidad de las categorías, consigna entre ellas la certeza. Si bien el lucro
cesante y la pérdida de chance constituyen rubros indemn!zatorios quese emplazan en
el anaquel del daño patrimonial, tratándosedel lucrocesante,el juiciode probabilidad
debe realizarse respecto de las ventajas expectables, mientras que en la pérdida de
chancese realiza a propósito de la oportunidad de alcanzar dichos beneficios. Cuando
las expectativasde beneficiossonrelativamente ciertas nos hallamos ante un supuesto
de lucro cesante; mientras que cuando solo existe una probabilidad de obtener aque-
llos, el daño consiste en pérdida de chance. Asimismo, cuando existe un alto grado de
probabilidad, entonces la indemnizaciónseconcedeatítulo de lucro cesante cierto y la
indemnizaciónse fija en la totalidad de lo quese hubiera ganadosi no ocurría el hecho
dañoso. Si no existe tal grado de probabilidad, pero hay una presunción grave de que
el damnificado se encontraba en una situación favorable para obtenerla, entonces se
concede la indemnización a título de chance, mediante una suma disminuida. [CACC
la Córdoba, 2916116, "Aguirre, Lorena c. Morandi, Andrea NoemíslOrdinario", Rubin-
zal On Line, RC J 54401161.
El texto legal reformado contiene una norma específica que describe lossujetos
que están legitimados para reclamar la indemnización por daños causados a las co-
sas. Así, el art. 1772 del CCCNestablece, en su inc. a), al titular de un derecho real so-
bre la cosa o bien, es decir, a los titulares de los siguientes derechos: a) el dominio;
b) el condominio; c) la propiedad horizontal; d ) los conjuntos inmobiliarios; e) el
tiempo compartido; f ) el cementerio privado; g) la superficie; h) el usufructo; i )
el uso; j ) la habitación; k) la servidumbre; 1) la hipoteca; m) la anticresisy; n) la
prenda.
Recordemos que, en el caso de los auto moto re^^^, la inscripción registra1es de
carácter constitutiva (art. lo, decr.-ley 6582/58), con lo cual, se presume que quien
surja como titular en el registro pertinente, será el sujeto que haya padecido la pér-
dida de la ganancia.
Por su parte, el inc. b) del art. 1772 del CCCN, prevé que el tenedor y el poseedor
de buena fe de la cosa o bien están legitimados parar demandar los daños quesufra
la cosa. Por ello, también podrán reclamar el lucro cesante el locatario (art. 1187,
CCCN), el tomador en el contrato de leasing (arts. 1227 y 1238, CCCN), el condómi-
no (art. 1986, CCCN, salvo que haya un convenioen los términosdel art. 1987, en cu-
yo caso solo podrá reclamar el beneficiario), el usufructuario (art. 2129, CCCN), en-
tre otros, ya que todos estos sujetos tienen la facultad de uso y goce de la cosa.
Jurisprudencia
cotra, Victor Antonio y otros c. Díaz, Ana María p/D. y p. (accidente de tránsito)", LL,
On Line, AWJUW83964/2011].
Pues bien, los medios de prueba que deban producirsepara acreditar el lucro ce-
sante dependerán del tipo de actividad que desarrollaba el vehículo siniestrado o
bien, de las que realizaba la víctima. En líneas generales, se deben comprobar tres
requisitosesenciales para la procedencia de la indemnización.
En primer lugar, se debe demostrar el tipo de explotación a la que era sometido
el rodado dañado o la actividad que desarrollaba el damnificado y, según esta, se-
rán los distintos medios probatorios que se produzcan. Por ejemplo, si era un auto-
móvil afectado a una licencia de taxi en la Ciudad de Buenos Aires, se librará un ofi-
cio a SACTA S.A.
En segundo lugar, es necesario acreditar la cuantía de la ganancia que se obte-
nía con esa actividad. Así, en el caso de una empresa de colectivos, un perito conta-
dor podrá hacer un cálculo estimativo de las utilidades que generaba por día la uni-
dad siniestrada.
Finalmente, es de suma importancia justificar la cantidad de días que el sujeto o
el rodado estuvieron inmovilizados. Generalmente, es el perito ingeniero mecáni-
co quien, efectuando un pormenorizado detalle de los trabajos de reposición y re-
paración, las tareas de mecánica, chapa y pintura, plazo para la obtención del pre-
supuesto y la demora para la asignación de un turno, estimará el lapso de indispo-
nibilidad.
Asimismo, enalgunoscasos, deberán deducirse losgastosdemantenimientodel
rodado, como, por ejemplo, nafta, mecánico, seguro, patentes, etcétera, los que se
calcularán en forma estimativa.
Los tres requisitosenumerados precedentementeson los que se deben compro-
bar en la mayoría de los casos. Pero existen supuestos especiales que, por las parti-
cularidades que presenta la actividad, por su regulación legal y10 por sus organis-
mos de control y habilitación, se deben producir medios de prueba especiales. Al-
gunos de ellos serán analizados en los apartados siguientes.
Generalmente, los medios de prueba más comunes son las facturas y10 recibos
que demuestren la prestaciónde los serviciosy, los pedidos de informe a las entida-
desa las cualesse los hubiese prestado, la prueba pericia1contable, la de testigos17,
etcétera.
Jurisprudencia
j7
Leguisamón, 2 Cómo se indemniza eldaño a un automotor chocado?, en "Revista de Dere-
chode Daños", no2013-3, "Cuantificación del daño en la jurisprudencia", p. 62.
ra quien debeabonarlo. Por el contrario, debe limitárseloa lasventajaseconómicasob-
jetivas, debida y estrictamentecomprobadas. [CNCom., Sala B, 24/9/93, "Espinosa, Ana
C. c. Olabiaga, Enriqueyotro"; y, en igual sentido, 9/5/05, "Capella, Jorge Luisc. Institu-
to Sacre Coeur S.A.", www.scw.pjn.gov.ar].
2 El motocilista embestido no debe ser indemnizado por el lucro cesante, dado que no
probó que esa específica incapacidad que padece le haya cerrado las puertas a desem-
peños productivoscon posterioridad o que coarte la realización de actividades que de
manera indirecta puedan ser generadoras de beneficio?materiales. [CACC la Nom.
Córdoba, 19112117, "Luque, SergioRafaelc. Rentz, NorbertoHermins/Ordinario-Daños
yperj. -Accidentesdetránsito- Recursodeapelación, LL, On Line, ARIJURI89754/2017].
El caso más frecuente es el del rodado afectado a taxi o remis. En este caso, se de-
ben comprobar distintos extremos. En primer lugar, que el automóvil estaba afec-
tado a una licencia de taxi a la fecha del hecho y que estaba expedida a nombre del
accionante, de lo contrario, carece de legitimación para peticionar en concepto de
lucro cesante. Generalmente, los oficios son librados a ITEVECO S.A. en Córdoba e
1TEVEBAS.A.para la zona de Avellaneda, Lanúsy LomasdeZamora,quienes poseen
la concesión de la prestacióndel servicio de inspeccióntécnica de vehículos aplica-
dos al desarrollo de actividades comerciales. En el caso de Capital Federal, el muni-
cipio delegó en SACTAS.A. las potestades de control y modificación del registro de
licenciasde automóviles dealquiler con taxímetro. Mediante el decr. 4921190, lead-
judicó la licitación para la concesión del servicio de habilitación y control técnico de
vehículos taxímetros y, por decr. 3812191, amplió el objeto de la contratación a la
emisión y renovación de licenciasy habilitaciones de ese tipo de vehículos.
En segundo lugar, es necesario demostrar, aunque sea en forma estimativa, la
facturación diaria de ese rodado. Frecuentemente, para acreditar este aspecto, se
libra un oficio al Sindicato de Conductores de Taxi que informa dos cuestiones im-
portantes: la recaudación aproximada de un automóvil-taxímetro a la fecha del ac-
cidente y la cantidad de horas que posee una jornada laboral por turno.
Párrafoaparte merece la cuestión relativaa los turnosque es explotado el taxíme-
tro. Generalmente, en el reclamo se manifiestaque realiza dos o tres turnos por día;
lo que duplicaría o triplicaría la partida indemnizatoria. Los magistradossuelen exi-
gir prueba directa que demuestre la cantidad de turnos que es explotado, si nada se
ACCIDENTES DE TRANSITO 247
acredita, se entiende que solo lo hace en uno. Es que si bien el lucro cesante derivado
de la indisponibilidad del taxímetro es presumible en función de su afectación o des-
tino, no cabe extender dicha inferenciaa una explotaciónespecialmente intensa, sal-
vo prueba que al respecto pueda rendir la victimaI8. La prueba quese suele producir
paracomprobarlacantidaddeturnosquees utilizadoelvehículo, es la testimonial del
chofer -o los choferes- que lo conducen. En estos casos, que el testigo es depen-
diente de la parte actora, si bien tal hecho no invalida al deponente de por sí, hay que
apreciar la declaracióncon mayor prudencialg. Si el covductor también es propieta-
rio, deberá valerse de otros medios probatorios, puessudeclaraciónes insuficiente.
Finalmente, el actor debedemostrar cuántosdíasestuvo inmovilizado el rodado.
Para ello, la prueba por excelencia es el dictamen pericial, en el cual, el experto de-
talla los distintos trabajos que se deben realizar en la unidad, incluyendo los de me-
cánica, chapa, pintura, como así también, búsqueda de presupuestos, asignaciónde
turno, etcétera, y estima el tiempo de indisponibilidad (dato que también es utiliza-
do para el cálculo de la privación de uso). En efecto, cuando el automotor es el ins-
trumento para el despliegue de una actividad económica y rentable, la privación de
su uso durante el período necesario para repararlo determina de ordinario la confi-
guración de un lucro cesantez0.
Por último cabe mencionar dos cuestiones a tener en cuenta a la hora de cuanti-
ficar el lucro cesante de un taxímetro. Por un lado, el tema del porcentajequese des-
cuenta en concepto de gastosde mantenimiento, puesto que, de la recaudacióndia-
ria aproximada que informe el sindicato de taxis multiplicada por los días de indis-
ponibilidad, hay que restarle un porcentaje por irrogaciones de combustible, repa-
ración de neumáticos, los gastos de aceite, engrase, etcétera, que lógicamente son
abonados por el propietario y que, generalmente, se los estima en un 30%.
Por otro lado, debe tomarse en consideración la forma en que es explotado el ve-
hículo, puedeser queel rodadoseaalquilado por díadetrabajoo bienel reclamante
reciba un porcentaje de las ganancias obtenidas.
Jurisprudencia
21 JCAT no15 CABA, 1314116, "Sindicato de Peones de Taxi de la Capital Federal y otros c. GC-
de modo inmediato arbitre las medidas necesarias para suspender cualquier activi-
dad que desarrolle la empresa Uber B.V. o Uber Technologies Inc. o cualquier socie-
dad bajo ese nombre, razón social y tipo de actividad descripta en la Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires hasta tanto se dicte sentencia definitiva o se presente la hi-
pótesis prevista en el art. 182 del CCAyT".
Entre sus fundamentos, destacó que "de acuerdo con la descripción que hacen
los actores en su presentacióny lo que habría expresado a distintos medios el señor
secretario deTransporte de la ciudad, la empresa Ube: infringiría una serie de nor-
mas reglamentariasvinculadascon el Código deTránsitoy Transporte (ley2148, pu-
blicada en el BOCABA, no2615, del 30/1/07, con sus modificaciones)y de la ley 3622
(publicada en el BOCABA, no3589, del 2111/11 con sus modificaciones) que incor-
poró al mencionado Código la regulación del servicio de transporte público de pa-
sajeros en automóviles de alquiler con taxímetro (taxis)".
Asimismo,señalóquese trata de una pretensión compleja porcuanto "poseeas-
pectos colectivos ostensibles cuyo tratamiento y decisión pueden incidir en dife-
rentes grupos con intereses o posiciones jurídicas encontradas. Se presentan a pri-
mera vista, por ejemplo, cuestionesvinculadas con la seguridad urbana, la defensa
de los usuariosy consumidores, el derecho a trabajary de ejercer industria lícita, as-
pectos tributarios, conflictos derivados del uso de las nuevas tecnologías y su im-
pacto en el sistema jurídico, la seguridad y coordinación del transporte urbano, la
igualdad ante las cargas públicas, la actuación de sociedades o empresas extranje-
rasenel ámbito local, losalcancesdel poder de policía, etcétera, ya estascuestiones
se pueden agregar otras interpretaciones o categoríasjurídicas producto del desa-
rrollo del contradictorio".
Además de ello, el JCAT no15 resolvió que los conductores de Uber no cometen
ningún delito penal, "podrán existir faltas administrativas o infracciones de tránsi-
to, mas no delitos" 22.
Por otra parte, en el plano europeo, el TJUE dispuso que Uber queda excluida del
ámbito de aplicación de la libre prestación de serviciosy es una empresa de transpor-
tes, con las claras consecuencias jurídicas que ello acarrea23.La cuestión se había sus-
citado debido a la consulta del tribunal alemán (Bundesgerichtshof): ¿Debeenten-
derse que una empresa que, en colaboración con empresas de alquiler de vehículos
autorizadospara el transporte de personas, ofrece una aplicación para teléfonos in-
teligentesmediantelaquelosusuariospuedensolicitarvehículosdealquilerconcon-
ductor está prestando por sí misma un servicio en el ámbito del transporte a los efec-
tos del art. 58, ap. 1O del TFUE, y del art. 2O, ap. 2", letra d) de la Directiva 20061123,1,
teniendo en cuenta que la actividadorganizativa de esta empresa está estrechamen-
te vinculada a la prestación del servicio de transporte y, en particular, que dicha em-
presa determina la tarificación, la gestión de las operaciones de pago y las condicio-
nes del servicio de transporte relativas a las carreras y hace publicidad de los vehícu-
losquefacilita, utilizando paraellosudenominacióncomercialyaplicandoasimismo
descuentos uniformes? En caso de respuesta negativa a la primera cuestión: ¿Cabe
justificar la prohibición de unosservicioscomo los que son objeto del litigio en virtud
del objetivo de la salvaguarda de la competitividad y operatividad del transporte en
taxi, bajo el aspecto de la protección del orden público a efectos art. 16, ap. lo de la
Directiva 20061123, habida cuenta de la situación actual del tráfico?
Por último, la provincia de Mendoza dictó la ley 9086 de Movilidad P r ~ v i n c i a l ~ ~
queestablece un marco legal para el transportea travésde plataformaselectrónicas.
En el art. 52 dispone que: ". .. Este transporte oneroso de pasajeros constituye una
actividad privada de interés público cuyo cumplimiento se regirá por las disposicio-
nesde lapresentesecciónyporla reglamentación quealefecto dicte la autoridad de
aplicación. Deberán los prestatarios cumplir con elpago de las tasas de contrapres-
tación ylas obligaciones impositivasque determine dicha normativa.
Enningún casopodrá este tipo de servicio afectarla prestaciónde losserviciospú-
blicos de pasajeros que esta ley determina ".
Y el art. 53 agrega: "Los titulares de los vehículos afectados a estos servicios de-
berán solicitar a la autoridad de aplicación, el otorgamiento de un permiso de ex-
plotación, el que tendrá el carácter de precario y revocable ...".
En conclusión, y sin perjuicio de las legislacionesespecíficas en la materia (como
es el excepcional caso de la provincia de Mendoza), la cuestión en el ámbito local
aún carece de una resolucióndefinitiva. No obstante ello, y de conformidad con lo
señaladoenel primerapartado, como principiogeneral se exigeque la actividad cu-
yo lucro cesante se peticiona sea lícita, esté habilitada y bajo la normativa vigente.
Motivo por el cual, atento la medida cautelar dispuesta por el JCAT no15 de CABA,
la indemnización por lucro cesante no puede ser admitida, pues tal actividad está
expresamente prohibida por mandato judicial.
Jurisprudencia
- Licitudde la actividad
El daño tiene que afectar un interés legítimo y, en el caso de un taxista o remisero, sin
autorización, se trata de una pretensión que contraría la ley vigente, puesto que la ac-
tividad quese le impidiera al actor era una actividad irregular, que tenía vedada, lo que
implicaría-de concedérsele resarcimiento-el contrasentido de que estaría en mejor
situación con el vehículo destrozado que entero, por cuanto podría exigir como resar-
cimiento loque no podría exigir comodesarrollode la actividad, ya que noestaríael ac-
tor en condicionesde exigirle al Municipio que le permita ejercer la actividad ysí de re-
clamarle resarcimientopor el lapso perdido. Sería un completo contrasentido que no
cabe convalidar. [CACC Trelew, Sala A, 7/4/09, "P. A. A. c. Municipalidad de Rawson",
exp. 137/2008, sist. Eureka, voto del doctor López Mesa].
c) Propinas
La Ley de Contrato de Tra bajo esta blece en su art. 1 13 que: "Cuando el trabaja-
dor, con motivo del trabajo que preste, tuviese oportunidad de obtener beneficios
o ganancias, los ingresos en concepto de propinas o recompensasseránconsidera-
dos formando parte de la remuneración, sirevistieran elcarácterde habitualesyno
estuviesenprohibidas". Entonces, estasdeben integrar el cómputo para el lucroce-
sante.Tal esel casodelos mozosocamarerosquetrabajan en un restaurante,cuyas
propinas integran el cálculo del aguinaldo, aportes jubilatorios y horas extras, re-
conociéndoseles para ello carácter rem~neratorio*~. Nadie podría decir a ciencia
cierta a cuánto asciende tal rubro, porque varía día a día, pero es indudable que la
25 Orgaz, El daño resarcible, 1960, p. 30 y s., cit. por Areán, luicio por accidentesde tránsito,
2012, t.4A.
26 CNFCA, Sala 11,6/10/98, "Abadía, Ramón E. y otros c. Lotería Nacional", LL, 1999-C-586; DI,
1999-1-869.
252 CECILIA CELESTE DANESI
enorme mayoría -si no todos-de los camareros las reciben, motivo por el cual, si
estos se viesen privados de desarrollar su actividad gastronómica, indudablemente
vería menoscabado su patrimonio, bajo la forma de un lucro cesante consistente en
la disminución de sus ingresos correspondientes a propinas27.
Ahora bien, en el caso de losautomóvilesde alquiler, la Cámara Nacional de Ape-
laciones en lo Laboral determinó que "el escaso monto de la propina percibida por
los peones conductores de taxis no influye en su naturaleza rem~nerativa"~~, con
lo cual, estas no deben ser computadas para el cálculo de lucro cesante.
Jurisprudencia
1. Propina de un taxista
1 El escaso monto de la propina percibida por los peones conductoresde taxis no influ-
yeensu naturaleza remunerativa. [CNAT, enpleno, 7/6/68, "0llabur0,ArmandoAgus-
tín c. Salgado, Ramón s/Despido", SAIJ, FA680400021.
201I,LL, On Line.
En consecuencia consideramos que no podrá concederse la partida indemniza-
toria en concepto de lucro cesante respecto de actividades que evaden normas tri-
butarias o cualquier otra exigencia que prescriba la ley.
Jurisprudencia
30 CNCiv., Sala C, 3/2/98, "Vallejos, Darío Ignacio c. De los Constituyentes S.A. de Transportes
s/Daños y perjuicios", L. 217.969; ídem, 8/10/88, "Acosta, Carlos Domingo c. Línea 365 La Indepen-
dencia S.A. de Transportes y otro s/Daños y perjuicios", L. 242.620; ídem, Sala F, 22/12/08, "Pagura,
Elena lrma c.Transportes Larrazabaly otros", LL, ejemplar del 25/2/09, p. 6.
31 Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t. 4A, p. 527.
254 CECILIA CELESTE DANESI
sus ingresos, como también aquellas que hacen a su vida de relación. [CNCiv., Sala C,
1/3/04, "Noberasco de Artime, Sara Nélida c. Transporte Vuelta de Rocha S.A. y otro",
LL, On Line, ARlJUW7593/2004].
3 Cuando existe un siniestro que deja una elevadísima incapacidad invalidante con
relaciónal ejerciciode una profesióndichaincapacidadabsorbeallucro cesante, pues-
to que a partir del siniestro las secuelas del accidente obstan al desarrollo de la activi-
dad que desplegaba el reclamante.Si la víctima cuenta con una formación universita-
ria para desempeñarse en una profesión, y esta ya no podrá ejercerse, ello determina
la medida de la indemnización. [CNCiv., Sala M, 16/9/02, elDíal-AE19E71.
f) Colectivos
Al igual que sucede con los taxis o remises, se debe acreditar la ganancia diaria
que obtenía el colectivo siniestrado y el periodo de inmovilización. Este último as-
pecto se comprueba también con el dictamen del perito ingeniero mecánico que,
luego de inspeccionar la unidad, determina el lapso de indisponibilidad según los
trabajos de mecánica, chapa y pintura que se deban realizar. En cuanto a la rentabi-
lidad que producía, la prueba por excelencia para acreditar ese extremo es la pericia1
contable, en la cual, el perito luego de examinar los libros de la empresa, informa la
ganancia diaria; a la que habrá de descontársele los gastos de mantenimiento.
Ahora bien, existe un sector doctrinario y jurisprudencia1que sostiene que para
que proceda el lucro cesante en estos casos, es necesaria una prueba más acabada de
la efectiva privación de ganancias. Alegan que una empresa posee una flota de co-
lectivosy está legalmente obligada a cumplir una determinada frecuencia en los re-
corridos. Entonces, el internosiniestradodebeser reemplazadopor otro, con locual,
no existe pérdidadegananciasalguna. Es más, afirman quesuelen calcularquealgu-
nas unidadesqueden inmovilizadaspor desperfectostécnicos, por lo tanto, el sinies-
tro no afectaría la productividad de la empresa ni la prestación regular del servicio.
Señala Zavala de Gonzálezque la existencia efectiva del lucro cesante por no po-
seer una unidadsustitutiva es una mera conjetura, que notiene la entidad suficien-
te para conformar la certeza mínima que es exigible en el lucro cesante3*.
En ese orden de ideas, sesostienequecuandosetrata del retiro de circulación de
unvehículodetransporte deservicios públicos, el lucrocesante no puede presumir-
se, puesse lo debe reemplazar por otro, sin alterarse la eficacia del servicio y el nú-
mero de usuarios. En efecto, lasempresasdetransporte necesariamentedeben con-
tarcon un 15% del total desu flota reservada para cubrir eventualesaccidentes, de
acuerdo a expresas disposiciones de la Secretaría deTransportesdel M.o.s.P.~~.
Asimismo, los ingresos brutos de una unidad de colectivos prevista para el trans-
porte público de pasajeros, no puedenjamás considerarse lucro cesante, o sea, ga-
nancia frustrada, pues es preciso descontar de aquellos los gastos de explotación,
de mantenimiento y de amortización del vehículo34.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por su parte, asevera que "cuando el
damnificado es una empresa de transporte de pasajeros o de carga, que cuenta con
un número plural de unidadesafectadas al servicio, la sola circunstancia de que una
deba permanecer fuera de circulación no significa que ello constituya un lucro ce-
sante o una pérdida para la empresa. Se trata de una cbestión sujeta a la prueba es-
pecífica pertinente, ya que, en principio, cabe admitir que los horarios y diagrama-
ción de frecuencia de circulación se cumplen igual, ya sea por la mayor actividad de
las restantes, ya sea por la utilización de otra unidad de repuesto destinada a esos
fines. Si la privaciónosuspensióndeuna unidad haceque para la prestaciónde igua-
les servicios deban utilizarse las demás en una proporción mayor, con mayores gas-
tosoperativos, prescindiendode la atención mecánica yde mantenimiento que im-
plica marcada incidencia en el lapso de reposición del material, ello determina una
muyfundada posibilidad dequese produzca la pérdida que deba ser indemnizada,
pero dado que no corresponde la presunción de existencia de lucro cesante, el cual
debe probarse en forma concreta, el rubro en cuestióndebeser rechazado, toda vez
que dicha circunstancia no surge de constancia alguna en la causa"35.
En sentido contrario, se alega que el daño por la indisponibilidad de la unidad
afectada durante el tiempo que insuman las reparaciones, debe resarcirse aunque
exista la posibilidad de reemplazar al vehículo siniestrado. El hecho de que la em-
presa pueda transportar a los pasajeros en los restantes, causa indudablemente al-
gún perjuicio y en todo caso limita el lucro cesante o ganancia esperada3! El daño
debe ser probado como en todos los casos, tal como en la actualidad lo exige el art.
377 del CPCCNy el art. 1744 del CCCN.
Coincidimos con esta última postura. Es que, si bien la empresa debe contar con
otras unidades disponibles, lo cierto es que no tiene por qué soportar el perjuicio
económico que genera la indisponibilidad, imputable al actuar del demandado.
Además, debemosagregarque, conforme la excepciónquecontieneel art. 1744del
CCCN, no será necesario acreditar el daño cuando surja notorio de los propios he-
chos, por lo que consideramos que el requisito de la prueba del menoscabo por lu-
cro cesante debe ser menos rigurosa en estos casos, pues fácilmente se puede pre-
sumir la pérdida de ganancias. Solo restará entonces, producir prueba tendiente a
la cuantificación del rubro.
34 CNCiv., 24/4/95, "General Pueyrredón S.A.T.C.I. c. Transportes Río S.R.L. y otro s/Daños y per-
juicios", www.scw.pjn.gov.ar.
35 CSJN, 17111/96, ED, 174-331.
36 Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t. 4A, p. 173.
CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
- No se presume el lucro cesante de los colectivos y se exige
mayor material probatorio
1 Cuando se trata del retiro de circulación de un vehículo de transporte de servicios
públicos, el lucro cesante no puede presumirse, pues es norma que, en tal situación, se
lo reemplace por otro, sin alterarse la eficacia del servicio y el número de usuarios. Ello
es asíal puntotal que las empresas detransporte necesariamentedeben contar con un
15% del total desu flota reservada para cubrir eventualesaccidentes, de acuerdoa ex-
presasdisposicionesdela Secretaría deTransportesdelM.O.S.P. [CNCiv., Sala F, 19/6/96,
"TransportesAvenida BernardoAder S.A. c. MicroómnibusQuilmesS.A.s/Daños y per-
juicios", SAIJ, FA960204311.
2 Cuandosetrata de una unidad de colectivo prevista para el transporte público de pa-
sajeros, los ingresosbrutos de esa unidad no puedenjamás considerarselucro cesante, o
sea, ganancia frustrada, pues es precisodescontar de aquellos los gastos de explotación,
de mantenimiento y de amortización del vehículo. [CNCiv., 24/4/95, "General Pueyrre-
don S.A.T.C.I. c. Transportes Río S.R.L. y otros/Daños y perjuicios", www.cij.gov.ar].
3 Cuando el damnificado es una empresa de transporte de pasajeros o de carga, que
cuenta con un número plural de unidadesafectadasal servicio, la sola circunstanciade
que una deba permanecer fuera de circulación no significa que ello constituya un lu-
cro cesante o una pérdida para la empresa. Se trata de una cuestión sujeta a la prueba
específica pertinente, ya que, en principio, cabe admitir que los horarios y diagrama-
ción de frecuencia de circulaciónse cumplen igual, ya sea por la mayor actividad de las
restantes, ya sea por la utilización de otra unidad de repuesto destinada a esos fines. Si
la privación o suspensión de una unidad hace que para la prestación de iguales servi-
cios deban utilizarse las demás en una proporción mayor, con mayores gastos operati-
vos, prescindiendode la atención mecánica y de mantenimiento que implica marcada
incidenciaen el lapsode reposicióndel material, ello determina una muyfundada po-
sibilidad de quese produzca la pérdida que deba ser indemnizada, pero dado que no
corresponde la presunciónde existencia de lucro cesante, el cual debe probarse en for-
ma concreta, el rubro en cuestión debe ser rechazado, toda vez que dicha circunstan-
cia no surge de constancia alguna en la causa. [CSJN, 17111/96, ED, 174-331; CAC Co-
modoro Rivadavia, Sala A, 15/4/15, "E.S.A. c. H. H., P.yotras/Dañosyperjuicios", LL, On
Line, AR/JUR/27812/2015].
g) Honorarios de un abogado
Jurisprudencia
38 JNC no35,2719110, "Valdés, Mónica Ana Gloria c. Metrovías S.A. slDaños y perjuicios", exp-
te. no29.52712008.
senciadeuna prueba cabaleinequívocaquedemuestre la certeza del menoscaboeco-
nómico, el pretendido resarcimiento deviene inadmisible. [JNC no35,2719110, "Val-
des, Mónica Ana Gloria c. Metrovías S.A. s1Daños y perjuicios", expte. no29.52712008,
www.scw.pjn.gov.ar].
h) Actividad no autorizada
39 Orgaz, Eldaño resarcible, 1960, ps. 30 y 31, cit. por Areán, Juicio poraccidentes de tránsito,
2012, t.4A, p. 182.
40 López Mesa, Responsabilidadpor accidentes de tránsito, 2014, t. 1, p. 553.
41 CACCTrelew, SalaA,714/09, "P.A. A.C.MunicipalidaddeRawson",sist. Eureka, votodel doc-
torización, se trata de una pretensión que contraría la ley vigente, puesto que la activi-
dad quese le impidiera al actor con el incendio era una actividad irregular, quetenía ve-
dada, lo que implicaría-de concedérsele resarcimiento- el contrasentidode que es-
taría en mejor situación con el vehículo destrozado que entero, por cuanto podría exi-
gir como resarcimiento lo que no podría exigir como desarrollode la actividad, ya que
no estaría el actor en condicionesde exigirle al Municipio que le permita ejercer la acti-
vidadysíde reclamarleresarcimiento por el lapso perdido. [CACCTrelew, Sala A, 7/4/09,
"Porello c. Municipalidad de Rawson", sist. Eureka, voto del doctor López Mesa].
42 CNCiv., Sala H, 25/3/08, "Fernández, Jorge Gabriel y otro c. Wasinger, GustavoAriel y otro",
LL, On Line, AWJUWI 29912008.
260 CECILIA CELESTE DANESI
cia que para ese tipo de labores es imprescindible contar con capacidad física para
poder desplegarlas". Por ello, se decidió -con acierto-, que no corresponde ex¡-
girse la acreditación del ítem lucro cesante pasado "con igual rigor que se le exige a
personas que poseen empleos o ingresos regulares, toda vez que ello provoca una
desventaja procesal en situaciones como la que juzgamos prácticamente imposible
de remontar por parte del interesado. La garantía de igualdad que tutela nuestra
Carta Magna y los tratados internacionales, se basan en la igualdad bajo iguales
condicionesyesjustamenteeneste úItimoaspectodondedebemosdistinguireldis-
tinto posicionamiento laboral que puedetener la víctima de un evento dañoso, a la
hora de acreditar-carga procesal-el perjuicio económico por el ítem lucro cesan-
te pasado". En conclusión se resolvió "recurrir al salario mínimo vital y móvil como
pauta para mensurar el ingreso imprescindible para subsistir que el actor podía ob-
tener en función desu a ~ t i v i d a d "La
~ ~realización
. de esas tareas podrá comprobar-
se mediante la declaración de testigos.
Jurisprudencia
43 CCCFCAVilla María, 15111/16, "Paz, Guido Orlando c. Silva, Alicia Lidia s/Ordinario", LL, On
Line, AWJURn868812016.
3 39. Definición y régimen legal
a) Concepto
muerte de los hijos; este derecho también compete a quien tenga la guarda del me-
nor fallecido.
Sobre esa última cuestión remitimos al lector al Capítulo Xl titulado "Indemni-
zación por fallecimiento -valor vida" y, en cuanto a los requisitos del daño resarci-
ble enunciadosenel art. 1739, al Capítulo IV. No obstanteello, aclaramos que, en 10
relativo a la certeza del daño, no se encuentra afectada por la incertidumbre res-
pectodel eventual resultado de losacontecimientos,elemento relevante en esteti-
pode menoscabo. La característicaprimordial de loscqsosencuadrableseneste ins-
tituto es justamente la existencia de un alea respecto del cuál será el desenlace de
los hechos, y la pérdida de esa probabilidad, en consecuencia, el daño que debe re-
sarcirse8. No hay duda de que hubo una pérdida de probabilidad y, precisamente
ahí, radica la certeza.
Intentaremos definir el alcance de los términos que utiliza el artículo, como re-
quisitos para admitir la procedencia del reclamo por pérdida de chance. El primero
de elloses la "contingencia razonable" y, el segundo, la "adecuada relaciónde cau-
salidad con el hecho generador".
El Diccionario de la Real Academia Española define a la "contingencia" como la
posibilidad de que algo suceda o no suceda. Y el término "razonable" como "ade-
cuado, conforme a razón" y "proporcionado o no exagerad^"^. Como puede ver-
se, la ley apela al elevadocriterio del magistradoqueentienda en la causa, quien de-
berá, valorando la prueba vertida en el proceso, meritar si existía una probabilidad
verosímil de obtener una ganancia. Recordemos una vez más, aquí no se indemni-
za la ganancia, sino la posibilidad frustrada de obtenerla. Y esa frustración debe ser
imputable o como consecuenciadel accidente. Aquíentra en juego el segundo ele-
mento, la adecuada relación de causalidad.
Como es sabido, la relación de causalidad es uno de los elementos constitutivos
-e insoslayables-de la responsabilidadcivil. Esta se encuentra regulada en el art.
1726 del CCCN que prescribe que: "Son reparableslas consecuencias dañosas que
tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.. . ".
En los fundamentos del Anteproyecto del 2012 se explica que la referencia a la
"contingencia razonable" es el equivalente a la probabilidad objetiva, que debe
concurrircon la relación decausalidad.Se trata dedos requisitos: a)certeza deque,
si no hubiera ocurrido el incumplimiento o el hecho dañoso, el legitimado habría
mantenido la esperanza de obtener una ganancia o evitar una pérdida futura, y b)
relación causal adecuada entre el hecho y la pérdida de c h a n ~ e s ~ ~ .
1. Requisitos
1 Con relaciónal ítem "pérdida de la chance", no existen constanciasquepermitan de-
terminar la existencia de un perjuicio con un concreto grado de probabilidad de con-
vertirse en cierto, según lo exigido en la jurisprudencia de este tribunal (CSJN-Fallos,
320:1361 ysus citas; CSJN-Fallos, 323:2930; 326:847; entre otros). Ello es así, pues el re-
clamo del actorversasobre un daño puramente hipotéticoconsistente en la frustración
de los proyectosydireccionesdeobra que pudiera haber realizadojuntoa su padre. Por
lo tanto no se trata de un daño que deba ser indemnizado. [CSJN, 24/8/06, "Ferrari de
Grand, Teresa H. M. y otros c. Provincia de Entre Ríos y otros", DJ, 2007-1-236; CSJN-Fa-
Ilos, 329:3403; LL, On Line, AR/JUR/5658/2006].
l2 Entre ellos incluimos: automóviles, camiones, inclusive los llamados tractores para semi-
rremolque, camionetas, rurales, jeeps, furgones de reparto, ómnibus, microómnibusy colectivos,
susrespectivosremolquesyacoplados,todosellosauncuandonoestuvierancarrozados, lasmaqui-
narias agrícolas incluidastractores, cosechadoras, grúas, maquinariasvialesytodasaquellasquese
autopropulsen (conf. art. 5O, decr.-ley 6582158).
l 3 La denuncia de venta es la comunicación efectuada por el titular de un dominio al haber
entregado el rodado a otra persona en carácter de poseedor o tenedor. El artículo del Régimen Ju-
CECILIA CELESTE DANESI
rídico del Automotor dispone: "hasta tanto se inscriba la transferencia el transmitente será civil-
mente responsablepor los daños y perjuiciosquese produzcancon el automotor en su carácter de
dueño de la cosa. No obstante, si con anterioridad al hecho que motive su responsabilidadel trans-
mitente hubiere comunicado al registro que hizo tradición del automotor, se reputará que el ad-
quirente o quienes de este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de aquel, re-
visten con relación al transmitente el carácter de terceros por quien él no debe responder y que el
automotorfue usado contra su voluntad". Véase www.jus.gob.arltramites-y-servicioslautomoto-
resldenuncia-de-venta-del-automotor.aspx.
ACCIDENTES DE TRANSITO 267
En ese orden de ideas, sostiene la doctrina que el daño puede ser resarcible se-
gún el mayor o menor grado de probabilidad de que llegara a acontecer, aunque lo
que habrá de resarcirse no será la totalidad de la pérdida sufrida o la ganancia de-
jada de percibir, pues el juez debe apreciar la proporción de ese valor que en con-
creto representa la frustración de la chance 14.
Se ha dichoque la determinación origende la chan-
ce-debe efectuarse desde el juzgador, atendiendo a su realidad social y particula-
ridad propias del medio en el cual se haya inserto. Asimismo, se puntualizó que la
medida de la reparación de las chances tiene inmediata vinculación con la intensi-
dad o grado de probabilidad de la oportunidad frustradaI5.
Por otra parte, sáenz16propone concebir a la pérdida de chance, a diferencia de
lo queocurre-porejemplo-con el lucrocesanteoel dañoemergente, como unda-
ño "naturalístico" o fáctico, y no jurídico. Es decir, se configura como el menoscabo
material del cual, luego, se extraerán las consecuencias resarcibles, que pueden ser
tanto de naturaleza patrimonial como extrapatrimonial. Esta concepción, señala el
jurista citado, tiene dos consecuenciasde particular trascendencia. La primera cues-
tión es, entonces, la existencia o node la posibilidadquedeterminará, asuvez, la exis-
tencia o no del daño desde un punto de vista fáctico y, por ende, la procedenciao no
de la acción promovida, pues, en el caso de quese compruebe la inexistenciadel ále-
as invocada, el actor no habrá probado el perjuicio cuyo resarcimiento persigue. En
segundo lugar, determinará la forma en quedeberá cuantificarseeldañosufrido por
la víctima.
Entonces, el primer paso para cuantificar el dañoesestablecer cuál esel valor del
"daño final", para afectar luego esevalor al porcentaje de chances perdidas. Debe-
mos diferenciar, entonces, entre aquellossupuestos en los que se perdió la posibili-
dad de obtener una ganancia (a los que llamaremos, en adelante, daño por pérdi-
da de chance "positiva"), de los casos en que se frustró la posibilidad de evitar un
perjuicio (pérdida de una chance "negativa").Cuando lo que está en juego es la ga-
nancia perdida, habrá de determinarse cuál era el monto de esa ganancia, y sobre
ese resultado, calcular la probabilidad de que ese resultado se produjera. En el se-
gundo caso (evitar un perjuicio), la valuación de la chance estará determinada por
l4 Highton de Nolasco, Accidentes de tránsito. Daño resarcible como lucro cesante y daño
emergente en caso de lesionesa las personas desde la óptica de losjueces civiles (justicia nacionalci-
vil), en "Revista de Derecho de Daños", no2, "Accidentes de tránsito-ll", 1998, p. 58, cit. por Areán,
Juicio por accidentes de tránsito, 201 2, t . 4A, p. 505.
l5 Conclusión de las " X Jornadas Científicas de la Magistratura", realizadas en Córdoba, 1994,
cit. porAlferillo, en Código CivilyComercialcomentado. Tratadoexegético, Zaed.,201 5,t.Vll, p. 225.
l6 Sáenz, El daño por pérdida de chance o hacia el retorno de la distinción entre daño yper-
juicio", RCyS, 2014-XI-9;11, On Line, AWDOC/3631/2014.
268 CECILIA CELESTE DANESI
el valor del resultado final efectivamente producido. Respecto de dicho valor se de-
terminará el resarcimiento correspondiente por la frustración de la chance.
Jurisprudencia
Jurisprudencia
Jurisprudencia
- Empleada doméstica
Jurisprudencia
1. Empleada doméstica
La indemnización por integridad física y pérdida de chance solicitada por una emplea-
da doméstica que perdió la movilidad de su brazo al ser impactada por un automotor
debe admitirse-en el caso, por $1.100.000-, teniendo en cuenta las limitantesfísicas
quesufrirá por el restodesuviday que le impedirán desarrollarsutrabajo, locual debe
hacerse méritoa la hora de la cuantificación, no como un demérito por su perfil laboral,
sino como una justa e integral indemnización del daño causado (art. 1740, CCCN).
[CACC Salta, Sala 111,26/8/16, "R., E. V. A. c. G. O., A. S. y10 quien resulte civilmente res-
ponsableslSumario- Dañosy perjuicios por accidente de tránsito", RCyS, 2016-Xll-176;
RCCyC, 2017 (febrero), 224; LL, On Line, ARIJURI7074012016].
x
CAP~TULO
LESIÓN A LA INTEGRIDAD DE LAS PERSONAS
(INCAPACIDAD SOBREVINIENTE) Y GASTOS
Picasso - Sáenz, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, t. IV, p. 490, disponible
al 1/5/16 en www.saij.gob.arldocs-f/codigo-comentadolCCyC~Nacion~Comentado~Tomo~lKpdf.
López Mesa - Trigo Represas, Tratado de la responsabilidad civil: cuantificación en la res-
ponsabilidad extracontractual, 201 1, t. VII, p. 1006.
CNCiv., Sala A, 3118115, "D., L. E. c. K., S. D. y otros s/Daños y perjuicios", RCyS, 2016-111-131;
LL, On Line, AR/JUR/35793/2015.
ACCIDENTES;DE TRANSITO 273
Galdós, en Código Civily Comercialde la Nacióncomentado, 2014, t.Vlll, p. 524; López Me-
sa - Trigo Represas, Tratado de la responsabilidadcivil: cuantificación e n la responsabilidad extra-
contractual, 201 1, t.VI1, ps. 5 2 4 ~ 5 2 5 .
Sáenz, La aplicación de la ley con relación a l t i e m p o y e l derecho de daños, en RCCyC, 201 5
(diciembre), 148; LL, On Line, AR/DOCl381512015.
CACC Gualeguaychú, Sala 1,261811 5, "Bos, Silvia Esther c. Fariña Regazzi, Diego Rodrigo y
otros sl0rdinario - daños y perjuicios", RCyS, 2015-XII-183; RCCyC, 201 5 (diciembre), 154; RCCyC,
2016 (mayo), 191; LL, On Line, AWJUW3063712015.
CECILIA CELESTE DANESI
de defensa en juicio de las partes (art. 18, CN) al otorgar pautas objetivas de cuanti-
ficación del monto a resarcir a través de los elementos obrantes en la c a u ~ a " ~ .
Jurisprudencia
3 La reducción del resarcimiento por daño material dispuesta por el a quo en modo
alguno pudo justificarse bajo el dogmático argumento de que la actora continuó de-
sempeñando su cargo de magistradasin sufrir merma en sus salarios. Por el contrario,
la conclusión de que el peritaje médico daba cuenta de una disminución permanente
en su aptitud física para realizar actividades productivas (incapacidad del 60%) debió
llevar a la corte provincial a considerar que mediaba un daño específico que debía re-
pararse aun cuando la víctima, pese a las dolencias físicas que la aquejaban, hubiera
continuado ejerciendo esa actividad remunerada (del voto del doctor Lorenzetti).
[CSJN, 10/8117, "Ontiveros, Stella Maris c. PrevenciónART5.A. y otross/Accidente- Re-
curso de inconstitucionalidad y casación", Rubinzal On Line, RC J 57001171.
5 La estimación del daño por incapacidad sobreviniente no solo abarca las limitacio-
nes en el ámbito laboral específico, sino en cuanto pueda afectar la capacidad labora-
tiva genérica y el desarrollo normal de la vida de relación. En efecto, la noción de "lo pa-
trimonial" en el derecho de daños es más amplia que la de patrimonio en estricto sen-
tidotécnico, puesdebeabarcar,másalláde los bienesexteriores pertenecientesa la per-
sona, las potencialidades humanas que instrumentalmente posean naturaleza econó-
mica que, aunque desprovistas de valor económico en sí, lo adquieren indirectamente
al ser aplicadas al logro de finalidades productivas. Así la integridad de la persona pre-
senta un valor económico instrumental como capital destinado a ser fuente de benefi-
cios económicosy de toda índole, cuya afectacióncercena posibilidades de desenvolvi-
miento futuro, con lo cual se tiene que el daño en esta esfera resulta ser susceptible de
apreciación pecuniaria, como lo exige el art. 1068 del CC, y, por ende, indemnizable.
[CNCiv., Sala J, 23111/17, "P., J. P. c. Biudes, Christian Gabriel yotros/Dañosyperjuicios",
RubinzalOn Line, RC J 97621171.
11 ~finesdecuantificarlaincapacidadsobrevinienteyauncuandoelcasoquedeapre-
hendido por el Código Civil derogado, corresponde reconocer un capital de tal modo
que sus rentas cubran la disminuciónde la aptitud del damnificado para realizar activi-
dades productivasoeconómicamentevalorablesyqueseagoteal terminodel plazoen
que razonablemente pudo continuar realizando tales actividades (art. 1746, CCCN).
[CNCiv., Sala B, 2412117, "Rozñiski, Julián Ariel c. González, Jorge Antonio y otros s/Da-
ños y perjuicios (acc. trán. dles. o muerte)", LL, On Line, AWJUW2540/2017].
12 Sin embargo, me parece que la modalidad propuesta para cuantificarla con base
en la ley de procedimiento (art. 162, CPCCN) nose ajusta al derecho sustancial vigente
aplicable, esto es, a las directivas del art. 1746 del CCCNoperativo de modo inmedia-
to en este juicio, ya que el mismo no se refiere a la constitución de la relación jurídica
-obligación de reparar-, sinosolo a lasconsecuenciasdeella,en tanto la regla nova-
ría la naturaleza ni la extensión de la indemnización quetienederechoa percibir lavíc-
tima; únicamente sienta una pauta para su liquidación, ausente en el ordenamiento
derogado, por lo queaquella llena una laguna legal presente hasta entonces. [CACC
Concordia, Sala Civ. yCom. II, 15/3/16, "R., C.A. c. C., C.G. yotros/Ordinario", LL, On Li-
ne, AWJUW23953/2016].
13 El art. 1746 del CCCN resulta directamente aplicable al supuesto de daños gene-
rados como consecuencia de un accidente de tránsito ocurrido con anterioridad a la
entrada en vigencia de aquel, pues no se refiere a la constitución de la relaciónjurídi-
ca -obligación de reparar-, sino solo a las consecuencias de ella, en tanto la regla no
varía la naturaleza ni la extensión de la indemnización que tiene derecho a percibir la
víctima; únicamentesienta una pauta para su liquidación. [CNCiv., Sala A, 31/8/15, "D.,
L. E.c. K.,S.D.yotross/Dañosyperjuicios", RCyS,2016-lll-131;LL, OnLine,ARIJUW35793/
201 51.
b) Prueba y cuantificación
Jurisprudencia
l o Art. 379, CPCCN: "Serán inapelables las resoluciones deljuezsobre producción, denega-
ción ysustanciación de 1aspruebas;sisehubiere negado alguna medida, la parte interesada podrá
solicitara la cámara que la diligencie cuando el expediente le fuere remitido para que conozca del
recurso contra la sentencia definitiva ".
l 1 Digo generalmente porque algunos jueces le requieren al perito que determine las insti-
tuciones donde debe realizarse el psicodiagnósticoy otros, ordenan que se realice en un hospital
público (esta es la que más tiempo demora).
280 CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
2 - Cuantificaciónmediante el empleo
de fórmulas matemáticas
Otros, en cambio,son más proclivesal empleo d e un cálculo130fórmulamatemá-
tica14, pues aseveran q u e no hay manera d e cumplir con el "debe ser evaluada me-
diante la determinación d e un capital" q u e utiliza la norma, sin acudir a estas. Una
decisión q u e no aplique algún tipo d e mecanismo actuarial será contra legemI5.
Los fundamentos para la utilización d e una fórmula matemática para cuantifi-
car la incapacidad son varios. El principal radica en evitar q u e la sentencia sea arbi-
traria y además, garantizar la defensa en juicio, pues resulta dificil expresar agra-
viossinconocercómosearribóaesasuma.Asimismo, otorga previsibilidad en la jus-
t i c i a ~la, objetivación del resultado. Con lo cual, también contribuirá a incrementar
marshal1.aspx.
23 Acciarri, Fórmula yplanilla de cálculo de indemnizaciónporincapacidad (art 1746 CCyC),
disponible a1 21/8/16 en www.derechouns.com.ar/formula-y-planilla-de-calculo-de-indemniza-
cion-por-incapacidad-art- 1746-ccycl.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
24 CACC Gualeguaychú, Sala 1,26/8/15, "Bos, Silvia Esther c. Fariña Regazzi, Diego Rodrigo y
otrossl0rdinario- daños y perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/30637/2015.
25 CNAT, Sala III, 16/6/78, "Vuoto, DalmeroS.c.AegTelefunkenArgentinas/Artículo 1113, Có-
digo Civil", SAIJ, FA78041799.
26 CSJN, 8/4/08, "Arostegui, Pablo Martín c. Omega Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A.
y Pametal Pelusoy Compañía S.R.L.", SAIJ, FA08000004.
27 CNAT, Sala 111,28/4/08, "Méndez, Alejandro Daniel c. Mylba S.A. y otro s/Accidente- Acción
civil", SAIJ, FA08040068.
284 CECILIA CELESTE DANESI
4 Para el cálculo se utiliza la fórmula (denominada por los expertos "polinómica") si-
guiente, que pertenece a Acciarri -Yrigoyen Testa: C = A (1 + i)n- 1 i (1 + i)n. En el caso
que nos ocupa, tenemos que "A" equivale a $2.300,00 que es el monto del Salario Mí-
nimoVitaI y Móvil vigente a la fecha del hecho (2612112) (Res. no212011de fecha 2618111
del Consejo Nacionaldel Empleo, la Productividadyel Salario Mínimo,Vital y Móvil), se
ACCIDENTES DE TRANSITO 285
toma este valor en tanto en autos no se ha acreditado que la víctima realizaratarea al-
guna; "i", es 6%, que es la tasa de interés anual; "n" equivale a 51 años en que la vícti-
ma podría realizar actividades productivashasta cumplir 70 años. El monto resultante
de dicha operación es $ 52.022,80 al 26/2/12. [CACC Concordia, Sala Civ. y Com. 11,
15/3/16, "R., C. A. c. C., C. G. yotros/Ordinario", LL, On Line, AR/JUW23953/2016].
5 Para la indemnización por los daños patrimoniales debe utilizarse una fórmula ma-
temática financiera desarrollada por Moore y Bernasconi, pues es el instrumento idó-
neo para cuantificar de manera másexacta los perjuiciosque la cesación total o parcial
de una actividad productora de bienes acarrea al suprimi\o reducir ingresos; máxime
cuando ese procedimiento científico devaluación fue concretamenteconsagrado en
el art. 1746 del CCCN (del voto del doctor Velázquez). [CACC Trelew, Sala A, 17/2/16,
"C.,A.S.yotrosc. K. yC.S.A.yotros/Dañosyperjuicios", LL, On Line,ARlJUR/270/2016].
6 Paravalorar la incapacidad sobreviniente resulta aconsejableelempleodecriterios
matemáticosque, partiendo de los ingresos acreditados por la víctima-o de la valua-
ción de las tareas no remuneradas que ella llevaba a cabo y se vio total o parcialmente
imposibilitada de continuar desarrollando en el futuro-y computando asimismosus
posibilidadesde incrementosfuturos, lleguen a una suma tal que, invertida en alguna
actividad productiva, permita a la víctima obtener mensualmente una cantidad equi-
valente a aquellos ingresosfrustrados por el hecho ilícito, de modo tal que ese capital
seagote al término del período devida económicamenteactiva que restaba al damni-
ficado, siendo este el criterio receptado por el art. 1746 del CCCN(del voto en disiden-
cia parcial del doctor Picasso). [CNCiv., Sala A, 31/8/15, "D., L. E. c. K., S. D. y otros s/Da-
ños y perjuicios", RCyS, 2016-111-131; LL, On Line, AR/JUR/35793/2015].
7 Como puede apreciarse la redacción del art. 1746 del CCCN impone la adopción de
una fórmula de cálculo de indemnizaciones que prevea nosolo el capital sino una ren-
ta generada por este. En razón de ello, meritadas las fórmulas conocidas como "Vuo-
to", "Marshall" y "Las Heras Requena", de uso en el ámbito de la justicia, resulta que
las mismas preveen únicamente la posibilidad de efectuar cálculossobre la base de un
ingreso constante. [JCC no7 Resistencia -Chaco, 27/10/15, "Blanco, Carlos Eduardo c.
Rodríguez, Antonio Arnaldos/Daños y perjuicios", expte. no12462/06, LL, On Line, AR/
JUW87451/2015].
3 - La postura intermedia
Se sostiene también que las fórmulas matemáticas no constituyen la única fuen-
te de cuantificación, ya que en todos los casos debe actuar el prudente arbitrio ju-
dicial (lo que no significa arbitrariedad)28.
En ese orden de ideas, se sugiere el empleo de esas fórmulas, como base y no co-
mo determinación última e invariable del resarcimiento, puesto que la determina-
Jurisprudencia
- Postura intermedia
1 Corresponde analizar los agravios relativos a los montos resarcitorios a la luz de lo
dispuesto por el art. 1746 del CCCN, que adopta el método de capital humano, que ex-
29 López Mesa, Responsabilidadporaccidentesde tránsito, 7" ed., 2014, t. II, p. 643y jurispru-
dencia allícitada.
30 Alferillo, en Código Civily Comercialcomentado. Tratado exegético, 2" ed., 2015, t. VII, p.
311.
ACCIDENTES DE TRANSITO 287
3 El nuevo Código Civil y Comercial (arts. 1737 a 1748), que ha incorporado diversas
pautasdoctrinariasyjurisprudencialesya vigentespara la cuantificacióndel daño; des-
tacándose en particular la recepciónde parámetrostendientesa unificar loscriteriosde
indemnización, para evitar los inconvenientes que trajo el sistema anteriormente vi-
gente de libre apreciación de la reparacióndel daño, que prevaleciósobrepropuestas
de tarifación o aplicación de baremos; aunque la doctrina se ocupó de destacar la ne-
cesidad de superar esa anarquía en materia de montos indemnizatorios, a lo que ten-
dió la creación de la base jurisprudencia1de cuantificación de daños de la Cámara Na-
cional de Apelaciones en lo Civil. El nuevo Código introduce la aplicación de métodos
decuantificación matemáticaconformea determinadasfórmulasenelcitadoart. 1746;
pero ello no excluye en modo alguno las restantes pautas, ni las facultades asignadas al
juzgador para su determinación en el caso concreto explicitando los motivos para su
apartamiento del resultado de la fórmula escogida; a títulode ejemplo deello resultan
las facultades morigeradorasque le asigna el art. 1742. [CACC Azul, Sala 11,1511211 5,
"Díaz, Daniel Dalmiro c. Peralta, Ricardo Oscar y otros s1Daños y perjuicios", Rubinzal
On Line, RC J 3631161.
4 El art. 1746 del CCCN, ha traído una innovación sustancial en la materia, pues pres-
cribeel "deber" deaplicarfórmulasmatemáticas tendientes a calcularelvalor presen-
te de una renta futura no perpetua. Afines de cuantificar el daño patrimonial por in-
CECILIA CELESTE DANESI
31 CNCiv., Sala 1,4/7/14, "S., E. c. Metrovías S.A. y otro slDaños y perjuicios", LL, On Line, ARI
JURI38858/2014concita de Llambías, Código Civilanotado. Doctrina -jurisprudencia, 1992, t. Il-A, no
2373, ps. 119 y 120, nota 217.
32 López Mesa - Trigo Represas, Tratado de la responsabilidad civil: cuantificación en la res-
ponsabilidad extracontractual, 201 1, t.VII, p. 198.
33 CSJN, 8/4/08, "Arostegui, Pablo Martin c. Omega Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A. y
Pametal Peluso y Compañía S.R.L.", CSJN-Fallos, 310:1826,1828 y 1829.
34 CNCiv., Sala M, 14/4/16, "P. A. c. Rodríguez, María Laura s/Daños y perjuicios", 7957112011,
Rubinzal On Line, RC J 3385116.
290 CECILIA CELESTE DANESI
35 CACC Gualeguaychú, Sala 1,26/8/15, "Bos, Silvia Esther c. Fariña Regazzi, Diego Rodrigo y
otross/Ordinario - Daños y perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/30637/2015.
36 Picasso-Sáenz, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, t. IV, p.461, disponible
al 1/5/16 en www.saij.gob.arldocs-flcodigo-comentado/CCyC~Nacion~Comentado~Tomo~lU pdf.
37 González Zavala, i Cuánto p o r incapacidad?", en RCCyC, 2016 (mayo), 19; LL, On Line, AR/
DOU591/2016.
38 JCCn07Resistencia,27/10115, "Blanco, CarlosEduardoc. Rodríguez, Antonio ArnaldosIDa-
ños y perjuicios", expte. no 12462106, LL, On Line, AR/JUR/87451/2015.
ACCIDENTES D E TRANSITO 29 1
Jurisprudencia
2. Variables
Cálculo hasta lossetenta ycinco años de edad
3 Respecto a los períodos en quese debe agotar el capital, en atención a la edad de la
actora y considerando como expectativaválida de poder percibir ingresos, los setenta
ycincoañosdeedad (conf. CNAT, Sala 111,28/4/08, "Méndez, Alejandro Daniel c. Mylba
S.A. yotro slAccidente acción civil"), deben ser fijados en quince los años en que el ca-
pital se debe agotary la tasa de interés ser establecida en el 6% anual. [CACCGuale-
guaychú, Sala 1, 26/8/15, "Bos, Silvia Esther c. Fariña Regazzi, Diego Rodrigo y otros
slordinario - Daños y perjuicios", RCyS, 2015-Xll-183; RCCyC, 2015 (diciembre), 154;
RCCyC, 2016 (mayo), 191, con nota de Rodolfo M. González Zavala; LL, On Line, AW
JUW3063712015].
plazo; "A" representa los ingresos anuales de la víctima, "1" representa la tasa de in-
terésanual quese deja establecida en el 6% anual y "N" representa los períodos anua-
les en que se ha de consumir el capital. Para la determinación del capital es necesario
tener en cuenta los ingresos de la víctima al momento del siniestro ysi, como acontece
en la especie, estos no se encuentran probados, es dable acudir analógicamente y de
manera objetiva al salario mínimo vital y móvil al mes de mayo de 201 1 pues es el me-
nor que podría percibir la actora; el cual ascendía a $1.840,00. [CACCGualeguaychú,
Sala 1,26/8/15, "Bos, Silvia Estherc. Fariña Regazzi, Diego Rodrigoy otross/Ordinario -
daños y perjuicios", LL, On Line, AWJUW30637/2015]. ,
Vida en relación
8 En cuanto a la cuantificación de la indemnización por incapacidad, ningún método
de fijación del daño es desechable ab initio, y los parámetros rectores para su determi-
nación resultan ser los principiosde prudenciay equidad, concretamente acotados por
la realidad que toca en el casoevaluar. El bien jurídico protegido, cuandosetrata de in-
capacidadtotal o parcial, es el derecho a la salud, el cual no se limita al bienestar físico y
mental, sino también al social; en muchas ocasiones, las incapacidadesfísicas ysiquicas
dificultan o imposibilitan una cabal reinserción en los ámbitos donde actuaba la vícti-
nia. Por ello no solo deben ponderarse las pérdidas laborales, sino también la afecta-
ción a la vida de relación. Estoscriterios han sido recogidos en el ya vigente Código Civil
y Comercial que consagra el principio de la reparación plena (art. 1740, CCCN) y el art.
1746del CCCN. [CACCMPTF2aMendoza, 10/8/15, "Calella, Nicolás c. La Nueva Coope-
rativa deseguros Limitadayotros/Dañosyperjuicios", RubinzalOnLine, RCJ 62151151.
Empleada doméstica
9 La indemnización por integridad física y pérdida de chance solicitada por una em-
pleada doméstica que perdió la movilidad de su brazo al ser impactada por un auto-
motor debeadmitirse-en el caso, por $1.100.000-, teniendo en cuenta las limitantes
físicasquesufrirápor el restodesuviday que le impedirándesarrollarsutrabajo, locual
debe hacerse méritoa la hora de la cuantificación, no como un demérito porsu perfil la-
bora1,sinocomounajustae integral indemnizacióndel dañocausado(art.1740, CCCN).
[CACC Salta, Sala 111,26/8/16, "R., E. V. A. c. G. O., A. S. y10 quien resulte civilmente res-
ponsables/Sumario- Daños y perjuiciospor accidente de tránsito", RCyS, 2016-Xll-176;
RCCyC, 2017 (febrero), 224; LL, On Line, AR/JUW70740/2016].
Ama de casa
10 La actividad de ama de casa es patrimonialmente mensurable, para lo cual puede
acudirse al salario que percibiría una persona por realizar esas tareas en casa ajena, pe-
ro en ausencia de prueba concreta del monto del perjuicio, ysi bien puede acudirse a la
facultad que otorga a los magistrados el art. 165 del CPCCN, el importe en cuestión de-
ACCIDENTES DE TRANSITO 295
be fijarse con parquedad, para evitar que la suma a concederse pueda redundar en un
enriquecimiento indebido de la actora. [CNCiv., Sala A, 31/8/15, "D., L. E. c. K., S. D. y
otross/Dañosy perjuicios", RCyS, 2016-111-131; LL, On Line, AR/JUR/35793/2015].
545. Gastos
a) Médicos, farmacéuticos y de transporte
El art. 1086del CCdeVélez Sarsfield establecía: "Sj el delito fuere por heridas u
ofensas físicas, la indemnización consistirá en el pago de todos los gastos de cura-
ción y convalecenciadel ofendido ...".
El art. 1746del CCCNregula: "...Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos
ypor transporte que resultanrazonablesen función de la índole de las lesioneso la
incapacidad...". Esta presunción representa el criterio doctrinario yjurisprudencial
dominante por el cual no se exigía prueba de las erogaciones que haya tenido que
efectuar la víctima. Esto se erige como una de las excepcionesestablecidas en el art.
1744 del CCCN según el cual: "El daño debe ser acreditado por quien Ir,invoca, ex-
cepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de lospropios hechos".
No obstante la claridad de la norma, cabe hacer algunas distinciones.
En primer lugar, seefectúa unadiferencia en tornoal lugar donde haya sidoaten-
dida la víctima. Si fue atendida en un hospital público, la mayoría entiende que los
gastosde farmacia son procedentes, pero los de atención médica, no; por cuanto es-
ta es totalmente gratuita. Si fue atendido a través de su obra social, algunos consi-
deranque la cobertura es parcialy, por lotanto,conceden una indemnización;yotros,
que es total, por lo que el reclamo es desestimado. En segundo lugar, en cuanto a la
cuantía de losgastos,sesostienequesi el gastoesconsiderablementeelevado,seexi-
ge mayor respaldo p r ~ b a t o r i o ~ ~ .
En ese orden de ideas, será razonable la eximición de prueba para aquellos gas-
tos de farmacia y de atención profesional de la víctima que sean contestes con la na-
turaleza del daño y que por la urgencia del caso no se han podido adoptar las dili-
gencias necesarias para munirse de la documental que la acredite. Deben excluirse
aquellosgastospor loscualesseacostumbra pedir u otorgar recibo, factura o ticket,
como son los correspondientesa la adquisición de muletas, férulas, alquiler de apa-
ratos de rehabilitación, para cuyo resarcimiento resulta necesaria su comprobación
a través de recibos u otro medio46.
Asimismo, la doctrina distingue entre los gastos terapéuticosy gastos colatera-
les o conexos a los terapéuticos, los que si bien no revisten una finalidad terapéuti-
b) Otros gastos
Existenotrosgastosque,si bien no encuadran en la presunción mencionada pre-
cedentemente, puedenser reclamados pero, deberán ser acreditadosdeconformi-
dad con lo exigido por el art. 1744 del CCCN. Haremos una breve enumeración
1 - Gastos de vestimenta
Creemosque resultaadmisible la partida porvestimenta cuando laslesionesacre-
ditadasenel expedientehaganverosímil presumirque lasmismas hansidodañadas.
Por ejemplo, se deberá conceder el rubro indemnizatorio si, a raíz del siniestro, se
47 Zavala de González, Resarcimiento de daños, t. 2c, "Daños a las personas", [Integridad es-
piritual y social], 2" ed., 1990, p. 149; Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t. 4A, ps. 463 y
464.
produjo una fractura expuesta osi, lavíctima que iba en motocicleta saliódespedida
e impactó fuertemente contra el asfalto o cuando esté probado que sufrió pérdida
de sangre0 los profesionales debieron suturar, etcétera. Es más, frecuentemente, al
llegar al hospital los médicos en la urgencia "cortan" la ropa del paciente.
Además, debe hacerse mérito de la época del año en que acaece el siniestro, ya
que los atuendos invernales son generalmente de un costo superior y, por último,
es trascendente la condición social yeconómica de la víctima, por cuantoes inacep-
table que se reclame -como tantas veces ocurre- una suma que podría hacer su-
poner que llevaba puesto un traje de "Armani" cuando en el beneficio de litigar sin
gastos se afirma que vive de la caridad ajena4*.
El juez podrá estimar los gastos por vestimenta en uso de las facultades que le
confiere el art. 165 del CPCCN.
En resumen, sea en el casode lavestimenta, delosanteojosocualquierotroefec-
to personal cuyo daño sea presumible (peatón que utilizaba muletas o bastón), el
rubro encuadraría en la excepción prevista por el art. 1744del CCCN en cuanto dice
que se exceptúa de la prueba del daño cuando surja notorio de los propios hechos.
2 - Anteojos
Asimismo, otros objetos cuya reposiciónsuele ser peticionada son los anteojos.
Un sector doctrinario sostiene que resulta insoslayableque el demandante acredi-
te que los portaba al momento del accidenteyquese le rompieron49.Compartimos
parcialmenteesta postura. Si la víctima acredita-con el correspondiente certifica-
do médico- que necesita anteojos para manejar, según las circunstancias del cho-
que podemos presumir que los antejos se le han dañado. Lo mismo sucede con un
peatón que compruebe (también con el certificado pertinente) que no puede salir
a la calle sin sus antejos y quedó demostrado que a raíz de la embestida del rodado
cayó abruptamente al suelo.
Es decir, si el damnificado demuestra que en las circunstancias en las que se pro-
dujoel siniestrodebía estarutilizandoanteojosy, la mecánicadel accidente haceve-
rosímil que aquellos se hayan dañado, corresponde su indemnización50.
Tal comoseñalamosen el puntoanterior, tantoen el casode lavestimenta, de los
anteojos o cualquier otro efecto personal cuyo daño sea presumible (peatón que
utilizaba muletaso bastón), el rubroencuadraria en la excepción prevista por el art.
1744 del CCCN en cuanto dice que se exceptúa de la prueba del daño cuando surja
notorio de los propios hechos.
48 Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t.4A, ps. 485 y 456.
49 Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t. 4A, p. 486.
Las licencias de conducir suelen especificar si utiliza anteojos o no. Véase www.gob.gba.
gov.arllegislacionllegislacion/Disp-psv-70-9. html.
CECILIA CELESTE DANESI
Jurisprudencia
3. Reintegro de gastos
4 Una empresa de medicina prepaga que cubrió los gastos de asistencia de un afiliado
víctima de un siniestro estercera interesada en cuanto al crédito que aquel tiene ante el
responsabledel daño, pues, si bien son relacionesobligacionalesautónomas,la queso-
porta la accionantefrente a su asociado no puede ser obstativa a la subrogación opera-
da a raíz de la cobertura del perjuicio resarcible(arts. 768, inc. 3", CC; 881,882,914,915
y919, CCCN). [CNCiv., Sala B, 21/4/16, "Galeno Argentina S.A. c. Vázquez, María Luisa y
otross/Cobrodesumasdedinero",LL, 2016-0-413; LL, ejemplar del 13/9/16, p.7,con no-
ta de Claudio F. Leiva; LL, On Line, AWJUW20958/2016].
4. Anteojos y vestimenta
5 Sostiene la parte actora apelante que este rubro comprende ocho perjuicios distin-
tos, no tratadosadecuadamentepor la jueza quo ysolamente concedida la indemniza-
ción portres de los que fueron reclamados. Estetipodegastosno puedenpresumirsesin
otro dato cierto que justifique el hecho del daño. El reclamo por la destrucciónde la ro-
pa que llevaban puesta al momento del accidente, no está de ninguna manera demos-
trado, menos la calidad de la vestimenta que pudieran haber tenido en ese momento.
De igual modo no hay dato que corrobore la pérdida de los anteojos de la doctora B. R.
en el accidente. [CACCM San Juan, Sala 1, 19/5/06, "S. S. y otro c. García García, Francis-
co y otro", LL, On Line, AWJU W2328/2006].
Pizarro, Daño moral. Prevención. Reparación. Punición, 2" ed., 2004, p. 204.
CECILIA CELESTE DANESI
Explicaba Orgaz que la vida humana tiene un valor económico, como fuente de
ventajas patrimoniales para el propio sujeto o para otros, pero no la tiene "por sí
misma", esto es, con independencia de lo que produzca o pueda producir2.
A pesar de la importancia que tiene para el hombre su vida, no es un bien, como
objeto material o inmaterial susceptible devalor. La vida humana no tienevalor eco-
nómicoperse, sino "en consideracióna lo que produce o puede producir". Sin em-
bargo, tiene una proyeccióncrematística en tanto representa una fuente de recur-
sos o beneficios económicos para la familia de los quese vería privada a causa del fa-
Ilecimiento3.
Entonces, ante el deceso de una persona, lo que se contempla en signos econó-
micos no es la vida misma que ha cesado, sino las consecuencias que sobre otros pa-
trimonios produce la brusca interrupción de una actividad productora de bienes4.Es
decir, se pondera el nivel de detrimento que genera en el patrimonio de los damnifi-
cados indirectos, la privación de una asistencia actual ofutura5.Lo que importa, una
vez producido el fallecimiento, es la pérdida que sufren los sobrevivientes por este6.
Actualmente, la indemnización por fallecimiento se encuentra unificada en un
mismoartículo, a saber: "En caso de muerte, la indemnizacióndebeconsistiren: a)
los gastos necesariospara asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a
repetirlos incumbe a quien lospaga, aunque sea en razón de una obligación legal;
b) lo necesariopara alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos menores de
veintiún años de edad con derecho alimentario, de los hijos incapaceso con capaci-
dad restringida, aunque no hayan sido declarados talesjudicialmente; esta indem-
nizaciónprocede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado
indirecto; eljuez, para fijarla reparación, debe tener en cuenta el tiempo probable
de vida de la víctima, sus condicionespersonalesy las de los reclamantes; c) la pér-
dida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los hijos; este
derecho también compete a quien tenga la guarda delmenor fallecido "(art. 1745).
La norma presenta algunos maticesen comparacióncon su antecesor, los que se-
rán desarrollados en los apartados siguientes. A modo de ejemplo podemosseñalar
que, mientras que el art. 1084 del CCse refería a lo necesario para la "subsistencia"
de la viuda y de los hijos del muerto, el art. 1745 del CCCN alude a la prestación ali-
mentaria que les corresponda. Se trata de toda la ayuda que el fallecido habría pres-
tado a los legitimadosen vida, de no haberse producido el hecho ilícito (lucro cesan-
te).Sevinculacon los requerimientosmaterialespara lacontinuidaddelavida7.~am-
bién vemos un notable avance en materia de legitimadosactivos.
A lo dicho hasta aquí, cabe agregar que, al igual que sucedía con el derogado art.
1084delCódigo de Vélez Sarsfield, se establece la presunción a favor de ciertas per-
sonas, quienes a causa de la pérdida de un ser allegado, quedan privadasde lo nece-
sario para su subsistencia. Sin embargo, nada impide que los beneficiariosdela pre-
sunción puedan reclamar la reparación de los daños de mayor entidad económica
que los presuntos, como asimismo que cualquier otra persona distinta a tales bene-
ficiariospueda requerir la indemnizacióndeese perjuicio patrimonial odecualquier
otro que hubiere padecido; dependiendo el éxito de ambos reclamos de la demos-
tración del menoscabo alegado8.
Nos encontramos frente a una presunción iuris tantum y no iuris et de iure, por-
que el principio fundamental en esta materia es que no hay "acto ilícito punible" y,
por ende, tampoco posibilidad de resarcimiento, cuando no hay "daño causado".
Por lo tanto, al obligadoa resarcir el daño se ledebe permitir acreditar que la muer-
te no ocasionó el perjuicio patrimonial que se pretende, sin perjuicio de que las per-
sonas a quienes se acuerda el privilegio de la presunción (como cualquiera otra), a
su vez, puedan probarqueefectivamentesufrieron un dañoensu patrimonio, yob-
tengan, por esa vía, la reparación consiguienteg.
Jurisprudencia
El derogado Código establecía en su art. 1084 que "si el delito fuere de homici-
dio, el delincuente tiene la obligación de pagar todos los gastos hechos en la asis-
tencia del muertoyensufuneral".Y el artículosiguienteconcedíael derechode pe-
ticionar esa indemnizacióna cualquiera que hubiere hecho los gastos de que allí se
trata.
Por su parte, el texto unificado prescribe en el primer inciso del art. 1745 del Có-
digo de fondo que en caso de fallecimiento la indemnizaciónincluye "... los gastos
necesariospara asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a repetirlos
incumbe a quien lospaga, aunque sea en razón de una obligación legal.. . ". Como
puede verse, se mantiene el criterio del Código derogado.
Así, las obras sociales, los sistemas de cobertura desalud, losseguros desepelios,
entre otros, pueden reclamar directamente al responsable el deber de resarcir el
reintegro de las sumas abonadasI0.
Debe interpretarse que se trata de los gastos efectuados cuando el fallecimien-
to no fue instantáneo, y se trató de evitar el desenlace fatal aplicando las prácticas
médicas adecuadas o posibles. Quedan comprendidastodas las erogaciones reali-
zadas en el intento infructuoso de evitar un desenlace mortal, yque como una con-
secuencia inmediata del delito, el homicida debe indemnizar. Están incluidos los
gastosdeinternación, de intervencionesquirúrgicas,prácticasmédicas, estudiosde
laboratorio, radiología, etcétera1'.
Cabeaclarar queeste artículosolo regula lossupuestosdeasistenciaprevia al de-
ceso, puesto que para los casos en los cuales existe incapacidadsin fallecimiento, se
aplica el art. 1746delCCCNque prescribe: "... Sepresumenlosgastosmédicos, far-
macéuticosypor transporte que resultan razonablesen función de la índole de las
lesioneso la incapacidad...". Con relacióna estos, remitimosal lector al CapítuloX,
"Lesión a la integridad de las personas (incapacidadsobreviniente) ygastos".
Finalmente, en cuanto a los gastos de funeral, no podrían admitirse gastos sun-
tuario~,como la elección de un costoso monumento fúnebre a expensas del homi-
cida. Aun cuando en términos generales se ha entendido que los gastos del sepelio
deben estar deacuerdocon la posicióneconómica ysocial quetenia el fallecido; ello
debeser así en tanto su monto no resulte excesivo, pues el responsableno tiene por
l o Alferillo, en Código Civily Comercialcomentado. Tratado exegético, 2" ed., 201 5, t.Vil, ps.
297 y 298.
l7 Areán, luicioporaccidentesde tránsito, 201 2, t.4A, p. 345.
CECILIA CELESTE DANESI
qué afrontar los gastos exorbitantes que puedan haber encargado los deudos del
difuntoq2.
Jurisprudencia
b) Alimentos
1 - Legitimados activos
Amodo de introducción, debemos reiterar que la norma regula una presunción
que relevaa losallíincluidosde la carga de la prueba del daño(art. 1744, CCCN). Esa
presunción puede ser desvirtuada por prueba que demuestre lo contrario o bien,
puede aportarse la que acredite que otros sujetos también recibían alimentos del
difunto.
Jurisprudencia
11 - Conviviente
l4 CNCiv., 4/4/95, "Fernández, María C. y otro c. El Puente S.A.", JA, 1995-11-201, cita on line:
952067.
l 5 SCBA, 11/6/08, "Lasarte, Gladis Noemíc. Rodrigo, Pablo Omar", LLB.4,2008-863; DJ, ejem-
plar del 10112/08, p. 1305.
CECILIA CELESTE DANESI
razonable que aquellos puedan reclamar por alimentos a raízdel fallecimiento del
otro conviviente.
Precisamente, uno de los fundamentos que se utilizaban para rechazar el recla-
mo del conviviente era que, al no existir en la unión concubinaria obligación legal
de asistencia entre los convivientes, la privación de ingresos a la concubina deriva-
da del fallecimiento de su compañero no puede extenderse en el tiempo durante
toda la vida laboral útil de aquel, por cuanto no hay certeza de que la relación se ex-
tienda hasta la muerte de uno de ellos16.Si bien es cierto que no existía tal obliga-
ción legal, no podía desconocerse que la realidad evidenciaba que los convivientes
también se prestabanasistencia mutua. Pero lo llamativo es que se afirme que en la
unión convivencia1"no hay certeza de que la relación se extienda hasta la muerte
de uno de ellos" y, jen el matrimonio sí? Más sorprendente aún es que el fallo sea
del año 2009.
Jurisprudencia
1. Legitimacióndel concubino
1 Se encuentran legitimados losconcubinarios para reclamar la indemnizacióndel da-
ño patrimonial ocasionadopor la muerte de uno de ellos como consecuencia de un he-
choilícito, en tantono medie impedimentode ligamen. [CNCiv., enpleno,414/95, "Fer-
nández, Maríayotro c. El PuenteS.A.",JA, 1995-11-201,LL, On Line, AWJUW 1924/1995].
2 La concubina se encuentra legitimada para reclamar los daños y perjuicios por la
muerte de su compañero, en tanto demuestre ser una damnificada indirecta del he-
cho ilícito, debiendo demostrar una relación similar a la del matrimonio en forma es-
table yprolongada. [SCBA, 11/6/08, "Lasarte, Gladis Noemí c. Rodrigo, Pablo Omar",
LLBA, 2008-863; DJ, ejemplar del 10112/08, p. 13051.
3 A los efectos de establecer el monto indemnizatorio que corresponde otorgar a la
concubina e hijos menores de edad de un motociclista que perdió la vida en un acci-
dente de tránsito habrán de tenerse en cuenta los aportes económicos que podía su-
ministrarelfallecido, puessi bien la vida humana notienevaloreconómicoperse, oca-
siona indudables efectos de orden patrimonial sobre aquellos que eran destinatarios
de todos o parte de los bienes económicos que el extinto producía, desde el instante
en que esta fuente de ingresos se extingue y siempre y cuando no se trate de afecta-
cionesdecarácterafectivas yespiritualesqueserán ponderadasa la hora de fijar el da-
ño moral. [CNCiv., Sala 1,7/5/15, "S., M. M. y otros c. M., L. G. y otros s/Daños y perjui-
cios", LL, On Line, AWJURII 9467120151.
4 Es procedenteotorgar al concubinode un ama de casa que falleció como consecuen-
cia de un accidente de tránsito un resarcimientopor las tareas de asistencia que aque-
l6 CNCiv., Sala K, 117109, "A., C. B.C. ~ernández,Ángel Enrique", RCyS, 2009-X-92;LL, On Line,
ARIJ UR12124812009.
ACCIDENTES DE TRÁNSSTO 31 1
Lo primero que debemos aclarar esque en este supuesto no existe ningún límite
de edad.
En segundo lugar, la incapacidad es excepcionalisimay subsidiaria. Existe un es-
calón intermedio, que es la declaración de capacidad restringida para determina-
dos actos de una persona mayor de trece años que padece una adicción o una alte-
ración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que es-
time que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o
a sus bienes.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que
prevé el art. 43 del CCCN, especificando las funciones con los ajustes razonables en
función de las necesidades y circunstancias de la persona (art. 32, CCCN).
Por otra parte, no es necesario que exista una declaración de incapacidad o de
capacidad restringida, bastará con que se aporte prueba al expediente del estado
de salud del hijo que invoca el perjuicio para que la indemnización sea procedente.
Jurisprudencia
- Hija incapaz
1 Cuadra añadir que lassumasotorgadasyquese confirman asciendena $130.000que
si bien pudiera aparecer de gran importancia, teniendo en cuenta el sueldo denuncia-
do en autos, cabe poner de resalto que en este tipo desituaciónfamiliar de escasos re-
ACCIDENTES DE TRANSITO 313
Capítulo aparte merece la figura del progenitor afín. Se denomina así al cónyu-
ge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal del niño o
adolescente (art. 672, CCCN). Si bien con carácter subsidiario, tiene obligación al¡-
mentaria el cónyuge o conviviente respecto de los hijosdel otro. Cesa este deber en
los casos dedisolución del vínculo conyugal o ruptura de la convivencia. Sin embar-
go, si el cambio de situación puede ocasionar un grave daño al niño o adolescentey
el cónyuge o conviviente asumió durante la vida en común el sustento del hijo del
otro, puede fijarse una cuota asistencia1asu cargo con caráctertransitorio, cuya du-
ración debe definir el juez deacuerdo a las condicionesde fortuna del obligado, las
necesidades del alimentadoy el tiempo de la convivencia (art. 676, CCCN).
Entonces, si el progenitor afín, que prestaba alimentos al hijo de su cónyuge o
conviviente, fallece, ese hijo podrá reclamar la indemnización prevista en el inc. b)
del art. 1745del CCCN. Respectodeesteno opera la presunción legal, con lo cual de-
berá aportar las pruebas pertinentes.
VI - Mujer embarazada
Si bien, al igual que el caso del sujeto que reciba alimentos de su progenitor afín,
la mujer embarazada no goza de la presunción legal, también podrá comprobar
que recibía alimentosdel fallecido de conformidad con el art. 665 del CCCN. Este ar-
tículo prescribeque: "La mujer embarazada tiene derecho a reclamaralimentosal
progenitorpresunto con la prueba sumaria de la filiación alegada ".
el caso concreto una sentencia de condena con tal alcance, debe aceptarse que la
muerte del abuelo produce un menoscabo económico en el patrimonio de su nieto
alimentado, generando el derecho a indemni~ación'~.
En suma, el nieto deberá probar que el abuelo fallecido contribuía con sus ali-
mentos para tornar viable la indemnización.
Jurisprudencia
producirseelfatal accidente. Por lo cual, yen los términosdel art. 377 del Código Proce-
sal, debían comprobar que su padre colaboraba con sus gastos de alimenta~ión~vivien-
da o con cualquier erogación relativa a su subsistencia, pero no lo hicieron. Por ello, el
presente rubro no será admitido con relación a las hijas de la víctima, pero sí respecto a
la viuda de aquel. [JNC no41, 1613115, "Romero, Amanda Guillermina y otros c. Iciar,
Juan Franciscoy otross/Daños y perjuicios", expte.4187207/2006, www,scw,pjn.gov.ar].
3 El hijo mayor de edad y plenamente capaz del fallecido-en el caso, en un acciden-
te de tránsito- no cuenta con la presunción de daño por la muerte de su padre que
consagra el art. 1084del CCpara la esposa e hijos menoies o incapaces, por tanto, de-
be necesariamenteprobar el perjuicio que le ocasiona el deceso rigiéndose su preten-
sión por lo establecido por el art. 1079 del cuerpo normativo mencionado. [CNCiv., Sa-
la E, 13/6/07, "Berfili, Genoveva Filomena c. General Tomás Guido S.A.C.I.F.", LL, On Li-
ne, AWJUW3725/2007].
Por su parte, el doctor Picasso considera que, "si bien resulta arduoestablecer un
método de cálculo exacto en estos casos, es posible arribar a un resultado aproxi-
mado-en los términosdel art. 165del Cód. Procesal-calculando, por un lado, qué
porción de los ingresos mensuales presuntos de la víctima fatal podía ser destinada
eventualmente al sostén de los damnificados-a lo que debe adicionarse la valua-
ción de las actividades no remuneradas, pero mensurables económicamente, que
la occisa realizaba a favor de estos últimos-, y durante cuántos años. Finalmente
habría que establecer el valor actual de la renta cons'ante no perpetua así estima-
da( ...). Estaconclusiónsefundaahoraenlaaplicaciónanalógicaaloscasosdemuer-
te del criterio que el art. 1746 del CCCN adopta para calcular la incapacidad sobre-
viniente". Afirma que la redacción del art. 1746 del CCCNconduce necesariamente
al empleo de fórmulas matemáticas para evaluar la cuantía del resarcimiento por
incapacidad y, por analogía, también por muerte, pues únicamente por medio de
ese instrumento puede mensurarse el capital al que alude la norma.
Donde "C" es el capital a determinar, "A" la ganancia afectada, para cada perí-
odo, "i" la tasa de interés a devengarse durante el período de extracción conside-
rado, decimalizada (emplearé una tasa del 6%), y "a" el número de períodos res-
tantes hasta el límite de la expectativa de vida presunta de la víctima o de la edad
máxima prevista por la ley para ser beneficiario de una prestaciónalimentaria por
parte del occiso22.
En suma, un sector de la doctrina, afirma que, aunque el texto no lo diga expre-
samente, deben emplearse las fórmulas matemáticas en el supuesto de muerte de
la víctima (contenida en el art. 1745, CCCN) porque, en ese caso, se trata -al igual
que sucede con esa norma-de resarcir un lucro cesante, constituido por lo que la
víctima directa habría aportado a los damnificados indirectosde haber seguido con
vida. Sería incongruenteacudira loscálculosmatemáticosen un casoy no en el otro,
cuando se trata de evaluar el mismo tipo de perjuicio^^^.
Por nuestra parte, y en sintonía con lo expresado en el Capítulo X titulado "Le-
sión a la integridad de las personas (incapacidad sobreviniente) y gastos", lo rele-
22 Del voto en disidencia del doctor Picasso en CNCiv., Sala A, 31110117, "T., T. c. A. S.A.T.A.C.1
s1Dañosy perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/80624/2017.
23 Picasso-Sáenz, en Código Civily Comercialdela Nación comentado, p. 461, t.IV, en www.saij.
gob.arldocs-ficodigo-comentado/CCyC~NacionComentadoTomolpdf,disponible ai 1/5/16.
CECILIA CELESTE DANESI
vante esque el juez ponga d e manifiesto lasvariables utilizadas para arribara lasu-
ma indemnizatoria. Esdecir, haga lo más transparente posibleel cálculo q u e llevó a
cabo para cuantificar el daño. Si bien no está "atado" a una fórmula matemática
(muchasveces lasvariablesde estasson desconocidas), debejustificar en debida for-
ma cómo arribó a ese resultado y por q u é utilizó determinadas variables.
Jurisprudencia
1. No utilizaciónde cálculos matemáticos
para la cuantificación
1 Para poder efectuar una valoración del detrimento patrimonial que le ha ocasiona-
do a la beneficiaria la muerte de su marido, debe apreciarse, con suma prudencia, a
cuánto hubiera ascendido la razonable posibilidad de ayuda material que este podría
haberle prodigado, lo cual inequívocamenteconfigura un daño futuro, o sea, la valo-
ración de una chance, cuya definición exige de desconocidas variables, que no hacen
atinado un cálculo matemático exacto. En la especie, el causante contaba a la fecha de
su muerte con ochenta ydosañosdeedad, era jubilado ya1 momentodel accidenteper-
cibía un haberjubilatoriode $1.918. Por ello, teniendoen cuenta la pensión del 70% de
lajubilación que recibíasu esposa a partir del decesodel marido, el acotado lapsodeso-
brevida que tuvo la señora T. (cinco años después del accidente)y ponderando lo que la
propia víctima hubiera consumidoensu propio beneficio, propondréa miscolegascon-
ceder una partida en conceptode valor vida de $60.000. [CNCiv., Sala A, 31110117, "T.,
T. c. A. S.A.T.A.C.1 s1Daños y perjuicios", LL, On Line, AR/JUW80624/2017].
2 En loatinenteal reclamo deducido en concepto de lucrocesante debeseñalarseque
aquel representa la ganancia dejada de percibir por la víctima de un hechoilícito, pero
cuando sobreviene la muerte de ella y quienes lo reclaman son el cónyuge supérstite y
sus hijos, dicho lucro no puede representarotra cosa másque la indemnizaciónque pre-
véel art. 1084del CC, esdecir, aquella quesedenomina comovalorvida, másallá del ró-
tuloque la parte le ponga al reclamar. En ese sentido, esta Corte ha sostenido en los pre-
cedentesdeCSJN-Fallos, 300:1254y308:698queresulta improcedentecomputar lasga-
nancias frustradas que la víctima podría haber obtenido durante el lapso probable de
su vida. Además, porque la ley ha querido otorgar una reparación proporcionada a la
pérdida sufrida, extendiéndola a "lo que fuere necesario para la subsistencia de la viu-
da e hijos del muerto", sin que, como ya se señaló, resulten admisibles criterios mate-
máticos para graduar el monto de los perjuiciospor este concepto. [CSJN, 24/8/06, "Fe-
rrari de Grand, Teresa H. M. y otros c. Provincia de Entre Ríos y otros", DI, 2007-1-236;
CSJN-Fallos, 329:3403; LL, On Line, ARIJUW5658/2006; y, en igual sentido, CSJN-Fallos,
216:91; 300:1254].
que son económicamente mensurablesen los términos del art. 1746 del CCCN-, ha-
bré de coincidir con el doctor Molteni en la suma que propone para resarcir este per-
juicio (del voto en disidencia del doctor Picasso). [CNCiv., Sala A, 31110117, "T., T. c. A.
S.A.T.A.C.I. s1Daños y perjuicios", LL, On Line, AfUJUR/80624/2017].
4 El art. 1746del CCCNha traído una innovaciónsustancial, pues prescribequecorres-
ponde aplicarfórmulas matemáticastendientesa calcular el valor presentede una ren-
ta futura no perpetua. A fines de cuantificar el daño patrimonial por incapacidad psi-
cofísica (lo que también es aplicable al daño por muerte del art. 1745, CCCN) las referi-
dasfórmulasse erigen como un parámetroorientativo qde no puedeser omitido por la
judicatura a la hora de cuantificar los daños personales por lesioneso incapacidadfísi-
ca o psíquica o por muerte. Por consiguiente, conforme lo prescribe el art. 1746 del
CCCN, resulta ineludible identificar la fórmula empleada y las variables consideradas
para su aplicación, pues ello constituye el mecanismo que permite al justiciable y a las
instanciasjudiciales superiores verificar la existencia de una decisión jurisdiccional sus-
tancialmenteválida en lostérminosde la exigencia consagrada en los arts. 3Oy 1746del
CCCN(arts. lo, 2O, 3O, 7Oyconcs., CCCN). [CACCAzul, Sala II, 17111116, "Espil, María Inés
y otro c. Apilar S.A. yotros1Daños y perjuicios", causa n02-60647-2015, www.cij.gov.ar].
Aun cuando el sujeto estuviera desocupado a la fecha del deceso, ello no signifi-
ca que en el futuro, de no haberse truncado la vida por el ilícito, no pudiera haber
obtenido un trabajo o cumplido una actividad rentable que le hubiera permitido
atender a las necesidades del cónyuge y, en especial, de la progenie24.Conforme es-
ta postura, la cual compartimos, resulta admisible el rubro indemnizatorio en con-
cepto de valor devida, aun cuando el fallecido no tuviera un empleo.
En cuanto al sujeto que se encarga de las tareas del hogar (amo de casa), existía
un criterio aceptado en forma unánime que sostenía que ese trabajo posee un va-
lor e c o n ó m i ~ oEste
~ ~ .criterio fue receptado en el actual art. 660 del CCCNque esta-
- Occiso desocupado
1 La indemnizaciónpor daño emergente (valor vida) solicitada afavor de dos niñas de
once y ocho años de edad, es procedente, pues, si bien no se acreditó que tuviera traba-
jo remunerado, la interrupción del cuidado materno a temprana edad resulta suscep-
tible de una "valoración económica" (art. 1746, CCCN). [JNCAF no12,19/10/16, "A,, R.
H. y otro c. Estado Nacional - M. Seguridad - PFA y otross/Dañosy perjuicios", LL, On Li-
ne, AR/JUR/70755/2016].
26 En cuantoal sujetoque posea la guarda del menor, se recepta la postura sostenida por im-
portantes pronunciamientos jurisprudenciales (CSJN, 11/9/86, LL, 1987-A-373; CNCiv., en pleno,
4/4/95, "Fernández, María Cristina y otro c. El Puente S.A.T.", LL, On Line, AR/JUR/1924/1995).
27 Alferillo, en Código Civily Comercialcomentado. Tratado exegético, 2" ed., 2015, t.VII, p.
300.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
1. Occiso desocupado
1 Si de lo que se trata es de resarcir la chance que-por su propia naturaleza-es so-
lo una posibilidad, no puede negarse la indemnizaciónconel argumentodequeesim-
posible asegurar que de la muerte de un menor vaya a resultar un perjuicio, pues ello
importa exigir una certidumbre extraña al concepto mismo de chance de cuya repara-
ción se trata (CSJN-Fallos, 308:1160). Por otro lado, tampococabe excluirla en función
de la edad del fallecido, pues aun en casos como el del sub examinees dable admitir la
frustración de una posibilidad de futura ayuda y sostén para los progenitores, expec-
tativa legítima de acuerdo con lo dispuesto por el art. 367 del CC, y verosímil según el
curso ordinario de las cosas, particularmente en medios familiares de condición hu-
milde (conf. CSJN-Fallos, 303:820 y 308:1160, consid. 4"). En el caso resulta razonable
28
Kemelmajer de Carlucci, en Código Civily leyes complementarias. Comentado, anotadoy
concordado, 1990, t. 5, p. 186, cit. por Areán, Juicio poraccidentesde tránsito, 2012, t. 4A, p. 265.
29 Zavala deGonzález, Resarcimientode daños. Pérdida de ia vida humana, 1991,t. 2b, p. 285
y SS., cit. por Areán, Juiciopor accidentesde tránsito, 2012, t.4A, p. 265.
CECILIA CELESTE DANESI
admitir que la muerte del desafortunado joven importó la frustración de una posible
ayuda material, pues una comprensión objetiva y realista de la situación económico-
social de la familia permite inferir con probabilidad suficiente la cooperación futura
del hijo. Cabe consignar a ese fin ypese a la escasa prueba aportada que la familia de
la víctima es de condición humilde, vive en un barrio modesto, que su padre se desem-
peñaba como operario metalúrgico y que estaba constituida por los cónyuges y cua-
tro hijos menores. Por todo ello resulta apropiado fijar la cantidad de $50.000. [CSJN,
13/3/07, "Albornoz, Luis Roberto y otro c. Provincia de Buenos Aires y otro", CSJN-Fa-
Ilos, 330:748; LL, On Line, ARIJURI2474/2007].
del CCCN, que expresamente alude a la pérdida de chance de ayuda futura como con-
secuencia patrimonial de este suceso. [CNCiv., Sala M, 2216117, "A,, E. S. y otros c. Q., A.
H. yotross1Dañosy perjuicios", RCyS, 2017-X-136; LL, On Line, AR/JUW5141012017].
CAP~TULOXII
INDEMNIZACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS
NO PATRIMONIALES (DAAO MORAL)
Jurisprudencia
- Concepto
1 Las consecuencias no patrimoniales consisten en las angustias, inquietudes, mie-
dos, padecimientos y tristeza propios de la situación vivida por el damnificado. En vir-
tud de la naturaleza del perjuicio sufrido, la dimensión del daño no puede ser acredi-
tada con certeza. [CSJN, 5/9/17, "Lima, Maira Joana y otros c. Agon, Alfredo; Sastre,
María Patricia y otros s/Daños y perjuicios", LL, On Line, AWJ UW60671/2017].
2 El nuevo Código Civil y Comercial lo prevé en su art. 1741 bajo el título: Indemniza-
ción de las consecuencias no patrimoniales. Por "consecuencias no patrimoniales" de-
be entenderse lo mismo que daño moral. Es igual no obstante quese lo llame diferen-
te. El Código ha seguido, para conceptualizar al daño moral, a la teoría de la repercu-
sión. Si el daño repercute sobre el patrimonio, el daño es patrimonial, si lo hace fuera
del patrimonio, sobre las afecciones legítimas, el daño es no patrimonial, extrapatri-
monial o moral. [CACCSalta, Sala 111,26/8/16, "R., E.V. A. c. G. O.,A. S. y10 quien resul-
tecivilmente responsables/Sumario-Dañosy perjuiciospor accidente de tránsito", LL,
On Line, AWJ UW70740/2016].
3 La disminución que el daño ocasiona en la esfera extrapatrimonial de la víctima no
puedesubsumirseen la incapacidadsobreviniente,sino quese identifica, en todo caso,
con el daño moral, no correspondiendoenglobar en el tratamiento de este rubro tan-
to a las consecuenciaspatrimoniales de la incapacidadcomo otras facetas relacionadas
con lo espiritual -la imposibilidad de realizar ciertas actividades no lucrativasque Ile-
vaba adelante la víctima, tales como deportes y otras atinentes al esparcimiento y la vi-
da de relación-, pues tal tesitura importaría, en puridad, generar un doble resarci-
miento por el mismo perjuicio, queseríavalorado, primero, para fijar la indemnización
por incapacidad sobreviniente, y luego para hacer lo propio con el daño moral. [CN-
Civ., Sala A, 31/8/15, "D., L. E. c. K., S. D. y otros s/Daños y perjuicios", RCyS, 2016-111-131;
LL, On Line, AWJU W35793/2015].
Pero la solución que obtuvo mayor cantidad de adeptos fue la declaración de in-
constitucionalidad del art. 1078 del Código de Vélez Sarsfield. Afirmaban que no
puedeolvidarsequeelderechoa obtener reparación por losdañosinjustamentesu-
fridos tiene raíz constitucional, fundamentalmente en el art. 19 de la CN, que con-
sagra el alterumnon laedere, comoasimismoen losarts. 5.1,21.2y63.1 de la CADH,
habiendo agregado la Corte Suprema que toda indemnizacióndebe ser integral l l .
Aquel principio no admite que se distinga según se trate de un perjuicio de índole
patrimonial o extrapatrimonial para proceder a su reparación, y, además, la letra
del art. 1078 del CCtermina privilegiando la situación del responsable por encima
de los damnificados, violentando el derecho constitucional de estos a obtener una
reparación integral 12.
Luego de entrado en vigencia el Código unificado, se sostuvo que con la llegada
del mismo, el art. 1078 del derogado CCdevino inconstitucional,en cuanto restrin-
gía la legitimación para reclamar el daño moral a los concubinos y demás personas
que recibíantrato familiar ostensiblecon lavíctima, puesda untratamientomenos-
cabante a una categoría de personas que en el nuevo ordenamiento han sido legi-
timadas, y hasta prácticamenteequiparadas en sus facultades a las vinculadas por
un nexo matrimonial13.
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expidió en un fallo re-
ciente. Señaló que el art. 1078 del CCno importa una restricción inconstitucional al
principio de reparación integral establecido por el art. 19 de la CN. Ello, por cuanto,
la decisión del legisladorde acotar la legitimación para reclamar el daño moral obe-
dece a criterios objetivos y razonables, y procura la realización de un fin legítimo
vinculado con la previsibilidad de los riesgosy cobertura de los daños de los hechos
ilícitos, criterio mantenido por el art. 1741 del CCCN(que analizaremosa continua-
ción), que amplió la legitimación activa, pero únicamente para los casos de muerte
o de gran discapacidad de la víctima 14.
Uno de los principales fundamentos de la limitación era evitar la gran cantidad
dedemandasqueseiniciaríande noexistir aquella. Pero, tal comosostiene Picasso,
no debe confundirse la cuestión de la legitimación para reclamar la reparación de
'' CCCMPT la San Rafael, 28/6/13, "C., C. p/Síy en rep. desu hija menor G. N. E. c. T. M., O. s/Or-
dinaria-ds.yps.",enDFyP,2013(diciembre),221;RCyS,2014-IV-103; LL,OnLine,ARIJURI41791/2013.
Boragina - Meza, lnconstitucionalidad delartículo 1078delCódigo Civil, RCyS, 2007-Xll-44;
Calvo Costa, Eldaño moralyla inconstitucionalidad delart. 1078 Cód. Civil, en DFyP, 2013 (diciem-
bre), 220; LL, On Line, AR/D004235/2013.
l 3 CACCTrelew, Sala A, 17/2/16, "C., A. S. y otros c. K. y C. S.A. y otros/Daños y perjuicios", LL,
On Line, AR/JUR/270/2016.
l 4 Del dictamendel procuradorfiscal que la CSJN hacesuyo, 5/9/17, "Lima, MairaJoanayotros
c.Agon, Alfredo; Sastre, María Patriciayotross/Dañosyperjuicios", LL, On Line, AR/JUR/60671/2017.
330 CECILIA CELESTE DANESI
un daño con otra enteramente distinta, como lo es que el perjuicio invocado debe
ser cierto y no meramente hipotéticooconjetural, ydebe poder imputarse al hecho
generador, según los parámetros de la causalidad adecuada. Los reclamos super-
fluos o infundados no tendrían mejor suerte si, por hipótesis, la legitimación para
reclamar la reparacióndel daño moral estuviera equiparada a la del perjuicio patri-
monial, pues aun en ese caso los jueces contarían con toda esa otra serie de herra-
mientas para acotar y poner límites a la temida "catarata" 15.
El texto unificado buscó, con loable resultado, eliminar esa injusta solución: "... Si
delhecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a
título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cón-
yugeyquienesconvivíancon aquelrecibiendo trato familiarostensible ..."(art. 1741,
CCCN).
La norma no aclara ni precisa qué es "gran discapacidad", pero ello -conside-
ramos- no es una falencia, puesto que las disposiciones deben ser lo suficiente-
mente flexiblesy amplias para que permitan incorporar todo el abanico de posibi-
lidades. Máxime cuando, nos encontramosfrente a un artículo que regula cuestio-
nes atinentes al alcance de una indemnización.
La doctrina ha intentado definir el término gran discapacidad. Para algunos es
la que padecen aquellos sujetos que sin asistencia no pueden realizar los actos más
básicosy necesarios para la subsistencia (v. gr., cuadripléjicos, personasenestadove-
getativo, etcétera). Es la incapacidad física y10 psíquica por la cual la víctima pierde
su autonomía personal y económica 16.
Asimismo, yensentido másampli~~sesostienequegran discapacidadincluyelos
casos en los cuales la víctima pierde toda posibilidad de sentir, o moverse por sí mis-
ma. Por ejemplo, parapléjicos, tetrapléjicos o que han quedado en vida vegetativa,
o personas que han sufrido la pérdida de un miembro o de un sentido17.
Meza y Boragina consideran que habrá gran incapacidad cuando la víctima su-
frasecuelasodisminuciónfísica o psíquica permanentesa raizdel ilícito, degran in-
tensidad, con un significativo aminoramiento de sus aptitudes personales, psíqui-
casofísicas, comprometiendo lasáreas individual, laboral o de capacidad producti-
va,familiarysocial, frustrandodefinitivamenteel proyectodevida para el desarro-
llo de su personalidad integral 18.
Jurisprudencia
1 El art. 1078 del CCno importa una restricción inconstitucional al principio de repa-
ración integral establecido por el art. 19de la CN, pues la decisióndel legislador deaco-
tar la legitimación para reclamar el daño moral obedece a criterios objetivosy razona-
bles, y procura la realización de un fin legítimo vinculado con la previsibilidad de los
riesgos y cobertura de los daños de los hechos ilícitos, criterio mantenido por el art.
1741 del CCCN, que amplió la legitimación activa, pero Únicamente para los casos de
muerte o de gran discapacidadde la víctima (del dictamen del procurador fiscal que la
Corte hace suyo). [CSJN, 5/9/17, "Lima, Maira Joana y otros c. Agon, Alfredo; Sastre,
María Patricia y otros s/Daños y perjuicios", LL, On Line, AWJUW60671/2017].
ños y perjuicios", RCyS, 2013-V-252; ED, ejemplar del 28/5/13, p. 3; RCyS, 2013-IX-36, con
nota de Carlos A. Calvo Costa; LL, On Line, AWJUR/73883/2012].
3 A partir de la vigencia del Código Civil y Comercial, el art. 1078 del derogado CCde-
vino inconstitucional,en cuanto restringía la legitimación para reclamar el daño moral
a los concubinosy demás personas que recibían trato familiar ostensible con la víctima,
pues da un tratamiento menosca bante a una categoría de personas que en el nuevo or-
denamiento hansido legitimadas,y hasta prácticamente~quiparadasensusfacultades
a lasvinculadas por un nexomatrimonial. [CACCTrelew,SalaA, 17/2/16, "C.,A.S.yotros
c. K. y C. S.A. yotrosIDaños y perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/270/2016].
4 El art. 1078 del CCque determina la legitimación para reclamar el daño moral en ca-
so de fallecimiento de lavíctima a quienesestánunidoscon la misma por matrimonioo
parentescoen línea ascendente o descendente es inconstitucional, por cuanto estable-
ce un privilegio por sobre la situación de quienes formaron una familia sin vínculo de
sangre pero cimentada en los afectos, violentando el derecho a la igualdad consagra-
do en el art. 16 y en los instrumentos internacionalesde derechos humanos enumera-
dosenelart.75, inc.22dela CN. [CNCiv.,Sala B, 16/8/17, " ~ . , ~ . ~ . c . ~ . , Á . ~ . y o t r o s s / ~ a -
ños y perjuicios (acc. trán. des. o muerte)", LL, On Line, AfUJUU61435/2017].
3. Conviviente
4. Hermano no conviviente
6 El daño moral solicitado por el fallecimiento de una hermana debe rechazarse, pues
el art. 1078delCC-aplicable al caso-resolvióde manera categórica la cuestión relati-
va a la legitimación activa de los damnificados indirectospor daño moral, cuyotextode-
ja poco margen para la duda yse aplica tanto en materia extracontractual como obli-
gacional, máximecuandotampocoseencontraría legitimadoel hermanonoconvivien-
te aplicando la normativa del Código Civil y Comercial (art. 1741). [CNCiv., Sala H,
29/6/17, "Sosa, RicardoAníbal y otros c. Miranda, Gerónimo Emiliano y otros s/Daños y
perjuicios", LL, On Line, AR/JUR/43026/2017].
5. Sobrino de la víctima
7 El sobrino de la víctima de un accidente de tránsito no tiene legitimación activa para
reclamar una indemnización en concepto de daño moral por derecho propio, pues, a
más de no darse una situación excepcionalque permita abrir el abanico de legitimados
334 CECILIA CELESTE DANESI
23 CNCiv., Sala E, 19110110, "Salas, Beatriz Liliana c. Walanika S.A. y otros", LL, On Line,
ARIJUW6861112010.
24 Llamas Pombo, Problemasactualesde la responsabilidadcivil, 201 1.
25 Calvo Costa, Derechode las obligaciones,2" ed., 2016, t. 2, ps. 216 y 217.
ACCIDENTES DE TRANSITO 335
señala que la suma otorgada por este concepto debe mensurarse en función de los
placeres o actividades que ella permita realizar a la víctima y que sirvan como una
suerte de compensación (y no de equivalente, pues por definición no lo hay en esta
materia) de los sinsabores o angustias, o bien del desmedro existencia1 por ella su-
frido30. Esdecir, la nueva norma lleva a analizar la incidencia concreta del ilícito en
otros aspectos de la vida de la víctima que desbordan el concepto clásico basado so-
lo en el dolor, pena, tristeza, sufrimiento y angustia sin patología psíquica (vida de
relación, proyecto devida, etcetera), que representanuna mengua económica más
allá de la capacidad de ganancia3'.
Galdós explica que el daño moral puede medirse en la suma de dinero equiva-
lente para utilizarla y afectarla a actividades, quehaceres o tareas que proporcio-
nen gozo,satisfacciones, distracciones, esparcimientoque mitiguen el padecimien-
to extrapatrimonial. Por ejemplo, salir de vacaciones, practicar un deporte, concu-
rrir a espectáculoso eventos artísticos, culturales o deportivos, escuchar música, ac-
ceder a la lectura, etcétera. El dinero actúa comovía instrumental para adquirir bie-
nes que cumplan esa función: electrodomésticos, artefactos electrónicos, servicios
informáticos y acceso a los bienes de las nuevas tecnologías. Siempre atendiendo a
la "mismidad" de la víctima y a la reparación íntegra del daño sufrido3*. Así, al mo-
mento de cuantificar la indemnización por daño moral, se debe procurar mitigar el
dolor por medio de bienes placenteros, a fin de morigerar la tristeza, congoja, que
el hecho produjo. La concepción de reparaciónconcebida como "consuelo" hasido
criticada por Pizarro, quien opina que tratar de compensar con placer el daño mo-
ral, esconfundir este conceptocon la forma más habitual en la quese exterioriza, el
dolor; pues aun en los casos en que el dolor no se configura, el daño moral puede
existir, como ocurre en el caso de personasque se encuentran en estado vegetativo
como consecuencia de un ilícito, donde sin duda ellos han sufrido un daño moral
que debe ser reparado, a pesar de no sentir dolor o no saber qué pasa33.
Y precisamente esos casosson los que presentanmayores discusiones en cuanto
a la procedencia del daño moral y, en su caso, en torno a la cuantificación. La cues-
tión -al fin y al cabo-gira en torno al concepto de daño.
30 Picasso - Sáenz, en Código Civily Comercial de la Nación comentado, ps.' 454 y455, t. IV, en
www.saij.gob.ar/docs-f/codigo-comentado/CCCNacionComentadoTomo/pdf, disponible al
1/5/16.
31 CNCiv., Sala M, 14/4/16, "M., P. A. c. Rodríguez, María Laura s/Daños y perjuicios", 795711
201 1, RubinzalOn Line, RC, J 3385116.
32 Galdós, Dañomoral (como "precio delconsuelo")yla Cortenacional, RCyS, 201 1-Vlll-176
y 201 1-Xl-259; LL, On Line, AR/DOU2320/2011.
33 Casas, en Código Civily Comercialde la Nación, analizado, comparadoyconcordado, 2014,
t.2, ps.175~176.
ACCIDENTES DE T R Á N ~ T O 337
Para Zannoni, el daño moral no puede ser medido por la mera repercusión que
la conducta antijurídica pueda haber generado en la subjetividad del damnificado,
sino por el menoscabo que la actividad dañosa en sí misma denota a la persona (fí-
sica o jurídica). Por ejemplo, en el caso de una mujer demente violada que n o com-
prende el acto, debe ser indemnizada e n concepto d e daño moral.
Por su parte Calvo Costa -al igual que Bueres y Mosset Iturraspe-, precisa que
en el ejemplo citado, el menoscabo extrapatrimonial está dado en la intangibilidad
sexual o en su intimidad, y en la medida e n que la afectpción de dicho interés reper-
cuta en su espíritu. Así, los privados de razón también padecen en sus estadosdees-
píritu, aunque confundidos, aturdidos o debilitado^^^.
Entonces, lo que se procura es proporcionar a la víctima de recursos aptos para
menguar el detrimento causado, de permitirle acceder a gratificaciones viables,
confortando el padecimiento con bienes idóneos para consolarlo, o sea, para otor-
garle-aunque sea en mínima medida-alivio, alegría, descanso de la pena35.
Finalmente, recordemos que el agravio moral tiene una repercusión personalí-
sima, yaquevaría de persona a persona, algunosson másfuertesyotrosson mássus-
ceptibles al ~ u f r i r n i e n t o con
~ ~ ; l o cual, la cuantificación que haga el juez va a de-
pender de cada caso concreto.
Jurisprudencia
34 calvo Costa, Derecho de lasobligaciones, 2" ed., 2016, t. 2, ps. 165 y 166.
35 Iribarne, cit. por Galdós, en Código Civily Comercialdela Nación comentado, 2014, t. VIII,
p. 503.
36 L o pez Mesa - Trigo Represas, Tratado de la responsabilidadcivil: cuantificaciónen la res-
ponsabilidadextracontractual, 201 1, t. VII, p. 1066.
CECILIA CELESTE DANESI
6 Son conocidas las dificultades que genera la cuantificación del daño extrapatrimo-
nial, es por elloque la ley local lodeja libradoa la apreciaciónjudicial yel nuevo Código
unificado determina como pauta a tener en cuenta "las satisfacciones sustitutivas y
compensatorias" del dinero. El art. 1741 del nuevo CCCNunificado, in fine, señala que:
"El monto de la indemnizacióndebe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas
y compensatoriasque pueden procurar lassumas reconocidas". Estaforma decuantifi-
carel daño extrapatrimonial no es novedosa. [CACCMPT 2aMendoza, 26111114, "Es-
cobar, Luis Gabriel c. Uno Gráfica S.A. s/D. y p.", LLGran Cuyo, 2015 (mayo), 414; RCyS,
2015-VI-159; LL, On Line, AWJUW5869912014]. I
6 El daño moral padecido por una persona que adquirió un automotor nuevoyquea
losveinte díassufrió un accidente por un defecto en su fabricación debe ser reparado,
ya queel evento dañosoy suscircunstancias han tenido idoneidadsuficiente para pro-
ducir el perjuicio, más aún cuando la pericia1 médica psiquiátrica específicamente da
cuenta de alteraciones concretas en el sentir. [CACC Comodoro Rivadavia, Sala A,
15/9/17, "Paz, JorgeAlbertoc.Volkswagen de Argentina S.A.s/Sumarísimo", LL, On Li-
ne, AWJUW62506/2017].
9 Conformeel art. 1741, in finedel CCCN, el daño moral debe "medirse" en una suma
de dineroequivalente para utilizarla y afectarla a actividades, quehaceresotareas que
proporcionen gozo, satisfacciones, distraccionesy esparcimiento que mitiguen el pa-
decimiento extrapatrimonial sufrido por la víctima (del voto del doctor Picasso). [CN-
340 CECILIA CELESTE DANESI
a) ccMortis causa))
art. 1741, que prescribe que: "... La acciónsolo se transmite a los sucesores univer-
sales del legitimado si es interpuesta por este ...". Es decir, el texto unificado man-
tiene el criterio seguido en el Código de Vélez Sarsfield, al exigir que el damnifica-
do directo interponga la acción en vida.
El art. 1741del CCCNconsagra el presupuestode que el daño resarcible debe ser
personal, esto es, únicamente la persona que sufrió el perjuicio puede requerir su
resarcimiento por lo que resulta inadmisible reclamar la reparación de daños oca-
sionados a terceros. Tal como lo señala Bustamante AI,sina, no puede nacer un de-
recho en favor de un muerto, toda vez que este deja de ser persona en el mismo mo-
mento en que se produce el deceso3*.
La norma exige que exista una voluntad inequívoca del causante en cuanto a su
intención de hacervaler su derecho r e ~ a r c i t o r i oAsí,
~ ~compartimos
. a doctrina que
estima que la exteriorización de la voluntad del causante de ejercitar el derecho in-
demnizatorio, no se limita a la promoción de una demanda en sede judicial, espe-
cialmente cuando medie entre la misma y el momentode la muerte del causante un
lapso no muy p r o l ~ n g a d o ~ ~resulta
. ~ s í , suficiente un reclamoadministrativoo una
mediación pública o privada4'.
La nueva norma ha sido criticada, debidoa que la exigencia de entablar la acción
judicial para posibilitar la posterior transmisión sucesoria se ha transformado en un
requisito de excesiva rigidez que no se condice con la finalidad actual del Derecho
de daños, que persigue la reparaciónde losdaños injustamentecausadospor la víc-
tima4*.
En conclusión, consideramosque es suficiente acreditar la voluntad del causan-
te -en forma fehaciente- de iniciar el reclamo por daño moral, para que ese de-
recho sea transmisible a los herederos.
Si bien el término "acción" posee una acepción procesalindiscutible, existen pa-
sos previos a la interposición de la demanda, que son exigidos por la ley como re-
quisito sine qua non para tener habilitada la vía judicial. Estos son idóneos para
transferir el derecho a los herederos.
43 López Herrera, en Código Civily Comercialde la Nación. Comentado, Graciela Medina - Ju-
lio Rivera (dirs.), 2014, t. IV, p. 1075.
Calvo Costa, Derecho de las obligaciones, 2" ed., 2016, t. 2, p. 177.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
1. Transmisión ((rnortiscausa»
1 Debeser rechazadoel reclamo por daño moral entablado por los hermanosdequien
falleciera como consecuencia de un accidente de tránsito, puessolo la víctima tiene de-
rechoa ser resarcida por el daño extrapatrimonial, y, en caso de muerte, ese derecho re-
caeen los herederosforzosos,carácter que no revisten los actores. Es que, losdañosmo-
rales originan derechos inherentesa la persona que, como tales, no integran la heren-
cia ni pasan a los herederos, a menos que el lesionado haya entablado en vida la acción
respectiva. [CNCiv., Sala G, 20111/12, "Antonuccio, Elvirayotroc.Transporte22deSep-
tiembre S.A.C. y otross1Dañosy perjuicios", RCyS, 2013-V-252; ED, ejemplar del 2815113,
p. 3; RCyS, 2013-IX-36; LL, On Line, AR/JURU3883/2012].
También puede suceder que el damnificado haya sufrido lesiones como conse-
cuencia del siniestro, pero que estas sean de escasa entidad y que no generen una
incapacidad física o psíquica permanente o bien que la misma sea transitoria y, por
ende, cese por el transcurso del tiempo o bien, por la realización de algún trata-
miento.
Consideramos que, aún en el caso que las lesiones hayan sido de poca enverga-
dura yel perito no constate ni siquiera incapacidadtransitoria, el mero hecho de ex-
CECILIA CELESTE DANESI
perimentar un menoscabo en la integridad física del sujeto, por más mínimo que
sea, torna procedente el resarcimientodel daño moral.
Existe una calificada doctrina, que considera que el daño moral no es proceden-
te cuando únicamente se han producido daños patrimoniales como consecuencia
del siniestro. Es decir, el damnificado no posee incapacidad, ni lesiones transitorias
a raíz del accidente.
Zavala de González señala que al no existir lesiones que comprometan la salud
de la víctima y ni su integridad psicofísica y no habiéndose acreditado la existencia
de un "interés de afección" entre el pretensor y la cosa, es decir, un vínculo afectivo
y una relación subjetiva de orden espiritual, diferente y autónoma del interés eco-
nómico que representa el objeto, no concurre ningún menoscabo de índole extra-
patrimonial que justifique su r e ~ a r a c i ó nAsí.
~ ~ .el instituto se aplica cuando se le-
sionan los sentimientos o afecciones legítimas de una persona que se traducen en
un concreto perjuicio ocasionado por un eventodañoso. Odichoen otros términos,
cuando se perturba de una manera u otra la tranquilidad y el ritmo normal de vida
del damnificado, sea en el ámbito privado, o en el desempeñodesusactividadesco-
merciales.
En efecto, el daño moral no persigue la finalidad de "engrosar la indemnización
de los daños materiales, sino de mitigar el dolor o la herida a los principios más es-
trechamente ligados a la dignidad de la persona física y a la plenitud del ser huma-
no"; es más, tampoco "puede ser confundido con cualquier inquietud o perturba-
ción del ánimo originados en la carencia transitoria de un bien meramente mate-
~ - i a I "Lo
~ ~que
. se indemniza es el resultado dañoso, el perjuicio susceptible de apre-
ciación desde la óptica del entendimiento, de la sensibilidad o de la voluntad de la
persona, no la actividad del responsable, hecho ilícito o incumplimiento contractual,
etcétera, que ha sido solo la causa eficiente de aquel4'.
Entonces, para que la indemnización en concepto de daño moral sea proceden-
te, es necesario que, además de un eventual desmedro económico, exista repercu-
sión en los intereses existenciales del sujeto y esto no acaece ante molestias o in-
convenientes de relativa entidad4*. Es que no todo daño moral debe ser jurídica-
45 Zavala de González, Resarcimiento de daños, t. 2c, "Daños a las personas" [Integridad es-
piritual y social], 2" ed., 1990, p. 173 y 5s.; ídem, Elconcepto de daño moral, JA, 1985-1-726.
46 López Mesa - Trigo Represas, Tratado de la responsabilidad civil: cuantificación en la res-
quesolo se han producido daños materiales, la indemnización por daño moral. Afir-
ma que es absurdo queseadmita la partida cuando el damnificado ha tenidoqueso-
portarfiltracionesen su departamentoyse la rechacecuandoun buen-o mal-día
alguien se interpuso en el camino de su automóvil y con esa conducta desaprensiva
lo impulsó primero contra el guardarrail de la Ruta Panamericanay contra otro ro-
dado después, causando la destrucción de un automóvil casi nuevo y en estado im-
pecable.
Allíempiezan losinconvenientes,másallá dealgún dolorfísico porefectodelgol-
pe o de algún corte o hematoma que sin duda curará sin dejar secuelas-que agre-
go, en algunoscasos, ni siquiera eso, debido al aumentode las medidas deseguridad
que poseen los rodados hoy-: el llamado al servicio de la autopista, la toma de las
fotografías, la respuesta a interrogatorios, el rellenado deformularios, los acompa-
ñantesquequedaron, por ejemplo, en plenoveranoen la cinta asfáltica hastaqueel
personal policial se decidió a cortartransitoriamenteel caudal devehículos para que
pudieran pasar del otro ladode la autopista, lograr que un serviciode remolquetras-
ladara el rodado a la Ciudad de Buenos Aires, esperar casi dos horas la llegada, "me-
terse" entre los escombros a retirar del habitáculo efectos personales; luegovienen
las denuncias, los trámites interminables ante las aseguradoras, la búsqueda de pre-
supuestos, los cuatro meses en que el automóvil permanece en el taller, no pudien-
do ser utilizado durante ese período, no solo para el trabajo, sino para actividades
personalesyfamiliares, como llevar a los hijos al colegio o al cumpleañosde un com-
pañero o a una asistencia médica u odontológica. Y ni hablar de lo que puede signi-
ficar un choque de esta naturalezasi se produce en un lugar deveraneo o a punto de
iniciar lasvacaciones, que sin duda se verán frustradas porque no siempre, a último
momento, se pueden conseguir pasajes en otros medios de t r a n ~ p o r t e ~ ~ .
Por nuestra parte, consideramos que la cuestión es compleja y no puede estable-
cerse un parámetro objetivo o una "vara" para determinar cuándo corresponde o
no la indemnización. Ese escenario gris del que estamos hablando genera razona-
blesdudas para establecer una línea divisoria.
De lo que estamos seguros, es que nos encontramosdentro de un campo del de-
recho donde la mirada está puesta sobre la víctima y su legítimo derecho a reparar
el daño injustamente causado en forma integral. Entonces, el mero hecho de que
no se hayan producido lesiones físicas o incapacidad sobreviniente, no se traduce
en el inmediato rechazodel daño moral. El carácter imprevistoysorpresivodeunsi-
niestrovial, la brutalidadcon la que puede producirse (auncuandonolleguena pro-
ducirse lesiones), observar a seres queridos lesionados -familiares, amigos -, el
abandono de la persona, etcétera, son todassituacionesqueverosimilmentegene-
ran un menoscabo espiritual.
52 Areán, Juicio por accidentes de tránsito, 2012, t .4A, ps. 198 y 199.
A ello se le adiciona, que si ya estamos en la etapa judicial, nos tuvimos que en-
frentar a la renuencialreticencia de la aseguradora consistente en el deliberado in-
cumplimiento de sus obligaciones contractuales. Sin duda, la sumatoria de todos es-
tos factores, constituyen un agravio moral con entidad suficiente para ser reparado.
Jurisprudencia
3. Incapacidadtransitoria
5 No puede desconocerse que el accidente sufrido por el actor, que le provocó fractu-
ras en su pierna izquierda, generó en aquel una situación de angustia que merece ser
resarcida. Ello, si se tiene en cuenta los padecimientos sufridos con posterioridad al ac-
cidente, de lo que da cuenta loexpuesto por la perito médica al señalar que "la incapa-
cidadtransitoria total del actor se ha extendido por el lapso del uso de la inmovilización
enyesaday las muletasoseaun lapsoaproximadode2y 112 meses", yasimismo que "la
incapacidadtransitoria parcialse extiende por el lapso que el actor realizó las sesiones
defisiokinesioterapia (...) osea un mes más". Asimismo, deben considerarse las limita-
cionesfísicasexistentesen Brestyquetambiénfueranseñaladas por la perito(v.fs.277).
Todasesascircunstancias, sin duda alguna generaron ygeneran en el actor alteraciones
de índole espiritual susceptibles de ser aquí consideradas. [CNCiv., Sala M, 16/9/13,
"Brest, Carlos Aníbal c. Galli, Alberto Bartolomé y otros s1Daños y perjuicios", expte.
n090081107,www.cij.gov.ar].
rodado en su empleo diario, ya sea que se utilice para ir a trabajar o durante el tiempo
libre, lo cierto esqueesta sola circunstancia no configura un daño moral susceptible de
reparaciónpecuniaria.Lógicamente que el hecho de haber sido privada desu vehículo
le ha generado molestias de diversa índole y le ha imposibilitado de utilizarlo para tras-
ladarse a gozar de unasvacaciones, pero tal circunstancia no necesariamentesirve pa-
ra justificar la existencia de daño moral por la sustracción del automotor, aunque sí lo es
para fundar la indemnización por privación de uso del automotor, tal comose realizó
en la instancia anterior. De lo contrario, cualquier privación del vehículo (sea por acci-
d e n t e por
~ ilícito) generarían agraviomoralsusceptiblede,ser indemnizado. [CACCLM
Neuquén, Sala 111,4/2/16, "Montangie, Alejandra c. WaI Mart Argentina S.R.L. slDaños
y perjuicios", RubinzalOn Line, RC J 14271161.
XIII
CAP~TULO
INTERESES, WLLOS PLENARIOS
Y PRESCRIPCIÓN LlBERATORlA
9 54. Intereses
a) Concepto y régimen legal, La cuestión de los privilegios
en materia de intereses
Los intereses son aumentos paulatinos que devengan las deudas dinerarias du-
rante un tiempo determinado ya sea por la contraprestación por el uso del capital
ajeno (lucrativos o compensatorios), o como indemnizaciónen el retardo del cum-
plimiento de la obligación (moratorios o punitorios). El interés es un fruto del capi-
tal que genera un provecho financiero, a tal punto que el pago del crédito no se en-
cuentra satisfecho hasta tanto sean abonados aquellos (art. 870, CCCN). Es más, el
acreedor puede negarse a recibir el pago si no incluye los intereses1pues, en ese ca-
so, el pago no cumpliría con el requisito de integridad, contenido en el art. 869 del
CCCN2.
La jurisprudencia fijó relevantespautasen materia de intereses, quese hallanvi-
gentes en la actualidad. Primero, la normativa atinente a estos es de orden públi-
co3,portanto, lascláusulasquela violenserán nulasde nulidad absoluta. Luego, se
sostiene que la determinación de soluciones para la fijación de intereses es esen-
cialmente provisional, ya que responde a las fluctuantes condiciones de la econo-
mía de un país, las que varían con el transcurso del tiempo por el influjo de distintos
factores, por ello no se enerva la posibilidaddel tribunal de proceder a su eventual
Lo mismoocurreen el caso del pago por consignación (art. 910, inc. b, CCCN). Asimismo, el
recibo sin reservas presume la extinción de los intereses (art. 899, inc. c, CCCN) y no se requiere el
consentimientodel acreedor para imputar el pagoa capital (arts. 900y903, CCCN, pago a cuenta).
* Calvo Costa, Derecho de las obligaciones2. Derecho de daños, 2" ed., 2016, p. 271.
CSJN, 3/4/03, "City Trans S.R.L. c. La Territorial de Seguros y otros", LL, On Line, AR/JUR/
645312003.
352 CECILIA CELESTE DANESI
CNCom., Sala C, 28/4/16,"Banco del Buen Ayre S.A. c. Saccone, Ricardo Guillermo Orestes
s/Ejecutivo", LL, On Line, AR/JUR/20051/2016.
CNCom., Sala C, 28/4/16, "Banco del Buen Ayre S.A. c. Saccone, Ricardo Guillermo Orestes
s/Ejecutivo", LL, On Line, AR/JUR/20051/2016.
Asimismo, el art. 242 de la Ley de Concursos y Quiebras establece: "Los privilegios se ex-
tienden exclusivamente alcapitaldelcrédito, salvo en loscasosque a continuaciónse enumeran en
que quedan amparados por el privilegio: 1) Los interesespor dos años contados a partir de la mo-
ra de loscréditosenumeradosen elinc. 2"delart. 241; 2) Las costas, todoslosinteresespordosaños
anteriores a la quiebra y los compensatorios posteriores a ella hasta el efectivo pago con la limita-
ción establecida en elart. 126, cuando se trate de los créditos enumerados en elinc. 4"delart. 241.
En este caso se percibirán las costas, los intereses anteriores a la quiebra, el capital y los intereses
compensatorios posteriores a la quiebra, en ese orden.
El privilegio reconocido a los créditosprevistos en el inc. 6"del art. 241 tienen la extensión pre-
vista en los respectivos ordenamientos".
ACCIDENTES DE TRANSITO 353
rio, relativamente a los otros acreedores-. Es lo que resulta del art. 2585, "Reserva
de gastos" '.
Jurisprudencia
Mariani de Vidal, Cambios en el régimen de los privilegios en la reforma del Código Civily
Comercial, en "Pensar en Derecho", en w.derecho.uba.arlpublicaciones/pensar-en-derecho/
revistas/2/cambios-en-el-regimen-de-los-privilegios-en-la-reforma-del-codigo-civil-y-comer-
cial.pdf, disponible al 31/10/17.
CECILIA CELESTE DANESI
* von Tuhr, Tratado de lasobligaciones, 1934,t.1, p.47, no9; Busso, Código Civilanotado, 1951,
t. IV, p. 268, n04;Salvat, Tratado de derecho civilargentino. Obligacionesen general, 6" ed., 1952, t.
1, p. 421, n0481;CNCiv., Sala H, 24/4/09, "Northlands Asociación Civil de Beneficenciac. Solari, Clau-
dia slCobro desumas dedinero",todoscitadosenCNCiv., Sala 1,17/12/15, "P., A. C.V.,A. S. y otros/Da-
ños y perjuicios", www.scw,pjn.gov.ar.
ACCIDENTES DE TRANSITO
na, el acreedor noestá obligado a probar que ha sufrido perjuicios, ni el deudor pue-
de eximirse de satisfacerla, demostrando que el acreedor nosufriódaño alguno. Por
último, añadimosquelosjueces pueden reducir las penasenel caso previsto en elart.
794 del Código de fondo.
Finalmente, el protagonismo estelar a los fines de nuestra materia de estudio,
son los interesesmoratorios.Estossonaquellosquedebe pagar el deudor por la mo-
ra 14enel cumplimiento de la obligación. Es decir, la indemnización por ese retardo
en el cumplimiento de la obligación.
En el Código derogado, la cuestión tenía asidero legal en el art. 622 que prescri-
bía: "el deudor moroso debe los intereses que estuviesen convenidos en la obliga-
ción, desde el vencimiento de ella. Si no hay intereses convenidos, debe los intereses
legales que las leyes especiales hubiesen determinado. Si no se hubiere fijado el in-
terés legal, los jueces determinarán el interés que debe abonar".
Actualmente, se encuentran reguladosen el art. 768 del CCCN, a saber: "Apar-
tir de su mora el deudor debe los interesescorrespondientes. La tasa se determina:
a) por lo que acuerden laspartes; b) por lo que dispongan las leyesespeciales; c) en
subsidio, por tasas que se fijen según las reglamentacionesdel Banco Central".
Esa norma ha sido criticada por la jurisprudencia.Así, se señaló que la disposición
es poco clara, puesto que parece inadecuado indicar que la tasa se determinará por
tasas que se fijen de acuerdo a una reglamentación. Pero principalmente, se le re-
prochóqueestéredactadaen forma impersonalyqueestablezca las pautasdeacuer-
do a las cuales habrán de fijarse esos réditos moratorios pero sin atribuir a sujeto al-
guno su determinación.
El tema se torna sumamente relevante en los casos de las indemnizaciones re-
sultantes de la violación del deber de no dañar-actos ilícitos-. Entonces, debe in-
terpretarseque el art. 768del CCCN nodisponequeel Banco Central esquien fija las
tasas, sino que establece que entre las establecidas de acuerdo a su reglamentación
-no de acuerdo a sus tasas-se determinará la que es aplicable. En esas condicio-
nes, y frente a la indeterminación legal del sujeto que debe fijar la tasa de interés,
no parece adecuado sostener que esa tarea le esté vedada al juezI5.
Previo a continuar con el desarrollo de los intereses moratorios, mencionamos
que los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que
provoque la capitalización de intereses excede, sin justificación y desproporciona-
damente, el costo medio del dinero para deudoresy operacionessimilares en el Iu-
El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el
art. 867yse rehúsa injustificadamente a recibirlo".
l 4 Véase nota anterior.Y, en materia de responsabilidad civil, aplica el art. 1748del CCCNque
desarrollaremos en el apartado siguiente.
l5 CNCiv., Sala 1, 1712115, "P., A. c. V., A. S. y otro s1Dañosy perjuicios", www.scw.pjn.gov.ar.
ACCIDENTES DE TRANSITO 357
Con relación al inicio del cómputo de los intereses, la Cámara Nacional de Ape-
lacionesen lo Civil, en pleno, se expidió en losautos "Gómezc. Empresa Nacional de
Transportes", donde se sentó el siguiente criterio: "los intereses correspondientes
a indemnizacionesderivadasde los delitoso cuasidelitos, se liquidarán desde el día
en que se produce cada perjuicio objeto de la reparación".
Ese criterio es receptado por el art. 1748 del Código unificado que reglamenta:
"El curso de los interesescomienza desde que se produce cada perjuicio".
16 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones2. Derecho de daños, 2" ed., 2016, p. 259.
358 CECILIA CELESTE DANESI
j7 Moisset de Espanés, Pizarroy Vallespinos, cits. por la CCCAzul, Sala 11,1015116, "DiTomaso,
Graciela Paulina y otrola c. San Cristóbal Soc. Mutual de Seguros slDaños y perjuicios", LLBA, 2017
(febrero), 8; RCyS, 2017-111-205; RCCyC, 2017 (marzo), 195; RCyS, 2017-IV-242; LL, On Line, ARIJURI
9466812016.
l8 Márquez, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t. VI ps. 158 y 159.
l9 JNC lalnst.n035, 11110113, "Zubeldia, Christian Marcelo c. Wercaig, AlbertoCarlosslDaños
y perjuicio^'^, www.scw.pjn.gov.ar.
ACCIDENTES DE TRANSITO 359
20 CNCiv., Sala A, 7/6/12, "Bonza, Héctor c. Crotti, Norberto y otros s/Daños y perjuicios", DI,
ejemplar del 121121012, p. 84; RCyS, 2013-111-208; LL, On Line, AR/JUR/32392/2012.
21 Solo el peso tiene fuerza de pago conf. art. 38 de las leyes 12.155y 20.539 (decr. 2128191).
22 Art. 765: "La obligación es de dar dinero sieldeudor debe cierta cantidadde moneda, de-
terminada o determinable, almomento de constitución de la obligación. Sipor elacto porelquese
ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea de curso legal en la República, la
obligación debe considerarsecomo de dar cantidades de cosasy el deudor puede liberarse dando
el equivalente en moneda de curso legal". Art. 766: "El deudor debe entregar la cantidad corres-
pondiente de la especie designada". Como puede advertirse, además de plantearse cierta contra-
dicción entre ambas normas, se genera una situación de absoluta injusticia para el acreedor, pues-
t o que estaría obligado a recibir el equivalente en moneda de curso legal; lo que a su vez, vulnera
el principio de identidad del pago (art. 868, CCCN). También nótese que remite a las obligaciones
de dar cantidades decosas, que no están reguladas, por lo que debe considerarselas de género. La
doctrina y la jurisprudencia alegan que la norma no esde orden públicoy puedeser dejada sin efec-
t o por las partes. Véase al respecto: Trípoli - Silva, en Código Civily Comercialde la Nación comen-
tado, t. III, p. 54, en www.saij.gob.arldocs-flcodigo-comentado/CCyC~Nacion~Comentado~To-
mo-IKpdf, disponible al 1/5/16; CNCiv, Sala 1, 19/3/15, "Virtuoso, Mario Gerardo c. Gelasen, Hilda
Marta s/Medidas precautorias", www.cij.gov.ar.
23 Márquez, en Código Civily Comercialde la Nación comentado, 2014, t.V, p. 159.
360 CECILIA CELESTE DANESI
3 - Tasa aplicable
El interésse establece en función de una tasa, que esel rendimiento de la unidad
de capital en una determinada unidad de tiempo. Suele expresarse en términosde
porcentuales y medirse a n ~ a l m e n t e ~ ~ .
La cuestión atinente a la tasa aplicable en materia de intereses ha generado ar-
duas discusiones. Tal es así, que se dictaron varios plenarios en el seno de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil.
1 El primero fue en los autos "Vázquez c. Bilbao", del 2/8/93, en donde se resolvió
que en virtud de la aplicación de la ley 23.928 de Convertibilidad, los intereses mo-
ratorios debían liquidarse, en ausencia de convención o de leyes especiales, según
la tasa pasiva promedio que publica mensualmente el Banco Central de la Repúbli-
ca Argentina de acuerdo con lo dispuesto por el art. 8Odel decr. 529191 (modificado
por el decr. 941191). Luego se reiteró similar criterio con posterioridad a la entrada
en vigencia de la ley25.561de Emergencia Pública (23 de marzo de 2004), en losau-
tos "Alaniz c. Transportes 123 S.A.I.C." 25.
Finalmente,secambió la postura con el dictadodel plenario "Samudio" en el cual
se dispuso que: 7) "corresponde dejar sin efecto la doctrina fijada en los fallos ple-
narios 'Vázquez, Claudia Angélica c. Bilbao, Walter y otros slDaños y perjuicios', del
38/93 ylAlaniz, Ramona Evelia y otro c. Transportes 123 S.A.C.I. interno 200slDaños
y perjuicios', del 23/3/04"; 2) "Es conveniente establecer la tasa de interés morato-
rio"; 3) "Corresponde aplicar la tasa activa cartera general (préstamos) nominal
anual vencida a treinta días del Banco de la Nación Argentina", y 4) "La tasa de in-
terés fijada debe computarse desde el inicio de la mora hasta el cumplimiento de la
sentencia, salvo que su aplicación en el período transcurrido hasta el dictado de di-
cha sentencia implique una alteración del significado económico del capital decon-
dena que configure un enriquecimiento indebido".
Entonces, en virtud de la doctrina fijada en el mencionado pronunciamiento, la
tasa aplicablees la activa cartera general (préstamos)nominal anualvencida a trein-
ta días del Banco de la Nación Argentina. Añadimos que esa tasa será aplicable en
la medida que no configure un enriquecimientosin causa26.
Asimismo, señalamos que, en el caso de los intereses moratorios, que-conforme
a la regulaciónanterior-si no estaban convenidos (o las leyes especiales no losfijen)
losdeterminaba el juez(art. 622, CC); ahora, dentrode las previsionesdel art. 768del
24 Pizarro - Vallespinos, cits. por Calvo Costa, Derecho de las obligaciones2. Derecho de da-
ños, 2" ed., 2016, p. 271.
25 Méndez, Elplenario Samudio, SAIJ, DACF090094, del 7112/09.
26 CNCiv., Sala B, 21/4/16, "Galeno Argentina S.A. c. Vázquez, María Luisa y otros s/Cobro de
sumas de dinero", LL, ejemplar del 26/7/16, p. 8; LL, 2016-D-413; LL, ejemplar del 13/9/16, p. 7, con
nota de Claudio F. Leiva; LL, On Line, AR/JUR/20958/2016.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
27 CNCiv., Sala 1, 1711U15, "P., A. c. V., A. S. y otro s1Daños y perjuicios", www.cij.gov.ar; ídem,
3111115, "M., G. L.yotroc.A., C.yotross/Dañosy perjuicios", RCyS, 2016-111-124,2016-IV-165;LL, On
Line, ARIJUW6131412015.
362 CECILIA CELESTE DANESI
aplicar, desde el hecho hasta la fecha de la producción de este último, la tasa de inte-
rés del 8% anual y, a partir de allí, la tasa activa general nominal anual vencida a trein-
ta días del Banco de la Nación Argentina. [CNCiv., Sala 1,2511 1/14, "Tannoia, Norberto
Ubaldo Antonioc. Saltalamacchia, EduardoGuillermos/Dañosyperjuicios", LL, On Li-
ne, AWJUR/59967/2014].
Daño moral
5 En cuanto al monto reconocido en concepto de daño moral, de acuerdo al tempe-
ramentoadoptado por esta Sala en los autos "Martínez, Eladio Felipe c. Díaz, Hernán
Reinaldo s/Daños y perjuicios", del 15/3/13 ysus citas, entre otros; me lleva a propiciar
quedesde la produccióndel perjuicio hasta este pronunciamientosefije la tasa de18%
anual, como tasa pura -suficientemente compensatoria, pues se está ante una deu-
da de valor cuya entidad se fija a valores actuales-y a partir de allí la tasa activa refe-
rida en el párrafo anterior (la tasa cartera general-préstamos-nominal anual ven-
cida a treinta días del Banco de la Nación Argentina conforme la doctrina mayoritaria
sentada en "Samudio"). [CNCiv., Sala 1,1712115, "P., A. c. V., A. S. y otro slDaños y per-
juicios", www.scw.pjn.gov.ar].
7 La tasa activa no se puede aplicar desde el origen de la mora, puesse consagraría una
alteración del capital establecido en la sentencia, configurando un enriquecimientoin-
debido al contemplar una excepción a la vigencia de la tasa moratoria legal, en la me-
dida en que uno de los factores que consagran la entidad de la referida tasa, lo consti-
tuye la paulatina pérdida de valor de la moneda, extremo que en la especie ya fuera
ponderado al definir el capital a los valores vigentes (del voto del doctor Li Rosi). [CN-
Civ., Sala A, 13110117, "Z., V. A. c. Bariló S.R.L. y otro s1Daños y perjuicios", LL, On Line,
ARIJ UW78246120 171.
9 Finalmente debo aclarar que con relación a los intereses devengados a partir de la
entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercialde la Nación y hasta el efectivo
pago, al ser una consecuencia no agotada de la relaciónjurídica que diera origen a es-
ta demanda, la tasa que resulte aplicable para liquidarlos por imperio del art. 768 del
citado ordenamiento, nunca podrá ser inferior a la activa antes mencionada pues, an-
te la falta de pago en tiempo de la indemnización y dadas las actuales circunstancias
económicas, iría en desmedro del principio de la reparación plena del daño que se ha
causado a la actora (véase art. 1740 del mismo Código). [CNCom., Sala B, 618115, "M., J.
E. c. V., O. H. y otros slDaños y perjuicios (acc. tráns. dles. o muerte)", ED, ejemplar no
13.804, del 3191151.
11 El criterio mayoritario adoptado por esta Sala sobre estos casos establece que la
condena lleve intereses desde que se produjo el perjuicio, en este caso el fallecimien-
to (CNCiv., en pleno, LL, 93-667) a la tasa del 8% anual, hasta la entrada en vigencia del
nuevo Código Civil y Comercial, según lo contempla el art. 768, para los supuestos co-
l moen el deautos-donde noexisteconvención ni leyesespeciales(incs.a yb)-, el cual
obliga a liquidar intereses moratorios de acuerdo a la reglamentación del Banco Cen-
tral, como bien puede serlo la tasa activa prevista en la doctrina plenaria sentada por
esta Cámara Civil en los autos: "Samudiode Martínez, Ladislaa c. Transporte Doscien-
tos Setenta S.A. s/Daños y perjuicios", del 11111/08. [CNCiv., Sala A, 31/10/17, "T., T. c. A.
S.A.T.A.C.1 s/Daños y perjuicios", LL, On Line, AWJUW80624/2017].
14 Hasta la entrada en vigencia del nuevocódigo Civil y Comercial esta Sala venía apli-
candoel plenario "Samudiode Martínez, Ladislaa c.TransporteDoscientosSetentaS.A.
slDañosy perjuicios" (20/4/09), queestablece que, para el caso de intereses moratorios,
correspondeaplicarla tasa activa cartera general (préstamos) nominal anual vencida a
treinta díasdel Bancode la NaciónArgentina allífijada portodoel período indicadoen
la sentencia apelada (cfr. art. 303, CPCCN). Su aplicación se debió a que si bien nose des-
conocía que el art. 303 del CPCCNhabía sido derogado por el art. 12 de la ley 26.853, en
virtud del art. 15 de esa misma normativa, tal disposición recién entraría en vigor a par-
tirde la efectiva integración y puesta enfuncionamientode lostribunalesqueallísecre-
aban, razónpor la cual continuaría vigente hasta ese momento la doctrina plenaria.Sin
embargo, si bien el artículo mencionadoestablecía la obligatoriedad de los fallos ple-
narios, ellosuponía-claroestá-la subsistencia de las normas legales en que aquellos
sefundaban. [CNCiv., Sala H, 21110115, "Feres, José Luisc. GeneralTomásGuidoS.A.C.I.F.
y otros slDaños y perjuicios", DI, ejemplar del 4/5/16, p. 63; 11, On Line, AWJUW476671
20151.
15 Para los casos de accidentes de tránsito deberá aplicarse la tasa activa al capital de
condena desde el momento del hecho, y hasta el efectivo pago que hagan los deudo-
res. Es que, dicha tasa de interés resulta obligatoria en los términos del art. 303 del
CPCCN, precepto que esta Sala considera vigente en su redacción originaria conforme
lodecididoen autos: "Pérez, Horacio Luisc. BancoSáezS.A.s/Ejecuciónde honorarios",
LL, On Line, AWJUW5522412013, del 3018113.
Por tanto, deberá aplicarse la tasa activa en los casos en que la misma no genera o con-
figura un "enriquecimiento indebido". Si así fuera e importara una situaciónexcepcio-
nal que se apartara de la regla general establecida en el plenario "Samudio de Martí-
nez, L. c. Transportes Doscientos Setenta S.A.", debe ser probada en forma clara por el
deudor en el ámbito del proceso (cf. art. 377, CPCCN), circunstancia que noseverifica en
el presente. Finalmentedebo aclarar que con relación a los interesesdevengadosa par-
tir de la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercialde la Nación y hasta el
efectivo pago, al ser una consecuencia no agotada de la relaciónjurídica que diera ori-
gen a esta demanda, la tasa que resulte aplicable para liquidarlos por imperio del art.
768 del citado ordenamiento, nunca podrá ser inferior a la activa antes mencionada
pues, ante la falta de pago en tiempo de la indemnizacióny dadas las actuales circuns-
tancias económicas, iría en desmedro del principio de la reparación plena del daño que
se ha causado a la actora (véase art. 1740 del mismo Código). [CNCom., Sala B, 6/8/15,
"M., J. E. C.V.,O. H.yotrosslDañosyperjuicios(acc. tráns.dles. omuerte)", ED, ejemplar
no13.804, del 3191151.
19 Frente a la indeterminación legal del sujeto que debe fijar la tasa de interés previs-
ta en los supuestos a los que alude el art. 768, inc. c) del CCCN, no parece adecuado sos-
tener que esa tarea le esté vedada al juez, pues lo contrario importaría desentenderse
nosolode la finalidadde la normasinotambiénde la razonabilidadde la interpretación,
extremosque, como es sabido, no pueden prescindir la labor interpretativa. Así, la tasa
aplicables una indemnizaciónde dañosa partir del 1°deagostode2015es la activa que
surgedelplenario "Samudiode Martínez" (2014109, LL, 2009-D-720),ellomásalládeque
esas disposicionessehayan originado en la interpretación de una disposiciónlegal hoy
derogada (art.622, CC), pues se pueden trasladar las conclusionesde aquella exégesisa
la que corresponde asignar a las normasactuales (arts.767~768,CCCN), máximesise re-
para en que lastasasdel BancoNacióndeben suponerseacordesala reglamentacióndel
Banco Central. [CNCiv., Sala 1,311 1115, "M., G. L. y otro c. A,, C. y otros s1Daños y perjui-
cios", RCyS, 2016-111-124, y2016-1-165;LL, On Line, AR/JUR/61314/2015].
d) Anatocismo
I
28 Calvo Costa, Derechode las obligaciones2. Derechode daños, 2" ed., 2016, p. 279.
CECILIA CELESTE DANESI
g o b . a r / d o c s - f l c o d i g o - c o m e n t a d o / C C y C C N a c í disponible al 1/5/16.
30 CSJN, 20/12/16, "Aranda, Elena Margaritay otro c. Ferreyra, ~ u i Ángel
s y10 Batallón de In-
genieros de Combate 141 E.A. s1Beneficio de litigar sin gastos", www.csjn.gov.ar.
31 CSJN, 3/4/03, "City Trans S.R.L. c. La Territorial de Seguros y otros", LL, On Line, ARIJURI
645912003; Márquez, en Código Civily Comercialde la Nacióncomentado, 2014, t. V, ps. 158y 159.
ACCIDENTES DE TRANSITO 369
de primera instancia respecto de los cuales sea aquella tribunal de alzada, sin per-
juicio de que losjuecesdejen asalvosu opinión personal. Solo podrá modificarsedi-
cha doctrina por medio de una nueva sentencia plenaria".
Esa norma había sido derogada por el art. 12de la ley 26.853, el que en torno a la
entrada en vigencia de esa ley, regulaba en su art. 15: "La presente ley entrará en
vigora partir de supublicación. Una vez constituidas las CámarasySalascreadas por
la presente, será de aplicación a todoslosjuicios, aun a los que se encuentren en trá-
mite". Si bien esa norma fue dejada sin efecto el 10 de enero de 2019 por el art. 3"
de la ley 27.500 (BO, 1011119),lo cierto es que durante el período de vigencia de la
ley 26.853, se suscitaron grandes controversias en torno a la obligatoriedad de los
fallos plenarios.
Se fijaron dos posturds. Por un lado, algunos magistrados consideraban que, al
supeditar el citado art. 15 los efectos derogatorios a la efectiva integración y pues-
ta en funcionamiento de las Cámarasde Casación creadas por la ley, afirmaban que,
hasta tanto ello no suceda, los plenarioscontinuaban en vigencia32.Esta postura se
encontraba en sintonía con lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción mediante la Acordada 231201 3, según la cual, la operatividad de los recursos
procesales que contempla la ley26.853 se halla supeditada a la instalación yfuncio-
namiento de las cámaras federales y nacionales que crea33.En razón de ello, sesos-
tuvo que nada obsta la aplicación de la doctrina que emana de los plenarios-has-
ta tanto el tribunal de casación no fije una doctrina diferente-como fuente mate-
rial de derecho al reflejar el criterio mayoritario de las distintas Salas que la confor-
man. Ello con el fin de resguardar la seguridad jurídica y de la garantía constitucio-
nal al derecho de defensa en juicio de las partes34.
Por otro lado, se sostenía que la vigencia de la ley no estaba supeditada a la in-
tegración y puesta en funcionamiento de las cámaras de casación que allí se crea-
ban, por lo tanto, los arts. 302y 303 del CPCCNse encontraban derogados35.
Sin embargo,auncuandoel tribunalseadheríaa esa última postura, esdecir, que
los fallos plenarios carecían de vigencia, los mismos eran aplicados como doctrina.
32 JNC la Inst. no 35, 24/2/14, "Fischman, Laura Andrea c. Transportes Colegiales S.A. y otro
s/Daños y perjuicios (acc. trán. des. o muerte)", expte. 68.29811 1; CF Córdoba, en pleno, 11110116,
"Medina, Francisco Darío c. Estado Nacional y otro s/Suplementos Fuerzas Armadas y de Seguri-
dad", Rubinzal On Line, RC J 6624116.
33 Disponible al 15112117 en servicios.info1eg.gob.ar/info1eglnternet/anexos/215000-219999/
2 18560lnorma.htm.
34 Gabet, Vigencia de la doctrina delplenario Couto de Capa, DT, 2016 (enero), 72; LL, On Li-
ne, AR/DOC14188/2015.
35 CNAT, Sala 111,29/9/17, "Paesano, Pablo Alejandro c. PrevenciónARTS.A. y otro s/Acciden-
te - Acción civil ",LL, On Line, AR/JUR/74485/2017.
ACCIDENTES DE TRANSITO
Jurisprudencia
1. Continúanvigentes
1 Se decide la vigencia del art. 302 del CPCCN, en cuanto faculta a la Cámara Federal
de Apelaciones para realizar la convocatoria a tribunal plenario. La derogación de los
arts. 302~303del CPCCN, que produjo lasanciónde la ley26.853, alcanzará plenoefec-
t o una vez que comiencen a funcionar las cámaras de casación creadas por dicha nor-
ma, en tanto su operatividad y, por lo tanto, todas sus modificaciones, están sujetas a
la concreta puesta en marcha de los nuevos órganos judic'iales que se crean. [CF Cór-
doba, en pleno, 11110116, "Medina, Francisco Darío c. Estado Nacional y otro slSuple-
mentos Fuerzas Armadas y de Seguridad", Rubinzal On Line, RC J 66241161.
2 Hasta la entrada envigencia del nuevo Código Civil y Comercialesta Sala venía apli-
cando el plenario "Samudio de Martínez, Ladislaa c. Transporte Doscientos Setenta
S.A. s1Daños y perjuicios" (20/4/09), que establece que, para el caso de intereses mora-
torios, corresponde aplicar la tasa activa cartera general (préstamos) nominal anual
vencida a treinta días del Banco de la Nación Argentina allífijada por todo el período
indicado en la sentencia apelada (cfr. art. 303, CPCCN). Su aplicaciónse debió a que si
bien no se desconocía que el art. 303 del CPCCN había sido derogado por el art. 12 de
la ley26.853, en virtud del art. 15 de esa misma normativa, tal disposición recién entra-
ría envigora partir de la efectiva integración y puesta en funcionamiento de los tribu-
nales que allíse creaban, razón por la cual continuaría vigente hasta ese momento la
doctrina plenaria. Sin embargo, si bien el articulo mencionado establecía la obligato-
riedad de los fallos plenarios, ello suponía -claro está- la subsistencia de las normas
legales en que aquellosse fundaban (Colombo- Kiper, Código ProcesalyComercialde
la Nación. Comentadoyanotado, La Ley, Buenos Aires, 201 1, p. 267). [CNCiv., Sala H,
21110115, "Feres, José Luis c. General Tomás Guido S.A.C.I.F. y otros s1Daños y perjui-
cios", DJ, ejemplar del 415116, p. 63; 11,On Line, AWJUR/4766712015].
3 Para loscasosdeaccidentesdetránsitodeberáaplicarsela tasa activa al capitaldecon-
dena desde el momento del hecho, y hasta el efectivo pago que hagan los deudores. Es
que, dicha tasa de interés resulta obligatoria en lostérminosdel art. 303 del CPCCN, pre-
cepto que esta Sala considera vigente en su redacciónoriginaria conforme lo decidido
en autos: "Pérez, Horacio Luis c. Banco Sáez S.A. slEjecución de honorarios", 11, On Li-
ne,AWJUW55224/2013, del 3018113. [CNCom., Sala B, 618115, "M., J. E. C.V., O. H.yotros
s1Dañosy perjuicios (acc. tráns. dles. o muerte)", ED, ejemplar no13.804deI3191151.
2. No continúan vigentes
4 El Acta de la CNAT 2601114 (conf. por Acta 2630116) es un acuerdo al que arribaron
IosjuecesdeCámara,queformalmentecarecedecaráctervinculantepara el juzgador,
ya1igual que lo he manifestadoen el tratamientode la obligatoriedad de losfallosple-
narios, con anterioridad a la derogación del art. 303 del CPCCN, el Cuerpo carece de
competencia para legislar, ysu inobservancia no acarrea una sanción para el juzgador.
[CNAT, Sala 111,29/9/17, "Paesano, Pablo Alejandroc. PrevenciónARTS.A. yotros1Acci-
dente -Acción civil", 11,On Line, AR/JUR/74485/2017].
CECILIA CELESTE DANESI
5 56. Prescripciónliberatoria
a) Concepto y caracteres. La prescripción liberatoria
36 Calvo Costa, Derecho de las obligaciones2. Derecho de daños, 2" ed., 201 6, ps. 51 6 y 51 7.
ACCIDENTES DE TRANSITO 373
El art. 2554 del CCCN establece que el transcurso del plazo de prescripción co- ,
mienza el día en que la prestación esexigible. Con respectoa la acción que deriva de
la responsabilidad civil, la jurisprudencia ha idovariandoel enfoque. Comenzóafir-
mando que la prescripción se computaba desde que acaecía el hecho dañoso gene-
radordel perjuicio, hastaentenderseque lo era desdequese produceel dañoo bien,
como excepción, al tiempo en que pudo ser conocido por la víctima acreedora3'.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostiene que si bien el punto de arran-
que del curso de la prescripción debe ubicarse a partir del momento en que la res-
ponsabilidad existe y ha nacido la consiguiente acción para hacerla valer, y ello
acontece, como regla general, cuando sucede el hecho ilícito que origina la res-
ponsabilidad, excepcionalmente, puede determinarse un momento diferente, ya
sea porque el daño aparece después o bien porque no puede ser apropiadamente
apreciado hasta el cese de una conducta ilícita continuada3*.
Así, señala la doctrina que, si bien en materia de daños el principio esque la pres-
cripción de la acción comienza a partir de la medianoche del mismo día del hecho
generador, puesto que-generalmente- los menoscabos se originan en el mismo
momento, cuandoel hecho ilícito producesusefectosdañososen un momento pos-
terior, el plazo inicial debe fijarse al momento de la aparición o concreción del da-
ño o, cuando se tomó conocimiento del d e t r i m e n t ~ ~ ~ .
Ahora bien, la cuestión relativa al comienzo del cómputo de la prescripción ad-
quiere especial relevancia en materia de daños continuados. Si los sucesos tienen en
sí el carácter de "instantáneos", ello significará que las consecuenciasse producen y
culminanen un único momento. Encambio,si el hecho puedetener el carácterdecon-
tinuado o de alongamiento temporal, implica que durante un tiempo prolongado
mantenga una cierta continuidad. Ello no cualifica a los perjuiciosque pueden tener
uno u otro sentido. Es lo que Zannoni denomina "daño sucesivo", esto es, un perjui-
cio que no se agota en un momento o cuyos efectos cesan luego de un corto tiempo,
sinoquese mantiene reiterandosusefectosque poseen origen en el hecho daños^^^.
Compagnucci de Caso precisa al respecto que hay que distinguir entre: un per-
juicio que tiene el carácter de unitario, comienza y, en el decurso del tiemposeagra-
37 CSJN, LL, 1990-B-367; CSJN-Fallos, 303:851; LL, 1987-B-119; CSJN, fallo del 24/3/87, LL, 1987-
D-4; ídem, 16112/86, cits. por Compagnucci de Caso, Daño continuadoyprescripción de la acción, en
"RCyS", 2018-111; LL, On Line, AR/DOU16/2018.
38 CSJN, 1/6/10, "García, Raúl c. Provincia de Río Negro", LL, On Line, 70061225.
39 López Herrera, Tratado de la prescripción liberatoria, 2" ed., 2009, ps. 113 y 114, cit. por Pes-
talardo, Prescripción liberatoria y caducidad de los derechos, 2017, p. 176.
40 Eduardo Zannoni, Eldaño en la responsabilidad civil, cit. por Compagnucci de Caso, Daño
continuadoyprescripción de la acción, en "RCyS", 2018-111; LL, On Line, AR/DOC/l 612018.
CECILIA CELESTE DANESI
va, y el otro supuesto, donde hay continuidad y suspensión del tiempo para la pres-
cripción. Cuando se considere estar en presencia de un "daño continuado", el co-
mienzo del curso de la prescripción estará dado al momento de la conclusión del he-
cho y sus efectos4I.
Galdós, por su parte, señala que el daño instantáneo, acontece una sola vez y
puede ser presente o futuro y, el continuado, permanecea lo largo del tiempo. En-
tonces, el detrimento consolidado no sufrirá alteraciones en el tiempo, mientras
que los no consolidados, pueden modificarse con el transcurso de aquel. Esa evolu-
ción tieneefectos-por ejemplo-en materia de la normativa aplicable pues, si aca-
ece una vez vigente el nuevo Código, quedaría comprendida por sus disposicio-
n e ~Con ~ ~lo .cual, también surtiría efectos con relación al inicio del plazo para el
cómputo de la prescripción.
El art. 2539 del Código de fondo regula que la suspensión de la prescripción de-
tiene el cómputo del tiempo por el lapso que dura pero aprovecha el período trans-
currido hasta que ella comenzó. Es decir, el tiempo que dura la causal de suspensión
determinada por la ley, no se computa a los fines de la prescripción, pero sí el ante-
rior y el posterior.
Un ejemplo de ello es la expedición por medio fehaciente de la comunicación de
la fecha de la audiencia de mediación o desde su celebración, lo que ocurra prime-
ro. El plazo se reanudará a partir de los veinte días contados desde el momento en
que el acta de cierre del procedimiento de mediación se encuentre a disposición de
las partes (art. 2542, CCCN).
En cambio, el efecto de la interrupción de la prescripción es tener por nosucedi-
do el lapso que la precede e iniciar un nuevo plazo (art. 2544, CCCN). Entonces, al
producirse una causa de interrupción, el tiempo anterior se anula y, concluida la
causa, comienza a computarse nuevamente.
Tal esel caso de la interrupción por peticiónjudicial, respectodel cual el art. 2546
del CCCN establece: "Elcurso de la prescripciónseinterrumpe por toda petición del
titular del derecho ante autoridadjudicial que traduce la intención de no abando-
narlo, contra elposeedor, su representante en la posesión, o el deudor, aunque sea
defectuosa, realizadaporpersona incapaz, ante tribunalincompetente, o en elpla-
zo de gracia previsto en el ordenamiento procesalaplicable ".
Jurisprudencia
2 Cuando sucede un accidente que ocasiona daños -como regla general- la pres-
cripción comenzará a correr desde la fecha del hecho. Escapandel cómputo: los daños
continuados, en los cuales el ilícito se sigue produciendo en forma permanente. [ST
Santa Fe, Sala Civ. 1,8/10/14, "Cambiaux c. Empresa Provincial de Energía", expte. no
233, LL, On Line, AWDOUI 6/2018].
3 Si bien el punto de arranque del curso de la prescripción debe ubicarse a partir del
momento en que la responsabilidadexiste y ha nacido la consiguiente acción para ha-
cerlavaler(art. 3958, CC), yelloacontece, como regla general, cuandosucedeel hecho
ilícito que origina la responsabilidad, excepcionalmente, puede determinarse un mo-
mento diferente, ya sea porque el daño aparece después o bien porque no puede ser
apropiadamente apreciado hasta el cese de una conducta ilícita continuada. [CSJN,
1/6/10, "García, Raúl c. Provincia de Río Negro", LL, On Line, 700612251,
promover una demanda no configura una obligación, sino en todo caso un derecho.
[CACC IaBahíaBlanca, Sala 11,24/6/15, "Saranittes, Miguel A. c. Nosova, Edgardo yotra
s/Dañosy perjuicios", LL, "Suplemento Doctrina Judicial Procesal", 2015 (octubre), 24;
LL, On Line, AWJUW24267/2015].
Jurisprudencia
- Normadual
1 Las significaciones que de la cosa juzgada se derivan tienen trascendencia no solo
desde el enfoque procesal sino también desde el derecho de fondo e, incluso, desde la
filosofía del derecho. Es por ello que, a los fines de analizar los efectos de la ley en el
tiempo, las normasvinculadasalas relacionesentre la acción penal y la civil no pueden
considerarse materia netamente procesal de modo de imponer la aplicacióninmedia-
ta del vigente Código Civil y Comercial. En suma, si se insistieraen determinar la natu-
raleza de las reglas referidas a las relaciones entre acciones civiles y penales, debería
optarse por considerarlas normas duales, como aquellas cuya determinación sustan-
cial procesal es difícil de establecer. Como corolario de lo expuesto, entiende esta Sala
queesdeaplicación al casoel régimen previstoal momentodel hechoyno la nueva le-
gislación, sin perjuicio de que en este caso, la solución a la que se arribaría con uno u
otro Código sería la misma. [CNCiv., Sala H, 17111/16, "L., l. A. y otro c. S., L. E. y otros
s/Daños y perjuicios (acc. trán. dles. o muerte)", LL, On Line, AWJUW86380/2016].
Art. 60, CP: "La renuqcia de la persona ofendida alejercicio de la acción penalsolo perju-
dicará al renunciante y a sus herederos".
CSJN, 2011 1/73, "Ataka Co. Ltda. c. González, Ricardo y otros", RCyS, 2004-111-129.
CSJN, 11/7/07,"Atanor S.A. c. Dirección General de Fabricaciones Militares", CSJN-Fallos,
330:2975;LL, On Line, AR/JUR/2824/2007.
ACCIDENTES DE TRANSITO 383
un concepto de sencilla definición. Para precisarlo, siguió los criterios de la Corte Eu-
ropea de Derechos Humanos por cuanto este artículo de la Convención Americana
es equivalente, en lo esencial, al art. 6Odel Convenio Europeo para la Protecciónde
Derechos Humanosy de las Libertades Fundamentales.De acuerdo con la Corte Eu-
ropea, se deben tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad
del plazo en el cual se desarrolla el proceso: a) la complejidad del asunto; b) la acti-
vidad procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridadesjudiciales. Adicio-
nalmente al estudio de las eventuales demoras en las diversas etapas del proceso, la
Corte Europea ha empleado para determinar la razonabilidad del plazo en el con-
junto desu trámite lo que llama "análisis global del pro~edimiento"~.
En conclusiónel magistrado deberá, teniendo en cuenta estos parámetros, pon-
derar si en el caso la demora en la conclusión del proceso penal impide el derecho
de reparacióndel daño de la víctima.
aplicar la excepción contenida en el inc. c) del art. 1775 del CCCNy, por consiguiente,
no debesuspenderseelllamado de autos para sentencia en el procesocivil hasta que
esté concluida la causa penal.
Jurisprudencia
a) Condenatoria
* Gorra, Efectos de la sentencia penalen elproceso de daños civil, LL, On Line, ARIDOCl44621
201 2; RCyS, 201 2-IX-169.
Cazeaux -Trigo Represas, Derecho de las obligaciones, 1996, t.V, ps. 878 y 879; Llambías,
Código Civilanotado. Doctrina -jurisprudencia, 1992,t . Il-B, p. 404.
damente; las disposiciones legales que se apliquen; la parte dispositivay la firma de
losjueces y delsecretario,
Perosiuno de losjuecesnopudieresuscribirlasentenciaporimpedimento ulterior
a la deliberación, esto se hará constaryaquella valdrá sin esa firma" (art. 399, CPPN).
Debemos precisar que existe una notoria diferencia en ambos fueros, entre au-
toría y nexo de causalidad.Compartirnosel criterio queconsidera que la autoría pu-
ramentematerial está incluidadentro dela relación decausalidad estrictamentefác-
tica. Pero, para la configuraciónde laautoríaensentidqnetamentejurídico,selede-
beadicionarla comprensiónpor partedelsujetodeque laacciónque Ilevóacabofue
realizada con plena capacidady dominio de su propia voluntad, para el control del
hecho que tipifica el delito.
Por ello, cuando comete un delito un incapaz no punible (art. 34. inc. lo, CP) exis-
te nexo de causalidad material mas no autoría penalmentesancionable, pero en el
ámbito civil, conforme al criterio del art. 1750 del Código de fondo, es responsable
directo del deber de resarcir bajo el factor de atribución equidad. De estodeducimos
que, la sentencia penal crea prejudicialidad respecto del nexo causal material (físi-
co), y no el jurídico, respecto del cual deberá expedirse el juez civil lo.
b) Absolución o sobreseimiento
El art. 1103 del derogado CCestablecia que "después de la absolución del acu-
sado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil la existencia del hecho principal
sobre el cual hubiese recaído la absolución".
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, en pleno, sostuvo que el sobre-
seimientodefinitivoo lasentenciaabsolutoriadel procesado recaída en el juiciocri-
minal, no hacecosajuzgada en el juiciocivil, el primeroen absolutoylasegunda res-
pecto a la culpa del autor del hecho, en cuanto a su responsabilidad por los daños y
perjuicios ocasionados1l.
Ello es así porque, tal como reiteradamente lo ha dicho la Corte Suprema, el so-
breseimiento definitivo dictado en la causa penal solo descarta la imputación de
que el acusado ha procedido con culpa-o dolo-capaz de fundar su condenación
criminal, pero no excluye que en el fuero civil pueda indagarse-en la medida en
que la culpa civil esdistinta en gradoy naturalezade la penal-si no ha mediado de
su parte una falta o culpa civil que lo responsabilice pecuniariamentel*.
lo Alferillo, en Código Civily Comercialcomentado. Tratado exegético, 2" ed., 2015, t. VII, ps.
475 y476.
l 1 CNCiv., en pleno, 2/4/46, "Amoruso, Miguel G. y otra c. Casella, José L. s/Sobreseimiento -
Jurisprudencia
10 Loque limita aljuezcivil esel hecho principal comodatofácticoo, mejor aún, como
suceso histórico, ceñido a sus características de tiempo, forma y modo, ya que se trata
de evitar el escándalo jurídico al que llevarían sentencias contradictoriassobre la exis-
tenciadeun mismo hecho, tal comofue la intencióndel legisladoral incorporarla prohi-
bición del art. 1103 del CC, según se desprende de la nota a dicho precepto (del voto del
doctor Soria). [SCBA, 2511 1109, "G., M. P. y otra c. Capraro, Antonio", LL, On Line, ARI
JU W53627/2009].
12 Visto que la sentencia penal condenatoria por el delito de lesiones culposas exclu-
yó la existencia de nexo causal entre el accidente de tránsito yel ulterior fallecimiento
de lavíctima, resulta improcedente responsabilizarcivilmenteal demandado por dicha
muerte desde que, la relación de causalidad resuelta en sede penal constituye el "he-
choprincipal" alqueserefiereelart. 1102del CC,yporendeesirrevisabeenel juicioci-
vil. [CACCAzul, Sala 11,30111106, "Brooks, Stella M.yotrasc. Lorenzo, CarlosA.yotros",
LLBA, 2007 (marzo), 197; LL, On Line, AWJURI798912006].
13 Resulta trascendente señalar que esta posición ha sido clarificada, para el futuro,
por el nuevo CCCN en su art. 1777. Esta norma-pese a no ser aplicable al caso-elimi-
na la vieja discusión de si el sobreseimiento y la absolución son o no equiparables en sus
efectos, dado quesolose refiere a la "sentencia penal" yya no a la "absolución" como
lo hacía el art. 1103. Además, mantiene la idea explicada en los considerandos anterio-
res al expresar que "... en el proceso civil puede discutirse libremente ese mismo hecho
en cuanto generador de responsabilidad civil ...". Es decir la materialidad del hecho en
relacióna las circunstancias de persona, tiempo y lugar tenidas por ciertasen la senten-
cia penal, condicionan al juez civil, dejando sus manos libres en relación a las conse-
cuenciasjurídicascivilesdel mismo. [STChaco, Sala I en IoCiv., C0m.y Lab., 1/10/15, "Re-
cio, Yolanda Noemí c. Verón, Nelson Ariel y10 Empresa Gustavo Martyn S.A. y10 quien
392 CECILIA CELESTE DANESI
resulte propietarioy10 guardián y10 tenedor sIDaños y perj.y daño moral pIAcc.tránsi-
to", LL, On Line, ARIJU~36221/2015].
5 61. Introducción
El incesante avance del conocimiento humano, la versatilidad de sus aplicacio-
nes y el rico entramado de conexiones insospechadas aun para las mentes con ma-
yor movilidad cognitiva; impregnan esta nueva era llamada por muchos "La cuarta
revolución industrial", cuya vedette indiscutida es la inteligencia artificial (IA).
La génesisde la inteligenciaartificial ha sido en un sentido renovado "laborar sus
cuatros palmos de tierra", da cuenta de lejanos diseños como el de Charles Babbage
en su máquina diferencialen donde reúne métodos, energía y lenguajesdisponibles
para la resolución de cálculos, también de la necesidad de notables progresos tec-
nológicoscomo cuando Claude Shannon en 1938 (Instituto deTecnología de Massa-
chusetts) presentasuTesis:"Análisissimbólicodeloscircuitosde reléyconmutación".
demostrandoque loscircuitosqueaparecían en un aparato electrónico podrían ex-
presarse mediante ecuaciones en un sistema dual yque cualquier operación podría
describirseenuna serie finita de pasos materializable mediante circuitos. Pequeños
gigantesadelantos, pequeñosen la evolución escalonada del saber; gigantesen in-
teracción con mentes creativas y ávidas de abrirse paso corriendo el horizonte.
Influyentespensamientos moldearon las nuevas riberas tecnológicas, los prime-
ros debates encerrados, en parte, en el emblemático "Desafío de Turing" '; progra-
ma que buscaba tempranas aseveraciones:¿Puedenlas máquinas pensar?El cientí-
fico Alan MathisonTuring se interrogaba a sí mismo e interrogaba a los otros, a tra-
vés de un juego de imitación; pero más allá de que se lograra el objetivo de engañar
al experimentador~puedeafirmarse por elloque lasmáquinaspiensen?Loquesípu-
do demostrar Turing, avanzado a su tiempo, fue como sostiene Howard Gardner en
La nueva ciencia de la mente2: "cualquier tarea de cómputo enunciada explicita-
mente era realizablepor una máquina, siempre que tuviera un número finitode ins-
trucciones".
Caravanas de desarrollos, tal vez no soñados en ningún verso: ebooks, progra-
ma de servicios incluidos los de formación de parejas, plataformas, campus, identi-
ficación biométrica, scaners, tecnologías destinadasal diagnóstico y terapias médi-
cas; se han globalizado con el atravesamiento de la cuestión ética que instala el de-
bate sobrevalores, intereses e intencionalidades.
Hay hombres que quedan perplejos ante las más recientes investigaciones tec-
nológicas como el uso de vehículos autónomos sin conductor en las rutas de Cali-
fornia; pero absolutamente todos atentos a las advertencias que nos dejara el ad-
mirable Stephen Hawking en el sentido de crear IA para el bien del mundo, toman-
do conciencia y anticipándonos a sus peligros y aplicando la mejor actuación posi-
ble. Palabra autorizada.
En suma, y dicho en criollo, según la Real Academia Española, la IA es disciplina
científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones
comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razona-
miento lógico3.Gira en torno a dos ejes centrales: la capacidad de almacenar datos
y, la elevada celeridad con la que se procesan esos datos. Otro rasgo de la IA es que
dispone de autonomía y capacidad de autoaprendizaje integradas4.
son capaces de analizar su entornoy pasar a la acción -con cierto grado de autono-
mía-con el fin de alcanzar objetivosespecíficos.Aclara que lossistemas basados en
la IA pueden consistir simplemente en un programa informático (por ejemplo, asis-
tentesdevoz, programasdeanálisisdeimágenes, motoresde búsqueda, sistemas de
reconocimientofacial y de voz), pero la IA también puede estar incorporada en dis-
positivos de hardware (por ejemplo, robots avanzados, automóviles autónomos,
drones o aplicaciones de la Internet de las cosas).
El marcojurídico en materia de daños ocasionados por IA es de cabal importan-
cia, principalmente, en el área del derecho de daños. En efecto, en el informe del
27/1/17 del ParlamentoEuropeo, con recomendacionesdestinadasala Comisión de
Asuntos Jurídicossobre normasde derecho civil sobre robótica7,sostiene quedado
el nivel de desarrollo alcanzado por la robótica y la inteligencia artificial, procede
empezar por las cuestiones relativasa la responsabilidadcivil.
Asimismo, el anexo a la comunicación de la Comisión Europea titulada "Coordi-
nated Plan on Artificial Intelligence" del 7112118señala que un marco adecuado de
responsabilidad garantizará un elevado nivel de seguridad y eficacia. Así, los me-
canismos de reparación para las víctimas en caso de daños son esenciales para ge-
nerar confianza en la l ~ * .
El Comité EconómicoySocial del Parlamento Europeo, porsu parte, destaca que
existe mucha controversiasobre la cuestión de quién es el responsable de los daños
que pueda causar un sistema de IA, sobre todo cuando se trata de sistemas autodi-
dactas que continúan aprendiendo después de su entrada en servicio.Ante este pa-
norama es que formula algunas recomendaciones relativas a la legislacióncivil en
materia de robótica. Primero, se manifiesta expresamente en contra de los estatu-
tos jurídicosque proponen dotar a los robotsde una "personalidadjurídica" (e-per-
sonality) para poder atribuirles la responsabilidadcivil por los daños que causen,
puesto que acarrea un riesgo moral inaceptable. La legislación en materia de res-
ponsabilidad tiene un efecto correctivo y preventivo que podría desaparecer en
cuanto el riesgo de responsabilidadcivil dejase de recaer sobre el autor por haber-
se transferido al robot (o sistema de Este punto genera una gran controversia
lo Un estudio más detallado en Danesi, i Quién responde por los daños ocasionados por los
robots?, LL, On Line, AR/DOU2143/2018; ídem, Inteligencia artificialyresponsabilidad civil: un en-
foque en materia de vehículosautónomos, LL, On Line, AR/DOC/2374/2018.
Trigo Represas,Responsabilidad civil. Doctrinas esenciales: los daños provocados por la in-
capacidad totalypermanente, 2007, t .II, p. 750.
l2 Bustamante~lsina,cit. por CalvoCosta,Derechodelasobligaciones,Zaed.,2016,t.2, p.302.
ACCIDENTES DE TRANSITO 399
Los vehículos autónomosson una de las aplicacionesde IAque tienen mayor de-
sarrollo en la actualidad. Por mencionar algunos ejemplos: Google puso en circula-
ción, en el área suburbana de Phoenix, el servicio de taxis autónomos denominado
"Waymo One", que incluirá un operador humano detrás del volante para el su-
puesto en que se produzca alguna fallaI3. Otro es el caso de los camiones autóno-
mos deVolvo que permiten transportar piedra caliza en una mina de ~ o r u e g 14. a
Si bien los autos autónomos prometen una reducciónconsiderabledel índicede
siniestralidad, sonfalib1es;ya se han registrado algunosaccidentes15.~simismo, un
estudio de un grupo de investigadoresde diferentes universidades de los Estados
Unidos de América, releva que, cuando una señal de tránsito haya sido modificada,
en másde la mitad de loscasosel sistema de conducción automatizado será incapaz
de detectarla. Es decir, si a una señal destop le hacen una inscripción, el vehículo au-
tónomo no la identificará, no se detendrá y continuará su marcha16.
sión Europea para la creación de una directiva relativa a las normas de legislación civil en materia
de robótica, disponible al 29110117 en www.europarl.europa.eulsídeslgetDoc.do?type=RE-
PORT&reference=A8-2017-0005&format=XML&/anguage=ES.
l8 Un excelenteresumendetodas lasdisposicionesvigentesenAutonomousVehicles-Self-Dri-
ving Vehicles Enacted Legislation, 2516118, disponible al 1811U18 en www.ncsl. orglresearchltrans-
portationlautonomous-ve h i c l e s - s e l f - d r f i y en http:llkno w-
ledgecenter.csg.orglkclsystemlfileslCR~automomous.pdf.
ACCIDENTES DE TRANSITO 40 1
vertido en autónomo por un tercero o este haya modificado el sistema de ADS ori-
ginal (Sistema de Conducción Automatizada, por sus siglas en inglés) 19.
Tennessee posee una legislación interesante. Conceptualiza al "sistema de con-
ducción automatizado" como la tecnología instalada en un vehículo motorizado
que tiene la capacidad de conducir el vehículo en modo de automatización alta o
completa,sinsupervisiónde un operador humanoy poseela capacidadde llevarau-
temáticamente al vehículo a una condición de riesgo mínimo en caso de una falla
crítica del vehículo o del sistema u otro evento de emergencia. Establece que mien-
tras el ADS tenga el control del vehículo, el fabricante asumirá la responsabilidad
por incidentesen losqueel ADStenga laculpa. Elfabricanteseráinmuneacualquier
responsabilidad por daños y perjuicios ocasionados por cualquier modificación he-
cha a un vehículo operado por ADS o un ADS por otra persona sin el consentimien-
to de aquel. También regula que el fabricante propietario del vehículo debe tener
un seguro de responsabilidadcivil y determina su cuantía mínima.
Agrega que la responsabilidadpor accidentes que involucre un vehículo opera-
do porADSsedeterminará de acuerdo con la ley de responsabilidadpor productos,
la ley común u otra ley federal o estatal aplicable. Cuando el ADS está completa-
mente conectado, operando razonablemente y de acuerdo con las instruccionesy
advertencias del fabricante, el ADS se considerará el conductor u operador del ve-
hículo a los fines de determinar: a) la responsabilidaddel propietario o arrendata-
rio del vehículo por presunta lesión personal, muerte o daños a la propiedad en un
incidente que involucre el vehículo operado por ADS, y b) la responsabilidad por la
violación a las leyes de vehículos de motor20.
Trasladándonos al continente asiático, Japón y Corea del Sur también se en-
cuentranentrelosescasospaísesconun ordenamientojurídicoen la materia. En Co-
rea del Sur, la Motor Vehicle ManagementAct conceptualiza a los vehículos a mo-
tor como un instrumento fabricado con el propósito de moverse en tierra median-
te un motor o un instrumento fabricado para desplazarse por tierra remolcado, y al
vehículo de motor autónomo, como aquel que puede funcionar por sí mismo sin
ninguna operación por parte de su conductor o pasajeros.Asimismo, establece que
la utilización de un vehículo motorizado autónomo con el propósito de probar y10
investigar deberá cumplir con los requisitos de operación segura prescritos por la
Ordenanza del Ministro deTierra, Infraestructura y Transporte, yobtener el permi-
so de operación temporal que emitirá el Ministerio. Deberán contar con los dispo-
sitivos necesarios para percibir y advertir el mal fun~ionamiento~~.
Por su parte, el Primer Ministro japonés, publicó el Public-Private ITS: Initiati-
velRoadmaps2077titulado "Hacia la implementación devariossistemasdeconduc-
ción altamenteautomatizadosen la sociedad", que tiene útilesdefinicionessobreel
tema. Analiza el impactosocialde la introducciónde losvehículosautónomosy, ade-
más, exponeenforma clara la tecnologíay el funcionamient~deaqueIlos~~. Encuan-
toacu legislación, el art. 709es la "norma fundamental" que regula quecuando una
persona que ha afectado intencionalmente o por negligencialosderechosde los de-
más, o los intereses legalmente protegidos, será responsable de compensar los da-
ños que resulten en conse~uencia~~.
La JapaniseAutomobile Accident CompensationActetabece la responsabilidad
del operador del vehículo, términoque comprende nosoloal conductor, sinotambién
al propietario o a quien tenga el control o gane un beneficio. También prevé un se-
guro obligatorio. Bajo ese contexto, en el documento On the LegalIssues o f the Au-
tomated Driving, quese apoya en la división de niveles de automatización propuesta
por N H T S A ~señala
~ , que a los niveles que van del 1 al 3, se les aplica el marcojurídico
de responsabilidadextracontractualy la Automobile Accident CompensationAct. El
problemasesuscita a partir del nivel4, puestoque la regulaciónresponsabilizaal con-
ductor, quien no debe estar presentepara la conduccióndel rodado25.
Retornandoal continente europeo, el documento Liability for emerging digital
techn~logies~~, refiere que las implicaciones de las tecnologías digitales emergen-
tes han comenzado a formar parte de los regímenes nacionalesde los EstadosMiem-
bro de la UE. Así, por ejemplo, los ministrosdejusticia de los Estadosfederales alema-
nesadoptaron una resolución en junio de 2017 pidiendo la adopción de medidas le-
gislativas, incluso a nivel de la UE, según sea necesario, en el ámbito de la responsa-
bilidad extracontractual para el funcionamiento de lossistemasautónomos.En par-
ticular, en el ámbito de los automóvilesautónomos, algunos Estados Miembrosde la
Unión han introducido o propuesto legislación sectorial específica. Alemania modi-
ficósu LeydeTráfico para permitir que los automóviles autónomosoperenen las ca-
lles, siempre que un conductor humano esté presente para tomar el control en todo
momento. Suecia ha introducido una ley que permite la prueba de vehículos autó-
nomosy, en el Reino Unido, el gobierno ha propuesto una legislaciónque modifica-
ría la legislaciónde seguros en relación con el posible despliegue de vehículos autó-
nomos. Finalmente, resaltamosque la Comisión de ~ransportesy Turismo2' propo-
nequese ela bore un régimen de responsabilidadcivil que incluya la carga de la prue-
ba adaptado al desarrollo de vehículos autónomos; insiste en la importancia de ga-
rantizar una distribución clara de las responsabilidadesentre losdiseñadores, losfa-
bricantesde los diferentescomponentesy los montadores devehículosautónomos,
los prestadoresde servicios (serviciosde transporte oservicios necesarios para el fun-
cionamiento de losvehículosautónomos)y los usuariosfinales,a fin de garantizar la
seguridad y los derechos de los pasajeros, la protección de los datos y la protección
contra los ataques informáticos.
ving.pdf.
29 Danesi, Inteligencia artificialy responsabilidad civil: un enfoque en materia de vehículos
autónomos, LL, On Line, AR/DOC/2374/2018.
30 Dirección General de Tráfico de España, Instrucción 15lV-113, disponible al 17/12/18 en
w w w . d g t . e s l G a l e r i a s / s e g u r i d a d - v i a l / n o r m a t i v a - l e g i c i o n e s l l 5 .V-
7 13-Vehiculos-Conduccion-automatizada.pdf.
NIVEL DENOMINACIÓN DEFINICIÓN TAREAS DE CONDUCCIÓN
CONDUCTOR SISTEMA
CONDUCCIÓN
LONGITUDINAL
CONTROL DEL
ENTORNO
RECUPERACIÓN
DE LAS TAREAS
TAREAS
DE CONDUCCIÓN
O
P
(ACELERARERE- DE CONDUCCIÓN REALIZADAS
NAR) Y LATERAL EN CASO DE POR EL SISTEMA
(DIRECCIÓN) CONTINGENCIA
Sin El conductor realiza El conductor reali- N/A Conductor Conductor Conductor NIA
automatización continuamente to- za continuamente
das las tareas aso- la tarea de conduc-
ciadas a la conduc- ción dinámica late-
ción, incluso cuan- ral y longitudinal
do son mejoradas a
través de algún avi-
so o la intervención
de sistemas
Conducción Elsistemadeayuda a El conductor reali- El sistema realiza Conductor Conductor Conductor Algunas
asistida la conducción desa- za continuamente la conducción Ion- ysistema
rrolla una tarea es- la tarea deconduc- gitudinal o lateral
pecífica, bien realiza ción dinámica late- que no esté reali-
la conducción diná- raly longitudinal zando el conduc-
mica lateral o longi- tor
tudinal utilizando la
información del en-
torno del vehículo,
mientrasque el con-
ductor realiza el res-
to de tareas de con-
ducción
Conducción El sistema de ayuda Supervisión de las Conducción longi- Sistema Conductor Conductor Algunas
parcialmente a la conducción de- tareas de conduc- tudinal y lateral en
automatizada sarrolla la conduc- ción dinámica y el un caso de uso de-
ción dinámica late- entorno finido
ral y longitudinal
utilizando la infor-
mación del entorno
ACCIDENTES DE TRANSITO
406 CECILIA CELESTE DANESI
?id=YErlG2H.
34 Goodall, N.J., Machineethicsandautomatedvehicles, ps.94~95,cit.porCastellsl Marques,
Vehículos autónomosysemiautónomos. lnteligencia artificial, 2017, p. 1 19.
35 Gurney, J. K., Crashinginto the unknown, ps. 257 a 258, cit. por Castells I Marques, Vehícu-
los autónomosy semiautónomos. Inteligencia artificial, 20 17, p. 119.
36 Marchant, G. E. - Lindor, R. A., The coming collision between autonomous vehiclesand the
liability system, ps. 137 y 138, cit. por Castells I Marques, Vehículos autónomos y semiautónomos.
lnteligencia artificial, 2017, p. 120.
408 CECILIA CELESTE DANESI
37 Comission Staff Working Document, Liability for emerging digital technologies, SWD
(2018) 137,Brussels,2514118, disponibleal 2516118en https://eur-lex.europa.eullegal-contentlESlTXT/
?qid=1529866817951&uri=CELEX:52018SC0137.
38 Sáenz, Código Civily Comercialde la Nación comentado, Marisa Herrera - Sebastián Picas-
so-GustavoCaramelo(dirs.), p.491, t . IV;disponibleal115/16en www.saij.gob.arldocs-flcodigo-co-
mentadolCCyC~Nacion~Comentado~Tomo~IV.pdf.
ACCIDENTES DE TRANSITO 409
39 Para ampliar este tema véase Danesi - Hiralde Vega, "La función preventiva", en Derecho
de daños, 2017, p. 49ysiguientes.
40 Chamatropulos, Inteligencia artificial, prevención de dañosyaccesoalconsumo sustenta-
ble, LL, ejemplar del 4110117; LL, On Llne, ARlDOCl255012017.
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