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Hiperpituitarismo e Hipopituitarismo

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INTRODUCCIÓN

¿Qué es la hipófisis o glándula pituitaria?

La hipófisis (glándula pituitaria) es una glándula del tamaño de un guisante que


se aloja en el interior de una estructura ósea denominada silla turca (si
recordamos la anatomía del cráneo), especificamente en la base del cerebro.
La silla turca protege la glándula, pero deja muy poco espacio para su
expansión.

La hipófisis regula la actividad de la mayor parte de las demás glándulas


endocrinas del sistema, y es por eso que muchas veces recibe el nombre de
glándula maestra. A su vez, el hipotálamo, una región del cerebro situada justo
encima de la hipófisis, controla gran parte de la actividad de esta glándula.
Ambas estructura, hipotálamo o la hipófisis, determinan la cantidad de
estimulación que necesitan las glándulas sobre las que actúan, mediante las
concentraciones de las hormonas producidas por las glándulas que están bajo
el control de la hipófisis (glándulas de actuación).

Esta glándula pituitaria consta de dos partes definidas:

 Lóbulo frontal (anterior), que representa el 80% del peso de la glándula


 Lóbulo dorsal (posterior) o neurohipófisis.
La producción de la mayoría de las hormonas hipofisarias es controlada, en
buena parte, por factores que actúan de forma positiva y negativa desde el
hipotálamo, como se visualiza en la imagen que está en la parte inferior
derecha, transportados hasta la hipófisis anterior por un sistema vascular
portal.

Como pueden ver, ambos lóbulos se conectan con el hipotálamo a través de un


tallo que contiene vasos sanguíneos y proyecciones de las células nerviosas
(fibras nerviosas o axones). El hipotálamo entonces controla el lóbulo anterior
mediante la liberación de hormonas a través de estos vasos sanguíneos que
conectan; y a su vez, controla el lóbulo posterior mediante impulsos nerviosos.

Cabe aclarar que la producción de todas las hormonas de la hipófisis no es de


forma continua. Aunque la mayoría se liberan en ciclos de entre 1 y 3 horas,
con periodos alternos de actividad e inactividad. Algunas de las otras
hormonas, como la hormona adrenocorticotrópica ( ACTH), la hormona del
crecimiento (somatotropina) y la prolactina siguen un ritmo circadiano: o sea
sus concentraciones suben y bajan de manera predecible durante el día, ellas
suelen alcanzar el nivel máximo justo antes de despertar y descienden a los
valores más bajos antes de dormir. Y bueno, ya las concentraciones de otras
hormonas varían en función de otros factores. Por ejemplo, en las mujeres, las
concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante, que
controlan la funcionalidad reproductora, varían durante el ciclo menstrual.

Ahora, existen trastornos hipofisarios desencadenados por la deficiencia o el


exceso de hormonas de esta glándula, y pues a su vez, se generan las
manifestaciones relacionadas.
Cuando se trata de una hiperfunción o de una secreción excesiva de
hormonas tróficas, se le denomina: Hiperpituitarismo.
En cambio, cuando se trata de una deficiencia de estas hormonas, se habla de
hipopituitarismo.

Que es de lo que vamos a hablar a continuación.

-SGTE DIAPO-

- HIPERPITUITARISMO:
Concepto:
El hiperpituitarismo se caracteriza por una condición, en donde hay una
secreción excesiva de una o más hormonas de la hipófisis.

Etiología: Pasando enseguida a su etiología, decimos que la causa de esta


condición pueden ser varias, pero frecuentemente es debido a adenomas en la
hipófisis anterior, y en menor frecuencia por carcinomas hipofisarios y algunos
trastornos del hipotálamo:
1. Carcinomas hipofisarios: son bastante infrecuentes y suponen menos
del 1% de los tumores hipofisarios, de hecho la presencia de metástasis
craneovertebrales o sistémicas es una condición imprescindible del
carcinoma hipofisario. La mayoría de estos son neoplasias funcionantes
que producen con más frecuencia prolactina y ACTH (hormona
adrenocorticotrópica). Las metástasis suelen aparecer al final de la
evolución después de múltiples recidivas locales.

2. Adenoma en el lóbulo anterior: Que suelen aparecer en adultos, con


una incidencia máxima entre los 35 y los 60 años. Se denominan de
modo arbitrario como microadenomas si su diámetro es menor de 1 cm y
macroadenomas si miden 1 cm.

Encontramos también, que los adenomas hipofisarios pueden ser:


 Funcionantes (es decir, asociados a exceso de hormonas con las
correspondientes manifestaciones clínicas)
 No funcionantes (es decir, sin manifestaciones clínicas del exceso
hormonal).

Ahora, estos son tumores benignos se clasifican según las hormonas


producidas por las células neoplásicas, pudiendo encontrar, principalmente:
- Adenoma lactótropo: Los adenomas secretores de prolactina (adenomas
lactótropos) son el tipo más frecuente de adenoma hipofisario
hiperfuncionante y representan el 30% de todos los casos
diagnosticados. Estas lesiones pueden ser microadenomas o tumores
expansivos grandes.
- Adenomas somatótropos: Los adenomas somatótropos secretores de
hormona del crecimiento (GH), son el segundo tipo más común de
adenoma hipofisario funcionante, y provocan gigantismo en niños y
acromegalia en adultos. Estos adenomas de células somatótropas
pueden ser bastante grandes en el momento del diagnóstico porque las
manifestaciones del exceso de GH pueden ser poco llamativas.
- Adenomas corticótropos: Aquí el exceso de producción de ACTH
(hormona adrenocorticotrópica), por los adenomas corticótropos
funcionantes genera hipersecreción suprarrenal de cortisol y desarrollo
de hipercortisolismo (también conocido como síndrome de Cushing).

Hay que destacar, igualmente, que los adenomas hipofisarios pueden


producir más de una hormona (p. ej., adenomas mamosomatótropos). Otros
adenomas «plurihormonales» inusuales secretan numerosas hormonas;
estos tumores suelen ser agresivos.
Alguno de ellos, ya menos frecuentes son:
- Los adenomas gonadótropos (productores de LH (luteinizante) y FSH)
son difíciles de detectar porque secretan hormonas de modo ineficiente
y variable, y no suelen producir un síndrome clínico reconocible
(adenomas no funcionantes). Los adenomas gonadótropos se
diagnostican con más frecuencia en hombres y mujeres de mediana
edad cuando alcanzan un tamaño suficiente para provocar síntomas
neurológicos, como deterioro de la visión, cefalea, diplopia. También
puede haber deficiencias de hormonas hipofisarias, con más frecuencia
de LH. Esto disminuye la energía y la libido en el hombre (por reducción
de la testosterona) y produce amenorrea en la mujer premenopáusica.
- Los adenomas tirótropos (productores de TSH) son infrecuentes ya que
representan el 1% aproximadamente de todos los adenomas
hipofisarios. Son una causa infrecuente de hipertiroidismo.
- Los adenomas hipofisarios no funcionantes son un grupo heterogéneo
que representa alrededor del 25 al 30% de todos los tumores
hipofisarios. Aunque hay que tener en cuenta que estas lesiones
también pueden comprometer la hipófisis anterior residual hasta producir
hipopituitarismo, que puede aparecer lentamente como consecuencia de
un crecimiento gradual del adenoma o de forma brusca debido a una
hemorragia intratumoral aguda (apoplejía hipofisaria).

Patogenia
Gracias a los avances y descubrimientos científicos, se han identifico ciertas
anomalías genéticas que están asociadas a los adenomas hipofisarios:
 Encontramos entre esas: Las mutaciones de la proteína G son unas
de las alteraciones genómicas más frecuentes en los adenomas
hipofisarios. Las proteínas G juegan un papel fundamental en la
transducción y transmisión de señales, desde los receptores de la
superficie celular hasta los efectores intracelulares (p. ej., adenilato
ciclasa), que a su vez generana segundos mensajeros (p. ej., AMPc).
Las proteínas G son heterodímeros, constituidos por una subunidad α
que se liga a los nucleótidos de guanina e interactúan con los receptores
de la superficie celular y los efectores intracelulares; y temenos las
subunidades β y gama, que se unen de forma no covalente a la
subunidad α.
Gs es una proteína G estimuladora que tiene un papel clave en la
transducción de las señales en varios órganos endocrinos, incluida la
hipófisis. Entonces, la subunidad α de Gs (Gsa) debido a el gen GNAS.
En situación basal, Gs se encuentra en estado inactivo en el que el ADP
está ligado al Gsα(alfa). Y cuando interactúa con el receptor de
superficie celular unido al ligando, el ADP se disocia y el ATP se une a
Gsα y de este modo activa la proteína G. ¿Qué pasa? La activación de
Gsα determina la aparición de AMPc, que es un potente estímulo
mitógeno en varias células endocrinas (p. ej., somatótropas y
corticótropas hipofisarias, células foliculares tiroideas, células
paratiroideas), que fomenta la proliferación cellular, la síntesis y
secreción hormonal.
Normalmente, esta activación de Gsα es transitoria porque la actividad
de la enzima GTPasa hidroliza el GTP a GDP. Pero aproximadamente
un 40% de los adenomas de células somatótropas tienen mutaciones de
GNAS y esto hace que no se dé la actividad GTPasa, causando que
haya una activación constitutiva de Gsα, una formación persistente de
AMPc y una proliferación celular descontrolada.

-SGTE DIAPO-

Morfología
- Macroscópica

A forma general decimos que el adenoma hipofisario normal o típico es una


lesión blanda bien delimitada. Cuando se trata de tumores pequeños, estos
pueden quedar limitados a la silla turca mientras que las lesiones más grandes
pueden comprimir el quiasma óptico y las estructuras adyacentes erosionando la
silla turca, y se extienden localmente hacia los senos cavernoso y esfenoide.
Hasta en el 30% de los casos los adenomas son no encapsulados e infiltran el
hueso adyacente, la duramadre y ( en menor frecuencia) el cerebro.

En los adenomas más grandes, es frecuente encontrar focos de hemorragia y/o


necrosis.

Entonces en esta imagen, macroscópica, tenemos este adenoma hipofisario, es


uno masivo no funcional que ha crecido bastante, incluso más allá de los
confines de la silla turca y ha distorsionado el cerebro suprayacente.

- Microscópica
Los adenomas hipofisarios se componen de un grupo de células
poligonales relativamente uniformes dispuestas a modo de cordones o
papilas. El tejido conjuntivo de soporte (reticulina) es escaso. El núcleo
de las células neoplásicas puede ser uniforme o pleomorfo.

Este monomorfismo celular y la ausencia de una trama importante de


reticulina nos ayudar a distinguir los tumores hipofisarios de otras
lesiones parenquimatosas no neoplásicas de la hipófisis anterior.Y La
actividad mitótica generalmente es escasa.

Manifestaciones clínicas
Los síntomas y signos realmente se relacionan a la hormona producida. Pero
ya si hablamos de los efectos locales, Podemos mencionar que por ejemplo:
- Los macroadenomas hipofisarios pueden comprimir el quiasma óptico e
inducir cefaleas intensas, hemianopsia bitemporal (pérdida de la visión
en la región lateral de los campos visuales de ambos ojos) y pérdida de
la visión central. Se presenta parálisis del nervio oculomotor si el tumor
invade el seno cavernoso. La extensión hacia el hipotálamo puede
interferir las señales nerviosas hipotalámicas que se dirigen a la hipófisis
y dar origen a una pérdida de la regulación de la temperatura, hiperfagia
y síndromes hormonales.

- Adenoma lactótropo: El aumento de la concentración sérica de


prolactina (prolactinemia) produce amenorrea, galactorrea (secreción de
leche por el pezón), disminución de la libido y esterilidad.

- Adenoma somatótropos: Si la elevación de la concentración de GH se


produce tras el cierre de las epífisis (extremos de huesos largos/
glándula pineal), aparece acromegalia. En este trastorno, el crecimiento
es más pronunciado en la piel y en partes blandas; las visceras
(glándula tiroides, corazón, hígado y suprarrenales), así como en los
huesos de la cara, manos y pies. Puede aumentar la densidad ósea
(hiperostosis) en la columna y en las caderas. Las manos y los pies
aumentan de tamaño, y los dedos se engruesan y adoptan aspecto «de
salchicha». En la mayoría de los pacientes el gigantismo se asocia
también a signos de acromegalia. Lo cierto es que todos estos cambios
evolucionan lentamente durante décadas antes de si quiera puedan ser
detectados, por eso es que el adenoma tiene casi siempre esa
posibilidad de alcanzar un tamaño considerable
- Adenoma corticótropos: Las manifestaciones se asocian a las del
síndrome de Cushing (Los síntomas y signos típicos son rostro en forma
de luna llena y obesidad troncal, fácil aparición de hematomas y brazos
y piernas delgados).

-SGTE DIAPO-

HIPOPITUITARISMO

Definición:
El término hipopituitarismo se refiere a una disminución de la secreción de
hormonas hipofisarias como consecuencia de enfermedades del hipotálamo o
de la hipófisis.

La hipofunción de la hipófisis anterior aparece cuando se pierde o está ausente


alrededor del 75% del parénquima. Puede tener un origen congénito o puede
deberse a diversas anomalías adquiridas intrínsecas de la hipófisis.

Etiopatogenia:
La mayoría de los casos de hipofunción se deben a procesos destructivos que
afectan de modo directo a la hipófisis anterior. Como los adenomas hipofisarios
grandes y sobre todo los no funcionantes pueden causar hipopituitarismo
porque invaden y destruyen el parénquima hipofisario anterior adyacente.

Además de esos adenomas no funcionantes, existen otras causas como:


 La lesión cerebral traumática y la hemorragia subaracnoidea son algunas de
las causas más frecuentes.
 La cirugía o la radiación hipofisaria: la resección quirúrgica de un adenoma
hipofisario puede eliminar de modo accidental parte de la hipófisis no
adenomatosa. Y La radiación hipofisaria empleada para evitar el crecimiento del
tumor residual tras la cirugía puede dañar la hipófisis no adenomatosa.
 Apoplejía (ACV) hipofisaria: está producida por una hemorragia brusca en la
hipófisis a menudo en el seno de un adenoma hipofisario. En el caso más
extremo puede provocar una cefalea repentina y muy intensa, diplopía por
compresión de los nervios oculomotores, Y EL hipopituitarismo.
 Necrosis isquémica de la adenohipófisis, denominada síndrome de Sheehan o
necrosis posparto de la adenohipófisis, que representa la forma más frecuente de
necrosis importante a nivel clínico de la adenohipófisis. Durante la gestación, la
adenohipófisis aumenta de tamaño, principalmente por el aumento del tamaño y
el número de las células secretoras de prolactina. Esta hiperplasia no se asocia a
un aumento del riego por parte del sistema venoso portal hipofisario de baja
presión, lo que hace que la glándula aumentada de tamaño sea susceptible de
sufrir lesiones isquémicas, sobre todo en las mujeres que sufren hipotensión en
el período periparto.
 Las causas iatrogenicas incluyen la extirpación de la hipófisis por cirugía o
radioterapia.
 Lesiones hipotalámicas: Las lesiones hipotalámicas que causan
hipopituitarismo son tumores, incluyendo lesiones benignas originadas en la
región del hipotálamo (p. ej., craneofaringiomas) y lesiones malignas, que
producen metástasis en esta localización, (como el cáncer de mama y de
pulmón)

Entre otras.

Clínica

Las manifestaciones clínicas de la hipofunción hipofisaria anterior dependen de la


hormona específica que falta o que es deficiente.

 Los niños pueden desarrollar un retraso de crecimiento (enanismo hipofisario)


como resultado de una deficiencia de la hormona del crecimiento.
 Las deficiencias de gonadotropina o de hormona liberadora de gonadotropina
(GnRH) producen amenorrea y esterilidad en las mujeres, y disminución de la
libido, impotencia (disfunción eréctil) y pérdida del vello púbico y axilar en los
hombres
 Las deficiencias de TSH (hormona estimulante de la tiroides) y ACTH (hormona
adrenocorticótropa) provocan hipotiroidismo e hipo-supra-rrenal-ismo,
respectivamente
 La deficiencia de prolactina produce un fracaso en la lactancia posparto.
 Y recordar también que la hipófisis anterior también es una fuente de MSH
(hormona estimulante de melanocitos), que es sintetizada a partir del mismo
precursor molecular que produce la ACTH; por tanto, una de las manifestaciones
del hipopituitarismo es la palidez de la piel debida a la pérdida de los efectos
estimuladores de la MSH sobre los melanocitos.

-SGTE DIAPO-
Bibliografía

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