Los Exploradores de Cavernas

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LOS EXPLORADORES DE CAVERNAS

Para el caso que nos atañe, encontramos El Caso de Los Exploradores de Cavernas, pero
antes de adentrarnos en el caso en concreto, y mostrar nuestra postura, es necesario hacer
un recuento del origen de este escrito, pues si bien, ya sabemos que es un famoso caso
hipotético escrito en el año 1949 por el estadounidense, filósofo y profesor de derecho de
la Universidad de Harvard durante muchos años, Lon Luvois Fuller quien escribió dicho
texto para la Harvard Law Review (la Revista de Leyes de Harvard), la cual es una de las
revistas jurídicas más reconocidas en los Estados Unidos.

En el Caso de los Exploradores de las Cavernas, encontramos que el autor nos muestra un
juicio ficticio que ocurre en el año 4300 asumido por la Suprema Corte de Newgarth, lo
curioso de este caso es que se presenta como un rompecabezas, una encrucijada dentro
del ámbito o más bien área de estudio de la filosofía del derecho, pues a medida que
avanzamos en nuestra lectura y nos interesamos por la misma, observamos que existen
cinco posibles y acertadas soluciones a manera jurídica, las cuales son exteriorizadas por
los cinco miembros de la Suprema Corte, allí denominados ministros, los cuales realmente
son magistrados, si lo vemos desde nuestra óptica.

Siguiendo esta perspectiva, el caso se desarrolla en un ámbito laboral por parte de cinco
exploradores que se encuentran atrapados en el interior de una caverna luego de un
deslizamiento de tierra. Estos habían llevado escasas provisiones, y la caverna carecía de
sustancia animal o vegetal que les permitiera subsistir.

Encontrándose en tal situación, buscan la manera de comunicarse a través de un contacto


de radio intermitente para poder salir de ahí, ya que, al encontrarse sin comida, lo más
probable es que murieran por inanición antes que llegaran a ser rescatados.

Ante tal situación, se ven en la necesidad de decidir la muerte de uno de ellos, para que
sirva de alimento y así los demás puedan sobrevivir. Entonces, uno de ellos, propone una
idea para hacerlo, la cual sería lanzando unos dados y así decidirlo a la suerte. Luego que
los espeleólogos fueron rescatados tras un mes de esfuerzos por parte de los equipos de
rescate, se supo que uno de ellos había sido asesinado y comido por sus compañeros, en
este caso hablamos de Roger Whetmore.

Luego entonces, los cuatro sobrevivientes son acusados y declarados culpables por el
asesinato al quinto explorador, y de no prosperar su apelación ante la Suprema Corte de
Newgarth, su sentencia de muerte sería irrevocable, pero a su defensa existe una gran
presión pública, para que los exploradores sobrevivientes eviten ser condenados.

Ministro (Magistrado Keen)

Ahora bien, en nuestro equipo de trabajo nos orientamos a valorar la postura del Magistrado
Keen, el cual en primera medida expone dos cuestiones que a su criterio no son de la
competencia de la Suprema Corte:
• Por un lado, si procede o no conceder a los acusados clemencia ejecutiva, dado el
caso que la sentencia fuere confirmada, él indica que ese es un tema, que debe
atender el Ejecutivo y no la Suprema Corte, y por ende no esta de acuerdo con la
postura del Presidente de la Corte (Magistrado Truepenny), quien emite ciertas
instrucciones al Jefe del Poder Ejecutivo, para que las cumpla indicando que es lo
que debe hacer frente al caso.
De igual forma, indica Keen que el Poder Judicial debería ser el último en trasgredir
el principio de la separación de poderes, pues esto no debe presentarse en tales
esferas, pues en la calidad de Juez no le corresponde dirigir peticiones al Ejecutivo.

Así mismo, expresa que, en su calidad de ciudadano, si él fuera el Jefe del Poder
Ejecutivo, iría más lejos en el camino de la clemencia y concedería a los acusados
un perdón total, toda vez que para él, ellos han sufrido bastante con todo lo que se
ha suscitado.

• Por otro lado, indica que él, no podría decidir si lo que esos hombres realizaron fue
justo o no, si fue bueno o malo, puesto que, de acuerdo con su juramento de cargo,
opto por dejar de lado sus concepciones morales, esto partiendo del ius positivismo
o positivismo jurídico, teniendo en cuenta que dicha corriente filosófica del derecho,
se basa en separar, aislar, diferenciar las posturas jurídica y la moralista, pues se
considera que no existe un vínculo entre ambas, por ende, se debe aplicar la norma
de manera literal, pues el objeto de su creación es implantar orden y disciplina en
la sociedad, siempre pensando en el interés general.

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