Propuesta Pedagogica Pei
Propuesta Pedagogica Pei
Propuesta Pedagogica Pei
a. Concepción de la educación
“La educació n es un proceso de aprendizaje y enseñ anza que se desarrolla a lo largo de toda
la vida y que contribuye a la formació n integral de las personas, al pleno desarrollo de sus
potencialidades y al desarrollo de la familia y de la comunidad… Se desarrolla en
instituciones educativas y en diferentes ámbitos de la sociedad”.
Son fines de la educació n peruana:
Formar personas capaces de lograr su realizació n ética, intelectual, artística, cultural,
afectiva, física, espiritual y religiosa, promoviendo la formació n y consolidació n de su
identidad y autoestima y su integració n adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio
de su ciudadanía en armonía con su entorno.
Contribuir a formar una sociedad democrá tica, solidaria, justa, inclusiva, pró spera,
tolerante y forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada
en la diversidad cultural, étnica y lingü ística, supere la pobreza e impulse el desarrollo
sostenible del país teniendo en cuenta los retos de un mundo globalizado”.
Ley General de Educació n, Artículos 2° y 9°
Es el nivel ó ptimo de formació n que deben alcanzar las personas para enfrentar los retos
del desarrollo humano, ejercer su ciudadanía y continuar aprendiendo durante toda la
vida”. Considera como factores de esta calidad educativa a la formació n inicial y permanente
que garantiza idoneidad de los docentes y autoridades educativas, investigació n e
innovació n educativas y la organizació n institucional y relaciones humanas armoniosas que
favorecen el proceso educativo.
Ley General de Educació n, Artículo 13°
d. Definición de competencia
Segú n el Currículo Nacional (2016) la competencia es la facultad que tiene una persona de
combinar un conjunto de capacidades a fin de lograr un propó sito específico en una
situació n determinada, actuando de manera pertinente y con sentido ético”.
Ser competente supone comprender la situació n que se debe afrontar y evaluar las
posibilidades que se tiene para resolverla. Esto significa identificar los conocimientos y
habilidades que uno posee o que está n disponibles en el entorno, analizar las
combinaciones má s pertinentes a la situació n y al propó sito, para luego tomar decisiones; y
ejecutar o poner en acció n la combinació n seleccionada.
e. Definición de capacidad
Segú n el Currículo Nacional (2016) las capacidades son recursos para actuar de manera
competente. Estos recursos son los conocimientos, habilidades y actitudes que los
estudiantes utilizan para afrontar una situació n determinada. Estas capacidades suponen
operaciones menores implicadas en las competencias, que son operaciones má s complejas.
Los conocimientos son las teorías, conceptos y procedimientos legados por la humanidad en
distintos campos del saber. La escuela trabaja con conocimientos construidos y validados
por la sociedad global y por la sociedad en la que está n insertos. De la misma forma, los
estudiantes también construyen conocimientos. De ahí que el aprendizaje es un proceso
vivo, alejado de la repetició n mecá nica y memorística de los conocimientos preestablecidos.
Las habilidades hacen referencia al talento, la pericia o la aptitud de una persona para
desarrollar alguna tarea con éxito. Las habilidades pueden ser sociales, cognitivas, motoras.
Las actitudes son disposiciones o tendencias para actuar de acuerdo o en desacuerdo a una
situació n específica. Son formas habituales de pensar, sentir y comportarse de acuerdo a un
sistema de valores que se va configurando a lo largo de la vida a través de las experiencias y
educació n recibida.
Segú n el Currículo Nacional (2016) lo está ndares son descripciones del desarrollo de la
competencia en niveles de creciente complejidad, desde el inicio hasta el fin de la Educació n
Bá sica, de acuerdo a la secuencia que sigue la mayoría de estudiantes que progresan en una
competencia determinada.
Estas descripciones definen el nivel que se espera puedan alcanzar todos los estudiantes al
finalizar los ciclos de la Educació n Bá sica. Los está ndares sirven para identificar cuá n cerca
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o lejos se encuentra el estudiante en relació n con lo que se espera logre al final de cada ciclo,
respecto de una determinada competencia. En ese sentido, los está ndares de aprendizaje
tienen por propó sito ser los referentes para la evaluació n de los aprendizajes tanto a nivel
de aula como a nivel de sistema (evaluaciones nacionales, muestrales o censales).
g. Definición de desempeño
2. Perfil de egreso
Es la visió n comú n e integral de los aprendizajes que deben logran los estudiantes al término de
la Educació n Bá sica. Estos aprendizajes constituyen el derecho a una educació n de calidad y se
vinculan a los cuatro á mbitos principales del desempeñ o que deben ser nutridos por la
educació n, señ alados en la Ley General de Educació n, tales como: desarrollo personal, ejercicio
de la ciudadanía, vinculació n al mundo del trabajo para afrontar los incesantes cambios en la
sociedad y el conocimiento.
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manera informada con libertad y autonomía para la construcció n de una sociedad justa,
democrá tica y equitativa.
3. El estudiante practica una vida activa y saludable para su bienestar, cuida su cuerpo e
interactúa respetuosamente en la práctica de distintas actividades físicas, cotidianas
o deportivas.
El estudiante interactú a con diversas manifestaciones artístico- culturales, desde las formas
má s tradicionales hasta las formas emergentes y contemporá neas, para descifrar sus
significados y comprender la contribució n que hacen a la cultura y a la sociedad. Asimismo,
usa los diversos lenguajes de las artes para crear producciones individuales y colectivas,
interpretar y reinterpretar las de otros, lo que le permite comunicar mensajes, ideas y
sentimientos pertinentes a su realidad personal y social.
5. El estudiante se comunica en su lengua materna, en castellano como segunda lengua
y en inglés como lengua extranjera de manera asertiva y responsable para
interactuar con otras personas en diversos contextos y con distintos propósitos.
El estudiante usa el lenguaje para comunicarse segú n sus propó sitos en situaciones
distintas, en las que se producen y comprenden diversos tipos de textos. Emplea recursos y
estrategias en su comunicació n oral, escrita, multimodal o en sistemas alternativos y
aumentativos como el braille. Utiliza el lenguaje para aprender, apreciar manifestaciones
literarias, desenvolverse en distintos contextos socioculturales y contribuir a la
construcció n de comunidades interculturales, democrá ticas e inclusivas.
El estudiante busca, sistematiza y analiza informació n para entender el mundo que lo rodea,
resolver problemas y tomar decisiones relacionadas con el entorno. Usa de forma flexible
estrategias y conocimientos matemá ticos en diversas situaciones, a partir de los cuales
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elabora argumentos y comunica sus ideas mediante el lenguaje matemá tico, así como
diversas representaciones y recursos.
3. Enfoques transversales
Los enfoques transversales aportan concepciones importantes sobre las personas, su relació n
con los demá s, con el entorno y con el espacio comú n y se traducen en formas específicas de
actuar, que constituyen valores y actitudes que tanto estudiantes, maestros y autoridades,
deben esforzarse por demostrar en la diná mica diaria de la escuela. Estas formas de actuar –
empatía, solidaridad, respeto, honestidad, entre otros- se traducen siempre en actitudes y en
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comportamientos observables. Cuando decimos que los valores inducen actitudes, es porque
predisponen a las personas a responder de una cierta manera a determinadas situaciones, a
partir de premisas libremente aceptadas.
1. Enfoque de derechos
Parte por reconocer a los estudiantes como sujetos de derechos y no como objetos de
cuidado, es decir, como personas con capacidad de defender y exigir sus derechos
legalmente reconocidos. Asimismo, reconocer que son ciudadanos con deberes que
participan del mundo social propiciando la vida en democracia. Este enfoque promueve la
consolidació n de la democracia que vive el país, contribuyendo a la promoció n de las
libertades individuales, los derechos colectivos de los pueblos y la participació n en asuntos
pú blicos; a fortalecer la convivencia y transparencia en las instituciones educativas; a
reducir las situaciones de inequidad y procurar la resolució n pacífica de los conflictos.
Hoy nadie discute que todas las niñ as, niñ os, adolescentes, adultos y jó venes tienen derecho
no solo a oportunidades educativas de igual calidad, sino a obtener resultados de
aprendizaje de igual calidad, independientemente de sus diferencias culturales, sociales,
étnicas, religiosas, de género, condició n de discapacidad o estilos de aprendizaje. No
obstante, en un país como el nuestro, que aú n exhibe profundas desigualdades sociales, eso
significa que los estudiantes con mayores desventajas de inicio deben recibir del Estado una
atenció n mayor y má s pertinente, para que puedan estar en condiciones de aprovechar sin
menoscabo alguno las oportunidades que el sistema educativo les ofrece. En ese sentido, la
atenció n a la diversidad significa erradicar la exclusió n, discriminació n y desigualdad de
oportunidades.
3. Enfoque Intercultural
Todas las personas tienen el mismo potencial para aprender y desarrollarse plenamente. La
Igualdad de Género se refiere a la igual valoració n de los diferentes comportamientos,
aspiraciones y necesidades de mujeres y varones. En una situació n de igualdad real, los
derechos, deberes y oportunidades de las personas no dependen de su identidad de género
y, por lo tanto, todos tienen las mismas condiciones y posibilidades para ejercer sus
derechos, así como para ampliar sus capacidades y oportunidades de desarrollo personal,
contribuyendo al desarrollo social y beneficiá ndose de sus resultados.
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5. Enfoque Ambiental
Desde este enfoque, los procesos educativos se orientan hacia la formació n de personas con
conciencia crítica y colectiva sobre la problemá tica ambiental y la condició n del cambio
climá tico a nivel local y global, así como sobre su relació n con la pobreza y la desigualdad
social. Ademá s, implica desarrollar prácticas relacionadas con la conservació n de la
biodiversidad, del suelo y el aire, el uso sostenible de la energía y el agua, la valoració n de
los servicios que nos brinda la naturaleza y los ecosistemas terrestres y marinos, la
promoció n de patrones de producció n y consumo responsables y el manejo adecuado de los
residuos só lidos, la promoció n de la salud y el bienestar, la adaptació n al cambio climá tico y
la gestió n del riesgo de desastres y, finalmente, desarrollar estilos de vida saludables y
sostenibles.
Las prácticas educativas con enfoque ambiental contribuyen al desarrollo sostenible de
nuestro país y del planeta, es decir son prá cticas que ponen énfasis en satisfacer las
necesidades de hoy, sin poner en riesgo el poder cubrir las necesidades de las pró ximas
generaciones, donde las dimensiones social, econó mica, cultural y ambiental del desarrollo
sostenible interactú an y toman valor de forma inseparable.
El bien comú n está constituido por los bienes que los seres humanos comparten
intrínsecamente en comú n y que se comunican entre sí, como los valores, las virtudes
cívicas y el sentido de la justicia. A partir de este enfoque, la comunidad es una asociació n
solidaria de personas, cuyo bien son las relaciones recíprocas entre ellas, a partir de las
cuales y por medio de las cuales las personas consiguen su bienestar.
La excelencia significa utilizar al má ximo las facultades y adquirir estrategias para el éxito
de las propias metas a nivel personal y social. La excelencia comprende el desarrollo de la
capacidad para el cambio y la adaptació n, que garantiza el éxito personal y social, es decir, la
aceptació n del cambio orientado a la mejora de la persona: desde las habilidades sociales o
de la comunicació n eficaz hasta la interiorizació n de estrategias que han facilitado el éxito a
otras personas. De esta manera, cada individuo construye su realidad y busca ser cada vez
mejor para contribuir también con su comunidad.
4. Modelo curricular
El CNEB es el documento de política educativa que presenta el perfil de egreso, así como los
niveles de desarrollo de dichas competencias. Por ello, establece un plan de estudios que resulta
de la organizació n y distribució n de las competencias de perfil, así como las orientaciones para
el desarrollo y evaluació n de la competencia. Ello también incluye orientaciones para su
implementació n en los distintos niveles de concreció n curricular, en el marco del modelo de
servicio educativo.
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Esquema del Modelo Curricular de la Educación Básica
PERFIL DE EGRESO
FUNDAMENTOS CURRICULARES
ENFOQUES TRANSVERSALES
Estándares
Componentes curriculares
(competencias, capacidades,
desempeños)
5. Plan de estudios de la educación Básica
Inglés Inglés
Arte y cultura Arte y cultura
Desarrollo personal,
Personal social ciudadanía y cívica
Personal Personal
social social Ciencias sociales
Educació n religiosa *** Educació n religiosa ***
Psicomotriz Psicomotriz Educació n física Educació n física
Ciencia y tecnología
Descubrimi Ciencia y
Ciencia y tecnología Educació n para el
ento del tecnología
trabajo
mundo
Matemá tica Matemá tica Matemá tica
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Tutoría y orientación educativa
6. Orientaciones pedagógicas
Estas orientaciones deben ser tomadas en cuenta por los docentes en la planificació n,
ejecució n y evaluació n de los procesos de enseñ anza y aprendizaje en los espacios
educativos. A continuació n, se presentan y describen cada una de ellas:
6. Aprender del error o el error constructivo. El error suele ser considerado solo como
síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien y que el estudiante presenta
deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser empleado má s bien de
forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando la reflexió n y
revisió n de los diversos productos o tareas, tanto del profesor como del estudiante. El
error requiere diá logo, aná lisis, una revisió n cuidadosa de los factores y decisiones que
llevaron a él. Esta forma de abordarlo debe ser considerada tanto en la metodología
como en la interacció n continua profesor-estudiante.
9. Promover el trabajo cooperativo. Esto significa ayudar a los estudiantes a pasar del
trabajo grupal espontá neo a un trabajo en equipo, caracterizado por la cooperació n, la
complementariedad y la autorregulació n. Se trata de un aprendizaje vital hoy en día
para el desarrollo de competencias. Desde este enfoque, se busca que los estudiantes
hagan frente a una situació n retadora en la que complementen sus diversos
conocimientos, habilidades, destrezas, etc. Así el trabajo cooperativo y colaborativo les
permite realizar ciertas tareas a través de la interacció n social, aprendiendo unos de
otros, independientemente de las que les corresponda realizar de manera individual.
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sin conexió n. Desde el enfoque por competencias, se busca que los estudiantes
aprendan a analizar la situació n que los desafía relacionando sus distintas
características a fin de poder explicarla. El ser humano al que la escuela forma es un ser
físico, bioló gico, psíquico, cultural, histó rico y social a la vez; por lo tanto, la educació n
debe ir má s allá de la enseñ anza de las disciplinas y contribuir a que tome
conocimiento y conciencia de su identidad compleja y de su identidad comú n con los
demá s seres humanos. Reconocer, ademá s, la complejidad de la realidad requiere ir
má s allá de la enseñ anza de las disciplinas, pues actualmente las distintas disciplinas
colaboran entre sí y complementan sus enfoques para poder comprender má s
cabalmente los problemas y desafíos de la realidad en sus mú ltiples dimensiones.
Generar condiciones para aprender implica que el docente asuma el rol de tutor, es decir,
realice un acompañ amiento socio afectivo a los estudiantes de manera permanente en todo
el proceso educativo para el logro de sus aprendizajes, la toma de decisiones responsables y
el ejercicio de sus derechos como ciudadanos.
La tutoría se define como la interacció n entre el docente tutor y el estudiante que se
sustenta en un vínculo afectivo, que busca promover el bienestar y fortalecer las
competencias socio-afectivas y cognitivas de las y los estudiantes. Esto se logra
acompañ á ndolos y orientá ndolos en sus diferentes necesidades personales y sociales en un
clima de confianza y respeto. Por otro lado, la tutoría busca también prevenir situaciones de
riesgo que vulneren los derechos del estudiante y que podrían afectar su desarrollo
personal y social.
La tutoría puede realizarse a través de dos modalidades:
La labor tutorial implica trabajar de manera coordinada con las familias para realizar una
labor conjunta entre padres y madres de familia – o tutor. Esta acció n contribuye a mejorar
la convivencia en los diferentes espacios de los estudiantes, así como a generar un
compromiso activo de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas.
Asimismo, el diá logo y trabajo permanente con la familia respecto a los avances de sus hijas
e hijos, contribuye a disminuir la probabilidad de que se generen situaciones que ponen en
riesgo el desarrollo de las y los estudiantes respecto de sus aprendizajes y, si la situació n lo
amerita, orientarlas con la informació n correspondiente para una atenció n especializada.
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C. Orientaciones para la evaluación de los aprendizajes
Una evaluació n formativa enfocada en competencias busca, en diversos tramos del proceso:
Valorar el desempeñ o de los estudiantes al resolver situaciones o problemas que
signifiquen retos genuinos para ellos y que les permitan poner en juego, integrar y
combinar diversas capacidades.
Identificar el nivel actual en el que se encuentran los estudiantes respecto de las
competencias con el fin de ayudarlos a avanzar hacia niveles má s altos.
Crear oportunidades continuas para que el estudiante demuestre hasta dó nde es capaz
de combinar de manera pertinente las diversas capacidades que integran una
competencia, antes que verificar la adquisició n aislada de contenidos o habilidades o
distinguir entre los que aprueban y no aprueban.
¿Qué se evalúa?
Desde un enfoque formativo, se evalú an las competencias, es decir, los niveles cada vez
má s complejos de uso pertinente y combinado de las capacidades, tomando como
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referente los está ndares de aprendizaje porque describen el desarrollo de una
competencia y definen qué se espera logren todos los estudiantes al finalizar un ciclo en la
Educació n Bá sica. En ese sentido, los está ndares de aprendizaje constituyen criterios
precisos y comunes para comunicar no solo si se ha alcanzado el está ndar, sino para
señ alar cuá n lejos o cerca está cada estudiante de alcanzarlo.
A nivel de estudiante:
Lograr que los estudiantes sean má s autó nomos en su aprendizaje al tomar conciencia
de sus dificultades, necesidades y fortalezas.
Aumentar la confianza de los estudiantes para asumir desafíos, errores, comunicar lo
que hacen, lo que saben y lo que no.
A nivel de docente:
Atender a la diversidad de necesidades de aprendizaje de los estudiantes brindando
oportunidades diferenciadas en funció n de los niveles alcanzados por cada uno, a fin de
acortar brechas y evitar el rezago, la deserció n o la exclusió n.
Retroalimentar permanentemente la enseñ anza en funció n de las diferentes
necesidades de los estudiantes. Esto supone modificar las prá cticas de enseñ anza para
hacerlas má s efectivas y eficientes, usar una amplia variedad de métodos y formas de
enseñ ar con miras al desarrollo y logro de las competencias.
Para llevar a cabo este proceso en el aula por parte de los profesores se brindan las
siguientes orientaciones:
Comprender la competencia por evaluar
Consiste en leer el nivel del está ndar esperado y compararlo con la descripció n del
nivel anterior y posterior. De esta comparació n podemos identificar con má s claridad
las diferencias en la exigencia de cada nivel. Esta informació n permitirá comprender en
qué nivel se puede encontrar cada estudiante con respecto de las competencias y
tenerlo como referente al momento de evaluarlo. Este proceso se puede enriquecer con
la revisió n de ejemplos de producciones realizadas por estudiantes que evidencien el
nivel esperado de la competencia.
Consiste en elegir o plantear situaciones significativas que sean retadoras para los
estudiantes. Estas situaciones pueden consistir, por ejemplo, en describir un fenó meno,
generar conocimiento explicativo de un fenó meno, discutir o retar a mejorar algo
existente, recrear escenarios futuros, crear un nuevo objeto, comprender o resolver
una contradicció n u oposició n entre dos o má s conclusiones, teorías, enfoques,
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perspectivas o metodologías. Para que sean significativas, las situaciones deben
despertar el interés de los estudiantes, articularse con sus saberes previos para
construir nuevos aprendizajes y ser desafiantes pero alcanzables de resolver por los
estudiantes.
Ademá s, deben permitir que los estudiantes pongan en juego o apliquen una serie de
capacidades, evidenciando así los distintos niveles del desarrollo de las competencias
en los que se encuentran. Estas evidencias pueden ser recogidas a través de diversas
técnicas o instrumentos como, por ejemplo, la observació n directa o indirecta,
anecdotarios, entrevistas, pruebas escritas, portafolios, experimentos, debates,
exposiciones, rú bricas, entre otros.
Consiste en informar a los estudiantes desde el inicio del proceso de enseñ anza y
aprendizaje en qué competencias será n evaluados, cuá l es el nivel esperado y cuá les los
criterios sobre los cuales se les evaluará . Es decir, especificar qué aprendizajes deben
demostrar frente a las diferentes situaciones propuestas. Esta comunicació n será
diferenciada de acuerdo a la edad de los estudiantes y puede ir acompañ ada de
ejemplos de producciones de estudiantes que den cuenta del nivel de logro esperado.
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En este proceso, el estudiante se autoevalúa usando los mismos criterios para
identificar dó nde se encuentra con relació n al logro de la competencia. Esto le permite
entender qué significan las descripciones de los niveles de un modo má s profundo que
si solo leyera una lista de ellos. Ademá s, le ayuda a incrementar la responsabilidad ante
su propio aprendizaje, establecer una relació n de colaboració n y confianza entre el
docente, sus pares y él, y comprender que el nivel esperado de la competencia está a su
alcance. Asimismo, se debe promover espacios para la evaluació n entre pares, porque
permiten el aprendizaje colaborativo, la construcció n de consensos y refuerza la visió n
democrá tica de la evaluació n.
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La escala de calificació n comú n a todas las modalidades y niveles de la Educació n Bá sica es
la siguiente:
Es importante que estas conclusiones se hagan a través de docentes con base a evidencia
variada y relevante del desempeñ o del estudiante recopilado durante el periodo de
aprendizaje a evaluar. Este aná lisis debe centrarse en los progresos del aprendizaje de cada
estudiante en relació n al nivel esperado.
Segú n las normas vigentes del Perú , el Currículo Nacional de la Educació n Bá sica tiene las
siguientes características:
Flexible, porque ofrece un margen de libertad que permite la adaptació n a la diversidad
de estudiantes y a las necesidades y demandas de cada regió n;
Abierto, ya que en él pueden incorporarse competencias de acuerdo al diagnó stico de las
potencialidades naturales, culturales y econó mico-productivas de cada regió n, así como
sus demandas sociales y las características específicas de los estudiantes;
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Diversificado, pues es en él cada regió n ofrece a las instancias locales los lineamientos
de diversificació n, los cuales orientan a las instituciones educativas en la adecuació n del
currículo a las características y demandas socioeconó micas, lingü ísticas, geográ ficas y
culturales de cada regió n mediante un trabajo colegiado.
Integrador, porque el Perfil de egreso, competencias, capacidades, está ndares de
aprendizaje y á reas curriculares conforman un sistema que promueve su
implementació n en las escuelas.
Valorativo, en tanto responde al desarrollo armonioso e integral del estudiante y
promueve actitudes positivas de convivencia social, democratizació n de la sociedad y
ejercicio responsable de la ciudadanía.
Significativo, ya que toma en cuenta las experiencias, conocimientos previos y
necesidades de los estudiantes.
Participativo, porque lo elabora la comunidad educativa junto a otros actores de la
sociedad; por tanto, está abierto a enriquecerse permanentemente y respeta la
pluralidad metodoló gica.
El PCI se construye sobre la base del Currículo Regional y es parte constitutiva del
Proyecto Educativo Institucional (PEI). El proceso de diversificació n a este nivel es
conducido por la direcció n de la institució n educativa en coordinació n con los docentes y
con participació n de la comunidad educativa.
Las instituciones educativas unidocentes y multigrado pueden formular un proyecto
curricular de la red educativa a la que pertenecen.
Es importante precisar que las instituciones educativas deben desarrollar todas las
competencias que demanda el Currículo Nacional de la Educació n Bá sica, incluyendo las
modificaciones realizadas durante el proceso de diversificació n regional. La diversificació n
a nivel de institució n educativa aporta valor agregado a estas demandas, situá ndolas en el
contexto de la propia realidad de los estudiantes que atienden y poniendo énfasis en
aquellos aspectos que esa misma realidad le requiere.
Con respecto a las horas de libre disponibilidad, las instituciones educativas pueden
implementar talleres, laboratorios, proyectos u otras formas de organizació n curricular que
permitan recuperar y aprovechar los saberes, conocimientos y valores de un determinado
contexto social, histó rico, político, cultural y ambiental, promoviendo el desarrollo pleno de
los estudiantes y la posibilidad de desenvolverse de manera ó ptima en su entorno
inmediato y en el mundo globalizado.
Segú n el Programa Curricular (MINEDU, 2017c, p. 32), planificar “es el arte de imaginar y
diseñ ar procesos para que los estudiantes aprendan. Parte por determinar claramente el
propó sito de aprendizaje (competencias, capacidades y enfoques transversales). En este
proceso, es importante considerar las aptitudes, las necesidades, los intereses, las
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experiencias, los contextos, entre otros factores, de las niñ as y los niñ os”. Asimismo, se debe
“decidir sobre recursos y materiales, procesos pedagó gicos y didácticos”, entre otros.
Igualmente, en el mismo documento se señ ala que “el proceso de planificació n debe ser
reflexivo, flexible y centrado en los propó sitos de aprendizaje que deben desarrollar los
estudiantes. Esto significa generar y usar desde el inicio y en todo momento informació n
para tomar decisiones oportunas y pertinentes que permitan atender las necesidades de
aprendizaje de los estudiantes y ayudarlos a progresar”.
Las unidades didá cticas son herramientas de planificació n a corto plazo que pueden
traducirse en unidades de aprendizaje o proyectos. Para definir los proyectos de
aprendizaje, ponemos énfasis en dos consideraciones centrales:
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