21 Control de Lectura (Patrón Oro-Dolar)
21 Control de Lectura (Patrón Oro-Dolar)
21 Control de Lectura (Patrón Oro-Dolar)
GRUPO: 5EM2
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO DEL TEMA
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
A partir de los años ochenta las nuevas tecnologías favorecieron un proceso continuo de
interdependencia financiera entre países, le acompañó una política de apertura financiera,
y los flujos internacionales de capital se incrementaron notablemente, en particular, la
literatura sostiene que después del año 1987 la mayor parte de los países liberaron su
cuenta de capital, e inició el periodo de mayor esplendor de la globalización financiera.
El uso de este término se utiliza desde los años ochenta. Es decir, desde que los adelantos
tecnológicos han facilitado y acelerado las transacciones internacionales comerciales y
financieras. Y por esta razón, el fenómeno tiene tantos defensores —como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) o el Banco Mundial como detractores.
El patrón oro no necesita más que dos condiciones para su funcionamiento: el establecimiento de
la paridad de la unidad monetaria de un país en términos de oro con carácter fijo, y la absoluta
libertad de movimientos del oro, incluida la importación y la exportación. La primera condición se
cumplió de tres maneras a lo largo del tiempo, permitiendo a los particulares la acuñación de
monedas y la fusión cuando lo solicitaban (patrón oro clásico); comprometiéndose los bancos
centrales a cambiar oro por billetes y viceversa por encima de una cantidad mínima (patrón lingote
oro); y comprando o vendiendo divisas de otros países que mantuvieran el patrón oro en una de
las formas anteriormente mencionadas.
Este es precisamente el patrón “cambios-oro” o patrón “divisas-oro”, que llega a adquirir una gran
importancia en los años anteriores a la Gran Depresión en Estados Unidos. La segunda condición,
establece que es necesaria la absoluta libertad de movimientos del oro como condición
indispensable para que el patrón oro tenga un auténtico carácter internacional, ya que de esta
forma se establece una relación entre las distintas divisas a través
del valor del oro. Así pues, el patrón de
“cambios oro” es un sistema en el que los bancos centrales mantienen en sus reservas no sólo
oro, sino también divisas extranjeras, a las que se denomina monedas de reserva, divisas de
reserva o monedas claves.
Para que una moneda sea utilizada como divisa de reserva, debe cumplir una serie de
condiciones, principalmente dos:
1) ser libremente convertible en cualquier otra moneda, o en oro a un tipo de cambio fijo;
En la actualidad, el dólar estadounidense y el euro son las monedas que juegan un papel
predominante en la economía mundial, mientras que algunas otras monedas (como el franco
suizo, la libra esterlina, el yuan chino o el yen japonés) han desempeñado o desempeñan un papel
accesorio, y en todo caso geográficamente limitado, como divisas de reserva.
A mediados de 1944, cuando la Segunda Guerra Mundial aún se encontraba en desarrollo, los
representantes de cuarenta y cuatro países celebraron una Conferencia Monetaria y Financiera en
Bretton Woods, New Hampshire (Estados Unidos), para establecer las bases de lo que sería un
nuevo orden económico y financiero cuando concluyera el conflicto bélico. Los principales
objetivos que se plantearon en la reunión de Bretton Woods fueron 1: 1) Promover la cooperación
monetaria internacional; 2) Facilitar el crecimiento del comercio; 3) Promover la estabilidad de los
tipos de cambio; 4) Establecer un sistema multilateral de pagos; y 5) Crear una base de reserva.
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2) Estabilización monetaria como requisito indispensable para el intercambio comercial. Para
tal efecto se acordó la creación de un organismo específico: el Fondo Monetario
Internacional (FMI), cuya primera función sería la de direccionar un tipo de intercambio de
divisas estable y permanente;
Y como punto no menos importante, en política cambiaria internacional respecto al patrón oro:
Dado que los Estados Unidos de América habían sido el país menos afectado por la guerra, en
contraste con sus contrapartes europeas que se encontraban sumamente endeudadas con éste 5,
además de haber aportado la mayor cantidad de fondos para la creación del Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional, la nación americana tuvo la hegemonía sobre la toma de
decisiones en las políticas y orientaciones sobre estos organismos, quedando supeditados de
facto a los intereses del gobierno estadounidense.
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No es de extrañar por esta razón, que la propuesta del Secretario del Tesoro norteamericano
Harry White se haya impuesto a la del economista británico John Maynard Keynes, quien
planteaba la necesidad de lograr el crecimiento económico en un marco global, para lo cual
formulaba la creación de un Banco Central Mundial, que cumpliera el rol de estabilizador de la
economía mundial y la creación de una moneda universal con las mismas características 6. Por lo
antes expuesto, su propuesta fue rechazada.
El sistema cambiario funcionó, sobre todo en beneficio de los Estados Unidos de América, quien
pudo inundar el mercado con dólares y posicionarse sobre todo sobre la libra esterlina, la otra
moneda preponderante de la época. Con este cambio al patrón oro, el metal se negociaba en dos
mercados: el que usaba el precio de Bretton Woods y el global, que permaneció sin alteraciones;
el diferencial de precios entre estos dos mercados se conocía como la “ventana del oro” y
representaba un gran riesgo para las economías más poderosas, pues mientras mayor fuera el
diferencial de precios, mayores incentivos tendrían países con problemas en la balanza de
pagos para comprar el metal a precio de Bretton Woods y venderlo en el mercado global 7.
Para mantener esta ventana de oportunidad al mínimo, los Estados Unidos, junto con Reino
Unido, Suiza, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Francia, crearon un grupo conocido
como “London Gold Pool”, quien persiguió la estabilización del precio del oro, eligiendo la solución
de ofrecer en el mercado las cantidades de oro necesarias para mantener el precio del metal al
nivel oficialmente señalado; en otros momentos, cuando la evolución de los precios lo permitía, los
países participantes en el grupo adquirían oro con destino a sus reservas monetarias, cuyo
incremento continuaba siendo un objetivo.
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Sin embargo, el sistema paulatinamente comenzó a mostrar síntomas de debilidad, debido a la
insuficiencia de liquidez que estuviera realmente sustentada en el oro, por los desequilibrios de las
balanzas de pagos de los Estados industrializados, las prácticas especulativas y a la falta de
confianza que ello provocaba. Se comenzó a gestar así la percepción generalizada de que el
volumen global de reservas amenazaba con ser insuficiente para sostener un crecimiento
adecuado de la actividad económica internacional 8.
Estados Unidos comenzó a entrar en una crisis de confianza desde principios de los años 1960´s;
con base a un análisis del economista Robert Triffin, quien notó que inevitablemente las reservas
internacionales de los bancos centrales extranjeros crecerían hasta sobrepasar el stock del oro
estadounidense, dado el incentivo de la disparidad entre el precio fijo de 35 dólares por onza
respecto al valor de mercado; lo que ponía en entredicho la capacidad de solvencia del gobierno
norteamericano frente a sus tenedores de bonos 9.
Aunado a ello, la impresión de billetes para poder financiar la Guerra de Vietnam, profundizó el
debilitamiento del dólar; para intentar salvar el sistema, hubo varios intentos por arreglar los
desequilibrios de la balanza de pagos, incluyendo topes a la importación de petróleo, impuestos
especiales a las importaciones y la reducción del déficit del gobierno. Sin embargo, estas medidas
no dieron resultados.
Ante esta situación, en mayo de 1971, la República Federal de Alemania decidió abandonar el
acuerdo de Bretton Woods y dejar flotar el tipo de cambio de su moneda. Al mismo tiempo, otros
países incrementaron su demanda de oro por los dólares que poseían en un ataque especulativo.
Preocupado por la situación que ya se notaba insostenible, el Presidente de los Estados Unidos
Richard Nixon, se reunió con Arthur Burns, presidente de la Reserva Federal; John Connally,
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secretario del Tesoro; y Paul Volcker, subsecretario de Asuntos
Monetarios Internacionales, para decidir el poner fin a la
convertibilidad entre dólares y oro.
Con estas medidas, en los hechos se violarían los Acuerdos de Bretton Woods, lo que produjo una
escalada a nivel mundial de transición a un esquema de libre cambio y/o flotación de las monedas,
y a una reforma profunda al sistema monetario internacional 12.
Con un tipo de cambio que no está atado a una divisa, la mayoría de países capitalistas optaron
por dejarlo flotar en el mercado libremente o en un intervalo, o fijarlo ellos mismos. Por ejemplo,
países como México que durante mucho tiempo fijaron el tipo de cambio e imprimieron billetes en
discordancia con su situación económica interna, sufrieron constantes devaluaciones por los
riesgos de mantener esa paridad. En contraste, un tipo de cambio flotante generalmente permite
absorber de manera efectiva choques externos. El respaldo económico de una moneda ya no sólo
se basa en las reservas de metales, sino también en las acciones, bonos, reservas de divisas y
demás documentos financieros14.
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El proceso de reconversión de la economía estadounidense al esquema de libre flotación le
generó resultados, ya que el dólar, por su posicionamiento histórico, sigue siendo la principal
moneda de reservas del sistema económico internacional, con todo y la aparición del euro. Hay
que señalar su alta participación en el sistema de reservas en el mercado internacional, además
de su papel preponderante en el intercambio comercial; esto es, el hecho que un alto porcentaje
de las ventas de los países exportadores de materias primas se lleva a cabo en la divisa
estadounidense y que la cotización de los commodities se efectúa en dólares15. Por tanto, el dólar
es la divisa que lleva la pauta como factor de referencia para las operaciones financieras a nivel
mundial.
CONCLUSIÓN
En conclusión, podemos decir que es evidente que la búsqueda de asignación de valor real a una
moneda depende de la cantidad de activos tangibles e intangibles que posea la economía de un
país, así como su capacidad para generar confianza en empresarios e inversionistas que desean
sumarle activos económicos y desde luego, obtener beneficios para sí mismos.
BIBLIOGRAFÍA
15
Reyes Konings, op. cit. Página 78.
* García Ruiz, José Luis. Patrón Oro, banca y crisis (1875-1936): Una revisión
desde la historia económica, en Cuaderno de Estudios Empresariales, número 2,
1992. Universidad Complutense de Madrid, España. Consultado el 26 de abril de
2021 en https://revistas.ucm.es/ index.php/ CESE/ article/ viewFile/
CESE9292110057A/11147.
•Reyes Konings, Luís S. La Conferencia de Bretton Woods: Estados Unidos y el dólar como Centro de la Economía
Mundial, en Procesos Históricos. Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela, 2010. ISSN: 1690-4818.
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