50a Caminos Upv
50a Caminos Upv
50a Caminos Upv
Autores
Francisco Pérez Puche
Francisco Ramos Ramis
Vicent de Esteban Chapapría
José Luis Denia Ríos
Luis Pallarés Rubio
Eugenio Pellicer Armiñana
Diseño y maquetación
Enrique Mateo, Triskelion Diseño Editorial
Imprime
Coprint Impresion y Reprografia SL
Telf.: 96 362 42 01
ISBN: 978-84-120619-3-2
Prólogo
En noviembre de 2018 la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos,
Canales y Puertos de Valencia cumplió 50 años. En todo este tiempo, la Escuela
se ha convertido en un referente formativo e investigador indiscutible de la in-
geniería civil y ambiental, no sólo en la Comunidad Valenciana, sino también a
nivel nacional y europeo. La Escuela cuenta con una importante presencia in-
ternacional, tanto de estudiantes como de profesores, así como con convenios
de intercambio y dobles titulaciones con las más afamadas universidades y
escuelas de ingeniería civil y ambiental del mundo. Su prestigio va más allá de
nuestras fronteras. Fue la primera Escuela de nuestro país en obtener la acre-
ditación de la agencia estadounidense ABET, y también ostenta la acreditación
europea EUR-ACE.
En estos 50 años, más de siete mil titulados han concluido los estudios en
nuestra Escuela, excelentemente preparados y muy reclamados por el merca-
do laboral en el que su integración se produce rápidamente. Nuestros titulados
han logrado aportar un alto valor añadido a las empresas e instituciones en las
que han trabajado. Forman parte de los equipos de innovación, planificación,
diseño, construcción, mantenimiento, explotación y gestión de infraestructu-
ras y servicios que nuestra sociedad demanda. Además, están comprometidos
con el medio ambiente y la sostenibilidad, están acostumbrados a trabajar en
equipo y ejercer el liderazgo y tienen una visión global e internacional de la in-
geniería civil, todo ello dentro de la ética y la responsabilidad social necesaria
para ejercer su profesión.
La finalidad de todos estos actos no ha sido otra que dar a conocer nuestras
titulaciones y nuestras profesiones a la sociedad. Pienso que hemos cumpli-
do con creces, no solo por la presencia que ha tenido la Escuela en la prensa
escrita durante este tiempo, con artículos en los periódicos regionales o en
Economía 3, por ejemplo, sino también en la radio (subrayando el premio que
nos concedió la Cadena Cope) y la televisión (destacando la noticia en directo
emitida en el telediario de Antena 3 del domingo en horario de máxima audien-
cia). La propia Universitat Politècnica de València reconoció hace unas sema-
nas nuestra labor otorgándonos uno de los Premios del Consejo Social. Quiero
agradeceros a todos el apoyo incondicional y la colaboración que habéis de-
mostrado a lo largo de estos meses. Lo cierto es que en todos los actos que
hemos organizado nos hemos sentido siempre muy respaldados por vuestra
presencia.
Me gustaría concluir este prólogo con mi visión particular, pero al tiempo holís-
tica y transversal, de nuestra profesión. La Ingeniería de Caminos, la Ingeniería
de Obras Públicas, en definitiva la Ingeniería Civil y Ambiental, no debe centrarse
únicamente en la construcción ni en la obra. Nuestro campo de acción abarca
innumerables posibilidades: la logística, las ciudades inteligentes, la movilidad
de vehículos y personas, la construcción modular, la resiliencia estructural, los
nuevos materiales, el reciclaje y depuración sostenible del agua, las energías
renovables, la eficiencia energética, las emergencias y desastres naturales, el
modelado y la gestión integrada de las infraestructuras, los sistemas de mo-
nitorización, la economía circular, y la integración de las tecnologías digitales,
de la información y comunicación en la gestión de las infraestructuras, entre
otros. La planificación y análisis de la viabilidad de las soluciones que aporta-
mos es un punto crítico para integrar las infraestructuras en el territorio que
nos rodea de modo que se garantice su sostenibilidad, durabilidad y resiliencia,
así como la propia vertebración territorial; de ahí, además, la gran importancia
que adquiere la fase de uso, mantenimiento y explotación de la infraestructura.
En cualquier caso, como Escuela, tenemos que estar atentos a los cambios
futuros que ocurren en nuestro entorno, cada vez más globalizado y exigente.
Estos cambios externos pueden dar lugar a oportunidades internas; siendo su-
ficientemente flexibles, podremos adaptar nuestras materias y titulaciones a
las necesidades sociales y al mercado laboral.
Espero que este libro sea un punto y seguido que traslade a la sociedad la la-
bor que ha realizado la Escuela de Caminos de Valencia durante sus primeros
cincuenta años de historia. Estoy convencido de que en estos próximos años
no sólo seremos capaces de continuar en esta línea, sino de mejorar, tanto
en la formación de futuros profesionales capaces de adaptarse a un contexto
cambiante, globalizado y exigente, como en la generación de innovación tecno-
lógica e investigación puntera y relevante para nuestra sociedad.
Eugenio Pellicer
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ÍNDICE
PRÓLOGO....................................................................................................................... 3
ÍNDICE ....................................................................................................................... 7
2ª Etapa: EVOLUCIÓN
Tiempo de los Directores José Javier Díez González,
Francisco Javier Ramos Ramis y Pedro Fuster García............................... 76
3ª Etapa: CONSOLIDACIÓN
Tiempo de los Directores Joaquín Andreu Álvarez,
José Aguilar Herrando y Vicent de Esteban Chapapría.............................. 94
Última Etapa: CINCUENTENARIO
Tiempo del Director Eugenio Pellicer Armiñana ........................................114
Apenas
medio siglo
Francisco Pérez Puche
(Cronista Oficial de la Ciudad de Valencia)
Esas celebraciones han venido a unirse a otras que han puesto en marcha
otras Escuelas hermanas y, sobre todo, la Universidad Politécnica de Valencia,
que también cumplía sus primeros 50 años.
El libro que el lector tiene en las manos ha nacido con esa doble vocación de
contar la historia del pasado y dejar crónica y resumen de unas actividades. Y
en él me ha correspondido el honor de contar el nacimiento de la Escuela, y de
la Universidad en la que se integra, en el año 1968.
Bajo el título de “50 años”, la Escuela ha hecho una edición especial de lo que
es el resumen de un tiempo, cargado de tensiones en el mundo universitario,
en el que un puñado de hombres tomaron decisiones valientes en beneficio de
una sociedad que anhelaba ya la llegada de la necesaria libertad. Y en la que la
Universidad tomaba la responsabilidad de ir en vanguardia.
En ese clima, valencianos como José Luis Villar Palasí, Vicente Mortes Alfonso,
Francisco Ruvira Senent, Rafael Couchoud Sebastiá o Vicente Delgado de
Molina, entre otros muchos, hicieron posible que se sentaran las bases de
una modernización de la sociedad, en este caso a través de las enseñanzas
APENAS MEDIO SIGLO 13
En este libro, sin embargo, se inserta la conferencia inaugural que el autor tuvo
el honor de pronunciar, invitado por el director de la Escuela, Eugenio Pellicer,
como apertura de las celebraciones del Cincuentenario. En esa charla se inten-
tó reflejar el ambiente de Valencia, de España y del Mundo en aquel año 1968
en el que tantos acontecimientos se dieron cita. Modas, costumbres, visiones
de la vida, carencias y aspiraciones, desfilaron a lo largo de la conferencia.
21 de noviembre de 2017
Conferencia en el 50º Aniversario de
la Escuela de Ingeniería de Caminos
Tal como
éramos
Valencia, España y
el mundo en los 60
Un B-52 abastecido
por un avión cisterna
Porque en los Sesenta, todos los días del año, incluso los festivos, había gigan-
tescos bombarderos B-52 que despegaban de la base de Seymour Johnson,
en Carolina del Norte, para hacer un rutinario viaje de ida y vuelta, de unas 20
horas de duración, hasta la frontera de Turquía con la Unión Soviética. A la
ida, los bombarderos estratégicos eran abastecidos por aviones cisterna de la
base de Zaragoza y a la vuelta recibían combustible procedente de la base de
Morón. Y en una de esas operaciones rutinarias, algo salió mal, los aviones se
tocaron y todo se inflamó. Así es que sobre la costa de Almería vinieron a caer
los dos enormes aparatos, 110.000 litros de combustible en llamas y cuatro
bombas de hidrógeno MARK 28, cargadas con plutonio 239 y cada una con
una potencia de 1’5 megatones.
Sí, el mundo, en los Sesenta, estaba en abierta guerra fría. Nada más terminar
la guerra mundial, el orbe, en frase de Churchill, quedó dividido por un telón de
acero. De modo que se puso en marcha una grandiosa operación de socorro de
Europa, el Plan Marshall, del que España quedó segregada. Hasta la década de
los 50, España quedó aislada diplomáticamente y tuvo que vivir los años más
duros de su posguerra sometida a un modelo de economía de resistencia. Y
solo cuando se inició otra guerra, la de Corea, en 1950, el dictador pudo hacer
APENAS MEDIO SIGLO 17
Durante la prodigiosa década, las dos grandes potencias habían reunido armas
nucleares capaces de destruir el planeta entero veinte veces. Pero sobre ese
cañamazo, el presidente Kennedy propuso un mundo donde la gente coope-
rara para construir la libertad... y fue asesinado en 1963; Martin Luther King
proclamó el sueño de la igualdad racial... y fue asesinado en 1968; y Robert
Kennedy trabajó para afianzar la estabilidad social necesaria... y fue asesinado
poco después. Todos son, medio siglo después, grandes mitos. Como Juan
XXIII, Marilyn, Elvis, Mao y Dylan. Incluso Ernesto Che Guevara fue elevado a
los altares del mito cuando difundía el ideario de la revolución en las selvas de
Bolivia.
Carteles de movimientos
juveniles de 1967
Andy Warhol se atrevió a pintar latas de sopa de tomate Campbells, con la mar-
ca fielmente copiada, y el mundo aplaudió. El pop art rompió tabúes y golpeó
los conceptos burgueses con la contundencia de los puños de Casius Clay. En
el verano de 1967, se acaban de cumplir 50 años, dos calles de San Francisco
–Ashbury y Haight– se convirtieron en la encrucijada del Verano del Amor, el
primer escenario de un movimiento juvenil que se rebelaba contra los concep-
tos viejos de una sociedad que llevó a morir a 58.000 jóvenes norteamericanos
en el lejano Vietnam. Habían nacido los “hippies”, los rebeldes de las flores en
el pelo y la marihuana en el petate, los hijos guapos de los burgueses que pro-
clamaban “haz el amor y no la guerra”.
“De niño pintaba como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar
como un niño”, dicen que dijo Pablo Picasso una vez, metido en traje de baño
APENAS MEDIO SIGLO 19
Serrat y portada
del libro “Cien
Años de Soledad”
cine, claro está, para ver moverse a Sofía Loren en “Matrimonio a la italiana”, o
a Omar Shariff en “Doctor Zhivago”.
El hombre del tiempo con bigote y “Bonanza”. En 1967, Gabriel García Márquez
publicó, “Cien años de soledad”, una novela que trasladaba al lector a un mundo
mágico e inexplorado. Ese mismo año, un ingeniero de Caminos dio el salto a
la literatura y publicó “Volverás a Región”, un espacio recreado, un territorio de
la imaginación, sobre el que construyó un paisaje de literatura áspera y difícil,
desnuda y apta para una España que estaba empezando a anidar, tras el desa-
rrollo económico, la ambición de más importantes cambios.
Menos en las universidades, donde la inquietud iba por barrios y los cursos
casi se perdían a causa de tanta huelga, protesta, carrera delante de los grises
y sanciones a profesores respetados como Tierno Galván y Aranguren. Muy
pronto se vio que la Universidad, y antes las escuelas y los institutos estaban
rompiendo todas las costuras conocidas gracias a un notable crecimiento de
la natalidad. España, donde los padres anhelaban vivir mejor que los abuelos,
aspiraba, además, a que los hijos pudieran superar los niveles de formación de
las generaciones anteriores. Los universitarios españoles, que eran 76.458 en
1960, pasaron a ser casi el triple, 205.602, en el año 1970. Pero en 1980 fueron
640.949 y en 1990 ya habían superado con creces el millón. ¿Qué infraestruc-
turas resisten esas tendencias de crecimiento?
¿Qué pasa en Valencia, cómo está Valencia? En este relato apresurado del gran
cambio, Valencia es una ciudad que, aunque no lo sabe cabalmente, está sa-
biendo aprovechar las oportunidades que le brindó aquella inundación de octu-
bre de 1957. Porque supo sacudirse a tiempo el estupor y la depresión, además
de un millón de toneladas de barro. Y porque en su momento, cuando entendió
que era preciso atreverse a un cambio radical, se vistió con el traje nuevo del
Plan Sur y se aprestó a castigar al viejo río a circular por un cauce nuevo, traza-
do varios kilómetros al sur. Ingeniería, sí; pero con perspectiva de futuro...
El Ayuntamiento de los Sesenta tuvo que ser el de las grandes obras, el del
cemento y la ingeniería: el que venció las dificultades de trazado del túnel de
las Grandes Vías y maravilló a una Valencia que creía que el subsuelo era un es-
pacio intocable. ¿Entonces, es posible construir un Metro aquí? En ocasiones,
fue preciso aplicar una cirugía de hierro: pero se desdobló el puente del Real, el
del Ángel Custodio y el de Aragón, para que nacieran barrios nuevos al norte de
la ciudad y fluyera la circulación por el Camino de Tránsitos y el del Grao. Y se
APENAS MEDIO SIGLO 23
España, en los Sesenta, nos dio el gran estirón. Conquistó el escalón del desa-
rrollo y empezó a sentir que, pese a Franco y el Tribunal de Orden Público, pese
a la censura y la burocracia, la gente empezaba a sentirse con muchas ganas
de paladear la libertad y el desarrollo que ya disfrutaban los vecinos europeos.
– ¿Por qué no somos como ellos de una vez? Habrá que desatar, cuando
llegue el momento, todo eso que está tan bien atado.
Por fortuna, la ingeniería no estuvo sola. Y la Valencia de los sesenta hizo ra-
zonablemente bien los deberes de preparar la ciudad en el ámbito de la edu-
cación y la sanidad. En 1967, los valencianos empezaron a familiarizarse con
la maqueta de lo que habría de ser una Ciudad Sanitaria nueva, bautizada en
su momento como La Fe. Mientras tanto, en diez años, el Ayuntamiento cedió
más de 172.000 metros cuadrados de suelo con destino educativo. En dos
fases, antes y después de 1960, Valencia fue dotada de una veintena de cen-
tros escolares. En diciembre de 1966 la ciudad tenía pupitres disponibles para
100.000 escolares en primaria.
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Mientras tanto, una política similar resolvió razonablemente las crecientes ne-
cesidades de enseñanza media. Seis institutos, más trece centros dedicados
a las enseñanzas profesionales y artísticas, abordaron el déficit. En los sesen-
ta, Valencia tuvo Escuela de Comercio y de Idiomas, de Artes y Oficios y de
Magisterio, de Bellas Artes y de Formación Profesional. Y cedió suelo en el
Racó de l’Olla, para una Universidad Laboral que luego, por fortuna, terminó por
asentarse en el secano de Cheste.
Eran la fruta del tiempo. En mayo de 1968 nació otro gran mito de la déca-
da. París reclamó la atención del mundo en el curso de unas revueltas estu-
diantiles, que enseguida fueron también obreras, que pusieron en jaque a la
República del presidente Charles De Gaulle. Esos meses de vino y rosas, de
pancartas, adoquines y barricadas, evocados al calor de un recuerdo nostálgi-
co, siguen teniendo el aura de un momento fulgurante de la década y del siglo
XX. Una generación entera, a través del filtro mágico de París, dijo que quería
y debía ser escuchada por los mayores, porque el mundo estaba cambiando.
31 de diciembre de 2017
“Tienda de campaña”. Las Provincias
Villar Palasí
Crear la Politécnica merece un homenaje que Valencia todavía debe.
¿No será que la Transición tuvo personajes visibles ya en los sesenta?
Que no se me vaya a olvidar, antes de que acabe el año, dar recuerdos a esa
inteligencia superior que, velando por nuestro equilibrio político y sentimental,
ha propuesto retirar de una serie de colegios e institutos el nombre de José
Luis Villar Palasí. Le deseo lo mejor para el año entrante; le deseo paz, libros y
lecturas. Y le deseo también que sin esforzarse mucho, consulte bien
quién pudo ser esa persona, qué pudo hacer en vida y por qué él,
precisamente él, fue galardonado con ese premio, de pequeño
coste pero grande en su proyección, de bautizar con su nombre
siete centros escolares valencianos.
¿No será que se quiere olvidar su huella porque aquella Ley General de
Educación de 1970 no fue tan mala? ¿No será que los siete centros valencianos
que llevan su nombre son fruto de una Transición que los construyó a pesar de
las angustias de la crisis económica y los trasiegos del parto democrático? ¿No
será, además, que la Transición ya era visible en gestos, talantes y actitudes
durante los años sesenta?
Con todo, hay un mérito en Villar Palasí que exigiría no ya la inocente presencia
de su nombre en unas escuelas, sino algo de peso, reconocimiento y contun-
dencia académica mayor. Me refiero, claro está, a la creación de la Universidad
Politécnica de Valencia, de la que se van a cumplir cuadro décadas en el año
que llama a la puerta. Hacer lo que él hizo para su querida Valencia, en medio
de la crisis estudiantil europea de Mayo del 68, fue sencillamente heroico. Y
Valencia no se lo ha reconocido todavía.
APENAS MEDIO SIGLO 29
3 de mayo de 2018
“Tienda de campaña”. Las Provincias
Un artículo
Hace 50 años se abordó la frustración valenciana ante el
II Plan de Desarrollo: era el eterno “no nos quieren”
El día en que fundó este periódico, Teodoro Llorente escribió que “Valencia tie-
ne desgracia en las altas regiones gubernamentales” y abrió al mismo tiempo,
una especie de escuela psicológica que lleva siglo y medio formando alumnos
melancólicos. Los valencianos, que junto con el Micalet heredamos esa con-
dición asumida de que “Madrid no nos quiere”, no somos un pueblo genéti-
camente conformista. Ni asustadizo. Sabemos, con plena consciencia, lo que
con nosotros se hace mal, e incluso tenemos claras recetas sobre cómo reme-
diarlo; lo que ocurre es que cuando empezamos a vivir en esta parte perfecta
del mundo, es tanta la suerte que entendemos que acabamos de alcanzar...
que pedir más ya se nos antoja una osadía.
Hace 50 años, al hilo del libro de Servan Schreiber, abucheado por cierto en
la Universidad de Madrid, nuestro director, José Ombuena, escribió un artícu-
lo, titulado “Valencia, ante el desafío”, donde abordó el pesimismo que estaba
creciendo en torno a nuestra economía a la luz de los hipotéticos olvidos del
II Plan de Desarrollo. Una vez más, los valencianos –y el artículo lo pulsa de
manera magistral– volvíamos a utilizar el registro pesimista.
Desde luego que el autor del artículo que publicamos el día de la Virgen de 1968
se inclinó por aplicar la medicina que siempre nos ha sido más recomenda-
ble: menos melancolía y más ponerse a las gachas. “Valencia atesora energías
bastantes para superar la prueba. La empresa es nuestra y debe ilusionarnos”,
escribió Ombuena. Que remató: “El mundo cambia ante nuestras miradas y no
tenemos derecho a desfallecer”.
APENAS MEDIO SIGLO 31
19 de mayo de 2018
“La Valencia que yo he vivido”. Las Provincias
El parto de la
Politécnica
Las cosas andaban muy revueltas en la Universidad desde principios de 1968.
Cuando el 20 de enero un estudiante lanzó un crucifijo contra los “grises” desde
una ventana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Complutense, la sensa-
ción de que los campus eran un territorio ingobernable se estaba extendiendo
con creciente preocupación. A finales de marzo, el ministro de Educación y
Ciencia, el venerable investigador Manuel Lora Tamayo, cayó enfermo, quién
sabe si de melancolía; una enfermedad a la que contribuyó mucho un editorial
de “ABC” que le dejó políticamente desahuciado.
Se hacía preciso cambiar. Era urgente erradicar las tensiones de una Universidad
que se encrespaba a ojos vista por todo cuanto ocurría: la ofensiva del Tet en
Vietnam, el desafío de Serrat a Fraga con su “La, la, la...” en catalán, el asesinato
de Martin Luther King, la creciente tensión en las universidades alemanas, bel-
gas y francesas... Pero ante el pasmo general, el dictador lió los bártulos y se
fue a pescar al río Eo, lejos del mundanal ruido...
En Valencia se recibió la noticia con una cortés frialdad, como en toda España.
Sobre todo porque el ministro, en su toma de posesión, dijo que aspiraba a
cambiar la universidad sin claudicaciones y a romper la tendencia de un país
que no creaba universidades nuevas desde hacía medio siglo. Pero contra los
que le tachaban de técnico, el recién llegado exhibió un reto: “Es fundamental-
mente la solución política la única que podrá curar una enfermedad política,
porque otra cosa no sería sino engañarnos a nosotros y engañar a los demás”.
El 22 de mayo de 1968, un José Luis Villar Palasí con pocas horas de sue-
ño y muchas emociones acumuladas, vio aprobado en el consejo de minis-
tros un decreto-ley, “sobre medidas urgentes de reestructuración universitaria”
por el que se creaban tres universidades nuevas y dos Institutos Politécnicos
Superiores, uno en Barcelona y otro en Valencia. Acababa de ver la luz un recién
nacido, el IPS, más tarde Universidad Politécnica. Lo inauguramos oficialmen-
te, el 17 de junio de 1970, Franco y yo mismo. Él hizo su trabajo y yo el mío,
naturalmente.
APENAS MEDIO SIGLO 35
26 de mayo de 2018.
“La Valencia que yo he vivido”. Las Provincias
Don Rafael
Couchoud
Convocar una rueda de prensa, en Valencia, un 20 de agosto, es una candidatu-
ra firme a hablar en medio del desierto. Pero el recién nombrado presidente del
Instituto Politécnico Superior, Rafael Couchoud Sebastiá, tenía más moral que
el Alcoyano y en una fecha tal cual del ya lejano 1968, tres o cuatro periodistas
nos dimos cita en la puerta de su despacho, un rincón habilitado en aulas pro-
visionales de la antigua Escuela de Agrónomos, en Blasco Ibáñez.
Según el tiempo ha desvelado, Vicente Mortes informó a Francisco Ruvira del se-
guro nombramiento de Rafael Couchoud como presidente del IPS valenciano ya
en junio, cuando su nombre estaba siendo “preconizado”. El paternero, que desde
la comisaría del Plan de Desarrollo controlaba Valencia entera, venía trabajando
mucho, desde 1966, junto con el alcalde Rincón de Arellano, para
impulsar la vida universitaria. Así es que no debe extrañar que
fuera él quien deslizara el nombre de un ingeniero de Caminos
valenciano –Mortes también lo era– que había tenido impor-
tantes responsabilidades en materia de obras hidráulicas.
Couchoud, al que luego tuve la ocasión de entrevistar dos o tres veces más, era
un hombre tan suave como convincente, tan seguro como capaz de generar
confianza. Vestía de gris oscuro y usaba chaleco en invierno: una corbata ne-
gra finísima y sus enormes gafas de concha caracterizaban un rostro de cejas
pobladas y bigote fino a lo Clark Gable. Las primeras sábanas que yo puede ver
de los primitivos ordenadores de tarjetas perforadas eran su más sólido argu-
mento de trabajo... Invertía a futuro, con los datos que cada noche irradiaba la
Escuela de Investigación Operativa del profesor Lorenzo Ferrer.
–
Queremos que en vez de empujar, sea Valencia quien nos empuje
¿sabe usted?
13 de abril de 2019
“La Valencia que yo he conocido”. Las Provincias
Eduardo Primo
Yúfera
De repente, cuando buscas un libro que sientes muy preciso te aparece otro
que no esperabas: un trabajo del profesor Eduardo Primo Yúfera (1918-2007)
titulado “La investigación: un problema de España”. Que adelantaba, hace casi
40 años, todo lo que en este tiempo se dice y se vuelve a decir sobre los proble-
mas de la investigación; sobre el eterno abandono presupuestario y el aparente
desdén social por la ciencia en nuestro país. Lo abro al azar y don Eduardo está
ahí, certero como una flecha: “La Universidad ha de plantearse esta cuestión:
¿para qué estoy preparando a cada alumno?”.
Se lo estaba diciendo, claro, a los nuevos políticos democráticos. Pero una dé-
cada antes, en la entrevista de 1970, ya aseguraba que las regiones más ade-
lantadas eran las mejor pertrechadas en el campo científico. Aunque, cuidado,
que no pedía recursos por pedirlos, sino que pregonaba la necesidad de que el
investigador se hiciera acreedor de la atención de la sociedad. Cuando el perio-
dista habló de más medios, el prudente don Eduardo alegó que “los medios no
se los regalan a uno”. “Hay que ir demostrando que los medios se van a apro-
vechar bien (...) tampoco vamos a esperar que sobre una promesa de trabajo
nos den inmediatamente los medios que hacen falta. Hay que conquistarlos”.
14 de junio de 2018
“Tienda de campaña”. Las Provincias
El tiempo
Cincuenta años después de la fundación, sociedad y Universidad
Politécnica siguen estando obligadas a colaborar y entenderse
Pocas confesiones más conmovedoras que las del hoy profesor emérito Manuel
López Pellicer, en el acto académico del 50º aniversario de la Universidad
Politécnica de Valencia. Jóvenes, principiantes... y con agallas, hay que añadir.
Con valor y responsabilidad para dar la talla ante una exigencia moral que a
Valencia se le puso delante, en el año 1968, y a la que supo responder positiva-
mente como es fácil comprobar si volvemos la vista atrás.
12 de junio de 2018
“Tienda de campaña”. Las Provincias
Para mí, quizá debido a mi edad, la Fiesta de la Ingeniería tuvo un plus de emo-
tividad: ver en el centro de la Plaza una gigantesca máquina pavimentadora de
Pavasal me rescató viejos tiempos perdidos: para empezar la evidencia de que,
por encima de modas y tendencias, de carriles, patinetes y bicicletas, la ciudad
es –o al menos era antes de la llegada de las Verdades Reveladas– el reino del
asfalto. No porque avanzaba al servicio de los coches, sino porque mejoraba
al compás del asfalto, que era divisa de desarrollo. Porque aunque parezca in-
correcto diré que hubo un tiempo, no muy lejano, en que los periodistas, y los
dirigentes de las entidades vecinales también, seguíamos con alborozo el trabajo
de las máquinas –de Pavasal o de Cleop– que extendían asfalto caliente sobre
charcos donde se criaban ranas y baches donde el Ayuntamiento había perdido
la vergüenza.
Amamos mucho la bicicleta, es verdad; pero, como no podía ser de otra mane-
ra, la primera noticia de la nueva televisión À Punt, ha sido la de la carencia de
infraestructuras que padece un Reino tan viejo que todavía parece ir en carreta.
La falta de carreteras gratuitas, la mala calidad de los ferrocarriles, las carencias
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Como es bien sabido, todo niño valenciano viene al mundo con una enorme
deuda financiera bajo el brazo derecho y una grave carencia de infraestruc-
turas en la axila izquierda. Sin embargo, jornadas como las del domingo, la
exitosa “Ingeniería en la calle” promovida por Eugenio Pellicer, son necesarias
para completar la labor que a diario hacemos las familias y las escuelas con
nuestros retoños y retoñas. El domingo, en la plaza, se vio viva la didáctica:
– Mira, nene: eso es un puerto al que llegan camiones por el norte y por el sur.
Y eso es una autopista como las que hay en otros sitios: sin peaje...
25 de septiembre de 2018
“Tienda de campaña”. Las Provincias
El Rey en la
Politécnica
Los 50 años de vida de la universidad valenciana son un ejemplo de
calidad y esfuerzo que hay que seguir
En un clima social que se puede calificar como superficial, frágil y falto de re-
ferentes, la Universidad se nos presenta, al menos en el ámbito de los ideales,
como una de las pocas instituciones todavía respetables. Tiene serios defec-
tos, y no pocos problemas. Pero su vocación, puesta al servicio del conoci-
miento y la ciencia, nos la presenta como uno de los pocos asideros morales
dignos de imitación.
El rey Felipe VI viene hoy a Valencia para inaugurar el curso en las 77 univer-
sidades españolas –51 públicas y 26 privadas– en un acto académico que va
a celebrarse en el paraninfo de una universidad valenciana, la Politécnica, que
precisamente este año está cumpliendo medio siglo de existencia.
El gesto del Rey Felipe al señalar el Campus de Vera como el lugar de referencia
para el comienzo oficial de las tareas universitarias españolas en 2018 tiene
un significado especial. Nos está diciendo que los 50 años de la Politécnica
de Valencia son un ejemplo a seguir. Y también que la visión de sus creadores
–que anticiparon varios años el impulso de la Transición en las aulas– estaba
señalando que poco se puede hacer de bueno en España, poco se puede pro-
gresar, sin contar con sus universidades.
Nadie mejor que el rector, Francisco Mora, para hacer, en su discurso de hoy, el
resumen de lo ocurrido en medio siglo de búsqueda de la excelencia académi-
ca. Y para dar noticia, también, sobre el estado de ánimo de unas universidades
que necesitan avanzar en calidad, esfuerzo, rigor y transparencia al servicio
de una sociedad que las sostiene porque valora sus beneficios, reconoce sus
méritos y admira sus logros. Y desde luego, por encima de comportamientos
minoritarios que han sido aislados a tiempo y castigados por la sociedad.
APENAS MEDIO SIGLO 45
8 de noviembre de 2018
“Tienda de campaña”. Las Provincias
Al servicio de la
sociedad
Tras la larga crisis económica, una profesión antigua, la Ingeniería Civil,
busca reubicarse en un tiempo nuevo
Sin embargo, en los últimos diez años, la ingeniería civil ha sido una de las
profesiones que más ha sufrido los rigores de la crisis económica. La caída
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La Escuela y
sus personas
Francisco J. Ramos Ramis
1ª Etapa: GÉNESIS
(Origen y principio de algo. Serie encadenada de hechos y
de causas que conducen a un resultado)
El instante inicial
Visto por quien no tenga conocimiento de lo que supone crear, extender y con-
solidar una nueva titulación universitaria como la de Ingeniero de Caminos,
Canales y Puertos, sería bastante natural pensar que si la cosa salió bien fue
por pura casualidad o por una favorable conjunción de las fuerzas del destino.
Ni una cosa ni otra. La experiencia dice que este tipo de empresas, de tal com-
plejidad y con tal cantidad y variedad de parámetros en juego y, además, par-
tiendo de cero, es imposible que salgan bien por ninguna de las dos causas
citadas.
En efecto, la base fundamental sobre la que se pudo cimentar el éxito que tuvo
–tiene y tendrá– nuestra Escuela estuvo en el factor humano. O sea, en la acer-
tada elección inicial de su profesorado, sin olvidar al personal de administra-
ción y servicios.
Y el mérito de este éxito hay que atribuírselo a los dos primeros Directores de
la Escuela y a sus equipos de Dirección que, además, contaron con el apoyo
Eran aquellos momentos los de la ejecución de la Solución Sur, el desvío del río
Turia, que era la mayor obra pública ejecutada en Valencia. Por eso no es de
extrañar que los protagonistas de aquella obra, José Soler, Juan Sancho-Tello,
Vicente Fullana, y el propio Rafael Couchoud, tuvieran un lugar destacado en la
creación de la Escuela, como se verá a continuación.
Creó una Escuela con un sello de especial seriedad y trabajo, que ha perdurado
a lo largo de estos 50 años. Se exigió muchísimo a sí mismo buscando siem-
pre la mejor calidad de la docencia y el óptimo funcionamiento de todos los
estamentos de la Escuela, con el propósito último de llevar la Institución a las
máximas cotas de reconocimiento universitario y social.
Había sido Subdirector Jefe de Estudios con Vicente Delgado de Molina siendo
su mano derecha en la labor cotidiana de la Jefatura de Estudios.
Estos dos Directores, Vicente Delgado de Molina y José Soler Sanz, contaron
con la colaboración, en sus equipos de Dirección, de personas tan valiosas y
entregadas como ellos como son:
En efecto, los riesgos eran enormes pues, lógicamente, fue necesaria la incor-
poración y coordinación de un importante conjunto de nuevos profesores para
la puesta en marcha del primer Plan de Estudios con estructura semestral y a
ritmo muy rápido en la medida en la que, cada seis meses, se implantaba un
nuevo curso de dichos estudios hasta completar 10 semestres.
Este planteamiento estuvo operativo hasta que en 1975 entraron en vigor nue-
vos Planes de Estudios, totalmente diferenciados para cada una de las cuatro
Escuelas Técnicas Superiores, en los que se pasó de cursos semestrales a cur-
sos anuales.
Pues bien, de acuerdo con los datos existentes los profesores de nuestra Escuela
que impartieron las asignaturas de los primeros seis semestres del Plan semes-
tral inicial fueron los que se citan en los párrafos siguientes, con la salvedad de
que en el caso de materias básicas y comunes a las cuatro carreras se citan,
solo, aquellos profesores que quedaron asignados a la Escuela al implantarse
los semestres 7º a 10º y en las reformas posteriores de Planes de Estudio.
Vicente Fullana Serra Antonio Betrán Villafría Rafael del Moral Carro
58
Los Príncipes de Asturias con la promoción de 1975 y Rafael Couchoud, con motivo del
nombramiento de la Princesa Sofía como madrina del Paso del Ecuador (Febrero, 1972)
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 59
Palao Morell, Ayudante de Obras Públicas, que era como se llamaba entonces
a los Ingenieros de Obras Públicas, como profesor de prácticas de la misma
materia. De la Geometría Descriptiva se encargó Miguel Bori Pérez, Ingeniero
de Caminos, como Profesor Encargado de Curso.
No es posible resistirse aquí a citar una frase – dicha casi en forma de senten-
cia – que un entrañable profesor de nuestra Escuela, José Luis Adalid Elorza,
pronunció al final de un extenso debate sobre las bases que debería tener todo
Plan de Estudios de nuestra Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Dijo:
“Prescindiendo de los matices, no hay que perder de vista que nuestra carrera es
Matemáticas y Física aplicadas”.
Tras esta pequeña digresión debemos continuar, ahora, con los profesores de
las materias que podrían catalogarse como materias básicas, pero ya espe-
cíficas, de nuestra Ingeniería. Es decir, las que en el Plan semestral se impar-
tían de 4º a 6º semestre. Son las materias que después de un primer escalón
puramente básico configuraban el escalón intermedio necesario para abordar,
después, el último correspondiente a las materias totalmente propias de la
Ingeniería de Caminos.
Así, el primer nivel de las materias del área de Estructuras se asignó a Rafael
Ramón-Llin García, que impartió la Resistencia de Materiales, Elasticidad y
Plasticidad. Era un joven Ingeniero de Caminos que amplió estudios en el Reino
Unido para posteriormente llegar a Catedrático. En su haber está el hecho de
haber sido el primer Director del Departamento de Mecánica de los Medios
Continuos y Teoría de Estructuras al implantarse la nueva estructura departa-
mental de la Universidad unos años después.
Para los niveles más altos los Profesores Encargados de Curso fueron Manuel
Sanchez-Robles Beltrán, también Ingeniero de Caminos que, así mismo, se en-
cargó de los primeros tiempos de la docencia de la materia de Puentes con
Luis Muñoz Campos.
Luis Ortí Darás, que por razones profesionales tuvo que abandonar la docen-
cia en la Escuela relativamente pronto. Ello propició que pasara a ocupar-
se de la Hidráulica un profesor que ya ha sido citado antes en el marco del
Departamento de Matemáticas: Alfredo Burguera Cerveró, que pasó de impar-
tir Cálculo Infinitesimal a la docencia de la Hidráulica para lo cual le avaló su
enorme experiencia en proyectos de obras hidráulicas adquirida por su labor
profesional como Ingeniero en la Diputación Provincial de Valencia. Un tiempo
después llegó a ser Catedrático de esta materia en la Escuela de Ingenieros de
Caminos de Santander aunque, afortunadamente, pudo conseguir el traslado a
nuestra Escuela un par de años después.
Antonio Palao Morell José Luis Adalid Elorza Manuel Chueca Pazos
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 63
Para terminar con las asignaturas de este escalón intermedio del Plan de
Estudios hay que apuntar que en el 4º semestre se incluía una asignatura
muy interesante y muy novedosa para la época. Era el Cálculo Numérico y
Electrónico que fue impartido por Vicente Carot Alonso, Ingeniero Agrónomo
y profesor de la Escuela de Ingenieros Agrónomos que, posteriormente, fue
Rector de nuestra Universidad.
Finalmente, hay que concluir este recuento de los primeros profesores de nues-
tra Escuela con aquellos que fueron encargados de la docencia de las materias
totalmente específicas de la titulación y que componían, en el Plan de Estudios
semestral vigente, los semestres del 7º al 10º. Como se verá inmediatamente,
una buena parte de los profesores que se encargaron de estas materias ya lo
hicieron con la experiencia adquirida por la docencia desarrollada previamente,
tanto en materias básicas –semestres 1º a 3º− en algunos casos, como en
materias básicas específicas –semestres 4º a 6º− en otros.
En efecto, los primeros profesores que impartieron las materias de los semes-
tres 7º a 10º, a medida que se iban implantando, fueron los que se citan a
continuación en las diferentes áreas.
Por último, Luis Bermejo Zeropa, que ya había sido Profesor Encargado de
Materiales de Construcción en un semestre anterior, se hizo cargo de la asig-
natura de Edificación y Prefabricación de 9º semestre aportando su gran ex-
periencia profesional. Unos años después de estos inicios de su labor docente
consiguió la plaza de Catedrático de Universidad en el área de Proyectos.
Por lo que se refiere a los dos niveles de las Estructuras Metálicas –uno obli-
gatorio de 8º semestre y otro optativo de especialidad en 9º semestre– los
66
impartió otro gran profesional del mundo del cálculo de estructuras, Luis de
Andrés Mir, Ingeniero de Caminos con una experiencia inigualable en materia
de Estructuras Metálicas obtenida por sus años de trabajo en una importante
empresa de ingeniería valenciana.
José Luis Ripoll García Manuel Rechea Alberola Juan J. Cholvi Puig
Pedro Cavadas Cobos José María Añón Calabuig José Sancho-Tello Baguena
En el mismo sentido que las materias de los párrafos anteriores, para comple-
mentar la formación técnica específica de la Ingeniería de Caminos, el Plan de
Estudios incluía una materia del área que podría llamarse área energética como
era la Física Nuclear como asignatura obligatoria de 8º semestre. La impartió
Vicente Serradell García, Ingeniero Industrial que unos años después consi-
guió la Cátedra de Ingeniería Nuclear de la Escuela de Ingenieros Industriales
de nuestra Universidad.
Para concluir los estudios, una vez aprobado el 10º semestre, cada alumno
proponía un Proyecto Final de Carrera a desarrollar por él mismo de modo que
la propuesta debía ser admitida por una Comisión de profesores de las mate-
rias específicas. Una vez terminado el Proyecto y entregado en la Secretaría
de la Escuela se procedía a su evaluación por la Comisión, tras el informe del
ponente designado en cada caso. Con la aprobación del Proyecto, el interesado
ya podía iniciar los trámites administrativos para obtener el ansiado y soñado
título de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
70
Y así era el Plan semestral en el que, además, había que aprobar el semestre
completo para pasar al semestre siguiente y en el que, en los primeros semes-
tres, había un examen parcial cada semana, primero los sábados y después los
lunes. Entre los que sufrieron este Plan es común la opinión de que el estado
de tensión continuado y acumulativo producía, en algunos casos, estados de
ansiedad difícilmente soportables.
Anécdotas aparte, entre los que vivieron dicho Plan también es común la opi-
nión de que la formación recibida y el aprendizaje para convivir cotidianamente
con el “estrés” producido por el sistema, fue muy útil para salir al ruedo de la
vida profesional y no arrugarse ante ningún reto.
por la idea de atraer a profesionales del entorno geográfico, tanto del sector
público como del privado, cuyos currículos respondieran a dos exigencias bá-
sicas: merecido prestigio y experiencia profesionales y garantizado sentido de
la responsabilidad.
Seguramente estas fueron las razones por las que, a pesar de no tener experien-
cia docente alguna, en general, estos profesores pioneros salvaron muy digna-
mente la situación y además, con el tiempo, demostraron su alta capacidad aca-
démica − tanto docente como investigadora − en tanto que una buena parte de
ellos consiguió llegar a Catedrático de Universidad en las correspondientes opo-
siciones que se fueron convocando a finales de los 70 y en los años sucesivos.
Pues bien, con estos profesores que llegaron a Catedráticos y con el resto
del primer profesorado se consiguió el principal objetivo para el que había
sido creada la Escuela, pues de ella empezaron a salir las primeras promo-
ciones de titulados a partir de 1973. Y, sin duda, el resultado obtenido fue
satisfactorio pues los nuevos profesionales formados en nuestra Escuela se
integraron en el mercado laboral, y más tarde a distintos organismos de la
Administración, sin nada que envidiar a los de otras procedencias con mayor
tradición y solera.
Se trata de dos casos singulares que requieren una referencia especial. Uno
de ellos es José Manuel Benet Granell que fue nº 1 de la primera promoción.
Aunque en sus primeros tiempos de recién titulado se dedicó a la empresa
privada, pronto dejó esa actividad para dedicarse enteramente a la Escuela.
Tenía una capacidad de trabajo insuperable que puso al servicio de la Escuela
sacrificando, muchas veces, sus intereses particulares en beneficio de la
misma. Ello le permitió simultanear su labor docente con la creación de un
Centro de Cálculo de la Escuela, pionero en la Universidad, y con las labores
del cargo de Secretario en el equipo de dirección de José Soler Sanz. Un tiem-
po después, su personalidad se proyectó al ámbito de nuestra Universidad
ejerciendo el cargo de Secretario General de la misma. Todos los que le co-
nocieron coinciden en que habría llegado a la cota máxima académica de
Catedrático de Universidad –de Ingeniería Sanitaria en su caso– si una enfer-
medad temprana no le hubiera acortado el tiempo necesario para conseguir-
lo. La Universidad reconoció su influencia en la misma con un busto ubicado
en el paseo principal del Campus.
Incorporaciones posteriores
En efecto, José Javier Díez González se incorporó, desde Madrid, para impartir
la asignatura de Puertos ganando, posteriormente, la Cátedra de dicha materia.
Como se dirá después con más detalle, sucedió a José Soler como Director de
la Escuela.
José Luis Adalid Elorza, Ingeniero del Servicio de Vigilancia de Presas del
Ministerio de Obras Públicas de Madrid, vino a impartir la asignatura de Presas
llegando, también, a Catedrático de dicha materia. Le gustaba aportar toda su
experiencia profesional y humana para ser de utilidad en momentos importan-
tes de la Escuela. Después de la creación de la nueva estructura departamental
de la Universidad ejerció el cargo de Director del Departamento de Ingeniería
Hidráulica y Medio Ambiente.
Finalmente hay que anotar al profesor Enrique Pallarés Huici, joven Ingeniero
de Caminos especializado en un tema no muy común entre los Ingenieros de
Caminos como es la Termodinámica.
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 75
De acuerdo con lo relatado hasta aquí, hay que destacar uno de los aspec-
tos que, visto con perspectiva, no deja lugar a dudas al reconocimiento del
buen hacer de los dos primeros equipos de Dirección de la Escuela pues
consiguieron crear un cuerpo de profesores que, además de contar con
un buen prestigio profesional como Ingenieros, tanto en Organismos de la
Administración como en Empresas privadas, se labraron un buen prestigio
académico pues una buena parte de ellos, como se ha visto, consiguió el
título de Catedrático de Universidad en las correspondientes oposiciones que
se fueron convocando.
En esta primera etapa que se está reseñando –de 1968 a 1981– se produce
un hecho que conviene recordar en relación con la incorporación de la mujer a
la Ingeniería de Caminos que había sido considerada hasta entonces, e incluso
hasta bastante tiempo después, como una profesión de hombres.
2ª Etapa: EVOLUCIÓN
(Serie de transformaciones continuas que va experimentando un todo y los
entes que lo componen)
Con el comienzo de esta etapa se entró en un período que podría ser cataloga-
do como de inflexión, teniendo una cierta personalización en el tercer Director
de la Escuela, es decir: José Javier Díez González, Director desde mayo de
1981 hasta marzo de 1984, Catedrático de Puertos procedente de la Escuela
de Madrid.
Debe tenerse en cuenta que el hecho de que una buena parte de los primeros
profesores de la Escuela, así como de los incorporados más tarde, obtuvieran
las plazas de Catedrático de Universidad cuando se convocaron a oposición
al final de la etapa anterior, fue importantísimo para la evolución posterior de
la plantilla de profesorado y, por tanto, para la propia Escuela. En efecto, estos
recientes Catedráticos pudieron dedicarse, aparte de la docencia, a la dirección
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 77
Después del mandato como Director de José Javier Díez comenzó un período
de cierto desasosiego por el endurecimiento paulatino de las condiciones para
otorgar concesiones de compatibilidad para desempeñar dos cargos, simul-
táneamente, en la Administración. Ello afectaba a los profesores, la mayoría
ya Catedráticos, que simultaneaban su labor docente e investigadora en la
Escuela con el ejercicio de la profesión de Ingeniero en distintos organismos
de la Administración, tanto del Estado como provincial o local.
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 79
Objetivamente, la situación que creó la citada Ley fue altamente peligrosa para
la Escuela pues podían producirse, repentinamente, las bajas de Catedráticos
de la talla de José Soler, Vicente Fullana, Alfredo Burguera, Antonio Palao, José
Luis Adalid, Andrés Sahuquillo, Marcelino Conesa y Luis Bermejo, por ejemplo,
afectando a asignaturas de la importancia de Cálculo de Estructuras, Hidráulica
e Hidrología, Obras Hidráulicas, Ingeniería Sanitaria, Presas, Hidrogeología,
Caminos y Proyectos. ¿Puede uno imaginarse qué hubiera ocurrido si estos
profesores hubieran abandonado la docencia para dedicarse a sus otros pues-
tos en la Administración?.
Siendo importante lo anterior hay que destacar, también en esta etapa, la crea-
ción de una nueva estructura departamental basada en lo que se denomina-
ron Áreas de Conocimiento que dio lugar a Departamentos formados por pro-
fesores de las distintas Escuelas de la Universidad que compartían Área de
Conocimiento. Esta nueva estructura se reguló por un Real Decreto de 12 de
80
diciembre de 1984. Para las Universidades de menor tamaño, entre las cuales
estaba la nuestra, se dio un período transitorio hasta 1987 por las dificultades
en cumplir todos los requisitos que se exigían para formar un Departamento.
bien y con muy buenos resultados durante muchos años. De hecho, con el
tiempo, este acuerdo se convirtió en un convenio de reconocimiento de doble
titulación.
Como Secretario de la Escuela ejerció, en una primera etapa, José Ferrer Polo,
de la promoción de 1977. Era profesor de Ingeniería Sanitaria y aportó al equipo
sus dotes de organización y sistematización de la actividad administrativa. En
una segunda etapa fue relevado como Secretario por José Aguilar Herrando,
de la promoción de 1978 y que, en aquel momento, era profesor de Puertos.
Como se verá más adelante, casi todos los componentes de este equipo tu-
vieron, con el tiempo y cada uno en su ámbito, una relevancia extraordinaria
en la evolución de la Escuela hacia niveles de reconocido prestigio tanto en el
mundo interno universitario como en el exterior.
Por último, durante todo su mandato Francisco Javier Ramos contó con la co-
laboración de Pilar Ramón Amer como secretaria personal de dirección.
Al final del mandato de Francisco Javier Ramos y como situación inicial para
su sucesor en la Dirección, se daban dos hechos importantes a los efectos de
la configuración futura de la Institución. En efecto, por una parte los profesores
afectados por la Ley de Incompatibilidades estaban estrenando su dedicación
exclusiva a la Escuela aumentando con ello el potencial de la misma en to-
das sus facetas de actividad y, por otra, ya se habían constituido los nuevos
Departamentos con los que se prometía la formación de equipos humanos con
la máxima capacidad productiva posible, aprovechando el efecto multiplicador
de las capacidades individuales y la optimización de los recursos materiales
existentes.
Por otra parte, las novedades planteadas por la reciente Ley de Reforma
Universitaria suponían una flexibilización económico-administrativa, con un
claro estímulo a la producción científica y técnica de cara al exterior, al estable-
cer la posibilidad de incrementos de los ingresos económicos del profesorado
tanto por contratos de investigación como de transferencia de tecnología. Sin
duda, para el profesorado de Escuelas Técnicas este nuevo marco legal fue el
punto de partida para un incremento notabilísimo de la interacción con el me-
dio socioeconómico de la que empezaron a beneficiarse ambas partes.
En resumen, la situación se resumía en dos hechos. Por una parte, los pro-
fesores habían pasado a depender orgánica y funcionalmente de los nuevos
Departamentos y, por otra, la nueva legislación les estimulaba a multiplicar su
actividad contractual científica y técnica hacia el exterior. El peligro subyacente
a la convergencia de estos dos hechos era claro. Podía resentirse la docencia
84
por quedar esta actividad relegada a un segundo plano sin que la Escuela tuvie-
ra competencia directa sobre la organización del profesorado.
Como anécdota que está en la línea de ese peligro, puede citarse el comentario
espontáneo que pudo oírse de un profesor que había estado trabajando ininte-
rrumpidamente –sin visitas de alumnos ni de compañeros y sin llamadas de
teléfono– toda la mañana de un día de finales del mes de julio, en un tema de
un contrato de investigación que llevaba atrasado. Satisfecho con el rendimien-
to obtenido esa mañana de trabajo, decidió ir a tomar una caña a la cafetería
del Ágora. Obviamente, el Ágora y sus alrededores estaban casi desiertos y la
cafetería también. Este profesor, que por cierto no era de nuestra Escuela, des-
pués de pedir una caña suspiró y le dijo a un compañero con el que compartía
barra: “¿Te das cuenta de lo bien que estaríamos aquí si no hubiera alumnos?”.
Por otra parte, para que la Escuela de Alicante aceptara la creación del aula
delegada de su Escuela en Valencia se implantó allí, a cambio, lo que entonces
se llamaba Curso de Acceso, que era un curso puente de materias, fundamen-
talmente básicas, para que los titulados de la Escuela de Obras Públicas que lo
desearan pudieran acceder, una vez aprobado dicho curso, al tercer curso de
la titulación de Ingeniería de Caminos. Hasta entonces dicho curso de acceso
solo podía cursarse en Valencia.
Pues bien, resulta que poco tiempo después de estos hechos sobrevino un
cambio de tendencia inesperado, favorecido por el aumento de inversión en
Obra pública a la salida de la crisis. Dicho cambio consistió en un aumento de
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 85
También gestionó con sensatez y maestría el problema que se planteó poco des-
pués ante el súbito incremento de los alumnos matriculados cuando se constató
que, desde la Universidad, no se había podido prever dicha “avalancha” y no ha-
bía recursos suficientes para aumentar, adecuadamente, la plantilla de profeso-
rado. Una vez más, este Director tuvo que negociar la atención de la docencia
con los correspondientes Departamentos en una situación de total precariedad
sobrevenida. Consiguió salvar el curso optimizando, además, la adecuación de
los medios existentes al incremento de alumnado que había sobrepasado cual-
quier previsión. De hecho fue necesario, a partir del curso siguiente, establecer
un “numerus clausus” por primera vez en nuestra historia para el acceso a nues-
tra Escuela. Para disminuir la presión producida por el incremento de alumnos
se decidió vincular los estudios de Obras Públicas a la recién nacida Escuela
Universitaria de Ingeniería Técnica de Topografía y Obras Públicas quedando ya
como estudios independientes de la Escuela de Alicante.
Como Subdirector de primer ciclo estuvo, durante todo el mandato Rafael Grilles
Rodríguez, profesor de Física Aplicada y titulado de la promoción de 1978.
materia por la que sentía una gran pasión intelectual. Formó parte del equipo
de dirección de la Escuela durante el mandato de José Javier Díez. Cuando se
creó la nueva estructura departamental de la Universidad en una etapa pos-
terior a ésta, que se citará más adelante, fue Director del Departamento de
Expresión Gráfica en la Ingeniería.
Para terminar hay que citar el caso de dos titulados de la Escuela que con-
siguieron ser Catedráticos, en esta etapa, pero en una Escuela distinta de la
nuestra. Se trata de Eugenio Oñate Ibañez de Navarra, de la promoción de
1975 y Antonio Marí Bernat, de la de 1976. El primero consiguió la Cátedra de
Resistencia de Materiales y el segundo la de Hormigón Armado y Pretensado y,
ambos, en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona. Eugenio Oñate
ha sido, además, Director de esa Escuela.
94
3ª Etapa: CONSOLIDACIÓN
(Acción de convertir algo en definitivo y estable)
Aunque esta tercera etapa que ahora se analiza lleve por título “CONSOLIDACION”
ello no ha de interpretarse en el sentido de que la Institución haya llegado a una
situación estática permanente en la que, por tanto, los cambios sean mínimos.
Más bien debe interpretarse en el sentido de que la Institución, nuestra Escuela,
alcanza en esta etapa una solidez y una firmeza que le confieren una altísima
resistencia a los cambios necesarios en toda organización viva e incluso a las
turbulencias tanto de origen interno como externo. Se trata de un momento en
el que los nuevos Departamentos ya han alcanzado una madurez suficiente con
la que se han afianzado tanto su organización interna como su relación con la
Escuela, basada en la mutua responsabilización sobre la calidad de la docencia.
… Alicia, que es tomada de la mano por la Reina para que corran juntas,
se asombra mucho al ver que, aunque corre lo más rápido que puede, sus
alrededores no parecen cambiar…
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 95
—¡Un país bastante lento! –replicó la Reina–. Lo que es aquí, como ves,
hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio.
Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más
rápido.
Pues esto es lo que les tocó hacer a los tres Directores que pilotaron la Escuela
en esta que ha sido su Etapa más reciente.
Este era el estado de cosas con el que emprendió su mandato el sexto Director
de la Escuela. Es decir: Joaquín Andreu Álvarez, Director desde mayo de 1994
hasta junio de 1998. Catedrático de Ingeniería Hidráulica que se especializó
en Planificación y Gestión de Recursos Hidráulicos ampliando estudios en la
Colorado State University en la que consiguió el título de Master of Science.
En los cuatro años que duró su labor de Dirección llevó a cabo, con esfuerzo y
sobre todo con una gran visión de futuro, unas iniciativas que supusieron una
96
Por último, hay que señalar la colaboración de Juan Carlos Lucas como secre-
tario personal de Joaquín Andreu durante su mandato.
A todo esto tuvo que atenerse el séptimo Director de la Escuela cuyo mandato
él mismo califica de tiempo de tránsito −tránsito entre Planes de Estudios−
que se ha utilizado como título de este apartado. Este Director de la Escuela
fue: José Aguilar Herrando, Director desde junio de 1998 hasta diciembre de
2008, Catedrático del Departamento de Ingeniería e Infraestructura de los
Transportes especializado en Planificación y Explotación de Puertos.
El Subdirector de Plan de Estudios durante los tres primeros años del mandato
de José Aguilar fue Miguel Ángel Fernández Prada que, como se ha dicho, ha-
bía sido un miembro clave del equipo del Director Joaquín Andreu en el diseño
del Plan cíclico Integral de Ingeniería Civil y que ahora, con José Aguilar, lo fue
para su implantación.
El Secretario de la Escuela durante los dos mandatos de José Aguilar fue José
Serra Peris, también Catedrático de la segunda generación que ya ha sido cita-
do con anterioridad.
Después del tiempo de tránsito protagonizado por el Director José Aguilar, vino
un tiempo nuevo, un tiempo de novedades. Había que definir los Planes de
Estudio acordes con el Proceso de Bolonia como parte importante del proce-
so de construcción del Espacio Europeo de Educación Superior que facilitara,
entre otras cosas, el reconocimiento mutuo de las enseñanzas de Centros de
Educación Universitaria de distintos países europeos. Se imponía la necesidad
de establecer la calidad como uno de los objetivos prioritarios de los Centros
Universitarios.
al nuevo que se producían al cierre de cada curso. Y todo ello, apoyado por su
equipo de dirección, se consiguió con total éxito.
Los equipos de dirección que colaboraron con el Director Vicent de Esteban con-
taron, como Subdirector Jefe de Estudios, con Pedro Calderón García, de la pro-
moción de 1986 y profesor del Departamento de Ingeniería de la Construcción
y Proyectos de Ingeniería Civil, y como Subdirector de Infraestructuras con
José Rocío Martí Vargas, profesor del mismo Departamento.
El Subdirector de docencia y calidad fue José Luis Bonet Senach que ya había
sido Subdirector de Ordenación Académica con el Director José Aguilar. En el
segundo mandato de Vicent de Esteban fue Subdirector de Innovación y Calidad.
Por último, Rosario Piquer Máñez continuó, con Vicent de Esteban, como se-
cretaria personal del Director.
LA ESCUELA Y SUS PERSONAS 107
Además, a estos profesores hay que añadir otros Catedráticos como son:
Cátedras de Empresa
Para terminar con esta Etapa hay que reseñar otra actividad, relativamente
reciente, que se enmarca en la cada vez mayor conexión entre la Escuela
y la sociedad que la rodea. Se trata de la creación de Cátedras o Aulas de
Empresa cuyos objetivos ya se han reseñado con anterioridad y que han con-
tado, para su creación y desarrollo, con la iniciativa y apoyo de profesores
muy implicados en este tipo de planteamientos. Los profesores que han di-
rigido las Cátedras y Aulas de Empresa que se han ido creando en nuestra
Escuela son:
Tiempo de conmemoración
Empieza esta última etapa en lo que podría llamarse las vísperas de la gran
conmemoración: El cincuentenario de la Escuela. Cincuenta años de historia y
de historias. Cincuenta años formando Ingenieros para aumentar la riqueza y
el bienestar de la sociedad que la creó. Con una mirada retrospectiva y con re-
ferencia, exclusivamente, a los estudios de Ingeniería de Caminos que cumplen
los 50 años con la Escuela, pueden darse algunos datos interesantes.
De una amplia muestra de los datos que constan en la Escuela y otros obte-
nidos directa o indirectamente, se deduce que el destino profesional de los
Ingenieros de Caminos titulados en nuestra Escuela han sido los que, en por-
centaje, se dan a continuación:
Con carácter general puede decirse, también, que los éxitos alcanzados por
nuestros titulados en Ingeniería de Caminos en los distintos destinos profesio-
nales son verdaderamente relevantes y generalizados. Ha habido Directores
Generales de Ministerios, Secretarios de Estado, Presidentes de Confederaciones
Hidrográficas, Jefes de Demarcaciones de Carreteras del Estado, Jefes de
Demarcaciones de Costas, Presidentes de Autoridades Portuarias, Directores
Técnicos de Confederaciones, Comisarios de Aguas, Directores Generales
Autonómicos, Secretarios Autonómicos, Directores Generales y Delegados
Territoriales de empresas de construcción y de ingeniería de ámbito nacional, así
como Directores Generales de empresas de ámbito más restringido, Directores
Generales y Sectoriales de empresas de servicios y suministros, tanto naciona-
les como internacionales, etc.
Pues bien, esta última etapa de los primeros cincuenta años que se ha titulado
como etapa del Cincuentenario, empieza en 2016 con la elección del nuevo
116
Y con este equipo y el apoyo de Rosario Piquer Máñez como secretaria personal
de Dirección está desempeñando su mandato el Director del Cincuentenario. O
sea: Eugenio Pellicer Armiñana, Director desde diciembre de 2016, Catedrático
del Departamento de Ingeniería de la Construcción y Proyectos de Ingeniería Civil.
institución. En este sentido ya se han podido elaborar dos informes –uno en 2017
y otro en 2018− sobre este asunto.
En un terreno más concreto, también se ha llevado a cabo una encuesta entre los
estudiantes para saber si los dobles títulos de grado o nuevos títulos de grado pue-
den ser atractivos y, en su caso, iniciar el proceso para su implantación, así como
un estudio de prospectiva a mayor escala dirigido por un equipo de expertos.
También ha conseguido que la información de los actos del 50º aniversario haya
llegado a nuestros titulados que han participado en gran medida en estos actos,
y le han felicitado por ello. Y, por supuesto, gran parte del esfuerzo se ha dirigido a
la sociedad en general y a las nuevas generaciones de jóvenes que pueden “elegir-
nos” en el futuro para formarse en una bellísima profesión como la de Ingeniería
de Caminos, Canales y Puertos.
Por último, es justo recordar que el Director Eugenio Pellicer ha contado con la cola-
boración de su predecesor en la Dirección, Vicent de Esteban, como Comisionado
para los actos de celebración del 50º aniversario. Su experiencia será muy útil en
la próxima celebración que deberá ser la de los 50 años de la implantación de los
estudios de Ingeniería de Obras Públicas en nuestra Escuela lo cual coincidirá con
el septuagésimo aniversario de la misma.
LOS
ESTUDIOS
CAMBIAN
Vicent de Esteban Chapapría
Situación de la Universitat
Politècnica de València en la
ciudad
LOS ESTUDIOS CAMBIAN 123
4H 4I 4Q 4J
4E 4F 4G
4A
de 2.000 trabajadores (1.223 PDI y 622 PAS) en el curso 1990/91 a algo más
de 30.300 estudiantes y más de 4.000 trabajadores (2.614 PDI y 1.466 PAS)
en el curso 2016/17, con un máximo de 40.510 estudiantes en 2010. La UPV
está constituida actualmente por 14 centros universitarios. Además, tiene tres
centros adscritos, 42 departamentos, 15 Institutos Universitarios, 4 Institutos
Universitarios mixtos y concertados, y 27 Estructuras Propias de Investigación.
Ese plan de estudios experimental recibió fuertes críticas y fue abolido en el co-
mienzo del curso 1975/76, tras un periodo de huelga de los estudiantes, con
muchas tensiones y conflictos en época del rector Marcos Rico. A partir de ese
momento la docencia se organizó de acuerdo con el plan de estudios de 1964 y
las posteriores modificaciones al mismo llevadas a cabo en 1975, cuya principal
característica fue la de aumentar a 6 años los estudios sin aumentar el número
de horas lectivas. Tales modificaciones fueron sancionadas por orden ministerial
de enero de 1979, por la que se estableció que los estudios se distribuyeran en 5
cursos comunes y uno de especialidad, pudiendo optarse entre las de “Cimientos
y Estructuras”, “Ordenación del Territorio, Urbanismo y Transporte” e “Hidráulica y
Energética”. En aquella orden no se concretaban las materias optativas de cada
especialidad, señalándose únicamente que completarían un total de 14 horas
semanales.
• tres titulaciones de ITOP con tres directrices generales propias que obli-
gan, cuando menos, a que el tercer curso de cada especialidad sea no-
tablemente diferente;
Estructura de los planes de estudios antes y después de la implantación del Plan Integral de
Estudios de Ingeniería Civil
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• Ingeniería ambiental.
• Ingeniería de la construcción.
• Ingeniería estructural.
• Ingeniería urbana.
• Transportes.
Los planes de estudios del GIOP y del GIC se publicaron mediante sendas reso-
luciones de julio de 2011 de la Universidad Politécnica de Valencia. El plan de
estudios del Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos
(MUICCP) se publicó mediante Resolución de mayo de 2015. En dichas reso-
luciones figuran la distribución de los planes de estudios en créditos ECTS por
tipo de materia y su organización por módulos (véase la siguiente tabla).
Todos los cambios habidos en los planes de estudio a lo largo de todos estos
años han supuesto reflexiones de interés, decisiones muchas veces avanzadas
y, sobre todo, el trabajo, la adaptación y la modernización de los contenidos
y enfoques con que se prepara para el ejercicio de la ingeniería. La titulación
de ICCP recibió informe favorable de acreditación por parte de la Comisión
de Ingeniería de ABET (Accreditation Board for Engineering and Technology) en
septiembre de 2012. Fue la primera Escuela de Caminos en España en obtener
tan importante acreditación internacional, que ha sido renovada en 2017, para
el programa de GIC y MUICCP, con validez final hasta 2024. Además, las titula-
ciones GIC, GIOP y MUICCP disponen del sello EUR-ACE®.
Y EL CRECIMIENTO
DE LAS
INSTALACIONES…
Vicent de Esteban Chapapría
José Luis Denia Ríos
A finales del año 1997 la Escuela tomó posesión -tras las acertadas gestio-
nes realizadas por su Director en aquellos momentos, el profesor Joaquín
Andreu Alvárez, y una vez concluyeron las oportunas reformas acometidas-,
de un nuevo edificio que se denominó el edificio 2, el situado en el módulo
4G. Anteriormente había sido utilizado por la EUITI, la Escuela Universitaria de
Ingeniería Técnica Industrial. Con ese nuevo edificio se consiguió igualmente
una ampliación notable de las instalaciones, especialmente de aulas docentes,
las dependencias necesarias para ubicar los despachos de los profesores del
departamento de Ingeniería de la Construcción y de Proyectos de Ingeniería
Civil, aulas informáticas y la Delegación de Alumnos.
Hoy día -con sus 27.400 m2, más de la mitad de los que ocupó inicialmente todo
“el poli” en sus inicios en 1968-, la Escuela es el mayor centro de docencia e in-
vestigación en el área de Ingeniería Civil y del medio ambiente en la Comunitat
Valenciana. Dispone de tres edificios generales (Edificio 1 –módulos 4A-4E-4H-
4I, Edificio 2 –módulo 4G– y Edificio 3 –módulo 4Q–) y dos edificios dedica-
dos a laboratorios pesados (Construcción –módulo 4F– e Hidráulica/Puertos
–módulo 4J–). La situación dentro del Campus de Vera es privilegiada por su
ubicación central, derivada de aquella concepción de las obras de ampliación
Edificios de la Escuela
La Escuela dispone de 32 aulas en total, con una capacidad máxima que supera
las 3.600 plazas. Son diversas en tamaño y su capacidad se muestra en las si-
guientes tablas. El número y tamaño de tales aulas ha permitido adecuadamente
organizar racionalmente los horarios de clases y albergar al alumnado de los
distintos cursos y grupos.
CAPACIDAD CAPACIDAD
AULA MÁXIMA EN EXÁMENES AULA MÁXIMA EN EXÁMENES
B1 160 80 C1 96 48
B2 160 80 C2 160 80
B3 160 80 C3 100 50
B4 164 82 C4 160 80
B5 160 80 D1 228 114
B6 164 82 D5 92 46
D6 94 47
CAPACIDAD
AULA USO MÁXIMA EN EXÁMENES
F1 Taller TFG 25 --
F2 Ordinario 44 22
F3 Ordinario 44 22
F4 Ordinario 44 22
F5 Ordinario 44 22
F6 Ordinario 44 22
F7 Ordinario 44 22
F8 Emprendimiento 25 --
G1 Taller TFG 25 --
G2 Ordinario 44 22
G3 Ordinario 44 22
G4 Ordinario 84 28
G5 Ordinario 84 28
G6 Ordinario 44 22
G7 Ordinario 44 22
G8 Taller TFG 25 --
Y EL CRECIMIENTO DE LAS INSTALACIONES… 159
Un aula convencional
Aula BIM
Y EL CRECIMIENTO DE LAS INSTALACIONES… 161
Aula F8
disponibles en las dos plantas del Edificio 4F. En estos laboratorios no sólo se
realizan prácticas de laboratorio experimental relacionadas con el ensayo de
elementos estructurales de hormigón armado y pretensado, sino que se dispo-
ne de los medios adecuados para su elaboración y la perfecta calibración de
sus componentes para fines de innovación e investigación. Las instalaciones
de estos laboratorios se renovaron en el año 2016.
Puertos y Costas ocupa la mitad sur del edificio que comparte con el laboratorio
de Hidráulica (Edificio 4J). De su superficie total ocupa del orden de 850 m2, casi
600 de ellos en el laboratorio pesado de la planta baja y el resto en despachos y
Laboratorio de Caminos
166
Por otra parte, distribuidos en las plantas bajas de los Edificios 4E y 4A, se
ubican los laboratorios de Ingeniería Sanitaria y Medioambiental (Ecología) y
Contaminación de Aguas. Con los aproximadamente 400 m2 que ocupan en con-
junto, y a falta del altamente especializado de Mecánica de Fluidos (ubicado en la
Escuela de Industriales de la UPV), el departamento cubre todas las áreas de es-
tudio e interés para la ingeniería civil en lo que al ‘ciclo del agua’ se refiere, no sólo
en cuanto a su aprovechamiento como recurso, sino también a la evaluación de
los riesgos que su masiva o escasa presencia pudiera comportar.
De entre todos ellos, es justa una mención explícita a ‘nuestra’ Biblioteca. Todos
quienes estamos vinculados de alguna manera con ese servicio entendemos esa
cursiva entrecomillada en el posesivo: ‘nuestro’ espacio físico reservado al Servicio
de Biblioteca y Documentación Científica no es sino uno de los 11 dispuestos por
el sistema UPV en los tres campus (9 en Valencia, 1 en Alcoy y 1 en Gandía). Como
Salón de Actos. Prueba de carga del Concurso de puentes de palillos durante la SICMA 2017
Y EL CRECIMIENTO DE LAS INSTALACIONES… 169
Biblioteca de la Escuela
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Como siempre, tras equipos e instalaciones hay personas a quien se debe el buen
funcionamiento general. La Escuela cuenta con los servicios atendidos por la se-
cretaría de dirección, jefatura de administración, administrativos (alumnado, ges-
tión económica, movilidad, prácticas en empresa, etc.), técnicos de informática
(aplicaciones y sistemas), técnicos de biblioteca de centro, coordinación de infor-
mación, ordenanzas, de mantenimiento y de limpieza. Y seguimos mejorando…
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50º ANIVERSARIO: MUCHO MÁS QUE UNA CELEBRACIÓN 173
50ºANIVERSARIO:
MUCHO MÁS
QUE UNA
CELEBRACIÓN
Luis Pallarés Rubio
Eugenio Pellicer Armiñana
Arrancando
En noviembre de 2018 la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia
cumplió 50 años. Durante los años 2017, 2018 y 2019,
la Escuela llevó a cabo numerosas iniciativas y activida-
des destinadas a incrementar la difusión y la comunica-
ción de la labor de formación e investigación que realiza,
y para mejorar su proyección social. Se trataba de apro-
vechar una ocasión histórica para celebrar nuestro ani-
versario con un conjunto de actividades que fueran algo
más que una fiesta: la Escuela quería mostrarse ante
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Debatiendo
En esa línea de aumentar la proyección social y mediática de la Escuela, el 22
de marzo de 2018, también en la Fundación Bancaja, se celebró el debate sobre
las necesidades de infraestructuras en la Comunidad Valenciana, en el que par-
ticiparon diferentes representantes técnicos, políticos y sociales, entre ellos el
Director General de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana, Carlos Domingo
Soler (titulado por la Escuela y profesor por un tiempo en la misma).
50º ANIVERSARIO: MUCHO MÁS QUE UNA CELEBRACIÓN 175
Acto de Inauguración. Vicent de Esteban, Josep V. Boira, Francisco Pérez Puche, Francisco J.
Mora y Eugenio Pellicer
Entre todos ofrecieron una amplia visión, tanto por las administraciones involu-
cradas como por la tipología de infraestructuras. También participaron Rafael
Aznar (ex presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia y titulado de la pri-
mera promoción de la Escuela), Miguel Barrachina (portavoz en asuntos de in-
fraestructuras del Grupo Popular en el Congreso), Francisco Selma (ex director
del Área de Carreteras de la Diputación de Valencia y titulado por la Escuela)
y Mª Ángeles Ureña (Presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar).
Con más de 200 asistentes que abarcaron perfiles tan diversos como estudian-
tes, contratistas, técnicos de la administración, proyectistas y académicos, en
el debate se enfatizó la necesidad de mejorar las infraestructuras valencianas,
más allá de la ideología. Todos los ponentes realzaron la importancia del co-
rredor mediterráneo como el reto más importante a abordar; pero en el área de
Hidráulica y Medio Ambiente se habló de la modernización de regadíos, de la
garantía de los abastecimientos, de saneamiento y depuración, de restauración
hidrológico-fluvial, así como inversión inteligente en infraestructuras hidráuli-
cas para frenar la sequía y las inundaciones. En el debate también se resaltó la
necesidad de incrementar la seguridad vial en las carreteras y la mejora de las
conexiones con el Puerto de Valencia.
Divulgando
El 10 de junio de 2018, en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, se organizó
la Jornada de Ingeniería en la Calle, en la que la plaza del Ayuntamiento se
convirtió en un parque lúdico para aprender y divertirse con la ingeniería civil y
ambiental, en el que centenares de niños y jóvenes disfrutaron del evento.
Los “Ríos” utilizaron una maqueta representando un río que sufre una avalan-
cha de agua para demostrar la importancia de las defensas o encauzamientos
evitando la destrucción de las poblaciones y cultivos.
La actividad de Ingeniería Civil en la Calle fue la que más difusión tuvo entre
los medios de comunicación, apareciendo la noticia en directo en la edición
dominical de A3 Noticias, en horario de máxima audiencia a nivel nacional. En
50º ANIVERSARIO: MUCHO MÁS QUE UNA CELEBRACIÓN 183
Reconociendo
El 14 de junio de 2018, en el Salón de Actos del Edificio Nexus de la UPV
tuvo lugar la ceremonia de graduación de la Quinta Promoción del Grado en
Ingeniería Civil y del Grado en Ingeniería de Obras Públicas de la Escuela. El
padrino del acto fue Enrique Belda Esplugues, Subdirector General de Sistemas
de Información y Comunicaciones para la Seguridad, del Ministerio del Interior,
y Premio Alumni UPV 2017. La ceremonia contó con más de 450 asistentes y
en ella se graduaron 48 estudiantes en el Grado en Ingeniería Civil y 36 en el
Grado en Obras Públicas.
La mesa resaltó el papel jugado por los titulados de la Escuela en la concepción del
modelo territorial y del desarrollo de infraestructuras en la Comunidad Valenciana,
la importancia de la integración de las infraestructuras en el territorio que los rodea
desde todos los puntos de vista y el reto de formar profesionales que sepan adap-
tarse a la cambiante sociedad actual. El acto sirvió también como reconocimiento
al trabajo y al legado de todos y cada uno de sus directores, cada uno de ellos en
circunstancias particulares y muchas veces complicadas, permitiendo avanzar a
la Escuela hasta su reconocimiento actual en la sociedad.
Culminando
El 7 y 8 de noviembre de 2018, en el salón principal de la Fundación Bancaja,
tuvo lugar el Encuentro Internacional de la Ingeniería Civil y Ambiental con
el objetivo de provocar el análisis y la reflexión. Por una parte, abriendo un
debate sobre las ciudades y el territorio y, por otra, constituyéndose como
foro de discusión de los retos transversales que afronta la ingeniería civil y
ambiental.
50º ANIVERSARIO: MUCHO MÁS QUE UNA CELEBRACIÓN 187
El bloque “Ciudad” fue coordinado por Miguel Aguiló (Grupo ACS) y contó con la
participación de Fernando Morcillo (AEAS), Alberto Peñín (Peñín Arquitectos),
Ruth López Montesinos (Ajuntament de València) y Emmanuel Natchitz (ASITC
Paris). Este bloque se centró en la importancia de la ingeniería civil para deli-
mitar, organizar y operar los servicios necesarios; también se destacaron los
aspectos relacionados con la sostenibilidad y el cambio tecnológico.
Finalmente, los “Retos y Necesidades del Siglo XXI” abordó cuestiones re-
lacionadas con la innovación, la función social y el liderazgo como garantía
para modernizar las infraestructuras y el desarrollo de sectores estratégicos,
afrontando con versatilidad los cambios; la sesión fue coordinada por Enrique
Belda, subdirector general del Ministerio del Interior, titulado por la Escuela y
profesor en la misma durante algunos años, contando con la participación de
Javier Machí (TYPSA), Belén Marcos (CINTRA EEUU), Anastasia López (CERN)
y Eugenio Oñate (Universitat Politécnica de Catalunya-CIMNE)
Premio COPE Valencia para la Escuela, de izquierda a derecha: Ignacio Andrés, Vicent de
Esteban, Ximo Puig, Eugenio Pellicer y Vicent Soler. 14 de junio de 2018
Además, en reconocimiento por la labor realizada con las actividades del 50º ani-
versario de la Escuela, el Consejo Social de la Universitat Politècnica de València
concedió el premio Cooperación Universidad-Sociedad en la categoría de Mejora
del conocimiento en la UPV a la ETSI Caminos. La entrega del premio se realizó
el 9 de mayo de manos del Rector de la UPV, Francisco Mora, y de la Presidenta
del Consejo Social de la UPV, Mónica Bragado.