Bernard Cohen Afirma Que
Bernard Cohen Afirma Que
Bernard Cohen Afirma Que
descubrimiento realizado por Isaac Newton de la ley de la gravitación universal». Con una
simple ley, Newton dio a entender los fenómenos físicos más importantes del universo
observable, explicando las tres leyes de Kepler. La ley de la gravitación universal
descubierta por Newton se escribe:
,
donde es la fuerza, es una constante que determina la intensidad de la fuerza y que sería
medida años más tarde por Henry Cavendish en su célebre experimento de la balanza de
torsión, y son las masas de dos cuerpos que se atraen entre sí y es la distancia entre ambos
cuerpos, siendo el vector unitario que indica la dirección del movimiento (si bien existe
cierta polémica acerca de que Cavendish hubiera medido realmente , pues algunos
estudiosos afirman que simplemente midió la masa terrestre).
La ley de gravitación universal nació en 1685 como culminación de una serie de estudios y
trabajos iniciados mucho antes. En 1551, el español Domingo de Soto fue el primero en
establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración constante.18 La primera
referencia escrita que tenemos de la idea de la atracción universal es de 1666, en el libro
Micrographia, de Robert Hooke.19 En 1679 Robert Hooke introdujo a Newton en el
problema de analizar una trayectoria curva. Cuando Hooke se convirtió en secretario de la
Royal Society quiso entablar una correspondencia filosófica con Newton. En su primera
carta planteó dos cuestiones que interesarían profundamente a Newton. Hasta entonces
científicos y filósofos como Descartes y Huygens analizaban el movimiento curvilíneo con
la fuerza centrífuga. Hooke, sin embargo, proponía «componer los movimientos celestes de
los planetas a partir de un movimiento rectilíneo a lo largo de la tangente y un movimiento
atractivo, hacia el cuerpo central». Sugiere que la fuerza centrípeta hacia el Sol varía en
razón inversa al cuadrado de las distancias. Newton contesta que él nunca había oído hablar
de esta hipótesis.
En otra carta de Hooke, escribe: «Nos queda ahora por conocer las propiedades de una línea
curva… tomándole a todas las distancias en proporción cuadrática inversa». En otras
palabras, Hooke deseaba saber cuál es la curva resultante de un objeto al que se le imprime
una fuerza inversa al cuadrado de la distancia. Hooke termina esa carta diciendo: «No dudo
que usted, con su excelente método, encontrará fácilmente cuál ha de ser esta curva».
En 1684 Newton informó a su amigo Edmund Halley de que había resuelto el problema de
la fuerza inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. Newton redactó estos
cálculos en el tratado De Motu y los desarrolló ampliamente en el libro Philosophiae
naturalis principia mathematica. Aunque muchos astrónomos no utilizaban las leyes de
Kepler, Newton intuyó su gran importancia y las engrandeció demostrándolas a partir de su
ley de la gravitación universal.
Sin embargo, la gravitación universal es mucho más que una fuerza dirigida hacia el Sol. Es
también un efecto de los planetas sobre el Sol y sobre todos los objetos del Universo.
Newton intuyó fácilmente a partir de su tercera ley de la dinámica que si un objeto atrae a
un segundo objeto, este segundo también atrae al primero con la misma fuerza. Newton se
percató de que el movimiento de los cuerpos celestes no podía ser regular. Afirmó: «los
planetas ni se mueven exactamente en elipses, ni giran dos veces según la misma órbita».
Para Newton, ferviente religioso, la estabilidad de las órbitas de los planetas implicaba
reajustes continuos sobre sus trayectorias impuestas por el poder divin