Anu Segunda Parte
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Ya hemos establecido que el dios hebreo Yahvé era El, la deidad semítica pre-israelita asociada
a Saturno; el pueblo judío siempre ha santificado el día de Shabbathai (Saturno) y en
la religión hebrea primitiva las prácticas satúrnicas como el sacrificio humano y
el holocausto de los varones primogénitos eran costumbres comunes en el culto jehovítico.
Queda claro que la deidad auténtica de la religión judía siempre ha sido Saturno. De hecho, el
nombre de la patria hebrea Israel puede significar 'El (Saturno) lucha' o 'El (Saturno) rige'. Sin
embargo, desde la época de los profetas pos-exílicos, la élite del sacerdocio siempre ha querido
ocultar el aspecto satúrnico del Judaísmo y presentar a Yahvé como un dios único
completamente separado de su historia satúrnica.
El Judaísmo de los profetas pos-exílicos es una fachada diseñada por la élite de la judería con el
fin de ocultar el Saturnismo de la religión hebrea. En dicha época los Hebreos estaban exiliados
en el extranjero y lo más probable es que el sacerdocio judío quisiera que su culto aparentara
más respetable delante de los ojos de los pueblos foráneos. Tengamos en cuenta que
el objetivo principal del Judaísmo siempre ha sido el Sionismo y desde luego
los Judíos empezarían a infiltrarse en las naciones gentiles a partir del exilio babilónico. Así
que era necesario que ellos escondieran las intenciones verdaderas de su secta oscura, cortara
sus vínculos con su pasado vergonzoso y comenzara a operar de modo subrepticio.
'Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de
vuestros dioses que os hicisteis.'
Este versículo es muy importante. Aquí podemos ver que los Hebreos adoraban un dios
conocido como Quiún y representado por una estrella. ¿Quién era Quiún? El teónimo Quiún era
una forma hebraizada del vocablo paleo-babilonio Kewan/Kayawanu, un nombre mesopotámico
para el planeta Saturno. En la Septuaginta griega Quiún fue traducido como Renfán, otro
nombre para Saturno. La Estrella de Quiún está vinculada a la llamada Estrella de David o el
Sello de Salomón, el símbolo satúrnico del culto judío. En fin, este pasaje de Amós confirma
que los Hebreos eran adoradores de Saturno.
Sin embargo, aquí los élites del sacerdocio hebreo fueron bien astutos. A pesar de que el culto
satúrnico hubiera sido una práctica propia de los Hebreos desde el principio bajo el Culto de El,
los redactores sacerdotales de Amós pretendieron presentar a Saturno como un dios extranjero
engañosamente, utilizando su nombre babilónico a propósito pese a que ya existieran los
términos satúrnicos El y Shabbathai en su propio idioma. En otras palabras, los sacerdotes
judíos buscaron hacer que su propio dios ignominioso pasara como un dios de los Babilonios,
presentar su culto entre los Hebreos como una herejía extranjera adoptada por el pueblo judío en
el exilio y desasociar a Yahvé de su pasado elita/satúrnico presentándolo como un dios único y
distinto.
del primogénito del antiguo Culto de Saturno. El supuesto hijo de El-Yahvé es inmolado en la
cruz como una ofrenda por los pecados de los creyentes cuyo papel es comer el cuerpo y beber
la sangre de su Cristo sacrificado. Es el canibalismo ritual simulado. Recordemos que en
la mitología grecorromana Saturno-Kronos era una deidad depravada que devoraba a sus
propios hijos. Luego, la cruz cristiana también puede interpretarse como un símbolo de
la esclavitud satúrnico puesto que era uno de los símbolos de Saturno-Kronos en la antigüedad
y ha servido para subyugar a la humanidad gentil, la descripción del Nuevo Jerusalén en el
Libro de Apocalipsis se asemeja bastante al cubo de Saturno y algunos de los sermones
alegóricos de Jesús en los Evangelios contienen simbolismo satúrnico como la idea de Yahvé
como un segador que cosecha el campo separando el trigo de la cizaña. Recordemos que
Saturno-Kronos era considerado una deidad de la agricultura y un segador de la cosecha. En
fin, las tres religiones monoteístas dedicadas a Yahvé, a saber el Judaísmo, el Cristianismo y
el Islam, son de hecho cultos cripto-satúrnicos cuyo dios oculto es El/Saturno/Kronos/Anu y por
lo tanto son tres herramientas muy poderosas del Sionismo judío.
Mucha gente se desmayaría si supiera quién es el verdadero dios de los Illuminati. ¿Quiénes son
los Illuminati? Illuminati es una palabra latina que significa 'los Iluminados' y actualmente sirve
como un término genérico para referirse a la red de sociedades secretas y hermandades
ocultas entrelazadas que ejerce su poder sobre las naciones del mundo de modo subrepticio.
Los Illuminati son la élite de la política, la economía y la religión mundiales y el objetivo de
su organización clandestina es el monopolio total sobre todas las estructuras del poder de
todos los países y el dominio completo sobre el sistema financiero. Se cree que los
Illuminati buscan instaurar un solo gobierno mundial, lo que se denomina el 'Nuevo Orden
Mundial'.
¿Cuál es la identidad verdadera de los Iluministas del Nuevo Orden Mundial? Algunas
personas piensan que los Illuminati son adoradores de Satanás. Otras piensan que son una
camarilla oscura de reptilianos metamórficos. Sin embargo, nosotros debemos alejarnos de toda
esa desinformación y ver quiénes son realmente. En la actualidad el pináculo de la sociedad es
dominado por la élite de la judería internacional. Curiosamente aquel pueblo pequeño y
misterioso de apenas 15 millones de miembros (menos de 0.2% de la población mundial) ha
sido la fuerza fundadora de las tres religiones más dominantes en el mundo occidental,
ha estado detrás de casi todos los movimientos revolucionarios y radicales de la época
moderna, controla la mayoría de la riqueza del planeta y ejerce un tremendo nivel de poder en la
palestra política. El Cristianismo, la religión más extendida de la tierra, fue fundado por
un grupo de Judíos sionistas vinculado al Gran Sanedrín de Jerusalén (Pablo de Tarso y su
maestro Gamaliel). Del mismo modo, el Islam, la segunda gran religión mundial, nació de la
misma corriente abrahámica judía. En tiempos modernos el mismo pueblo errante ha estado
detrás de la infiltración de la Francmasonería, las revoluciones francesa y rusa, los movimientos
comunistas, el fascismo y el Iluminismo. Actualmente el mundo financiero sigue dominado
por banqueros judíos corruptos y el país más poderoso del mundo, los Estados Unidos, está
comprometido misteriosamente a la causa del estado judío belicista de Israel. En fin, el Nuevo
Orden Mundial de los Illuminati es nada más que el Sionismo conspiratorio.
¡La identidad verdadera del Nuevo Orden Mundial es el Judaísmo y su culto satúrnico!
Los élites del orden de los Illuminati son Judíos sionistas cuyo dios es nadie más que el mismo
Yahvé/El/Kronos/Saturno (Anu) del Antiguo Testamento. Ellos son los herederos del pacto
de su dios y el Nuevo Orden Mundial por lo cual ellos señorearán sobre el mundo entero es el
cumplimiento de las promesas bíblicas de Yahvé. Tengamos en cuenta que en realidad la Biblia
hebrea es nada más que un cianotipo para el Sionismo judío. Las supuestas Sagradas Escrituras
son de hecho un anteproyecto para la dominación mundial judía y una herramienta para
alcanzar ese fin siniestro. En fin, los Illuminati no son secuaces del diablo cristiano Satanás o
seguidores de una filosofía luciferina oculta como mucha gente quiere hacernos creer; todo ese
simbolismo satánico es nada más que una cortina de humo para la ocultación de su verdadera
identidad. Los Illuminati son los iniciados de un ignominioso culto satúrnico heredado de la
religión original de la Biblia hebrea. Eso quiere decir que el personaje demoníaco al que adoran
los Illuminati es una faceta más del mismo dios adorado en las iglesias cristianas, las sinagogas
judías y las mezquitas islámicas.
Es evidente que el orden de los Illuminati está estrechamente vinculado al Culto de Saturno.
Muchas de las organizaciones de la élite actual están repletas de simbolismo satúrnico como
señal de su alianza con su dios oscuro.
De la misma manera, muchas de las religiones mundiales y las nuevas sectas son esencialmente
templos dedicados al Culto de Saturno. Los grupos cristianos tanto católicos como protestantes
exhiben un simbolismo que da testimonio de su alianza con el oscuro dios de este mundo. Para
empezar, el Sello de Salomón está presente en la arquitectura de muchas capillas y catedrales
católicas y en algunas iglesias encontramos el ojo que todo lo ve exhibido descaradamente. Si
hablamos de las nuevas sectas cristianas, no es ninguna novedad que los templos de
la iglesia mormona están adornados con imágenes del ojo que todo lo ve, el eclipso solar de
Saturno, y varios tipos de estrellas ocultas y pentagramas, y la sociedad bíblica de los Testigos
de Jehová es famosa por su vergonzosa historia de simbolismo masónico. La Iglesia Adventista
del Séptimo Día en particular es una organización interesante, pues no sólo es una secta sabática
que rinde culto a su dios en el sábado o el día de Saturno, sino que también se caracteriza por
una riqueza de simbolismo esotérico satúrnico. En su logotipo principal se vislumbra la forma
de la pirámide, la tierra ocular en el centro y tres anillos que rodean la esfera de la tierra. Este
símbolo se asemeja al ojo que todo lo ve. Sin embargo, su simbolismo oculto va mucho más allá
de la simple pirámide iluminista. Si volteamos el logotipo y ponemos un pequeño espejo en el
centro nos damos cuenta de que el antiguo signo astrológico de Saturno- Kronos se esconde en
su diseño. Los Jesuitas, en cambio, exhiben el mismo símbolo astrológico de manera
flagrante en algunos de sus logotipos.
Curiosamente en la última década la sonda Cassini descubrió una extrañísima vórtice hexagonal
en el polo norte de Saturno, el planeta de El/Yahvé/Anu. Como podemos ver arriba, la vórtice
no sólo forma la estrella satúrnica del Judaísmo sino también el cubo negro satúrnico. El dios de
los Illuminati, El-Saturno/Yahvé/Anu, el malvado dios de este mundo, ha atrapado nuestra tierra
en su red de energía (magia negra kabalística) a través de la vórtice energética de su planeta
maligno. El-Yahvé es el dios del Nuevo Orden Mundial.
Reflexiones
Acabamos de ver que el dios de la religión bíblica no es y nunca ha sido un gran padre amoroso
como la élite de las religiones ha querido hacernos creer, sino más bien él ha sido una entidad
sumamente sádica e inmoral desde el principio. El propio libro sagrado del Judaísmo, la Biblia
hebrea, presenta a Yahvé como un monstruo depravado sediento de sangre y un tirano
extremadamente cruel y belicoso.
Por lo tanto, el mito de la supuesta benevolencia del dios judeocristiano es nada más que
una mentira descarada de los curas, pastores y apologistas cristianos poco honestos y como
muchas de las doctrinas eclesiásticas no tiene ningún fundamento en las escrituras bíblicas. De
hecho, la misma Biblia dice que el dios hebreo no sólo le ordenaba a su pueblo que le ofreciera
sacrificios animales diarios y cometiera actos de genocidio despiadados contra los pueblos no-
judíos, sino que también les exigía a los Judíos que inmolaran a sus propios hijos en holocausto
y asesinaran a los infantes extranjeros al filo de la espada y luego admitió que él mismo les
había dado a los Hebreos estatutos malos a propósito para que sacrificaran a sus propios hijos en
el culto jehovítico como un castigo por sus pecados.
El dios de Israel no es un dios de amor; ¡él es una auténtica entidad demoníaca! Eso se
comprueba en los mismos textos de la Biblia. Por lo tanto, la enseñanza de que Yahvé es un
dios benévolo queda refutada rotundamente y resulta ser nada más que una fantasía ilusa y una
mentira piadosa de los ciegos, contumaces y engañosos fanáticos de la religión.
La identidad verdadera de Yahvé también resulta ser una gran sorpresa muy espeluznante.
Nuestros estudios demuestran que el dios hebreo Yahvé, cuyo teónimo bíblico es de hecho una
abreviatura del epíteto Yahvé Sebaot o 'él que crea los ejércitos', es idéntico a la antigua deidad
cananea pre-israelita El, un dios sanguinario y belicoso cuyo culto exigía el holocausto de los
varones primogénitos y cuyos epítetos comunes incluían El du yahwi ?aba"ôt (El que crea los
ejércitos) y Padre de los Años igual que el Yahvé bíblico. Lo más escalofriante es que en la
antigüedad el mismo El semítico era idéntico a la infame e ignominiosa deidad infanticida
Kronos cuyo nombre occidental es Saturno. De hecho, los Judíos siempre han sido adoradores
de El-Saturno desde el inicio de su historia y ellos siempre han santificado el día de Shabbathai
(Saturno) como parte de su culto. En fin, el Saturnismo siempre ha constituido el meollo
esencial de la religión judía.
Los Cristianos gentiles no son el nuevo pueblo elegido de Yahvé; sólo han caído presos de
su juego cruel. Al convertirse al Cristianismo del proto-sionista Pablo de Tarso y sus maestros
judíos del Gran Sanedrín de Jerusalén, los gentiles se han sometido a la manipulación de los
élites sionistas. Los Cristianos han firmado sus documentos de alistamiento y los
marionetistas judíos ya tienen a sus 'soldados cristianos'.En fin, los Cristianos y
los Musulmanes han caído en las garras del auténtico adversario de la humanidad, el
malévolo El/Yahvé/Saturno/Anu, el malvado dios de este mundo y dueño de los Illuminati y su
nefando Nuevo Orden Mundial.
Referencias
iiOlyan, S. (1988) Asherah and the Cult of Yahweh in Israel. Atlanta (p. 12, pp. 62-68)
iiiSmith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient
Israel.
vSmith, M.S. (2003) The Origins of Biblical Monotheism: Israel's Polytheistic Background and
viiOlyan, S. (1988) Asherah and the Cult of Yahweh in Israel. Atlanta (p. 12, pp. 62-68)
viii Smith, M.S. (2009) The Ugaritic Baal Cycle. Leiden (pp. 46; 289)
ixSmith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient
Israel.
xDay, J. (2002) Yahweh and the Gods and Goddesses of Canaan. New York (p. 18)
xiKramer, S.N. (1998) Sumerian Mythology: Study of Spiritual and Literary Achievement in
the
xiiKramer, S.N. & Maier, J. (1989) Myths of Enki, the Crafty God. New York & Oxford. (p.
116)
xiiiVan Der Toorn, K. (1996) Family Religion in Babylonia, Ugarit and Israel: Continuity and
xvStark, T. (2011) The Human Faces of God: What Scripture Reveals When It Gets God Wrong
(And Why Inerrancy Tries To Hide It). Oregan (pp. 70-71; 74-76)
xvi Smith, M.S. (2001) The Origins of Biblical Monotheism: Israel's Polytheistic Background
and the Ugaritic Texts. New York (pp. 156-157, 64)
xvii Smith, M.S. (2002) The Early History of God: Yahweh and the Other Deities in Ancient
xviiiEvans, J. (1998) The History and Practice of Ancient Astronomy. New York (pp. 8.9)
xixGuiley, R.E. (2009) The Encyclopedia of Demons and Demonology. New York (p. 139)
Nota: Existe un gran paralelismo entre el éxodo judío y el éxodo Azteca, HUITZILOPOCHTLI.
Como dios sol, Huitzilopochtli renacía cada mañana del vientre de Coatlicue. También se creía
que requería sangre y corazones humanos para alimentarse.
Las víctimas de los sacrificios que se le ofrecían incluían prisioneros de guerra y guerreros que
hubieran muerto en batalla; después de su muerte y sacrificio, esos guerreros formaban parte
del brillo del Sol hasta que, después de cuatro años, se encarnaban permanentemente en cuerpos
de colibríes.
Huitzilopochtli era el dios más poderoso, más temido y odiado por los enemigos de los aztecas.
Autor:
MarcosNeumann Ruiz