El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles y los hace valientes para cumplir su misión de propagar el Evangelio. El mismo Espíritu Santo es recibido en el Bautismo y revela su presencia entre los creyentes a través de los dones que les otorga para servir a los demás. Él nos da fuerza y guía para conocer a Cristo y seguir sus enseñanzas.
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El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles y los hace valientes para cumplir su misión de propagar el Evangelio. El mismo Espíritu Santo es recibido en el Bautismo y revela su presencia entre los creyentes a través de los dones que les otorga para servir a los demás. Él nos da fuerza y guía para conocer a Cristo y seguir sus enseñanzas.
El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles y los hace valientes para cumplir su misión de propagar el Evangelio. El mismo Espíritu Santo es recibido en el Bautismo y revela su presencia entre los creyentes a través de los dones que les otorga para servir a los demás. Él nos da fuerza y guía para conocer a Cristo y seguir sus enseñanzas.
El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles y los hace valientes para cumplir su misión de propagar el Evangelio. El mismo Espíritu Santo es recibido en el Bautismo y revela su presencia entre los creyentes a través de los dones que les otorga para servir a los demás. Él nos da fuerza y guía para conocer a Cristo y seguir sus enseñanzas.
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Institución Educativa Privada “El Caminito” PLATAFORMA CLASSROOM
FICHA INFORMATIVA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA
AULA: 5to GRADO FECHA: 17 / 05 / 2021
Transcribir en el cuaderno
EL ESPÍRITU SANTO NOS
CONGREGA EN LA IGLESIA
Cristo antes de separarse de sus apóstoles, para ir al Padre, les
prometió enviarles un protector o defensor, al que llamó Espíritu Santo, los apóstoles confiaron plenamente en la promesa de Jesús y unidos a María se prepararon, por medio de la oración, hasta la llegada de ese momento.
De pronto, sintieron que el Espíritu santo descendía sobre ellos,
llenándolos de luz la inteligencia y de amor el corazón. Los hizo valientes para cumplir su misión.
Este mismo Espíritu es el que recibimos, por primera vez, en nuestro
Bautismo, porque nos hace verdaderos hijos de Dios. Este Espíritu revela su presencia entre nosotros, por medio de los dones o gracias, que comunica a los creyentes, para ponerlas al servicio y bien de todos. Él nos da fuerza y luz, para asumir, con responsabilidad, nuestras tareas concretas, nos guía en medio de las dificultades que el hombre tiene que pasar para conocer a Cristo y todo lo que él quiere de nosotros en cada momento, tener fuerzas para seguir las enseñanzas de Jesús, valentía para no desviarnos del camino del bien.