Robert Nisbet (1993) Los Dogmas Conservadores
Robert Nisbet (1993) Los Dogmas Conservadores
Robert Nisbet (1993) Los Dogmas Conservadores
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EL C O N S E R V A D U R I S M O como ideología política
C h r l s t o p hc r D u w s o n , M i c h a c l Oakshott, l r v i n g Babbit y
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R u s s c l l K i r k , llOHERT N I S B E T e x a m i n a breve y
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rigurosamente los lemas centrales del conservadurismo
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« L i b e r a l i s m o » ( L B 1659), de J o h n G r a y ,
ISBN-81,-20.6-0728-2
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El libro de b o l s i l l o
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Alianza Editorial ij('][(tf'ttf'.
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are. 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser casugados c�m penas
de multa y p r i v a c i ó n de libcrc�d qu!cnes r_ep_roclujer�n �· plag1�ren, en t este término para referirse al conservadurismo, aparente
t logía. . . .
© Editorial Patria, S.A. de C.U. México útil si dejamos de lado los significados históricos que· ha
Depósito lega]: M. 14.705/1995 \ mi sma hiz o M ar x como concien cia colectiva de un a clase
Impreso en Fernández Ciudad, S. L. ·,: social, D icho en pocas p alabras , u na ideolo g ía es un con -
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Carnlina Suárez, 19.28007 Madrid
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nómicas, sociales y culturales, que �ene una relación ,c?n- más pequeños que las ideologfas que representan. Como 1!.í
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sistente y bien conocida con la política Y el poder polí�co; Anteo, el político debe, en ocasiones, descender al terreno :1J:
más específicamente, una base d� poder que.hace P?s1ble de la ideología, pero nunca deberíamos sbbestimar las ·
la victoria de ese conjunto de 1dea_s; Una 1�eolog1a, e? tentaciones del poder, o del deseo de dcrrqtar por com-
cont ra ste con una mera configurac1�n pasajera ?e opi- pleto a la oposición y, de vez en c ua ndo , del impulso de la
n i ó n , permanece viva durante un cons1de�able periodo d: venganza. · .
tie mp o , tiene defensores y portavoces importantes, asr La Proclama ele Emancipación de Lincoln, el impulso
como un grado respetable de institucionalización. Es pro- de Bismarck al seguro de d e s em p leo, el vira7e de Disraeli
bab le que en su historia haya figuras carismáticas -tales hacia las reformas de la década de 1870, la adhesión de
como Burke, Disraeli, Churchill, etc.-, entre los conser- Churchill a los liberales en 1909 y las iniciativas de ley en
vadores o sus equivalentes entre liberales Y socialistas: contra de la a ri s to c ra c ia, incluso el uso del licor y la asorri-
. . .·
.
U na ideología evoca asociaciones con la práctica políti- brosa m a r c ha atrás que dio De Gaulle a su pro pia política
ca -la esfera de políticos, partidos políticos, manifiestos en Argelia, todos estos son i n trépid o s golpes realizados
yleyes aprobadas- así como con libros, artí�ulos Y con- por conservadores de toda la vi da . Pero tratar ele incluir-
ferencias. En primera instancia podemos sentir preferen- los a la fuerza den t ro de la ideología conscrvhdo]a reinan-
cia por la primera· esfera, la esfera de las campañas, elec- te es absurdo. Ello implica s u b e stima r el registro histórico
cienes, gobiernos en el poder y discursos po�ticos? �ás que existe en la mente de los graneles políticos en relación
que por la. s e g unda . Pero a la larga esto resuha;�usor10, m� con sus deseos· profundos o con las exig e n c i as del país.
cluso engañoso. Naturalmente hay una relación entre l� Disrneli se refirió a este p unto:
las riendas.» A �{obespierre se le da crédito po� haber di- :] hafta contemporáneos tales como. Russell Kirk, Michacl
cho: «Es pre�en_bl_e que sucu!11b:i1·1 las colonias a que su- Oa�eshott Y Bert and deJouvenel: Lo más importante en
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cum�a un prmc1p1?»-. Pero nII�gun verdadero líder políti- r W1 libro de est_e Upo son, �or_s�puesto, las ideas y los va
c�·- ru Croi:nwell_, 111 Lincoln, 111 De Gaulle, ni ningún otro ¡1/ lo es com¡�a.rudos, los prmcipio� y dog�as del pensa
7
diría semejante insensatez. U·: miento político, Y no las personalidades ni el entorno in-
¿En· d ónde, entonces, debemos buscar la esencia de �: mediato de los personajes principales. Este libro no es un
una �deología? Hace treinta años, en una conferencia so- t. trabajo so?re la �toria del conservadurismo, sino sobre
bre literatura y política', T. S. Eliot dio una respuesta tan- it" la anatomt� de la ideología, o c�mo lo llamo en el capítu
to para el conservadurismo como para cualquier otra !; l? 2 , el con¡,w1to de dogmas. Lo importante para mis obje
ideología. Eliot <lijo que la naturaleza de la práctica políti- 1, nvos se refiere a la trayectoria de las perspectivas, los los
ca nos oblig� � dir�gi1�nos hacia un _nivel d�erent� de re- 1¡ g:os Y las propuestas es_enciales, así como el impulso inte
cursos, que Eliot, siguiendo a su arrugo V. I�. Demant, lla- 1_r lectualdel conservadurismo, ya que este cuerpo doctrinal
rnó el estrato «prepolitico». Según Eliot, éste es el «estra- :!,. ha estado presente en Occidente durante los últimos dos-
to hacia el que todo pensamiento político profundo debe '; cientos años. .
dirigir su s raíces y del cual d ebe nut r i rse ». Es el estrato ··· He centrado mi atención en los elementos del conserva
creado a Jo largo de un considerable periodo de tiempo, �' d�_risn�o _qt�e me parecen no sólo importantes sino tam-
por una diversidad de per s ona s , críticos sociales, filósofos bien distintivos cuando se contrastan con los fundamen-
·
�. políticos, ensayistas, incluso Jos propios políticos de alto tos de otras ideologías. Puede ser cierto llamar al conser-
· . t . nivel. Lo que éstos tienen en común es el compromiso con v?durismc� l_a «política de la libertad» o «la búsqueda de la
un gran objetivo político, del tipo que en Occidente está virtud política», por referimos a dos caracterizaciones re-
mejor representado por el liberalismo, el conservaduris- cientes p�ro, a mi parecer, esto no nos proporciona ningu-
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mo y · el socialismo. Eliot afirmó que normalmente habrá I�a ventaja cuando, correcta o incorrectamente, el libera-
u�a «graduación de tipos entre el pensamiento y la ac- �smo Y el socialismo pueden describirse a sí' mismos de
·····�� cion», en un extremo el contemplativo y en el otro «el igual manera con el mismo fundamento. En consecuencia
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N.C . 0. 2 de la política»; entre estos dos extremos se en- he buscado aquellos temas que al mismo tiempo sean ca-
Mi preocupación principal en es t e libro es el estrato cont inuidad demostrable durante los últimos doscientos
ha s ta el extremo de descuidar por completo el político. Mas por el estilo que por el contenido se recogen citas
E1: su mayor parte me ocupo de la tradición del pensa- de los_ filósofo� más prominentes del c on se rv a du r i s m o .
miento político que se extiende desde Edmund Burke He evitado deliberadamente cualquier ubicación ideoló-
gica de éstos porque, como se hizo notar, esto no es una
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Robert Nisbet
l . Las fuentes del conservadurismo
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1 ¡ Bonald, de Maistrc y Tocqueville. Tanto en Burke como
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2 . Los dogmas conservadores·
duo y el Estado. ,
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s i s t i ó en el impacto que tuvieron sobre la sociedad inter l turalista y del más reciente utilit�iri.smo, p�r. una parte, Y
media las nuevas declaraciones de derechos individuales y, · ¡ del Estado nacional, cada vez mas i:lemocrauc�, por otra.
Jo que no es m enos importante, los derechos recién decla '. t En cada una de las áreas específicas de la doctrina cons�r-
fue, por. supues t o, cuestionar los derechos históricos de . l constante es el derecho a sobrevivir -:-smg1<lo �el d es a - 1
grupos tales como la Iglesia, la familia, el gremio y la cla rrollo histórico y social- de todas las _estruc.turns mte�·m�
-se social. El pun t o de partida. de gran parte de la jurispru dias de la nación en contra de las corrientes tanto del indi
dencia del siglo XIX Jo constituyeron, por una parte, los vidualismo como del nacionalismo. .
derechos de los viejos y los nuevos grupos contra el Esta . Entre las tres ideologías el ����·- al menos en �u
do y, por otra parte, los individuos. Al final del siglo, emi ! carácter principal y a fin de cuentas marx1s�a'. es el que ne-
n entes eruditos como Maitland, Figgís y Vinogradov, a ne un��p.eto por lo�_?_;�e����.r�1�<:i�-��s de los . .
quienes durante un tiempo siguió el joven Harold Laski, grupos interme� La posicion soc1�hsta acerca � e _ la
situaro n gran parte d e la historia de Europa occidental, de prop1eaacf tenclio a preparar e1. e scenano p ara sus o pinio
la Edad Media en adelante, dentro de la perspectiva de la nes sobre la familia , la comunidad local y, sobre to�o, la
relación triangular del Estado, el grupo corporativo y el in clase social. ¿Cóm o , se p l an t e ó i�n¡?lícit�mente, podna _de
Estado eindividuo que había surgido de la tradición iusna !� a los patriotismos hi stóricos menores �sí. com? :il Estad<:_ ,
turalista. M�íclaríd esJribió �cercá dé las fuerzas «pulveri ·,, bu rgués? Bl s ocialismo se enciJen�ra ª?•• !_deologica��eJ
zadoras y macadamizadoras» del Estado y del individuo ;!; en el extremo opuesto al conse1vadunsmo. . .
y el Estado. Otto von Gierke en Alemania y Fustel de Cou .[; do d e la huella qu e dejó Tocqueville en !"fill h\1bo algu na
langes en Francia se encontraban entré los eruditos que i in dulgencia en ciertas áreas del pens?m;tento liberal prra
t ambién percibieron como esencial esa· relación triangular. i los grupos, en especial para_ las ��<:><;:.p1qo�s�.�cJ1:�!ll�9:�1t
La mayor parte de la obra de Henrv Maine sobre institu ¡' que se agregaban a un pluralismo .liberal. Pe_ro! en lo esen-
lucha entre la exigencia de soberanía del Estado y las auto nantes del liberalismo con el !�yim1.Q Y su�__gg�<;:Q.Q�.�n
ridades t radicionales de la familia patriarcal y el clan o lina contra tanto del Estado como del grupo social.
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En general, la filosofía del conservadurismo hizo lo mis- { La v i s i ó n del papel de la historia es crucial en la polítJ-
cial, f¡unili�_J'. propiedad, más que el liberalismo y que el !' que��· y e s en la confianza conservadora en la
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trato social al que recurrier�:�1�i ato en e sentido del con nera __ � se haga resaltar toclolo que se encuentra en el
y tantos otros filósofos ) I' . . . obbes, Loclce, PufenJ9!(.; , p3��n� !2._gH�.. signifl�.ª �!!_q_�raipfmidafl -ªe fo!.:
Estado sino e11 el .df o mcosh como el fi.mdamento del , mas de_ comportamiento y );LCnsamiento_que no pueocn
r :;:. - · , � senn o m u e O 1 1 1 - I ·
que\!�Qi-;-.,.,eau · . - as rcvo uc1onario del comprenderse cabalmente si no es partiendo del recono-
�:::::..:-" suvio: esto es como 1 .
y p�manente de la s�beranía B' urke a J�b"�1sa contim1a cimiento de �����pas_ac.Io_ _ _ _
. -----..:..._ escn 10: -
La concrecton de la expenencia y de la historia es un en
· · =• contrarr, Es un · d d
ciencia; un socio de todo art . .' ··· socio e tu a en Ranke y en una sucesión que llega hasta Oakeshott y
perfección ... se.convierte en �;�in s�c10 en :ªda virtud y en toda Voegelin en nuestros días. En la Ilustración la· «historia»
llos que viven, sino entre a ue!J;;c10 n� solo entre todos aque característica que utilizaron los pbilosopbes, y también
muertos y aquellos que hn qd que viven, aquellos que están
•• n e nacer. muchos de los racionalistas ingleses, fue la historia que se
pasados nunca pod - unca muan hacia sus ante- damente muy abstractas, y no en absoluto de historia ya
ran prever el po . e
gran parte del · rventr,» ontra lo que en el sentido de obras contemporáneas como-Dec!zi1e and
pensamiento raci al. l bí .
demostrar desde el punto d . od
n Bista la la mtentado· Fa!l o/ the Roman Empire de Gibbon 'o la History o/ Scot
• e vista e urk el
li land de Robertson ya en el sentido de la historiografía que
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'f es brc de rehacer la estmctura socia] '; pres�nte no
de la imaginación del , . i segun los dictados florecería por todas partes en Occidente' en el siglo si
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· «espinru Je in d N
cierto que la legitimidad d l F d d nova or». o es guiente. Lo gue hizo Rousseau en su historia «hipotética»
del consenso táciro de 1· . e . zsta o ependa solamente de la desigualdad ha de ser visto más'como el anteceden
• ,1111ces·111tc re 1 · - d l
to social por la que clamaba I ovac1on. R_e �ontra- , te de los esquemas de evolución· social ·del siglc XIX que
resultado de la historia y d 1· ou�scd�u: La legmm1dad es como una obra de historia en sentido estricto. Cuando
d 1 e as tia rciones qu -
illa
- e os recursos de e al . . . - e van mas Rousseau escribió «Empecemos por Ídejar los hechos de
eVer las cosas corn u quier generac:ion particular. lado, ya que éstos no afectan al problema», no estaba eli
vlannh eirn o ui:i conservador au té n tico», escribe
minando todos los hechos sino sólo aquellos irrelevantes o
e • «es experunentar los · .
cuerdo con una a ct itud d . acontecimientos de sin consecuencia alguna para su esfuerzo por demostrar la
ladones andadas en el pa::;(1�t�e Jircunstancias >: si iniquidad de la desigualdad y los medios por los que ad
e Burke, de Maistre Saví O> • es e _el punto de vista quirió su predominio en la sociedad moderna. «Las inves- ·
ores, la verdadera I1Íst�riagny Y_ºt:·os pnmeros conserva- tigaciones que consignamos aquí», escribió Rousseau, «no
se ex pr es a no en forma lineal,
deben ser consideradas como verdades históricas, sino
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44 Robert Nisbet Conservadurismo
"m�s"comolasT1ipótesÍs de los físicos que como las cróni- :, se entendía mejor mediante una aproximación histórica.
cas y anales de los historiadores. No podemos saber dónde estamos, mucho menos adónde
Adam Srnith, Hume, Ferguson, Helvetius y Condorcet vamos hasta que no sepamos en dónde hemos estado.
· escribieron todos ellos «historias» del tipo de la que escri- Éstos son los fundamentos sólidos de las posiciones de la
bió Rousseau en su Segundo Discurso. The \Ve(dth o/ Na- filosofía conservadora de la historia. Cuando Newman de-
tions de Adarn Smith era en el fondo, como señalara su cidió responder a las críticas modernistas, presentó su ar-
.amigo y biógrafo Dugald Stewart, una forma de la historia gumentacíón en forma histórica en su Development o]
«para ilustrar las provisiones hechas por la naturaleza en Christian Doctrine, mostrando cómo la teología católica·
los fundamentos del pensamiento humano ... para un au- actual es el resultado histórico de un pasado que se re-
mento gradual y progresivo en los medios de la riqueza monta hasta la cristiandad apostólica. Sl el pasado es vital'
nacional». Quizá la de historia natural fue la etiqueta que entonces debe ser investigado meticulosa y objetivam�ntc.
con más frecuencia se aplicó a esta forma de escritura, ex- De nhí la famosa admonición ele Ranke a todos los histo-
, ..
presión que abarcaba obras sobre lenguaje, clase social, 1 riadores de recuperar el pasado une es eigentlicb geuiesen. ¡ .
matemáticas, riqueza y casi cualquier otro elemento de la i ist, exactamente como éste ocurrió singular y realmente.
civilización. Hutton escribió una «historia natural» del ; t En este a p ot e gm a, Ranke c r i tic aba no sólo los tratarnien
universo y la tierra, al igual que Hume escribió una «his- i j tos románticos y subjetivos del p as ad o sin o t a m b i én, Y aún
toria natubral» ele la religión. . . .. ; ;:_ más incisivamente, las «historias na tural e s » de11_ siglo �vn1. I
Sin em argo, 'para Burke y el resto de los conservado- y· el «desarrollismo p r ó g resívo>>. 'ele presoció ogos tú es
i :
res, este ti po de historia era menos que nada como medio ¡. como Snint-Simon y Co mt e.
p ara c omp re n der la verdadera complejidad y concreción Para los conservadores el método histórico fue un me-
del p a s a do yel presente; asimismo era un medio, tan.corn- dio de ata c ar a los p erniciosos utilirarisras, empezando
pletamente abstracto y deductivo como la teoría del con- por Bentham. Disraeli escribió: «Las naciones tienen ca-
trato social, que podría originar cambios imprudentes en rácter, y el carácter nacional es precisamente la cualidad
el presente sin el escrutinio de los detalles de lo que se es- : ¡ que la nueva secta de hombres e.le Estad o niegan o pasa�1
hecho de que mientras los racionalistas progresivos ven el ¡ \ va del Estado. divulgada por Austin, a b stracta, rac ionalis-
presente como el comienzo del futuro, el modo verdadero r ; ta y d e du ctiva , fue totalmente rechazada por los h i s tor ia-
--conse1vador- es vedo como el último punto alcanza- , dores conservadores, c omen z an d o p or Mai ne. Para lama- . . .
La sociedad no es algo medíi:!_ico,_ºQ�i:u1oa_máquina cu- ----efec t o -del- u til it a ri s mo fu e pe r pe t uandos<< s bfistas ; calcu- .. --.----.-
... -·-�----.-.--·· �--
-·---··yas paftesseaii-iiitercambiables Y....Q_esagregªhles_i.ndivL,.__ -ladores·yeconomistas»-que·Burke·rrató-con-desdén-en-�us . .. ... - . .. - .
· -�- dualmentE-Es orgafüca· en su articulación de institucio- Reflections. Palabras mies como «sin alma», «helado»,
nes y en su interrelación de funciones; también en su de- «mecánico» e «inh u mano» se aplica b an regularmente por
sarrollo necesario, acumulativo e irreversible a través del los conservadores a la perspectiva bentliamita del Estado
J a era en el fond L .
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a noc J
1e espantosa». ' o , « a ciudad de sideró la s «c ons tituci o nes» de lo s ja obin
c os co m o u na
N , 1 t u r aL J ·
de E t s ad o s Unid os e a, y co
r n tinua ía r s ien d o, no el docu
f.le b a, e religión dere ·1
eco e esto
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me n t o d e p pel a s ino t od a la con stelación de co tumbres y s
. Sin e m barg o , los cons::�:Jenc a: «n o te c ur e s e n s alud». la gl o rio a s Nueva Inglaterra d e Ma ss achu set ts y á re as ad
ha n t ndid
e o a oponerse al oreb,. de Bu k r e en ade lante, no yace n te s. La idea d e Burke d e la v e r d ade ra c o n titu ión
s c
p r a a d u d a r de Ía sincericladc:;;1 B:rkomo tal. N o h�y razón de un puebl o , de cualquier pu blo, e s e conv rti ía en e r u n a
labr : «Un E t·1do qu
as d 1 n suss no i s p - e e co c da a
. de la s ide as má s p od er osas d el s igl o XIX: s e e n camó en la
' c r c di e a e e e
· lm s c n rvació s b ra u o se
vrrrua e te ven ró la R 1 . ,
n d n» eme q e . a os u
al e mane s y, de mane a in r te r es ant , en e las conviccio ne s de
¡ J , v ucron e 1688· . , e o
1 · espinru e mn · ,
a nn ent e l e tal cuando s e a Íica a 1 . ?Va�10n es particu. como N u v e a Y rk y Fila
o d elfia para d es cende r a la cenago
Ha ta s nuestros di lp . as mst1tuc1 o n es humanas
s i dad y so le d a d de un pedazo.de Maryland con el fin d e
as, os c ons erva d o I h ·
e c o c ons tan t e de la pers . d r es se ran e cho co nst rui r ex nibilo la v erd a de ra capital de la nu e va n ación.
d pecnva e Burke d 1 ·
. er� �o��ftitutjqn.de unpuebl . id e que .ª ver d a Nun c a duraría, dij o de Ma tre. P ro antes
is e de apr e surar
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· . : ··:
· 48
diosa, de Washington D.C., y su interminable lucha por · : rales de cambio y desarrollo son claramente ridículos.
una identidad, y su eterno sentimiento de inferioridad ¡ Pero ¿no son igualmente ridículos los esfuerzos del
como ciudad en comparación con Nueva York, Londres y ' hombre por lograr más de lo que consiguen los procesos
. . �,�
París es ';111 j1;1sto tribut� a Burke y de Maistre y sus teorías . equivalentes en )� his�o�ia humana? ¿No fue en e] fondo
<le constituciones y capitales.> absurdo, yt a m b i é n tragrco para los hombres, que mtenta-
Hay otro atributo en la veneración conservadora de lo ran construir una nueva sociedad y una nueva naturaleza
. viejo Y lo tradicional; la creencia de que, no importa cuán humana en la Francia de 1789 o en la Rusia de 1 9 1 7 ? Tal
�bsoleta pueda ser una estructura o modus vivendi: es po- es la teoría conservadora de la historia. , . ,
sible que en ella haya una/undón continua, incluso vital, En algún Jugar John Morley comparo la filosofía con-
de la que el hombre se beneficia psicológica O sociológica- servadora de la vida con u�a débil :s!)eranza �e _que las
.·.
mente. Seguramente, gran parte del pensamiento más cosas bien podrían ser mejores, agitándose deb1lme�te
. . ·.
�rofundo de los :onservadores sobre las leyes de reforma junto a una convicción gigantesca de que las cosas bien
liberales de los siglos XIX y XX reflejó esta creencia. Debi- podrían ser mucho peores. Por supuesto, alg<;> de sto hay.
7
do a su aparente arcaísmo, a la corrupción de los «distritos . .. Pero en realidad, no demasiado. Uno no se 1mag1�1a a los
podridos» y a la aparentemente impotente Cámara de los grandes conservadores �Burke, Disraeli, Ch:1:ch1ll o De
Lores después de que los liberales le quitaron sus poderes Gaulle- agitándose débilmente ante riada, f1s�co o m�n;
, verdaderos, no e_ra posible que estas entidades todavía rea- . tal. Tampoco imaginamos· a · Max Planck, quien rea�z?
Íizaran ·una función de valor parala sociedad, para la solí- uno de los dos treá mayores ·y más ·audaces descubrí-
O
daridad social, y para lo que Burke tenía en mente cuando mientas modernos en física, estremeciéndose ante lo nu_e-
es�ribió que: «La naturaleza del hombre es intrincada, los vo y lo incierto, a pesar de que. adoraba el p;�saclo e ins1�-
objetos <le la sociedad son de la !IlªYºr compléjidad posi- tía en que su teoría surgió de y _fue c.lesc:ub!e.rta a partir
ble?¡' por lo tanto ¿puede una simple disposición u orien- tanto del pensamiento físico antiguo y . trn?1.c1onal como
tacrón del poder ser adecuada ya sea para la naturaleza del del actual. En su ensayo sobre el talento individual Y la t�a-
. ··.·.
hombre o para la calidad de sus asuntos?» dición T. S. Eliot ha escrito como un tmdicionalista confir- ..·
: -�r·:·
Para l?s conservad9res la historia ha" sido en gran medí- mado y como un revolucionario en la rorma poétic:1 y en .
. . ��/:
da la misma �as7 de �erz� que la selección natural es las imágenes. El talento indi�idual es, s�1pl.ement�, im p o -
. .
para el evolucionista biológico. Nunca ha vivido indivi- tente, y está condenado a girar sobre st m_1smo., s1 carece
.·
duo alguno, ru podría vivir -afirma el evolucionista- de una tradición escogida con la yue trabajar,
con poder de decisión bastante como para hacer surgir las ···- - - - - - - - - ·-· ·
¡_: especies. �s s§lo el funcionamiento mismo del proceso de - ·-· · - ·- - - - ------· �---_
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Roben Nisbet
Conservadurismo 51
viejos pre�u1c10s los apreciamos en un g ra d o considerable . . . y tiguo de cosas el que sea antiguo. En cuanto a lo. �uevo,
cuanto mas generalmente hayan prevalecido, más los aprecia no se sienten en ningún modo temerosos en relación a la
mos.
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53
52 Robert Nisbet Conservadurismo
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voluntad colectiva después de que ésta hubiera sido ex- ,; en vez de permitir que surjan del curso <le los acontecí- · · · ,;,¡;_
ser el resultado de un desarrollo de Jo tradicional en la el interés conservador por el prejui�i� en el compo.rta-11 · '{::·
conciencia popular. miento humano. Es el tipo de conocumento que W1lliam '.T.'::
· · Después de Burke pocos utilizaron la idea de «prejui- James describió como «éTcon_ocimientii.:ilc»1en contrastej] ./f.
. cio», pero sobre su base se formó un legado perdurable, 'con «el conocimiento sobre». El primero es el conoc1-,
u_no que completó la mta_ del racionalismo superficial ini- miento cjue-aclqu1ñmos simplemente a través de la -cxpe-
ciada por los pensadores iusnaruralistas de la Ilustración y rienda, a través de la exposición directa a la vida o por lo :-
) a la que Bentham y sus seguidores dieron su forma utilita- menos a las áreas más importantes de la vida. Su esencia es
ria. El interés siempre creciente que encontramos en el si- el sentido práctico. Se convierte en una parreintegral de
glo XlX por lo prerracional, por las fuentes de motivación miestrñs personalii:.lades porque su origen reside en el pro-
• y juicio que o bien se encuentran más allá del pensarnien- ceso de habituación, de convertir en predisposición gene-
to individual o bien en profundidades del mismo que, ralizada o «instinto» el conocimiento obtenido a través del
scncillamcnre, eran desconocidas para Voltaire y Diderot experimento, consciente o inconsciente, y de los normales
o, en no menor grado, en toda la esfera del pueblo o del ensayos de prueba ·y error. James adujo que el segundo
sentido y delsentimiento popular, puede rastrearse en las tipo de conocimiento es aquel que adquirirnos del Hbro de
corrientes-de pensamiento puestas en marcha p_qr los pri- : ¡ texto, <le'a1:irehder'acerca de algo que puede ser presenta-
· Tocquéville partía evidentemente del uso que Burke es susceptible de formularse prescriptivameiite Y en su
dio al término «prejuicio» cuando escribió: «Lo que ocu- . 1: momento más resplandeciente puede exponerse de mane-
rriría si todos se comprometieran a formar sus opiniones y ! l ra lógica. Si las virtudes culminantes del primer tipo de
a buscar la verdad por senderos aislados, sólo transitados conocimiento son fo inmediatez y el sentido práctico, la
en solitario, es que jamás ningún número apreciable de ¡ . abstracción y la generalidad lo son del segundo tipo. El
hombres se uniría en una creencia común.» Newman, en ! .: conocimiento acerca de la música o de la pintura puede
su Grammar o/ As1ent, quiso decir, con su «sentido ilati- adquirirlo cualquiera mediante el estudio. Pero el conoci-
vo», con su inclusión explícita del «buen sentido» y «sen- ¡ · miento de la música o del arte requiere, en el sentido de
tido común», precisamente lo que Burke había querido James, la clase de experiencia personal que sólo los rn ú s i -
decir con «prejuicio». Fue Newman también quien obser- ! cos y pintores o escultores tienen y pueden tener. Cual-
-.. . . . --��_§_ql,!� k>..? J:i9mbres morirán por.. un.dogma sin ni siquiera ! ·:·----quier imaginación-activa-puede presentarse haciendo va--·- - - - - --- ·· · · ·
- -- -- -- -· ------ ---- · -
-- ----- ---· ·· -::.; ··
___ _!ol_'l1a rse la mol e sti a d e _ b u s c: a r � u n a conclusión .. Y - m á s t a r - - - ; ;i--- ler-prir1eipi0s 0-ley es-de-g0bierno,pero-solan:1ente-alguien-- · · :· :·-·:
e
<l Ch esterton advirtió qu e el soldado meramente racional I
; ,·_ co n un r ico conoci m i e nto de p ue de pr o porc i on ar los me-
n,o luchará y qu� el amante racional no se casará. A prin- dios p r á c ti c o s para diri g ir o particip a r de cualquier otra
c::ipiq�.. del siglo Disraeli d eclaró la guerra a aquellos horn- j - forma e n un gobierno e
c.l he cho. · ·- · . · ·.r·· --
bres de E stado que buscaran «formar las instituciones .1 Ést.1 es la distinción entre tipos de conocimiento que se
1 .
54
«plag;1da de os
l proyectos d e la política del Racionalis-
racionalista político e
s inclina natu�al�ente hacia ,llP
. m0>�; .Se�ún la formulación d e Oakeshott, la política del
tipo aeimperiahsmo �temo: «impenalismo demoG'.ra��
Rac1onalism'? se .�ncuentra d etrás de cada utopía, de cada
CO» como lrvmg Babbm lo caractenza en s� l�r-oI:ea-
gran generali2,�c1on ac:erca del «curso de la historia» o de
aership and Democracy. Esto es, dada la atnbuc1�n a l a
«la naturaleza del hombre», d e cada c o n s titución instantá
razón individual d e la c apacidad d e gobernar directa
nea �ara un nuevo Estado o una asociación de cualquier
mente obre un
s p ueblo, resulta fácil y tentad�r dar un_
...
tp·I'
, ·
56 Conservadurismo · 57
Robert Nisbet
berales Y socialistas en la mente, que Babbitt escribió- dos conceptos centrales de la filoso fa conservadora. Esto
,«!']i�gún movimiento ilustra más claramente gue el mo� no �esplaza a la libertad co1:1,º un_ valor conservador; des-
vurucnto supuest�me!1te democrático la manera en que p�es de todo, la preocupacion reiterada de �urke en sus
la voluntad de mrnorras altamente organizadas y decidí- . discursos acerca de los colonos . no.rteámencanos, y d_e
I
-das puede rrevalecer sobre la voluntad de la masa inerte aquellos sobre los pueblos de la ln�l1? e Irl_,mda fue In .h-
. Y desorganizada,» berrad de los seres humanos para vivir segun sus propias
Desde � punto de vista conservador, sólo el prejuicio costumbres y tradiciones. Esta fue la base invariable de
' en el sentido de Burke, puede mantener unida a la ciuda- sus acusaciones a lord North, Grenville y lord Hasting: su
<lanía en oposición al tipo de tiranía que e] racionalismo uso del «poder coercitivo» para destruir o debilitar la m1-
e�1 el gobierno Impone a veces sobre el pueblo: Burke te- tonomía. .
nra en mente.ª l<:>s racionalistas jacobinos cuando escribió Sin embargo aún es necesario ver la prioridad del orden
las palabras srguientes: _«Es Imposíble no observar que en · y la aut�rida�J ?1 e! tratamiento que hace Burke d.�l�H-
el esp1�1tu, �e esta distribución geométrica y de este arre- -�1taJ. «La unten libertad que yo propongo»,. declaro en >
glo antmenco, estos· pretendidos ciudadanos tratan a ¡ 1 sus Reflections, «es Una libertad conectada con el orden;';>
Francia, �xactamente com_o a un país de conquista,» Ésta I que no sólo �xi_ste jun�o con el orden v la virtud, pero. 9ue ¡
es la cr�t�ca a Ia burocracia y a la mentalidad racionalista , . no puede exisnr de runguna ma nera sm ellas». El primer
burocrática q ue hacen los c o n se rva do r es ,. y también de · requisito de una so cied ad , co n t i n úa B ur k e , es que los me-
c u ando en cuando , los liberales y socialistas, que ha surgí- dios existen p ara la restricción de las pasiones de los horn-
do constante � activam�nte �esde que Burke 1a dirigiera bres. Es impor�ante que «las incl i nacio n es del ho m bre de-
contra los «geómetras» jacobinos, ban ser obstruidas frecuentemente, su v o l untad c ontrola-
�urke, Y en general los conse�adores, han visto que da, y sus pasiones someterse a suj eción » . . .
ca.si toda la voluntad de resistencia que comúnmente se Burke pensó que el defecto fo tal de la escuela de los cl':!2
afirma es resultado del conocimiento interno de los dere- rechos naturales fue su indiferencia a los muros de aut<?ri-( . . . /\
r-::
chos naturales.º de los instintos internos de libertad re- dad representados por las tradiciones y los códigos socia-(
sulta, en camb�o, de los prejuicios construidos histórica- les. Rousseau y otros se ocuparon de la libertad sólo a la . . .
.·
n:icnte con lentitud en el pensamiento del pueblo: prejui- l�z de las exigencias del individuo y del Estado. Pero esto,
c10� acerca de la religión, la propiedad, la autonomía (rgumentaban Burke y los dermis conservadores, es igno-
-·
nac ional y
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he las luchas de los pueblos por la libertad que nosotros 'éi:an, todas ellas, ���ucturn� -��.. -��!2.d�le� y que requería?
mora m os. . . todas un grado sushmcial <le autonorrua --esto es, de li-
rable Je un triángulo de autoridad, que involucra al indi ambos 'estaban enormemente limitados durante la Edad
viduo y al Estado pero también a los grupos intermedios Media. La autoridad se manifestaba entonces como una
entre estas dos entidades. cadena, análoga a la cadena del ser que dominó la teología
Hay un inexpugnable elemento Je feudalismo en la medieval. Tanto la libertad como la autoridad eran aspec
teoría conservadora de la autoridad. Casi todos los con tos ineludibles de una cadena de grupos y asociaciones
servadores del siglo XlX -incluidos Burke, Bonald, Coie que surgían desde el individuo hasta la familia, la parro
ridge, Hegel y Disraeli->- eran admiradores de�nfadados quia, la Iglesia, el Estado y culminaban en Dios. Este sen-
9e la Edad Media. Pocos cambios�ñef pe�mientl;fue�:· : ,, tido de la autoridad como una cadena o jerarquía desem
ron más abruptos durante el siglo que el pasó del odio peñó un papel esencial en la perspectiva conservadora de
modelo que proporcionó para abordar las presiones poli La perspectiva de Burke.sobre la adecuada concepción
ticas y económicas de fa modernidad. Orto van Gierkc es de la autoridad dentro del Estado se expone lúcida y ati
cribió a finales de siglo acerca de la Edad Media en una nadamente en su libro Tbougbts and Details 011 Scarcity,
forma que casi tocios los conservadores hubieran acep escrito en 1795 en respuesta a la solicitud del entonces
tado: primer ministro Pitt. Pitt pidió a Burke su consejo acerca
P a ra B u rk e y para otros conservadores, la historia mo las criaturas del Estado, a saber, el establecimiento externo de la
podría verse como la desintegración de esta concepción Pero .110, subraya Burke, a los problemas y necesidades
corporativa y social en una dominada por las masas de in de la esfera privada. En esto no hay la más mínima dife
dividuos. La filosofía de la historia de Tocqueville implíci rencia entre Burke y su amigo Adam Smith. De hecho, en
ta en su libro LA democracia en Améric,1, es una en la que Tbe W'ealth o/ Nations deSmith, el gobierno puede tomar
tanto el Estado político como el individuo aumentan su a su cargo de manera legítima la educación y ciertas otras
importancia· á expensas ele los lazos sociales con los que actividades que son necesarias para el bienestar público y
. 1
----�--��""'"'.' __;óll!JtJl!!!lilj.�
.. ---------_:_------+-'-f,.¡•...: __ � _
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. . . :-··-·-···
....
gue no_se P...!:!..��n encomendar a la iniciativa Rrivada. Pero ; . beranía de manera más o menos igual entre la familia, la __ ·- _ _ . . ·-·-·- - - - - - - · · · - · - · - ·
· · -Jglesia y el gooiemo político:Cnda porc100deest8autor1- ----·- · ····-·------· --·- · · .- .. -·- ------ .. -·-···-·--·--
- Burl<.e calla respecto a estos aumentos ele la responsaoili
dad del gobierno con sus ciudadanos. A pesar de las insi dad asignada por Dios debe contemplarse como suprema
nuaciones ocasionales que de vez en cuando se dan entre en su propio reino. !-,aJ!!:!!QJ.Í.dad -y por Jo tanto la líber- .
quienes a sí mismos se denominan conservadores burkea : f: tad o la autonomía- de la fan.ülia es sacrosanta; ni el Es- 2
nos en el sentido de que Burke siguió un son distinto al de . � _ tado ni la Igles.h1-p�1edé"ñ.. úl111sgrcdir. legítimUmente Tás ?
Adam Srnith, no hay de hecho una diferencia seria entre ererr2!:?�_ti��-que. R.eiten�en ,al paren��§CQ. Precisamente
· ellos sobre la función del gobierno. Es un hecho estableci fo mismo se sostiene para el gobierno y la Iglesia. Cada
do que la admiración de Burke por The Wealth of Nations uno tiene su deber y adecuada autoridad en su propio á m
Je Smith era inmensa, tan grande como lo fue por la pri bito. La tiranía consiste, escribió Bonald, en la transgre
mera obra de Smith, Tbeory o/ Moral Sentiments, que sión de una esfera sobre otra. El poder total del Estado re-
Burke reseñó con una alabanza casi extravagante en su . volucionario en Francia provino Je su injustificable inva
La estructura feudal-conservadora de la autoridad polí '. · Este era un punto de vista común. En Alemania, Hegel
tica es también intensa en· el libro de Burke Thoughts and ofreció en su libro La filosofía del derecho una perspectiva
Details. Acerca de los poderes gubernamentales Burke es sustancialmente parecida. Los poderes de la Iglesia, ele la
A medida que descienden del Estado a una provincia, de una los derecho�1tono!nía�A�]g�_grnpp.i¡_Y-_e�tratos socia
provincia a uha' parroquia, yde ' u n a p a r r ó q u i n a una casa priva lesñ1Is importantes. Haller construyó su com-p"letñy..ii1'0-
da aceleran su caída. No pueden hacer el deber inferior y, en la
ñüiñental-Yeoñtn/e/a., ciencias políticas y sociales, alrede
medida en que lo intentan seguramente fallarán en el deber su
dor de este pluralismo, de esta separación de esferas· y de
perior. Ellos deberían conocer las diferentes esferas de las cosas;
los derechos ele todos los grupos y asociaciones, empozan
lo que pertenece a la ley y lo que sólo las costumbres pueden re
do con la familia. Nuevamente es instructivorecordar el
gular. Los grandes políticos pueden apoyarse en éstas, pero no
Burke, j ""Büife. . . .
En la obra conservadora la perspectiva esencialmente f; . Nunca han abandonado estos principios de. Estado y
feudal de la autoridad prevaleció en Alemania, Francia y sociedad al conservadurismo, salvo bajo los estímulos de
otras partes de Europa . .La Teoría del poder de Bonald, emergencias y necesidad política absoluta. Disraeli, New- . . . .
----------·--!:._- :·: -,
--·-- conocumento-al éstímülo cie IasReflectionsde Burke, acle.:. .,: en nuestros elfos a conservaclores tales como Oal<eshott,
l a n t ó una filosofía de la autoridad y del poder que pudo L Voegelin, Jouvenel y Kirk han subrayado sobre todo In ne-
provenir directamente de Tomás de Aquino. La sobera ¡ j.., cesidad imperativa de que el Estado político se mantenga
nía, .declaró Bonald, existe sólo en Dios. Él delega esta so- ¡ ii:·· tan lejos como sea posible de una intromisión en asuntos
� . ,. .
;. u •.
¡¡¡.,
· i
ji·
económicos, sociales y morales; e, inversamente, ele qu.¿, · . �� y. s�ciales de un? 1!ación! quita�do de este modo un:' /)
}1 haga todo lo que sea posible para fortalecer y ampliar las . fuga al Estado y quizas al mismo tiempo cortando la� r�
11· funciones de la familia, el barrio, y la asociación cooperd-' �es de lo que de otra manera podría ser _una burocracia sin
,� tiva voluntaria. Y en la práctica política de los dos últimos lfin, Por supuesto que en la Edad Media abundaban gru
distintivo de la política conservadora ha sido su mayor in- t -Europa mucho tiempo después d_e que la �dea d� � Esta
clinación por el sector privado, por la familia y la comuni- ·\ 'do directo y centralizado se pusiera en circulac1on. G�
dad local, por la economía y la propiedad privada y pór<=. ¡pos tales como la Comisión de, Subvenciones Univer�lta
una sust.�ncial medida de q_c;_sf�!!.r_ali'.@óó.o.J;�1_eJ_g9pjei·no, · 'rias en Inglaterra y la Reserva Federal en Estados Unidos
q!,]e pudiera respetar los derechos corpg�a_rjvc;>s_ de [as uni- .constituyen ejemplos obvios, a pesar de que .p��ece que
etiqueta de feudal a productos norteamericanos tales . recta. Los tribunales han tenido privilegios extraordina
como Coolidge, Hoover, Goldwater y Reagan --o a sus l dos en la sociedad medieval, y han continuado en Occi-
cen en cualquier caso la etiqueta. ), menos en comparación con el estatus de los tribunales en
Lo que Burke, Bonald y Hegel comenzaron a este res f las naciones totalitarias. El Tribunal Supremo -también
pecto permaneció como una firme herencia durante todo �. objeto de ataques casi incesantes �e los populistas y d� los
el siglo XIX. Newrnan, en w10 de los pocos fragmentos que • t socialdemócratas- siempre ha sido en muchos sentidos
1
escribió acerca del gobierno, vio la adecuada autoridad en rl ;'. la rama de gobierno favorita en los corazones de los con-
el Estado como basada en los cuatro principios de coordi 11 '. servadores norteameri�anos: Hasta prin_cipios ?el siglo XX
Francia los escritos críticos de Bourget y las novelas de . ' fue co nc ebid o p or los F or adores como la c
j ám a a de l s
r o
Barrés ofrecen perspectivas similares de la autoridad. En J « conse rv a do e r s» com p arable a su m od o con la Cám a ra
;1 d e l o s· Lo r s
e cnÍngl at erra . M e or e
j nt on es p
c ar a lo s sena -
ambos encontramos un énfasis sobre el vínculo social la
·:!
" d o esr real i a
z r c am p a ñ a s directamente entr .e lo
s vo tan t e s y.
,
insignificancia relativa del individuo; el amor porla trudi
.' ·(·· ·
� d�ecta ªe!� leg�§!a��f.�-º--º-� pueblo. Lorcl Keynes reco-
e o por a elección indirecta de los funcionarios, públi
r.
. nodo la �-¡;ilji�µ!"iíl conservadora ·a éste-i·especto, reclaman
di r n l
--- .,·
' - · - · · • • ' " ·--�--M .. -�-"-"--'-"',--'""-�......,..-------
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...
64 Robert Nisbct ·J
. . ·:··· ..
····-· n-el-g
e o lJi rn0-
e n ad0 n al,del-mi m0-m0d0-que--lo -con �r-- .\ ·
s s s
�bonstitución�=D@-ahí=la=oposiGión=de=I--lamilton=a=una=de::;:::==--==: ·---.-=-===-=.::.c
v a dores in g leses lucharon por los « burgos» p odr i dos y daración de der e chos se p arada .
se rv ador es, ya fu er an D m e ócratas o R p e u bli an c os, s e '.¡ . ¿Por qué declarar que las cosas no deberán hacerse cuando
1
. f no hay poder para hacerlas? ¿Por qué, por ejemplo, debe decir-
opusieron a cad a p aso a las me di das al tamente d emoc á r ti
no in direc t o y iml ita c iones internas ; para evit ar en g n e er al . f una declaración de que la libertad de prensa deberá ser in
tend e nci a s p os ibles en el g o b iern o n aci onal qu e si guieran . violable? ¿Qué es la libertad de prensa? ¿Quién puede
el camino <le los g o biernos e u ro pe os, s e re co noc ía n ca i s ,. darle una definición que no deje la máxima a m p l i tu d para
en cu alq uier parte de la C ons titu ción. L as l b i ertades de su evasión?». La larga y a menudo tortuosa historia de la
los indi v id u os se protege rí an . me jor si se aseg ur baa que e l Primera Enmienda sugiere que Hamilton y sus compañe
. ra, salvo en r arís imas circ un t s ancias , en las a utorid a des de ! t i c a . E ne l f o n d o .s ú doctrina delas libertades era esencial-
les . C uando se presentó la idea de u na dec l ra aci ón e pe s vidas es con la doctrina . de la m á x im a libertad pa ra los
cial de d e rechos , Alexander Hamilt on habló en s u co nt ra organismos c orp or ativos , tales como la familia, el domi
i
p or casi todos l os conse rva dores. E n primer lu gar, d cha i ¡ nio, la corporación: y t a mbi én m e d ia n t e el p ri n ci p io <le la
dec la raci ó n era in nec esar ia ; la Ca rta M g a na en Ingl terraa separación, dé la loc aliza ci ó n o regionalización, y de la
·. _,_
y p eticion es de derechos p osteriores eran apropiadas y v a competencia entre los p oderes . U na y otra vez la historia
liosas simp l emen t e porque h ab ía poco, por n o d ecir nin constitucional de Estados U nidos es la h istor ia del conflic
:,-·
guno, p od er del p ue b o l reconocido ; se ha bía rendid o á la ¡ to entre aquell o s que in s i s t en en la maximización de los
m o nar q uía. «Aq u í», escri b ió H amilt on, « el p ue bl o no j derechos indiuiduáles y a q uel l os que insisten en las au to
cede n a da ; y co m o lo retiene todo, no tiene ne c esidad d e ¡. : nomías de los derechos corporatiuos de los Estados y de las <:
. . ·- ,
rese rv as p ar ti cu lares». ¡ comunidades locales. . ,..
L b rt e iv d s y o ni m s loca ·· No dejemos, sin embargo, qu e se piense que los con ser- --- -----·- ·--··--- ·---·---· ------ -- ·-·--· ------- ------ --- :::;. ,:.:.
7
a li e ad d los ind i uo de los rga s o
: ··.
ev itando cuidados am ente prescrip ci ones so bre l os mis . La demacrada en América e tr n e gobierno y administración <
mos en la C onsti tu ció n . L as li be rta d es, in divi d uales y co es tá irnplíclta al menos en c a
si todo el p e nsa m iento con - (
. m unal es e xi stí an, por as í deci rl o, en los int ers tici o s de la . · ;· _servadT El pr im ero , es cri b ó Tocqueville, de
i b e ser fuer e t
. � ·,·
,!ir
\il¡,
y e�tar unido. La última es la que debe, en interés tanto de ' 'M mo que había encontrado en el Renacimiento italiano, en ·
la libertad como del orden, estar tan descentralizada, loca-] l!!f sus «humanistas» desarraigados en guerra contra todo lo
lizuda y, en general, dejarse notar tan poco como sea posi-. � tradicional y comunal, y siempre des':osos de ser:1ir al i:iue-
l ble. De Maistre declaró que el verdugo público era la pie-: 1:! vo dinero y al nuevo poder de la Italia renacentista, v10 el
dru de toque distintiva del poder gubernamental sobre el ¡� futuro de Occidente en términos burkeanos. Pensó que la
pueblo. Tendemos, escribe, a alejarnos de él: ,:<Y aún a s í ¡ · l! glorificación de la naturaleza humana, la creencia en la
toda la grandeza, todo el poder y la subordinación radican ,. ' bondad intrínseca de los individuos, era una fuerza capaz
en .el verdugo; él es el horror y el vínculo de la asod:itióii:i: en'sí misma de destruir el tejido social, dejando así a los
humana.» De Maistre se burla del común 'aprecio de la • r'. seres humanos de ese momento como sujetos desprotegi
soldado mata y mata; su causa cambia constantemente; . No existía un verdadero conflicto, argumentaban los
nunca tiene suficiente y es una amenaza constante al ' conservadores, entre las necesidades del gobierno político
gobierno civil. Los verdugos, sin embargo, son poco nu t· y las exigencias de autonomía de las esferas social y moral.
merosos, indiscernibles y constantes en su propósito: es l «Como tales divisiones de nuestro país se han formado
tán para prevenir así como para castigar el crimen. «Ya !! por hábito y no por una súbita sacudida de la autoridad,
que el crimen es parte del orden mundial», escribió de ¡l. no son sino pequeñas imágenes del gran país en las que el
Maistre, «y ya que sólo puede ser controlado mediante el �- corazón encontró algo que podría saciar. El amor a la to
castigo, una vez que se prive al mundo del verdugo enton � talidad no se extingue por esta parcialidad subordinada.»
ces todo orden desaparecerá con él». Sin embargo, de la ¡· Esas palabras fueron escritas por Burke en su denuncia de
posición central del gobierno no se sigue que éste deba te los esquemas franceses de «simetría geométrica» del Esta
ner una competencia ilimitada, ser responsable de la exis do, de una centralización del poder en nombre de la razón
·-�:.·
tencia diaria, estar siempre presente en nuestras vidas y, lo que no sólo destruiría todas las «hosterías y lugares de
··,f que es peor, ser supuesto maestro moral, guía hacia la vir descanso» y «nuestros barrios y conexiones provinciales»
tud y madre del espíritu. sino que «confundiría a . todos los ciudadanos . . . en una
sión de todas las autoridades naturales en una sociedad se · El amplio impacto del utilitarismo benthamita fue. lo
ría una 'dominación militar creciente del gobierno. No hay. que mantuvo vivas las perspectivas de Estado y soberanía
alternativa a esto, escribe :.11 final de sus Rajlections, «por de Burke y Bonald durante el siglo XL'<. La aversión a esca
que ustedes han destruido diligentemente todas las opi filosofía que encontramos .en las páginas de Newman,
niones y los prejuicios ... todos los instintos que sostienen Disraeli y en la mayoría de los pensadores conservadores
al gobierno . . . Ustedes establecen proposiciones metafísi fue lo que siguió a la aversión inicial de Burke y Bonald a
cas que infieren consecuencias universales, y luego preten las leyes naturales y al derecho natural individual en gene
denlimitar la lógica mediante el despotismo». La mayoría ral. Bentham poseía una brillantez de pensamiento, y tam
de los conservadores de la corriente principal han presen bién un mesianismo mucho mayor que cualquiera de los
tado el_ problema de la autoridad en estos términos bur pbilosopbes, con excepción de Rousseau; y .fue capaz de
keanos. Burckhardt, que detestaba el tipo de individualis- atraer seguidores, muchos de ellos reformadores ejempla-
...
:: . .
f.:.
... í,:: •
:·:·· .·.·
.,
; . .. !! . .
...�z-
ham la percepción de la diversidad pluralista, de la mezcla : l; que la democracia busca constantemente suplanrarlos,»
de lo viejo y lo nuevo, de lo puramente local o regional, so- 11 Irving Babbitt, en su estudio sobre la d em o c r a ci a y el lide
)�:.:
bre todo de lo tradicional --«huellas sórdidas del p a s a - ¡ · · , razgo, vio en la democracia un «imperiali s mo» inextirpa-
.:,:.;-·
do»-- er_a suficiente para in s p irar ' rabia. Su principio pa- ¡. !, bfe que b\1sca const�!ntemcntc 11:var la di�ersi�ad _de la so-
nóptico, primero limitado a las prisiones, se convirtió, an- ¡ -:· ciedad bajo su propio molde uniforme e igualitario. · ·
tes de su 'muerte, en d epítome de su gélido racionalismo · ;;- Burke y Bonald culparon a las fuerzas democráticas de ·=··
c u elas , fábricas, etc. Su «mayor bien para el mayor núme- :j : gobierno. Una vez que el Estado comienza a sustituir con
1
ro» era un detalle que se obtenía demasiado literalmente a ' ¡ '. su propia autoridad y patrón distintivo las innumerables
través de un «cálculo de felicidad», y Bentham parece no ;i ! formas de la sociedad no hay alternativa a una burocracia
h ab er dudado nunca de que los «dos amos soberanos» del , ! siempre creciente. Tocqueville llegó más lejos al declarar
hombre eran la, búsqueda del placer y el rechazo del dolor. 1 que la democracia _yja burocracia son tan semejantes en
Las características sociales, culturales, 'incluso raciales o I espíritu que se puede predecir el avance de la democracia
1
Tocqueville pudo haber tenido en mente la democracia ' la democracia y la amp lia c ión y nivelación de la guerra. La
bentharnita cuando escribió acerca del tipo de poder so- .· Revolución, como tocios los primeros conservadores seña-
bre las vidas humanas que, ante todo las democracias, · ; laron, fue la que ins t ituyó por primera vez en la historia el
una multitud innumerable de hombres, todos iguales y semejan- 1 era prerrevolucionaria, con propósitos más o menos limi- .
tes, que se esfuerzan incesantemente en procurarse los placeres tados '--normaLncnte dinásticos o territoriales-c-, un or-
pequeños ·y mezquinos con los cuales saciar sus vidas ... [por en- den fijo de batalla y una gran cantidad 'de ceremonial
cima dé ellos] un poder' inmenso Y tutelar ... absoluto.Jnstantd- . posfcudal. Con los ejércitos revolucionarios en marcha, la
neo, constante, prudente y suave ... hasta que cada nación quede 1 d
reducida a.nada mejor que a una multitud de animales túnidos y '.
Í l · guerra se convirtió en a cruza a de la li b er t ad, la igualdad .
diligentes, de la que el gobierno es el pastor. · _ ! Y.la fratedrnidad que inevitablemente trajo consigo los ejér- _ :: \/:
--·----- .
.- --------�- --�- : - ...,.... ... - - - � 1 -: a t o s - c a a -vez ma y 0r es -y- con -p ro pós1t os s e· i m15 re expa n si=-·--·--------- -------:-;•'-:--:a·
--t
e -n=i
c,,;
ct;...
Ó =es
ta perspectiva d el des poti mo de
s m o c r ti
á c o en el · f l.· mocracia coloc a UJ?ll moch ila de so ldado en c ad_a ho m br e
"
p rimer pl ano de su c onsid racióne d e la democracia. «U na i l al con ce de rl e a c é d u l a electora .
l l Du r a n e
t el s glo
i xx l a
�
. . .
democracia p erf ecta »; escribió Bur k e, «es la cosa más ver- · ¡ 1 guerra masiva del tipo q ue a nte s sólo había sido un
gonzosa en el mundo. Así como la más vergonzosa tam- . ; 1 presagio se convirtió en realidad con · Ia Primera Guerra
70 Roben Nisbet Conservadurismo
�I
Mundial, al encerrar a millones de hombres en un mata do discernible menos por su número que por su falta Je
dero militar, suplantando todo el antiguo arte de la guerra estructura social interna, tradición integradora y valores
con ejércitos enormes, casi inmóviles, arrojándose siste morales compartidos. Burke pensó que uno de los efectos
máticamente granadas uno al otro, siendo el premio en de la peculiar forma de nihilismo de la Revolución era su
una batalla poco más que el avance de unos pocos cientos efectiva desocialización de los seres humanos, la atomiza
de yardas. Winston Churchill escribió: «La guerra, que ción de la población por medio de su destructividad e.le
solía ser cruel y grandiosa, se ha convertido ahora en algo . , .. los vínculos sociales tradicionales. De este modo Burke se
sórdido y cruel» Todo, añadió Churchill, porque la ciefi�{,,f,. : � - refiere a la Revolución que «despedaza los grupos de su
cía y la democracia esconden un gran igualador: Fue en comunidad subordinada, y la convierte en un caos de par
Inglaterra, entre las guerras mundiales, que el conserva tículas elementales asociales, aciviles y desconectadas».
dor mayor general Fuller dio extensión y envergadura his En alguna otra parte escribe que el gobierno revoluciona
tóricas a las palabras de Churchill, mostrando en detalle la rio ha «intentado confundir, tanto como sea posible, a
estrecha relación histórica entre la expansión Je la base todo tipo de ciudadanos en una masa homogénea, y luego
demográfica y política del Estado nacional, y la expansión han dividido esta amalgama en un número de repúblicas
nos puramente humanos, el armamento cada vez más le La idea de la masa se desarrolló y extendió arnpliamen
tal, y especialmente, la ampliación de los objetivos de gue te en el siglo XIX. De forma señalada Tocqueville pensó
rra, de los simples objetivos territoriales y dinásticos a los que uno de los grandes peligros de la democracia era, en
ideológicos y morales. Como han señalado Fuller, Daw primer lugar, su creación de la masa -a través del énfasis
son, Churchill y otros conservadores, en la época feuda] la en la mayoría y de los valores igualitarios que tendían a
guerra estaba limitada en casi todos sus aspectos: por su igualar las poblaciones- y después, su dependencia cre
tecnología, el número de los implicados, su código de ca ciente de la masa, que conducía a una dictadura plebisci
·.;.:::....
ballería, por contrato u obligación limitadas para prestar taria. Tanto Burckhardt, como Nietzsche y Kierkegaard,
servicio y por las interdicciones de la iglesia. Al comienzo escribieron con aprensión acerca de la llegada de la socie
de la Segunda Guerra Mundial, en contraste, las socieda dad de masas y su efecto desocializador sobre el indivi
des democráticas de Occidente habían alcanzado objeti duo; un efecto que convertiría al gobierno en una combi-
mamento que podía matar por cientos de miles, y mayor Existía, por tanto, una considerable tradición en el uso
muerte y devastación en un solo año que en rodas las an de las «masas» en el pensamiento occidental antes de que
teriores guerras juntas. Ortega y Gasset publicara su libro La rebelión de las ma
Las masas representan aún otra perspectiva del trata sas .en 1930. Ortega pensó que hal:i1a una reíac1on estre-
miento conservador del poder político: las masas y su re cha, simbiótica, entre la creación de las masas en la vida
lación con la centralización y el engrosamiento del poder moderna y la creación del Estado totalitario. ¿Cómo pue
en el Estado occidental. Uso el término «masas» aquí en el de el Estado no ser total en su poder y responsabilidad, se
sentido en el que Jo encontramos en las obras de Ortega y pregunta Ortega, cuando la población que gobierna ha
Gasset y Hannah Arendt, entre muchos otros: un agrega- sido despojada ele todas las formas de autoridad y funcio-
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...
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poder del Estado es suyo. A través y por medio del Esta- ¡ La denuncia de Burke de fo Revolución francesa así
do, la máquina: anónima, las masas actúan por sí mismas». como su diferenciación rigurosa resP.�Ctó ge la Revolu-
Algo más tarde, y principalmente con la Alemania de Hit- ción n ortea mericana se basó en gran' m ed i d /s o b re Jo que
ler en mente, Peter Drucker escribió que «la desespera- él percibió como las soluciones diametralmente d i s ti ntas '.�· .
.::·.:."·'.·
c i ó n de las masas es la clave para e nt ender el fascismo». de la lib ertad y la i gu a l dad en los dos a cont e c im ie n tos . La ::·�:�··
Ninguna «rebelión de la mul tit u d », ningún «triunfo de primera revolución, p e n s ó Burke, estaba m o tiva d a sola- ,:·
. . .
una propaganda sin escrúpulos», sino «la gran desespera- mente por el deseo de libe r ta d : libertad de las colonias del
\\ ción ocasionada p ó r la ruptura del viejo orden y la ausen- gobierno bri t án ico y, -a través de su co n s ti tuc ió n , libertad "·''
11 cía de uno nuevo», Esto, concluyó Drucker en The End o/ para el pueblo de un gobierno que podría querer imponer
· ih7/ Economic Man, es el origen y la raison d'étre d el � � su voluntad ilegírimamente sobre los derechos inherentes
· do totalitario. Hannah Arendt se limitó a repetir esta Jeta- de los ci u dada n os i n di v idu a le s. Pero Burke pensó que
�;iá7��adora acerca de las masas en su monumental desde el principio la Revolución francesa hizo de la igual-
, No hay n in g ú n principio �:ís: fundamental en la filoso- ción ele Derechos, susconstituciones sucesivas y la multi-
I fía conservadora, que el de la _incompatibilidad inherente tud de sus leyes, co m o un es fuer z o o d io s o y sin prececlen-
11 Y-��soluta entre lib:rt�d e i�alda?. D�cha incompatibili- · tes para transferir la primada de la l i b e r t a d del i nd iv iduo
dad surge cfelos obJetlvos contr�_c;lict r1os de ambos valo- a la n ació n . El lema revolucionario para la n a c i ó n , une et
res. El objetivo constante de lá. · erta ··es la protección de indiuisible, no dejó grietas ni fisuras en el organismo 'polí-
Ta .E!oJili:dad individual y familiar, palabra usada en su tico a través de las cuales pudieran surgir individuos enér- .
senti�o. más amplio para incliiirén la vida tanto lo inmate- gicos. Burke pensaba que la libertad que celebÍ:aban los ·
de la /gi1aldad onsiste en cierto tipo de redistribución o comunidad nacion al para ac t u ar contra todos los grupos,
lores materiales e inmateriales de una �omunidad. Más ¡ buscaban li m it a r o m od era r de alguna forma esta comuni- . . . .
--------·Y.� e go terno la ·· erencia U:inata e fá.ruftadesmental.es i_ bertad de�s.ino_más_bienJa3<libertad_para>>;.en-una-paln- . .... .. .. ... . . . .. . ---"·----�-�-.�·:·,:.,:
· ----�-y C?.�º!.�eJ"C:Jel individ!,!!)� sólo puecteles}ona_r las liberta- 1 bra, p�rticip01; en alg�na. comunidac! o causa m�yor que · . · ·.:::
/ des efe los afectado:;;, especialmente los mas brillantes y ca- 1 uno mismo. Esta babia sido la esencra del tratarmento.re- ·
'l..pacit�dos. Ésta es, en pocas palabras, la perspectiva per- ! volucionario de la l i b ertad que da Rousscau en su Contra-
sistentemente asumida por los escritores conservadores, a :i to Social. En todas partes, escribió Rousscau de manera
:r
74
Roben Nisbcr Conservadurismo 75
. .
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1
76
Robert Nisbet ·¡ Conscrvndurlsmo . . . . 77
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-�---raz0n:cle:5ffex.Ístencfa-y-porfas-Jerutaclesque ofilienen · a e - · 1 11 • K
sus miembros, el poder siempre hipnotizador del Estado J Dawson, y Eliot y Kirk entre los modernos, que el libera-
social democrático y su credo de igualdad. 1 lismo es una especie de cabeza de turco del totalitarismo.
El énfasis conservador en grupos como la familia la i Se argumenta que el liberalismo, debido 'a su continua
. Iglesia Y la comun_idad loca! es también en la práctica el ¡ . función liberadora de los roles y autoridades tradicio n ales . ?t
énfasis sobre los diversos papeles sociales gue existen por . d� la sociedad , debilita la estructura social, estimul a la ·J.
.;·.·
fuerza en estos grupos, En consecuencia el ala conserva-. · multiplicación de los seres humanos «tipo-masa» y por lo
dora ha prestado un apoyo mínimo a los distintos rnovi- tanto atrae a los amos del totalitarismo al acecho. «Al des-
mientes de liberación del siglo xi Dado el temor de las truir los hábitos sociales de la gente», e s cribió Eliot;«y di:::
masas, la amenazante disolución de las m o l é c ul a s sociales solver la conciencia colectiva natural en sus componentes'
en átomos, el nihilismo generalizado hacia una sociedad y individuales... el liberalismo puede preparar el camino
una cultura resultado del hedonismo individualista y el para lo que es su propia negación». Dura nt e el apog<:o de
efecto fragmentador tanto del Estado como de la econo- Mussolini, Chrisropher Dawson declaró que el fascismo
mía sobre las comunidades tradicionales, apenas puede italiano era básicamente el resultado del liberalismo mo-
yan estado en la vanguardia de la resistencia a los moví- La igualdad no es más popular en la tradición conserva-
mientos feministas. Se puede oír decir al conservador que dora que la perspectiva liberal de la libertad individual . .
ª- aprecio Y el respeto a la mujer en su Pª.Rel de madre, es- He subrayado el modelo feudal en gran parte del pensa-
posa, hija es una cosa; pero algo inaceptªblemente dístin- miento conservador acerca ele la sociedad y el Estado. En
to es ver cómo el Itberalismo moderno separa a la mujer ningun a parte es más visible este m o del o que en las carac-
de sus papeles históricos. En gran medida se adopta la terísricas de igualdad, nivelación y u n iformidad, la' ausen-
misma posición en la religión y en la educación, sin olvi- da ele diferenciación vital, el carácter masivo que puede
dar la ciudadanía política misma, donde los conservado- ocasionar la igualdad desenfrenada en la sociedad. Como
res se opusieron por mucho tiempo a los derechos de voto hemos señalado, el feudalismo es la aplicació n a fo políti-
(y también a los económicos) de las mujeres, sobre la base ca de la teología de la cadena del ser. A igualdad d� Iun- .
.·.·.
de que su presencia en el proceso electoral las desfemini- ción, el rol y el poder son tan necesarios para el conjunto rr>,
�a.ría Y, a la vez, feminizarí� los roles y problemas de la po- del orden social como para la familia. «Desaparezcan las
lítica. Probablemente en runguna parte ha sido más visible categorías, desafinen esa cuerda. ¡ Y escuchen! qué discre-
el feudalismo innato de la ética conservadora que en la re- panda le sigue; todo se encuentra en total a n t a gonismo.»
curr:n�e resp�esta del conservadurismo a los sucesivos--·· _. . . !:Jc1q:t_1l.el <;_9nC>_<j__g_2.._P_l]:1:)tO �l_e. vista de Shak1::�2.eE.� ac.�!:..________ . - - - - · --
---m0vun1ent os -lib e rad or esdelmtilicto moderno. Donde el : ca de la nivelación de las categorías. ·---------··-------. ·-·------------------.-.·-. "-
. l(b:ral-ve un-probable·aumentoc:lela"lioertadycle"Ja" crea- -- -·-· ---rserpunr-o de vista de todos losconsetvadorés.· 1:,a di-
tividad como resultado de estas liberaciones, el conserva- ferenciación social, Ja jerarquíu y el consenso Iuncional,
en opinión de los conse1vaclores las libertades tanto dél;! · l familia como mejor d J
tesp�to. ror a . l dis ersión y fragmentación e a
individuo como del grupo, libertades que son insepara- !
proteccion frente a a d p ·dad era invariablemente
bles de la construcción de la diversidad, variedad y dife'. :
propiedad, cuyo Ct:ntr_? t�!:�;bre el cual los conserva
renciación de oportunidades que tan a menudo constitu- !
la tierra. No hay mln gul lib ales y socialistas tan tenaz
yen el blanco del igu:tlado1: l
dores hayan atucac o ª
1 os t er s legales que debilitan el
· el I as amenaza '
«Aquellos que in'tcntan nivelar, nunca igualan», escri- '
mente com� �n ce ' . d d a través de los impuestos
bió Burke en una nora famosa. De inmediato reconoce la control familiar de 1a propre a di ib .,
al . . forma de re rstrr uaon. d 1
importancia de los canales tanto verticales como horizon
. o de cu qwer otrn . d 1 rotecciones antiguas e
tales del movimiento individual en una sociedad creativa y
; El argumento e! . colltr� h
� :: )as ventajas injustas que
productiva. «Desdichado el país que rechazara loca e im
11 0
En Coningsby Disrael¡ escribió a sus congéneres judíos dades cultural-materiales -q�e pue_, i y , que forman
. , })ara su 1ormacmn- ·
que la igualdad sería particularmente opresiva para ellos,
varias generaciones s otros consideramos como
dada su historia. «Su tendencia va hacia la religión, la pro
parte igualm�nt_c deHlo ke no e�ta su�intamente el argu-
piedad y la aristocracia natural; y, d�bie1·a ser del interés familia y el linaje? aye pres ; . .. - · ·
mento conservador: i .
ele los hombres de Estado que esta tendencia de una gran
gurados para la causa de la sociedad existente.» Disraeli Admitir esto es sencillamente reJº1-º e��nalidad individual,
·--.,
( .
---�-----------------------....::.."'·"Ril---------·---··
·. .
sea posible la simple transmisión de propiedad es menos ¡ do el destructor de las costumbres que su creador. · -. ·:
costosa para el conjunto de la sociedad que --en socíeda- ' La oposición conservadora --casi abrumadora d esd e su ·;:
des como las naciones comunistas en donde la herencia de comienzo mismo-- a la redistribu ción, a los .. derechos es- . · '.:
propiedad ha sido prohibida- la carrera de los padres pedales y a los programas de Acción Afirmativa, surge (Je :;
por colocar a sus hijos en los mejores empleos, sin impar- _, los efectos in e vitabl e m e nt e devastadores a largo plazo de
tar cuál sea el coste p ara el bien de la sociedad. T. S. Eliot !', éstos sobre la diversidad y variedad de la sociedad tan to
señaló que la c o mp e t e n c ia ahora tan. frecuente y, a menu- · � como, si no má s , sobre sus jerarquías. La j e rarquía, <le un
do nociva, de los padres para obtener _una plaza para sus ., tipo u otro, nunca será extirpada por el derecho. Como
hijos en las mejores escuelas y colegios, cualquiera que sea :; han mostrado los esfuerzos en este sentido de Iris socicda-
la pérdida tanto para el niño como para su programa de � . des socialistas, y en ningún lugar <le manera má s evidente
estudios, es el rabioso recurso que la gente adopta para li que en la Unión Soviética, la erradicación de fo jerarquía ha
p o d er compensar la pérdida de estratos de posición más ,; sido muy ineficaz, si no nula; sólo se ha producido un cnm-
antig uo s y reconocidos en el orden social. ·l bio impresionante en las bases del poder y la riqueza de
••
- · Pero Carlyle lo había dicho antes por los conservado- clase. Pero lo qu e , evidentemente, sí se e rr adi ca es la diver- ·
res. Sea o no reconocido, un hombre tiene' su��.rÍQ.�, � sidad cultural, social, psicológica y socioecológica de un
anarquía sino para la ley y el orden. Antes de que el 'dine- . Yo poc l r ía v cr sin pena, por una vei, la desapari ci ón de mu
ro --en efectivo-- se convirtiera en «el único nexo uni- ll · chas de las actividades que sirven ulos ricos, pero segu r amente
versal de hombre a hombre» -proseguía Carlyle- las ninguno podría aceptar gustosamente la desaparición de roelas
clases inferiores tenían a quienes poder admirar de forma las actividades que encuentran. su mercado en las clases que go-
más
O
menos natural. «Con el triunfo supremo del Dine- zan de más de 500 libras de ingreso neto. Cesaría la producción
de todos los bienes de primera c a li d a d . ·
ro se inició una nueva época; debiera aparecer un a nueva
mal y estatutario. Como escribió Halévy: «De todas las le .'.! para satisfacer deseos e s p e cia le s ; en cuarto. la p érd id a para la .so-
yes se puede decir que en esencia son igualitarias e indivi -; cie<lad de estas a cti v id a d e s sustentadas por medios minoritarios.
· , .
individuos como iguales y a igualar las condiciones de to- De todos los conservadores que esc ribier o n d ur a nte los
82 u
¡.,
cia en Amé .. . 'l , este tema. En la democra- :· e n la d eno mi n ada masac re de Ludl o w, en C o lorado, cuan-
rrca e aparento una indife . li .
de hecho nunca sostuve erencm O 1mp1ca gue, d o l
o s t abaja r d o re s d e la propi ed ad mine a' de Ro kcfelle
r c r
m i en to d e la gente e/: la co qued «fd1enctra e n �1. pensa- la vi d a fu e p ro vocada p or l o que él co n si der ó u na defensa
11
, rma e eseos en vr 1
hipócrita, ins gur e a e ind ec isa d e Rockefell er d e sus ac i c o
eg o1s a t s qu e si e mbran la s e milla Je . 1 . , e lasos y
al aut o r tratar una y otra v La democr:1ci,1 "' A menea ver «Es el d sp ecio d e r e la propie d ad», escribió Burke en
' z co
e la me1o d n· · ,
a í ?ecirlo, la igualda
s d y lue�o, des u é s 1spoJ1c1�n, p�r d una carta de 1793, <<y la c on s cución de ci rtas supu stas
e e e
que debió hab r sido e �ucb1f:��· espec1almer:ite la parte II, traíd o t od os los ot os m r ale s que han arruina do a Fran ia c y
co n el título de !gualda� L 1 a co m o un_ libro s e parado pu sto a to e d a Eu opa r en pelig o inminentr e. »
en encontr r plasm't(la e.111ios a ectorilles n ti e o en n dificultad I n sistent m nt e e e e n sus Refleaions y en c asi t o d s las
a
. · . ' qu v e -1 rnen d oc e
t avés
r de su sup re sió n , na cion al ización o est icta r re gula
1!!.1.?!1...���as
base biológica d l al . ' • . . . ,..C:C: qÜe]a fun d aci o n s semipúblicas,
e e clesiásticas y c ivil s, inclui
e do s
.. . .. ·-·�. . . .. . � s v or s que esumamo o -�·-�=- e
-,
1--,
a s ocstras hasta los . d · · -: - .-- ·- P nt1n19,5 �911 la p ro pi dad e c o p r or ativa en tanto que bajo la t oría del e
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84
Roben Nisbct �. Conscrvadurismo " 85
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_ C u a n d o _ EnrLque. VIII exps,rnLa los monasterios __Ror lo __ :la-_Rropie_dad comen.zó ,1.e1:osion��«:!-�-<:;_l__f!2._CZ�t'.C:>�_:a :�ult� ...:_::_____ _ := .:=-=
z: ::.--.::: . ==....::: .. =====-==· .
-- merios·acuá.ío"'al recurso aehacer que una comisión en- -- . plicarse los derechos i n d i vi d u a l e s a la herencia fam1h�r. · · ··
centrara, o fingiera encontrar, ciertas divergencias en el ; Toda la esencia de la perspectiva cons ervadora de la -�
1
,
, y leyes de_primogenit�!-1:"ª l vin�ulaci�n: Ambas fuer?n di- :-':-·
un instrumento eficaz del despotismo se iba a encontrar en ese
; señadas para proteger clcaró�ter}amilwr d e l � pr�p1�dad, 'io
en la civilización, la co ndición misma de la humanidad del mogenitura, tienen tanta incid en cia como cualquier otr a
hombre, de su s uperioridad sobre el mundo na tural ente causa pa r ticu l a r en la Gran Transformación.. . . .
I
ro . Nunca; h a s t a que un ser humano, continúa el argumen Tocqueville e staba tan p ro fu n dam en t e 1�1pres1_on??º
to romano, en algún momento del pasado remoto tomó por el papel cru c ial que des e mp e ña la molécula familia-
un pedazo de ti erra para sí mismo y declaro «Esto es mío» , propiedad en la hist o ria que c o ncib i ó que la vercl�dera Re
fue posible imponer la soberanía del hombre sobre la tie volución a mericana fue no los sucesos comprend1dos e ñTa.
rra y todo lo que est aba sobre ell a , y por lo tanto conver
guerra revoluc�����-s.�mrn. . .Grnf! .. P.r�-t�!��·--�-1-�?..!9.s pr�-.
t id a en el primer paso del desarrollo de la civilización. En füñoos-cmñhlcis g�1� ��J,jci�ron casi inmediatamente des
r echo <le la República, fo raíz y el significado esencial de la fafoclos-i�éspecto u la n aturaleza de la propiedad. _Sm
familia es la propiedad, en particular la propiedad inmue e�cep�ió;;, los Estados en los que la primoge_nin_1ra y l a
ble; so bre todo la tierra, pero también toda propiedad que vincula ción, elementos ele la h er e ncia c o l o nial inglesa,
esté en Ja_ posesión h:reditar.ia de la patria potestas, la ley existían todavía cuando n aci ó . la nueva r e púb l ica, actua-
de la familia. La propiedad no podía nunca alienarse de la ·, ron velozment e para abol i r estas tradic iones an t i guas.
línea familiar salvo co mo co .risccuencia, determinada por , ¡, Tocqueville pe nsó que la desap?!·ición el e la_pJimogenitu- .... _
- - - - -- -- el Se.nado;de algún delito grave e 1:1npreséí-i2tibJe. Duran- . . - r� -YR�culación, reer�}Jilitzada�2or la «división g_uül d�----··--�
i . .
. " :· .
_t� to cia la Repú511ca cualq�ier derecho individual a la pro : la propiedad», sólo podía tener un rcs_ul�ado: «Qu�?ª
p iedad no era t anto repudiado cuanto sencillamente des '· · destruida la relación ínti m a e ntre lo s sentrmientos familia-
i c<!nocido y 1:or lo tanto inimaginable. Fue con el Imperio ir res y la co nservación de la propiedad paternal; la propie-
que c omenzo con los césares ando el control familiar de
cu
·� dad cesa de representar a la familia .. » De esta disolución,
1
1',7
dualismo que él creyó percibir en el panorama norteame �is en la vida del pueblo.
liu se vuelve vaga, indeterminada e incierta, el hombre no. Sería una vanatr�rn:�blo �º���ene a ellos, no ellos al
piensa en su conveniencia presente; se encarga del estable quebplueten_,1;�cr;Íer ckl gobierno evitar �u�hos 1�1.,lcs, per�)
cimiento de su inmediata generación sucesora y .nada i.·;
puc o. stah P d . . en esto o qutza en ninguna olla
poco puede_ acer _e .posmvo •
más.» Como es tan frecuente en L, democracia en Améri-
cosa (la cursiva es mía).
ca de Tocqueville, no es canto Estados Unidos en lo que él
está pensando realmente al exponer sus ideas, cuanto en Pero lo ue se pregunta Burke es «¿qué hacer s� el va-:
sus compañeros franceses; sin embargo, el punto esencial lor del sala¡io del trabajador está lejos de lo necesario paJa
es el mismo.
su subsistencia y la calamidad de la �pdca eh;:b��:?:
Podemos añadir que Tocqueville se revela como un ob como para an1enazar con una ver a era
servador de primera en sus Recuerdos, memoria de sus ex Burke se mantiene rigurosament� consecuente.
periencias en la legislatura francesa durante la revolución · \
de gobierno, por no dispersar con las fuerzas armadas a dos los Cristi:inéJs, casi en el ordel e Plfnitnmentc :n�s placen-
plcta C0!110 rigun)Sa, y por natura eza ID • .
las multitudes <le desempleados que rodeaban el edificio
rera para nosotros... , , _ . . .
legislativo; y, finulrnente, fue un gran admirador de Ed
· · B. k una obligación <le
mund Burke.
La caridad es entonces, para ur mili el bl b -
Bien pudo serlo puesto, que Burlce también fue un
ia Iglesia, como también �o es de la fam a, pue o o a
aposto] del laissez-faire. La parte final <le Reflections 011 tbe
rrio, pero nunca del gobierno.
Reuolution in Franco aborda casi exclusivamente los males
. d d blos a pesar de ser <le-
producidos por la filosofía jacobina de gobierno, que de
El lamento de la gente en ciu a es y pu� d • bi . . , ) el
cretaba el empleo de esquema tras esquema para el uso di ( el temor a su mulutu y com inacion •
d
safortuna amente por d b r de hecho el menos atendido
recto del poder gubernamental y los ingresos en los asun
que más se tiene en cuenta, e c��dadanos.estlin en un Estado de
tos económicos, sociales y morales del pueblo. En sus
acerca de este te)ma; pdorlque }o�OS por los que serán alimentados,
Tbougbts rin4 Details 011 Scarcity, en el que ya hemos visto ignorancia abso uta e os me .t . • - •
. d· a su propia manurencton- .
una estl'ittá filosofía de localismo y descentralización, la y conmbuycn poco o na a... ¡ . . ·
...
.• 1 : ,, ..
...
==-=:.:=:.:=·-naaa=aparte-ae-omi mafiosa mamobra dctica partidaria, . . mien'to mu1oritario que intentó anular h1 i n fl u e n c i a ele los :· }:
para contrapesar la posición de Burke cuando acudimos a utílítaristas y de lo s propi eta r ios d e fábr icas e n Ing a e ra. l t r < ·
D sraeli. Q
i ue qu i sie r , y
a o btuvi era finalme n te, un grupo Robert Blake e sc rib e en su hi sto ri a del Pa t r ido C o nserva- ..
na da e n s í mi m s o a e
c rca dé s u fil os ofí a so b e la
r ca ridad y :· románti cos , escapistas y a t o d os lo s que r etr oced í n a una
a 1
arist o c ra ci a Y d e l
a iglesi , que en.cualquier mejoría direc-
a } fund ad o , Manners, c am b i ó d ás ic m
r r t a e nte d e m a n e ra d e
Ob uv t o l
a b ase d e masas para s u p rtido a e n 1867, y c uan- ¡ que adoptara la f orm a d e vid a m o ná st i c a. Per o lleg ó a v e , r
d o , d e sp u é s d e c o n ve r i
t rse en Pri m e r Ministro, introdujo 1 despué s de u n a v i ita a Lancashire, que e
s l víncu o d l e pr o -
las l y e es d e ref o rm a en 1874, ést as a p na e s con tenían ele- � pied d a e n l a s fábri cas d e hil d a os n o e r a má s q ue una nue-
r efe ían r a m edid s sani a iaa t r s y, c on la ironí a pr o pi a d e Dis- . sis ema f udal t n
t e a co mplet o », escr ibió, « co m o el d e las fá-
fue: Sanitns sanitatum: omnia san itas. Más allá d e las medí- ,: de. un h om b re , y a mi par ece r es o n o es d e ningún mo d o
. sión dedistritos electorales y de los co ntra tos e nt r e parro- �¡ no para t�rminnr co n la «Jovc1: _lngla�erra», _aú:nque t�1vb
El últim o Y m jo e r bi grafo
ó d e Disraeli, R o bert Blake, � pequeñ o g rup o d e p o lít ico s tory d r gid i i os p o r Randolph
escribe: «C o mo todos los p o líti co s de su épo a, Disraeli c R Churchill, pa_dre d<=: Win t s o n, a_l s q�1e o l a v nída_d de 'un
a
tuvo que ad aptar sus v ela s a los vien os "libe ales" t r [. .. ] f «Cuar o P rtid
t a o » d i
o un p e qu e no es imu t lo a s u v ida. B a l
do a Peel e n la pr á ctic a, y a í s lo hiz o Disraeli,» Blake con- i moría atraerá siempre a aqu e l lo s r o mánt c i os incurables
g s o la oportunidad de señalar qu e h z i o muy poco para [· N o a v anzam os nada en n ues ra bú queda de una
t s v ena
llev ar l
a a la prá ct i a c cu and o es tuv o n
e e l p o de ... »r . · /ory sobre el bien s ar social cuand e t o r currim
e o s a J o hn _
E l o rig en d e la c re n ia
e c a ún e xi st e n te de que Disraeli _ . Henry Newman. Lo{micQ _g11_<:: pJ.lb]kó__ acerca deJa_políti=---·-: ----·· -----·--------·- --,-�- ·--·-- -
- -------··-----····-----:·-=-- _.
·-era -encl fondourr'soeiülista tcffy'"parece origínarse en s u ' , ·ca púb i l ca fue \\7ho's To Blame en 1855. A_J.;>_o_rg�haJa_ci;· - �-· _ _ ... __ .... __ __ . . ·- - . -- - . - ---- . - · ·
---asod ción,b a re v y e co m:: sc a so interés, aurante los añosde sis en Inglaterra c au ada ps o r lo s de a tr s s es de Crimea. Hay
1840 con l or d Man ners y G eo rg e Smythe, d os jóvenes to- 6. algunas observaciones m o rda ce s sob e la na ura r t l suscepti-
{.
...
-==--==-a'ts-=lo-sig1:1e-s1enao-.---· -----'-· --�----- . =esrf por sí:i natUt\UCZa, mas pÍ·esto para crnilquicr empresa; y Sil ' .}
tierra, es más probable que sea la propiedad dura, propie . Tocquevillc compartía completamente la aversion de
dad en las formas tangibles, visibles, esencialmente cosas Burke hacia la propiedad monetaria, fluiJa y móvil; pero
no ocultas, comenzando con el suelo mismo, más que con en vez de vituperarla directamente, la definió para su
los tipos «blandos» de propiedad que están contenidas en identificación como una de las «principales causas de esa
recibos, bonos, pagarés y crédito. En los escritos conser inestabilidad que siempre debe esperar en sus aspiracio- ··
vadores durante el siglo XIX a ambos lados del Atlántico, ncs la clase media». Tocqueville pensó que en Estados ·
se le da un fuerte molde feudal a la propiedad y a la rcla- · Unidos era poco probable que no se formara una verda
ción entre ésta y la comunidad humana. En un prefacio dera clase terrateniente, porque la «fiebre de especula
general a sus novelas, escribió Disraeli en 1870: «El siste ción» se va a encontrar incluso en aquellos, ya sean ricos o
ma feudal puede haberse agotado, pero su principio fun no, que acuden a la tierra. En las democracias, la gente
damental --que la tenencia dé la propiedad debería percibe la tierra no como el fundamento de una forma de
orientarse al cumplimiento de un deber-s- es la esencia del vida, sino como una mercancía cuyo valor comercial sube
buen gobierno,» No del Estado como repartidor de bie- · y desciende. Tocqueville y la mayoría de los conservadores
nes, sino de la propia cohesión, de la cadena de la asocia J pensaron que históricamente la tierra se ha justificado a sí .
ción humana ·basada en la propiedad, es ele donde debe misma por su inseparabilidad corno forma de riqueza de
provenir la caridad yla ayuda mutua. Hasta ahora, una va un alto grndo de responsabilidad social y económica (no
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!
riante más o menos democratizada de ese dogma es parte I obstante su renuncia en algunos casos). Es decir, la tierra,
de la esencia del conservadurismo en cualquier parte de la ·, como base económica de la sociedad, requería de un gran
sociedad occidental. .. .� número de servidores para cultivarla y mantenerla. De
En gran medida, esta perspectiva feudal de la interde este modo, los empleos se fundaban en la riqueza territo-
....¡
pendencia humana estaba y está basada sobre el tipo de . · rial, Pero esto estaba lejos de ser cierto en las formas blun
propiedad dura ·que está anclada en la tierra. Burke lo sa das de riqueza, como las representadas en acciones y bille
bía y esto explica su enojo, elocuentemente expresado, tes. En su Democracy and Liberty Lecky observó la desa
: · .
por las acciones de los «intereses derivados del dinero» en fortunada transformación de la propiedad territorial en
···.
Francia. así como por las leyes y decretos en contra de la meros lugares de recreo para sus propietarios bajo el nue-
::n:ru.iii.. ::.1. d� y la propiedad de los [acobinos. Creyó \'O orden económico que se basaba en los negQ_!:ios yJas fí: -···---··------- ··-···
· · �,-· · - � ·.:.n. ·:in-.::-:.tlo. entre-las dos fuerzas, ;-íufizaS:. é&!tán más numerosos los lugares dd <."alll�!....><�le-:,;..__ �---
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sus Letters /rom England publicadas en 1807, Southey pa-· ral la gente está físicamente aparrada pero socialmente
rece un socialista de fines del siglo XIX por su denuncia de · unida.» A fines de siglo, toda u n a . escuela de sociología
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los males que trajo a Inglaterra el sistema de fábricas y de surgiría en lo esencial de esta penetrante observación. Y a
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los pueblos y ciudades terriblemente congestionados re- lo largo del siglo, en las obras de Chateaubriand, Balzac,
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sultantes de este sistema. Southey percibió directamente Flaubert, Brunetiére y Bourgct -profundamente conser-
en los nuevos pueblos, desviaciones y contagios sin prece- vadores- había un asalto continuo al individualismo, el
dentes en los barrios de la clase trabajadora. «Absoluta- secularisrno, la desorganización social, con las que el capi-
mente desprovistos de instrucción en los principios m á s talismo, tanto como la democracia popular, amenazaban
comunes de la religión y la moralidad, eran tan corruptos la vida de los seres humanos.
y licenciosos como seres humanos, como inevitablemente No mucho después de la década de 1820, y en gran par-
habrían de serlo bajo la influencia de tales circunstancias.» te a través del talento de Lamennais, c a t ó l i c o ultramonta-
Disraeli, casi en completo acuerdo con su respetado Cole- no, así como realista en sus comienzos, la atención ele la
ridge, expresó su desprecio hacia «una nación similar a Iglesia Católica Romana se fijó fatalmente en el fenómeno
una especie de hiladora con varios husos». Con mucha ra- del capitalismo. Por supuesto que habría obispos y carde-
z ó n , al final del' siglo, G. B. Shaw comentó que muchas nales amistosos con la vida industrial urbana, capaces de
críticas conservadoras del capitalismo eran más feroces verla como algo muy importante para el bienestar social
que las dé [os socialistas marxistas. La razón es evidente. de. millones de personas. Pero desde la década d e · 1820
Los marxistas almenos aceptaban fa estructura técnica hasta la época presente se ve un rasgo vívido de libera-
del capitalismo para el socialismo venidero. Para los con- ción, igualitarismo y socialismo o democracia social en el
servadores, en muchos casos ésa era la parte más odiosa mundo católico que hizo del capitalismo su enemigo, as-
En Francia, los conservadores, con Bonald a la cabeza, y que tuvo un efecto poderoso en Europa al generar fo de-
vieron el comercio, la industria y las grandes ciudades tan fensa sindical y cooperativa contra .el capitalismo indivi-
subversivas de la sociedad «constituida» como lo fueron . dualista. Es ilustrativo que incluso a comienzos de siglo,
las doctrinas jacobinas de los derechos naturales. En un Charles Maurras, cuyo conservadurismo alcanzó los lími-
interesante ensayo sobre los efectos comparativos en la fa- tes mismos de. la reacción, consideró al capitalismo y a sus ··,;·:
milia y el barrio de la vida rural y urbana, Bonald rechazó plutócratas tan culpables de la destrucción de la sociedad
esta última sobre la base de que incrementaba la distancia tradicional como los demócratas radicales y socialistas. · : ·
social entre los individuos, debilitaba los vínculos del roa- Pero no podemos cerrar _e§!..a secfión_sjn subrnyarnue-,., ---------···- ------- ---------------- -------------:·:-.:. ·
---;-,· --�-tdmonio�y�la-familia··y daba un-caráctermonetario a tocia - ·vaiñente-que, p1·esc111cfie�o de las variantes de las_aftitu- . . .. . . . . : . . : .-
ria-terrateniente. En la sociedad tradicional, subrayó Bo- modo de economía más o menos concreto, la filosofía del
nald, la propia naturaleza del trabajo exige un fortaleci- conservadurismo ha sido inflexible acerca de la santidad .
· miento inconsciente de la familia y la cooperación entre la de la propiedad, En el corazón de todo verdadero conser-
98 Roben Nisbet Conservadurismo 99
convencimiento de que la propiedad y la libertad están li bién d eben emp enderse ope r cio
ra ne s ofen ivas.» s
es progreso económico. La propiedad se separa de l a p o p ropiedad t erritorial sobre todo , y de la p opi dad
r e no
sesión privada y Ia libertad queda suprimida». Irving Bab .convertida en corporación vasta y amorfa, perm ne e fir a c
bitt fue aún más lejos: «Toda forma de justicia social... me en el p ensamiento conservador . Para los c onservado
tiende a la confiscación, y la confiscación, cuando se prac� · res la idea de una corporación como la AT &T, a nt es de su
rica 'en gran escala, 'socava los niveles morales, y, .en n:¡áíf :'" { reciente despojo, can grande como muchos gobier n os so
to a esto, sustituye la justicia verdadera por la ley de la as-· beranos d el m un do, con cientos de m iles de empl ados ·y e
tuda y la ley de la fuerza.» varios millones de accionis as, t p uede ser tan di fí cil de
Incluso en nuestra época, en los años decadentes del si aceptar como toda la burocracia federal. No es de extra
glo y del milenio, cuando los principios liberales socialis ñar que m u c h os conservadores del oeste de Estados U n i
tas del Estado de bienestar social se han convertido ya en dos consideren al noreste y sus cuarteles g neral
e es de
cuando los «intereses man.etarios» y los «nuevos trafican te conservadores y rayando con lo liberal. El debate de
te y s gura de discernir
e el pen a s m iento li b e ral , soci al ista y Religión y moralidad
conservador, el m ed o m s seg
i á u ro de iden tif icar cada g é
más tarde los aristóc ra tas y los ca m pesi n os me di evales, g ías políticas p or su énfasis sobre la iglesia y la moralidad
p e ci
r b ie on r justamente la propied d como u a n a e x tensión j
u deocristiana. Todos los primeros co n servadores, y nin
c uer p o y como la vida. P ar a Ri c h ard W eave i", f rec u ente zados p or los golpes qu e asestaro n lcisjacob in os a la Igle
P ero incluso Wea ver, a pas o i n ado ene m i g o de los liber al es ot o tema, con la posible excepción de la propiedad. Ta
r m
vid a la corpo
' ra ción mode rn a y las n u evas f orm s d a e pro reli g ión en el Estado. P ara B u rke la religión es ablecida t
« un lu g ar en donde se pued a hacer pa ra el l a gos una tri había sido una católica romana devota y él mismo prestó
la propiedad a pequejia escala ofrece t al tr in c h e ra, que n os en Gr an Bret aña . Bonald, de Maísrre y C h atea u b rian d
...
.... ,
...
...
100
Robert Nisbct
Conservadurismo 101
escogieron la religión católica romana como la religión es� ..· ;__ confr�- deJos-anglic:canQs,--E:_rJ::J:;-isamente:.sobre:.esto=:Burke-------�- - -=:-::=:::-.:::=--=====-===--: . .{
0
nacron, todos los conservadores, Hegel, Haller y Colerid- ' Dr. Erskine. El Dr. Erskinc había enviado numerosas co-
ge incluidos, convirtieron la rcli?ión en la verdadera pie- ; pías de sermones <le] escocés disidente para co?�irmar a
dra de toque del Estado y la sociedad. 1 Burke que estos predicadores rechazaban cspecíficamen-
:·.
.....
Es el aspecto institucionn] de la religión solamente el te el uso de la violencia para defender su causa en contra
que es pertinente al conservadurismo político. Sería ab- de la Iglesia Anglicana . . Evidentemente Bu��<:;. no se_ irn-
surdo rec<:>?ocer_ a_los conservadores dd s�glo J(IX un� ma- presionó; y en este momento sus pal�1bras po�nan ?plicar-
yor devoción religiosa personal que a los liberales. Ningu- se, sin cambio alguno, a los extremistas antiabortistns de
El cristianismo de Priestley era evangélico y milenario daño que hacemos a nuestro vecino por el carácter que le atri
no es el caso de algunos de los padres. fundadores del con- los disidente� todos sus derechos civiles, pero es dernasia-
servadurismo político: no de Burke, Coleridge, Southey, do f:ícil extraer la conclusión de que los consideró poco
Disraeli y Ncwrnan en Inglaterra, 0 Bonalcl, de Maistre y menos que estorbos sociales, siempre al borde de conver-
Chateaubriand en Francia. Para ellos la religión era pree- tir su entusiasmo en desorden público y de despertar el
. . .•
rninenternnente pública e institucional, algo a Jo que se odio de quienes no estaban de acuerdo con ellos. Burke . • .-1:·
. debía lealtad y un adecuado respeto f(?tmal, un pilar valio- estaba asombrosamente libre Je prejuicio religioso. Habla
so para el Estado y la sociedad, pero no una doctrina pro- ele los disidentes en el siguiente párrafo: .
·
- --�ª-. �op_tar uli?-puntoal_ e-V1sta-mduy-pre]ocud�ª. o con entu- ñar su credo tanto en las escuelas como en los templos; especial-
srasmo re groso t como se . a en os isidentes. Por �u- mente si están en posesión de estas ventajas por su uso prolonga-
puesto que ellos _eran enemigos mortales, d� estaklrsh- do y prescriptivo tan sagrado en este ejercicio de derechos como
· 11/flll, y estaban lejos de rechazar el uso de la violencia en en cualquier otro.
103
102 Roben Nisbct Conse1vadurismo
El problema no es que uno desee llamarlo indiferencia debido a las condiciones de su sometimiento, está confinada a
o tolerancia. Es muy probable que Burke, Disraeli, y mu los sentimientos privados. ·
sido.icomo dicen algunos, sordos como tapias cuando se Justo antes de ese pasaje hay otro �ue demue_stra con
trat_aba de asuntos de fe personal. Es posible que cada uno mayor claridad la perspecti�a plural1�ta,. �enc1almente
tuviera una fe profunda e indispensable en Dios. No losa equilibrada qu� Burke adopto sobre ,la iglesia y el Estado:
na de ser un distinguido fanático de ninguna iglesia nacio · Estarnos resueltos a mantener una iglesia establecida, una mo
nal hasta que pueda estar más seguro de lo que estoy de narquía establecida, una aristocracia establecida, una dem?cra
vida.» .
Así pues la Iglesia está institucionalizada éxa,ctamente
Pero la fe o la ausencia de fe en la religión no tiene nada·
de la misma manera en que lo están el gobierno, el orden
que ver con la posición que sostuvieron sobre la institu
social y la gente. Cada uno es inevitablemente la restric
ción religiosa la mayoría de los conservadores ingleses y
ción sobre el otro, ninguno más, ninguno menos. Hay mu
algunos conservadores estadounidenses. Esa posición fue,
chas indicaciones, empezand_o con sus discursos sobre las
y sigue siendo en un número sorprendente de casos, lnse
colonias americanas, de que Burke se dio cuenta de la fa
parable del aspecto institucional, civil de la institución. La
cilidad con la que el gobierno puede ;inclinarse. hacía la
iglesia anglicana tenía dos funciones principales: primero,
opresión. En un párrafo famoso Burke decla_ró que inclu
c<?nfcría cierto carácter sacro a funciones vitales del go
so la aristocracia '--qUe él percibió en el mejor de los ca
bierno ·y,_ sobre todo, al vínculo político o social. Debiera
sos como la verdadera base de la sociedad y seguramente
recordarse aquí que incluso Rousseau, archienemiso del
del Partido Whig- es intrínsecamente tan propensa al
cristianismo y de otras religiones reveladas, prescribió en
mal como al bien, y que sólo su arraigada tradición y su
su Contrato soda! una «religión civil» que celebrara la ciu
disciplina la pueden conducir al bienestar fomún. Burke
dadanía. Y en el momento culminante de la Revolución los
no deja de considerar tampoco la democr�c1a � la luz de la
jacobinos estaban más que dispuestos a aceptar esto entre
necesidad de restricciones por parte de la 1gles1a y de otras
otras ens,�i��a.s. de Rousseau, En segundo lugar, mm igle
sia establecida, es decir, una iglesia representada de mane- instituciones superiores a ella. .
4,,, .. -----
' \ _ .
;---.J..L ...
.........
4,... J.•......
·- --�-
restitui r a la iglesia católica parte de la a utonomía y ��to gión ni en la política, los hombres se atemorizan rápidamente
rielad intern a que había t enido ante s de la Revolución y ante la apariencia de una independencia sÍI) límite. La agitación
'constante de.todas las cosas que los rodean los alarma y los ago
que s ólo d e manera parcial le habían sido de vueltas por �-
ta ... Por mi parte, <ludo que el hombre pueda alguna vez sopor
Na po l e ón en el Concordato. Es Bo n al d , :I _científico_ polí
tar al mismo tiempo una independencia religiosa completa y la
t ico así c o m o el católico r o man o, quien divide la sociedad
libertad política total. Y me inclino a pensar que si él desea la fe, .�
«legítima» en tres esferas: el gobierno, la glesia y la fa�
i
debe subordinarse; y si es libre, debe creer.
lia, c ada una d estinada a se r soberana de ntro de su propio
reino. Casi nada hay en B o nal d -lo mismo que en de Sin eluda, las palabras de Tocqueville fijan la pcrspecti-
Maistre y Chateaubriand- acerca de la fe ca tólica o d�l va d e la mayoría de los conservadores de la mejor manera
d ogma; pero s í hay mucho acerca del de recho de la Iglesia posible. Disraeli era judío de na c imiento pe ro se acercó a :
Católica a t oda su autonomía d ebida e n su reino. Larnme- través de su padre a la Iglesia angli c a n a , de spués de haber-
tianisrno, y que fue un br illante prelado durante �gu�os das con la c reencia ju d aica formal. S abe m o s que Disraeli
años, tomó una perspectiva más mística d e la relación �- asistía re gularmente a los servicios anglicano s , y que acep-
clividual con la.Iglesia. Pero s u cl á s i c o Ensayo s'?breJa. tn- taba la c omunión, p ero también sabemos que lejos de _
diferencia, de 1817, aunque e staba comprometido um_ca- ocultar alguna vez su origen judío, se en o r g ulle c ía de é s t e :
mente e n fomentar el interés c atólico, es _en su contemdo y proclamó durante toda su vicia la grandeza de la «raza ·
abrurnadoramente institucional e histórico. Escribió que judía» y la profundidad y la v erd ad del credo judaic o . .:;·.
� :..
Europa se hundiría en el abism<;> de l a incre�ulidad, salva- «curiosamente ambiguo». «SU c r i s tiani s mo no se ad ecua- .:.:· . .
da periódicamente por este o aquel e ntusiasmo secular ba a ninguna categoría c omún [. .. ] Probablemente es irn-
cansa en la bien fundada creencia de que los seres huma- sas diferentes durante momentos diferentes y no logró · � ··
nos, una ve z que se han li berado d e una gran o rtodoxia, percibir s u incongruencia.» · __::_·::.:
probablemente s ufrirán algún gr�do d e trastorn�-�e P�!- :'. · .Unestudio.cuidadoso-revelaría s in-duda-que un-número -------------- . . .
que· de otra manera sería incomprensible Y por lo tanto � • la indiferencia ha s ta la ho s tilidad abierta. Tales perspecti
. ·hostil?>. Tocqueville, cuya fe personal eri Roma -�ª r�a! ij : yas, incluyendo el agnosticismo y el ateísmo, pare_cen haber
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106 ,
Robert Nisbc1 Conservadurismo 107.
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. i' mnnece como una voz insistente en casi todas las discusio
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