El 19 de abril de 1810: una declaración de rebeldía.
¿Estaban listos los albores del siglo XIX para una revolución?
No vendría mal incluir un análisis de este asunto, sin embargo, debo confesar
que el devenir de los eventos y las situaciones que se dan cita en el siglo XIX
ayudarían a entender con claridad lo que paso mejor que cualquier
interpretación. Los protagonistas no son figuras de fábula ni mitos de
endiosamiento, los sucesos no son metáforas y las historias no son cuentos.
Despertaba una parte del planeta a una efervescencia que se desbordaba por
Europa y que ahora llegaba hasta América, y que encontraría más
precisamente en Venezuela un nuevo epicentro para las luchas de
emancipación de los pueblos de Hispanoamérica. Venezuela bajo el yugo
español era víctima del despojo de sus riquezas materiales, de las torturas,
persecución y aniquilamiento de sus habitantes. La corona española ejercía su
dominio a placer, dictaba las leyes, establecía autoridades y administraban "la
justicia" ¿Estaría un país acostumbrado al dominio y a la subyugación, listo
para emanciparse? ¿Haría falta algún otro componente para encender el fuego
de libertad? En el caso que nos ocupa, se trata de abordar un factor
desencadenante de la transformación del 19 de abril de 1810, día en el que se
instaló en Caracas la Junta Defensora de los Derechos de Fernando VII, en
una declaración de rebeldía.
Conviene entonces desatacar en primer lugar que la rebeldía es un tipo de
comportamiento humano, caracterizado por la resistencia o el desafío a la
autoridad, la desobediencia de una orden o el incumplimiento de una obligación
sea o no justa la causa. Por lo que la rebeldía puede ser positiva o negativa
dependiendo del propósito. Hacía ya más de 300 años que Venezuela era
subyugada y dominada Francisco de Miranda encendió una llama que era
avivada aunque tímidamente por el soplo de las bocas que pedían libertad en
sus cantos de faena diaria tras el castigo del opresor imperio español,
relegados a las más precarias condiciones de vida, a la pobreza extrema y al
menosprecio, los venezolanos, los nativos del suelo venezolano eran
humillados y olvidados mientras la corona española y sus amigos, países
aliados hacían un festín con los recursos de Venezuela. Simón Bolívar tomo
como su estandarte la lucha por la liberación de Venezuela, pero también de la
región suramericana, es así como abrazo también el sueño de Francisco de
Miranda de hacer una sola América para los americanos desde el sur del
Mississippi hasta la Patagonia.
Ese contexto representaba un acto de rebelión a la corona española, la cual no
estaría dispuesta a tolerar el más mínimo comportamiento de rebeldía,
castigando con cárcel, el destierro o hasta la muerte a quienes se atrevieran a
tener conductas de ese tipo contra la corona española o contra quienes la
fomentaran. Pero la emancipación de Hispanoamérica pasaba por Venezuela
esas coordenadas en el mapa establecían la gráfica de la rebeldía
hispanoamericana.
Muchos hombres y mujeres se fueron contagiando con esa llama libertaria y
emancipadora que los impulsaba a resistirse al imperio español que los oprimía
y que de esa manera pretendía doblegarlos para que desistieran de la idea de
ser libres, independientes y soberanos.
El acto del 19 de abril de 1810 represento un vivo e indómito acto de rebeldía
de los venezolanos contra la corona española y aunque a pesar de ser un acto
de fidelidad con la monarquía borbónica, porque fue ese el día en que se
instaló en Caracas la Junta Defensora de los Derechos de Fernando VII, al
mismo tiempo se estaba encendiendo un fuego de revolución y esa llama de
libertad encontraría combustible en la dominación que existía en el cono sur de
América, el 19 de abril de 1810 en los albores del siglo XIX se encendería una
revolución que no se iba a detener hasta conseguir la libertad e independencia
de Venezuela y los pueblos de la región.
El imperio español consciente de los eventos que en ese mismo orden se
venían dando por Hispanoamérica considero que Venezuela seria la excepción,
pero aquel 19 de abril les amaneció de repente y no vieron venir la rebeldía de
aquel bravo pueblo venezolano.
En Caracas, en el cabildo de esa ciudad, se van a congregar los sectores
representativos de la sociedad: el clero, los notables y letrados, los miembros
del cuerpo de veteranos y de las milicias, los altos funcionarios peninsulares,
junto a los alcaldes del cabildo, Martín Tovar y Ponte y José de las Llamosas,
con el propósito de hacer del conocimiento de las autoridades españolas,
encabezadas por el Capitán General Vicente de Emparan, de la necesidad
imperiosa de constituir una Junta Defensora de los Derechos de Fernando VII,
la cual le diera autonomía al gobierno provincial en la misma línea de acción de
las juntas que ya se habían creado en la Península.
En el acta levantada en aquella memorable jornada, se señala que la Junta se
crea con el propósito de atender a la salud pública de un pueblo que se
encuentra “en total orfandad, no solo por el cautiverio del Señor Don Fernando
Séptimo, sino también por haberse disuelto la Junta que suplía su ausencia en
todo lo tocante a la seguridad y defensa de sus dominios invadidos por el
Emperador de los Franceses” La Junta Suprema que se constituye ese 19 de
abril, asume el gobierno provisional “en el Real nombre Del Señor Don
Fernando Séptimo”
Desde la perspectiva de una rebeldía positiva José Cortes de Madarriaga logra
la renuncia del Capitán General Emparan, gracias a una hábil maniobra política
llevada a cabo en la sesión de aquel Jueves Santo, en la Sala Capitular del
Ayuntamiento caraqueño, cuenta la historia que hizo señal al pueblo reunido
para se negara a aceptar al general Emparan y el pueblo reunido así lo hizo,
desde luego la rebeldía del bravo pueblo iba más allá de ese evento y llegar
allí, a ese escenario fue precisamente el efecto de la rebeldía desatada en el
bravo pueblo venezolano.
El imperio español ya no podría contener aquel rio desbordado, aquel gigante
despierto que se levantaba contra el yugo opresor y que ese día marcaria la
frontera entre la dominación y la independencia de Venezuela, el 19 de abril de
1810 daba inicio una revolución que cambiaría la historia de la región. En
ningún otro momento de la historia Venezuela había estado tan decidida a ser
independiente y soberana como nación, estaba siendo llevada en brazos por
sus habitantes cansados de la espera y se rebeló.
El imperio español nunca estuvo preparado para semejante osadía, pero la
decisión tomada por los venezolanos no tenía vuelta atrás, al precio que eso
costara, algunos historiadores aducen que el 19 de abril de 1810, constituye el
movimiento inicial, definitivo y trascendental de la emancipación de Venezuela.
No sería un acto de emoción que pudiera ser cambiado por la represión, el 19
de abril de 1810 constituía un antes y un después en las aspiraciones de
Venezuela por ser libre y soberana, por romper las cadenas de dominación y
caminar con sus propios pies, trazar su camino y construir su propio futuro,
pero además ese 19 de abril representaría esperanza de libertad para la
región. Aunque el pueblo protagonista junto a sus líderes entre los que
sobresale el libertador Simón Bolívar tuvieron que seguir resistiendo,
desobedeciendo al tirano imperio español y tuvieron que luchar aún, no cabe
duda que la revolución del 19 de abril de 1810 tuvo un factor determinante, la
rebeldía.
¿Habrá terminado la lucha del pueblo venezolano por su soberanía e
independencia? ¿Existirán intentos de dominación contra el pueblo de Bolívar
por parte de nuevos imperios? ¿Continuara el mismo espíritu rebelde en el
bravo pueblo venezolano?