Primera Lectura Esp. Gerencia
Primera Lectura Esp. Gerencia
Primera Lectura Esp. Gerencia
2014;5(11): 29-38
Suma de Negocios
www.elsevier.es/sumanegocios
ARTÍCULOS DE REFLEXIÓN
Doctor en Ciencias Económicas. Profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de ciencias económicas. Grupo
de investigación Emprendimiento y Mipymes. [email protected]
Key words Cultural management mechanisms in the formation of habits and in the
Cultural management transformation of the organizational culture
mechanisms,
habits, cultural Abstract
transformation, This document outlines the role of cultural management mechanisms in the transformation of
collective construction the organizational culture through habit formation. “Using surveys, interviews, focus groups
and observation processes in an organization of the energy sector, the article poses the
question: why cultural management mechanisms can be effective in changing organizational
culture? The text sets out factors involved in the formation of habits in workers. Also,
the cultural management mechanisms that have impacted those factors are treated.
Subsequently, the culture is proposed as a collective construction and other elements that
are involved in the cultural transformation are addressed.
2215-910X/ © 2014, Fundación Universitaria Konrad Lorenz. Publicado por ELSEVIER ESPAÑA, S.L.U. Este es un artículo de acceso abierto
distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/).
Mecanismos de gestión cultural en la formación de hábitos y en la transformación de la cultura organizacional 30
La transformación cultural requiere de un aprendizaje los trabajadores hablan de una transformación cultural en
cultural, y en este sentido, Sainsaulieu (1997), sostiene que esa organización, se hace interesante saber la manera en
KDEODU GH DSUHQGL]DMH FXOWXUDO VLJQLÀFD TXH ODV SHUVRQDV TXHVHHVDPRGLÀFDFLyQ<HVDOOtGRQGHHQWUDQORVKiELWRV
pueden cambiar la cultura, o hacer evolucionar sus sistemas (QODGHÀQLFLyQGHKiELWRVHWRPyHOFRQFHSWRGH+RGJVRQ
de representaciones recibidos en la infancia, a partir de las Una acción de un individuo no necesariamente es un hábito,
experiencias de la vida adulta. lo será en la medida en que dicho individuo posea la ten-
Así entonces, ¿qué puede entenderse por manifestacio- dencia, la disposición, hacia esa acción.
nes y mecanismos de gestión cultural? Las manifestaciones
culturales son esas expresiones propias de la organización, Los hábitos se entienden más como disposiciones que
tales como símbolos, ritos, valores, normas, mitos, rutinas, como comportamientos. De acuerdo con Veblen, los hábitos
metáforas, eslóganes, historias, logos, lenguaje, que carac- son una propensión o capacidad adquirida que puede o no
terizan la cultura y permiten diferenciar una organización ser expresada en el comportamiento habitual. (…) El hábito
de otra. Los mecanismos, por su parte, son dispositivos que es una propensión para comportarse de cierta forma en una
los directivos utilizan para buscar que los trabajadores se situación particular. Como John Dewey anota: Los hábitos
apropien, aprehendan o se adapten a la cultura y, más espe- son repertorios inconscientes de la conducta potencial, que
FtÀFDPHQWHDODVWUDQVIRUPDFLRQHVFXOWXUDOHVSURSXHVWDV pueden ser provocados o reforzados a partir de un contexto
Algunos de estos dispositivos tienen lugar desde el momen- apropiado (Hodgson, 2007a, p. 41).
to en que los nuevos empleados llegan a la empresa (como
los programas de inducción). Otros mecanismos obedecen a En el mismo sentido de disposición, aunque desde otra
las prácticas de socialización en la organización. perspectiva disciplinar, Geertz (2005) plantea el siguiente
Al respecto, Sainsaulieu (1997) plantea que es necesario ejemplo: si una persona es considerada como bondadosa,
examinar diversos procesos de inculcación de la cultura a esa persona tiene la tendencia y disposición a realizar actos
UDt] GH OD VRFLDOL]DFLyQ GH ORV LQGLYLGXRV (O DXWRU DÀUPD de bondad. Aunque en este momento esa persona no esté
que hay tres procesos principales de esta socialización: la ejecutando una “acción” de bondad, sigue teniendo la dis-
transmisión, el aprendizaje y la prescripción. posición a hacerlo.
Por transmisión se entiende una serie de prácticas de Pero, ¿por qué abordar este caso desde los hábitos?
información, de formación y de comunicaciones destinadas Fundamentalmente, por su carácter de disposición la cual
a hacer tomar conciencia de valores, modelos y normas en permite trazar un vínculo tanto con las creencias (Noth,
la empresa […] Esta transmisión dependerá de la recepción 2010) como con los comportamientos. Por consiguiente, la
[Programa de Inducción], de métodos de reclutamiento y adquisición del hábito como disposición se tomó como una
de apreciación, pero también de periodos de aprendizaje. vía de transformación cultural. Por ejemplo, el hecho de
Momentos claves donde el individuo comprende lo que hay que un empleado adquiera la disposición para trabajar en
que hacer para ser aceptado por los grupos ya constituidos equipo (valor corporativo) sería una manera de aprehender
(1997, p. 250). ese rasgo cultural en el proceso de transformación cultural.
En la investigación, esa transmisión está vinculado con Y uno de los propósitos de la investigación era rastrear si
los mecanismos de la gestión cultural implementados por los mecanismos de gestión cultural incidían en la formación
los directivos con el propósito de transformar la cultura. GHKiELWRVTXHUHÁHMDUDQODWUDQVIRUPDFLyQFXOWXUDOGHHVWD
Adicionalmente, Sainsaulieu, hace referencia a la cultura organización.
aprendida y a la cultura prescrita:
aplicó una encuesta, se efectuaron grupos foco, entrevistas importante exponer los factores que están presentes en la
en profundidad a trabajadores y visitas de observación en formación de hábitos. Por consiguiente, en esta sección se
la organización. trata, en primer lugar, esos factores. Posteriormente, los
/DHQFXHVWDWHQtDFRPRSURSyVLWRLGHQWLÀFDUFXiOHV mecanismos. Luego, otros factores que fueron claves en la
son los mecanismos de gestión cultural a los que se les atri- transformación cultural en esta organización.
buye mayor importancia por parte de los trabajadores, 2) Al indagar acerca de los elementos que inciden en el
KiELWRVDVRFLDGRVDYDORUHVPHFDQLVPRV\ÀORVRItDRUJDQL- hecho de que los trabajadores adquieran un determinado
zacional. En total 199 personas respondieron la encuesta. hábito, surgieron siete elementos: Sentido, Procesos coti-
Esta fue aplicada on-line por recomendación de los mismos dianos, Ambiente de trabajo, ,GHQWLÀFDFLyQ 6DWLVIDFFLyQ
trabajadores durante la prueba piloto. personal, Control social y Compenetración con el grupo.
En total se realizaron nueve grupos foco. Cada grupo Muy probablemente estos siete no son los únicos factores
estuvo conformado en promedio por siete personas. Los presentes en la formación de hábitos, pero si son los que
SURSyVLWRVGHOJUXSRIRFRIXHURQSURGXFLUQXHYDVVLJQLÀFD- emergieron en el análisis de la información en esta organi-
ciones a partir del discurso; corroborar los primeros hábitos zación. Veamos cada uno.
encontrados en los trabajadores y analizar la participación /DVSHUVRQDVDÀUPDQTXHKDQDGTXLULGRXQGHWHUPLQDGR
de los mecanismos. ¿Por qué el grupo foco?. Porque el pro- hábito porque le encuentran algún sentido a dicho hábito
pósito era validar que las personas (en presencia de otras) en la organización o porque creen que haciendo las cosas
determinaran si habían adquirido algún hábito que otros de esa manera, las cosas funcionan. El sentido acá es toma-
también habían adquirido. do en función de los resultados que se obtienen o de una
Para Bonilla y Rodríguez “la muestra no se selecciona, se utilidad al proceder de determinada manera. Pero ¿por qué
FRQÀJXUDHVGHFLUVHYDHVWUXFWXUDQGRDWUDYpVGHODVGLIH- encontrar sentido participa en la formación de hábitos? Por-
rentes etapas del proceso de recolección de datos” (2005, que hacer las cosas de determinada manera no crea ningún
p. 134). Así que esta fue la dinámica que siguió la aplicación choque en el empleado con sus propios esquemas de pensar
de las 12 entrevistas en profundidad realizadas con trabaja- y actuar. Podría decirse que el sentido se vincula con lo que
dores. Todas las entrevistas se aplicaron en las instalaciones Bourdieu (2002) llama la racionalidad práctica.
de la compañía y tenían como objetivo corroborar la par- De otro lado, un aspecto que también ha favorecido la
ticipación de los mecanismos en la formación de hábitos. formación de hábitos es la manera como se realizan los
De otro lado, se realizaron siete visitas a la organización procesos cotidianamente en la organización. Es decir, las
con propósitos de observación. La utilización de la obser- formas de trabajar implican unas Guías y unas rutinas en las
vación durante la investigación fue de gran utilidad porque formas de proceder. Los participantes sostienen que el he-
permitió contrastar la información que se fue recolectando cho de que diariamente deben hacer una determinada ta-
con otras técnicas. Todo el trabajo de campo se desarrolló rea para desarrollar su trabajo, ha incidido en adquirir ese
durante 14 meses. hábito. Los trabajadores saben que los protocolos y Guías
Respecto al análisis, se acudió al análisis de contenido. En son como herramientas que no deben olvidar. Y las siguen
cuanto al uso de software se utilizó el SPSS 20 y el MaxQda 10 con tanta cotidianidad que llegan, en palabras de ellos mis-
para el análisis de la información recolectada con la encuesta. mos, “a interiorizar el proceso, a incorporar la guía.
Como un paso previo a la categorización, se construyeron re- En tercer lugar, las personas hacen referencia a la forma
des conceptuales (Alvesson y Karreman, 2011) con los distintos como se trabaja, pero no en términos de procedimientos
elementos que emergieron del análisis de la información. A (como en el caso anterior) sino de comportamientos y de
SDUWLUGHODLGHQWLÀFDFLyQGHORVKiELWRVTXHVHDVRFLDQDPH- relaciones con sus colegas. Es decir, las personas van adqui-
didas implementadas en la gestión cultural, se les preguntó riendo ciertos hábitos en la interacción con los otros. Para
a los participantes qué aspectos habían incidido en que ellos los trabajadores, las formas de comportarse, de interactuar
adquirieran un determinado hábito. Posteriormente, se anali- y de relacionarse constituyen el Ambiente de trabajo, del
zó qué mecanismos de gestión cultural estaban presentes allí. cual cada uno se va impregnando en la cotidianidad. Y se
va impregnando gracias al lenguaje, pues como sostiene un
informante: “es que desde el primer momento uno escucha
5. Algunos hallazgos las personas hablar de autonomía”. Y otro agrega: “uno ve
que las personas se tratan con respeto”. Podría decirse, en
Se empezará diciendo que en la organización donde se hizo palabras de Prue y Devine (2012), que se observa una con-
el estudio existió durante siete años el propósito explícito sonancia entre lo psicológico y lo social, pues son los traba-
de hacer evolucionar la cultura. Para ello se emplearon, en- jadores los que sienten que ese es el ambiente.
tre otros mecanismos, grupos de discusión, el programa de Otro factor que participa en la formación de hábitos ha
inducción, políticas como la participación, medidas como sido la LGHQWLÀFDFLyQ. En este caso, los trabajadores fue-
ODDXWRQRPtDODÁH[LELOLGDGSDUDWUDEDMDUODOLEHUWDGHQHO ron enfáticos en sostener que ellos han adquirido ciertos
horario y el uso de guías como estándares operacionales. KiELWRV SRUTXH ´\R FRPR SHUVRQD PH VLHQWR LGHQWLÀFDGR
Pero antes de abordar los mecanismos, es importante men- con dicho hábito. Siempre he sido un convencido de eso”.
cionar que uno de los primeros hallazgos fue un conjunto (QWpUPLQRVJHQHUDOHVODLGHQWLÀFDFLyQSXHGHHQWHQGHUVH
GHKiELWRVTXHUHÁHMDEDQUDVJRVGHODFXOWXUDGHODRUJDQL- como un mecanismo psíquico que induce a un sujeto a com-
zación. Dado que muy probablemente esos hábitos solo co- portarse, pensar, vincularse y sentir como otro que actúa
rresponden a esa organización particular, se ha considerado FRPRVXPRGHORRHQFXHQWUDHQpODÀQLGDGHQVXFRPSRUWD-
que no es muy relevante enlistarlos aquí. Sin embargo, si es miento y el propio (Freud, 1981, p. 2587).
33 Daimer Higuita López
“que agradable encontrar una organización como esta”. el trabajo, el individuo tiene una experiencia concreta de
Para Demir et al. (2011) lo que se busca en actividades usos y de maneras de ser o de pensar” (1997, p. 250).
como esta es, precisamente, actuar sobre las expectativas /D ÀORVRItD GH OD participación en la empresa es un
de los nuevos acerca de la cultura y enviar el mensaje de asunto que para las personas va más allá del deseo. Para
que el “éxito” dependerá de un acople entre la perso- ellos es un hecho y un derecho. ¿Por qué ha sido importante
na y la organización. Claro, pero es que cualquier primer la participación en la transformación de la cultura? Además
encuentro propicia expectativas. Entonces, nuevamen- de hacer sentir a las personas importantes y darles un lugar
te, ¿qué es lo particular? Lo segundo es la cristalización en la compañía, este es un elemento que a través del uso
de esas expectativas. Los informantes argumentan que, de la palabra parece permitir, siguiendo a Chanlat (1994),
efectivamente, una vez empiezan a trabajar se encuen- una gran satisfacción psíquica, cuando cada uno toma la
tran con un “ambiente totalmente diferente a otras or- palabra. De otro lado, el estudio de Montealegre y Calderón
ganizaciones donde habían trabajado antes”. En los casos (2007, p. 52) sugiere que la participación en las organiza-
en los que se encuentran con elementos nuevos como la ciones colombianas es restringida en su esencia (pues se
DXWRQRPtDODÁH[LELOLGDG\ODSDUWLFLSDFLyQORVWUDEDMD- VXJLHUHSHURQRVHSDUWLFLSDHQGHFLVLRQHVHQVXÀQDOLGDG
dores se van adaptando y desarrollando nuevos hábitos. (solo se considera lo que es de interés para la empresa) y
¢3RUTXpORVWUDEDMDGRUHVSRGUtDQKDFHUHVWDVDÀUPDFLR- en su ámbito (pues se limita al área de trabajo). En PDE no
QHV"¢3RUXQDDGKHUHQFLDWRWDODODÀORVRItDRUJDQL]DFLRQDO" solo se puede participar en los grupos de discusión. Allí, los
La investigación muestra que no todos los jefes y no todos mismos empleados entrevistan a sus futuros compañeros en
los trabajadores se han integrado al sistema cultural. Sin los procesos de selección. Por consiguiente, la posibilidad
embargo, de acuerdo con los informantes, sí hay una visión efectiva de participar genera una satisfacción psíquica que
general en el sentido de que allí han encontrado un “am- facilitaría la formación del hábito de participar.
biente totalmente diferente a otras organizaciones donde Asimismo, las medidas de ÁH[LELOLGDG\DXWRQRPtD para
habían trabajado antes”, lo que les cristaliza las expectati- trabajar son realidades concretas en esta organización, las
vas que se habían creado en la inducción. cuales parecen comprometer a las personas con una con-
Ahora bien, ¿hay allí un uso del poder y de la violencia traprestación. Es decir, ellos sienten que deben responder
simbólica, como dirían Oakes, Townley y Cooper (1998), DGLFKDDXWRQRPtD\ÁH[LELOLGDGFRQFRPSURPLVRFXPSOL-
para cambiar la manera como las personas ven y perciben miento y responsabilidad. Tal vez es una forma de aliena-
su entorno organizacional? Tal vez sí o tal vez no. Lo que ción, en el sentido de que el trabajador se convierte en su
LQWHUHVyHQODLQYHVWLJDFLyQIXHLGHQWLÀFDUFXiOHVGHORVPH- propio supervisor (Ignatow, 2009). Como sostienen Sánchez
canismos han impactado el proceso de transformación cul- et al. (2006), la atmósfera presiona a los miembros a adap-
tural, sea que haya o no uso del poder o de la manipulación, tarse a una forma de ver las cosas. Pero también es una
ya que, muy a pesar del uso del poder en las transformacio- forma como los trabajadores, al sentir que tienen autono-
nes culturales, hay mecanismos que no impactan la cultura mía, han llegado a sentirse parte de, y toman posiciones.
organizacional (Alvesson y Sveningsson, 2008). En esta medida, se ven a sí mismos como constructores de
Las guías, por su parte, son documentos que contienen primer plano de esa realidad organizacional, como cuando
HVWiQGDUHVRSHUDFLRQDOHV(QHVWDVJXtDVVHGHÀQHHOqué, expresan: “es que aquí te dan la autonomía. Ya es tu deci-
dando la posibilidad de que cada equipo incorpore su cómo. sión de si haces uso de ella o no”. El hecho de que los traba-
Lo importante de estas guías en la formación de hábitos son jadores hacen uso de la autonomía que se promueve, o de
dos cosas: 1) para los trabajadores es una manera concre- ODÁH[LELOLGDGSDUDWUDEDMDUHYLGHQFLDTXHORVWUDEDMDGRUHV
ta \ QR VROR GLVFXUVLYD GH UHFLELU DXWRQRPtD \ FRQÀDQ]D son tomadores de posiciones.
para operar, 2) trabajar de acuerdo con estos estándares Ahora bien, podría hacerse un listado de mecanismos de
moviliza otro tipo de prácticas, otras formas de hacer las gestión cultural, pero lo que aquí concierne es porqué inci-
cosas y probablemente de representaciones. Por ejemplo, den en la cultura. Entonces, estos mecanismos de gestión
al utilizar estas guías, los trabajadores tienen la idea (re- cultural inciden porque se puede hacer uso de la palabra,
presentación en términos de Abric, 2001) de que no hay lo que desata formas y dinámicas de articulación entre
procedimientos rígidos y que ellos tienen cierto grado de bienes y hábitos (grupos de discusión, participación); por-
libertad en el cómo operar. Costea, Crump y Amiridis (2007) que las expectativas son, en alguna medida, cumplidas
argumentan que la gestión busca una subjetivación de las (programa de inducción); SRUTXHODLGHDGHODÁH[LELOLGDG
transformaciones organizacionales, a partir de términos y autonomía se puede materializar (guías); porque las
como excelencia, conocimiento, competencia. En las en- personas se sienten parte de y se refuerza una identidad
WUHYLVWDV \ HQ ORVJUXSRVIRFRORVLQIRUPDQWHV VH UHÀHUHQ colectiva (participación); porque se genera un sentimien-
frecuentemente a estas guías como una de sus herramien- to de intercambio y la necesidad de responderle a la em-
tas de trabajo. Podría pensarse, entonces, que allí hay una presaOLEHUWDGGHKRUDULRÁH[LELOLGDGSDUDWRPDUYDFDFLR-
asimilación de este concepto o subjetivación, en el sentido nes). Además, estos mecanismos participan en la formación
de que las guías son algo que orienta, pero que, en sus pro- de hábitos a través del impacto que logran tener sobre los
pias palabras, “no condiciona”. Ahora bien, no es en sí la factores que inciden en dicha formación.
guía la que incide en la formación de hábitos, al menos no A continuación, en la tabla 1, se resume en qué factores
HVDJXtDHVSHFtÀFDVLQRORTXHHVWDSURSLFLDODVHQVDFLyQ presentes en la formación de hábitos participan los meca-
de autonomía y la representación que se genera al traba- nismos de gestión cultural utilizados en la organización.
jar de determinada manera. Y Sainsaulieu, cuando habla de De otro lado, es pertinente mencionar que las medidas
aprendizaje, argumenta que “a raíz de actos habituales en de gestión cultural que se han ido implementando gra-
35 Daimer Higuita López
dualmente tienen un principio: “Si las cosas no marchan con la responsabilidad y el compromiso quienes hacemos de
ELHQHQWRQFHVVHUHWLUDODPHGLGDµDÀUPDQHOJHUHQWH\ esta empresa lo que es”2.
la líder del equipo. Si se tratara de recoger en pocas pa- Retomando el hecho de que se valora al empleado, se
labras los propósitos de la gerencia, se diría que se busca dirá que cuando se indaga a los trabajadores por caracte-
una cultura caracterizada por aspectos como el respeto, UtVWLFDVGHODFXOWXUDODÀORVRItDRUJDQL]DFLRQDORODPDQHUD
ODÁH[LELOLGDGHOFRPSURPLVR\ODUHVSRQVDELOLGDGHQOD como se trabaja, emerge en las respuestas de los partici-
que se reconozca al empleado como ser humano, que le pantes el hecho de que ellos se sienten valorados y sienten
cumpla al cliente con calidad y a tiempo. Ahora bien, esta que son importantes para la empresa. En la tabla 2, se pue-
ÀORVRItDRUJDQL]DFLRQDOHVWiFRPRGLUtD%RXUGLHX de apreciar esta idea.
ligada al interés de posicionar la empresa dentro del cam- Es claro que, además de la gestión cultural, otros ele-
po organizacional. mentos participan en la transformación cultural como: 1)
Efectivamente, la idea de “Calidad a tiempo”, acompa- el mundo material (es decir, las condiciones tangibles que
ñada del respeto y del hecho de que se valora al empleado la organización ofrece a sus trabajadores); 2) la visión no
está anclada a la estrategia organizacional. En entrevistas determinista, es decir, la disposición a retirar las medidas
FRQHOJHUHQWHGHHVWUDWHJLDDÀUPDTXHXQRGHORVSURSy- que no funcionen (de allí los grupos de discusión); 3) el
sitos de la organización no ha sido crecer por crecer, sino estilo de liderazgo quien construye con el ejemplo; y 4) la
posicionarse en el mercado y destacarse como una empresa acción colectiva permanente. Es decir, los trabajadores
a la que le importan sus empleados. son actores que toman posiciones, y cuando lo hacen están
Así mismo, en esta investigación se observó que hay fac- SDUWLFLSDQGRHQHOSURFHVRGHPRGLÀFDFLyQGHVXVGLVSRVL-
tores adicionales a la gestión cultural que participan en la ciones. Diremos, entonces, con Fernández (2003), que más
transformación de la cultura. Algunos de estos factores son que agentes, los trabajadores son actores. La formación de
el liderazgo, el mundo material, la interacción en términos hábitos es una dinámica mediada por los intercambios ver-
de intercambios verbales y la acción colectiva de los traba- bales, el comportamiento, la representación y la toma de
jadores. posiciones.
Por ejemplo, se reconoce que el estilo de dirección tie- En la tabla 3 se exponen, en la primera columna, los ele-
QH XQ SDSHO SDUWLFXODU HQ OD IRUPD FRPR VH FRQÀJXUD OD mentos que la gestión cultural proponía, y en las siguientes
cultura (Castro y Lupano, 2005). Sin duda, al analizar la columnas, los elementos que emergieron en cada uno de los
FRQÀJXUDFLyQGHODFXOWXUDVHUHTXLHUHKDFHUUHIHUHQFLDDO instrumentos de recolección de información. El propósito es
HVWLORGLUHFWLYRGHOJHUHQWH6XHVWLORVHSRGUtDGHÀQLUFRPR analizar visualmente cómo algunos elementos de la gestión
carismático e inclusive paternalista, no tanto porque se in- cultural tienen presencia en la información que arroja cada
terese en donar cosas materiales a los trabajadores sino por instrumento, que entre otras cosas buscaban validar la in-
establecer un vínculo directo con ellos, hasta el punto de formación que se iba recolectando.
escucharlos en el rol de consejero, inclusive ante proble-
mas personales.
Por otro lado, es útil mencionar lo que se denomina el 6. Conclusiones
mundo material (Aktouf y Chrétien, 1995). Adicional a las
condiciones favorables para los trabajadores, como contra- La formación de hábitos es unaIRUPDGHFRQÀJXUDFLyQGHOD
WDFLyQ D WpUPLQR LQGHÀQLGR HQ XQ GH ORV HPSOHDGRV cultura en esta organización, y dado el propósito central de
salarios competitivos, vinculación a la seguridad social y este documento, se dirá que esos mecanismos participan en
programas de capacitación técnica, la empresa ofrece un la medida en que impactan elementos de la individualidad
DPSOLRSODQGHEHQHÀFLRVVRFLDOHVH[WUDOHJDOHV$OUHVSHF- GHFDGDWUDEDMDGRUFRPRHOVHQWLGRODLGHQWLÀFDFLyQROD
WRHVWRVDXWRUHVDUJXPHQWDQTXHXQDÀORVRItDHPSUHVDULDO satisfacción personal, y en la medida en que generan un
que rompa con la tradición (estímulo-respuesta) sí impacta entorno de trabajo donde las interacciones y el lenguaje
la cultura de una organización. En este sentido, Melé (2003) son fundamentales, como en compenetración con el grupo
DÀUPDTXHXQDFXOWXUDRUJDQL]DFLRQDOKXPDQLVWDFRQWULEX- o ambiente de trabajo.
ye a la construcción de un entorno social de reconocimiento En muchas organizaciones existe un programa de in-
para los trabajadores. ducción. Y probablemente uno de los objetivos de ese
También hace parte de este mundo material la participa- SURJUDPD VHD FRQWULEXLU D FRQÀJXUDU XQD GHWHUPLQDGD
ción en decisiones, o el respeto. En este caso, los gestores cultura. Pero cuando los trabajadores encuentran que lo
culturales y los trabajadores han hecho un trabajo conjunto que se dijo en la inducción no es lo que viven en su coti-
para que el respeto permee las relaciones interpersona- dianidad de trabajo, tal vez ese mecanismo no tenga el
les tanto al interior de la organización como con clientes impacto esperado.
y proveedores. ¿Cómo se podría propiciar tal situación? Esa Ahora bien, en PDE la gestión cultural a través de
construcción obedece a una acción colectiva, en la que par- PHFDQLVPRVSDUWLFLSDHQHOSURFHVRGHFRQÀJXUDFLyQGH
ticipan los intercambios verbales, y en la que el trabajador, rasgos culturales, materializados en hábitos. ¿Por qué
más que un agente, es un actor. Es un trabajador que parti- puede decirse que participa? Porque hay, efectivamente,
FLSDTXHVHVLHQWHUHFRQRFLGRVHLGHQWLÀFD\VREUHWRGRVH algunos hábitos que son adquiridos por los trabajadores
siente constructor de esa cultura cuando declara: “es que como el de participar. Pero, en el caso particular de esta
la cultura aquí no es Pablo o Juliana. La cultura la hace-
mos nosotros, la vivimos nosotros y la hacemos entre todos. 2
3DEOR\-XOLDQDVRQQRPEUHVÀFWLFLRVTXHVHDVLJQDURQDOJHUHQWH
Ellos dan unas pautas y un respaldo, pero somos nosotros y a la líder del equipo, respectivamente.
Mecanismos de gestión cultural en la formación de hábitos y en la transformación de la cultura organizacional 36
organización, esto parece no ser una obra exclusiva de En este caso puede hablarse de una transformación cul-
la gestión cultural. También se debe a que allí existen tural que tiene el trabajador en el escenario organizacio-
unas condiciones concretas de respaldo hacia los traba- nal, apoyado por la interacción social, por los intercambios
MDGRUHVODSDUWLFLSDFLyQHQGHFLVLRQHVODFRQÀDQ]D\HO verbales, por la cotidianidad y por la gestión cultural. Esa
respeto que reciben de los directivos. Adicionalmente, el interacción toma más fuerza en factores como ambiente de
trabajador también participa, es un actor activo, con una trabajo y compenetración con el grupo. Pero, ¿condiciones
historia, y enmarañado en redes de intercambios verba- como el tipo de contrato o la rotación de trabajadores alte-
les y de acciones colectivas (Muñoz, 2011). Es un actor rarían considerablemente estos factores?, ¿en qué medida
TXHWRPDSRVLFLRQHVTXHVHLGHQWLÀFD\TXHVLHQWHVDWLV- la acción colectiva de los trabajadores re-dirigen el curso
facción personal. de los mecanismos de gestión cultural?
Satisfacción personal Ƚ
Ambiente de trabajo Ƚ Ƚ Ƚ Ƚ
Compenetración con el grupo Ƚ Ƚ
Procesos cotidianos Ƚ Ƚ
Control social Ƚ Ƚ
Fuente: elaboración propia
Tabla 2. )DFWRUHVFXOWXUDOHVLGHQWLÀFDGRVHQODRUJDQL]DFLyQFRQEDVHHQHQFXHVWDV
Orden Caracteristicas Describa en sus propias Mencione Como se trabaja en
4XpVLJQLÀFDSDUDXVWHG
en las que representan la SDODEUDVODÀORVRÀDGH tres valores terminos de procedimientos
trabajar en energéticos
respuestas cultura energeticos corporativos y ambiente laboral
Oportunidad de crecer
1 Flexibilidad valores respeto ambiente
profesionalmente
Flexibilidad para Una empresa que
2 Calidad a tiempo &RQÀDQ]D procedimiento
trabajar valora al empleado
Importancia de las
3 $PELHQWHGHFRQÀDQ]D calidad tiempo responsabilidad se reconoce al empleado
personas
Satisfacción por lo que valorar al
4 Participación cliente calidad tiempo
se hace empleado
Oportunidad de crecer
5 Autonomía ambiente ética guías
personalmente
6 Diversidad Exigencia por la calidad proceso calidad
Ser respetado por
7 Liderazgo compromiso
compañeros y directivos
Reconocimiento por el
8 Proactividad honestidad
trabajo
Ser escuchado por los
9 Cambio calidad a tiempo
jefes
10 Adaptación Un buen salario ÁH[LELOLGDG
Oportunidad de
11 Libertad
participar en decisiones
Fuente: elaboración propia
37 Daimer Higuita López
Tabla 3. Elementos que aparecen en los distintos momentos del trabajo de campo
Fiss, P. C. y Zajac, E. J. (2006). The Symbolic Management of Stra- 1|WK:7KH&ULWHULRQRI+DELWLQ3HLUFH
V'HÀQLWLRQVRIWKH
tegic Change: Sensegiving Via Framing and Decoupling. Acad- Symbol. Transactions Of The Charles S. Peirce Society, 46(1),
emy Of Management Journal, 49(6), 1173-1193. 82-93.
Frahm, J. y Brown, K. (2007). First steps: linking change communi- Oakes, L. S., Townley, B. y Cooper, D. J. (1998). Business Planning
cation to change receptivity. Journal of Organizational Change as Pedagogy: Language and Control in a Changing Institutional
Management, 20(3), 370-387. Field. Administrative Science Quarterly, 43(2), 257-292.
Freud, S. (1981). Vol. 3. Obras completas, Madrid: Biblioteca Nueva. Prue, D. y Devine, K. (2012). Isomorphism and organizational cul-
Geertz, C. (2005). La interpretación de las culturas. Barcelona: WXUD$ÀUVW1DWLRQ·VKRXVLQJLQLWLDWLYHInternational Journal of
Gedisa. Indigenous Peoples.
Hodgson, G. (2004). Reclaiming habit for institutional economics. Sainsaulieu, R. (1997). Sociologie de l'entreprise, organisation,
Journal of Economic Psychology, 25, 651-660. culture et développement. Mayenne: Presses de Sciences Poli-
Hodgson, G. (2007a). Economía institucional y evolutiva contem- tiques et Dalloz.
poránea. México: Casa Abierta al Tiempo. Sánchez, J. C., Tejero, B., Yurrebaso, A. y Lanero, A. (2006). Cul-
Hodgson, G. (2007b). Instituciones e individuos: interacción y evo- tura organizacional: desentrañando vericuetos. AIBR. Revista
lución. Organization Studies, 28(1). En Eduardo Ibarra Colado de Antropología Iberoamericana, 1(3), 380-403.
(ed.). Estudios institucionales: caractererización, perpectivas y Singh, K. (2006). Predicting organizational commitment through
problemas (pp. 103-33). Barcelona: Gedisa Editorial. organization culture. A study of automobile industry in india.
Hofstede, G. (1999). Culturas y organizaciones. El software men- Journal of Business Economics and Management, 8(1), 29-37.
tal, la cooperación internacional y su importancia para la su- Smollan, R. K. y Sayers, J. G. (2009). Organizational Culture,
pervivencia. Madrid: Alianza Editorial. Change and Emotions: A Qualitative Study. Journal of Change
Hunt, M. R. (2010). “Active Waiting”: habits and the practice of Management, 9(4), 435-457.
conducting qualitative research. International Journal Of Qual- Teran, W y Leal, M (2009). MANAGEMENT AND HUMAN TALENT OR-
itative Methods, 9(1), 69-76. GANIZATIONAL CULTURE IN INSURANCE COMPANIES. CICAG, Vol-
Ignatow, G. (2009). Culture and Embodied Cognition: Moral Dis- umen 6 - Edición 1 - Año 2009
courses in Internet Support Groups for Overeaters. Social Forc- Thevenet, M. (2013). La culture d'entreprise. Paris (France): PUF,
es, 88(2), 643-689. 2010
Ikefuji, M. y Mino, K. (2009). Discussion paper Nº 676. Internal vs. Vallée, L. (1985). Représentations collectives et sociétés. Montre-
H[WHUQDOKDELWIRUPDWLRQLQDJURZLQJHFRQRP\ZLWKRYHUODS- al: Quebéc-Amerique.
ping generations. Kioto: Kioto University. Verplanken, B. y Wood, W. (2006). Interventions to Break and Cre-
Kondra, A. Z. y Hurst, D. C. (2009). Institutional processes of orga- ate Consumer Habits. Journal Of Public Policy & Marketing,
nizational culture. Culture & Organization, 15(1), 39-58. 25(1), 90-103.
Lally, P., Wardle, J. y Gardner, B. (2011). Experiences of habit :DWWV6,GHQWLÀFDWLRQDQGWKH&XOWXUDO2UJDQL]DWLRQ+RZ
formation: A qualitative study. Psychology, Health & Medicine, WKH &RQFHSW RI ,GHQWLÀFDWLRQ &DQ ,PSDFW WKH &RQVWLWXHQFLHV
16(4), 484-489. Who Work Within Cultural Organizations. Journal Of Arts Man-
Levin, I. y Gottlieb, J. (2009). Realigning organization culture for agement, Law & Society, 40(3), 200-216.
optimal performance six principles and eight practices. Organi- Wines, W. y Hamilton, J. J. (2009). On Changing Organizational Cul-
zation Development Journal, 27(4). tures by Injecting New Ideologies: The Power of Stories. Journal
Melé, D. (2003). Organizational Humanizing Cultures: Do They Gen- Of Business Ethics, 89(3), 433-447.
erate Social Capital? Journal Of Business Ethics, 45(1/2), 3-14. Yingyan, W. y O'Reilly, C. A. (2010). Dispositions, organisational
Montealegre, J. y Calderón, G. (2007a). Relaciones entre actitud commitment and satisfaction: A longitudinal study of MBA grad-
hacia el cambio y cultura organizacional: Estudio de caso en me- uates. 7RWDO4XDOLW\0DQDJHPHQW %XVLQHVV([FHOOHQFH(8),
dianas y grandes empresas de confecciones de Ibagué. Innovar: 829-847.
Revista de Ciencias Administrativas y Sociales, 17(29), 49-70. Zapata, A. et al. (2008). Cultura organizacional en empresas co-
Montealegre, J. y Calderón, G. (2007b). Relaciones entre actitud ha- lombianas. Estudios de caso. Cali: universidad del Valle.
cia el cambio y cultura organizacional. Innovar, vol 17 N 29. 49-69. Zapata, A. y Rodríguez, A. (2008). Gestión de la cultura orga-
Muñoz, R. (2011). Formar en administración. Bogotá: Siglo del nizacional. Bases conceptuales para su implementación. Cali:
Hombre Editores. Universidad del Valle.