Actividad 3 - Sintesis de Las 2 Fuentes

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3.

Cada estudiante debe realizar una síntesis de las 2 fuentes consultadas y dejarla a

consideración de sus compañeros, así entre todos unifican los aportes para conformar el

marco teórico y conceptual acorde a las normas APA, que será la base para construir las

preguntas de la prueba. (Para discusión de la semilla 2) Realizar antes del 31 de marzo.

Síntesis de 2 fuentes consultadas.

1. Uribe, N. (junio del 2011) Abuso sexual infantil y administración de

justicia en Colombia, Reflexiones desde la Psicología Clínica y Forense recuperado

de -http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-

89612011000100013

En este artículo podemos evidenciar como se mostrara  que los problemas de

administración de justicia en estos casos, no se reducen ni al incipiente desarrollo psíquico

del niño y su condición de dependencia respecto de los adultos. Los problemas de validez y

confiabilidad que presentan algunos procedimientos que emplea el psicólogo en el marco

de la entrevista que practica con el niño y en cambio, implican un proceder inadecuado de

los actores judiciales (incluido el psicólogo forense). Esto a su vez, se explica en razón de

la enorme presión social que recae sobre estos sujetos, pero que también obedece a la no

aplicación de muchas de las disposiciones de la Ley 1098 de Infancia y Adolescencia (entre

las cuales destaca el hecho de que a menudo no se cuenta con equipos técnicos de

profesionales del campo psicosocial realmente especializados en materia de abuso sexual

infantil), así como a algunas contradicciones que se encuentran en dicha Ley.

Algunos efectos de la ley de infancia y adolescencia de Colombia.


"La violación, la inducción, el estímulo y el constreñimiento a la prostitución; la

explotación sexual, la pornografía y cualquier otra conducta que atente contra la libertad,

integridad y formación sexuales de la persona menor de edad... la transmisión del VIH-

SIDA y las infecciones de transmisión sexual (...) Esta protección estaría a cargo de

aquellos adultos que hacen parte de la familia, la sociedad y el estado en donde habita el

menor. Ahora, en ese mismo artículo se aclara que por maltrato infantil se entiende: "toda

forma de perjuicio, castigo, humillación o abuso físico o psicológico, descuido, omisión o

trato negligente, malos tratos o explotación sexual, incluidos los actos sexuales abusivos y

la violación y en general toda forma de violencia o agresión" (p. 5).

Como podemos ver en esta ley 1098 de Colombia, la violencias sexual contra un

menor ya sea niño niña o adolescente, es catalogada como una forma de maltrato infantil,

esto tiene un problema, se tiende hacer compleja y la diferencia entre los actos sexuales y la

agresión física o psicológica, esto puede conllevar a un problema a la hora de practicar la

evaluación psicológica.

En Colombia presentan un aspecto positivo, esto apuntan a disminuir los altos

índices de violencia sexual en contra de los niños, niñas y adolescentes, en el momento de

dictar sentencia más drásticas para los abusadores sexuales se puede esperar que los

ciudadanos tomen conciencia de los perjuicios que tiene el abuso sexual contra un menor de

edad, esto con el ánimo de evitar estos actos. Con esto Colombia está promoviendo un

referendo en el cual pueda penalizar con cadena perpetua a los adultos que abusan

sexualmente de los niños, niñas y adolescentes.

La ley de infancia y adolescencia, la familia, el estado y la sociedad son

corresponsables de toda problemática que involucra a los niños, niñas y adolescentes, en


esta etapa podemos ver las problemáticas que incluyen los procesos de crianza y

socialización de negligencia del cumplimiento de los menores, deben hacer instancia en las

soluciones de las problemáticas generadas con los niños  (Artículos 7 y 10 de la Ley 1098).

Algunos de los principales efectos patógenos que han sido asociados por

algunas disciplinas científicas (Medicina, Psicología, entre otras) al abuso sexual:

Efectos físicos:  hematomas, dolor, picor y/o irritación en la región genital,

sangrados rectales o genitales, infecciones recurrentes del tracto urinario, molestias

vaginales frecuentes, dificultades para caminar o sentarse, enfermedades de transmisión

sexual (Kaplan etal., 1996).

Efectos psíquicos: deterioro de las habilidades socio cognitivas, altos niveles de

ansiedad, baja autoestima, depresión, trastornos disociativos, ideación paranoide, trastorno

por estrés

Postraumático, ideación suicida, deficiencias en el lenguaje y el habla, bajo

rendimiento escolar, conocimientos detallados de actos sexuales (Cummings y Davies,

1994; Dodge, Pettit y Bates, 1994; Kaplan et al., 1996; Shields, Cicchety y Ryan, 1994;

Wicks e Israel, 1997; Wolfe y Birt, 1995).

Efectos comportamentales:  aumento de manifestaciones agresivas, dificultades

para relacionarse con los pares, apegos inseguros con pares y adultos, conductas suicidas,

abuso de sustancias psicoactivas, juegos y/o conductas sexuales frecuentes (Cummings y

Davies, 1994; Dodge, Pettit y Bates, 1994; Kaplan et al., 1996; Shields, Cicchety y Ryan,

1994; Wicks e Israel, 1997).


Ahora bien, tal y como se señalaba anteriormente, el problema radica en que estos

efectos que se asocian con el abuso sexual, al menos aquellos de tipo psíquico y

comportamental, también se encuentran asociados a otras situaciones de abuso, tales como

el maltrato (Berlinerblau y Taylor, 2003; Kaplan et al., 1996; Wicks e Israel, 1997), siendo

difícil establecer relaciones de causa-efecto entre las diversas formas de abuso y los

supuestos efectos.

2. Rodriguez, L. (enero-junio de 2003) intervención interdisciplinaria en Casos de

Abuso Sexual. https://www.redalyc.org/pdf/647/64720108.pdf

Teniendo claro el concepto de abuso sexual infantil y algunas puntuaciones teóricas

al respecto, se tratarán algunos aspectos que facilitarán la intervención en dichos casos.

Cabe señalar que para que ocurra el abuso no necesariamente deben estar presentes todos y

cada uno de los factores de riesgo relacionados a continuación, y tampoco su presencia

indica que existe abuso. Según Vargas et al. (1995), dentro de los factores de riesgo se

encuentran las características del abusador, las características de las madres de familia en

las que existe un abusador, las características del niño abusado y los factores del contexto

social que predisponen al abuso.

a) Características del abusador: Por lo común, los abusadores de niños tienen

dificultades para establecer relaciones sexuales con adultos; muestran especial predilección

por establecer relaciones sexuales con menores y obtienen gratificación sexual

especialmente al interactuar con ellos; aparentemente tienen una vida sexual activa y
satisfactoria con parejas de edad apropiada, pero ante ciertas circunstancias, como

situaciones de tensión excesiva en las cuales su autoestima se ve amenazada, reaccionan

impulsivamente utilizando como pareja sexual a un niño o una niña; interactúan con éstos

como si tuvieran su edad y no de acuerdo con su edad real; pudieron haber sido objeto de

abuso sexual, maltrato físico y/o emocional en su infancia; desean controlar y dominar a

quienes interactúan con ellos; han acumulado rabia y encuentran en el niño un objeto

perfecto para descargarla; abusan del alcohol u otras sustancias psicoactivas; se excitan y

obtienen gratificación sexual provocando dolor y sufrimiento a otros en el contacto físico.

(pág. 59)

b) Características de las madres que pertenecen a familias en las que existe

un abusador: Las madres de los niños que han sido abusados sexualmente a nivel

intrafamiliar, con frecuencia presentan pasividad, dependencia y sumisión; son sexualmente

inhibidas; incapaces de proteger a sus hijos; promueven sutilmente el abuso sexual de sus

hijos para evitar las exigencias sexuales de sus parejas hacia ellas o por temor a perder su

apoyo económico (en los casos en que el compañero de la madre sea el abusador); se

sienten incapaces de poder cuidar y criar a sus hijos sin el “apoyo” de un hombre; no tienen

bien claros y definidos los límites entre ellas y sus hijos; han favorecido la inversión de

roles con su hija (la hija actúa como si fuera la madre); fueron víctimas de abuso sexual o

de maltrato físico o psicológico durante su infancia (pág. 59 y 60).

c) Características de los niños o las niñas abusados: Cualquier niño puede

ser víctima potencial de abuso sexual, dado su desconocimiento del tema, su impotencia y

dependencia. Sin embargo, existen algunos factores que hacen más vulnerables a ciertos

niños que a los demás: la edad y el sexo, los cuales interactúan con las preferencias del

abusador; la mayor curiosidad que muestran los niños y las niñas hacia aspectos sexuales,
ya sea porque su propio desarrollo los hace más inquietos y cuestionadores, o porque han

sido expuestos desde muy temprano al comportamiento sexual de los adultos. (pág., 60).

d) Contexto social: Por lo común, el ASI se presenta en sociedades machistas

en las que se considera que los adolescentes tienen “derecho” a iniciarse sexualmente con

las niñas que trabajan como empleadas domésticas, y en culturas que aceptan que el padre

inicie sexualmente a sus hijas, alegando que tienen derecho a prepararlas para cuando

encuentren su pareja. Las familias donde hay un niño abusado sexualmente son familias

aisladas socialmente, en las que existe un padrastro o madrastra con quien el niño no ha

establecido un vínculo afectivo estrecho o con quien sostiene una mala relación; en las que

la comunicación es deficiente y no se cuenta con la habilidad para resolver conflictos en

forma efectiva; no hay respeto por la individualidad, la intimidad y la privacidad de sus

miembros; se descalifica al menor y no se cree en su palabra; son patriarcales, centradas en

la autoridad del hombre de la casa; algunas veces el niño o las niña ha permanecido por

algún tiempo lejos del padre o de la madre y por tanto no tiene una relación estrecha con él

o con ella; el menor no está involucrado emocionalmente con el padre o la madre; el padre

o la madre castigan al niño o la niña cuando manifiesta curiosidad por aspectos sexuales o

cuando explora su cuerpo; los padres establecen muy poco o demasiado contacto físico para

demostrar afecto al menor. (pág. 60).

Existe otro obstáculo que impide la denuncia e intervención a tiempo, relacionado

con los “mitos del abuso sexual infantil”, que indican cierto nivel de ignorancia respecto al

tema. Algunos de estos mitos son:

a) El abuso sexual se reduce a casos excepcionales.


b) El abuso sexual sólo se presenta en familias de escasos recursos y sin educación,

o bien en comunidades aisladas y sumidas en el atraso.

c) Quienes abusan sexualmente de un niño son enfermos mentales o pervertidos

sexuales. En la mayor parte de los casos los abusadores no son locos ni enfermos, sino

personas normales que sufren deficiencias en la socialización, es decir, que no poseen

valores morales o no saben controlar sus impulsos.

d) El abuso sexual es producto de una situación de privación sexual. La mayoría de

los abusadores llevan una vida sexual activa; buscan niños por la sensación de poder y

control que les proporcionan, o por el amor incondicional y no amenazante que solo los

niños pueden ofrecer.

e) Los adolescentes y algunos niños son seductores, por lo cual son parcialmente

responsables del abuso. Es natural que los menores pongan a prueba sus impulsos sexuales

con las personas en las que confían, pero son los adultos los responsables de involucrar a

los niños en el acto sexual.

f) La mayoría de los casos de abuso sexual no son ciertos; se trata de fantasías

sexuales de los niños. La negación es uno de los principales mecanismos de defensa que

utilizan algunas personas cuando no quieren reconocer una realidad; el resultado de esta

actitud es que, cuando las víctimas vencen el temor de hablar, no se les cree, negándoles así

la posibilidad de recibir ayuda. También es cierto que la mayoría de las veces los niños

dicen la verdad, pero en estos casos suelen callársela.


g) Es común que el abusador sea un extraño y no alguien a quien el niño conoce. La

mayoría de los casos de abuso son cometidos por un conocido, en quien la víctima confía y

que incluso ama.

h) El niño no denuncia que está siendo víctima de abuso porque lo disfruta y siente

placer. Algunos niños sienten placer, pero no disfrutan la situación; por el contrario, sienten

mayor culpabilidad y vergüenza al identificar que el comportamiento es inadecuado pero

agradable.

i) El abuso sexual es un incidente individual aislado. Al descubrirse el abuso, casi

siempre se advierte que se ha presentado durante meses, e incluso años; sin embargo, se ha

mantenido en secreto pues el abusador utiliza amenazas y sobornos para que el niño no lo

delate.

j) Sólo lo sufren las niñas. Son muchos los niños que viven esta experiencia.

k) Los efectos del abuso sexual infantil casi nunca son graves. Los efectos dependen

de muchos factores

l) Los abusos siempre van acompañados de violencia física. Esto es poco frecuente,

pues los agresores casi siempre se sirven de otras estrategias para imponer a la víctima su

voluntad.

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