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LLUVIA ÁCIDA, UNO DE LOS ENEMIGOS ALIMENTADOS POR LA

HUMANIDAD.

INTEGRANTES:
DANIEL ALEJANDRO RUIZ CUBILLOS.
JOAN CAMILO PRIETO DOMÍNGUEZ.
KAREN TATIANA OCHOA RODRIGUEZ.

POLITÉCNICO GRAN COLOMBIANO.

CULTURA AMBIENTAL.

CULTURA AMBIENTAL

DOCENTE:

DIANA FERNANDA HERRERA LOPEZ.

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Introducción:

La lluvia ácida, es un fenómeno de origen natural, formado por la unión de contaminantes

volátiles, en contacto con partículas de H2O, de medio ambiente, reaccionando así para su

formación, este fenómeno ha tomado mayor fuerza y generado mayor afectación en las

últimas décadas, debido al descuido del ser humano, el desconocimiento, así como la mala

disposición y tratamiento, de los desechos de origen industrial. En términos generales, se

identifica como lluvia ácida, en gran parte, a la caída de agua o precipitación, depósito,

agua nieve, nieve y granizo, así como también a la precipitación en seco de contaminantes

por medio de aerosoles, gases tóxicos, cenizas, humo, hollín; en diferentes ecosistemas

ambientales, tales como árboles, bosques, hojas, pastos, u otras superficies (Garcés. L,

2004). Todo esto, conlleva al deterioro de estructuras, desertificación y disminución de la

calidad del suelo y de fuentes hídricas. En su gran mayoría, los compuestos que la integran

no son “ácidos” en su forma natural, este efecto ocurre debido a la combinación de los

mismos al entrar en contacto con el agua y estar acumulados en la atmósfera lo que

posteriormente desciende al suelo en forma de precipitado.

En el presente escrito se desea abarcar en gran medida, los fundamentos base de la

formación y posible manejo de las alternativas de mitigación y disminución de los

contaminantes que forman parte de la lluvia ácida, para ello, es necesario profundizar en el

ámbito industrial, ambiental, y social; conocer el trasfondo del incremento en la

contaminación del aire y los efectos que a través de los años, han generado afectaciones y

cambios en los diferentes ecosistemas terrestres, acuáticos, la diversidad en cuanto a fauna

y flora, así como el contraste con la calidad de vida del ser humano. Partiendo además de

una pregunta fundamental para comprender a mayor profundidad la importancia de este

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caso “¿Es posible, disminuir el impacto de la lluvia ácida en los ecosistemas?”. De

acuerdo a lo anterior, también es indispensable el análisis y posible establecimiento de

estrategias que permitan generar un cambio personal y social desde las comunidades.

Contexto:

Los compuestos fundamentales en la formación de lo conocido como lluvia ácida, son

básicamente los Óxidos de Azufre (SO2) y Óxidos de Nitrógeno (NO), sin embargo,

existen otros componentes que al igual que los mencionados forman parte de la misma,

como lo son algunos elementos orgánicos volátiles (COV), cloro (Cl) y el amoniaco (NH3),

que al contacto con el agua se hidrolizan generando así ácidos fuertes como lo el ácido

sulfúrico (H2SO4) y el ácido nítrico(NHO3) que son altamente tóxicos y corrosivos

(Ideam, 2020). Siendo estos elementos en su mayoría producto de la quema de

combustibles de origen fósil, algunas de las industrias que más generan este tipo de

contaminantes, son las refinerías de petróleo y sal, centrales térmicas, fábricas de ladrillos,

fabricación y producción de amoniaco, cloro, procesos industriales referentes a minería, e

industrias con grandes hornos; es importante recalcar, que existen formadores de dichos

desechos de manera natural, como lo son algunos procesos dentro de la actividad

microbiana en los suelos y procesos naturales en la disposición y el tratamiento de residuos

orgánicos e inorgánicos (Ideam, 2020).

En condiciones normales el agua lluvia es considerada como “pura” con un pH entre 5.3 a

5.7, pero esto no significa que sea el mismo pH que tiene al precipitarse, es decir, que en

ningún caso esta mantiene dicha condición, dado a que sin importar que exista una baja

concentración de contaminantes atmosféricos, estos se encuentran presentes, debido a los

procesos de la naturaleza en cuyo caso, su pH es en promedio 5; sin embargo en zonas

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centrales, ciudades, zonas industriales, el pH que alcanza está en un rango de 3.3 a 4.7.

(Sánchez. G, et. Al 2010). Existen dos clases de precipitaciones: húmeda y seca. La más

importante, es la precipitación húmeda dado a que es con el agua y el vapor de la misma,

con la que reaccionan los contaminantes involucrados en la formación de los ácidos junto

con el oxígeno y la luz. Existen dos maneras en la formación de las lluvias ácidas,

conocidas como fotoquímica, en la cual el agua en fase gaseosa reacciona junto con el

Óxido de Nitrógeno y el Dióxido de Azufre, siendo oxidadas gracias a la radiación

ultravioleta del sol y la atmósfera; la catalítica, la cual toma lugar en la fase líquida del

agua, trasformando el azufre en ácido sulfúrico, toma nombre dada la reacción catalítica

que ocurre entre las sales hierro y magnesio que se encuentran disueltas en el agua

(Sánchez. G, et. Al 2010).

La generación de este tipo de contaminantes no implican únicamente un problema en la

generación de la lluvia ácida, sino que también desencadenan serie de inconvenientes

graves, tanto como para la salud humana en cuanto a problemas respiratorios como el asma,

cáncer de pulmón, asfixia, envenenamiento, calidad de vida, entre otros; como para el

planeta en sí, dado a que son uno de los causantes principales del calentamiento global, el

deterioro de la capa de ozono y el aumento del efecto invernadero. Es por ello que se

cataloga como un problema de calidad de aire, desencadenando problemas en los suelos y

en fuentes hídricas. (Ideam, 2018). Debido a que esta clase de afectaciones no son muy

notorias a simple vista, por mucho tiempo se obvió y no se prestó la atención que en

realidad debería tener, provocando así, la acumulación de contaminantes en la atmósfera y

por ende en el medio ambiente.

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El medio ambiente y los ecosistemas son entornos bastante vulnerables a los cambios por lo

cual la lluvia ácida ha generado afectaciones trascendentales, en el caso de los suelos; estos,

de manera natural poseen una amplia porosidad, junto con su capacidad de infiltración,

todo esto para facilitar los procesos llevados a cabo gracias a él; debido a esto, muchos de

los procesos naturales se han visto afectados, como lo es la descomposición de materia

orgánica, el cual cuando el pH es bastante bajo es decir ácido, desacelera la velocidad de

aprovechamiento de los nutrientes por parte de la actividad microbiana, desencadenando

además un aumento de la lixiviación, disminución de nutrientes, como el lavado de los

mismos, evitando así su aprovechamiento por parte de la vegetación. En estos casos, los

suelos que se ven mayormente afectados son aquellos usados para procesos agrícolas,

seguido de pastizales, y las zonas forestales, las cuales gracias a su acumulación de

vegetación actúa a manera de filtro mitigando en cierta medida el impacto que puede llegar

a generar, ocasionando además la acidificación del terreno y a su vez, acumulación de los

compuestos formadores de más lluvia ácida, que en nuevos fenómenos de lluvia y por

medio de escorrentía llegan a fuentes hídricas (Ideam, 2018).

La acidificación de las aguas implica directamente en la disminución de la capacidad

natural de neutralización de ácidos más aún cuando son depositados de manera directa con

en el caso de la lluvia ácida, o por medio de escorrentía arrastre generando de esta forma la

acidificación de cuerpos de agua de pequeña envergadura, tales como charcos, quebradas,

arroyos, zanjas, pozos y en menor proporción pero de igual manera bastante importante en

ríos, lagos, lagunas y aguas subterráneas, generando cambios considerables en el equilibrio

ecosistémico, aumentando la concentración de metales pesados. Los suelos, son lavados por
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efecto de dicha lluvia, arrastrando consigo partículas de metales solubles los cuales son

descargados en dichas fuentes hídricas.

El grado de concentración de ácidos es causante de la disminución y perdida de factores

ambientales de vital importancia tanto a nivel local, como a nivel global en lo que a fauna y

flora respecta, ocasionando daños en la vegetación y en los retoños más vulnerables,

evitando la proliferación vegetal, así mismo genera debilidad en los árboles, aumento de las

enfermedades, debilidad en ramas, hojas y raíces, desestabilizando así el equilibrio

ecosistémico, en cuanto a fauna, las plantas son el soporte y eje fundamental de los

ecosistemas, por ende la disminución de la capa vegetal afecta toda la línea animal que

subsisten gracias a ella. La afectación en fauna y flora acuática es bastante notoria, el

decaimiento de la diversidad de todos los ecosistemas, dala la intoxicación con metales

tóxicos intoxicando grandes bancos de peces, plancton, zooplancton, algas y plantas

acuáticas, acumulando gran cantidad de toxinas en su interior desencadenando un

desequilibrio que afecta la vida de todos ellos, generando así la desertificación acuática.

El ser humano, también se ve altamente afectado por la caída de la lluvia acida, en cuanto a

aspectos de salud, irritación en los ojos, perdida del cabello, resequedad, picor y

quemaduras leves en la piel, también se ve afectado dado el posible desabastecimiento de

agua. En cuanto a estructuras, dado al grado de corrosión que puede llegar a tener, casi

ningún material es totalmente inmune a loe efectos negativos y de desgaste, como es el caso

del acero, piedra, concreto, piedra, madera y mármol.

No obstante existen factores que permiten dar un control y mitigación de los efectos

generadores de la formación de lluvia acida, tales como el cambio de tecnologías

generadoras de energía como lo son la energía eólica o solar; un ahorro conciencia de la

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energía que es utilizada en cada uno de los hogares, chatarrización de vehículos antiguos y

en malas condiciones, reducir al máximo los niveles de azufre y nitrógeno generado por las

industrias, reducción del consumo de sustancias químicas como fertilizantes artificiales, y

pesticidas, realizando un cambio a abonos orgánicos.

Conclusión:

En conclusión, cabe resaltar que es posible generar un cambio en cuanto a manejo y control

de la cantidad de contaminantes que son generados por cada quien; el cambio de hábitos es

fundamental si se quiere general una contribución positiva, partiendo del hecho de que es lo

que en este momento se tiene, se ha llegado a perder junto con el ecosistema y calidad de

vida que quiere brindar a las futuras generaciones. Es importante realizar una contribución

que permitan cambiar la manera de pensar como se ha venido haciendo desde hace varios

años, aun no es demasiado tarde para resarcir el daño que nos dejaron nuestros antepasados;

la lluvia acida es un fenómeno casi imperceptible a simple vista, pero esto no quiere decir

que no esté latente, y que los contaminantes no nos estén afectando en todo momento, un

claro ejemplo es el aumento de la temperatura, la cual poco a poco incrementa cada vez

más, dando así un efecto que desencadena bastantes problemas ambientales, por ello cabe

resaltar que aún estamos a tiempo y que no todo está perdido.

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