Conflicto Trabajo Familia
Conflicto Trabajo Familia
Conflicto Trabajo Familia
Conflicto Trabajo-Familia.
Estudiantes:
Semestre: 7
Sección: 02
Los riesgos psicosociales son definidos por la O.T.I (1986) como las interacciones
entre el contenido, la organización y la gestión del trabajo y las condiciones ambientales de
los/as trabajadores/as, por otro. Estas interacciones podrían ejercer una influencia nociva en
la salud de los/as trabajadores/as a través de sus percepciones y experiencias.
1. Definiciones:
López y Acereda (2009) El conflicto trabajo-familia aparece cuando el trabajo
interfiere en la familia y viceversa. Existen presiones tanto en el ámbito familiar
como laboral y ello hace que si se atienden las demandas de una parte se descuiden
las de la otra parte.
Greenhaus y Beutell (1985) explican el conflicto trabajo-familia teniendo como
base los roles que ejerce la persona. Así, cuando los roles que se asumen en lo
laboral impiden el desarrollo de roles en el contexto familiar, la relación se hace
incompatible por presión que surge producto de las exigencias en lo laboral.
Guerrero (2003) señala que el conflicto trabajo-familia se explica por tres
dimensiones: conflicto inter-rol, que surge cuando el comportamiento de un rol
impide el desarrollo del otro. Dicho de otro modo, cuando el rol familiar es
incompatible con el laboral; un ejemplo lo constituye, cuando los horarios laborales
se cruzan con los familiares. Sobrecarga de rol, cuando tanto el rol laboral como
el familiar poseen las mismas exigencias haciendo que se compita por los recursos
personales. Éste tiene que ver con las limitadas energías con que se cuenta para
cumplir con el rol. Acumulación de roles, contraria a las otras dimensiones, se
define como el ejercicio de múltiples roles, permitiendo mayor interacción social y
desarrollo personal.
2. Características.
El conflicto puede ocurrir cuando el individuo tiene que asumir distintos papeles,
traduciéndose en una forma de conflicto complejo en el que las presiones desde el
dominio del trabajo y de la familia son mutuamente incompatibles en una diversidad
de maneras.
Cuanto más tiempo y energía se dedica a un rol, menos dedicación se dirige al otro.
De tal forma que esta relación genérica entre el trabajo y la familia pasa a ser un
conflicto que se convierte en fuente de estrés para los individuos.
Puede verse generado por una serie de presiones en el trabajo, tales como las
características del horario laboral, los estresores de rol, el estatus dentro de la
organización o las características de la tarea.
Si las fuentes del conflicto surgen en la familia (conflicto familia trabajo), se ha
encontrado que los estresores pueden ser los asociados a la evolución natural del
ciclo familiar, como el nacimiento de un hijo, las tareas domésticas o la muerte de
algún miembro de la familia.
3. Causas
Ahora bien, este conflicto tuvo inicio al momento en que la mujer entra a formar
parte de la fuerza de trabajo en condiciones de igualdad. A partir de la Segunda Guerra
Mundial la incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido progresiva y constante. El
desarrollo de carreras DC, del hombre y la mujer, ha supuesto una reorganización de los
tiempos de matrimonio y de los roles de maternidad-paternidad a veces difíciles de
conciliar con las exigencias laborales (Jiménez y León 2010).
Estos cambios ponen en disyuntiva tanto a hombres como mujeres en el tiempo que
deben y quieren invertir no sólo en lo familiar, sino en lo laboral. El ingreso de la mujer al
mercado de trabajo le ha exigido asumir un nuevo rol de carácter productivo, manteniendo
el viejo rol de cuidadora. Además de la necesidad de cuidar de la familia u otros ámbitos de
la vida, muchos adultos se encuentran con la responsabilidad de cuidar de sus padres u
otros familiares ancianos. Se da una situación especial en la generación del baby-boom ya
que han retrasado su edad de tener hijos y se les acumulan las demandas de cuidar de la
familia con la de cuidar a los familiares ancianos (Figueroa, Aburto y Acevedo, 2012).
Aryee, 1999, citado por Otálora, 2007, señala que el conflicto entre trabajo y la
vida familiar se manifiestan por la excesiva demanda de tiempo en el trabajo,
incompatibilidad en los horarios y la tensión causada por los intentos de la persona para
cumplir con sus deberes tanto en la casa como en el trabajo. De igual forma, señala que
entre los factores que pueden influir desde la familia hacia el trabajo, se encuentran: el
cuidado de los niños y adultos mayores.
Greenhaus y Beutell (Citado por Alvarez, 2011), plantean que dicho conflicto posee
tres componentes:
5. Modelos teóricos.
6. Efectos
Los efectos negativos del conflicto trabajo/familia pueden ser categorizados en cuatro
grupos:
Individuales
Organizacional
7. Evaluación
Para evaluar el conflicto trabajo-familia es importante señalar que cada conflicto varía
de acuerdo a la evolución de la dinámica familiar de cada trabajador, así como también los
recursos personales que este posea para responder a las exigencias de estas dos esferas. Por
lo que es conveniente la aplicación de técnicas que nos permitan indagar sobre las
percepciones, vivencias y experiencias del trabajador respecto a su núcleo y dinámica
familiar, asi como las políticas y cultura que establece la organización. Entre tales técnicas
ha de mencionarse:
Instrumento
Uno de los instrumentos de gran utilidad en la medición del conflicto trabajo familia es
la Versión española del Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) desarrollado
por Bernardo Moreno Jiménez, Ana Isabel Sanz Vergel, Alfredo Rodríguez Muñoz y
Sabine Geurts en el 2009 en la Universidad Autónoma de Madrid, el cual se centra en
examinar especialmente el conflicto existente entre estas dos esferas.
Este instrumento fue validado en Madrid en una muestra de 283 sujetos, de los cuales el
65.4% eran hombres y el 34.6% mujeres, con un rango de edad entre 19 y 58 años (M=
36.38; DT= 8.70). Respecto a su nivel educativo, el 12.3% de los participantes tenían
estudios elementales, el 44.9% estudios medios y el 42.8% estudios superiores. En cuanto a
las relaciones personales, el 74.3% están casados o viviendo en pareja, el 20% solteros y el
5% separados o divorciados. Estos profesionales trabajan una media de 34.8 horas
semanales (DT= 12.03)
Cabe destacar que estos autores partieron del instrumento elaborado por Grzywacz y
Marks (2000), el cual medía no sólo las relaciones negativas entre el trabajo y la familia,
sino también las positivas. Dada la escasez de este tipo de instrumentos y la falta de escalas
desarrolladas fuera de Estados Unidos, Geurts, Taris, Kompier, Dikkers, van Hooff y
Kinnunen (2005) desarrollaron el «Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia» (Survey
Work-Home Interaction-Nijmegen, SWING), con el objetivo de adecuar la escala a muestra
europea, y superar algunas limitaciones de la escala de Grzywacz y Marks (2000), como el
solapamiento de algunos de los ítems con otros constructos relacionados como la fatiga o el
apoyo familiar. Así pues, para el desarrollo de este nuevo instrumento, se basan en el
concepto de «interacción trabajo-familia», definiéndolo como «un proceso en el que el
comportamiento de un trabajador en un dominio (por ejemplo, en casa) es influido por
determinadas ideas y situaciones (positivas o negativas) que se han construido y vivido en
el otro dominio (por ejemplo, en el trabajo)». Esta escala consta de 27 ítems, que se
redujeron finalmente a 22, con formato de respuesta tipo Likert, en el que la persona señala
la frecuencia con la que experimenta cada una de las situaciones propuestas en una escala
de 4 grados (de 0 a 3).
El análisis de la fiabilidad de la escala señaló que esta versión española posee una
buena consistencia interna, con valores que se situaron entre 0,77 y 0,89. Se encontraron
correlaciones significativas entre el SWING y medidas relativas a aspectos laborales,
familiares, así como de bienestar, lo que proporciona apoyo sobre su validez convergente.
8. Intervención
Conciliación trabajo familia
Sanz, en el (2011) indica que para conciliar los roles en el trabajo y en la familia, su
intervención debe ejecutarse desde dos niveles: organizacional y familiar.
A nivel organizacional
Es importante que exista una limitación de los tiempos reales de trabajo, dotando al
trabajador con autonomía y apoyándole en las necesidades familiares. Tengamos en cuenta
además la importancia de ofrecer la oportunidad de tomarse un descanso durante la jornada
laboral, ya que como vimos anteriormente es de vital importancia para reducir el
agotamiento. Pero además de las oportunidades de recuperación interna, las organizaciones
deberían fomentar la recuperación externa. Por ejemplo, ofertar actividades de ocio o bien
organizar actividades sociales o deportivas son algunas de las estrategias que diversas
organizaciones ya han empezado a implementar. Por último, informar y formar a los
trabajadores sobre el proceso de estrés y recuperación, dotándoles de herramientas para
gestionarlos, es otra práctica que repercutirá positivamente tanto en la empresa como en el
trabajador. Algunos de los talleres que se pueden implementar, irían en línea con
intervenciones que también se pueden llevar a nivel individual y que comentaremos en la
sección siguiente, como el manejo del estrés, la gestión del tiempo de trabajo, o la
identificación y planificación de estrategias de recuperación. Por ejemplo, conocer qué
están haciendo hasta el momento las personas para intentar recuperarse, e identificar si esto
les está resultando realmente útil, es un modo de analizar sus estrategias y poner en práctica
aquellas que puedan resultarles más adecuadas en función de su situación. Para llevar a
cabo todas estas medidas, la cultura de la organización debe ser flexible y basada en una
comunicación abierta. Esa apertura implica mirar no sólo a la productividad directa sino a
los recursos humanos a medio y largo plazo. La capacitación para la organización del
tiempo laboral y la extensión y desarrollo de un tiempo personal son dos de los grandes
medios de que disponen para ello.
A nivel individual
Triada.
Por su parte, Debeljuh y Jáuregui (2004), describen una receta simplista a un para
equilibrar las demandas del trabajo y de la familia las cuales deben provenir de tres frentes:
el propio individuo o trabajador, el Estado y la empresa. Es de fundamental importancia
darse cuenta de que un equilibrio justo sólo se logrará con la intervención simultánea de
estos tres pilares, pues cada uno por sí solo no podrá resolver el problema.
Trabajador
Empresa
Estado
Por ejemplo, en el caso de un matrimonio será necesario conciliar las expectativas y
perspectivas profesionales de cada cónyuge para definir los objetivos de la pareja.
El compromiso gerencial, ya que gran parte del éxito de las PFA dependerá de que
su creación sea impulsada por la alta gerencia y mucho mejor si se crea un área o
cargo específico relacionado con los temas de familia-trabajo dentro de la
organización
El involucramiento del área de Recursos Humanos, que promueve las PFA.
La integración de políticas y programas, fundamental para que los trabajadores
puedan realmente hacer uso de ellos; por ejemplo, si la empresa ofrece un servicio
de guarderías, de poco les servirá a los trabajadores si no se les da facilidades para
ausentarse del trabajo y entrevistarse con profesionales que ofrecen esos servicios; y
La flexibilidad en los puestos de trabajo, que comprende el trabajo a medio tiempo,
el horario flexible, permisos y días libres para propósitos específicos, y otras
variantes de absentismo diseñadas a la medida de las necesidades de cada
trabajador.
Conclusión
Dicho conflicto es explicado por medio de tres dimensiones las cuales son conflicto
inter-rol, acumulación de roles y sobrecarga de rol. Asi mismo se puede mencionar este
conflicto tuvo inicio al momento en que la mujer entra a formar parte de la fuerza de
trabajo en condiciones de igualdad. Entre otras causas se puede mencionar también la
excesiva demanda de tiempo en el trabajo, incompatibilidad en los horarios y la tensión
causada por los intentos de la persona para cumplir con sus deberes tanto en la casa como
en el trabajo, asi como también que los padres dedican más tiempo al cuidado de los hijos
de lo que lo han hecho en generaciones pasadas.
Entre los efectos negativos derivados de este tipo de conflicto están : En la salud
(física y psíquica), en la satisfacción, en el rendimiento, en el grado de implicación tanto
laboral como familiar.
Anna López Puig y Amparo Acereda. Entre la familia y el trabajo: Realidades y soluciones
para la sociedad actual. Editorial Narcea. Madrid 2009.
Debeljuh, P., & Jáuregui, K. (2004). Trabajo y familia: hacia una cultura familiar amigable
en el contexto latinoamericano. The biannual academic publication of Universidad
ESAN, 9(16), June-2004.
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=2089
Jiménez, B. M., Vergel, A. I. S., Muñoz, A. R., & Geurts, S. (2009). Propiedades
psicométricas de la versión española del Cuestionario de Interacción Trabajo-
Familia (SWING). Psicothema, 21(2), 331-337.
Jiménez Figueroa, A., & Moyano Díaz, E. (2008). Factores laborales de equilibrio entre
trabajo y familia: medios para mejorar la calidad de vida. Universum (Talca), 23(1),
116-133.
Sanz Vergel, A. I. (2011). Conciliación y salud laboral:¿ una relación posible?: Actualidad
en el estudio del conflicto trabajo-familia y la recuperación del estrés. Medicina y
Seguridad del Trabajo, 57, 115-126.
Ugarteburu Gastañares, I., Cerrato Allende, J., & Ibarretxe Zorriketa, R. (2008).
Transformando el conflicto trabajo/familia en interacción y conciliación
trabajo/familia. Lan harremanak, 1(18), 17-41.