La Figura de La Familia en El Derecho Romano

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EL STATUS FAMILIAE

Las personas consideradas en la familia se dividen en dos clases según sean alieni iuis o sui
iris. Se llaman alieni iuris las personas sometidas a la autoridad de otro. Las personas libres de
toda autoridad, dependiendo de ellas mismas se llaman sui iuris.

5.1. Personas alieni iuris

La familia está organizada en Roma sobre la base del patriarcado; el papel del paterfamilias era
el principal y de ahí que la madre ocupara un lugar completamente secundario. La familia se
desarrollaba exclusivamente por vía de los varones, la mujer al casarse salía de su familia civil
para pasar a formar parte de la familia del marido.

5.1.1. La patria potestad

La Patria Potestad fue entendida como el poder peculiar que el paterfamilias, ciudadano romano,
ejercía sobre un hijo de familia, también ciudadano. Era una institución exclusiva del derecho
civil en interés, no del sometido a ella, sino del

páter y de la propia republica romana.

El poder en mención lo tenía el páter respecto de la persona y bienes del hijo de familia. Pero el
vigor de ese poder no tenía por finalidad asimilar ese hijo a un esclavo, puesto que, como ya se
anotó, éste era cosa del dueño, mientras que el hijo de familia era persona, no sólo apta para el
desempeño de cargos públicos, sino para participar en la sacra privata del páter, quien, no
obstante, en los primeros tiempos tuvo sobre el hijo en patria potestad derecho de vida y de
muerte, como si se tratara de una cosa, al punto de poder abandonarlo, de enajenarlo en territorio
romano para que cayera en mancipio y hasta de ejercer la acción reivindicatoria, como si se
tratara de un bien corpóreo, cuando el hijo resultaba ser objeto de robo. Es más, el páter podía
dar muerte al hijo de familia impunemente.

Lo anterior, sin embargo, no perseveró en Roma, porque a partir de la época clásica ya el páter
familia no pudo matar ni maltratar a su hijo, siendo de relievar que Costantino dispuso que el
páter que asesinara a su hijo sería condenado como parricida y que el hijo culpable de algún
delito, por su parte, debía entregarse a la justicia como cualquier otro infractor.

La facultad de mancipación o de venta ficticia del hijo de familia fue también modificada, sin
olvidar que la Ley de las Doce Tablas había estatuido que si uno de esos hijos era vendido tres
veces por el páter quedaba libre de patria potestad. Se admitió, por interpretación, que bastaba
una sola venta para que la emancipación del hijo se produjera si se trataba de mujer o de nieto.

En lo atinente al ámbito patrimonial, en un principio el hijo de familia no lo tuvo, así en la práctica


fuera una especie, junto con el páter, de copropietario de los bienes familiares, en la medida en
que de estos podía llegar a ser heredero. Mientras no mediara fin de la patria potestad, toda
adquisición del hijo de familia apenas beneficiaba al páter; y si éste llegó a otorgarle peculio,
peculio profecticio, sobre los bienes que lo constituían sólo tenía derecho de administración y de
goce.

Pero con el advenimiento del peculio adventicio se inició prácticamente el surgimiento del
Derecho de propiedad en cabeza del hijo de familia, lo que se completó con la creación de los
peculios castrense y cuasi-castrense, con los cuales nació plena propiedad para el hijo quedando
rota la unidad de personalidad que entre éste y el páter venía existiendo en cuanto a la situación
de los bienes familiares.
5.1.2. Fuentes de la Patria Potestad.

La principal fuente de la potestad paterna son las "iustae nuptiae" (el matrimonio legítimo), pero
cuando de ellas no nacen varones que perpetúen la descendencia, el antiguo derecho civil
permitía la adrogación y después vinieron la adopción y la legitimación.

a) La Filiación.

Es el lazo natural que relaciona a un infante con sus autores, produce efectos según la naturaleza
de la unión de donde resulta. La filiación más plena es la que emana de las "iustae nuptiae" y
que vale para los hijos la calificación de "liberi iusti" (hijos legítimos). La filiación para producir
efectos, debe ser legalmente cierta; esta certidumbre existe siempre con respecto a la madre,
porque el parto es un hecho fácil de constatar. La paternidad es naturalmente incierta, pero el
matrimonio la suministra y éste es su gran fn social.

Para saber si la mujer ha podido concebir durante el matrimonio, se determinaron los límites
extremos de la duración del embarazo; el límite menor del embarazo será de ciento ochenta días
y el mayor de trescientos; el hijo será "iustus" si nace después de ciento ochenta días, contados
desde la celebración del matrimonio, o dentro de los trescientos días siguientes a la disolución
de las "iustae nuptiae" (del matrimonio legítimo).

Los principales efectos de la filiación legítima son: 1) da lugar a la asignación o parentesco civil;
2) crea una obligación reciproca de darse alimentos y para el hijo comprende además el beneficio
de la educación; 3) el infante debe respeto a sus ascendientes; 4) el padre comunica a sus hijos
su calidad de ciudadano romano y su condición social.

b) La Evolución de la Adopción ("Adrogatio").

Hay dos clases de adopciones, una se llama adopción y la otra adrogación. Son adoptados los
que son hijos de familia, los dependientes; son adrogados los que son independientes ("sui
iuris").

La adopción es un acto solemne y personalísimo, que hace caer a un ciudadano romano bajo la
potestad de otro ciudadano, estableciendo entre ellos artificialmente las mismas relaciones
civiles que hubieran nacido de la procreación "ex iustis nuptiis" (de matrimonio legítimo).

Formas de la Adrogación. La adrogación es designada así, porque el que adroga es rogado, es


decir, interrogado si quiere que la persona a la que va a adrogar sea para él hijo según el
derecho, y al que es adrogado, se le pregunta si consiente que así se haga. En la adrogación se
distinguen tres épocas. En la primera el colegio de los pontífices debe estudiar el proyecto de la
adrogación. Después el proyecto es aprobado por los comicios por curias, ante las cuales se
hacen tres preguntas o "rogationes": una al adrogante: ¿Quiere tener al adrogado por "iustus
filius"?. La segunda al adrogado: ¿Consiente en que el adrogante adquiera sobre él la "patria
potestas"?. La tercera "rogatio" se hacía al pueblo para saber si consagraba la voluntad de las
partes.

En la segunda época los comicios por curias estaban representados por treinta lictores y es
evidente que sólo la voluntad de los pontífices fue la que decidió.

En la tercera, la voluntad del príncipe termina por imponerse y substituir a la de los pontífices,
por potestad del Emperador.

Efectos de la Adrogación. El adrogado cae bajo la potestad del adrogante con el mismo título
que un descendiente nacido "ex iustis nuptiis" , también pasan a la nueva familia sus
descendientes y todos pierden los derechos de agnación inherentes a su antigua familia,
tomando el nombre de la familia del adrogante; los bienes del adrogado pasan a poder del
adrogante, posteriormente Justiniano dispuso que sólo tuviera el usufructo de ellos, quedando
la "nuda proprietas" para el adrogado. El adrogado queda obligado a las cargas del municipio
del adrogante. Si más tarde fuera emancipado, dejará de ser hijo del adrogante y ciudadano de
aquella ciudad.

La adopción. Produce la extinción de la "patria potestas" del padre natural y la creación de una
nueva "potestas". En la adrogación sólo se crea la "patria potestas".

c) Legitimatio.

Presupone una relación natural de padre a hijo, que excluye la idea de una potestad adquirida
por efecto del nacimiento. Constituye para el padre unas manera de obtener la potestad paterna
sobre sus hijos que han nacido "sui iuris". Es la legitimación más plena en sus efectos que la
adopción, pues engendra en principio relaciones idénticas a aquellas que resultan del nacimiento
"ex iustis nuptiis". Implica la certidumbre legal de la paternidad, por lo que no se extendía a los
hijos vulgo "quaesiti"-espúrios. La legitimación de los hijos habidos de una concubina pudo
llevarse al cabo mediante el matrimonio subsecuente.

Justiniano reglamenta la legitimación, exigiendo tres condiciones: 1) que en el día de la


concepción no exista obstáculo legal para el matrimonio; 2) que se redacte un "instrumentum
dotale o nuptiale"; 3) que los hijos la consientan. Cuando el matrimonio era imposible, el padre
podía dirigirse al emperador para que por rescripto legitimara a sus hijos.

5.1.3. Extinción de la Patria Potestad Referida a la Emancipación

La "patria potestas" se extingue por:

a) Acontecimientos Fortuitos.

1. La muerte del paterfamilias, en cuyo caso los que estaban sometidos directamente se harán
"sui iuris". 2. la pérdida de la ciudadanía del padre. 3. la reducción a la esclavitud del padre. 4.
la elevación del hijo a ciertas dignidades tanto religiosas como políticas. 5. La caída en esclavitud
del hijo. 6. la hija por caer "in manu"

b) Actos Solemnes. Los actos solemnes que ponen fin a la "patria potestas" son la entrega en
adopción y la emancipación. En el derecho de Justiniano la adopción hecha por un ascendiente
es la única que extingue la potestad del padre.

La emancipación no es necesariamente una ruina o un castigo para el hijo, ya que en lugar de


pasar a una nueva potestad se torna "sui iuris" y puede tener patrimonio propio. Vista en sus
procedimientos, la emancipación no es más que una combinación de manumisión vindicta y de
la mancipación. Es una aplicación de los tres principios siguientes: 1) La potestad paterna da
derecho para vender al hijo y someterlo al "mancipium" de un tercero. 2) Cuando se trata de un
hijo varón en el primer grado, la potestad paterna se rompe por tres mancipaciones sucesivas,
con respecto a los otros descendientes basta con una. 3) El "mancipium" se disuelve, como la
"dominica potestas", por una manumisión vindicta.

En sus efectos el emancipado se vuelve " sui iuris", conservando sus derechos anexos a la
cognación, aunque no los de la agnación. El pretor le conserva sus derechos de sucesión con
relación al padre y a los ascendientes paternos.

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