Soporte Basico
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AQUINO BOLIVIA
SOPORTE DE VIDA
BÁSICO
TRAUMA DE ADBOMEN Y
TÓRAX
FACULTAD: CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA: MEDICINA
DOCENTE: Dr.: TERCEROS CUADRADO, José A.
GRUPO: “B”
1. TRAUMA DE ABDOMEN
1.1. ANATOMÍA DEL ABDOMEN
El abdomen esta parciamente incluido en el tórax inferior. El abdomen
anterior se define como el área entre los rebordes costales
Por arroba, los ligamentos inguinales, y la sínfisis pubiana por debajo y las
líneas axilares anteriores es por afuera. La mayoría de las vísceras huecas
pueden estar involucradas cuando se presentan lesiones de abdomen
anterior. La región toracoabdominal es el área delimitada anteriormente por
el área inferior a la línea transmamilar,
por detrás por el borde inferior de las
escapulas y abajo por la línea inferior
que pasa por los rebordes costales. Esta
región se encuentra protegida, en parte,
por los huesos del tórax e incluye el
diafragma, el hígado, el bazo y el
estómago.
Dado que el diafragma se eleva hasta el
cuarto espacio intercostal durante la espiración completa, las fracturas de
las costillas inferiores o las heridas penetrantes por debajo de la línea
transmamilas, esta fractura puede ocasionar lesiones de vísceras
abdominales. El flanco es el área entre los iliones axilares anterior y
posterior desde el sexto espacio intercostal hasta la cresta iliaca. Las
gruesas musculaturas de la pared abdominal de esta son, en comparación
con la pared anterior, mucho más delgada, actúa como una barrera parcial
a las lesiones penetrantes, en particular las heridas por arma blanca.
El dorso es el área localizada entre las líneas axilares posteriores, desde la
punta de las escapulas hasta las crestas iliacas. Al igual que en los flancos,
la gruesa musculatura del dorso y los músculos para vertebrales actúan
como una barrera parcial a las heridas penetrantes. Los flancos y el dorso
contienen los órganos retroperitoneales. Este espacio potencial
corresponde al área posterior al recubrimiento peritoneal del abdomen y
contiene a la aorta abdominal, la vena cava inferior la mayor parte del
duodeno, el páncreas, los riñones y uréteres las paredes posteriores del
colon descendente y ascendente y los componentes retroperitoneales de la
cavidad pélvica.
Nota: las lesiones de las estructuras viscerales retroperitoneales son
difíciles de reconoces porque el área es poco accesible al examen físico y
porque estas lesiones inicialmente pueden no presentar signos o síntomas
de peritonitis. Además, este espacio no es evaluado por el lavado peritoneal
diagnosticado LPD ni tampoco bien visualizado con la evaluación por
ecografía focalizada en trauma (Fast).
La cavidad pélvica rodeada por los huesos pélvicos, es esencialmente la
parte inferior de los espacios retroperitoneal e intraperitoneal. Contiene el
recto, la vejiga, los vasos iliacos, y, en las mujeres, los órganos
reproductivos. Nota: los órganos pélvicos o los propios huesos pelvianos
pueden originar pérdida importante importante de sangre.
TRAUMA ABIERTO
También llamado penetrante, estos traumatismos se puede calcular el
daño de órganos internos al conocer el objetivo causante y siguiente le
trayecto de la herida.
Las
lesiones
por arma
blanca y
las armas
de fuego
por
proyectiles
de baja velocidad causan daño a los tejidos las errándolos y
cortándolos. Las heridas por proyectiles de alta velocidad transfieren
más energía cinética a las vísceras abdominales. Estas lesiones pueden
causar mayor daño a los tejidos vecinos debido a la cavitación
temporaria que se produce alrededor del trayecto de proyectil.
Las lesiones por arma blanca atraviesan las estructuras abdominales
adyacentes, más comúnmente el hígado (40%), el intestino delgado
(30%), el diafragma (20%) y el colon (15%).
Las heridas por arma de fuego pueden causar lesiones intraabdominales
adicionales de vidas a la trayectoria, el efecto de cavitación y la
posibilidad de fragmentación del proyectil. Los órganos lesionados con
mayor frecuencia en las heridas por arma de fuego son: El intestino
delgado (50%), el colon (40%), el hígado (30%) y las estructuras
vasculares abdominales (25%).
Las explosiones pueden causar lesiones atrás vez de varios
mecanismos, incluyendo heridas penetrantes por fragmentos y lesiones
contusas que ocurren cuando el paciente es lanzado u golpeado. Se
debe considerar la posibilidad de mecanismos tanto penetrantes como
cerrados en estos casos. Los pacientes cercanos a la fuente de la
explosión pueden tener lesiones adicionales, pulmonares o de viseras
huecas, de vidas al aumento de presión que causa la onda expansiva de
la explosión que pueden manifestarse de forma tardía.
2.5. HEMOTÓRAX
El hemotórax es la presencia de sangre en la cavidad pleural.
Generalmente está causado por lesiones torácicas, (arterias)pero puede
haber otras causas, tales como cáncer pulmonar o pleural, o incluso
cirugías torácicas o del corazón.
En una lesión traumática
con un objeto contundente,
una costilla puede herir
parte del tejido del pulmón
o de una arteria, causando
que la sangre entre en el
espacio pleural, en el caso
de una lesión
cortopunzante o una herida
de bala, puede haber
compromiso de pulmón.
Un hemotórax puede ir
asociado con un
neumotórax (entrada de aire en el espacio pleural), y dependiendo de la
cantidad de sangre, el hemotórax puede complicarse con un estado de
shock.
La cantidad de sangre acumulada varia de acuerdo con el diámetro del
vaso sanguíneo roto y tiempo que ha transcurrido desde que se produjo la
lesión, así tenemos que en un adulto se puede acumular 3 litros o más en
cada espacio pleural. El origen de este sangrado puede ser: vasos
intercostales, pulmones, vasos bronquiales, vasos pulmonares y los
grandes vasos torácicos.
2.6. TAPONAMIENTO CARDIACO
El corazón se encuentra envuelto en una membrana fibrosa El
taponamiento cardiaco se define como una acumulación de líquido en el
saco pericárdico,
creando un aumento de la presión en el espacio pericárdico que deteriora la
capacidad del corazón para llenarse y actuar como bomba. Como la función
del corazón como bomba se
encuentra deteriorada hay
una caída del gasto cardiaco
y de la perfusión sistémica
que lleva a la disfunción de
los órganos que amenazan la
vida. Un coágulo o un tumor
comprimiendo el pericardio
también tienen el mismo
efecto. Lo que es importante
es que la presencia de
cantidades anormalmente
grandes de líquido dentro del
saco pericárdico, no requieren siempre el desarrollo del taponamiento. Esto
es porque se va acumulando lentamente líquido lo que permite a los
mecanismos compensatorios fisiológicos limitar el aumento de la presión
pericárdica y por lo tanto evitar la falla de la bomba cardiaca. Por lo tanto,
un derrame pericárdico debe ser distinguido del taponamiento como un
diagnóstico anatómico, que describe la presencia de líquido anormal dentro
del saco pericárdico sin compromiso hemodinámico. Por el contrario, el
taponamiento cardiaco es un diagnóstico fisiológico en el que el derrame
pericárdico debe acompañarse de pruebas de choque obstructivo.