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ALFONSO X EL SABIO,

HUMANISTA Y CIENTÍFICO

H. Salvador Martínez

Assi como dixo Tholomeu en el Almageste, non en la Universidad de Salamanca cuya respuesta dejó
morró el qui abiuó la sciencia et el saber, sorprendido a mi interlocutor].
ny fue pobre el qui fue dado a entendimiento
(Alfonso X, Libro de las cruzes) R. - 1) Que existió un humanismo medieval; y 2) que
ese humanismo se sirvió de una lengua vernácula: el
El presente artículo está formado por una serie de castellano. Esto, para los “humanistas tradicionales”,
respuestas a otras tantas preguntas formuladas por un o clasicistas, del siglo XV y sus partidarios del siglo
lector de mi libro El humanismo medieval y Alfonso XXI, es anatema. En la Europa latino-cristiana del
X el Sabio. Ensayo sobre los orígenes del humanismo siglo XIII, se pensaba que solo a un rey loco, o que
vernáculo, Madrid, Ediciones Polifemo, 2016, el cual vivía entre magos toledanos e intelectuales musul-
deseaba profundizar en los aspectos científicos del manes, podía ocurrírsele la descabellada idea de es-
humanismo alfonsí. Me complace ofrecérselas ahora cribir obras jurídicas, filosóficas, científicas o históri-
a los lectores de Argutorio en el mismo formato origi- cas en una lengua vulgar. ¡Absurdo!
nal, pero de forma más elaborada y completa, aña-
diendo algunas notas críticas. P. - Alfonso X fue sabio, poeta, rey, erudito, mece-
Sirva de pequeño homenaje al VIII Centenario nas, reformador, repoblador e incluso conquistador.
(1118-2018) de dos extraordinarios acontecimientos ¿Cómo le definiría usted, en pocas palabras?
culturales castellano-leoneses, el de las Constitucio-
nes de Alfonso IX de León, que dieron origen a la R. - En una: Educador. Alfonso fue, ante todo y so-
vida parlamentaria europea, y el de la fundación de bre todo, un rey educador de su pueblo. Toda su obra
la Universidad de Salamanca por el mismo rey, trans- estuvo encaminada a elevar el nivel cultural de sus
firiendo el viejo Studium palentino a la ciudad del súbditos por eso la escribió en castellano “drecho”
Tormes, que sucesivamente su nieto Alfonso X, gran [correcto].
patrocinador de instituciones leonesas, convertirá
en la primera Universidad de la Península Ibérica P. - ¿Se puede decir en algún caso que Alfonso X fue
(1254), poniéndola con su prestigio a la par con las un científico?  ¿O “tan solo” que fue un mecenas y
grandes universidades europeas. el impulsor de un grupo especializado en traducir,
compilar y crear obras científicas (aparte de los otros
P. - ¿Cuáles son, grosso modo, esas ideas contenidas tipos)?. Creo que en su honor, la Luna luce un cráter
en su libro que los humanistas tradicionales no acep- llamado “Alphonsus”...
tarían?
R. – Para el siglo XIII Alfonso X fue un gran cientí-
[Esta pregunta preliminar, ajena al tema central del fico, en el sentido que cabe hablar de ciencia en
presente artículo, pero que calza igualmente con lo aquella época. No lo fue en el sentido moderno como
que voy a decir en él, me fue hecha a raíz de un co- lo fueron, por ejemplo, los nobeles Albert Einstein
mentario verbal durante la presentación de mi libro (1878-1955) o Max Planck (1858-1918). No se puede

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hablar, sin embargo, de Alfonso X como científico, si las ciencias y los científicos son incontables; pero por
no se tiene presente lo que significaba ser hombre de su valor testimonial quiero citar solo uno de su so-
ciencia en la Edad Media. Para hacernos una idea en brino y gran admirador, Don Juan Manuel, el mejor
materia, respondo con las palabras de un científico prosista castellano de la Edad Media, al cual pertene-
que trabajaba a su lado y lo conocía íntimamente: cen también las palabras que preceden:

Loores e gracias a Dios ... qui en nuestro tiempo … avía muy grant espacio para estudiar en las
nos deñó dar señor en tierra...conocedor de dere- materias de que quería conponer algunos libros,
churía e de todo bien, amador de la verdat, esco- ca morava en algunos logares un año e dos e más,
drinnador de sciencias, requiridor de doctrinas e aun, segunt dizen los que vivían a la su merced,
e de ensennamientos, qui ama e allega a sí los que fablavan con él los que querían e quando él
sabios e los que se entremeten de saberes e les quería, e ansí avía espacio de estudiar en lo que
face algo e merced... qui siempre desque fue en él quería fazer para sí mismo e aun para veer [su-
este mundo amó e allegó a sí las sciencias e los pervisar] e esterminar [evaluar] las cosas de los
sabidores en ellas e alumbró e cumplió la grant saberes qu’él mandava ordenar a los maestros e a
mengua que era en los ladinos [los que hablaban los sabios que traía para esto en su corte2.
la lengua vulgar] por desfallecimiento de los li-
bros de los buenos philosophos e provados1. Alfonso, pues, no fue solo un mecenas o un im-
pulsor de la investigación científica, sino que fue
Los términos quasi mesiánicos con que este sabio participante activo en las investigaciones junto con
describe a su patrocinador merecen ser ponderados, sus colaboradores, apartándose a lugares remotos en
pues en ellos se halla la esencia de toda investigación compañía de ellos para consultar manuscritos, co-
científica: “escodrinnador de sciencias”, es decir, es- piarlos y discurrir con ellos sobre las materias de las
crutador cuidadoso de las ciencias; y “requiridor de obras en elaboración. Es bien sabido y probado que
doctrinas e de ensennamientos”, es decir, examinador el Rey Sabio vigilaba los trabajos de sus astrónomos,
y verificador de los resultados obtenidos, y con auto- presidía a veces sus juntas en Toledo, y después en
ridad y capacidad para exigir a sus colaboradores la Sevilla, ponía personalmente los prólogos a las obras
perfección en sus investigaciones. traducidas y corregía personalmente los textos con el
fin de presentarlos en “castellano drecho” [correcto].
Esto es lo más próximo que tenemos a lo que hoy día
sería el jefe de un equipo de investigación:

… en tal manera, escribe D. Juan Manuel, que


todo omne que la lea [la Estoria de España que
está resumiendo] puede entender, en esta obra e
en las otras que él compuso e mandó componer,
que avia muy grant entendimiento, e avia muy
grant talante de acrecentar el saber, e cobdiciava
mucho la onra de sus regnos, e que era alum-
brado de la gracia de Dios para entender e fazer
mucho bien (Crónica abreviada, Prólogo -las
cursivas son nuestras-).

Dicho esto, podemos pasar a ilustrar algunos deta-


lles concretos de su actividad científica. Su grado de
Simón Mago en la Catedral de León.
interés en todas las fases del proceso de producción,
como podía ser el trazado de las iluminaciones y la
La ciencia de punta en la época alfonsí fue la As- selección de los colores de las tintas para hacer resal-
tronomía y sus aplicaciones prácticas, como fue la tar determinadas figuras e imágenes, fue asombroso.
fabricación de instrumentos para la observación y Esto es lo que se desprende claramente del siguien-
medición de los astros; en este campo, según testimo- te pasaje del Libro de la Açafeha, obra que ocupa el
nios fehacientes, Alfonso y su corte “sobrepujaron” a segundo lugar de los tres títulos que componen los
cualquier otro rey o grupo investigador, de tal manera Libros del saber de astronomía, o Astrología, como
que “se falla que del rrey Tolomeo acá ningún rrey sostienen algunos estudiosos, siendo los otros dos: el
nin otro omne tanto fiziesse por ello [el saber] commo Libro de la espera y el Libro del quadrant (Bibliote-
él”. Los textos que ilustran la pasión de Alfonso por ca de la Univ. Complutense, Ms.156). Alfonso, cons-

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ciente de la dificultad de entender el texto si no se del Libro de la ochaua esfera y en el mucho más sig-
tenía delante el instrumento, instruye al copista en un nificativo de la General Estoria:
prólogo minuciosísimo cómo debe dibujar aquel raro
instrumento: ... el rey faze un libro, non porquel le escriua con
sus manos, mas porque compone las razones dél,
Nós, rey don Alfonso el sobredicho, veyendo e las emienda et yegua [iguala] et enderesça, e
la bondat d’esta açafeha que es generalmientre muestra la manera de como se deuen fazer, e
pora todas las ladezas, e de como es estrumen- desi escriue las qui él manda, pero dezimos por
te muy complido e mucho acabado, e de como esta razón que el rey faze el libro5.
es caro de señalar, e que muchos ombres non
podrién entender complidamientre la manera de Es digno de ser notado, precisamente a propósito
como se faz por las parablas que dixo este sa- del prólogo del Libro de la Açafeha, hasta qué punto
bio que la compuso, mandamos figurar la figura descendía la meticulosidad del Rey Sabio, no ya en el
d’ella en este libro. Et mandamos señalar con diseño, sino en la disposición de la materia de la obra,
tinta prieta todos los cercos que son llamados
ordenando que fuese divida en capítulos y que los tí-
almadarat, e son los que están en par del cer-
co del eguador del día, et enderecho d’él. Et a tulos de estos se pusiesen al principio, como estaban
estos cercos que son llamados en arabigo alma- en todas sus obras, para que pudiese ser consultada
darat, dizen en castellano cérculos cerculares. con mayor facilidad; es decir, volvemos al motivo de
Et otrossí por que sean estos cérculos más co- fondo: Alfonso escribe para educar a su pueblo, quie-
ñoçudos e más departidos de los otros, fiziemos re que todos entiendan sus obras, lo cual le lleva a
tiñir lo que á entre ell uno e ell otro d’ellos con mimarlas, dotándolas, especialmente la científicas, de
açafrán. Et mandamos fazer otrossí los cercos una belleza y esplendor incomparable (piénsese, por
que son llamados en arabigo almamarrat, que ejemplo, en los preciosos manuscritos de los cuatro
van de un polo del mundo al otro, con vermejón,
Lapidarios).
e los cercos de las longuezas que son en par del
Finalmente, es cierto que existe un cráter en la
zodiago e en so derecho. [...] Et por que se fazen
muchos e se semejan los unos a los otros, fizié- Luna que lleva el nombre del Rey Sabio, Alphon-
moslos señalar con colores departidas segund es sus. El nombre se lo dio Giovanni Riccioli en 1651,
dicho. (Astrología, Açafeha, f. 109r)3. el creador de la nomenclatura lunar (originalmente lo
había llamado Alphonsus Rex). Tiene un diámetro de
La misma preocupación por el diseño del códice, 118 km y en el centro un pico de 1.500 m de altura6;
con instrucciones precisas sobre su estructura e icono- se encuentra en la parte oriental del Mare Nubium, al
grafía, se manifiesta ya en el prólogo general de los oeste de las altas cimas Imbrian (según el mapa de la
Libros del saber de astrología de los que forma parte NASA); se sobrepone, en parte, al cráter Ptolomaeus,
la Açafeha. un poco más al norte. Al noroeste de Alphonsus se
En general se puede decir que la iconografía que encuentra otro cráter menor, llamado Alpetragius; y
aparece en las obras científicas, y en las demás ob- a la izquierda de Alphonsus se halla aún otro cráter
ras, incluyendo las Cantigas, revela una ciencia de con el nombre de Arzachel. Alphonsus se encuentra,
vanguardia, en gran parte astrológica, que tendrá una pues, en buena compañía: a su derecha, su admirado
enorme influencia, por sus textos y por sus novedosas Ptolomeo; de frente, Alpetragio; y a su izquierda, Ar-
ilustraciones, en Europa, teniendo como objetivo pri- zachel. Ptolomeo fue un bien conocido astrónomo y
mario la transmisión de los saberes de la Antigüedad matemático egipcio; mientras que Alpetragio fue un
a través de las traducciones del árabe. Este influjo, célebre astrónomo andalusí (Abu Ishâk ibn al-Bitruji),
como veremos más adelante, se manifestó sobre todo que murió en 1204 en Los Pedroches (Córdoba), de
en la copia de los manuscritos alfonsíes, especial- ahí su nombre latino (Petragius, o Al-Petragius, el de
mente los astrológicos, en ambientes cortesanos de Los Pedroches); mientras que Arzachel es la latiniza-
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ideología gibelina, interesados en la astrología y la ción del nombre del árabe toledano Abū Ishāq Ibrāhīm
magia y con problemas en sus relaciones con la Igle- ibn Yahyā al-Naqqāsh al-Zarqālī (1029-1087), que
sia4. fue un célebre matemático y astrólogo al cual se de-
Otro tema que se ha debatido apasionadamente en ben las primeras Tablas astronómicas toledanas y la
el pasado ha sido el concepto de autor y autoría cuan- construcción de instrumentos y astrolabios para la ob-
do nos referimos a Alfonso X y su relación con las servación y medición de las estrellas7.
obras que nos han llegado con su nombre. Aunque el Los astrónomos saben que Alpetragio fue el pri-
concepto de autor en la Edad Media no fue el mismo mero que propuso un modelo de sistema planetario
que tenemos hoy día, Alfonso X lo tenía claro quién distinto del de Ptolomeo, en el que los planetas nacen
era autor y por qué, como expuso en un célebre pasaje por influjo de esferas geocéntricas. Fue precursor en

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el campo científico de otro insigne cordobés, Averroes Ptolomeo, por el que Alfonso profesó una admiración
(1226-1298), cuya cosmología se aparta también del sin límites, evidentemente, tiene que ver principal-
sistema astronómico ptolomaico; y su filosofía, como mente con el saber científico9.
intérprete de Aristóteles, contribuyó de forma defini- Alfonso frecuentemente ha sido comparado con
tiva en la concepción científica alfonsí del universo. su tío, el emperador Federico II (1194-1250), apoda-
do stupor mundi, por su labor cultural como legisla-
P. -¿Era Alfonso X un hombre adelantado a su tiem- dor y gobernante. Es posible que en algo se parecie-
po y de alguna forma un príncipe renacentista?  ¿O ran, especialmente en la visión laica y secular de la
formaba parte de un movimiento común al de otros sociedad que ambos promovieron; pero sus respec-
reyes eruditos, como Federico II de Sicilia? Quizás tivas obras son radicalmente diferentes por el tono
la Edad Media no era tan oscura como en general se y el alcance de las mismas. Federico II lo escribió
suele percibir... todo en latín, salvo una reducida parte de su obra de
lírica cortesana; Alfonso X lo escribió todo en len-
R. - De paso, y entre paréntesis: (la Edad Media fue, y gua vulgar (usando para la lírica el gallego-portugués
sigue siendo, una época oscura para los que la desco- y para todo lo demás el castellano). La ciencia y la
nocen, o los que han escogido ignorarla. El prejuicio legislación de Federico II está concebida para uso de
de una “época oscura” se basa sin duda en la visión la élite cultural de la corte y las escuelas donde es-
eurocéntrica de la historia, según la cual, puesto que tudiaban los futuros difusores de aquella cultura se-
la Edad Media fue una época “oscura” en lo relati- lecta. Alfonso lo escribe todo en “romance paladino”
vo al conocimiento científico en Europa, concluyen [claro], porque quiere que la ciencia llegue a todas
que lo fue también en todo el mundo. A esta posición la gentes de sus reinos. En cuanto al alcance, como
absurda debemos sumar la indiferencia, cuando no he expuesto por extenso en mi libro El humanismo
desprecio, con la que los científicos del Renacimiento medieval y Alfonso X el Sabio, la obra cultural al-
y sus partidarios del siglo XIX miraban las obras de fonsí abarca todos las ramas del saber, el científico y
origen islámico, cerrando los ojos a la realidad his- el literario, porque considera que todos “los saberes”
tórica y negando que éstas habían sido las que en- son importantes para el desarrollo humano integral y
señaron la ciencia a los europeos. El Renacimiento, para promover el bienestar de sus súbditos.
que fue un movimiento intelectual arcaizante, recha- Para contrastar la obra legisladora de Federico II y
zó todo lo nuevo procedente de influencias árabes o Alfonso X, campo en el que tienen mucho en común,
hebreas, concentrándose exclusivamente en resucitar citaré un ejemplo del que se desprende claramente
la herencia latina, como rechazó también la filosofía la diferencia entre uno y otro. Se ha dicho repetida-
aristotélica solo porque sus textos llegaron a Europa a mente por los expertos en la Historia del Derecho que
través de los árabes y los judíos españoles, esperando la obra jurídica del Rey Sabio es producto de la recep-
que algún día les llegarían los legítimos textos grie- ción del Derecho romano (Corpus iuris civilis), cuyos
gos, cosa que no aconteció hasta 1453 con la caída componentes más novedosos son: la nueva visión del
de Constantinopla. Los “científicos” del periodo de rey y del reino, la idea de corpus o universitas apli-
la Ilustración, que retomaron estos prejuicios, son los cada al conjunto social, la concepción de la majestad
verdaderos responsables de la leyenda negra de una real y de la potestad pública diferenciada del dominio
Edad Media “oscura” que se perpetúa, precisamente privado, así como la prerrogativa real de crear, inter-
porque fue dominada por la cultura musulmana). pretar y revocar las leyes10. Dentro de estos compo-
Hecha esta aclaración (un poquito larga), respon- nentes, cabe notar, como peculiaridad alfonsí que
do a la parte central de la pregunta, diciendo que sin contradistingue su obra jurídica de la de otras compi-
duda hubo, antes y después de Alfonso X, príncipes y laciones contemporáneas y anteriores, como sería el
reyes ilustrados y sabios, pero ninguno tuvo la fama Liber Augustalis Constitutionum (1231) de Federico
de tal, ya en vida, como él8. Dos ejemplos típicos de II, su carácter vernáculo y sobre todo la introducción
reyes sabios, uno anterior y otro posterior, serían el de una nueva fuente de naturaleza política y secular
del emperador Federico II (1194-1250) y el de Carlos que no había comparecido en las demás compilacio-
V el Sabio (1337-1380), rey de Francia durante la se- nes a la cual Alfonso recurre constante y sistemáti-
gunda mitad del siglo XIV. D. Juan Manuel, sobrino camente, la Política de Aristóteles11. Esta obra, tra-
y admirador de Alfonso X, escribió de su tío: “puso ducida del árabe en Toledo por Hermann el Alemán,
en el su talante de acrescentar el saber quanto pudo, como ha puesto de relieve Georges Martin, fue cono-
e fizo por ello mucho, assí como se falla que del rrey cida por primera vez entre los intelectuales de la Edad
Tolomeo acá ningún rrey nin otro omne tanto fiziesse Media en el taller de Alfonso X entre 1254 y 125812.
por ello commo él” (Libro de la caza). La referencia a Del influjo de la obra aristotélica proviene sin duda

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el nivel avanzado de autonomía que Alfonso reclama Será precisamente la iglesia castellana la que, un-
para el rey con respecto al control del emperador y de ida al descontento de nobles y ciudades, por causa de
la Iglesia y la secularización del orden político que se haber eliminado el derecho tradicional y consuetudi-
puede estimar en la legislación y el pensamiento del nario de fueros y privilegios, provocará la usurpación
Rey Sabio13. del trono regio por su hijo Sancho, el cual destronó
a su padre poniéndose al frente de los conjurados, la
nobleza y la jerarquía religiosa castellana. Desde esta
perspectiva político-religiosa, la obra alfonsí, como
la de Federico II refleja una de las grandes luchas por
el poder civil que tuvieron lugar en la Europa medie-
val14.
Dadas estas circunstancias históricas, Alfonso,
antes que mirar hacia la Europa latino-cristiana para
buscar un modelo cultural que imitar, como pudie-
ra haber sido el de Federico II, prefirió dirigir su
mirada al suelo patrio. Siendo un Hohenstaufen, el
joven Alfonso, como su padre y su madre, sobrina
de Federico II, debieron quedar horrorizados ante
la sentencia pontificia y del concilio de excomul-
gar y deponer a Federico II, emperador del Sacro
Romano Imperio, acción que provocó en la cristian-
dad la mayor crisis politico-religiosa del siglo XIII.
Todos los demás reyes cristianos temblaron ante la
posibilidad de perder sus coronas. Cuando Alfon-
so sube al trono era ya un hombre maduro y con
ideas de gobierno propias; era también muy cons-
ciente de que el brillante legado cultural de su tío
Federico II y de toda la dinastía Hohenstaufen tenía
muy mala prensa por haber entrado en conflicto con
los intereses terrenos del romano pontífice. Su sue-
El juego de las tablas astronómicas, del Libro de los juegos de aje- gro, Jaime I, un lince en política, en la famosa en-
drez, dados y tablas. trevista de Fitero de Navarra, entre otras recomen-
daciones, le aconsejó: “no te metas con la Iglesia;
Alfonso, como es bien sabido, fue un gibelino de sale siempre ganando”. Efectivamente, años más
convicción; en esto fue un ferviente seguidor de su tío, tarde, cuando Alfonso, contra el parecer de Jaime
para el cual el poder del rey procede de Dios, que lo I, se presentó ante Gregorio X en Beaucaire (Fran-
trasmite directamente al monarca; mientras que para cia) para demandar su derecho a la corona imperial,
los que profesaban la ideología güelfa, o eclesiástica, el tras haber sido elegido Rey de Romanos, recibió la
poder procedía de Dios quien lo transmitía a los sobera- contraprueba, el papa, en un encuentro personal con
nos a través del Papado. En esta diferencia radica el Alfonso, rechazó sin contemplaciones todos sus de-
conflicto entre güelfos y gibelinos, o entre una cultura rechos; y también él, como ya Federico II, acabará
eclesiástica y una cultura secular y laica, que llevó a un siendo depuesto por su hijo D. Sancho, la nobleza,
clero extremista castellano a acusar a Alfonso de haber y los obispos castellanos, sin que el papa, que lo ha-
creado una nueva religión (desde luego su osadía en la bía llamado “hijo predilecto”, moviese un dedo a su
iconografía de las Cantigas parace reflejarlo), gober- favor, como tampoco lo movieron los demás reyes
nando con un absolutis-mo extremo, en contra de los cristianos europeos, todos ellos emparentados con
intereses de la Iglesia. A la heterodoxia de las imágenes el Rey Sabio, pero aterrorizados por el poder ponti-
en que el rey Sabio se representa como rey trovador, en ficio; paradójicamente, solo su enemigo musulmán,
el Códice Rico de las Cantigas (Escorial, T.I.1.), donde el emir de Marruecos Ibn Yûsuf, le echó una mano,
parece preceder y adoctrinar a los mismos obispos, se poniéndose de su lado15.
une el renacimiento de la astrología pagana en el Lapi- Estos hechos pudieron influir poderosamente en
dario y en otros manuscritos astrológicos alfonsíes. la mente de Alfonso, llevándole a desenganchar su
Todo esto sobrepasaba los límites de la tolerancia por programa educativo-cultural de la latinidad occiden-
parte de la jerarquía eclesiástica castellana. tal y orientarlo hacia una actitud abierta a las cien-

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cias, teniendo como fundamento los libri naturales de peso muerto de su identificación con la Iglesia y sus
Aristóteles difundidos en versiones árabes. Porque no actitudes antisemitas17. Sin duda, los judíos peninsu-
cabe duda de que era muy consciente de que los mu- lares vieron una oportunidad de incorporarse al nuevo
sulmanes estaban usando una información tecnológi- poderío de Castilla y su soberano, realizando para él
ca muy superior a la de los cristianos, especialmente un tipo de incorporación de la cultura islámica que
en el campo de la lengua y en la producción de libros solo tenía razón de ser en la lengua común a las tres
y la traducción de textos de la antiguedad16. comunidades religiosas que convivían en la Penínsu-
En la Península Ibérica, desde luego, halló un pa- la; pero esto no quita mérito alguno a su gran contri-
norama desolador por lo que se refería al estado de la bución al desarrollo y perfeccionamiento del castella-
lengua hablada, o escrita, el latín, que un clero anal- no como lengua de cultura. También en este aspecto
fabeto había sido incapaz de mejorar (recordemos la multirelioso-multicultural Alfonso X tenía una gran
anécdota: el papa no pudo excomulgar a los clérigos deuda contraída con su padre que había iniciado el
concubinarios salmantinos porque no entendían el de- movimiento y que por multitud de razones fue lla-
creto de excomunión). Aquella lengua con la que la mado “Rey de las tres religiones”.
cristiandad se hallaba unida sentimentalmente desde A Alfonso, educador, no le quedaba otra alternati-
hacía miles de años, según Alfonso, era incapaz de va válida más que adoptar el castellano como la nueva
seguir siendo la lengua de cultura. En el proceso de lengua de cultura, con la ventaja de que era también
decidir cuál iba a ser la nueva lengua, Alfonso tuvo la lengua materna hablada por las tres etnias sin gran
también presente el estado y la composición étno- conflicto religioso o cultural. Esta actitud del Rey
religiosa de sus súbditos. Sabio hacia el saber y su difusión en castellano fue
No es fácil entender, para el que no esté famil- elogiada una y otra vez por sus colaboradores musul-
iarizado con la cultura peninsular de la Edad Media, manes, judíos y cristianos. En el prólogo a la versión
cómo el saber científico alfonsí está íntimamente latina del hermético Liber Razielis Archangeli escribe
trabado con la formación de la lengua y su política el traductor, el “maestro Juan clérigo” (probablemen-
lingüística, y cómo los científicos de la corte fueron te se trata de Juan d’Aspa, el único colaborador en las
también los responsables del desarrollo lingüístico y tareas científicas que era clérigo):
los que le ayudaron a superar el dilema. La lengua
más hablada en aquel momento era el árabe; pero Tuvo al alcance de la mano los libros de los fi-
adoptar el árabe como lengua oficial del reino hubiese lósofos y a su lado hombres sabios que los en-
tendían, haciéndoles gracias y mercedes; ellos
comportado alienar la comunidad cristiana. Por otro
traducían siempre por su mandato los libros me-
lado, adoptar el latín, lengua de la Iglesia y de la teo- jores y más perfectos de cualquier arte o ciencia
logía, entre otros inconvenientes, hubiese supuesto tratasen y de cualquier lengua en que estuviesen
empezar desde cero en su enseñaza, en un momento compuestos, pasándolos a lengua castellana18.
en que el crecimiento del vernáculo era imparable,
además hubiese alienado a dos grandes sectores so- En este contexto político y social debemos citar
ciales, musulmanes y judíos, lo cual era igualmente como referencia obligada y válida, más que influjo,
inaceptable. Los hispanohebreos, como han sostenido el posible origen de la versión alfonsí de una cultura
D. Américo Castro y otros estudiosos, se identificaban cristiana, como calco de posibles modelos lingüísti-
con la cultura árabe y aparecían como únicos dueños co-culturales musulmanes, el que pudo haber reci-
de vastas provincias del saber (filosofía y ciencias) bido del último gran califa de Córdoba, al-Hakam II
apenas representadas dentro y fuera de la Península. (961-976). Los estudiosos de la obra alfonsí han hal-
Orgullosos de su incontrastada superioridad, repre- lado múltiples semejanzas entre el mecenazgo alfonsí
sentaban el concepto de avance intelectual que un rey y el practicado por los gobernantes de al-Ándalus. Es,
como Alfonso X no podía dejar de aprovechar para pues, hacia estos modelos que debemos dirigir nues-
articular su programa educativo y cultural. Los he- tra atención cuando se trata de determinar cuáles fue-
breos ofrecerían al monarca un programa de caste- ron los determinantes de aquella decisión que cambió
llanización de la cultura islámica como hegemonía para siempre el destino de la lengua predominante en
peninsular. Fueron ellos quienes hicieron posible un la Península.
proyecto alfonsí centrado sobre “lo que el hombre ha Como Alfonso X, al-Hakam II fue un apasionado
sido históricamente, lo que debe ser moral y jurídica- de la ciencia y se sabe que coleccionó una extraordi-
mente, [y] lo que las estrellas hacen que sea”. Tales naria cantidad de textos científicos, filosóficos y li-
judíos solo sentían indiferencia o desprecio hacia el terarios de toda índole, algunos de los cuales, por ca-
latín, lengua en la que apenas encontraban nada que nales desconocidos, siglos más tarde, fueron a parar
aprender y que para colmo arrastraba para ellos el a las manos de Alfonso y sus colaboradores, como

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fue el caso del Lapidario. No creo, sin embargo, que La cultura promovida por el Rey Sabio, aunque no
Alfonso, contrariamente a lo que se ha dicho reciente- guarda relación con la parisina, figura en la vanguar-
mente, intentase rescatar volúmenes de aquella fabu- dia de su tiempo y su modernidad justifica su larga
losa biblioteca, para construir la propia. Sabemos por repercusión, hasta el siglo XVI, en ambientes cortesa-
el historiador Ibn Khaldún que Almanzor, al morir al- nos y no eclesiásticos. Don Alfonso, según la mencio-
Hakam II, entregó a los alfaquíes, o teólogos, la ma- nada estudiosa, fue en parte continuador de la tarea
yor y mejor parte de la espléndida biblioteca califal, de Federico II Staufen aunque, como conocedor de la
para que expurgasen y destruyeran con el fuego todo astrología, llegó más lejos (remontándose con mayor
lo que juzgasen nocivo para la fe. En aquel fuego, de- seguridad hasta las fuentes griegas y orientales) por
safortunadamente, debieron perecer muchas obras de haber estado en contacto, tras la conquista de Anda-
ciencias y filosofía griega, junto con volúmenes sobre lucía (Sevilla en 1248 por su padre  Fernando III),
las demás religiones existentes en la Península. Tam- con lo más avanzado de la ciencia islámica. Su reper-
bién entonces, como ahora, la lucha se libraba entre cusión fue mayor que la de su tío, como lo demuestra
el saber inteligente y el rudo fanatismo. Por otro lado, la existencia de diversas copias de los siglos XIV y
sabemos que Alfonso no fue un bibliófilo, en sentido XVI tanto del Libro de las Figuras de las Estrellas
que se interesase en coleccionar obras, sino que fue Fijas (dentro de los Libros del Saber de Astrología),
el arquetipo del estudioso activo que necesita cons- como del Lapidario y del Picatrix. 
tantemente consultar obras nuevas y diversas para su
trabajo y que irá en su búsqueda donde quiera que se P. - Y ahora volvamos a la primera parte de la pregun-
encuentren. No creo, pues, que tuviese un propósito ta: ¿Era Alfonso X un hombre adelantado a su tiempo
deliberado de rescatar la legendaria colección de al- y de alguna forma un príncipe renacentista?
Hakam II.
Como he señalado en otros trabajos, la obra cientí- R. - De lo dicho hasta aquí, no creo que sea muy
fica de Alfonso X en el campo de las ciencias de la difícil concluir que Alfonso fue un hombre adelan-
naturaleza y en general todo su programa cultural per- tado a su tiempo, como rey legislador, educador y
maneció ajeno a los problemas filosóficos-teológicos como hombre de ciencia, y sobre todo, de cara a no-
que durante su reinado se debatieron acaloradamente sotros, como creador de una nueva lengua de cultura,
en las universidades europeas, agitados por person- el castellano. Todo esto era impensable en la Europa
alidades como Alberto Magno, el padre de la ciencia latino-cristiana del siglo XIII. El comentario de Ave-
medieval en el ámbito de la Escolástica, y Tomás de rroes a la República de Platón, tenido muy en cuenta
Aquino, el padre de la teología. Alfonso, de espaldas por Alfonso X en la composición de la Segunda par-
a las controversias parisinas sobre el aristotelismo- tida, deja en claro que el bienestar de los goberna-
averroísta, no titubeó en fundar en Sevilla unas es- dos requiere un gobernante en posesión de todas las
cuelas generales basadas en las ciencias de la natu- virtudes teóricas y prácticas, pero que deberá poseer
raleza y el estudio del árabe, y si fracasaron después también la capacidad de enseñarlas en uso tanto de su
de su muerte, desapareciendo en el siglo XIV tras capacidad racional como de sus recursos retóricos y
un largo periodo de languidez, debemos atribuirlo a poéticos, conforme a la naturaleza del perfecto imam.
la intervención de un clero y de unos sucesores que Dicho gobernante ideal, continua diciendo Averroes,
prefirieron inspirarse en las ideas de la Universidad deberá combinar las dotes de rey, legislador y filó-
de París, centrada en la Metafísica y en la Teología, sofo. Deberá hallarse bien dotado para el estudio de
antes que en las ciencias.  las ciencias y gozar de buenos poderes de retención
La obra alfonsí nació en la encrucijada de dos cul- intelectual, hallarse interesado en indagaciones teóri-
turas, la islámica y la cristiana, y adoptó, como diji- cas, amar ante todo la verdad, huir de placeres sen-
mos más arriba, un carácter más bien laico, sin ser suales, no ser codicioso, tener nobles sentimientos,
ateo. En las Cantigas de Santa María se refleja una ser valiente y buscar siempre lo bueno y lo bello.
religión profundamente humanizada, Este pasaje del gran comentarista cordobés me lle-
va directamente a la segunda parte de la pregunta: ¿Fue
dirigida sobre todo a la sensibilidad e in- Alfonso de alguna forma un príncipe renacentista?
cluso a la sensualidad del lector y des-
Alfonso, podríamos decir con mayor propiedad,
cuidando el dogma. Es la religión de los
franciscanos, que va a impregnar el arte
fue un príncipe humanista medieval, como acaba de
bajomedieval, frente a las preocupaciones describirlo Averroes (no “renacentista”, a la manera
dogmáticas de los dominicos, fundadores del Principe de Machiavelli); si se quiere, Alfonso
de la Inquisición en el siglo XIII (Ana fue el sueño y el ideal de los “príncipes renacen-
Domínguez, art. cit.). tistas”. Fue educado en la corte de Castilla, lugar de

10 - Argutorio 40 - II semestre 2018


nacimiento de la cortesía como concepto y práctica dada... [fue] Rey de todos los hechos granados
que reclama una disposición desde dentro, que ema- (PCG, II, p. 771).
na de la misma “puridad” del hombre, de la zona
interior de su secreta conciencia, y se proyecta en A todas luces, esta imagen de Fernando III es la
su conducta social, poniendo ambos planos en con- proyección de la propia (Alfonso fue llamado por los
formidad. De este equilibrio entre el interior y lo trovadores “rey de cortesía”); y por tanto, debemos
exterior emana la serenidad, la lealtad, la nobleza asumir que, cuando el Rey Sabio teje el incomparable
y la mesura de la persona: su adab, su cortesía19. elogio de su padre, educado en los buenos modales
Sabemos que Alfonso X modeló su reino y su propia de la cortesía que caracterizaron las cortes de Castilla
personalidad siguiendo meticulosamente los dicta- y León a partir de Alfonso VIII y Alfonso IX, está
dos y el ejemplo de su padre, cuya corte fue mo- hablando de sí mismo; y otro tanto debemos pensar
delo viviente de la curialitas y la cortesía; términos cuando hace de su padre el modelo de príncipe, culto
que, junto con el árabe adab, descrito por Averroes, y educado, que propone no solo en la Segunda Par-
encarnan la valoración humanística de la sociedad tida sino también en el Setenario:
promovida por Alfonso X.
Y además de todo esto, era mañoso en todas las
buenas maneras que todo buen caballero debía
usar; pues sabía bofardar bien y lanzar y recibir
armas muy bien y muy competentemente. Era
experto cazador de toda caza, así como jugador
de tablas y de ajedrez y otros muchos buenos
juegos; le deleitaban los buenos cantores y él
mismo lo sabía hacer; gozaba de la presencia en
la corte de hombres que sabían trovar y cantar y
de los juglares que tocaban bien los instrumen-
tos, cosa que le entusiasmaba mucho y entendía
quién lo hacía bien y quién no (p. 13).

Baltasar Castiglione (1478-1529) no lo hubiese


descrito mejor en su Cortesano.
La deuda contraída y la admiración que sentía por
su padre se extendía a todos los aspectos de su per-
sona y quehaceres humanos. Al trazar su retrato, nos
habla del ambiente ilustrado de la corte fernandina
y en particular de su padre como “omne conplido”,
encarnación del perfecto caballero cristiano, del cor-
tesano discreto y prudente y del príncipe humanista,
mecenas de artistas y preocupado por todas las mani-
festaciones de la cultura más refinada de la época, los
deportes, los juegos de mesa, y la música; no viendo
en todo esto contradicción alguna entre sus cuali-
dades morales, su interior, y sus actitudes seculares
Dos reyes jugando a los dados. Del Libro de los juegos de ajedrez, de hombre cortés.
dados y tablas.
En el proceso de convertir a su padre en el mo-
delo perfecto de príncipe cristiano, Alfonso va mucho
Cuando se trata, pues, de establecer la imagen del más allá de la alabanza filial, pasando a toda una serie
príncipe ilustrado en posesión de todas la cualidades de viñetas de carácter biográfico en las que lo dibuja
más deseadas para gobernar bien y resplandecer en la comiendo, bebiendo, “seyendo” [sentado], yaziendo,
corte y ante la sociedad que gobernaba, Alfonso no estando, andando y cabalgando.
tiene mejor modelo que proponer que su padre:
Comía moderadamente, ni mucho ni poco. Lo mismo
... fue rey mucho mesurado y cumplido de toda hacía en el beber; porque bebía cuanto es convenien-
cortesía; y de buen entendimiento, muy sabedor; te y no de otra forma, ni mucho ni a menudo. Sabía
y muy bravo y muy sañudo en los lugares donde presentarse de tal manera en público que todo el que
convenía, muy leal y muy verdadero en todas le veía se percataba de que era el señor de todos los
las cosas en que la lealtad tuviese que ser guar- demás que estaban presentes (Setenario, p.12).

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 11


Alfonso X, que sin duda conoció a su padre mejor P. - Por lo que he leído, en su libro y en otros, Al-
que ningún cronista, nos dejó de él un retrato que, fonso X estuvo detrás de muchas obras “científicas”:
sin olvidar sus virtudes cristianas, enfatiza las cuali- Tratado del cuadrante señero, Tablas alfonsíes, Libro
dades más humanas y terrenas de su progenitor casi conplido en los judizios de las estrellas, Lapidario,
a un nivel naturalista, exaltando su hermosura físi- Libro de las cruzes, Quadripartitum, Picatrix, Liber
ca, su apostura, su buen continente, su donosura y Razielis, Libro de las formas e imágenes, Libro de
sobre todo su buen entendimiento, su habilidad con astromagia. Creo que también se sospecha que a él se
las buenas palabras y las buenas maneras (Setena- deben traducciones de tratados de agricultura árabe.
rio)20. Es decir, Fernando III había puesto en práctica En general, ¿se puede decir que  apoyó creaciones
aquel estilo de vida cortesano que los estudiosos de fundamentalmente astrológicas y mágicas en el cam-
hoy día han identificado con la curialitas (o cortesía), po de la ciencia? 
concepto nacido en la corte de su bisabuelo materno,
Alfonso VIII (1158-1214), y que él definió magistral- R. - Ese largo listado de obras “científicas” alfon-
mente en la Segunda Partida (IX, 30), dejándonos síes (y no se incluyen todas), recoge esencialmente
una visión de la corte de Castilla que no tiene nada de dos grupos de obras: astronómicas/astrológicas y
efímero o fugaz, sino de gran estabilidad y serenidad. mágicas. Como ya dije más arriba, Alfonso no solo
Sin duda alguna, Alfonso X se halla en la trayecto- apoyó la creación de dichas obras, sino que colaboró
ria del “príncipe renacentista”, a medio camino entre activamente en todo el proceso de producción de las
el orientalismo de Saladino (1137-1193) y la opulen- mismas, traduciendo algunas y componiendo de raíz
cia humanística de Lorenzo de’ Medici (1449-1492), otras, y, finalmente, poniéndoles un prólogo de pro-
Il magnifico, y como él, mecenas de las artes. Las ilus- pio puño. Es posible que en su taller de traducción se
traciones que se conservan de Alfonso X, vestido con conservasen también los originales y las traducciones
fabulosos tejidos y mantos de manufactura oriental, de obras de agricultura, minería, medicina, matemáti-
son otras tantas manifestaciones exteriores de su con- cas, etc., como se conservaban obras de albeitería, de
vicción interior de príncipe humanista y no deslucen en caza, de juegos y otros libros de pasatiempo. Algunas
nada ante las de sus rivales e imitadores del siglo XV. de estas obras nos son bien conocidas, de otras sabe-
mos poco o nada.
P. - Y ya que mencionamos esa idea de “adelantado a El núcleo central de las obras “científicas” de Al-
su tiempo”, ¿era la Escuela de Traductores de Toledo fonso X gira en torno a la astronomía/astrología y
un intento de crear algo así como una Enciclopedia de a la magia como ciencia práctica derivada de la as-
la Edad Media? trología. Históricamente el apodo de “el Sabio”, no
siempre en sentido positivo, ha sido asociado más
R. - La, así llamada, Escuela de Traductores de To- bien con lo que Alfonso tenía de astrólogo o mago/
ledo, hoy es entendida más bien como un grupo de nigromante que con su saber astronómico. Aunque
traductores y estudiosos que fueron reuniéndose en son bien conocidas sus inclinaciones astrológicas,
Toledo tras su conquista por Alfonso VI (1085) y esto no debería limitar o reducir su ingente labor en
la llegada de los monjes cluniacenses. La actividad el campo de la astronomía que desde luego fue ex-
traductora e intelectual de estos grupos se protrajo traordinario, teniendo, entre otros colaboradores, a su
durante muchos años, pero no tuvo nunca, que se mismo confesor, Fr. Pedro Gallego, primer obispo de
sepa, un proyecto unificador que aunase los varios Cartagena, intelectual de punta de la corte alfonsí al
proyectos de traducción y a sus participantes bajo un cual se deben diversas traducciones de importantes
objetivo común, como pudo ser la creación de una textos científicos en el campo de la astronomía y la
“Enciclopedia de la Edad Media”. Los varios proyec- medicina21.
tos dependieron del patrocinador del momento y de Como ha puesto de relieve recientemente el es-
sus participantes. Terminado el proyecto, se deshacía tudioso de la ciencia alfonsí Javier Espiago, cuando
la colaboración entre los individuos, hasta que un escribe que la visión de Alfonso como astrólogo no
nuevo patrocinador promovía un nuevo proyecto con es una valoración parcial y negativa llevada a cabo
los mismos traductores u otros. Por tanto, no creo exclusivamente por algunos estudiosos actuales, sino
que hubo nunca un tal intento, aunque con los varios que ya existía en la Baja Edad Media una interesa-
proyectos llevados a cabo, en solitario o en equipo, da leyenda negra sobre las nuevas actitudes hacia el
hoy día, un equipo competente de estudiosos pudiera conocimiento en la que lo astronómico participaba de
compilar, sobre las bases de la traducciones llevadas las ciencias ocultas que las religiones no cristianas fo-
a cabo en Toledo y otras ciudades, una inmensa “En- mentaban. Los enemigos del progreso de las ciencias
ciclopedia de la Edad Media” peninsular.  y del saber frecuentemente han asociado al Rey Sabio

12 - Argutorio 40 - II semestre 2018


con estas corrientes más bien heterodoxas. El rechazo las maravillas celestes, pero también se interesaron en
había comenzado a organizarse antes del nacimiento ella desde la perspectiva de la superstición y lo oculto.
de Alfonso X y tenía raíces de confrontación de cul- Alfonso, en su condición de “escudriñador”, dedicó
turas, siendo muy difícil el reconocimiento de cual- varias obras a explorar esta gran incógnita de lo in-
quier mérito de los que eran señalados como con- visible. Los “iudicios de las estrellas” se imponían en
trarios22. presagios y horóscopos personales y colectivos como
Para algunos cristianos europeos, como insinu- respuesta a preguntas que no podían ser contestadas
amos al principio, en al-Ándalus anidaban los mis- por la ciencia astronómica o los instrumentos.
terios de un conocimiento hermético, esotérico o
enigmático, pues empleaba signos matemáticos e P. - Pero las Tablas alfonsinas describían el movimien-
instrumentos incomprensibles. No obstante, no fal- to de los planetas y la posición de las estrellas. ¿Tuvo
taron algunos curiosos centroeuropeos que deseosos esta obra mucha importancia? Me imagino que bási-
de penetrar aquellos saberes ocultos se atrevieron a camente fueron impulsadas por los científicos Isaac
acercarse a los varios centros peninsulares donde se ben Sid y Yehuda ibn Moisés ha-Cohen, ¿no?
impartían23. A partir de aquellas visitas y largas estan-
cias en España, las cosas empezaron a cambiar. En- R. Sin pretender entrar en el contenido de las Ta-
tre los varios enclaves peninsulares de traducciones blas alfonsíes, asunto que dejo para los astrónomos,
surgió el grupo de traductores mozárabes de Toledo, quisiera solo resumir brevemente lo que hoy sabemos
bajo dominio musulmán, pero con el patrocinio de de la obra científica más importante del scriptorium
mecenas cristianos, siendo el más conocido el or- alfonsí y su difusión en toda Europa. Las Tablas
ganizado por el arzobispo de Toledo D. Raimundo. fueron realizadas en la ciudad de Toledo entre 1263
En el campo de las ciencias hubo ya durante el siglo y 1270 por sus dos colaboradores más conocidos en
XII algunas traducciones importantes, como fue la de los trabajos científicos, los judíos Isaac Ibn Sid (cono-
las Tabulae astronomicae de Al-Khwarizmi (s. IX), cido también como rabi Çag Aben Çayd de Toledo) y
llevada a cabo entre 1116 y 1126 del original árabe Yehuda ben Moshé ha-Kohén. El manuscrito original
con nuevos cálculos toledanos. En 1140 se traduce no se ha conservado, pero tenemos una copia fiel de
el Introductorium in astronomiam de Abu Ma’shar y principios del siglo XVI (BNE, Ms. 3306) que con-
poco antes (h. 1135) había llegado a Toledo el gran tiene un magnífico prólogo de los autores en el que
empresario de las traducciones, Gerardo de Cremona, explican cuándo y cómo se compuso la obra y las
en busca del Almagesto de Ptolomeo, que consigue reglas para usarla correctamente. También nos infor-
y traduce al latín. En 1141 llega también a España el man que estas nuevas Tablas corrigen los errores que
Gran abad de Cluny, Pierre le Venerable, en busca de se habían detectado en la Tablas toledanas anteriores,
textos para combatir el Islam y se queda escandaliza- se introducen nuevos parámetros de medición, y se
do de la orientación astronómica islámica de algunos pone como punto de partida, o raíz, el inicio de la “era
scriptoria monásticos24. alfonsí”, es decir, el mediodía anterior al 1 de enero
Cuando a mediados del siglo XIII Alfonso X lanza de 1252, año en que Alfonso X subió al trono. La idea
su programa de traducciones, el grupo toledano lle- de proclamar el inicio de la “era alfonsí” en el prólo-
vaba ya más de un siglo de andadura, contando con go de su obra científica por antonomasia podemos
grupos bien organizados, aunque, como observa Es- decir que ha marcado el reinado del Rey Sabio y a él
piago, hacia los años cuarenta los que mantuvieron el personalmente como el rey que sobrepujó a todos los
programa de traducciones fueron principalmente sa- demás reyes en todos los campos del saber, científico
bios musulmanes y judíos, habiendo sido expulsados y humanístico:
de la ciudad la mayor parte de los mozárabes a partir
de 1143, bajo el dominio almohade. Et este es el reinado del Señor rey don Alfonso,
Los científicos a servicio de Alfonso X, tanto mu- que sobrepujó en saber, seso et entendimiento,
sulmanes como judíos y cristianos, pronto empezaron ley, bondat, piedat et nobleza a todos los reyes
a darse cuenta de que los cálculos matemáticos so- sabios. Et por esto tovimos por bien de poner
por comienzo de era ell año en que comenzó
bre las distancias y las órbitas de los planetas, o la
a reinar este noble rey, por cabsa que se use
extensión del universo, así como los más refinados
et manifieste esta era, ansí como se usaron et
instrumentos, tenían sus limitaciones; no podían dar manifestaron las otras eras antes della, porque
respuestas científicas a la gran incógnita que yacía dure et quede la nombradía deste noble rey ý
más allá del mundo visible. La última respuesta, se para siempre. Et posiemos el comienzo deste
pensaba, se hallaba en la Astrología, ciencia en la que año sobre dicho 1252 ser comienzo desta era, et
se buscaba la justificación del asombro provocado por posiémosle nombre la ‘era alfonsi’25.

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 13


Estas palabras, estampadas en un tono tan contun- concepción del mundo, todos los seres reciben sus
dente a la cabecera de la obra más conocida de Alfon- cualidades de los cielos, es decir, de los astros que
so X, sin duda debieron cambiar la visión de “mago” forman las constelaciones y planetas. Alfonso expuso
y “nigromante” que de él tenían muchos europeos. claramente esta concepción del mundo en el prólo-
Los que las escribieron se sabía que eran científicos go que escribió para la traducción del Lapidario, al
serios y que con ellas expresaban su profunda convic- formular los fundamentos filosóficos de la astrología
ción acerca del talante científico de su patrocinador. como ciencia:
Las Tablas, como otras obras astronómicas y as-
trológicas, fueron, por mandato de Alfonso X, tradu- Aritóteles, que fue más complido que los otros
cidas al latín con el objeto de darles mayor difusión filósofos y el que más naturalmente mostró
fuera de España en un momento en que Alfonso aspi- todas las cosas por razón verdadera y las hizo
raba a la corona imperial. La versión latina se difundió entender cumplidamente según son, dijo que to-
das las cosas que están bajo los velos [cielos] se
rápidamente a varias ciudades europeas, copiándose
mueven y se enderezan por el movimiento de
en infinidad de manuscritos muchos de los cuales los cuerpos celestiales, por la virtud que tienen
afortunadamente se conservan. En 1327 fueron adap- de ellos, según lo ordenó Dios, que es la primera
tadas en la Universidad de París por Juan de Sajonia, virtud y de donde la tienen todas las otras; mos-
cuya versión fue llevada por primera vez a la imprenta tró que todas las cosas del mundo están trabadas
por Echard Ratdolt en 148326. Esta versión fue la que y reciben virtud unas de otras, las más viles de
más tarde circuló en todas las universidades europeas las más nobles, y que esta virtud aparece en unas
y la que consultaron científicos y astrónomos, como más manifiesta, así como en los animales y en
Copérnico y Galileo, cuyos ejemplares se conservan. las plantas, y en otras más escondida, así como
Antes de cerrar este apartado sobre la obra cientí- en las piedras y en los metales27.
fica más importante entre las astronómicas, quisiera
volver la atención sobre las astrológicas, igualmente Esta visión aristotélico-averroísta del macrocos-
muy numerosas, así como sobre las que se ocupan de mos tiene su reflejo en el microcosmos; entre ambos
magia y nigromancia, teniendo siempre presente que hay una constante interrelación; una especie de ley de
la línea divisoria entre astronomía y astrología era tan simpatía universal que regula todas estas relaciones
tenue que a veces no existía; asimismo, la línea divi- en las que el influjo de los seres celestiales es con-
soria entre magia positiva y nigromancia era tan sutil tinuo y necesario para el funcionamiento y la super-
que prácticamente se intersectaban. vivencia de las criaturas terrenales. De ahí que la fun-
También en la manifestación del saber cientí- ción del sabio astrólogo/mago sea adquirir el máximo
fico astrológico alfonsí debemos tener en cuenta el conocimiento de los astros, de tal manera que dicho
trasfondo cultural y los fundamentos filosóficos en conocimiento le permita modificar la influencia de los
los que se apoyaba si queremos entender y formular seres celestiales sobre los terrenales. Esta es la magia
una valoración de su vocación de astrólogo. que, como veremos más adelante, profesaba el Rey
La obra cultural promovida por el rey Sabio nos Sabio.
ha llegado en infinidad de códices repletos de minia- Alfonso se puede decir que estaba obsesionado
turas de los que se desprende claramente un mensaje: con esta cosmología aristotélica aprendida en los
la obra se halla anclada en un contexto sapiencial y científicos árabes. Por eso cuando descubrió el Libro
astrológico, y para entenderla necesitamos hacer un de la escala de Mahoma le debió parecer que había
esfuerzo que comporta la comprensión del lugar emi- descubierto el ejemplo perfecto de esta doctrina, en
nente que ocupaba la astrología en la ciencia medieval. el que físicamente podía ver la puesta en práctica de
La astrología alfonsí descansa sobre un razonamiento aquella doctrina filosófica. En el prólogo de la traduc-
que nos lleva a apreciar el impacto y la penetración ción francesa (la castellana no se conserva), llevada
que el naturalismo aristotélico-averroísta alcanzó en a cabo por uno de sus traductores favoritos, se dice:
todas las capas de la sociedad, aun entre las más altas,
como era la corte y el scriptorium real. Este es el libro que llaman en árabe Halmaereig,
que significa en castellano tanto como ascender
Los orígenes remotos de la visión alfonsí del mun-
a las alturas. Y este libro lo hizo Mahometo y
do se encuentran en la filosofía griega de la naturaleza
le puso este nombre y por eso lo llaman así las
tal como había sido trasmitida por los musulmanes, gentes. Y este libro muestra la subida de Maho-
en la que el hombre no era más que uno de los compo- ma, cómo él subió por la escalera del cielo, tal y
nentes de la cadena de los seres (minerales, vegetales como oiréis más adelante, y vio todas las mara-
y animales), aunque, dada su naturaleza racional, se villas que Dios le mostró, como él mismo dice y
hallase en la cima de la pirámide natural. Según esta el libro indica. Y este libro lo tradujo Habraym,

14 - Argutorio 40 - II semestre 2018


judío y físico del ilustre varón el señor Don Al- ducidos del latín al toscano e iluminados en Sevilla
fonso, por la gracia de Dios, rey de los Romanos en 1348.
siempre augusto, y Rey también de Castilla, de
Toledo, de León, de Galicia, Sevilla, Córdoba,
Murcia, Jaén y el Algarbe. Y dividió el libro en
85 capítulos, para que se pudiera leer más lige-
ramente. Y tal y como fue traducido dicho libro
por Habraym [en la versión latina pone Abra-
ham], del árabe al español, yo, Buenaventura de
Siena, notario y escribano de mi Señor el Rey
antes nombrado, por su mandato lo traduje del
español al francés...”28. 

La historia de la sorpresa y suspensión del Rey


Sabio ante el descubrimiento de una nueva obra se re-
pite en muchos otros prólogos, como en el del Primer
Lapidario (Escorial Ms.h.I.15), en el que habla tam-
bién de una traducción, y no de un texto del Rey, y en
el Libro de las Formas e Imágenes que están en los
Cielos (Escorial, Ms.h.I.16, fol.1), en el que acontece
lo mismo; así como en obras de ficción, como Ka-
lila e Dimna, que mandó traducir cuando todavía era
príncipe.
Entre las obras astrológicas, tal vez la más popular
haya sido el Libro conplido en los judizios de las es-
trellas, traducción del tratado respectivo de Aly Aben
Ragel, compuesto hacia 103729. El traductor fue su
fiel colaborador Yehuda ben Moshé ha-Kohén (que
dio principio a su traducción “el 12 de marzo de 1254,
a las seis y media de la mañana”), el cual había termi-
nado la traducción del Lapidario cuatro años antes.
Me interesa señalar esta obra por ser un manual
de astrología en el que se hallan reunidos los cono-
cimientos esenciales de esta ciencia, empezando por La singular imagen de la Aritmética en una vidriera de la catedral
el principio, y exponiéndolos de una forma didáctica de León (se encuentra en la parte alta del lateral izquierdo).
clara y precisa para que todos los entiendan. El mo-
tivo central de la obra es la correcta adivinación, que Debemos también mencionar, aunque sea breve-
se funda en la mencionada teoría aristotélica del in- mente, aquellas obras “científicas” por las que ha sido
flujo de los astros sobre el mundo sublunar que son más denigrado y ridiculizado el Rey Sabio, las que
los que determinan todo lo que acontece (“según lo se ocupan de magia y nigromancia. Como es sabido,
ordenó Dios”). Recorriendo, pues, la topografía as- Alfonso X fue un apasionado de las ciencias ocultas
tral, la obra va discutiendo los más variados aspectos y esotéricas, como la nigromancia, ciencia a la que
y preocupaciones de la vida humana, en relación con dedicó varios tratados. Uno de los más conocidos y
la vida íntima, amores y desamores, casamientos y usados en toda Europa fue el llamado Picatrix sobre
descasamientos, así como la social, los negocios, la el que también diré algo más adelante.
guerra y otros acontecimientos colectivos. El libro Antes de presentar estas obras que, por un malen-
tuvo un gran éxito: fue traducido al latín por lo menos tendido, han desprestigiado al Rey Sabio, haciéndolo
dos veces, una de ellas, por mandato del Rey, por los pasar por “mago” o “nigromante”, que, en realidad, en
dos notarios de la curia real, los italianos Egidio de la teminología medieval, eran sinónimos de “sabio”,
Tebaldis y Pietro de Reggio; de esta versión latina se es decir, “escudriñador de ciencias”, conviene tener
hicieron versiones completas al hebreo, al portugués presente el siguente texto de las Siete Partidas en el
y al alemán, y versiones parciales al inglés, al ho- que expone qué debe entenderse por nigromancia:
landés, francés y catalán (estas dos últimas perdidas).
La totalidad de los Libros del saber de astrología, de Adevinanza tanto quiere decir como querer to-
los cuales forma parte el Libro conplido, fueron tra- mar poder de Dios para saber las cosas que son

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 15


por venir. Et son dos maneras de adevinanza: la guna cosa en esta razón, acaeciéndoles muchas
primera es la que se face por arte de astronomía, ocasiones por el espanto que reciben andando de
que es una de las siete artes liberales; et esta se- noche buscando estas cosas tales en los lugares
gunt el fuero de las leyes non es defendida [pro- extraños, de manera que algunos de ellos mue-
hibida] de usar a los que son ende maestros et ren, o quedan locos endemoniados; por ello pro-
la entienden verdaderamente, porque los juicios hibimos que ninguno sea osado de querer usar
y los asmamientos [resultados probados] que se tal enemiga [maldad] como ésta, porque es cosa
dan por esta arte son catados [observados] por el que pesa a Dios y viene de ellos muy gran daño
curso natural de los planetas et de las estrellas a los hombres32.
et tomados de los libros de Tolomeo et de los
otros sabidores que se trabajaron [esforzaron] de La nigromancia, o magia negra, reprobada por Al-
esta esciencia; mas los otros que non son ende fonso no es la que él profesó. Para Alfonso la magia
sabidores non deben obrar por ella, como quier como ciencia es claramente uno de los siete saberes
que se puedan trabajar [esforzar] de aprenderla
liberales que pertenece a las ciencias de la natura-
estudiando en los libros de los sabios […] pero
los que ficiesen encantamientos u otras cosas leza derivadas de la Astronomía: “Ca [los sabios e
con buena entención, así como para sacar demo- las sabias de la mágica] departen assí sobrello que
nios de los cuerpos de los homes, o para deslegar la mágica vna manera e vna parte es del arte del es-
[separar] a los que fuesen marido et muger que tronomía” (GE, II, 2, 340b); y “es mago el qui sabe
non pudiesen convenir en uno, o para desatar ell arte mágica, et la sciencia mágica es aquel saber
[desencadenar] nube que echase granizo o niebla con que los quel saben obran por los mouimientos de
porque non corrompiese los frutos de la tierra, o los cuerpos celestiales sobre las cosas terrenales...”
para matar langosta o pulgón que daña el pan o (GE, II, 1, 86a); pero no puede dejarse en manos de
las viñas, o por alguna otra cosa provechosa se- incompetentes y charlatanes.
mejante destas, non debe haber pena, ante deci-
Más allá de esta explicación del estudioso,
mos que deben rescebir gualardón por ello30.
podemos decir que la razón profunda, esencialmente
filosófica y científica de su interés por la magia, nos
Es decir, toda la razón de ser de la nigromancia
la dieron sus colaboradores en el prólogo del Libro de
es querer saber las cosas antes de que acontezcan,
las cruzes, considerado el primer tratado astrológico
pretendiendo así hacerse con conocimientos que son
en lengua castellana:
exclusivos de Dios. Esto, Alfonso, como responsable
de la integridad moral de sus súbditos, no lo podía
Et por que él leyera, et cada un sabio lo affirma,
aprobar, puesto que era perfectamente consciente de el dicho de Aristotil que dize que los corpos de
las secuelas nefastas que acarreaba la profesión de yuso [abajo], que son los terrenales, se man-
mago y nigromante en la población sencilla cuando tienen et se gouiernan por los mouemientos de
era practicada por ignorantes de esta ciencia; por eso los corpos de suso [arriba], que son los celestia-
marca claramente distancias entre la nigromancia les, por uoluntad de Dyos entendió et connoció
como ciencia y su versión degradada entre charlata- que la sciencia et el saber en connocer las signi-
nes y falsos adivinos; de ahí la proscripción tajante ficationes destos corpos celestiales sobredichos
de practicarla en sus reinos. La prohibición alfonsí sobre los corpos terrenales era muy necessaria a
merece ser mencionada aquí porque capta de manera los homnes33.
sorprendente realidades y circunstancias que descri-
ben los aspectos más impensados de la obra de un Entre los tres beneficios que los hombres derivan
mago y nigromante toledano contemporáneo, cono- de la “mágica”, Alfonso pone los remedios médicos,
cido como Virgilio de Córdoba31; lo cual nos lleva a tanto si se trata de farmacopea como de cirujía:
pensar que su legislación recoge noticias, no solo de
E de las obras de la mágica de las mexclas
fuentes jurídicas y filosóficas, sino también de acon-
nació otrosí al mundo en los omnes el cuy-
tecimientos cotidianos y de obras de tono más popu- dado de la guarda de los cuerpos. Onde en
lar, que probablemente circulaban en Toledo, cuando las mezclas de las yeruas, e de las semien-
prohíbe sin cortapisas la profesión a que se dedicaba tes [semillas], e de las otras cosas asacaron
el pseudo Virgilio: [dedujeron] commo se començó la física
[medicina], e se ficieron los axaropes [ja-
Nigromancia dicen en latín a un saber extraño rabes] e otros beurajos [bebidas] e letuarios
que es para encantar los espíritus malos. Y por- [ungüentos] contra las enfermedades de los
que de los hombres que se esfuerzan por hacer cuerpos e contra los dolores. E fallaron otrosí
esto viene muy gran daño a la tierra y señala- de aquí los sabidores las melezinas de las lla-
damente a los que los creen y les demandan al- gas e de las exidas [heridas], e el saber de los

16 - Argutorio 40 - II semestre 2018


celurgianos [cirujanos], e de los albeytares Si de la nigromancia pasamos a la astromagia,
[veterinarios], e de los sangradores (GE, II, la última manifestación de la astrología alfonsí, nos
2, 341b). encontramos con las dos últimas obras que vamos a
considerar: Picatrix y el Liber Razielis Archangeli,
La astrología y las demás ciencias derivadas o an- ambas se hallan en el mismo manuscrito astrológico
cilares de ella cautivaron de tal manera la mente del vaticano (Reg. lat. 1283) publicado recientemente
Rey Sabio que se puede decir que las huellas de es- con el título Libro de Astromagia36.
tas ciencias se hallan en todas sus obras escritas y en Es en estas obras donde se manifiesta el aspecto
las más variadas manifestaciones artísticas, desde las más incomprensible, y hasta un cierto punto contra-
miniaturas en los códices de las obras mismas hasta dictorio, de la cultura alfonsí, al presentarse clara-
las extraordinarias representaciones en las Cantigas mente teñida de hermetismo y, como tal, debemos
de Santa María, donde se mezcla con extraordinaria pensar que se concibió para pequeños círculos de sa-
facilidad lo sagrado con lo mágico y lo profano. bios y no para el pueblo llano, como él mismo reparó
Estas huellas las hallamos también en sus obras en un pasaje del Libro de Astromagia, donde se mues-
arquitectónicas, como la catedral de León, iniciada tra muy consciente del riesgo que corría de ser mal
durante su reinado, donde se conserva en una espec- entendido o de que su saber fuese, por incompetencia
tacular vidriera la única imagen conocida de Alfonso o ignorancia, mal usado, advirtiendo del peligro que
X en la que aparece vestido con todas las insignias esta ciencia representaba para los que no estaban pre-
de Emperador (corona, cetro y poma), dignidad que parados para recibirla37.
en aquel momento estaba esperando fuese confirmada Conviene, sin embargo, tener presente que, tras la
por el papa, tras su elección a Rey de Romanos. En la lectura de estas últimas obras uno se percata de que el
vidriera conocida como “La cacería”, otra pasión del pensamiento hermético alfonsí se manifiesta no solo
Rey Sabio, de tema completamente profano, vemos, en los aspectos filosóficos-científicos expresados en
junto con jinetes y hombres armados dispuestos para dichas obras, sino también en sus obras religiosas y
la caza, representaciones del trivium y el quadrivium morales, así como en las miniaturas del Codice Rico
medieval; entre las artes liberales representadas se de las Cantigas (Ms. Escorial, 1.1.1), donde aparece
puede contemplar la Aritmética, que los medievales, Alfonso, rodeado de un círculo de cortesanos y aleja-
por razones obvias, asociaban con la magia de los nú- do del pueblo; de donde se desprende, como dijimos
meros en la construcción de las catedrales. Es digno más arriba, el carácter restrictivo que quería mantener
de ser notado que la representación de la Aritmética en este aspecto de su cultura. La heterodoxia de las
en la Catedral de León, a diferencia de la consabida imágenes en que el Rey Sabio se representa como
alegoría de las siete arte liberales como siete don- rey trovador, se conecta así con el renacimiento de la
cellas (como fueron representadas, por ejemplo, en astrología pagana en las espectaculares ilustraciones
una vidriera de la catedral de Toledo), aquí vemos a de los Lapidarios y en otros manuscritos astrológicos
unos monjes haciendo cálculos matemáticos, tal vez alfonsíes. 
relacionados con la construcción de la catedral34. En Se trata, efectivamente, en el primer caso, Pica-
la catedral de León se halla también la singular ima- trix, de una obra de nigromancia astrológica que, por
gen de Simón Mago, el rival de Jesús, en un templo mandato de Alfonso X, se tradujo del árabe al caste-
cristiano (!), prototipo del sabio alquimista medieval llano. En el prólogo se nos dice que fue compilada
rodeado de sus alumnos. por Norbar el Árabe en el siglo XII sobre la base de
La Alquimia fue otra de las ciencias que gozó de un texto atribuido a un sabio indio llamado Kancaf
gran prestigio durante la Edad Media y, como la Arit- que habría vivido en Bagdad en torno al 800 d. C.
mética, se relacionaba también con la construcción Este sabio hindú reveló sus conocimientos “de arte
de catedrales; de hecho, aparece también en una de mágica y cómo obran las cosas que hay bajo el cielo
las vidrieras de la fachada sur de la catedral leonesa de la luna” a su discípulo Sirez de Babilonia. Como
un alquimista con su matraz, personaje que, como el sucede frecuentemente en estas obras, en los prólo-
matemático y el mago, sin duda tuvo mucho que ver, gos se finge una larga historia acerca de la trasmisión
según el restaurador de las vidrieras J. M. Rodríguez del texto para legitimar su autenticidad y sobre todo
Montañés, con la creación de los colores, como el la validez científica. En realidad, la crítica moderna
amarillo de plata, que fue el resultado fallido de in- cree que se trata de una traducción del árabe de una
tentar convertir el nitrato de plata en oro; es decir, el obra compuesta en la Península Ibérica a mediados
arte secreto de la Alquimia practicado en la composi- del siglo XI por el famoso astrónomo andalusí Abu-l
ción de las vidrieras, que la ciencia moderna todavía Qasim Maslama ibn Ahmad de Madrid, o pseudo al-
no ha conseguido reproducir35. Magrití, conocida como La meta del sabio (Ghayat

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 17


al-hakim). La traducción castellana probablemente pus hermeticum, que, como es sabido, está formado
fue llevada a cabo por el favorito traductor de Alfonso por una colección de textos de una religión secreta
X, Yehudá ben Moshé ha-Kohén, a mediados de los del siglo II o III d. C. Fascinante tema que el espacio
cincuenta. Esta versión castellana y el original árabe limitado de este artículo no me permite desarrollar en
se han perdido, pero se han conservado los índices mayor detalle.
en un manuscrito de la Biblioteca Vaticana estudia-
dos por Raquel Díaz38. Estos Índices fueron reusados
sucesivamente en la traducción del Lapidario, obra
del mismo traductor39; lo cual pudiera significar que
la primera versión de Picatrix se hizo al castellano, y
no al latín, entre 1243 y 1250.
De todas formas, en 1256 se hizo en el scriptorium
alfonsí una versión completa del árabe al latín, quizá
por Egidio de Tebaldis, el cual ya había traducido para
Alfonso, también al latín, entre otras obras, el Tetra-
biblos, o Quatripartitum, de Ptolomeo. El autor de
la traducción latina afirma en el prólogo que la obra
fue compilada por un tal “Picatrix”, reuniendo más de
doscientos libros de filosofía, y la llamó con su propio
nombre40. La versión latina tuvo tal difusión en Eu-
ropa (sabemos que fue conocida, entre otros muchos,
por los humanistas Giovanni Pico della Mirandola
y Marsilio Ficino) que ha prevalecido el título de su
compilador “Picatrix”, aunque nadie sepa de dónde
lo sacó el traductor latino o quién sea este personaje.
Al hablar de esta obra debemos, por necesidad,
referirnos a esta versión latina para conocer el con-
tenido del original árabe y del texto castellano, que
no se conservan. El núcleo central de Picatrix, como
obra de carácter mágico por excelencia, está formado
por una serie de conjuros y fórmulas mágicas com-
puestas en un lenguaje deliberadamente oscuro con
alusiones frecuentes al padre del hermetismo, Hermes
Trimegisto. Tal vez lo más significativo de la obra sea Imagen única de Alfonso X el Sabio adornado con todas las insig-
su finalidad: controlar el influjo de los astros sobre los nias de Emperador en una vidriera de la catedral de León.
acontecimientos sublunares, que fue el aspecto que
debió fascinar a Alfonso X; para conseguirlo, el com- La segunda obra que deseo señalar, en la misma
pilador inventa un artilugio originalísimo que consiste línea de la tradición hermética pero con influjo de la
en tallar piedras adecuadas con imágenes pertinentes, Cábala judía, es el Liber Razielis, que es una versión
justamente en el instante en que la confluencia de los latina de un compendio hermético de siete textos a los
astros trasmite a esa piedra el mayor número de sus que el traductor añadió, en un apéndice, otros nueve
cualidades (la conexión Hermes-piedras no parece libros: Semaphoras y sus Glosas, obra de un judío
tan disparatada, si tenemos en cuenta que el nombre de Fez llamado Zadok de Fez; Verba operis Razielis,
Hermes tuvo su origen en la palabra griega έρμα, de Abraham de Alejandría; las Flores, de Mercurio
έρμαξ, que significa “montecillo de piedras”). Este de Babilonia; el Capitulum generale sapientium de
sistema de usar fórmulas mágicas e imágenes talladas Aegipti pro operibus magicae; las Tabulae et Karac-
en piedras de las que se fabrican talismanes, se hacen teres et Nomina angelorum grandium; el Liber super
sortijas y otros amuletos, acompañándose al mismo perfectionis operis Razielis, del filósofo griego Toz
tiempo con recitaciones y conjuros, pone en relación (alias Hermes); y el Liber ymaginum sapientium an-
directa el Picatrix con otras obras mágicas alfonsíes, tiquorum, obra del mismo Hermes Trimegisto.
como el Lapidario tercero y el Libro de las formas et El traductor de todos estos textos fue el mismo
imágenes, uniendo así las tres con la tradición hermé- clérigo Juan d’Aspa que debió llevar a cabo su tra-
tica que remontaría, a través de textos judíos y árabes bajo en torno al año 1259 por mandato de Alfonso
peninsulares, hasta textos siríacos y griegos del Cor- X, como se dice en el prólogo latino41. Este mismo

18 - Argutorio 40 - II semestre 2018


clérigo, como se desprende de dicho prólogo, debió sobrino45. No cabe duda que el Rey Sabio, en su deseo
ser también el traductor de la versión castellana, que, de proveer a sus súbditos con el saber del pasado, se
como tal, no se conserva, pero se conservan numero- ocupó de obras de autores griegos, como el Tetrabi-
sas versiones posteriores de la misma42. Sabemos que blos de Ptolomeo, y de autores árabes, como el Libro
D. Enrique Villena († 1434), muy dado a las ciencias de los Juicios de las Estrellas de Alí Ben Ragel, o El
ocultas y al hermetismo, poseyó una de estas versio- libro de Escala de Mahoma, llegando en sus intereses
nes que tenía por título Raziel, custodio del Paraíso, a la cultura hindú, mandando traducir Calila e Dimna
sobre el arte mágica, que al parecer se salvó de la que- y el Libro de los Juegos de Ajedrez, Dados y Tablas,
ma de los libros del Marqués por el obispo inquisidor siempre a través de intermediarios musulmanes por
D. Lope Barrientos; no tuvo mejor suerte otra versión el mundo hebreo, ordenando varias traducciones de
del Libro de Raziel que fue quemada en Barcelona por la Biblia, del Talmuz y de los libros cabalísticos. Para
orden del inquisidor Nicolás Eymerich en 1392. esta inmensa labor cultural se sirvió de un equipo ex-
Ambas obras, Picatrix y el Liber Razielis, junto traordinario de especialistas, judíos, musulmanes y
con otras, como el Libro de las formas et imágenes cristianos, castellanos e italianos, lingüístas, científi-
y la Magna introductio in Astrologia de Abulmasar, cos y miniaturistas de primera calidad.
fueron recicladas a finales de los años setenta en la
corte alfonsí para componer el último tratado científi- P. - Tengo entendido que Alfonso X intentó rescatar
co titulado Astromagia, “zodiacal y planetaria”, cuyo volúmenes de la biblioteca del califa Al Hakám II,
manuscrito, al parecer, fue copiado para la camara otro gran erudito y sabio ávido de libros y volúmenes.
regia y, como se dijo, se conserva en la Biblioteca ¿Tuvo mucha importancia Alfonso X en la tarea de
Apostólica Vaticana (Ms.Reg.lat.1283), que es un difundir el saber clásico (recuperado por árabes) a lo
compositum de varios fragmentos de textos astroló- largo y ancho de Occidente?
gicos, entre otros, como se dijo, se halla una parte
(los Índices) del famoso manual de magia, llamado R. - A esta pregunta ya he contestado, en parte, al
en Occidente “Picatrix”. Publicado recientemente, hablar de al-Hakám II más arriba. Es bien sabido,
Astromagia se compone de seis libros, los tres prime- aunque no siempre ha sido puesto en evidencia, que la
ros: el Libro de los paranatallonta, el Libro de los de- trasmisión del saber clásico y oriental (filosofía, cien-
canos y el Libro de la luna, son atribuidos al Pseudo- cias, letras, etc.) pasa por la Península Ibérica. En la
Pitágoras; y los tres últimos: el Libro de las imágenes empresa de la trasmisión del saber de la antigüedad al
de los doce signos, el Libro de Marte y el Libro de Occidente cristiano la Antigua Escuela de Traducto-
Mercurio, se atribuyen al Pseudo-Aristóteles43. res de Toledo tuvo un papel decisivo. No debemos
El interés de Alfonso X por todas estas obras de olvidar que Toledo era en la Edad Media la ciudad
naturaleza hermética, mágica y cabalística nos lo más cosmopolita de Europa y probablemente la mejor
confirmó ya su sobrino D. Juan Manuel, al ofrecer- preparada para llevar a cabo aquella empresa: en ella
nos un panorama completo de la naturaleza de las convivían musulmanes, judíos y cristianos entre los
obras traducidas en el taller de su tío, cuando afir- que el multilingüísmo era normal, el latín, el árabe y
maba: el hebreo eran lenguas de uso común, además de las
distintas modalidades del romance, habladas por los
Fizo trasladar en este lenguaje de Castilla todas mozárabes y los cristianos tradicionales venidos del
las sçiençias, tan bien de theología como la lógi- norte. Los grandes estudiosos europeos de los siglos
ca, et todas las artes liberales, como toda la arte XII y XIII que fueron llegando a la Península Ibérica
que dizen mecánica. Otrosí fizo trasladar toda la en busca de las obras de la antigüedad son el mejor
secta de los moros, porque paresçiesse por ella
testimonio que tenemos para ilustrar el hecho de que
los errores en que Mahomad, el su falso profeta,
les puso et en que ellos están oy en día. Otrosí allí se esperaba encontrar aquellas obras que no se
fizo traladar toda [la] ley de los judíos et aun el encontraban en ninguna otra parte en una lengua que
su Talmud et otra sçiençia que an los judíos muy pudiesen entender46.
escondida a que llaman Cábala44. Del medio oriente y del lejano oriente (India) llegó
a Córdoba el legado científico y filosófico de la anti-
Esta afirmación de D. Juan Manuel, a la que los güedad griega clásica; sucesivamente este saber pasó
estudiosos no habían prestado gran atención por con- a las ricas bibliotecas de los pequeños reinos taifa,
siderarla poco fiable o espuria, ha sido plenamente donde todo se trasladó al árabe. Posteriormente, en
reivindicada con la publicación de nuevos manuscri- Toledo y en otras centros peninsulares, aquellas obras
tos; y constituye la mejor prueba de la validez y pre- con sus comentarios en árabe se tradujeron al latín y
cisión con que debemos tomar las afirmaciones de su al castellano.

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 19


Esta fue la ruta de la translatio studii, tópico lit- vatorio astronómico (Toledo) del Occidente cris-
erario del cual hablan los estudiosos de la Edad Me- tiano?
dia. Pero esta ruta, cuando llegamos al reinado de
Alfonso X, tuvo una variante fundamental, no siem- R. En cuanto a la primera parte de la pregunta, debo
pre reconocida por los estudiosos por contener un decir que la fundación de la Universidad de Sala-
componente autóctono de difícil acceso a los críticos manca se debe a su abuelo paterno, Alfonso IX de
centroeuropeos, una lengua vernácula, el castellano. León (1188-1230), el cual, tras la desintegración de la
Un ejemplo típico de lo que estoy tratando de decir primera universidad peninsular fundada en Palencia
pudiera ser la traducción de la Ética nicomáquea de por Alfonso VIII de Castilla (1158-1214), transformó
Aristóteles llevada a cabo por Hermann el Alemán en en 1218 (hace ahora 800 años) la escuela catedralicia
Toledo en 1240, según el Comentario de Averroes. El salmantina en Studium Generale: “Este [Alfonso IX],
texto latino de Hermann fue llevado inmediatamente por consejo saludable, llamó maestros muy sabios en
a la Universidad de París y de allí difundido en toda las sanctas escripturas y estableció que se fiziessen
Europa; pero de aquel texto averroístico árabe se hizo escuelas en Salamanca”48.
también en el scriptorium alfonsí una versión caste- Tras la unión de Castilla y León en 1230 bajo una
llana para ser usada en obras como Las Siete Parti- sola corona, Fernando III (1201-1252) confirmó la
das, la cual, por desidia de los especialistas alfonsíes, fundación salmantina en 1242 con un nuevo privile-
no ha formado parte del canon de la translatio studii; gio real.
de tal manera que esta versión castellana ha sido, y
sigue siendo, desconocida47.
Por tanto, para responder a la pregunta, aunque
la obra de Alfonso X, en el proceso de trasmisión
del saber de la antigüedad greco-latina a Occidente,
haya sido fundamental, su alcance ha sido limitado
por causa de la lengua en que se reescribieron aque-
llas obras, el castellano. Los estudiosos italianos es-
tán hablando hoy día de los volgarizzamenti pioneros
de la Ética nicomáquea por Taddeo Alderotti (1204-
1294) y otros contemporáneos de Alfonso X, pero a
nadie se le ocurre hablar de los volgarizzamenti (tra-
ducciones castellanas) contenidas en la Estoria de
España (toda la Farsalia de Lucano, por ejemplo) y
en la General Estoria (donde se hallan traducidas, a Alfonso vestido con una túnica de fantasía oriental dicta las reglas
veces enteras, muchas obras de los grandes escritores de los juegos de ajedrez, dados y tablas (del Libro de los juegos,
fol. 65r).
y poetas latinos).
Alfonso era muy consciente de las limitaciones de
su obra por estar escrita en lengua vernácula, de ahí Alfonso X, siguiendo los pasos de su abuelo y de
que, como hemos ido viendo, algunas obras que con- su padre, se ocupó del Studium salmantino desde el
sideraba de interés pan-europeo las mandase traducir primer momento que subió al trono, desplegando una
al latín; las demás, especialmente las de índole más política universitaria vigorosa de la cual tenemos un
humanística (historia, derecho, entretenimiento), las buen testimonio en las Partidas. El 8 de agosto de
difundió en castellano porque su objetivo primario, 1254 extiende su propio diploma de fundación de la
como educador, era la composición de un corpus de Universidad de Salamanca, creando una docena de
conocimiento universal para su pueblo, que tenía cátedras. En la carta fundacional, Alfonso X ignora
como finalidad mejorar la moral del hombre y la por completo la Teología y se preocupa únicamente
búsqueda de la felicidad; para conseguir este obje- por la dotación de cátedras de Derecho a las que com-
tivo, por necesidad, debía dirigirse a sus súbditos en pensa con salarios mucho más elevados que al resto
castellano, consciente de que esto le haría inmortal, de las disciplinas. El 6 de abril de 1255 el papa Ale-
según el dicho de Ptolomeo: “no murió el que avivó jandro IV (1254-1261), a petición de Alfonso, con-
la ciencia y el saber, ni fue pobre el que se dio al en- firma la fundación de la Universidad de Salamanca.
tendimiento del creado” (Libro de las cruzes). El texto de la bula pontificia recuerda en muchos de
sus pasajes el ambiente ideal de todo Estudio gene-
P. -¿Es cierto que Alfonso X está detrás de la prim- ral descrito por el Rey Sabio en las Partidas. Unos
era Universidad (Salamanca) y del primer obser- meses más tarde, el 22 de septiembre, el papa conce-

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de a los graduados del Estudio salmantino la licentia la ciudad cayó en manos cristianas (1085), hablan de
ubique docendi, es decir, el permiso para enseñar en la construcción de grandes instrumentos de observa-
cualquier Estudio general con excepción de París y ción de los cielos (parece que se refieren a astrola-
Bolonia; y tan solo unos días después, a petición de bios), pero no dan ningún indicio de la existencia de
Alfonso, el papa otorga al rey castellano el privilegio observatorios. Por otra parte, Alfonso X, que dedicó
de erigir una facultad de Derecho Civil y establece al su Libro del saber de astrología (compilación de 16
mismo tiempo que se enseñe dicha disciplina en los tratados de carácter práctico), a divulgar la ciencia
tres años sucesivos. que enseña a construir y usar instrumentos para la
En un sentido estricto no se podrá decir que Al- observación de los astros y la medición del tiempo,
fonso X fuese el fundador de la Universidad de Sala- tampoco trató de observatorios en el sentido que lo
manca; pero fue sin duda su padre espiritual y el que entendemos hoy día.
la modeló intelectualmente a su imagen y semejan- También en esto, España, como Europa, estaba to-
za. A pesar de que la educación superior en Castilla, davía muy lejos de lo que sucedía en otras partes del
como en el resto de Europa, hubiese nacido bajo la mundo islámico, por ejemplo en Teherán o en Maraga
protección de la Iglesia, al subir al trono Alfonso X se (en el actual Azerbaiyán), capital del nuevo reino del
produce un gran cambio de actitud hacia la educación mongol Hulegu, donde el astrónomo persa Nasir al-
superior. A diferencia de lo que estaba sucediendo en Din al-Tusi (1201-1274), contemporáneo de Alfonso
París, Oxford o Bolonia, donde el influjo pontificio X, con la ayuda de astrónomos chinos, construyó el
dominaba todos los apectos de la vida universitaria, célebre observatorio de Maraga en el que usó ya un
la política cultural de Alfonso X, siguiendo los pa- cuadrante de cuatro metros, mejorando con mucho
sos de la de su tío Federico II en Nápoles, aparece los modelos matemáticos de Ptolomeo, y resumiendo
desde el primer momento bajo pleno control real y 12 años de observaciones astronómicas en su extensa
es claramente de signo laico en la selección de las obra, considerada hoy como el análisis astronómico
materias y la dotación de cátedras en todos los Estu- más brillante hasta la aparición de la obra de Copér-
dios generales de su fundación o potenciados durante nico.
su reinado, como fue el de Salamanca, el cual quie- No obstante las limitaciones de un mundo cien-
re expresamente que sea “más avanzado” (“E yo con tífico en su infancia, podemos decir con el insigne
grand sabor que he quel estudio sea más auançado e Conde de Puymaigre: “Desde Carlomagno hasta los
más aprovechado…”, Dipl. fund.). La misma actitud Médicis, ningún príncipe hizo tanto como Alfonso X
se trasparenta también en la creación de otros centros por la civilización y por las ciencias”49.
de estudio, como el de Sevilla y Murcia. No obstante,
para dar mayor prestigio y visibilidad internacional
al Studium salmantino, Alfonso X solicitó y obtuvo H. Salvador Martínez
del papa Alejandro IV que los grados conferidos por New York University
Salamanca fuesen valederos no solo en todo el reino
de Castilla, sino también en cualquier otro reino fuera
de él. Esta concesión pontificia dio a Salamanca un
rango académico de calidad en toda Europa.
Finalmente, por lo que se refiere al primer obser-
vatorio astronómico del Occidente cristiano en Tole-
do, no creo que sea fácil determinar, ya que, todo lo
que tuvo que ver con las ciencias astronómicas, los
1
Libro conplido de los juizios de las estrellas, de ALY ABEN
RAGEL [ALI IBN ABI RIYAL]. Traducción hecha en la corte
cristianos mozárabes lo heredaron de los árabes los de Alfonso el Sabio, ed. G. HILTY, Madrid: Real Academia Es-
cuales, como se dijo, fueron los que compilaron las pañola, 1954.
primeras tablas astronómicas basadas en observacio- 2
JUAN MANUEL, Crónica abreviada, Obras completas, ed. J.
nes llevadas a cabo en Toledo, que serán traducidas M. BLECUA, 2 vols., Madrid: Gredos, 1981-1983, II, pp. 504-
815.
asimismo en Toledo durante el siglo XII. Es de su- 3
Libros del saber de astronomía del rey d. Alfonso X de Castilla,
poner que para la composición de aquellas tablas se ed. M. RICO Y SINOBAS, 5 vols., Madrid: Tipografía de Euse-
sirvieran de algún tipo de observatorio, tanto antes bio Aguado. 1863-1867. Al pasaje citado, en el manuscrito sigue
como durante el reinado de Alfonso X, pero no sa- la imagen del instrumento, exactamente como la ha descrito; al-
bemos nada con certeza sobre el lugar dónde se ha- madarat y almamarrat, son los meridianos y los paralelos. Cfr.
E. PROCTER, “The Scientific Works of the court of Alfonso X
llaba o cuáles eran sus características. Ibn Yunus (c. of Castile: the King and his collaborators”, Modern Languages
965-1009) y el célebre astrónomo toledano al-Zarkali Review, 40 (1945), pp. 12-29; L. FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ,
(1029–1087), que nació y vivió en Toledo hasta que Arte y ciencia en el scriptorium de Alfonso X el Sabio, El Puerto

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 21


de Santa María, Univ. de Sevilla y Cátedra de Alfonso X el Sabio, 17
En relación con la incapacidad del latín para trasmitir el saber
2013, pp. 135-211. científico tenemos también el testimonio de un agudo observador,
4
Se ha escrito ya mucho sobre los antecedentes de la concep- contemporáneo de Alfonso X y profesor en la Universidad de Pa-
ción cosmológica de la Divina Commedia de Dante en el Libro rís, que se dedicó al estudio de las ciencias y las lenguas, Roger
de la Escala de Mahoma. Hoy está fuera de duda que la cultura Bacon (1214-1294), el cual escribe:
italiana del Trecento y del Quattrocento quedó notablemente im- Como quiera que en nuestro tiempo los enemigos de
pactada por los textos e iconografía de los manuscritos alfonsíes. los cristianos, como son los griegos [paganos], los ára-
Cfr. A. DOMÍNGUEZ, “La miniatura en la Corte de Alfonso X”; bes, y los hebreos posean las ciencias en sus respecti-
y H. SALVADOR MARTÍNEZ, “Alfonso X, Brunetto Latini y vas lenguas, se niegan a conceder a los cristianos sus
la historia de las primeras traducciones de la Ética aristotélica”, libros auténticos porque los mutilan [detruncant] y los
Estudios Humanísticos. Filología, 39 (2017). 245-277. corrompen, máxime cuando ven a hombres indoctos en
5
General Estoria, vol. I, libro XVI, cap. XIV, pág. 477b. lenguas y ciencias atreverse a traducirlos… Pocas co-
6
El escultor científico R. Turner llevó a cabo un magnífico mode- sas útiles tenemos de filosofía en latín. Pues Aristóteles
lo en bajorrelieve del pico central de Alphonsus; una fotografía de compuso mil volúmenes, como leemos en su Vida, y no
la escultura de Turner puede verse en el libro del popular escritor tenemos más que tres de notable magnitud, a saber: los
holandés Chriet Titulaer, Operatie Maan, Den Haag, Van Hoeve, de lógica, los naturales y los de metafísica. De modo
[1969], p. 29. que de todas las otras ciencias que trató están faltos los
7
Cfr. Ewen A. Whitaker, Mapping and Naming the Moon: a His- latinos, si se exceptúan algunos tratados y unos pocos
tory of Lunar Cartography and Nomenclature, Cambridge [Eng- opúsculos que tenemos sobre otras materias. Muy poco
land], Cambridge University Press, 1999. en definitiva. Pues también de los libros de lógica care-
8
El “maestro Juan clérigo” (probablemente se trata de Juan cen los estudios latinos. Los dos mejores libros fueron
d’Aspa), traductor de la versión latina del hermético Liber Razie- los que Hermann tuvo en árabe, pero no se atrevió a
lis Archangeli, escribía en el Prólogo: “… altísimo y nobilisimo traducirlos. Si bien tradujo uno de ellos [se refiere a la
mi señor [Alfonso] que es depósito de filosofía y ciencia sobre Retórica], o mandó traducirlo, pero lo hizo tan mal que
todos los señores que hoy viven en el mundo” (Liber Razielis, no vale absolutamente para nada y ni siquiera los lógi-
Biblioteca Apostólica Vaticana. Ms. Reg. lat., 1300, Prólogo, cos lo utilizan (Compendium philosophiae, ed. Brewer,
fol.1r). pp. 472-473 –la traducción es nuestra-).
9
“Tolomeo ffue vno de los grandes philósofos que nunca Y en su Opus tertium, compuesto a petición del papa Clemente
ouo en la arte de astrología; ca este ffabló más alto en IV (1265-1268), hablando sobre el tema de la universalidad de la
fecho de los cielos et de las estrellas que otro que ffue. ciencia, o sabiduría, la cual está por encima de todas las barreras
Et departió más de cosas en ffecho de las planetas e de lingüísticas o religiosas, escribe:
los ssignos que otro; ca ffue omne que entendió e punnó Fue del agrado divino dar la sabiduría a quien quiso;
en saber más las poridades [secretos] de los cielos” (Se- pues toda sabiduría procede del Señor Dios; y Él la re-
tenario, ed. K. VANDERFORD, Buenos Aires, 1945. veló a los filósofos, tanto infieles como fieles... y así se
Reimpresión Barcelona: Crítica, 1984 p. 113). la entregó en primer lugar a Aristóteles en lengua grie-
10
Véanse los ensayos en el volumen colectivo España y Europa: ga; después, principalmente a Avicena en lengua árabe;
un pasado común, Universidad de Murcia, 1986. Las imágenes pero nunca fue compuesta en lengua latina, sino úni-
que encabezan las obras alfonsíes lo dicen todo. camente traducida de lenguas extranjeras, y las cosas
11
Cfr. J. FERREIRO ALEMPARTE, “Recepción de las Éticas y mejores [es decir, las ciencias] no han sido traducidas.
de la Política de Aristóteles en las Siete Partidas del Rey Sabio”, Y de las pocas ciencias que han sido traducidas, nada
en Glossae: Revista de Historia del Derecho Europeo, 1 (1988), es perfecto; las traducciones son pésimas [perversae],
97-133; y H. SALVADOR MARTÍNEZ, “Alfonso X, Brunetto ininteligibles muchas de ellas, especialmente cuando
Latini y la historia de las primeras traducciones de la Ética aris- se trata de los libros de Aristóteles. E infinidad de vo-
totélica”, Estudios Humanísticos. Filología, 39 (2017). 245-277. cablos de otras lenguas han quedado en el texto latino
12
G. MARTIN, “Alphonse X de Castille, roi et empereur. Com- que no se pueden entender. Y las que fueron traducidas
mentaire du premier titre de la Deuxième partie”, Cahiers de correctamente, se hallan ahora corrompidas porque ig-
Linguistique Hispanique Médiévale, 23 (2000), 323-348., p. 346, noramos las lenguas [de las que fueron traducidas]. Y
nota 93. una gran cantidad fueron traducidas erróneamente por-
13
Cfr. J. A. MARAVALL, Estudios de historia del pensamiento que el intérprete [traductor] debe conocer la ciencia que
español. Edad Media. Serie Primera, Madrid: Cultura Hispánica, quiere traducir (Opus Tertium, ed. L. Green, pp. 32-33).
1973, pp. 105-107; y A. FERRARI, “La secularización de la teo- 18
“Posuit iuxta se libros philosophorum et homines sapientes qui
ría del estado en las Partidas”, AHDE, II (1934), 449-456. aliud in eis intelligebant faciendo eis graciam et mercedem. Et
14
Cfr. H. S. MARTÍNEZ, Alfonso X, el Sabio. Una biografía, ipsi transferebant semper propter suum preceptum libros melio-
Madrid: Ediciones Polifemo, 2003, pp. 463-496. res et perfectiores cuiuslibet artis et scientie in quacumque lingua
15
Cfr. H. S. MARTINEZ, Alfonso X, el Sabio, pp. 501-505. fuissent compositi convertendo eos in linguam castellanam” (Li-
16
Bajo los Abasidas [Bagdad, 762-1258], escribe el insigne es- ber Razielis, Biblioteca Apostólica Vaticana. Ms. Reg. lat., 1300,
tudioso Thomas Glick, la producción de libros era pública y co- Prólogo, fol.1r).
lectiva. Los autores leían sus obras públicamente al tiempo que Véase el estudio de A.G. AVILÉS, “Alfonso X y el Liber Razie-
los escribas transcribían sus palabras, a continuación estos se las lis: imágenes de la magia astral judía en el scriptorium alfonsí”,
volvían a leer para controlar la exactitud. Este método explica Bulletin of Hispanic Studies, 74, n. 1, 1 January 1997, pp. 21–39.
al mismo tiempo la proliferación de libros y el alto nivel de pre- 19
Adab significa originariamente tanto como un tipo de la
cisión, si lo comparamos con el paso de tortuga de los escribas ‘Sunna’, esto es, el conjunto de costumbres ancestrales
monásticos europeos que trabajan en solitario para producir una estimadas como paradigma de comportamiento, y de
sola copia” (The Medieval Review, 4-4, 2009, reseña del libro de ahí pasó a designar la conducta misma que se atiene
J. M. BLOOM, Paper Before Print: The History and Impact of a ese modelo, según es considerada como producto de
Paper in the Islamic World, New Haven, 2000). una buena formación. El concepto fue evolucionando,

22 - Argutorio 40 - II semestre 2018


advierte Gabrieli, hasta convertirse en una noción se- X el Sabio, Alfonso X y el saber científico del siglo XIII, 1, 1989;
mejante a la de humanitas: una manera de conducta, y ID., Alfonso X el Sabio, Tablas de las Constelaciones. Alfon-
basada en una sabiduría práctica y social, una disposi- sine Tables-Alfonsinische Tafeln, Introducción y Traducción del
ción del ánimo, apoyada en una disciplina intelectual latín, Valencia: Patrimonio Ediciones, 2006.
(J.A. MARAVALL, “La ‘Cortesía’ como saber en la 26
Les tables alphonsines, avec les canons de Jean de Saxe, édi-
Edad Media”, en Estudios de historia del pensamien- tion, traduction et commentaire par E. POULLE, Paris: Éditions
to español, 2 vols., Madrid, 1983, I, pp. 273-286.”, p. du Centre National de la Recherche Scientifique, 1984. En la
276). edición impresa en Venecia en 1492 todavía se recordaba a Al-
20
Buen donayre auya otrossí; ca todos los quel oyen ffa- fonso como “Rey de Romanos” y se le señalaba con el adjetivo
blar, o le veyen, o mostrar alguna cosa de las que él sa- de “divino” (divi) en un original colofón que recuerdaba la época
bía ffazer se pagauan dellas. Buen entendimiento auya de la composición de la obra, cuando Alfonso aspiraba a la corona
en las cosas; ca siempre las entendie sanamiente e a la imperial: “Expliciunt Tabule tabularum Astronomice Divi Alfonsi
meior parte. Muy buena palaura auya otrosí en todos Romanorum et Castelle regi illustrissimi...”. Alfonso hizo uso del
los sus dichos, non tan solamiente en mostrar su rrazón título de “Rey de Romanos” entre 1257 y 1275, cuando por vol-
muy buena e muy conplida a aquellos que la mostraua, untad del papa tuvo que renunciar a llevarlo.
mas rretraer [reprochar, criticar] aun e departir [expo- 27
Lapidario, fol.1, ed. BREY MARIÑO, 1982, p. 23. La frase
ner, explicar] e jugar e rreir; e en todas las otras co- que hemos puesto en cursiva convierte este texto alfonsí de puro
sas que ssabían bien ffazer e usar los omnes corteses e averroísmo en aristotelismo cristiano o, si se quiere, en un neo-
palaçianos. Buena manera auya tomada para ffazer sus platonismo cristianizado, en el que Dios es el motor supremo que,
cosas; ca ffazíalas ssienpre en la sazón que deuyen sser a través de sus ángeles, imprime sus propiedades a constelaciones
fechas e segunt conueníe, non mucho arrebatado nin y planetas y desde estos al resto de los demás seres creados.
muy de uagar (Setenario, p. 12). 28
J. MUÑOZ SENDINO, ed., La Escala de Mahoma, Madrid,
21
PEDRO GALLEGO, Petri Galleci opera omnia quae exstant: 1949, Prólogo.
Summa de astronomia, Liber de animalibus, Regitiva domus / 29
Libro conplido de los juizios de las estrellas, de Aly aben Ragel
edidit J. MARTÍNEZ GÁZQUEZ, con un péndice de J. SAMSÓ, [Ali Ibn abi Riyal]. Traducción hecha en la corte de Alfonso el
“La cultura astronómica de Pedro Gallego”, Firenze: SISMEL, Sabio, ed. G. HILTY, Madrid: Real Academia Española, 1954.
2000; J. MARTÍNEZ GÁZQUEZ, “La Summa de Astronomia de 30
Las Siete Partidas, glosadas por el Lic. GREGORIO LÓPEZ,
Pedro Gallego y el Liber de Aggregationibus scientie stellarum Salamanca: Andrea Portonaris, 1555, VII, t. XXIII, l.1. Reimpre-
de Al-Fargani”, en De Astromia Alfonso regis, Barcelona, l987, sión facsímil, Madrid: Boletín Oficial del Estado,1974.
153-179; ID. “El Liber de animalibus de Pedro Gallego, adapta- 31
Véase ahora la edición del texto latino acompañada de traduc-
ción del Liber animalium aristotélico”, en Roma, magistra mun- ción castellana de H. S. MARTÍNEZ, Filosofía de Virgilio de
di. Itineraria culturae medievalis: Mélanges offerts au Pere L.E. Córdoba. Aristotélico averroísta del siglo XIII, León: Ediciones
Boyle a l’occasion de son 75e anniversaire, Louvain-la-Neuve, de la Universidad de León, 2016.
1998, 563-571. D. Juan Manuel también se ocupó de la magia toledana en
22
Cfr. J. ESPIAGO, “Mediciones del espacio y del tiempo en los su célebre cuento sobre el “mago” D. Yllán, “el Gran Maestro
Libros del saber. Carácter científico de la obra alfonsí. Lo sabe- de Toledo” y, el tan ambicioso como ingrato, Deán de Santiago
res islámicos”, en Alfonso X el Sabio, Catálogo de la Exposición, (Conde Lucanor, Exemplo XI).
Murcia, 2009-2010, pp. 422-447. 32
Siete Partidas, VII, 23, 2. La lectura de este pasaje de las Par-
23
Uno de ellos fue Daniel de Morley (h.1140-h.1210), estudioso tidas deja en el lector la clara impresión de que el Rey Sabio
inglés aficionado a la ciencia toledana, el cual, viniendo a saber esté describiendo las actividades nigrománticas y exorcísticas del
que el curriculum musulmán se caracterizaba por dar mayor én- mago Virgilio.
fasis a las ciencias naturales, dejando París, rápidamente se enca- 33
Libro de las cruces, ed. Ll. A. KASTEN y L. KIDDLE, Madrid:
minó a Toledo: CSIC, 1961, p.1.
“Mas porque la ciencia de los árabes, que consiste 34
Los estudiosos de la numerología han podido verificar que las
prácticamente toda ella en el cuadrivio, en estos días se distancias entre elementos arquitectónicos que se pueden encon-
cultiva principalmente en Toledo, con gran rapidez me trar en el interior del recinto de la catedral de León no son casua-
dirigí allá, para escucharla de los más grandes sabios les, sino que los constructores emplearon el famoso “número de
del mundo” [Sed quoniam doctrina Arabum. quae in oro” (o “razón áurea”, “medida áurea”, “proporción”), que es un
quadrivio fere tota existit, maxime his diebus apud To- número algebraico irracional (decimal infinito no periódico) que
letum celebratur, illuc, ut sapientiores mundi philoso- posee propiedades particulares; fue descubierto ya en la antigüe-
phos audirem, festinanter properavi”] (Liber de naturis dad, no como unidad, sino como proporción entre segmentos de
inferiorum et superiorum, en K. SUDHOFF, en Archiv rectas y fue aplicado en la Edad Media como “razón extrema” en
fur Geschichte der Naturwissenschaften und der Tech- la construcción de grandes edificios, como las catedrales.
nik, 8, l, 1971, 1-40, p.6). 35
La catedral de León, como la mayoría de las catedrales me-
Cfr. H. S. MARTÍNEZ, El humanismo medieval, p. 76 (texto de dievales, contiene muchos secretos que solo un ojo avizor puede
Sa’id al-Andalusí sobre el curriculum studiorum entre los árabes descubrir; pero predominan los relacionados con un cierto sin-
andalusíes). cretismo religioso, como la alusión al dios Mitra, cuyo “rastro”
24
Para la traducción del Corán por Marcos de Toledo (1191- aparece esculpido en la capilla del Carmen; la presencia del “de-
1216), véase ahora: Alchoranus latinus quem transtulit Marcus monio Bafomet”, símbolo templario, que podemos contemplar en
canonicus Toletanus. Estudio y Edición crítica de NÀDIA PE- una ménsula del lado sur de la Catedral, conocida como “la cara
TRUS PONS. Madrid: CSIC, Colección Nueva Roma nº 44, que siempre mira”, por su bifaz bafomético; otro Bafomet se ha-
2016. lla en la capilla de Santiago; en otra vidriera vemos a una mujer
25
Las tablas de los movimientos de los cuerpos çelestiales del vestida de verde con los brazos en alto y con la leyenda “sol ra”
iluxtrísimo rey Don Alonso de Castilla [seguidas de su] Additio que, según Julia Álvarez, es una “alusión al dios egipcio del sol”;
(Traducción castellana anónima de los Cánones de Juan de Sajo- y, aún más en conformidad con el espíritu de la cultura alfonsí,
nia), ed. J. MARTÍNEZ GÁZQUEZ, Murcia: Academia Alfonso es el hecho de que en numerosas capillas de la Catedral aparecen

Argutorio 40 - II semestre 2018 - 23


jugadores de dados, y la portada norte de la Catedral desde hace [Alfonso] que es depósito de filosofía y ciencia sobre
siglos se llama “Puerta del Dado”; en la fachada septentrional ha todos los señores que hoy viven en el mundo, al cual
quedado inmortalizado el juego de dados en la vidriera de Nico- quiera Dios sostener y dirigir su vida, su salud, su ho-
lás Francés, y en la “Capilla del Dado” aparece un ambiente de nor, su valor y su victoria para mayor gloria del que
taberna, como el que aparece en las Cantigas, y el Libro de los vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.]
juegos; el juego de los dados, alude, según algunos estudiosos, a 42
Y por que este libro es más noble y de mayor valor
ritos herméticos y ocultistas; finalmente, en las losas del claustro que los demás, mandó [nuestro rey Alfonso] que fuese
de la catedral han sido localizados una decena de alquerques (es también traducido y copiado de la manera más digna
célebre también el alquerque en un sillar de la catedral de Zamo- y perfecta en lengua castellana en cuanto la condición
ra); el juego del alquerque es más antiguo que el ajedrez, y sobre humana fuese capaz. Y mandó [el rey Alfonso] que se
él Alfonso X escribió también las primeras reglas en su libro Jue- reuniesen en este volumen los libros y las sumas que
gos diversos de Axedrez, dados, y tablas con sus explicaciones, pertenecen a este secreto, como son el Semifore Semi-
ordenados por mandado del Rey don Alfonso el sabio (Escorial, forarum y los demás libros que están incluidos en este
Ms. T16). libro según su orden, es decir, como aparecen nombra-
36
De estas dos obras más el Lapidario y algunas otras de astrolo- dos al final de los capítulos que siguen al cuerpo del
gía se ha ocupado recientemente ANA GONZÁLEZ SÁNCHEZ, libro. Y yo, el maestro Juan, clérigo, viviendo bajo la
Alfonso X el Mago, Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, consideración y las mercedes del predicho rey, traduje
2015. estos libros que están unidos al Libro de Raziel del latín
37
Cf. Libro Astromagia, IV.1, ed. A D’Agostino, p.229. al idioma castellano…
38
Picatrix., ed. del Ms. Vaticano, Introducción y estudio, por R. [Et quia iste liber est dignior et preciosior ceteris, pre-
DÍAZ, Ph. D. dissertation, New York University, 1995. cepit [noster rex Alfonsus] ipsum dignius et perfectius
39
Biblioteca de El Escorial, Ms.h.I.15, contiene los cuatro lapida- transferri et scribi in linguam castellanam in quantum
rios, o tratados mineralógicos. humana conditio posset sufficere. Et precepit [rex Al-
40
En alabanza y gloria del altísimo y omnipotente Dios al phonsus] quod congregarentur in isto volumine libri et
cual compete revelar a sus predestinados los secretos de summe que pertinent huic secreto sicut sunt Semifore
las ciencias, y también a ilustración de los doctores lati- Semiforarum et alii libri qui sunt interclusi in isto li-
nos que poseen una gran cantidad de libros compuestos bro per ordinem, sicut sunt nominati in fine capitulo-
por filósofos antiguos, Alfonso, rey ilustrísimo […], rum subsequencium in corpore libri. Et ego, magister
mandó traducir con gran esfuerzo y gran diligencia este Iohannes clericus, existens sub reverencia et mercede
libro del árabe al español y tiene por nombre Picatrix. predicti domini regis, transtuli istos libros qui Libro
Esta obra fue acabada el año del Señor 1256 […] La Razielis sunt coniuncti, de latino in ydioma castella-
compiló Picatrix, sirviéndose de más de doscientos li- num… (Liber Razielis, Biblioteca Vaticana, Ms. Reg.
bros de filosofía y le puso su propio nombre. lat. 1300, fols. 1r-2v)].
[Ad laudem et gloriam altissimi et omnipotentis Dei
43
A. D’AGOSTINO, ed., Alfonso X el Sabio, Astromagia (Ms.
cuius est revelare suis predestinatis secrata scientia- reg.lat.1283), Napoli, Liguori, 1992.
rum, et ad illustracionem eciam doctorum latinorum
44
Libro de la caza, Ms.6.376, BN Madrid, fols. 194r-217, ed. J.
quibus est inopia librorum ab antiquis philosophis edi- M. FRADEJAS RUEDA, Don Juan Manuel y el Libro de la caza,
torum, Alfonsus, illustrissimus rex […], precepit hunc Tordesillas, 2001.
librum summo studio summaque diligencia de arabi-
45
Recientemente se ha descubierto la traducción latina del tratado
co in hispanicum transferri cuius nominis est Picatrix. cosmográfico Fi hay’at al-’alam de Ibn al-Haytam (De configu-
Hoc opus perfectum fuit anno Domini MCCLVI […] ratione mundi) que es una traducción fidelísima de la traducción
Pitatrix hunc librum ex CC libris et pluribus philoso- castellana, que no se conserva, hecha del árabe por orden de
phie compilavit, quem suo proprio nomine nominavit], Alfonso X. Cfr. Josep Lluís Martos, “Traducción y transmisión
de un tratado cosmográfico alfonsí: la versión castellana perdi-
(Picatrix. The Latin Version of the Ghayat al-Hakim,
da del Fi hay’at al-’alam de Ibn al-Haytam”, Memorabilia, 19
ed. D. Pingree, London: Warburg Institute, 1986).
(2017), 91-106. Según Martos, la obra está relacionada con el Li-
41
Et ego, magister Johannes clericus, existens sub rev-
bro de la Ochava espera, el otro tratado alfonsí sobre astronomía
erencia et mercede predicti domini regis, transtuli istos
descriptiva o física; pero esta traducción no formó parte del Libro
libros, qui Libro Razielis sunt coniuncti, de latino in
del saber de astrología.
ydioma castellanum cum maiori reverencia et diligen- 46
Cfr. H. S. MARTÍNEZ, La convivencia en la España del siglo
cia quam scivi et intellexi secundum intellectum et po-
XIII. Perspectivas alfonsíes, Madrid, Ediciones Polifemo, 2006,
testatem quam michi concessit Creator omnium bono-
passim.; y J. MARTÍNEZ GÁZQUEZ, “Toledo, ciudad del saber
rum propter preceptum domini mei predicti altissimi et
en la Edad Media. (Testimonios de los traductores medievales del
nobilissimi qui est camera philosophie et sciencie super
árabe al latín)”, en Miscellanea Latina. Edts. Mª TERESA MU-
omnes dominos existentes in mundo, cui Deus sustineat
ÑOZ GARCÍA DE ITURROSPE y L. CARRASCO REIJA, Ma-
et dirigat vitam suam et salutem, honorem, valorem
drid: SELat, Universidad Complutense de Madrid, 2015, pp.117-
et victoriam ad honorem et gloriam illius qui vivit et
131.
regnat per cuncta seculorum secula. Amen. … (Liber 47
Véase ahora H. S. MARTÍNEZ, “Alfonso X, Brunetto Latini y
Razielis, Biblioteca Vaticana, Ms. Reg. lat. 1300, fols.
la historia de las primeras traducciones de la Ética aristotélica”,
1r).
Estudios Humanísticos. Filología, 39 (2017), 245-277.
[Y yo, el maestro Juan, clérigo, viviendo bajo la con- 48
LUCAS DE TUY, Crónica de España, ed. J. PUYOL Y ALON-
sideración y las mercedes del dicho señor rey, traduje
SO, cap. LXXXIX, p. 422.
estos libros que están unidos con el Libro de Raziel del 49
Les vieux auteurs castillans, 2 vols., Paris, 1890, II, p. 21.
latín al idioma castellano con la mayor reverencia y di-
ligencia que supe y entendí, según la inteligencia y el
poder que me concedió el Criador de todos los bienes,
por mandato del dicho altísimo y nobilisimo mi señor

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