Inteligencia Emocional
Inteligencia Emocional
Inteligencia Emocional
A pesar de que varios psicólogos ya habían señalado la insuficiencia de los elementos cognitivos y
racionales como únicos indicadores de inteligencia, el concepto surge en 1983 con el psicólogo
Howard Gardner, quien considera a los test de coeficiente intelectual como insuficientes para
lograr una apreciación de la inteligencia.
características de la llamada inteligencia emocional son:
Inteligencia interpersonal. Implica entender y comprender las emociones de los otros y tener la
habilidad de reaccionar según el estado anímico del otro.
La divulgación del concepto también impulsó la aparición de numerosos test, con el objetivo de
medir, calcular y comparar las habilidades emocionales de las personas, pero al no ser las
características afectivas y sentimentales de fácil medición, muchos de estos test no cuentan con
aval científico.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando
estamos en un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos encontramos
demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las
decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues, lo
mejor será esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un estado
mental relajado y sereno, con el que será más sencillo poder valorar la situación y
tomar decisiones mucho más racionales.
2. Autocontrol emocional (o autorregulación)
El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros
sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste
en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles
son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción
podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para
restarle poder a otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero si
fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente
actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos. En
cierto sentido, buena parte de la regulación de las emociones consiste en saber
gestionar nuestro foco de atención, de manera que no se vuelva contra nosotros y
nos sabotee.
3. Automotivación
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener
la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los
obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e
iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón
y de forma positiva ante los imprevistos.
Existen ciertas habilidades prácticas que se manifiestan con mayor intensidad en las personas
emocionalmente inteligentes, tales como la empatía, la capacidad de motivación (tanto hacia uno
mismo como hacia los demás), la autoconciencia, la capacidad de controlar la exteriorización de
las emociones, el liderazgo, entre otras. Generalmente, estas habilidades son utilizadas como
indicadores de la inteligencia emocional, cuando se quiere medir esta habilidad psicológica.
Respaldo científico
Los estudios científicos sobre la inteligencia emocional se enfocan tanto en la vida personal de los
individuos, y su aprendizaje emocional durante la infancia y adolescencia, como sobre factores
biológicos y anatómicos, tales como el papel desempeñado por la amígdala y el hipocampo en la
evolución de las emociones o la importancia que cumplen las hormonas.
Mientras el primer modelo está más difundido gracias al marketing y la publicidad, el modelo de
habilidad cuenta con más apoyo dentro de la comunidad científica.