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Vistos:
En los autos ingreso de Corte N° 4181-2010, don Jorge Alejandro
Farías Ferrada, en representación de don Wuasfi Alfredo Arbuch
Vielma, interpuso recurso de revisión, invocando la causal N°4 del
artículo 810 del Código de Procedimiento Civil.
A fojas 44, se ordenó citar a la parte a quien afecta el fallo cuya
revisión se solicita para que compareciera a hacer valer sus derechos
en el término de emplazamiento.
A fojas 62, informó la Sra. Fiscal Judicial Subrogante de este Tribunal.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
Primero: Que se ha hecho valer como causal de revisión la
contemplada en el artículo 810 del Código de Enjuiciamiento Civil,
número 4, esto es, ?si se ha pronunciado contra otra pasada en
autoridad de cosa juzgada y que no se alegó en el juicio en que la
sentencia firme recayó?.
Segundo: Que como fundamento del recurso en análisis se expresó
que mediante sentencia de 22 de mayo de 2009, dictada en los
antecedentes rol C-3381 del Juzgado de Familia de Pudahuel,
confirmada con declaración por la Corte de Apelaciones de Santiago el
día 12 de agosto de 2009, don Wuasfi Alfredo Arbuch Vielma fue
condenado a pagar a su cónyuge doña Ximena del Carmen González
Toro, una pensión de alimentos ascendente a un ingreso mínimo
mensual. Afirma que dicha sentencia se pronunció contra otra pasada
en cosa juzgada ya que las mismas partes, el 1° de abril de 1986, ante
el 7° Juzgado de Menores de Santiago celebraron una transacción de
alimentos, en la que se fijó a favor de su cónyuge y sus dos hijos una
pensión ascendente a la suma de $7.000 reajustable, que a la fecha es
cobrada en los antecedentes Z-669-2007 del Segundo Juz gado de
Familia de San Miguel. Termina señalando que en la especie se dan
los requisitos de la cosa juzgada, establecidos en el artículo 177 del
Código de Procedimiento Civil, esto es, identidad de personas, de cosa
pedida y de causa de pedir y que en consecuencia corresponde
invalidar la sentencia dictada en los antecedentes Rit C-3381-2008,
antes individualizados.
Tercero: Que la señora Fiscal Subrogante, doña Rosa María Pinto
Egusquiza, en su informe de fojas 62, fue de opinión de declarar
improcedente el recurso en análisis en atención a que de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 332 del Código Civil, las sentencias
definitivas en materia de alimentos no producen cosa juzgada material,
por lo que ésta no puede ser alegada en este procedimiento, ya que la
transacción sustento de la revisión, no produjo el efecto de establecer
derechos permanentes para las partes que la celebraron.
Cuarto: Que el recurso de revisión se ha definido como un medio de
impugnación extraordinario que la ley concede por las causales y en
contra de las resoluciones judiciales firmes que ella misma señala,
ganadas injustamente, con el objeto de anularlas en todo o en parte.
Su fundamento se encuentra en que la autoridad de cosa juzgada que
emana de una sentencia firme debe ceder si con posterioridad a su
dictación aparece un hecho o circunstancia que por sí sola demuestra
su injusticia.
Quinto: Que, en consecuencia, el recurso de revisión es de derecho
estricto y constituye una regla de excepción que sólo tiene aplicación
en los casos taxativamente señalados en el artículo 810 del Código de
Procedimiento Civil. En estos antecedentes se alegó la causal cuarta
del artículo 810 citado, esto es, haberse pronunciado la sentencia del
Juzgado de Familia de Pudahuel, en los antecedentes rol C3381-2008,
contra otra pasada de autoridad de cosa juzgada y que no se alegó en
el juicio en que la sentencia firme recayó.
Sexto: Que de los antecedentes tenidos a la vista aparece lo siguiente:
a) En los autos rit N° 3381-2008, seguidos ante el Juzgado de Familia
de Pudahuel, doña Ximena del Carmen González Toro, dedujo
demanda de alimentos en contra de su cónyuge don Wuasfi Arbuch
Vielma, quien por sentencia de 22 de mayo de dos mil nueve fue
condenado
a pagar a favor de la demandante la suma de $41.340, equiv alente al
26% de un ingreso mínimo mensual. Se alzó la demandante y una de
las salas de la Corte de Apelaciones de Santiago, el día doce de
agosto de dos mil nueve, confirmó la sentencia con declaración que se
eleva a un ingreso mínimo mensual la pensión de alimentos. El
cúmplase se dictó el dieciséis de septiembre de dos mil nueve.
b) En antecedentes rol N°6197-1986 del Séptimo Juzgado de Menores
de Santiago, con fecha 1° del abril de 1986 doña Ximena del Carmen
González Toro y don Wuasfi Alberto Arbuch Vielma, con el fin de evitar
las contingencias de un eventual litigio presentan al tribunal una
transacción mediante la cual Wuasfi Arbuch Vielma se obliga a
proporcionar a su cónyuge Ximena González Toro y a sus hijos Eliana
y Wuasfi Arbuch González una pensión mensual de alimentos
consistentes en la cantidad de $7.000 a depositarse en la cuenta
corriente del Tribunal a contar del mes de mayo de 1986 dentro de los
cinco primeros días de cada mes. La convención antes señalada fue
aprobada por el tribunal por resolución de primero de abril de mil
novecientos ochenta y seis, de conformidad al artículo 2451 del Código
Civil.
Séptimo: Que el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil
dispone que las sentencias definitivas firmes producen el efecto de
cosa juzgada, y el artículo 2460 del Código Civil, le otorga la misma
naturaleza y calidad a la transacción.
Octavo: Que la cosa juzgada se concibe como un estado jurídico
producto de la solución de un conflicto mediante la intervención de un
tribunal y apunta al efecto que producen algunas resoluciones
judiciales que han entrado a resolver sobre el fondo del objeto del
proceso, en el sentido que lo decidido en éstas resulta inmutable y
obligatorio, y tiene por finalidad que no vuelva a debatirse entre los
interesados el asunto que ya ha sido objeto de una decisión.
La doctrina distingue entre cosa juzgada material, que es la que
alcanza la inmutabilidad y cosa juzgada formal, que procede de
sentencias que se cumplen y son obligatorias, pero que son
susceptibles de una revisión posterior. Esta Corte Suprema ha dicho al
respecto que se entiende por cosa juzgada formal el efecto que
produce una sentencia definitiva o interlocutoria firme, en cuanto no
puede ser objeto de recurso alguno, pero admite la posibilidad de
modificarse lo resuelt o en un procedimiento posterior; la sentencia es
inimpugnable por recurso alguno pero es mutable mediante sentencia
dictada en un juicio diverso. En cuanto a la cosa juzgada material la ha
definido como el efecto que produce una sentencia firme, definitiva o
interlocutoria, en cuanto no puede ser objeto de recurso alguno, ni de
modificación en un mismo juicio ni en procedimiento diverso.
Noveno: Que, al respecto cabe tener presente que el artículo 332 del
Código Civil, en su inciso primero, dispone:
?Los alimentos que se deben por ley se entienden concedidos para
toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias que
legitimaron la demanda?.
Décimo: Que de la norma antes descrita aparece que las sentencias
en las que se fija el monto de los alimentos que se deben por ley, así
como en sus equivalentes jurisdiccionales, cuyo es el caso de la
transacción presentada ante el Séptimo Juzgado de Menores de
Santiago, fundamento del recurso, no producen cosa juzgada material,
ya que no tienen el efecto de establecer derechos permanentes para
las partes, en atención a que si cambian las necesidades del
alimentario, los medios de subsistencia del mismo, las facultades
económicas del alimentante y/o las circunstancias domésticas del
mismo, las mencionadas resoluciones judiciales pueden ser
modificadas. En efecto, esta clase de sentencias de alimentos y sus
equivalentes jurisdiccionales, producen la llamada cosa juzgada
formal, es decir, se cumplen y son obligatorias, pero son susceptibles
de un cambio posterior.
Undécimo: Que, de acuerdo a lo razonado, por la provisionalidad de
las s
entencias en que se fijan alimentos que se deben por ley, éstas no
producen el efecto de cosa juzgada material, y por lo tanto respecto de
éstas no es posible deducir el recurso de revisión basado en la causal
cuarta del artículo 810 del Código de Procedimiento Civil, ya que el
recurso en análisis tiene por finalidad mutar una resolución
ejecutoriada, y por su carácter de derecho estricto no resulta ser la vía
adecuada para hacerlo cuando existen otros medios para lograr la
misma finalidad.
Duodécimo: Que todo lo razonado conduce a concluir que el recurso
de revisión intentado debe ser desestimado, por no ser la vía procesal
pertinente para reclamar de la situación que afecta al recurrente, sin
perjuicio de otros der echos que le concede la ley.
Por lo antes considerado y visto, además, lo dispuesto en los artículos
810, 811, 813 y 816 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza, sin
costas, el recurso de revisión deducido por don Jorge Alejandro Farías
Ferrada, en representación de don Wuasfi Alfredo Arbuch Vielma, a
fojas 21.
Redacción a cargo de la Ministra señora María Eugenia Sandoval
Gouët.
Devuélvase los antecedentes tenidos a la vista.
Regístrese y archívese.
N° 4181-2010.