Criminalizacion Por Daños Ambientales

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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos”
Programa de Formación en Derecho
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Unidad Curricular: Derecho Ambiental
2do año-Sección 1
San Juan de los Morros Edo- Guárico

Criminalización por
Daños Ambientales

Profesora: Integrantes:

Tatiana Aragol Castro Ignacio V. 27.863.806


Caldera Fabiola V. 27.238.760
Hernández Wilfreddy V.12.692.791
Mena Norleska V. 27.631.161
Rojas Loreana V. 27.049.399
Sifontes Claudimar V. 27.171.755
Velásquez Flor V.15.710.934

Julio 2019
Introducción

En Venezuela existe la normativa que regula los comportamientos del hombre en


función del medio ambiente, la cual tiene su fundamentación en normas ambientales
internacionales y nacionales de carácter básicamente técnico, que cumplen una función
de prevención y de control que son propias del Derecho Ambiental; pero además, en el
caso venezolano, también existen normas preventivo-punitivas que tipifican como delitos
ambientales o delitos ecológicos a algunos comportamientos humanos o empresariales
que, de acuerdo con los tipos penales, merezcan la aplicación de la sanción
correspondiente y propia del sistema penal.

Los bienes ambientales que el legislador escogió para criminalizarlos y generar su


protección penal fueron múltiples y variados y todos ellos, en su conjunto, conforman los
elementos esenciales del entorno natural y social, puesto que la concepción ecologista
tuvo un gran valor en la estructuración de la Ley Penal del Ambiente. De esta manera,
pueden observarse los siguientes bienes ambientales protegidos; el agua, medio lacustre,
marino y costero, suelos, topografía y el paisaje, atmósfera, aire, flora, fauna, sus hábitats
y áreas bajo régimen de administración especial, impacto ambiental, personas y el
ambiente en el caso de desechos tóxicos o peligrosos.

Con la filosofía ecolocisista como base y una concepción realista del Derecho
Penal hoy existe en Venezuela una normativa amplia y adecuada a la materia penal del
ambiente, que se destaca de las demás normativas penales por encontrarse
perfectamente actualizada, definida y adecuada a las necesidades ambientales
venezolanas.

Por otra parte, como el Derecho Ambiental tiene fundamento en normativas


internacionales, se aprecia el importante papel que juega en muchos países, integrando
una creciente legión de juristas, políticos, económicos, diplomáticos y ecologistas con
mentalidad o proyección ambientalista. El Derecho Ambiental Internacional, involucra al
mundo entero en la protección de un bien común: nuestro ambiente. Como tal, el orden
jurídico internacional, ha creado una serie de instrumentos jurídicos, como los tratados
internacionales para la conservación y protección al medio ambiente, buscando un
desarrollo sostenible.
El Derecho Ambiental y la Criminalización por daños Ambientales

El Derecho Ambiental, es la rama del Derecho que nos permite conocer todas las
normas, principios y leyes que tienen como finalidad proteger a nuestro medio Ambiente y
lograr un desarrollo sostenible que beneficie a toda la colectividad. Pero para lograr esa
finalidad debe existir una ley que capacite al estado para sancionar los “daños
ambientales”, los cuales generan un cambio significativo, adverso y mensurable de algún
recurso natura. En Venezuela, existen normas preventivo-punitivas que tipifican como
delitos ambientales o delitos ecológicos a algunos comportamientos humanos o
empresariales que, de acuerdo con los tipos penales, merezcan la aplicación de la
sanción correspondiente y propia del sistema penal.

El Derecho Penal asume su función compleja, en primer término, porque tiene la


función de proteger a todo ciudadano en su libertad individual, no pudiendo éste ser
procesado o condenado penalmente sino cuando su conducta haya sido previamente
tipificada legalmente como delito, todo de acuerdo con el principio de legalidad penal
acuñado desde los Siglos XVIII y, XIX; y, en segundo término, porque tiene la función de
brindar protección específica a aquellos intereses sociales o bienes jurídicos
indispensables o relevantes para la sociedad y su sistema político-social, dentro de la
dinámica histórica de cada formación social. Esta segunda función preventiva y
proteccionista la realiza el Derecho Penal mediante el proceso de criminalización de los
comportamientos que atentan contra los bienes estimados como socialmente valiosos.

Este mismo proceder puede aplicarse si se quiere tener una noción de delito
ambiental o delito ecológico, aunque previamente debe aclararse que lo ambiental o lo
ecológico se refieren al bien genérico objeto de protección. En este caso lo ecológico o lo
ambiental estaría representado por múltiples bienes como el aire, el agua, los suelos, el
paisaje, los ecosistemas, entre otros. En el caso de los delitos ambientales o ecológicos,
por ejemplo, se observa que la Ley Penal del Ambiente establece en el artículo 63 lo
siguiente:
“El que introduzca desechos tóxicos o peligrosos al Territorio Nacional, será
sancionado con prisión de tres (3) a seis (6) años y multa de tres mil (3.000) a seis
mil (6.000) días de salario mínimo”
El citado artículo conforma una norma tipificante creadora del delito de
introducción indebida de desechos tóxicos o peligrosos, en dicha norma el
comportamiento consiste en introducir desechos tóxicos o peligrosos al Territorio
Nacional, la pena, en prisión de tres (3) a seis (6) meses de prisión más multa de tres mil
(3.000,00) a seis mil (6.000,00) días de salario mínimo y el bien protegido, la calidad de la
vida.

Teniendo como base las ideas anteriores y con la conciencia de lo que es un bien
protegido penalmente, puede afirmarse que un técnico-jurídicamente delito ambiental o
ecológico en términos generales, es:
“El comportamiento típico, antijurídico y culpable, que atenta contra un bien
y que merece una sanción punitiva”.

En materia penal ambiental el comportamiento punible puede ser humano o


empresarial, lo cual se considera excepcional dentro del Derecho Penal Venezolano,
puesto que la tradición de las doctrinas europeas continentales, de las que proviene la
venezolana, sólo admiten la sanción de las personas naturales. Venezuela generó una
ruptura de esta tradición, al establecer la Ley Penal del Ambiente en su artículo 3º que
dichas personas jurídicas se sancionen penalmente. La mencionada norma señala lo
siguiente:
“Independientemente de la de las personas naturales, las personas jurídicas serán
sancionadas de conformidad con lo previsto en la presente Ley, en los casos en
que el hecho punible descrito en ésta, haya sido cometido por decisión de sus
órganos, en el ámbito de la actividad propia de la entidad con recursos sociales y
siempre que se perpetre en su interés exclusivo o preferente”.

La protección penal ambiental implica una nueva visión, donde el equilibrio


ecológico y la calidad de vida son el sustratum jurídico protegido y en sí mismo valioso. La
ley penal que contempla a la protección del ambiente tipificará las conductas que atenten
contra la conservación, la defensa y el mejoramiento ambiental. El sistema punitivo se
integrará con un conjunto de disposiciones jurídicas sustancialmente ambientales, que se
referían a todas aquellas conductas que, en mayor o en menor grado, lesionan el orden
social con el menosprecio de los diferentes recursos naturales
Importancia de la Criminalización por Daños Ambientales

La criminalización por daños ambientales está constituida por aquellas


consecuencias jurídicas que recaen sobre las personas naturales y jurídicas por la
infracción de las normas o disposiciones legales en materia ambiental; una vez
consumada la agresión ambiental, cumple un importante papel de control y garantía de
los individuos y a la vez que impulsa la eficacia del soporte administrativo, en tanto ofrece
una interrelación de actuación futura correctora de comportamientos de la Administración
Pública que no responden adecuadamente a las funciones que se les encomienda. En
Venezuela la mayor parte de los hechos punibles recaen sobre el medio ambiente, y se
establece para ello tipos de penalidades diferentes para dar protección a las actividades
contaminantes, tanto las realizadas con dolo como las imprudentes; la imposición de
sanciones penales, no sólo privativas de libertad y multas, sino también otras accesorias
como la clausura de establecimientos contaminantes o la inhabilitación de los
responsables.
Asimismo, el instrumento normativo es la Ley Penal del Ambiente, que tiene por
objeto tipificar como delitos, aquellos hechos que violen las disposiciones relativas a la
conservación, defensa y mejoramiento del ambiente y establece las sanciones penales
correspondientes. Igualmente, determina las medidas precautelativas de restitución y de
reparación a que haya lugar, logrando la criminalización y persecución de muchas de las
actividades lesivas contra el medio ambiente.

Delito Ambiental

El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia social
económico, atenta contra las materias y recursos indispensables para las actividades
productivas y culturales, pone en peligro las formas de vida autóctonas en cuanto implica
destrucción de sistemas de relaciones hombre.

Debemos señalar que el conjunto de normas penales que sancionan conductas


contrarias a la utilización racional de los recursos naturales, debe llevar intrínseca la
condición formal de sancionar mediante penas tales conductas y, fundamentalmente, los
tipos penales deben ser correctos y funcionales a fin de lograr una justa y eficaz
protección del medio ambiente.
Se debe también considerar que si la acción legislativa penal, y no penal, carece
de la base de una política planificadora, que sin duda exige un conocimiento detallado, en
calidad y cantidad de los problemas ambientales actuales y su proyección, su eficacia
será escasa, sea por falta de conocimiento de la realidad o por la elección de objetivos
excesivamente ambiciosos.
Características del Delito Ambiental:

El delito ambiental, como todo delito, es un hecho antijurídico, típico, culpable y


punible, previsto por el derecho positivo, que causa una lesión al ambiente en cuanto
factor y elemento esencial para el desarrollo y el bienestar del ser humano.

1. Tipicidad y Antijuricidad: es toda conducta que se adecue a la norma penal de


naturaleza ambiental. Ya que la antijuricidad es un término común a todo el ámbito
jurídico en general, en cuanto que una conducta humana es atentatoria de las
normas de derecho Una característica de esos esas conductas es que todas ellas
son antijurídicas, al atentar contra el ambiente.

2. Culpabilidad: en los delitos ambientales la culpabilidad va ser una peculiaridad de


la acción tipificada por la norma penal como delito ambiental, y el sujeto activo del
delito va a ser culpable cuando su actuación ha logrado cumplir la acción
considerada como delito y tipificada por la norma penal.
Los grados de culpabilidad van a estar en relación directa con la existencia de
culpa o dolo que están inmersas en las acciones realizadas por el sujeto activo de
delito ambiental, esto es, con el grado de reprochabilidad que se le puede asignar
a una persona por la realización de una acción u omisión tipificada como delito
ambiental por la ley penal.

3. Punibilidad del Delito: Los delitos ambientales son punibles ya que su comisión:
 Merece la imposición de una pena, en este sentido todo delito ambiental
es punible;
 En el sentido de que todo delito ambiental significa la posibilidad de aplicar
penas.
La afirmación de que el delito ambiental es punible en el sentido primer
sentido, surge de la afirmación de que es un delito, pero la coercibilidad a que da
lugar el delito ambiental no siempre opera, porque hay una problemática que le es
propia y que ocasionalmente impide su operatividad (en el segundo sentido).
Como se ha venido afirmando, una conducta es punible porque es digna de una
pena, ya que esa conducta es típica, antijurídica y culpable. En cambio la pena es
digna de un delito.

4. Inimputabilidad: La inimputabilidad consiste en el aspecto negativo de la


imputabilidad, ya que aquella consiste en la falta de capacidad de querer y de
entender el delito ambiental, ya sea por ser considerado menor de edad ante la
ley, por padecer trastornos mentales o desarrollo intelectual retardado.

Jurisdicción Penal Especial del Ambiental

Muchas personas tienden a incurrir en delitos ambiéntales u omisiones de


preceptos legales, a estos individuos se le aplica las sanciones pertinentes para
cada caso en concreto, originando así el nacimiento de la jurisdicción penal del
ambiente, que es la encargada de capacitar a un órgano juzgador para su
intervención en un proceso penal, mediante la aplicación de normas de la misma
naturaleza. Capacidad otorgada por la Ley Orgánica del Ambiente en su título X,
de la jurisdicción penal ambiental, artículos 136 y 137.

Existe también una ley reguladora exclusivamente de las sanciones y


penas impuestas por delitos ambientales y es la ley penal del ambiente, encargada
de tipificar como delito los hechos atentatorios contra los recursos naturales y el
ambiente e imponer las sanciones penales. De igual forma, determinar las
medidas precautelativas de restitución y de reparación a que haya lugar y a las
disposiciones de carácter procesal derivadas de la especificidad de los asuntos
ambientales. Esta ley faculta a la jurisdicción especial ambiental por tener
competencias tanto para las acciones penales como las civiles derivadas de
aquellas.

Todo órgano jurisdiccional tiene la obligación otorgada por la Constitución


de la República Bolivariana de Venezuela como norma suprema y defensora del
Estado de resolver un asunto litigioso o verificar si una situación jurídica se está
realizando conforme a derecho. El Estado crea al órgano jurisdiccional penal en
materia ambiental y le atribuye las facultades y obligaciones para la cual está
destinado, con la finalidad de ofrecerle a sus ciudadanos una garantía procesal,
dirimiendo o solucionando conflictos y controversias de relevancia jurídica,
mediante decisiones que reconocen, realizan, declaran y/o tutelan derechos en
casos concretos, logrando la justicia, la armonía y el cuidado del ambiente.

Los órganos jurisdiccionales cualquiera que sea su materia están


representados a través de los tribunales.

En materia ambiental, quien conoce de los delitos, es la jurisdicción penal


ordinaria por ese motivo cuando se ejerce una acción penal esa tiene carácter
público, pudiéndose realizar bien sea de oficio, por denuncia o por acusación.

El Derecho Ambiental Internacional


El Derecho Ambiental Internacional (DAI) constituye el ordenamiento jurídico
destinado a regular las relaciones de coexistencia, cooperación e interdependencia,
institucionalizada o no, entre los actores, que tiene como objetivo la protección
internacional del ambiente; o, el conjunto de normas jurídicas de carácter internacional
destinado a la protección del ambiente en cualquiera de sus formas. En este mismo
sentido, el Derecho Ambiental Internacional es el conjunto de normas y principios de
acatamiento absoluto, destinada a la protección del Ambiente a escala mundial y regional,
en el plano de la política ambiental, regulando las relaciones de los Estados y otros
sujetos internacionales en torno al ambiente, logrando el equilibrio entre las relaciones de
tales sujetos y el medio ambiente en todo el planeta, a fin de lograr un ambiente sano y un
desarrollo sostenible.
Esta rama del Derecho ha comenzado a desempeñar, un importante papel en
muchos países, integrando una creciente legión de juristas, políticos, económicos,
diplomáticos y ecologistas con mentalidad o proyección ambientalista. El Derecho
Ambiental Internacional, involucra al mundo entero en la protección de un bien común:
nuestro ambiente. Como tal, el orden jurídico internacional, ha creado una serie de
instrumentos jurídicos, como los tratados internacionales para la conservación y
protección al medio ambiente, buscando un desarrollo sostenible.

Evolución del Derecho Ambiental Internacional

En las dos últimas décadas se ha acudido a un progresivo desarrollo en el ámbito


jurídico referido a lo a lo "internacional" en materia de Derecho Ambiental. En lo cual, la
profusa cantidad de tratados, convenios, declaraciones, acuerdos, recomendaciones,
resoluciones e informes de carácter internacional destinados a proteger el ambiente en
cualquiera de sus manifestaciones: recursos naturales, orgánicos e inorgánicos;
tecnologías, como la energía nuclear o la explotación y exploración de los espacios
exteriores, incluyendo la Luna y otros cuerpos celestes, o acuerdos sobre geografías
determinadas, como el Tratado Antártico y su Protocolo del Medio Ambiente de 1991, o el
de los compromisos de los ciudadanos con respecto a la biodiversidad; han dado
nacimiento al Derecho Ambiental Internacional.

La existencia de más de 4.000 convenios e instrumentos internacionales con


algunas disposiciones para enfrentar la protección del ambiente, son una muestra de esto
último. Tratados ambientales de carácter estrictamente internacional, con pretensión de
universalidad, existen alrededor de 154, que constituyen la materia reglada y objeto de
alcance por parte del Derecho Ambiental Internacional. Y la tendencia es ir acordando
instrumentos internacionales para las categorías globales, tales como son la atmósfera, el
mar, la biodiversidad, el desierto, que también estén abarcadas por esta rama del
derecho.
Conclusiones

El ambiente es un bien jurídico colectivo, cuya degradación representa una


conducta anti-jurídica en la sociedad venezolana, que puede ser objeto de conocimiento y
de sanción en el estado actual de nuestro Derecho, por parte de los Tribunales Civiles,
Penales, Agrarios y Contencioso-Administrativos, según los casos, y a iniciativa del
Ministerio Público, de los concejos comunales u otras asociaciones o fundaciones
ambientalistas igualmente representativas, y hasta del ciudadano común en
determinadas circunstancias, sin perjuicio de la indispensable reforma de este
ordenamiento jurídico a fin de adaptarlo a las especificidades propias de la
responsabilidad por el daño ambiental.

En el Derecho Ambiental prevalece la tendencia a estructurarse en torno al


derecho de la persona a disfrutar de un medio ambiente adecuado. Casi todas las
constituciones latinoamericanas lo han reconocido de manera expresa. En Venezuela, su
reconocimiento derivó de la interpretación de algunos preceptos de la Constitución
Nacional de 1961. Mientras que la Constitución de 1999 lo define, expresamente, como
un derecho individual y colectivo. En este contexto, el Derecho Ambiental eleva su rango
jurídico y amplía su ámbito temático.

Las conductas más graves que suelen ser causa de daños ambientales, tales
como los vertidos ilícitos y las descargas contaminantes tanto en las aguas como en la
atmósfera, la destrucción de vegetación en las vertientes, la destrucción de ecosistemas
naturales, la manipulación de desechos tóxicos y muchas otras, están castigadas
penalmente en Venezuela.
Bibliografía

 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1999


 Ley Penal del Ambiente 2008
 El Derecho Venezolano en el Siglo del Medio Ambiente. Carlix Mejías y
Arnaldo Gómez. Revista Derecho y Reforma Agraria Ambiente y Sociedad
Nº 35, 2009: 117-130. Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela.
Diciembre 2009. Disponible en
erevistas.saber.ula.ve/index.php/revistaagraria/article/viewFile/6601/6416.
consultado: 11 de Julio, 2019
 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/23605/articulo2.pdf?
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 http://cursos.aiu.edu/Delitos%20Especiales/Tema%203.pdf

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