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    ETICA NICOMAQU

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    ETICA NICOMAQUEA

    código: 7642156

    1. La política se complementa de la demás ciencias prácticas y legisla sobre lo que


    debe hacerse y lo debe evitarse. Su fin es propio, abraca otras ciencias al punto de
    ser por excelencia el bien humano.
    2. La ciencia política ofrece tanta diversidad y tanta incertidumbre que se ha llegado a
    pensar que solo existen por convención y no por naturaleza.
    3. El fin de esta ciencia no es el conocimiento sino la acción. Propio es del hombre
    culto no afanarse por alcanzar otra precisión en cada género de problemas sino la
    que consiste en la naturaleza del asunto.
    4. Todo conocimiento y toda elección apuntan a algún bien. Se supone que es lo mismo
    vivir bien y obrar bien que ser feliz, pero la felicidad es algo que aún no está
    definido.
    5. “bueno también es el que cree, al que habla juiciosamente”. El varón superior es el
    que por si lo sabe todo.
    6. Sin razón el bien y la felicidad son concebidos por lo común a imagen del genero de
    vida que a cada cual es propio. La mayoría de los hombres muestran tener alma de
    esclavos al elegir una vida de bestias.
    7. El bien se predica tanto de la sustancia como de la cualidad y de la relación. De la
    sustancia como Dios y la inteligencia, de la cualidad como las virtudes y de la
    relación como lo útil.
    8. El bien no es un término general regido por una idea singular. “La vista es un bien en
    el cuerpo como la inteligencia lo es en el alma y así en otras cosas.
    9. Si existe un solo fin para todo lo que se hace este será el bien practicable, “no todos
    los fines son fines finales, pero el bien supremo debe ser evidentemente algo final”.
    10. Los bienes se han distribuido en tres clases: los exteriores, los del alma y los de
    cuerpo, siendo los del alma los bienes con mayor prioridad, el fin consiste en ciertos
    actos y operaciones.
    11. Se tendrá la felicidad como don divino, y tanto más cuanto que es el más excelente
    de la bienes humanos.
    12. Desde otro punto de vista también podría ocurrir que la felicidad fuese algo
    ampliamente comunicable puesto que asequible, mediante cierto estudio y diligencia
    a todos aquellos que no estén como lisiados para la virtud.
    13. Solo podemos declarar feliz a un hombre con seguridad cuando está exento ya de los
    males y reveses de la fortuna.
    14. Todo lo elogiable se elogia por ser de cierta índole y por tener cierta referencia a
    algo; es claro que de las cosas mejores no hay alabanza, sino algo mayor y mejor
    15. El elogio pertenece a la virtud, ya que por ella los hombres realizan las nobles
    acciones, mientras que el encomio pertenece a las obras tanto corporales como
    anímicas.
    16. Si la felicidad es cosa perfecta y digna de ser alabada, y a causa de ella todos
    hacemos todas las demás cosas, el principio y la causa de los bienes lo consideramos
    algo digno de honor y divino.
    17. La felicidad es una actividad del alma”. El político, que ha de esforzarse en ocuparse
    sobre todo de la virtud, pues ha de hacer a ciudadanos buenos y sumisos a las leyes,
    debe conocer los atributos del alma”.
    18. Una parte del alma es irracional y la otra tiene razón. De lo irracional, es evidente
    que su virtud es común y no humana (el bueno y el malo no se distinguen cuando
    están durmiendo).
    19. Los desgraciados no se diferencian durante media vida. Parece que hay también otra
    naturaleza del alma que es irracional, pero que participa de la razón, pues elogiamos
    la razón y la parte del alma que tiene razón, pero aparece en estos hombres algo que
    por su naturaleza viola la razón.
    20. Así cuando hablamos del carácter de un hombre no decimos que es sabio o
    inteligente, sino que es manso o moderado; también elogiamos al sabio por su modo
    de ser, y llamamos virtudes a los modos de ser elogiables.

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