Investigaciones Lenguaje y Argumentación Jurídica
Investigaciones Lenguaje y Argumentación Jurídica
Investigaciones Lenguaje y Argumentación Jurídica
ORATORIA JURÍDICA
Estudiante:
Lcdo. Jhonathan Santiago.
C.I.: 15.408.527.
P.F.G Estudios Jurídicos.
Unidad Curricular: Lenguaje y
Argumentación Jurídica.
Facilitador: Prof. Liliana Viera.
Oratoria Jurídica:
Reglas:
El/la Orador/a:
Vocación:
Memoria:
Reflexión:
Raciocinio:
Imaginación:
Improvisación:
Oratoria Jurídica
La oratoria es el arte de hablar con elocuencia y su finalidad es persuadir, es pues, unos de
los elementos fundamentales en la unificación de criterios, y la comprensión y el estímulo
de masas. El poder de la convicción, de representantes de cada país, es menester en un
mundo de transformación. Estas transformaciones si fuesen en su totalidad, colmadas de
ética y moralidad, cuán grande y evolucionado sería la existencia de cada ser.
En este tipo de trabajos académicos, como lo es la Exposición oral, hay que determinar una
idea, desarrollarla y hablarla, mediante argumentos lógicos y persuasivos.
La utilización de la palabra:
La comunicación Oral tiene sus propios canales, distintos a los de la comunicación escrita. Su
medio principal es la palabra, a estos se le suma el mensaje no-verbal (que hace referencia a
gestos, modos, aspecto personal etc.) Y las competencias paralingüísticas (parafrasear,
reordenar, relacionar, etc.)
Este acto psicosocial de comunicación debe generar una relación recíproca de ida y vuelta
con la palabra, el oído y la vista.
ORADOR
El orador es quien debe esforzarse para que su mensaje llegue correctamente, mediante un
pensamiento ordenado para producir un mensaje ordenado también.
El expositor debe tomar una posición, como y que vocabulario va a utilizar, cuál es el
objetivo de su mensaje, sin olvidar conocer qué clase de público estará presenciando el
discurso, para poder graduar la intensidad de la voz, las pausas y los matices.
En este tema el autor nos habla que todos los hombres tenemos en mayor o menor grado la
facultad de persuadir, y sin embargo, no todos somos elocuentes. Se llama elocuente a la
persona que al hablar tiene la facultad de deleitar y persuadir usando la palabra elegante,
eficaz y persuasiva. Indudablemente hay personas que nacieron con el don, pero no
lograron desarrollarlo porque les faltó cultivar esa cualidad al estudiar las reglas de oratoria.
No es un buen orador el que teniendo dotes naturales maravillosas no sabe aplicar las reglas
de oratoria, son buenas esas dotes pero perfeccionadas con el estudio de la retórica son
mejores.
Un buen orador es el hombre naturalmente elocuente que ha perfeccionado esas dotes con
el estudio y el ejercicio. Es conveniente tratar acerca de las cualidades que son útiles y
necesarias en el desempeño de tan privilegiada actividad.
Las palabras bien pronunciadas, el gesto metódicamente estudiado, el ademán
perfectamente calculado, la entonación, las pausas y la dicción rítmicamente balanceadas
causan mejor impresión que las palabras balbuceadas las poses desaliñadas y una voz sin
ritmo y sin gracia.
Una regla muy valiosa para practicar la oratoria, es pronunciar un trozo literario compuesto
por uno mismo. También es muy práctico proponerse un plan sencillo acerca de un tema; se
divide en tres puntos o más, se desarrolla cada uno de ellos y se unen del otro, para concluir
con una proposición que ha de ser la tesis del discurso; este trabajo es parecido al de la
investigación.
Cualidades morales
De las cualidades que mejor cuadran al orador, está la probidad. Hombre probo no solo el
que goza buena fama, sino que además no tiene maldad de que lo acusen es un hombre
íntegro. Marco Fabio Quintiliano en su obra Instituciones Oratorias sienta como base de la
oratoria formar al hombre probo y hacerlo diestro en el arte de hablar.
El orador debe proceder, por consiguiente, con la verdad para no defraudar a su auditorio,
ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata un tema científico,
debe prevalecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón debe
enaltecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón, debe
enaltecer la virtud de la que debe tener claros conceptos.
Dadas las circunstancias actuales en que se encuentra el mundo, cualquiera pensaría que
nadie tiene deseos de ser bueno, y no es así, en medio de sus flaquezas humanas. Si el
orador se acomoda al auditorio cosecha muy buenos resultados; para contrarrestar al vicio.
La virtud no es innata, se adquiere mediante el ejercicio serio y duradero de acciones
buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en
lo opuesto, el vicio. Las virtudes se dividen en dos clases: Virtudes del entendimiento y
Virtudes de la voluntad.
Entre éstas se destaca la prudencia, que en la disposición y el ánimo resuelto con que se
debe de actuar para resolver con rectitud los casos más difíciles. Las virtudes intelectuales
por si solas, no hacen al hombre moralmente bueno, a excepción de la prudencia.
La esencia de las virtudes morales de la voluntad consiste en una disposición permanente y
firme de la voluntad para seguir lo que la razón le presente como justo. La virtud en sentido
estricto confiere al hombre bondad moral y perfección. Las virtudes de la voluntad están
íntimamente entrelazadas entre sí y forman un conjunto cerrado. La virtud no significa
carencia de pasiones, pues éstas no le son contrarias si la prudencia las mantiene dentro de
los límites pertinentes y las coloca en un lugar justo.
Cualidades intelectuales
El orador ha de poseer una inteligencia clara y penetrante para ahondar en los asuntos
trascendentales; su agudeza de ingenio le permite ver en visión panorámica todos los
aspectos de un tema para poder desarrollarlos en toda su amplitud para que cuantas veces
se le solicite la aclaración de una duda pueda hacerlo con erudición y clarividencia. Ayuda
mucho al orador tener imaginación para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente
abstractas; es pintar con pinceladas magistrales conceptos espirituales propio de un
maestro, lo cual no es fácil, pues requiere una destreza intelectual extraordinaria, capacidad
de retención para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un
tema.
Cualidades físicas.
No basta ser elocuente para persuadir, ni las cualidades morales son suficientes para
convencer; a veces la buena presentación es de un gran valor como complemento en el
aspecto integral del orador. El orador ha de estar dotado de un timbre de voz sonora, lo cual
produce un buen efecto. Los oradores que declaman tendrán siempre atento a su auditorio.
VOCACIÓN.
Es una forma de expresar nuestra personalidad frente al mundo del trabajo, del estudio, y
todos los ámbitos, que se manifiesta como disposición "natural" al realizar ciertas
actividades y a preferir determinados ambientes y contextos de actividad. Sin embargo, la
vocación no es algo innato. Se puede englobar bajo la denominación proyecto de vida.
LA MEMORIA.
Es una función del cerebro y, a la vez, un fenómeno de la mente que permite al organismo
codificar, almacenar y recuperar información.1 Surge como resultado de las conexiones
sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales (la llamada
potenciación a largo plazo).
El estudio de la memoria suele centrarse sobre todo en los homínidos, ya que éstos
presentan la estructura cerebral más compleja de la escala evolutiva. No obstante, el
estudio de la memoria en otras especies también es importante, no sólo para hallar
diferencias neuroanatómicas y funcionales, sino también para descubrir semejanzas. Los
estudios con animales suelen realizarse también para descubrir la evolución de las
capacidades mnésicas y para experimentos donde no es posible, por ética, trabajar con
seres humanos. De hecho, los animales con un sistema nervioso simple tienen la capacidad
de adquirir cocimiento sobre el mundo, y crear recuerdos. Por supuesto, esta capacidad
alcanza su máxima expresión en los seres humanos.
No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro.6 La memoria está
diseminada por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del
córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el
significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos
de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a organizar la
percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están almacenados en
elcerebelo.
Los primeros estudios sobre la memoria comenzaron en el campo de la filosofía, e incluían
las técnicas para mejorar la memoria. A finales del siglo XIX y principios del XX, la memoria
pasó a ser el paradigma por excelencia de la psicología cognitiva. En las últimas décadas se
ha convertido en uno de los principales pilares de una rama de la ciencia conocida
comoneurociencia cognitiva, un nexo interdisciplinario entre la psicología cognitiva y la
neurociencia.
El psicólogo William James (1890) fue el primero en hacer una distinción formal entre
memoria primaria y memoria secundaria (memoria a corto y memoria a largo plazo,
respectivamente).7 Esta distinción reside en el centro del influyente modelo de
almacenamiento múltiple de Atkinson y Shiffrin (1968).
Durante gran parte de la primera mitad del siglo XX, la memoria no constituyó un tema
respetable para los psicólogos experimentales, lo que refleja el dominio del conductismo.
Sin embargo, algunos conductictas —en particular, los estadounidenses— estudiaron la
llamada conducta verbal utilizando el aprendizaje de pares asociados, en el cual se
representan pares de palabras no relacionadas, donde el primer miembro del par
representa el estímulo y el segundo la respuesta.
Este enfoque asociacionista hizo que el estudio de la memoria tuviera una posición firme
dentro del marco conceptual conductista, y que desde entonces se le observa de manera
más clara en la teoría de interferencia, que es una de las principales teorías del olvido.
REFLEXIÓN.
La reflexión en cuanto término científico tiene que ver con el acto de reflejarse un rayo de
luz sobre una superficie. De este modo, la reflexión hace que el rayo de luz se absorba o se
rechace, generándose así la diferente variedad de colores e imágenes complejas que
muchas veces pueden parecer reales pero que no son más que representaciones de la
realidad. La reflexión en este sentido también se relaciona con otras disciplinas como la
óptica, la informática y la geometría.
RACIOCINIO.
IMAGINACIÓN.
La imaginación (del latín imaginatĭo, -ōnis) es un proceso superior que permite al individuo
manipular información generada intrínsecamente con el fin de crear una representación
percibida por los sentidos de la mente. Intrínsecamente generada significa que la
información se ha formado dentro del organismo en ausencia de estímulos del ambiente. En
lo que respecta a sentidos de la mente son los mecanismos que permiten "ver" un objeto
que se había visualizado previamente pero que ya no se encuentra presente en el ambiente.
Cabe aclarar que cuando se imagina no se reduce solo al sentido de la visión, sino también a
otras áreas sensoriales.
Los orígenes del estudio de la imaginación datan desde las reflexiones filosóficas. No
obstante, su posicionamiento como materia de estudio científico, alejado de especulaciones
metafísicas, se da con el nacimiento de la psicología experimental, pese a esto, se conserva
como un componente psíquico lejos de ser descifrado. Es solo hasta finales del siglo XX y
principios del presente siglo que la imaginación se toma como desafío para la investigación
psicológica y neurocientífica, y los métodos conjuntos de neuroimagen y conductuales
permiten vislumbrar hipótesis de cómo el cerebro imagina.
IMPROVISACIÓN.
Es un valioso recurso en las artes que estimula la creatividad de los participantes, tanto en
las habilidades del pensamiento, como las expresiones corporales.
Improvisar significa realizar algo sin haberlo preparado con anterioridad; sin embargo, en la
actuación es un recurso que permite desarrollar la capacidad interpretativa en los diálogos y
movimientos. No es falta de preparación; más bien consiste en la habilidad para hacer una
tarea escénica pronto y sin previa preparación.
Cuando se realizan improvisaciones los actores deben tomar en cuenta las posiciones
individuales y saber compartir la escena con sus compañeros de actuación, además,
desplazarse con sumo cuidado hacia determinada zona del escenario.
Es importante señalar que la actuación puede desarrollarse en tres niveles del espacio:
inferior, medio y superior.
El espacio inferior se utiliza cuando el actor se mueve en el suelo; se emplea el nivel medio
si el actor aparece de rodillas, sentado, a gatas o en cuclillas. El actor se desenvuelve en el
espacio superior cuando las actuaciones se realizan de pie.
La intuición del actor le permite actuar en las situaciones inesperadas y solucionar los
imprevistos en la escena. Saber improvisar es un valioso recurso durante el montaje de una
obra para resolver los problemas que surgen, tanto en los ensayos como en la presentación.
* Dicción, varía de acuerdo con el papel que se interpreta; es necesario dar el sentido
preciso a cada frase, además, volumen y entonación.