El Espiritu Santo

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EL

ESPIRITU
SANTO
Conociendo la tercera persona de la Trinidad
EL
ESPIRITU
SANTO
Conociendo la tercera persona de la Trinidad

Lic. Osvaldo Toloza


Theological Master
CET – Bachiller en Teología
ISUM – Licenciado en Teología
GUT - Maestría en Teología y Educación de la Iglesia
GUT – Maestría en teología y Ministerios Pastorales
GUT - Doctorado en Teología y Formación de Ministerios
EL ESPÍRITU SANTO

Me crie en una iglesia pentecostal, así el énfasis del Espíritu Santo lo recibí de
varias maneras. En mi niñez y adolescencia diría que me era más simple, pa-
recía que estaba siempre más dispuesto a relacionarme con el Espíritu Santo.
Yo me sentía amado por el Espíritu Santo porque Él llenaba todo de mí. Su
nombre me parecía atractivo, aunque a veces no lograba entender su forma y
se me presentaba como una visión sin forma, intangible.

No conocía al Espíritu Santo como persona llena de amor que moraba en mi


vida y continuamente quería darme más de la presencia de Dios y hacer que mi
carácter se asemejara a Cristo.

Cuando preguntamos: “¿Quién es el Espíritu Santo?” comenzamos a


reconocer nuestras limitaciones. Sólo Dios dice: “Yo Soy el que Soy.” Sólo Dios
puede definir quién es Él y cualquier otro intento de definir a Dios será
insuficiente.

Cuando hablamos de la persona y el carácter de Dios —Dios Padre, Dios Hijo, y


Dios Espíritu Santo— la bendita Trinidad, hacemos un esfuerzo por traducir la
comprensión de Dios a nuestra experiencia diaria y a un lenguaje que sea el
adecuado.

Pero Dios ha usado el lenguaje humano en su Palabra para describir al Espíritu


Santo y para que con este lenguaje de las Escrituras podamos por lo menos
acercarnos a una comprensión del Espíritu.

La persona del Espíritu: lo primero que debemos entender es que es una


persona. Así que cuando hablamos del Espíritu Santo, no nos referimos a “la
fuerza, ni al poder, ni al viento”. El Espíritu Santo, es diferente a una corriente
eléctrica, que es de naturaleza personal. Esta es una perspectiva muy
importante porque a menudo el Espíritu Santo se concibe como un poder; Él es
poderoso, pero es una persona. Si pensamos en Él solamente como un poder,
entonces se convierte en algo que queremos tener y usar.
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Pero debido a que Él es una persona, Él es quien nos quiere tener y quien
quiere usarnos para la gloria de Cristo. Por lo tanto, debemos evitar referirnos
al Espíritu Santo como un objeto, o describir en esos términos la plenitud que
recibimos de Él. No encontraremos en la Biblia tales expresiones. No es que
nosotros lo recibamos a Él, sino que Él, el Espíritu Santo, nos recibe a nosotros.
Nosotros, entonces, nos regocijamos de entrar en su presencia y en una dimen-
sión de mayor profundidad en nuestra vida. ¿Cómo sabemos que el Espíritu
Santo es una persona? Las Escrituras nos dan una diversidad de testimonios de
esto.

Las descripciones de los pronombres personales del Espíritu Santo se usan para
identificarlo en la acción que ha sucedido. Jesús dijo que después de su
ascensión vendría el Espíritu Santo, Juan 16. Él se refirió doce veces al Espíritu
Santo con el pronombre griego masculino “Él”, refiriéndose al Espíritu
específicamente como persona. El Espíritu es también persona porque tiene
un nombre, que Jesús mencionó en Juan 14:16 cuando dijo: “Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador.” Hay dos importantes ideas respecto al uso
de las palabras otro y consolador (o paracleto).

En el idioma griego de los tiempos de Jesús, había dos palabras para otro. Una
se refería a otro de diferente clase, algo completamente diferente de lo que se
describió primero. La otra palabra se usaba para describir otro de la misma
clase. Cuando Jesús habló del Espíritu Santo como Consolador, Él dijo: “Les
enviaré a otro como yo. No a alguien diferente a mí, sino a otro como yo.”
Jesús prometió otro paracleto, que literalmente significa: “aquel que va al lado
para ayudar”. El Espíritu Santo es nuestro Ayudador personal.

Por las Escrituras también conocemos las características personales del Espíritu
Santo. Habiendo cuatro componentes esenciales de su personalidad: intelecto,
sentimientos, voluntad, y acciones. Todos estos se usan para describir al Espí-
ritu.

1. Intelecto. En 1 Corintios 2:11, Pablo afirma: “nadie conoció las cosas de


Dios, sino el Espíritu de Dios”. Es necesario ser persona para conocer los
pensamientos. Muchas veces me he sentado frente a mi escritorio, por
ejemplo, pero el mueble no conoce mis pensamientos, no recuerda mis
pensamientos, ni tiene acceso a mí, porque es inanimado. No tiene vida.
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Pero el Espíritu Santo es el Ser viviente que tiene acceso a los pensa-
mientos de Dios, aún las cosas más profundas de Dios.

2. Sentimientos. En Efesios 4:30, se nos dice claramente: “Y no contristéis


al Espíritu Santo de Dios.” En el contexto del versículo se describen
diversos pecados de la carne, entre ellos la inmoralidad y las palabras
corrompidas. Pablo advirtió a los cristianos de que cuando fueran
tentados a obrar y hablar como el mundo, no cedieran porque
contristarían al Espíritu Santo. Cuando somos tentados a escuchar o usar
un lenguaje que no complace a Cristo, de inmediato sentimos que hay
Alguien en nuestra vida que no aprueba lo que está sucediendo.

3. Voluntad. En 1 Corintios 12:11 vemos que el Espíritu Santo da dones a


cada uno conforme a su voluntad. A través de la maravillosa obra del Es-
píritu Santo recibimos los dones que pone en el cuerpo de Cristo y tam-
bién la asignación de responsabilidades en el Cuerpo.

4. Acciones. Romanos 8:27 dice que el Espíritu Santo también tiene acceso
a nuestra vida: “el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención
del Espíritu”. El Espíritu es la persona que tiene amplia entrada a todo lo
que hay en Dios. También tiene amplia entrada a todo lo que está en mí.
Nada en mi vida es desconocido o está vedado para el Espíritu Santo.
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LOS NOMBRES DEL ESPÍRITU SANTO.

Las Escrituras nos presentan una amplia variedad de designaciones en referen-


cia al Espíritu Santo, muchas de las cuales son vitalmente importantes para la
comprensión de Su naturaleza y el desarrollo de Su obra.

Hay once títulos en las Escrituras que prueban Su relación con el Padre:

 Espíritu de Dios

 Espíritu del Señor

 Espíritu de nuestro Dios

 Su Espíritu

 Espíritu de Jehová

 Tu Espíritu

 Espíritu del Señor nuestro Dios

 Espíritu del Padre

 Espíritu del Dios viviente

 Mi Espíritu

 Espíritu de Él.

El Espíritu Santo ha sido prometido por Dios, dado por Él, y enviado de Él, con
el fin que Él cumpla la buena voluntad del Padre.

A. EL ESPÍRITU SANTO.

Este nombre enfatiza el carácter moral del Espíritu, pero no significa que
el Espíritu es más santo que el Padre o el Hijo. Este título tiene prefe-
rencia a Su carácter oficial. Él es el autor de Santidad. Este título lo dis-
tingue de todo otro espíritu en el mundo. A Él ha sido encomendada la
obra de ejecutar santidad divina en todo el universo, y en el hombre.
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Este título, Espíritu Santo pone el énfasis, no sobre la persona, sino sobre
el poder, la manifestación y la operación del Espíritu.

1. EL ESPÍRITU DE DIOS.

Este título enfatiza el origen divino, el carácter divino y el poder divino


del Espíritu. El Espíritu está específicamente relacionado con el Padre,
pues procede del Él. Además representa al Padre aquí en la tierra y es el
canal del poder de Dios.

2. EL ESPÍRITU DE CRISTO.

“... Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. Romanos 8.9 –


El Espíritu Santo está muy especialmente relacionado con el Señor Jesu-
cristo. El imparte la vida de Cristo (romanos 8.2), Él produce el fruto de
Cristo (Filipenses 1.11), Él revela las cosas de Cristo (Juan 16.16), Él im-
parte el poder de Cristo (Hechos 1.8 y Juan 14.12) y Él toma el lugar de
Cristo ascendido (Juan 14.16-18). Cinco (5) títulos relacionan al Espíritu
Santo con el Hijo: Espíritu de Cristo - Espíritu de Cristo Jesús – Espíritu
de Jesús – Espíritu de Su Hijo – Espíritu del Señor. El Espíritu ministra
para hacer a Cristo presente en la Iglesia, y para formar a Cristo en el
creyente tan real como Él formó el cuerpo del Jesús humano antes de Su
nacimiento aquí en la tierra.

3. EL CONSOLADOR.

“Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi


nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os
he dicho”. Juan 14.26 “Consolador” es el título dado al Espíritu Santo en
el Evangelio de San Juan capítulo 14.16. La Palabra “Consolador” viene
de la palabra “paracletos” en el idioma original griego y significa: “Uno
llamado al lado de otro para el propósito de ayudarle”. El Espíritu Santo
como Paracleto es Aquél que está listo para proveer: coraje, fuerza, sa-
biduría, y gracia para toda necesidad. Él puede suplir todo cuanto un
compañero amante puede proveer al corazón humano anhelante. Él Es-
píritu Santo como Consolador representa al Señor Jesucristo al creyente.
El Espíritu es dado para que Él sea a los creyentes aquí en la tierra lo que
Cristo sería si Él estuviere presente personalmente.
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4. ESPÍRITU DE GRACIA.

“ ... e hiciere afrenta al Espíritu de Gracia?”. Hebreos 10.29 Aun cuando


Cristo es el origen y la fuente de Gracia, el Espíritu Santo es el canal por
el cual esta gracia es transmitida a la humanidad. Hace real en la vida de
los creyentes las provisiones potentes del don de la gracia. La designa-
ción del Espíritu Santo por medio de este título implica que su bondad
para con los hombres no depende de la dignidad de los hombres.

5. EL ESPÍRITU DE GLORIA.

“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados,


porque el glorioso Espíritu de Dios...” 1º Pedro 4.14 El espíritu Santo se
dedica a traer gloria para Dios, e impartir “gloria” en el corazón de los
creyentes. “Gloria” lleva en sí la idea de honor y de alabanza adscripta
en la adoración. El Espíritu Santo, al llenar al creyente con un sentido de
lo divino, le mueve a rendir este honor y alabanza.

6. EL ESPÍRITU DE VERDAD.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad...”


Juan 16.13 - Pero cuanto Dios es el autor de la verdad, Su Espíritu, es el
Espíritu de verdad. El Espíritu es aquél que revela la vedad, un testigo de
la verdad, y la personificación de la verdad, opuesto al espíritu de error.
Una prueba bien definida de que el creyente ha sido llenado del Espíritu
es si su vida y mensaje están en armonía con la verdad. Fue Jesús quien
dio este título al Espíritu Santo. Lo usó tres veces. Puede decirse que el
Espíritu Santo manifestó completamente Su palabra como espíritu de
verdad al inspirar a los escritores del Sagrado Libro. Fue allí donde dio
testimonio del Padre y del Hijo en toda verdad. El error y el engaño es-
tán en abierta contradicción con la naturaleza del Espíritu Santo, y fue
por esta causa que Ananías y Safira perdieron la vida. Hechos 5.1-11.

7. EL ESPÍRITU DE VIDA.

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley


del pecado y de la muerte”. Romanos 8.2 “Creo en el Espíritu Santo, el
Señor, y Dador de la vida” consta en el antiguo credo, El Espíritu de vida
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nos libra de la ley del pecado, nos da vida espiritual y produce en noso-
tros fruto. El Espíritu vivifica al hombre muerto en delitos y pecados, y
les imparte nueva vida. En la presencia del Espíritu Santo, la ley del pe-
cado y de la muerte que es la herencia natural de hombre es reempla-
zada por un torrente de vida divina que fluye dentro del creyente.

8. EL ESPÍRITU SANTO DE LA PROMESA.

“En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evange-


lio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa”. Efesios 1.13 Es así llamado porque el reci-
bimiento de su poder y de su gracia constituye una de las bendiciones
sobresalientes prometidas en el Antiguo Testamento. Ezequiel 36.27;
Joel 2.28. Él cumple las promesas del Señor en las vidas de los creyentes
y en el corazón del creyente da seguridad de que todas las promesas del
Señor serán cumplidas. El Espíritu Santo está relacionado con las pro-
mesas concernientes al Señor Jesucristo en Su primera y segunda venida,
y también a las promesas de Dios a Cristo durante su venida aquí en la
tierra.

9. EL ESPÍRITU DE ADOPCIÓN.

“...sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual


clamamos: ¡Abba, Padre!”. Romanos 8.15 Cuando una persona es
salvada, no solamente se le da el nombre de hijo de Dios, y es adoptado
en la familia divina, sino que también recibe dentro de su alma la
conciencia de que es participante de la naturaleza divina. El Espíritu
Santo que imparte esa conciencia al creyente de que es hijo de Dios y es
Su presencia en el creyente la que constituye el impartimiento de la
naturaleza divina dentro del ser del creyente.

10.El ESPÍRITU DE SABIDURÍA

“...a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría...” Éxodo 28.3 Toda la


sabiduría verdadera procede del Espíritu Santo y Él es el autor y el canal
de la sabiduría. Véase en Isaías 11.2; Efesios 1.17.

11.EL ESPÍRITU DE ARDIMIENTO.


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“Cuando el Señor lave las inmundicias... con espíritu de juicio y con espí-
ritu de devastación (ardimiento)”. Isaías 4.4 La función de ardimiento del
Espíritu enfatiza el ministerio del Espíritu en buscar, refinar, consumir la
escoria, e iluminar. La palabra “ardimiento” se utiliza en la antigua ver-
sión de Cipriano de Valera.
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LAS OBRAS DEL ESPIRITU SANTO.


1. Él habla. Hechos 13:2, el Espíritu fue el iniciador del primer viaje misio-
nero de la iglesia, cuando dijo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la
obra a que los he llamado.”

2. Él testifica. Él testifica respecto a Jesús. La función del Espíritu es dar


testimonio del Señor viviente.

3. Él enseña. Él enseña lo que Jesús enseñó. Él trae a nuestro pensamiento


las cosas que el Señor nos ha comunicado. Su papel principal como
maestro es vivificar la persona de Cristo en nuestra vida.

4. Él convence. El Espíritu convence de pecado y de justicia y del juicio que


está por venir.

5. Él intercede por nosotros. El Espíritu es nuestro intercesor. La Biblia nos


dice que tenemos un intercesor en los cielos —Jesucristo— y en el cora-
zón tenemos al intercesor del Espíritu Santo. Cuando oramos por nues-
tras propias necesidades o cuando otros oran por nosotros, nunca ora-
mos solos.

6. Él nos guía a toda verdad. Jesús mismo fue quien enseño, diciendo que
cuando viniese el Espíritu Santo a nuestras vidas, El nos enseñaría y nos
guiaría a toda verdad.

7. Él dirige nuestros pasos. Así hizo el Espíritu con Pablo, Silas, y Timoteo
cuando quisieron ir a un área del mundo a predicar el evangelio a la que
el Espíritu no los dejó ir.

8. Él nos revela la Palabra de Dios. La profecía, o la Palabra de Dios escrita,


no tuvo su origen en el hombre, más bien nos fue transmitida y revelada
por el Espíritu Santo.

9. Se le puede probar, como el caso de Ananías y Safira que probaron al


Espíritu con su falta de honradez.
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10.Se le puede mentir. Pedro dijo que Ananías mintió al Espíritu cuando dijo
que había dado todo en una ofrenda, cuando realmente había dado sólo
una porción.

11.Se le puede contristar. Ya nos hemos referido a Efesios 4:30. Isaías 63:10
nos dice: “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu;
por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.”

12.Se le puede resistir. Al concluir su gran sermón, Esteban dijo a la gente


que se aprontaba para matarlo: “Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, así también vosotros.”

13.Se le puede insultar y se puede blasfemar contra Él. Jesús se refirió a la


blasfemia contra el Espíritu Santo como el pecado imperdonable. La
blasfemia contra el Espíritu Santo es una absoluta negación de lo que el
Espíritu dice acerca de Jesús. El Espíritu siempre nos dice: “Jesús es el
Señor. Él es el Hijo de Dios. Confiésalo como Señor.”

En algún momento, cuando constantemente resistimos el testimonio del Espí-


ritu respecto a Jesús, blasfemamos contra el Espíritu. Puesto que no hay per-
dón, como Jesús dijo, en esta vida ni en la por venir, para la persona que blas-
fema contra el Espíritu, la blasfemia contra el Espíritu es un tema aparte. Es
importante que entendamos que la persona que cree que ha cometido el pe-
cado imperdonable todavía es espiritualmente sensible y no ha cometido tal
pecado. La persona que alcanza este nivel de blasfemia ya no tiene deseo de
recibir la gracia de Dios o el perdón, porque el Espíritu ya no convence de juicio
la conciencia de dicha persona.

LA DIVINIDAD DEL ESPIRITU SANTO.


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El Espíritu Santo no es una persona simplemente, sino una persona divina.

El Espíritu como una persona está asociado y relacionado con el Padre y el Hijo.

En Mateo 28:19, Jesús dijo a sus discípulos que fueran a todas partes, y que
bautizaran a los creyentes “en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo”.

Fíjese la cuidadosa manera en que Jesús presenta la fórmula trinitaria.

Él no usa la forma plural de la palabra nombre como si Padre, Hijo, y Espíritu


Santo fueran tres diferentes dioses.

Mejor dicho, hay un nombre del único Dios que se ha revelado como Padre,
Hijo, y Espíritu Santo. Segunda de Corintios 13:14 también muestra la
asociación del Espíritu y la relación con el Padre y el Hijo: “La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos
vosotros.”

LOS ATRIBUTOS DIVINOS DEL ESPÍRITU SANTO.


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A. Es eterno. El escritor a los Hebreos dice: “¿Cuánto más la sangre de


Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin man-
cha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sir-
váis al Dios vivo?”. Como se dice de Jesús: Él es el Alfa y la Omega, el
primero y el último, en consecuencia, el Espíritu no tiene principio ni
tampoco fin.

B. Es omnisciente. Jesús dijo: “El Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en


mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo
os he dicho”.15 Juan 16:12,13 habla del Espíritu como quien nos guía a
toda verdad. “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las
podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará
a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que ha-
blará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

C. Es omnipotente. El Espíritu revela a María este aspecto de su naturaleza


a través del ángel Gabriel: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios…
porque nada hay imposible para Dios.” La obra del Espíritu Santo en el
vientre de María es una señal de la omnipotencia del Espíritu Santo de
Dios.

D. Es omnipresente. El Salmo 139:7–10 dice: “¿A dónde me iré de tu Espí-


ritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás
tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las
alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu
mano, y me asirá tu diestra.” El Espíritu también hace las obras de Dios.

LOS SIMBOLOS DEL ESPIRITU SANTO.


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1. viento. La idea misma de espíritu se asocia con las palabras viento o


aliento. La palabra hebrea es ruach, que en nuestro idioma se traduce
como espíritu. Cuando encontramos el nombre del Espíritu en el Antiguo
Testamento, es como viento o aliento, las mismas palabras que se usan
en otros contextos para esos términos. En el griego, la palabra para espí-
ritu es pneuma, o lleno de aire, viento, o aliento. El Espíritu, por lo tanto,
refleja ese elemento invisible en la vida de Dios. A diferencia de las per-
sonas que somos seres con cuerpo, el Espíritu de Dios no tiene un
cuerpo. Sin embargo, su personalidad es muy visible. Si se quiere cono-
cer a una persona, se debe conocer el espíritu de esa persona. Un cuerpo
nunca dará a conocer a un ser humano. Dios existe sin un cuerpo; sin
embargo es una persona. La personalidad del Espíritu se nos representa
por el viento o el aliento, que está presente en todas partes y es esencial
para la vida. No hay vida sin aliento. El Espíritu, descrito como viento, nos
comunica la eterna vida de Dios que ha soplado en nosotros.

2. Agua. En Juan 7:37,38, el último día de la Fiesta de los Tabernáculos,


Jesús se puso de pie y dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de
agua viva.” Ustedes serán como un pozo artesiano. “Esto dijo del Espíritu
que habían de recibir los que creyesen en él.” Sabemos que el agua es
indispensable para la vida, lava y refresca. El Espíritu se describe como
agua para que sepamos que es indispensable en nuestra vida. Él es el
elemento refrescante de Dios para nuestro carácter y el que nos llena de
gozo y de poder. Él también nos lava y nos convence de nuestro pecado,
y nos suministra la vida purificadora de Jesús.

3. El sello. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad,


el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sella-
dos con el Espíritu Santo de la promesa.” Cuando aceptamos a Cristo
como Salvador, Dios puso en nuestra vida el sello de su propiedad. Fue el
Espíritu Santo que Dios puso en nuestra vida como la señal de que le per-
tenecemos. Un sello es una señal de propiedad y una marca de autenti-
cidad. En otros tiempos, la autenticidad de un documento se probaba
comparando el sello conocido. Así también, el Espíritu deja su impresión
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en nuestra vida. Él nos marca como pertenencia de Dios y que nuestra


vida está genuinamente bajo el dominio de Dios.

4. Aceite. Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido para dar buenas nuevas.” El Espíritu viene sobre nosotros para
mostrarnos que quiere investirnos de poder para que cumplamos la obra
a la que Cristo nos llamó. La marca de esa investidura e unción es el
aceite. En el Antiguo Testamento, todo rey debía ser ungido con aceite
antes de comenzar a gobernar. Era la señal de que contaba con la apro-
bación profética para comenzar su regencia. Los sumo-sacerdotes tam-
bién debían ser ungidos con aceite antes de comenzar su ministerio. Los
profetas también eran ungidos con aceite antes de comenzar su ministe-
rio. No nos debe sorprender cuando abrimos el libro de los Hechos que
antes del nacimiento de la Iglesia, el Espíritu Santo ya había venido sobre
ella para equiparla y poner en marcha sus ministerios. El Espíritu quiere
venir sobre nosotros de la misma manera, designándonos como sus em-
bajadores en el mundo.

5. Paloma. El Espíritu descendió sobre Jesús “en forma corporal, como


paloma”. Dando testimonio de mansedumbre y ternura, y como símbolo
universal de la paz. El Espíritu Santo representado como paloma significa
que no viene a nosotros como una figura de violencia. Es importante que
observemos que el Espíritu Santo, como Jesús, espera que nosotros
abramos la puerta de nuestra vida y dejemos que Él entre en nuestro ca-
rácter. Él no entrará por la fuerza a nuestra vida. Él viene con manse-
dumbre, de manera pacífica, y con ternura. La experiencia del Espíritu No
basta con simplemente describir al Espíritu Santo; debemos tener la ex-
periencia del Espíritu. Nunca conoceremos al Espíritu por simplemente
leer acerca de Él. Conoceremos al Espíritu cuando le pidamos que more
en nosotros y que nos dé poder para vivir. La iglesia no puede operar sin
el Espíritu. Podemos estudiar la Biblia todos los días. Pero si no tenemos
la presencia del Espíritu operando en nuestra vida, nada de lo que haga-
mos cuenta en el reino de Dios.

6. Fuego: El fuego calienta, ilumina, purifica, prueba, produce energía, y


genera poder. El fuego consume el combustible, y refina o purifica
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aquello que no puede ser consumido. Espiritualmente, presenta la pre-


sencia de Dios en Su capacidad como Juez. En el creyente, el Espíritu
Santo, como el poder de Dios, purifica el alma, consume la escoria, e im-
parte pasión ardiente y gran celo. El Espíritu como fuego ministra calor
al corazón y luz a la mente.

7. Lluvia, nube y rocío: Así como la lluvia o el rocío desciende sobre


la tierra árida y seca para refrescarla, de la misma manera el Espíritu
Santo desciende sobre el alma del creyente que responde a la voz del Es-
píritu.

8. Vino: Isaías 55.1. Es un símbolo de alegría, Salmo 104.15; un ingre-


diente de la adoración, Joel 1.10; y un complemento del pan, Jueces
19.19. El vino del Espíritu es el estímulo espiritual Divino que Satanás
procura falsificar por medio del estímulo del alcohol. El vino es aquello
que suelta las restricciones e inhibiciones, da denuedo y produce abun-
dancia de palabras.

9. Arras: Las “arras” es la seña de pago de algo que será pagado en su


totalidad en un tiempo futuro. Números 13.2325. Las arras obligan a am-
bas partes a cumplir su parte del contrato. Cuando Dios da de Su Espíritu
Santo al creyente, ÉL se compromete a mantener para siempre Su provi-
sión para ese creyente. De igual manera, el creyente al recibir el Espíritu
se entrega a sí mismo a perpetua fe en su Señor. El Espíritu Santo que
Dios da en esta vida es solamente un “arras”, pero su otorgamiento es
prueba amplia de que bendiciones inagotables del mismo calibre están
disponibles, y que serán derramadas.

El Espíritu Santo en la creación.


El Espíritu Santo P á g i n a | 19

Participó en la Creación. Génesis 1:2 dice: “Y la tierra estaba desordenada y


vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas.” La Nueva Versión Internacional dice: “el Espí-
ritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas”. Esta es una presenta-
ción muy elocuente en las Escrituras de la personalidad divina del Espíritu, que
creó a partir del caos. Yo también añadiría que describe la obra del Espíritu en
su vida y en la mía. Nuestra vida sin el Espíritu de Dios es caótica. El Espíritu de
Dios quiere crear en nosotros el carácter de Cristo y soplar la vida de Cristo en
el vacío de nuestra vida. El Espíritu está obrando en ese proceso de creación. Es
parte de su naturaleza divina.

Participa en la regeneración. “Pero si envías tu Espíritu, son creados, y así re-


nuevas la faz de la tierra”. Mientras el Espíritu ha obrado en la creación mate-
rial de la tierra y ha dado vida a todas las cosas en la Creación, también ha es-
tado obrando en la re-creación espiritual de nuestro ser interior. “Os daré cora-
zón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis precep-
tos, y los pongáis por obra.” Juan 3:5,6 vuelve a enfatizar la idea del nuevo co-
razón hecho por el Espíritu: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que
el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
El Espíritu siempre busca darnos un nuevo nacimiento en el reino de Dios. Jesús
hace algo muy hermoso al unir la obra del Espíritu en la Creación con la obra
del Espíritu en la personalidad del hombre. Después de la resurrección de
Cristo, Él aparece a sus discípulos y les habla palabras de paz. Después las Escri-
turas dicen: “Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo.”20 Como Dios sopló vida en el cuerpo inerte del hombre en la Creación,
así Jesús habló a sus discípulos y sopló en ellos vida eterna.

Participa activamente para entregarnos las Escrituras. “Toda la Escritura es


inspirada por Dios.”21 La correcta traducción del término griego es: “Toda la
Escritura es expirada”, en otras palabras, ha sido soplada. Toda la Escritura es
producto del aliento de Dios. La función del Espíritu es soplar la presencia de
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Dios en la vida del hombre. La Biblia es el resultado de la actividad del viento


del Espíritu. Dios sopla la Palabra de su misma naturaleza.

El Espíritu está presente en la resurrección. “Y si el Espíritu de aquel que le-


vantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a
Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en vosotros.”22 El Espíritu es el agente que transfiere la vida eterna de
Dios a nuestra vida. El Espíritu que levantó a Cristo de los muertos también está
en nosotros.

Fondo Bíblico e histórico


El Espíritu Santo es aquélla persona de la santa trinidad cuyo oficio es tocar al
creyente y servir como canal divino para la comunión personal. El conoci-
miento de Dios por parte del creyente no puede nunca ser completo si no co-
noce la tercera persona de la Deidad.

El ministerio activo del Espíritu Santo marca la edad de la Iglesia como la


“Edad del Espíritu”, en contraste con la era de los Evangelios que es descripta
como la “Era del Hijo”, y el Antiguo Testamento que es llamado “La era del
Padre”. Todos aquellos que están genuinamente en la Iglesia del Señor Jesu-
cristo, son producto de la obra creativa del Espíritu Santo por medio de Sus
múltiples ministerios.

El Espíritu Santo morando en el creyente le asegura la verdad que el Cristia-


nismo no es la mera mirada intelectual en la naturaleza de una religión filosó-
fica. Contrastando conceptos analíticos o naturalmente éticos, la doctrina
Cristiana llega a ser una fe vivificada con ímpetu dinámico y validez convin-
cente. La diferencia es debida al ministerio del Espíritu Santo. Puede ser dicho
que en la medida que el creyente ha apropiado el Espíritu Santo, en esa medida
ha participado del poder del Evangelio de Cristo Jesús.

Para el creyente, el Espíritu Santo es la llave a toda dádiva y aproximación espi-


ritual. Bien se ha dicho: “El Espíritu Santo es la experiencia de Dios en el cre-
yente”, y “El Espíritu Santo es la acción viviente de Dios en el mundo”. El Espí-
ritu Santo en su ministerio se concierne especialmente en transmitir al cre-
yente los frutos de la victoria de la obra consumada por Cristo sobre el Calva-
rio.
El Espíritu Santo P á g i n a | 21

Al estudiar acerca del Espíritu Santo el creyente no está estudiando acerca de


un ser extraño; él está estudiando a Dios. La naturaleza y el ministerio del Espí-
ritu Santo son exactamente los de Dios el Padre y Dios el Hijo.

Las enseñanzas de las Escrituras concernientes a la doctrina del Espíritu Santo


son más limitadas que aquella que conciernen al Padre y al Hijo. El Espíritu
Santo mismo es responsable de esto, pues El es autor de la Escritura. Modes-
tamente el Espíritu Santo rehúsa sobrecargar Su obra con detalles acerca de Sí
mismo. Aun cuando es positivo que Cristo haya hecho muchas referencias
verbales acerca del Espíritu Santo durante Su ministerio terrenal, sin embargo
no hay más que cinco referencias registradas en las Escrituras, pronunciadas
antes de la semana de Su muerte.

Sin embargo, fue necesario durante Sus últimos días sobre la tierra, y que Sus
declaraciones concernientes al Espíritu Santo fuesen preservadas, y por
consiguiente, encontramos numerosas referencias al Espíritu Santo en los
discursos de Jesús durante la semana de la Pasión.

El Espíritu Santo en el antiguo testamento.


El hecho de que la mayoría de las referencias al Espíritu Santo se hallan en el
Nuevo Testamento no es suficiente razón para declarar que la doctrina del Es-
píritu Santo no está en el Antiguo Testamento. Al considerar la doctrina del
Espíritu Santo es esencial apelar a toda la Biblia, pues cada parte de los regis-
tros sagrados hacen su contribución apropiada. La Biblia es para el hombre el
único origen de información divina revelada concerniente a esta verdad. Hay
una referencia al Espíritu Santo al principio de la Biblia en Génesis 1.2, y otra al
fin, en Apocalipsis 22.17.

Dos palabras distintas son usadas en el idioma original Hebreo: “RUACH” Y


“NESHAMAH”

La primera significando el Espíritu de Dios o del hombre (determinado por el


contexto), y la segunda significando el soplo de vida del cuerpo. Existe una
gran variedad de referencias al Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, un to-
tal de ochenta y seis (86), y se hallan en veintidós (22) de los treinta nueve (39)
El Espíritu Santo P á g i n a | 22

libros del Antiguo Testamento. Todas estas referencias preparan el terreno


que luego ocupan los pasajes del Nuevo Testamento.

Entre los nombres usados para el Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, la


expresión “El Espíritu del Señor” ocurre por lo menos veinticinco (25) veces;
“Espíritu de Dios” catorce (14) veces; y “Espíritu Santo” dos (2) veces. Aun
cuando las enseñanzas o están del todo desarrolladas, los rudimentos de la
doctrina están claramente trazados.

El Espíritu Santo en el nuevo testamento.


Hay en el Nuevo Testamento doscientas sesenta referencias sobre el Espíritu
Santo en especial y directamente mencionado. Con la excepción de Filemón, II
y III de Juan, el Espíritu Santo es mencionado en todos los libros del Nuevo
Testamento.

El libro de Los Hechos tiene cincuenta y siete pasajes que se refieren direc-
tamente al tema. Es el libro “especial” de las Escrituras que se refieren al Espí-
ritu Santo; y se nos dice más acerca del ÉL aquí que en ningún otro libro.

Una de las grandes características de los pasajes del Nuevo Testamento acerca
del Espíritu Santo, es la gran variedad de nombres con que ÉL es conocido.

Quiero indicar cuatro acciones del Espíritu en el libro de los Hechos que tienen
relación con nuestra experiencia.

1. El Espíritu Santo crea unidad entre nosotros sin producir uniformidad.


Cuando el Espíritu de Dios entra en nosotros, no nos convierte en un
clon. De hecho, las Escrituras dicen que el Espíritu pone diversidad en el
cuerpo de Cristo —diversidad de dones, diversidad de personalidades,
diversidad de ministerio—, y todos fluyen del mismo Espíritu. El Espíritu
nos ministra la vida de Jesús, que es la fuente de nuestra unidad, pero
que también nos conforma a la imagen de Cristo, sin convertirnos en
personas producidas con el mismo molde. El Espíritu crea unidad sin
uniformidad.
El Espíritu Santo P á g i n a | 23

2. El Espíritu produce potencial en nuestra vida sobrenatural. No hay vida


que sea la misma después de un encuentro con el Espíritu Santo. Nadie
en el Nuevo Testamento habría expresado su potencial si el Espíritu
Santo no hubiera venido sobre ellos. No importa los talentos o la perso-
nalidad que tengamos, no importa la energía con que realicemos cual-
quier tarea o asignación en particular, sólo el Espíritu Santo puede tocar
la profundidad del potencial en nuestra vida y extraerlo para el reino de
Dios. En este momento de mi vida, creo que necesito al Espíritu Santo
más que nunca. Quiero una fresca unción del Espíritu. Quiero mante-
nerme lleno del Espíritu. Estoy consciente de que necesito más del Espí-
ritu en mi vida; la porción que he recibido de Él no es suficiente. Cuando
se trata de lo que recibimos del Espíritu, creo que el Nuevo Testamento
nos enseña que somos expandibles. Él es infinito y puede darnos más, y
nosotros podemos recibir más. Nunca explotaré el potencial que Dios ha
puesto en mi vida a menos que el Espíritu Santo me sature, a menos que
yo me abra y deje que el toque el potencial en mi vida.

3. el Espíritu siempre nos dirige en dos direcciones. Quiere que profundice-


mos nuestra relación con Dios y quiere que salgamos y nos relacionemos
con el mundo. El deseo del Espíritu es que seamos más espirituales, más
piadosos; que nos asemejemos a Jesús. Él quiere guiarnos a las cosas
más profundas de Dios. Debemos ser cuidadosos de la manera que defi-
nimos las cosas más profundas de Dios. Las cosas más profundas de Dios
nos mueven a amar como Él ama y a vivir con gozo y en pureza. Las cosas
más profundas de Dios no tienen que ver con una pavorosa espirituali-
dad o ser más listos o santos que otras personas. Las cosas más profun-
das de Dios causan una dramática impresión en nuestra vida con la per-
sonalidad de Dios a través de Jesucristo. A la vez, el Espíritu nos dirige al
mundo, porque Dios ama al mundo. El Padre dio a su Hijo para salvar al
mundo. Jesús nos dijo que fuéramos al mundo, pero nos dijo también
que para ir al mundo el Espíritu debía venir sobre nosotros. Él dijo a sus
discípulos que esperaran hasta que el Espíritu hubiera venido sobre ellos.
El Espíritu siempre nos moverá a una relación profunda con Dios y a salir
para ministrar al mundo que no le conoce. Esto es lo que Isaías nos
muestra en el Antiguo Testamento. En Isaías 6:1, el profeta estaba ado-
El Espíritu Santo P á g i n a | 24

rando al Señor, y dijo: “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
Isaías estaba absorto en la adoración a Dios y repentinamente, Dios dijo:
“¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”27 Cuando estaba absorto
en la adoración a Dios, Isaías oyó a Dios que decía: “Tengo un trabajo
para ti.” Cuando usted adora a Dios, Él le mostrará cuál es el trabajo que
debe realizar y dónde, en su familia, en la iglesia, y en el mundo.

4. el Espíritu Santo es en verdad una persona, y como tal podemos recha-


zarlo, hacer caso omiso de Él, o darle la bienvenida. Él espera que lo reci-
bamos; Él espera que lo invitemos. Jesús dijo que pidiéramos al Padre y
que Él nos daría el Espíritu Santo.28 El Espíritu Santo no irrumpirá en la
puerta de nuestra vida. Él quiere una invitación. Nosotros pedimos, bus-
camos, y llamamos y damos la bienvenida al Espíritu. Los pentecostales
siempre preguntamos: “¿Es usted lleno del Espíritu?” Sin embargo, las
personas de inmediato adoptan una actitud defensiva. “Por supuesto
que soy lleno del Espíritu. ¡Hace treinta años que hablé en lenguas! ¿Por
qué me pregunta tal cosa?” Otros responderán: “Por supuesto que soy
lleno del Espíritu. Espero que no se refiera a hablar en lenguas porque yo
fui lleno del Espíritu cuando entregué mi vida al Señor.” Si usted lee cui-
dadosamente el libro de los Hechos, descubrirá que una y otra vez en la
experiencia de los discípulos de Jesús, en los momentos difíciles de la
vida de ellos, el texto dice que “fueron llenos del Espíritu”.

La condición de estar lleno del Espíritu es lo que sucedió después de Pentecos-


tés. No es la experiencia que vivieron los discípulos en Hechos 2; es la plenitud
que recibieron después de esta experiencia.

El Espíritu continuó llenando a los discípulos en momentos en que enfrentaban


desafíos nuevos y desconocidos, cuando se necesitó un nuevo nivel de poder
en su personalidad, que nunca antes habían visto. Con cada nuevo desafío
viene la nueva necesidad de una renovada plenitud del Espíritu.

Esta debe ser hoy nuestra experiencia del Espíritu. No es simplemente que el
Espíritu venga sobre nosotros cuando somos bautizados en el Espíritu. En
nuestros presentes desafíos, el Espíritu nos llena para diversos niveles de
capacidad.
El Espíritu Santo P á g i n a | 25

Pidámosle que nos llene hoy con todo lo que podamos recibir de parte de Dios.
Que en lo más profundo, y en la esencia misma, de nuestro ser podamos expe-
rimentar la plenitud de Dios a través de su Espíritu.

EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO


La palabra “Bautismo” implica ser completamente cubierto y cuando la idea es
relacionada con el Espíritu Santo implica la saturación completa del ser interior
El Espíritu Santo P á g i n a | 26

por la Tercera Persona de la Deidad. Este bautismo es una comunicación


directa entre Dios y el hombre y también debe ser un estado de completa
rendición. Aún la lengua funciona de acuerdo al control del Espíritu. Santiago
3.8 - Hechos 2.4.

La experiencia de recibir el bautismo del Espíritu Santo es el último paso en el


proceso de modificar la carne y de rendirse al Espíritu. Romanos 8.13.

Frecuentemente, aun cuando no necesariamente el bautismo del Espíritu Santo


produce como resultado una “sacudida emocional intensa” en el creyente, que
llena el alma de éxtasis celestial.

La persona que recibe el bautismo del Espíritu Santo, es inundada con gloria
divina que electrifica su naturaleza. Un Pentecostés personal puede ser des-
crito como “un nuevo descubrimiento del Señor Jesucristo viviente, hecho
cuando Dios, el Espíritu Santo comienza su morada en el creyente”. Debe ser
por lo tanto recordado que las relaciones de la persona, ya sean tenues o in-
tensas, son las relaciones de la carne y no son manifestaciones del Espíritu. Es
obvio que los ciento veinte en el aposento alto fueron movidos profunda-
mente, pues dijeron de ellos: “Están llenos de mosto”. Hechos 2.13.

La experiencia del bautismo del Espíritu Santo libra al que busca de sí mismo y
lo identifica con la Deidad. Por primera vez, el creyente es sometido a la ope-
ración sin límites de lo divino; un pequeño “gusto” de lo que un día será am-
plio. 2° Corintios 1.22. y la Escritura hace claro el hecho que la porción que re-
cibe el creyente es solamente las arras de lo que disfrutaremos. Efesios 1.13,
14.

La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue declarado como el


cumplimiento específico de Joel 2.18,19, profecía que prometió la experiencia
a todas las personas de diferentes clases. Isaías 28.11; 1° Corintios 14.22.

Juan el Bautista incluyó la predicción del bautismo del Espíritu, como aspecto
del ministerio del Mesías que habría de venir. Lucas 3.16; Juan 1.33. Durante
su ministerio terrenal nuestro Señor se refirió al cumplimiento de la profecía de
Joel. Los Evangelios registran ocho predicciones hechas por Cristo de un derra-
mamiento Pentecostal.
El Espíritu Santo P á g i n a | 27

El Pentecostés original validó la obra de Cristo, y constituyó un acontecimiento


dispensacional al venir a la tierra para morar en Su Iglesia, el Espíritu Santo, el
administrador Divino, Juan 14.16; Marcos 16.17; Juan 16.7; Hechos 1.5; Juan
7.37-39, Juan 14.26; Juan 15.26; Lucas 11.13; Lucas 24.49.

La fiesta de Pentecostés en el Antiguo Testamento tomó lugar cincuenta días


después de la Pascua. Representaba el comienzo de la cosecha. Simbólica-
mente, el derramamiento inicial del Espíritu en el día de Pentecostés fue el co-
mienzo de la cosecha del Evangelio. Los 120 tuvieron que esperar, no porque
no estuviesen listos para recibir, sino que Dios no estaba listo para derramar su
Espíritu. Sin embargo, esos días de espera produjeron, sin lugar a dudas, una
medida de sumisión y rendición y rendición sí mismos. Desde ese día, el espe-
rar no es descrito. Hechos 10.44.

Aun cuando el Espíritu de Dios había obrado anteriormente en la tierra, El no


había establecido su morada permanente en los corazones de creyentes para
constituirlos en Iglesia. El derramamiento del Espíritu significaba que el Mesías
había completado su obra redentora y había ascendido a la gloria.

El pentecostal original fue un tiempo llamativo fenomenal de carácter sobre


natural. El público no fue atraído por debate teológico, sino por el milagro de
las lenguas, y de las lenguas de fuego y aun el impacto hecho sobre el edificio
donde estaban congregados, como si Dios dijera al mundo que el derrama-
miento Pentecostal no era un incidente trivial.

Una experiencia similar al modelo de Los Hechos 2 continuó siendo normal en


la Iglesia del Nuevo Testamento. Hay un total de cinco casos en el libro de los
Hechos que describen un derramamiento Pentecostal similar en clases y mani-
festación al caso original del día de Pentecostés. El último caso registrado en la
Biblia está en Hechos 19, y esto tomó lugar unos veinte y uno años después del
derramamiento original. El modelo Pentecostal parece haber sido bien autenti-
cado y establecido.

Al comienzo del presente siglo, en el día de Año Nuevo de 1901, el Espíritu


Santo descendió en forma Pentecostal sobre un grupo de estudiantes en un
pequeño Instituto Bíblico en la ciudad de Kansas en los Estados Unidos. Este
derramamiento fue precedido por estudios minuciosos de las Escrituras, y los
El Espíritu Santo P á g i n a | 28

alumnos habían llegado a la conclusión de que la evidencia del bautismo en el


Bautismo del Espíritu Santo era hablar en nuevas lenguas. De allí se esparció
en Texas y a California, donde el año 1906 tomó lugar un gran derramamiento
que fue registrado en Valparaíso Chile y de allí esparcido por el mundo entero.

Propósito del bautismo del Espíritu.


El momento del bautismo del Espíritu Santo constituye la experiencia inicial del
creyente en rendirse incondicionalmente al Espíritu de Dios. La rendición es la
llave del éxito para todo crecimiento espiritual, por cuanto es la rendición total
que produce la fe que se apropia de aquello que Dios provee.

El bautismo en el Espíritu Santo no es un blanco en sí, sino una puerta de ac -


ceso. Es el deseo de Dios que así como el creyente descubre el calibre de ren-
dición necesaria para apropiarse de las bendiciones divinas, de igual manera
luego ande en la luz de ese descubrimiento. El bautismo en el Espíritu Santo
no es algo alcanzado una vez y para siempre que establece al creyente en una
nueva posición ante Dios. Es una experiencia dada para enseñar el método y
grado de rendición al cual Dios responde. Se ha llegado más plenamente a la
meta del propósito de esta experiencia cuando el creyente después mantiene
ante Dios una nueva medida de sumisión devota; cuando en su andar diario se
esfuerza en rendirse aún más completamente y más a menudo sin reservas a
Dios.

El bautismo en el Espíritu santo abre la puerta a los más altos dones de la vida
cristiana. Los Dones del Espíritu, descritos en varios pasajes de las epístolas
paulinas. La manifestación del Fruto del Espíritu, Gálatas 5.22, 23

El creyente que desea que el Espíritu Santo venga a morar en su vida, debe pre-
sentar una vida limpia a Dios. Bien se ha dicho: “Dios no requiere vasos de
oro, ni tampoco busca vasos de plata, pero debe tener vasos limpios”.

Dos veces Pablo escribe a Timoteo y menciona la imposición de manos pero en


relación a los Dones espirituales en vez del bautismo inicial. 1° Timoteo 4.14. y
2° Timoteo 1.6.
El Espíritu Santo P á g i n a | 29

Hubo cientos de creyentes en el Nuevo Testamento que recibieron el bautismo


del Espíritu Santo en relación a los cuales no se hace mención de la imposición
de manos.

Bautismo del Espíritu.


Loa creyentes Pentecostales están de acuerdo en que se use la expresión
“bautismo en el Espíritu Santo” para referirse a la experiencia de Hechos capí-
tulos 2 y otras. Los términos usados son: llenado, derramado, vino, sobre y
recibido.

Uno de los frutos del bautismo del Espíritu es el acceso a una medida mayor de
santidad. Romanos 15.16, 2ª Tesalonicenses 2.13 y 1ª Pedro 1.2. El hecho
de ser lleno del Espíritu Santo positivamente compatible con el andar en santi-
dad demostrado por santificación en práctica. El bautismo del Espíritu está
asociado con la investidura de poder. Santificación es limpieza, mientras que
el bautismo es un llenamiento.

La operación santificadora del Espíritu Santo en el creyente es progresiva más


que instantánea. Su poder para producir rectitud en el creyente está en pro-
porción a la medida de la sumisión de la voluntad. La santificación del Espíritu
produce un refinar de la conciencia, y un mayor grado de comunión entre Dios
y el creyente. El hecho de recibir la experiencia del bautismo del Espíritu Santo
relaciona al creyente en una manera personal a la Tercera Persona de la Deidad
y esto provee el camino para la recepción de mejores cosas de Dios a través de
las experiencias de la vida diaria del creyente.

Existen variadas opiniones de relación con las referencias bíblicas del bautismo
de fuego, Mateo 3.11 y Lucas 3.16. No es nuestro deseo negar la verdad del
bautismo por fuego, pero más bien asociarlo con la operación total del Espíritu
en todo lo que Él hace por la virtud de morar en plenitud por el bautismo.

Todo creyente que de verdad cree la Biblia estará de acuerdo con la necesidad
imperativa de ser lleno del Espíritu día por día. Efesios 5.18; Hechos 13.52.
El creyente debe vivir en la plenitud del Espíritu y no en la esfera de la carne.
La plenitud del Espíritu no es el privilegio de unos pocos, pero la prerrogativa y
responsabilidad de todos los creyentes.
El Espíritu Santo P á g i n a | 30

El creyente no puede en un dado momento alcanzar la plenitud del Espíritu re-


querida para toda su vida. En el momento de recibir el bautismo en el Espíritu
Santo el creyente descubre el camino de rendición, que es el modelo para su
vivir diario. La plenitud día por día del Espíritu requiere la misma clase de ren-
dición.

A pesar del ímpetu que una experiencia, o crisis producida, la única manera de
disfrutar de la plenitud día por día es por medio de rendirse diariamente a un
nuevo y fresco flujo del Espíritu.

Evidencia del bautismo del Espíritu.


La evidencia inicial de ser bautizado con el Espíritu Santo es el poder hablar en
otras lenguas. Esta conclusión proviene de las Sagradas Escrituras. De las cinco
ilustraciones del libro de Los Hechos, tres incluyen específicamente el hablar en
otras lenguas:

a) El día de Pentecostés. Hechos 2.

b) La casa de Cornelio, 8 años más tarde. Hechos 10.

c) Los creyentes en Éfeso, 25 años más tarde. Hechos 19.

Cuando Pablo el Apóstol recibió el bautismo del Espíritu Santo, las lenguas no
son mencionadas pero más tarde el mismo declaró: “Doy gracias a Dios que
hablo en lenguas más que todos a vosotros”. 1° Corintios 14.18.

Debemos enfatizar claramente que el hablar en lenguas en si no es el bautismo,


es solamente la señal o evidencia. Ninguna persona bien informada en las Es-
crituras busca lenguas sino por el contrario busca a Dios, al Hijo y la dulce pre-
sencia del Espíritu Santo de Dios. Las lenguas luego se transforman en la señal
para el que busca como para aquellos que están a su alrededor. Y el órgano
humano del habla sirve para manifestar el control no restringido del Espíritu de
Dios, y lo expresado por el creyente con frases coherentes, generalmente
alabanzas a Dios, en un idioma que no ha aprendido.

En vista de la sobre abundancia de evidencias de lenguas en las experiencias en


la Biblia, debemos sostener que las lenguas son la evidencia del bautismo del
Espíritu Santo. Las experiencias de los creyentes de la Biblia, y particularmente
El Espíritu Santo P á g i n a | 31

de aquellos que estuvieron presentes en el día de Pentecostés, deben servir de


ejemplo a todas las experiencias futuras. No hay indicación en las Escrituras
de que este suceso fenomenal estaría limitado solamente al capítulo 2 de Los
Hechos. Pedro declaró: Hechos 2.39. Creyente no puede rendirse para recibir
la tercera Persona de la Trinidad en Su plenitud sin al mismo tiempo tener un
nuevo grado de pasión por las almas, una nueva determinación de separarse
del mundo, un nuevo ímpetu para orar, una nueva devoción a la Palabra de
Dios, y una nueva vida de adoración y alabanza, que transforma el trabajo del
creyente en un gozo en vez de una obligación.

Guía para buscar y recibir el Bautismo del Espíritu Santo


Mas esto fue lo dicho por el profeta Joel: "Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré‚ de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos e hijas
profetizarán, - y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñaran
sueños, - y de cierto os digo que en aquellos días derramaré de mi Espíritu
sobre mis siervos y siervas y ‚estos profetizarán" Hechos 2.16-18.

1. Sientes la necesidad de andar más cerca del Señor?

2. ¿Has tratado de vivir una vida agradable a Dios y has fracasado?

3. ¿Realmente has deseado tener el poder de ser mejor persona?

4. ¿Cuándo lees la Biblia te desalientas porque quisieras entenderla mejor?

Si las respuestas a estos interrogantes son afirmativas, aquí hay una buena
noticia para ti. La clave para el cumplimiento de estos deseos es el Bautismo
en el Espíritu Santo.

¿QUE ES EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO?

El Bautismo en el Espíritu Santo es la superabundancia del Espíritu de Dios


dentro y fuera del que cree. Es el cumplimiento de la promesa del Padre
dada a todos los que creen en la Escritura mencionada antes.

Esto conduce a una completa y rebosante vida en Jesucristo.


El Espíritu Santo P á g i n a | 32

Recibir este regalo es no sólo recibir el poder de Jesucristo, sino es además la


capacitación del cristiano para reflejar por entero la naturaleza y carácter de
Cristo.

Ser bautizado significa ser sumergido completamente asimilando las


cualidades de aquello en que uno es sumergido - como la ropa sumergida en
tintura toma su color.

Inmersión completa en el Espíritu Santo significa que el creyente recibe una


completa revelación de la vida de Jesucristo. En otras palabras, entre más
acercamiento tenga el Espíritu Santo con el creyente, más acercamiento habrá
entre el creyente y Jesucristo.

¿POR QUE NECESITAMOS EL BAUTISMO EN EL ESPIRTU SANTO?

Cuando Jesús dio la Gran Comisión (Mateo 28:19-20). Él sabía que sus
discípulos serían incapaces de cumplirla sin Su ayuda. Por eso Él hizo una
provisión para ellos: Su plan fue que ellos debían tener el mismo poder que
Él tuvo estando en la tierra, el poder del Espíritu Santo.

En efecto, luego que les fuera dada la Gran Comisión, Jesús les ordenó que no
dejaran Jerusalén ni volvieran a sus labores, sino que esperasen la promesa del
Padre, la cual les dijo: Oísteis de mí; Porque Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
(Hechos 1:4)

Nosotros podemos emprender la tarea de hacer discípulos en todas las


naciones con algún èxito, sin el bautismo del Espíritu Santo. Pero cuando lo
hacemos estamos ocupados en una tarea sobrenatural con nuestro poder
natural. Esto es bastante difícil, y no brinda gozo al corazón de nuestro Padre
Celestial vernos extraviados, cuando en realidad Él nos ha llamado a ser
colaboradores Suyos en el poder del Espíritu Santo. Es Su deseo y Su
mandamiento que seamos bautizados en el Espíritu Santo. El conocimiento y
realidad de este amor interior llega a ser una fuerza de apoyo cuando más la
necesitamos.
El Espíritu Santo P á g i n a | 33

¿PARA QUIEN ES EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO?

Pedro les dijo: "Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre


de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para
todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamaré.
(Hechos 2:38-39).

A la luz de estas Escrituras, es evidente que el deseo de Dios para los


creyentes de todas las edades es que tengan esta maravillosa provisión.

El bautismo en el Espíritu Santo es entonces para cada persona que nace de


nuevo. El amor de Dios por nosotros es tan grande que Él quiere que todos
Sus hijos tengan este maravilloso regalo Suyo.

¿CUÁNDO PUEDO RECIBIR EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO?

De acuerdo con la Biblia, tú puedes tener esta experiencia en el momento


que recibes la salvación (Hechos 10:44-48) o después de tu salvación
(Hechos 19:1-7).

Una pregunta puede surgir: ¿Por qué Jesús les dijo a sus discípulos que
esperasen?, (Hechos 1:4). La respuesta es simple: Esas palabras fueron
dichas antes del día de Pentecostés, cuando Dios envió el Espíritu Santo a Su
Iglesia. El Espíritu Santo ha estado presente y ansioso de conceder esta
promesa a quienes la pidan, desde el día de Pentecostés, hace cerca de
2.000 años.

¿QUIÉN ES EL QUE BAUTIZA EN EL ESPIRITU SANTO?

Juan el Bautista dijo dos cosas sobre el ministerio de Jesús en la tierra:

(1) "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (SALVADOR).

(2) "Yo, a la verdad os bautizo en agua; mas viene uno quien es más poderoso
que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de Sus zapatos. Él os
bautizará con el Espíritu Santo". (BAUTIZADOR).

Tú puedes conocer a Jesús como Salvador, pero debes reconocerlo como el que
bautiza en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo P á g i n a | 34

En el Libro de los Hechos, hay casos en que los Apóstoles usaron las manos
para que creyentes obtuvieran el bautismo en el Espíritu Santo, pero esto no
quiere decir que el ser humano puede bautizar a otros en el Espíritu Santo. En
estos casos sus oraciones ayudan a la persona a recibirlo. Claramente la Biblia
enseña que sólo Jesús es el que bautiza. No solamente es llevar a cabo Su
bautismo, sino es Su gozo y deseo de hacerlo.

¿HAY ALGO QUE TEMER?

Algunas personas temen que si ellos piden a Dios por el bautismo en el Espíritu
Santo, "otro" espíritu puede entrar en ellos primero.

¨¿Què dice la Biblia? " Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le
dará una piedra, o si pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente? O
si le pidiere un huevo le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuánto más vuestro Padre
Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:11-13)
Nosotros declaramos enfáticamente que Dios no te dará nada malo, ni
permitirá que nada vergonzoso te pase. "En el amor no hay temor" (Juan
4:18). Jesús tiene el absoluto control en todos los momentos, por lo tanto
no hay nada que temer. En ningún momento tú estás obligado a hacer o
decir nada contra tu voluntad. Esta experiencia no es un "trance", por lo
tanto en ningún instante perderás conciencia o control de tus actos.

¿QUE DEBO HACER ANTES DE PEDIR?

La Biblia dice que un hombre sabio calcula los gastos antes de comenzar a
edificar una torre. Esta gloriosa y hermosa experiencia del bautismo en el
Espíritu Santo es gratis, por supuesto, pero tú debes hacer o dar todo a Dios
para recibirlo. (Lucas 14:33) Tú no debes separarte de todo lo que tienes,
pero debes estar dispuesto a hacerlo.

El nunca pedirá nada de ti qué tú no puedas dar, ni nunca te fallará en darte


algo más grande como recompensa, cuando te das por completo a Él. El
gozo que Él da a través de una total obediencia excede cualquier cosa a la
que tú puedas renunciar.
El Espíritu Santo P á g i n a | 35

Hay aquí una importante consideración: En Hechos 8, se narra la historia de un


hombre llamado Simón que había estado profundamente envuelto en
ocultismo y deseaba comprar el don del Espíritu Santo. Y Pedro de una manera
cortante exhorta a Simón, ordenándole arrepentirse.

Por eso, si tú alguna vez has tenido algo que ver con ciencias ocultas, Tarot,
adivinadores, horóscopos, reuniones de espiritismo, meditación trascendental
u otras religiones orientales, hipnotismo u otras prácticas, debes renunciar y
darle la espalda a tal pecaminosa participación y debes pedir a Dios por el
perdón y purificación.

¿CÓMO RECIBO EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO?

Jesús dio la clave para recibir el bautismo en el Espíritu Santo en Juan 7:37-38,
"Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como dice la
Escritura, "de su interior correrán ríos de agua viva".

 SED - Tú debes admitir honestamente que hay sed de Dios en tu vida, que
no ha sido calmada y que sólo Dios puede hacerlo.

 IR - Tú debes venir (acercarte) a Jesús que es el que bautiza.

 BEBER - Tú debes abrir tu espíritu a Él, y permitirle que bautice tu espíritu


en el Espíritu Santo, llenándote con la abundancia de Su amor. Tú debes
aceptar por la fe lo que Jesucristo ha prometido darte.

 CREER - Tú no recibes nada de Dios sin fe, porque "sin fe es imposible


agradarle". (Hebreos 11-6).

 CORRERAN - Esta es una respuesta activa a lo que tú has recibido. Es tu


fe en acción, permitiéndole al Espíritu Santo que fluya de tus labios.

Tu parte entonces es sentir sed, ir, beber y aceptar. La parte de Dios es,
bautizarte, hacer correr en ti el Espíritu Santo. Él vierte Su Espíritu en tu
espíritu. El fluye en tu alma; y en tu boca corre un lenguaje de "idiomas"
angelicales.

Para recibir el bautismo en el Espíritu Santo, (te sugerimos hacer una oraci6n
como ésta: “Querido Jesús, yo renuncio a todos los pecados en los que he
tomado parte y te pido que me perdones. Gracias por purificarme. Jesús, mi
El Espíritu Santo P á g i n a | 36

alma tiene sed y sólo Tú puedes saciarla. Vengo a ti porque Tú eres el único
que puede satisfacer esta necesidad

Ahora abro mi espíritu para recibir y beber de Tu Espíritu Santo. Lléname hasta
rebosar y bautizare en Tu Espíritu Santo. Tú dices en Tu palabra, "Pide y
recibirás", yo sé que he recibido, porque Tú no puedes mentir y Tú palabra, es
verdad. Yo creo que Tú me has bautizado en Tú Espíritu Santo y acepto este
don Tuyo, Gracias por Tu más preciado regalo".

No debes esperar que tu experiencia en el Espíritu Santo sea como la de otros.


Jesús trata con nosotros como individuos. Algunos experimentan un gran
regocijo y un abrumador sentido de Su presencia, mientras otros experimentan
una tranquila y sosegada paz.

¿QUE SIGNIFICA HABLAR EN LENGUAS?

Aunque las Escrituras parecen indicar a través del Libro de Hechos que los
creyentes manifiestan su don después de haber recibido el bautismo en el
Espíritu Santo, en ninguna parte de la Biblia establece que si tú no hablas en
lenguas, no has recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Sin embargo,
aquellos que manifiestan y usan ese don en sus oraciones diarias, testifican que
ellos están mejor capacitados para combatir las cosas que frecuentemente
acosan la vida cristiana.

La oración es uno de los principales propósitos de las lenguas. Cuando


nosotros oramos en nuestro propio idioma, limitamos nuestras oraciones a
nuestro conocimiento. Pero Dios ha provisto para nosotros, orar con Su
Sabiduría.

Su Espíritu Santo habita en nuestro espíritu y nos da un idioma de oración.


Pablo dice: "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi
entendimiento queda sin fruto". (1 de Corintios 14:14). No es hermoso que
nosotros podamos ahora adorar a Dios "en Espíritu y en Verdad? " (Juan 4).

Para recibir este regalo de Dios se requieren dos cosas: Fe y Acción. "Fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu Santo les daba que hablasen". (Hechos2: 4). Fíjense que ellos
hablaban mientras el Espíritu les daba el idioma o palabras. Por tanto, por la
El Espíritu Santo P á g i n a | 37

fe, debes en un acto de tu voluntad, abrir tu boca y hablar las palabras que El
te da. Al principio suena como un balbucear incoherente, pero son palabras y
ellas deben ser dichas. A medida que continúes expresando tu oración en
lenguas, llegará a ser más fluida y fácil.

Tú deberías ejercitar este don diariamente en tus devociones privadas y


oraciones al Señor.

Esto es un hecho, una realidad...

1. Que del estudio de la Biblia, Dios no intentó dar a Su iglesia la tarea de


evangelizar al mundo Sin la forma de realizarlo.

2. Que tú puedes recibir el bautismo en el Espíritu Santo siguiendo los pasos


sencillos destacados en Juan 7.

3. Que una vez que recibes el bautismo conoces el amor y poder de Dios de
una manera real, y este poder te permitirá vivir una nueva vida en Cristo
Jesús, que no era posible antes.

El bautismo en el Espíritu Santo no puede ser ganado. Tú no puedes llegar a


ser suficientemente bueno para recibirlo. Esto es un regalo de Dios. Esto no es
un “cúralo todo" para tus problemas; pero es el mismo, extraordinario,
maravilloso poder de Dios que permitió a Jesús abrir los ojos a los ciegos,
mandar a los elementos de la naturaleza, y vivir una vida agradable ante el
Padre durante su ministerio en la tierra, también está disponible para ti.

¡¡¡ Pide y te será dado !!!....

CENTRO DE INVESTIGACIÒN
BÌBLICA
Ministerio Lic.
Osvaldo Toloza
Regalado de la Plaza 336 (5570) San Martín
El Espíritu Santo P á g i n a | 38

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU


Hay sin lugar a dudas una relación muy íntima entre la obtención del Fruto del
Espíritu y santificación progresiva. En ambos el carácter es modificado y el la
generalización (estándar) de la santidad es alcanzado, no solo por medio de
esfuerzo propio o lucha personal, pero por rendición incondicional a Dios en Su
tercera Persona.

A continuación estudiaremos El Fruto, en forma individual, de un todo.

DESCRIPCION DEL FRUTO DEL ESPIRITU


Amor Paciencia Fe
Gozo Bondad Mansedumbre
Paz Benignidad Templanza

Tienen que ver con Tienen que ver con Tienen que ver con
la relación con Dios, las relaciones huma- la madurez de
son frutos de la sal- nas, es el trato que nuestro Espíritu,
vación de la persona debe tributar el fidelidad, fuerza
creyente a su pró- dominada y
jimo autocontrol.
El Espíritu Santo P á g i n a | 39

El fruto del espíritu se describe en el libro de Gálatas y algunos escritores


destacan el hecho de que la palabra fruto está en singular y que la construcción
en el original griego permite poner dos puntos detrás de amor. Así que aunque
todas esas virtudes que siguen a “amor” son parte del fruto, el amor es el
primario.

El fruto del Espíritu es el resultado natural esperado del crecimiento del


cristiano, su madurez, su asemejarse a Cristo, su plenitud en el Espíritu Santo.

Todos los cristianos tienen la responsabilidad de crecer en la fe y desarrollar el


fruto del Espíritu. El fruto del Espíritu no se descubre, sino que se desarrolla
por medio del andar con Dios, rindiéndose al Espíritu Santo.

Al hacer una comparación entre el fruto del Espíritu y los dones del Espíritu
Santo mismo, no pretendo poner énfasis en el valor de uno sobre otro.

Al estudiar la obra del Espíritu Santo, es obvio que cada creyente debe
manifestar el fruto del Espíritu en todas sus facetas y áreas y también algún
don dado por el mismo Espíritu. La ausencia de fruto en la vida del creyente
implicaría la necesidad de un arrepentimiento, porque sin duda está dominado
por la obras de la carne. La ausencia de algún don en la vida de un creyente
significa que él debe desear y buscar el privilegio de ser usado por Dios en
algún ministerio, con ese don.

Los dones y el fruto producen bendición y provecho en la iglesia y en la vida de


los fieles. Es el privilegio y el deber de cada cristiano, tener la vida llena del
Espíritu: fruto y dones, son las mejores manifestaciones. Son armas y equipos
de la iglesia, necesitamos las manifestaciones del espíritu para hacer lo que
Dios quiere que hagamos en el mundo.

A continuación expongo un breve ensayo del fruto del espíritu comparado con
los dones para clarificar la comprensión acerca de los mismos. Comparando
entre uno y otro, siguiendo el patrón que nos ofrece el apóstol pablo en el libro
de Gálatas.
El Espíritu Santo P á g i n a | 40

CUADRO COMPARATIVO

DONES FRUTOS
Operan por la Voluntad de Dios. Opera todo el tiempo, es promovido por
el Espíritu Santo
Residen en el Espíritu Santo Residen en el Espíritu Santo
Benefician a la Iglesia Indican crecimiento Espiritual
Se puede tener más de uno Todo creyente debe manifestarlo
No todos tiene el mismo Se evidencia siempre
Se puede abusar de ellos No se puede abusar de el
Sirven al Cuerpo en su conjunto Es aprovechado por una sola Persona
Se deben buscar los mejores Crece en el creyente
Un día pasarán Nunca pasara
Su uso se juzga No se puede juzgar
Siempre se manifiestan No está en evidencia
Vienen después del bautismo del Viene después de aceptar a Cristo como
Espíritu Santo salvador
No se crece con ellos Crece en el Espíritu Santo
No siempre operan en amor Siempre opera en amor
Pueden actuar en desorden Se manifiesta en orden
Su uso es reglamentado No tiene reglamentación
Son regalos de Dios Es un resultado
Son temporales Es permanente
No lleva provecho a nadie Siempre otorga provecho
A veces es dado al aire Tiene un lugar especial en la persona
El Espíritu Santo P á g i n a | 41

No siempre son señal de madurez Es señal de madurez en el carácter del


cristiana cristiano
Se pueden manifestar sin otorgar Siempre brinda provecho personal y
provecho personal ni congrega- congregacional
cional
Tienen que ver con el servicio Tiene que ver con el carácter
No evidencian espiritualidad Evidencia espiritualidad
El propósito de Dios en su Iglesia no lleva tan sólo una intención cuantitativa
sino también cualitativa. Dios no está interesado en el número de creyentes
que responden al mensaje evangélico, sino muy especialmente, en la obra que
puede efectuar en quienes reciben a Cristo.

El anhelo de Dios en la iglesia no se reduce a contar con un ejército que luche


para conquistar el más amplio territorio posible para su reino, sino que también
quienes crean lleguen a ser como su hijo. Dios quiere llevar muchos hijos a su
gloria. Su propósito es que sean formados a la imagen de su hijo Jesús, según
Romanos 8:29 y Hebreos 2:1 al 11.

Esta es la razón por la cual el fruto del Espíritu, que representa la implantación
de la naturaleza de Cristo en el creyente por acción del Espíritu Santo, tiene
prioridad sobre los dones del Espíritu Santo. Es tarea del Espíritu tomar las
cosas de Cristo y revelarlas a nosotros, Juan 16:14-16; 2º Corintios 3:18 y 2º
Pedro 1:4.

El fruto del Espíritu es en realidad la naturaleza de Cristo que nos es impartida


por acción del Espíritu Santo.

El fruto del Espíritu es el resultado directo de la vida de Cristo brindada al


creyente por el espíritu. Pues el fruto espiritual es el resultado de una vida de
comunión permanente con Cristo.

Un estudio de 1º Corintios 13 revela la superioridad del fruto del amor sobre


los dones espirituales. Esto de ninguna manera le resta importancia jerarquía a
los dones espirituales. Son necesarios y maravillosos en la tarea del ministerio
con el propósito de ejecutar los designios de Dios.
El Espíritu Santo P á g i n a | 42

Pero Dios está principalmente interesado en reproducir en los creyentes el


carácter de Cristo. De modo que el apóstol nos advierte que aunque hablemos
idiomas humanos o celestiales. Aunque tengamos fe y conocimiento y hagamos
buenas obras, todo carece de valor, para cada creyente, personalmente, a
menos que se vea florecer en nuestros espíritus el fruto del amor.

El fruto del amor no se exhibe como un adorno exterior, sino que es la


manifestación que surge del interior.

Somos pámpanos de la vid verdadera y la vida de esa vid se manifestará en el


fruto que lleva el creyente. “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis
mucho fruto y seáis así mis discípulos”, Juan 15:5.

El fruto del espíritu es la


naturaleza de Cristo en sus
discípulos.
El Espíritu Santo P á g i n a | 43

DONES ESPIRITUALES
Definición de don: Capacidad especial que Dios entrega a ciertos miembros
del Cuerpo de Cristo de asumir y ejercer autoridad y ejercer liderazgo sobre
otros ministros e iglesias con propósitos definidos en asuntos espirituales
especiales

Básicamente los dones son concedidos por la operación del Espíritu Santo en su
soberanía absoluta. “Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él quiere.” 1° Corintios
12:11.

Hay un principio básico expresado en 1º Corintios 12:7. “A cada uno le es dada


la manifestación del Espíritu para provecho.” El Espíritu opera por medio de los
Dones del Espíritu Santo para provecho mutuo. Consecuentemente los Dones
son más bien para ejercicio público y no privado. Los Dones son para ser
operados a través de individuos en la congregación. Otro principio básico
vertido en Las Escrituras, es que la experiencia de uno no debe ser la misma de
otro. Romanos 12:6, 1° Corintios 12:29-30. Pero no debe cesar de procurar
los Dones mejores, esperando y confiando en Dios.

Pablo habla de los Dones del Espíritu, en su aspecto de función.

 “CARISMATA”=variedad de dones impartidos por el Espíritu. 1° Corin-


tios 12:4-7

 “PNEUMATON”=variedad de dones desarrollados por las acciones del


Espíritu. Romanos 12:6-12.

 “DIAKONAI” = variedad de servicios efectuados en la causa del Señor.

 “ENERGEMATA” = variedades de poder, de Dios que opera en todas


las cosas y por medio de ellas.

Todos los que creen en Cristo Jesús, como su único y suficiente Salvador de
su vida física y espiritual, tienen el Don del Espíritu Santo de Dios; solamente
algunos creyentes, que permanecen fieles sirviendo al Señor, con toda la ple-
El Espíritu Santo P á g i n a | 44

nitud de sus fuerzas, físicas, mentales y espirituales, son usados por Dios
como instrumentos útiles para honra, manifestándose a través de ellos en
momentos determinados, para poner en práctica la operación de los Dones.

 El Don del Espíritu del Señor es dado a cada creyente individualmente.

 Los Dones del Espíritu Santo son dados, para el ministerio y adoración, a
la Iglesia, al Cuerpo de Cristo, la Iglesia.

 La palabra de Dios, no da condiciones para recibir los Dones del Espíritu,


salvo que exhorta al creyente a desearlos.

El propósito principal de los dones del Espíritu, es capacitarnos espiritual-


mente para edificar la Iglesia de Dios, instruyendo a los creyentes y propiciar
el conocimiento de la salvación de los inconversos. Efesios 4:7-13.

LOS DONES NO SON TALENTOS NATURALES:

Cada persona posee ciertos talentos naturales. Los talentos naturales son las
características que dan a cada ser su personalidad, siendo ésta la identidad que
es formada en parte por la mezcla de talentos.

Los talentos proceden de Dios y se pueden dar varios ejemplos: una persona
que canta muy bien, afinada, en el tono correcto, con una armonía perfecta.
Una persona que posee un coeficiente intelectual muy alto: Un músico que
puede ejecutar cualquier tipo de instrumento a la perfección, un buen carpin-
tero, etc.

LAS OBLIGACIONES DE TODO CREYENTE.

Observando la lista de dones, se hace evidente que muchos de ellos describen


actividades que se esperan de todo cristiano. En este sentido es muy impor-
tante clarificar la visión que distingue los dones espirituales de las obligaciones
de los cristiano.

Nuestra obligación como cristiano incluye: que alguien venga a comer a nues-
tro hogar, que hospedemos a una persona durante una noche, que acompa-
ñemos a un forastero, tengamos reuniones de la Iglesia en casa, prestemos el
coche para alguna emergencia, ayudemos a que los nuevos vecinos se orienten
en la comunidad, demos el mensaje de salvación a personas que no conocen a
El Espíritu Santo P á g i n a | 45

Cristo, oremos por los necesitados, visitemos a los enfermos en el hospital y


consolemos a alguien que se encuentra muy deprimido, entre muchas otras
obligaciones.

Pero ninguna de estas cosas se hace de un modo fácil y nunca creamos que hi-
cimos todo lo que debiéramos haber hecho.

La oración es a la vez un deber y un privilegio de cada cristiano. No


necesitamos el don de intercesión para orar, sino que debemos hacerlo normal
y regularmente. Esto no impide que tengamos el donde intercesión. Del
mismo modo debemos servirnos recíprocamente. Pero la capacitación
especial que Dios para servir son los dones, los cuales no tienen límites en su
aplicación del servicio.

LOS DONES FALSOS.

Aunque nos gustase demasiado que no fuera verdad, debemos reconocer que
Satanás, sus demonios y malos espíritus son reales y activamente se oponen a
la obra del Señor.

Jesús lo dijo en Mateo 24:24 y Mateo 7:22-23. Satanás puede falsificar cada
uno de los dones. Es un ser sobrenatural y tiene poderes sobrenaturales, aun-
que limitado y controlado.

Raphael Gasson, un médium espiritista, ahora cristiano, dice en su libro “El fal-
sario retador”1 que Satanás le dio habilidad para profetizar. De un modo
específico muestra como los dones de la fe, los milagros, las sanidades, las len-
guas y la interpretación pueden ser reproducidos por Satanás. A la falsificación
del donde discernimiento de espíritus, él la llama clairvoyance y clairaudience
(clarividencia y clariaudiencia). Incluso el don de echar fuera demonios es astu-
tamente reproducido por el diablo.

El verdadero don de discernimiento de espíritus tiene la intención de sacar a la


luz todas las manifestaciones milagrosas del diablo y exhibir tras de ellas a su
verdadero creador y a sus demonios malos en acción. Ejemplo: Psiquismo,
hipnotismo, ocultismo, magia negra, blanca o roja, brujería, encantamiento,
espiritismo, curanderismo, tarot, tabla ouija; son todas fuerzas reales sobre-
1
Raphael Gasson, El Falsario Retador, Plainfield, NJ. Logos Books, 1966, pag.90, citado por Peter Wagner en
página 98.
El Espíritu Santo P á g i n a | 46

naturales que producen milagros y todas ellas responden a la voluntad perver-


tida del hombre. Su origen es satánico. Los espíritus malignos no son espíritus
humanos, ni espíritus angelicales caídos. Son espíritus demoniacos de origen
satánico.

Algunas personas creen erróneamente que los ejemplos citados arriba son
obras de Dios. Se trata, sin embargo, de la obra del diablo, que no es por ello
menos real. Conviene aquí recordar que Dios sabe todo esto y nos da poder
adecuado para prevenirnos de ello.

LOS DONES Y EL EVANGELISMO.

Este es el motivo primordial para el evangelismo. Pero los creyentes corintios


no se preocupaban del incrédulo que se hallaba en medio de ellos, mientras no
pudieran dar rienda suelta a un goce o despliegue desenfrenado de sus propios
dones espirituales.

Consideración para los “otros” es la premisa de Pablo, Capítulo 14:17-19 con


respecto, tanto a sus compañeros creyentes como a los incrédulos.

Haríamos muy pocas equivocaciones con los dones espirituales si estuviéramos


siempre dominados sobre todas las cosas por una pasión por las almas – “por
otros -”. No es la obra del Espíritu Santo en los cultos evangelísticos lo que de-
bemos temer. El jamás alejará un alma del evangelio, ya sea durante los pre-
liminares, la predicación, o la llamada al altar.

Es la obra de nuestro propio Espíritu la que necesita tan cuidadosa vigilancia. Y


esa vigilancia debe redoblarse en los servicios evangelísticos, recordándose que
se arriesga la salvación de las almas. Un yerro entre otras ocasiones podrá no
importar mucho; un yerro en esta puede ser fatal. Mejor será errar en la
reprensión personal y si acaso erramos.

Es probable que no se contriste mucho el Espíritu si nuestro motivo fue el cui-


dado de no impedir que alguna alma viniera a Cristo. Cada parte de un servicio
evangelístico es mejor dejarla a los que han tenido experiencia, y se han pro-
bado que conocen la mente del espíritu.

No era el hablar en lenguas lo que ocasionaba el peligro de que la gente dijera


que la Asamblea de Corinto se había vuelto loca; era que todos hablasen len-
El Espíritu Santo P á g i n a | 47

guas (14:23); esto, es todos simultáneamente o en número excesivo, y sin in-


terpretación. Era un uso desordenado de un don que podría ser poderosa-
mente eficaz si se usaba el tiempo debido y en el modo debido.

Algunas personas no creen que necesitemos que se nos enseñe la manera de


usar los Dones del Espíritu, pero nosotros sí.

No es que el mismo Espíritu Santo pueda equivocarse alguna vez pero nuestro
propio espíritu sí puede, y de aquí la necesidad de las reglas expuestas en 1ª
corintios 14.27, 33, para que nosotros nos examinemos en estos asuntos. El
gran ideal es que el Espíritu de Dios controle tan perfectamente cada miembro
del cuerpo de Cristo al grado de que cada operación de un don sea precisa-
mente una “obra” del Espíritu Santo. (Cap. 12.11) Entonces podremos estar
seguros de que no habrá impedimento al evangelismo o a la santificación o a
cualquier otra gran obra en que el Espíritu se halle ocupado en ese momento,
pero los hijos de Dios se hallan en diferentes etapas de entendimiento espiri-
tual.

Ningún don espiritual, ejercido en el Espíritu, infringe jamás esa regla y en con-
secuencia, nunca estorba el verdadero evangelismo.

Rectamente entendidos y rectamente usados, los Dones del Espíritu son el


único equipo adecuado de la Iglesia para el cumplimiento de su gran comisión
de predicar el evangelio a toda criatura.

LOS DONES Y SU ABUSO.

Todos aquellos familiarizados con reuniones pentecostales estarán dispuestos


de admitir que hay casos específicos del aparente abuso de los Dones espiri-
tuales. Esto no se limita a la época moderna en la cual vivimos pues San Pablo
escribió partes de las cartas a los corintios para poner en orden los abusos y
excesos. Pablo les dijo: “Hágase todo decentemente y con orden”.

 Los Dones espirituales pueden ser imitados por espíritus satánicos.

 Cualquier confusión en el uso de los Dones no viene por obedecer las


Escrituras, sino por el descuido de las mismas.
El Espíritu Santo P á g i n a | 48

 La escritura declara que en ninguna manera es Dios el autor de la confu-


sión.

 Uno de los Dones que ha traído más disensión y problemas, es el Don de


Géneros de lenguas. 1° Corintios 14.27 dice: “Sea esto por dos, o a lo
más tres y por turno y uno interprete”.
El Espíritu Santo P á g i n a | 49

PRIMERA SECCION -
MINISTERIALES
Nº V VVZ NOMBRE COMÚN
NOMBRE GRIEGO

1.- APÓSTOL Apostolous

2.- PROFETA Prophitas

3.- EVANGELISTA Euggangelistas

4.- PASTOR Poimenos-Poimin

5.- MAESTRO Didaskalous

6.- ANCIANO Ilikioménos

7.- LÍDER Aposteio-Apostelo

8.- ADMINISTRADOR Proistamenos

9.- MISIONERO Oikoumonos


El Espíritu Santo P á g i n a | 50

10.- DIACONO Diakoneo

SEGUNDA SECCION -
EDIFICACIÓN
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO

11.- PALABRA DE SABIDURÍA Logos Sofias

12.- PALABRA DE CIENCIA Logos Ginoseos

13.- DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS Diakriseiz Pneumaton

14.- DON DE FE Caris Pisteo

15.- OPERACIONES DE MILAGROS Energimata Dunameon

16.- DONES DE SANIDADES Carismato Iamaton

17.- DON DE PROFECÍA Prophiteia

18.- GÉNEROS DE LENGUAS Geny Glosson


El Espíritu Santo P á g i n a | 51

19.- INTERPRETACIÓN DE LENGUAS Ermineia Glosson

TERCERA SECCION -
COMPLEMENTOS
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO

20.- DON DEL SERVICIO Diakonia

21.- DON DE LA ENSEÑANZA Didaskalia

22.- DON DE LA EXHORTACION Parakaleo

23.- DON DE LA AMISTAD Filia

24.- DON DE LA GENEROSIDAD Metadidous

25.- DON DE LA MISERICORDIA Eleon

26.- DON DE LA INTERCESIÓN Iperentugxanei

27.- DON DE LA HOSPITALIDAD Zilosenian

28.- DON DE LA AYUDA Eupoiias

29.- DON DE LA MÚSICA Mousikon


El Espíritu Santo P á g i n a | 52

30.- CONSEJERÍA ESPIRITUAL Pnevmatikí parochí symvoulón

31.- ECHAR FUERA DEMONIOS Ezebalomen Daimonia

CUARTA SECCION -
FUNCIONALES
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO
32.- DON DE LA CONTINENCIA Egkrateuontai

33.- DON DEL MARTIRIO Martirous

34.- DONES DE LAS ARTES dóro ton technón

35.- DONES DEL CONOCIMIENTO Ginosko

36.- DON DEL ESCRITOR Syngraféas

37.- DONES DE LOS ESCRIBA graféas

38.- LABORES MANUALES cheironaktikí ergasía

39.- POBREZA VOLUNTARIA Ethelontiki Ftocheia

40.- LAS VISIONES Pneumatiki Oramata

41.- LOS SUEÑOS Pneumatiki Oneira

42.- LA VISTA ESPIRITUAL Pneumatiko dóro tin órasi


El Espíritu Santo P á g i n a | 53

Estoy totalmente convencido y cabalmente de acuerdo con todos los


escritores y futuros lectores en que ninguna lista que se ofrezca estará
completa por si sola. Pienso que en nuevos análisis de las Sagradas Escrituras
se pueden agregar más dones a la lista, porque a fin de cuentas: ¿Quién soy
yo para limitar los Dones que Dios quiere agregar a esta lista para ser usado por
su iglesia?.

LOS MINISTERIOS Y OFICIOS SAGRADOS


1. MINISTERIO DE APOST0L

Efesios 4:11."Primero apóstoles, luego profetas"

Los apóstoles son los asesores en el juicio mesiánico y por ello sus nombres es-
tarán grabados en las piedras principales de la santa Ciudad, Apocalipsis 21:14.
El ministerio apostólico constituye la norma en cuanto a la doctrina y comunión
de la Iglesia, Hechos 2:42; 1 Juan 2:19. La Iglesia debe ser edificada sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas.

El apóstol es una persona que Dios ha dado a la Iglesia, Es una persona con
gran capacidad a quien los demás pueden recurrir para pedir sus consejos y
solicitar su ayuda. Es capaz de solucionar todo tipo de problemas y traer paz.
Puede exigir demandas que no son aceptadas de buena gana, pero que todos
cumplen porque reconocen su autoridad. Tiene su visión bien enfocada y no se
halla restringida por los problemas de una iglesia local. Su amplitud de
captación de la visión de la iglesia le permite conocer cada uno de sus
problemas y definir las soluciones con un criterio de eficacia que no da lugar a
otras alternativas. Esto redundará fuertemente en una protección personal de
los terribles ataques de las tentaciones de sexo, de poder y de dinero.

2. MINISTERIO DE PROFETA

Efesios 4:11. Primero apóstoles, luego profetas,...

Se llama "profetas” tanto a los que poseen el oficio profético como a los que
tiene el don de profecía, aunque existe una diferencia muy marcada entre
ellos. Una diferencia se observa claramente en Hechos 21:9 y 10: “Y al día si-
El Espíritu Santo P á g i n a | 54

guiente saliendo llegamos a Cesárea y entrando en la casa de Felipe el evange-


lista, que era uno de los siete diáconos, nos quedamos con él. Este tenía cuatro
hijas doncellas que profetizaban. Y deteniéndonos varios días, descendió de
Judea un profeta llamado Agabo. Ellas tenían el don de profecía y Agabo el ofi-
cio profético.

3. MINISTERIO DE EVANGELISTA.

Efesios: 4:11 al 14. Evangelistas,… para perfeccionar a los santos.

El ministerio y oficio de evangelista es uno de los dones primarios que Dios le


ha dado a la iglesia para la reproducción y la multiplicación. Pero el mejor uso
de muchos dones de evangelismo en la iglesia poco puede ayudar si los otros
miembros del Cuerpo con otros dones no funcionan de una manera sana.

Como resultado de la acción conjunta del don de evangelista con los demás
ministerios en los tiempos apostólicos, se formaron congregaciones que fueron
muy fuertes más tarde en la obra evangelizadora de la iglesia primitiva.

La finalidad del don de evangelista es llevar a toda persona a una entrevista o


encuentro personal con Jesucristo, para que se entregue a El y le acepte como
único y suficiente salvador. Como consecuencia de esto, la persona recibe sa-
nidades y milagros. Proclamar el evangelio no requiere ningún don espiritual
particular, ya que este es uno de nuestros deberes cristianos.

4. MINISTERIO DE PASTOR

1 Timoteo 3:1 al 7. Si alguno anhela Pastorado, buena cosa desea.

Pastor, del griego Poimenas, que significa apacentador. Una persona que ha
sido designada cabeza de una iglesia local. Se le llama también, ministro, rec-
tor, anciano, obispo, supervisor.

Es verdad que el Pastor tiene su propia carga que llevar. El pastor está cara a
cara con las realidades de la vida, como lo están los miembros de la congrega-
El Espíritu Santo P á g i n a | 55

ción. Pero, además de mantener una relación vital y personal con Dios, el pas-
tor ayuda en la edificación de la Iglesia.

El Pastor tiene interés en el pueblo, desde la cuna hasta el sepulcro. Siempre


está listo para dedicar a las criaturas y para conducir a todos a los pies de
Cristo. Los bautiza en agua, preside la santa cena, da palabras sabias a los que
están pensando en matrimonio y después oficia la ceremonia. La visita a los
enfermos, prédica, enseña, guía, instruye y oficia en los servicios fúnebres.

5. MINISTERIO DE MAESTRO

Efesios 4:11. Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

La designación del maestro dentro del marco del ministerio apostólico es fun-
damental. Él es el encargado de transmitir la cultura, la idiosincrasia, los usos y
costumbres del Reino de Dios al pueblo santo, el cual fue elegido de entre las
naciones de este mundo para convertirse en el pueblo escogido y especial de
Dios, separado para ser testigo de la grandeza de la gloria de Dios y de la vida
futura en el Reino creado por Dios para su pueblo, 1º Pedro 2:8.

No es un don cualquiera, sino un ministerio apostólico de autoridad. No sólo


ha sido dado para enseñar en la escuela dominical. Ha sido dado para instruir
al pueblo en general y no es menos que ninguno de los otros dones
apostólicos. Se debe aceptar con toda reverencia el llamado ministerio
docente, dentro del pueblo del Señor. La formación de maestros, educadores
que puedan brindar todo su tiempo exclusivamente a la enseñanza y a la
transmisión de la cultura y a elevar el nivel espiritual intelectual del pueblo
santo !!!.

6. MINISTERIO DE ANCIANO

1° Timoteo 5:17.  Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos
de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

El anciano, es un dirigente religioso en la iglesia. La palabra Anciano designa a


una persona de nivel oficial entre los hermanos, como cabeza de familia,
considerados sabios y venerables en virtud de su edad y conocimientos, que
El Espíritu Santo P á g i n a | 56

puede no implicar mucha edad, pero sí madurez y experiencia, quien con


ejemplo procura conducir a la iglesia hacia una experiencia cristiana más
profunda y plena. Se les confiere la responsabilidad de ser ejemplos al rebaño,
dar dirección a la iglesia, enseñar a la gente y guiar a la congregación.
Comparten responsabilidad y posición única en la iglesia, los ancianos merecen
gran respeto. 

En ausencia del pastor velan por la alimentación de la feligresía y de


conducirlos al cumplimiento de la misión dada por nuestro Señor Jesucristo:
Predicar el Evangelio. El Anciano a veces suele hacer las veces de pastor local.
Es un cargo importante.

El anciano es un líder religioso de la iglesia. El anciano local debe ser


reconocido por la iglesia como un fuerte líder espiritual, y debe gozar de buena
reputación con los que están afuera.

7. MINISTERIO DE LÍDER

Romanos 12:8. El que preside con solicitud.

a) Un líder Sabe a donde va: tener objetivos precisos en la mente, en el


corazón, en los sentimientos, en la voluntad, en toda la vida...

b) Un líder Tiene capacidad para motivar: ser capaz de persuadir a otras


personas para que le acompañan en su causa. Si la cualidad de liderazgo
es debida a un don, los seguidores deben ser y siempre serán
voluntarios. Por ello siempre los líderes tienen seguidores.

Todas las personas desean ser guiadas por alguien en todas las áreas de su
vida. Por ello, los líderes con discernimiento nunca van demasiado distanciados
de sus seguidores, siempre están adelante, dirigiéndoles. Nunca manipulan a
sus seguidores, no les obligan, generan confianza en los demás, de este modo,
saben a dónde van y cuál es el próximo paso a dar. Los mejores líderes son
calmos, saben lo que hay que hacer y saben que ellos mismos no pueden ha-
cerlo. Por esto desarrollan la capacidad de delegar y transferir responsabilidad
a los demás.

8. MINISTERIO DE ADMINISTRADOR
El Espíritu Santo P á g i n a | 57

Romanos 12:8. ...los que administran.

La palabra griega para definir la administración es sin duda "oikonomos" que


significa ecónomo; que tiene que ver con todo lo que se refiere a la organiza-
ción de las entradas y salidas de una entidad o agrupación. Pero en el principio
bíblico la palabra griega que empleamos para definir administración es "ku-
beriseis" que significa literalmente "timonel", debido a que el timonel es la
persona encargada de llevar el barco a su destino.

De la misma forma que el "oikonomos" es el encargado de llevar la administra-


ción de la iglesia local de tal manera que los planes sean cubiertos en su totali-
dad por el presupuesto de la iglesia. Cuando esto no ocurre, pueden suceder
que se registren más salidas que entradas. La función de Timonel, lo ubica
entre el dueño del barco y la tripulación, es quien toma las decisiones
necesarias en caso de avería o tormenta para lograr que el barco llegue a su
meta. No es correcto que el pastor sea o quiera ser el timonel, sin decir nada
de que sea miembro de la tripulación, como se observa en muchos casos.

Es recomendable que cada pastor pida a Dios que le dé en su iglesia, creyentes


con dones de administración. Esto mejorará la salud de la congregación nota-
blemente.

9. MINISTERIO DE MISIONERO

Hechos 8:4. Los que fueron esparcidos anunciaban el evangelio

Los éxitos de la evangelización necesaria para alcanzar a los billones de perso-


nas de los pueblos "ocultos" del mundo, dependen únicamente del ministerio
espiritual de los misioneros.

El don de misionero es un don que parece casi escondido porque casi no existe
ningún libro sobre dones que lo mencione o reconozca. La razón es que no se
describe en la Biblia explícitamente, no obstante, aparece bastante claro en pa-
sajes bíblicos como Hechos 2 (el salto desde los judíos hebreos a los judíos
helenistas), en hechos 8 (el salto de los judíos a los samaritanos) y Hechos 11
(el salto de los judíos a los gentiles), todos ellos ejemplos de situaciones de
evangelismo interculturales.
El Espíritu Santo P á g i n a | 58

Muchos cristianos, como la mayoría de los seres humanos son monoculturales.


Han nacido y han sido criados entre una sola "clase" de gente. A quien posee el
don de misionero, su cultura le permite actuar entre los que le rodean, com-
portándose como uno de ellos y más importante aún, entendiéndolos sin nin-
gún entrenamiento especial, excluido el proceso normal de socialización.

Las personas con el don de misionero disfrutan de su relación con otras cultu-
ras; les resulta fácil aclimatarse y "enculturizarse" en un medio diferente. Re-
cogen prontamente los modismos, las inflexiones de la voz, la música del habla
y el lenguaje de los gestos, cosas éstas que no pueden ser aprendidas por me-
dio de libros.

10. MINISTERIO DE DIACONO

Hechos 6:3.-  Buscad, hermanos, de entre vosotros a siete varones de


buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
encarguemos de este trabajo.  Y nosotros persistiremos en la oración y
en el ministerio de la palabra.

Los hombres que nutrían a la congregación predicando y enseñando se dieron


cuenta de que no era justo que dejaran esas actividades para servir mesas, así
que encontraron a otros hombres que estaban dispuestos a servir, y los
hicieron atender las necesidades físicas de la iglesia mientras ellos atendían las
necesidades espirituales. Fue una mejor utilización de los recursos y un mejor
uso de los dones de todos. También hizo que más personas se involucraran en
servir y ayudarse mutuamente.

Los pastores deben "predicar la palabra, redargüir, reprender, y exhortar, con


toda paciencia y doctrina" y los diáconos deben cuidar de todo lo demás.

Las responsabilidades del diácono incluyen tareas administrativas u


organizativas, guiar y acomodar en los asientos, mantener el edificio, tesorería
y secretaria de la iglesia. Aunque no se especifica claramente ni están
enumeradas ni descritas en las Escrituras; se asume que es todo aquello que no
incluye los deberes de un pastor.
El Espíritu Santo P á g i n a | 59

Sin embargo los requisitos para ser diácono se describen con mucha claridad:
irreprensibles, maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus
casas, respetables, honestos, no dados a mucho vino, no codiciosos de
ganancias deshonestas 1° Timoteo 3:8-12.

El oficio de diácono es un honor y una bendición. "Porque los que ejerzan bien
el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que
es en Cristo Jesús" 1° Timoteo 3:13.

LOS DONES DE CONSTRUCCION


11. PALABRA DE SABIDURÍA

1° Corintios 2:1-13

Nunca podrá el conocimiento humano que origina sabiduría humana ser apli-
cado a una ciencia o sabiduría divina, ya que sólo puede ser aplicado humana-
mente. La sabiduría divina, es conocimiento profundo de la autorrevelación de
Dios, no producto de la experiencia personal con Dios, aumentado e
intensificado.

Debemos reconocer que la ciencia y sabiduría divina solo puede ser usada en
este campo. La Ciencia y la Sabiduría divina están muy relacionadas. Enfatizaré
esta declaración, de forma y manera específicas, en consecuencia la ciencia y la
sabiduría divina sólo pueden reflejar el conocimiento aplicado divinamente a
los sucesos humanos, siguiendo un plan detallado y estricto de Dios.

Qué es la Sabiduría divina? Es el conocimiento profundo, total y completo


que Dios mantiene delante de sus ojos de todo lo que ocurre en al tierra y en el
cielo, en el transcurso de los tiempos y la edades, siglo tras siglo, época tras
época. No solamente las cosas que ocurrieron antes del inicio de nuestra ac-
tual era humana, sino lo que será después de finalizada esta actual existencia
humana.
El Espíritu Santo P á g i n a | 60

El concepto de eternidad puede aclarar profundamente esto, pues Dios como


dueño absoluto de la eternidad tiene en su registro, siempre presente, lo que
fue, lo que es y lo que ser. Todo esto constituye su sabiduría divina, el
mantener delante de si todo lo que sucedía, lo que sucede y lo que sucederá.

Qué es una Palabra de Sabiduría? Es una revelación fragmentaria del presente


de Dios, que para el ser humano es todo un evento del futuro a realizarse, a la
voz del mandato divino. La Palabra de sabiduría no es una revelación de
sucesos futuros, sino una vislumbre del conocimiento total que Dios tiene de
todas las cosas en el cielo, en la tierra y en el ser humano y las respectivas leyes
que debe entregar a los hombres en pro de este conocimiento previo.

12. PALABRA DE CIENCIA

1°Corintios 2:14.

La Palabra de Ciencia es una revelación sobrenatural dada por el Espíritu Santo


sobre ciertos hechos que están en la mente de Dios.

Dios mantiene delante de si en su mente, todo lo que sucede en el cielo y en la


tierra. Dios conoce perfectamente a cada persona y cada lugar y cada cosa y
tiene el pleno control de todo lo que sucede. Dios no recuerda las cosas, Dios
no recuerda nada, pues eso sería atribuirle la existencia de un órgano humano
que le permita almacenar información, la memoria. Dios no recuerda las co-
sas, simplemente porque él no tiene memoria, no se le puede atribuir el recor-
dar. Dios tiene todo el conocimiento de lo que sucede delante de si, todas las
cosas son visibles en todo tiempo para él, eso descarta la posibilidad de tomar
casas del pesado y llevarlas al presente a través de la memoria.

El conocimiento que Dios tiene de todo hace que este siempre delante de Él.
Siempre está el ser humano delante de Dios, naciendo, creciendo, enveje-
ciendo y muriendo, simultáneamente.

13. DISCERNIMIENTO DE ESPIRITUS

Hechos 16: 16 a 18.


El Espíritu Santo P á g i n a | 61

Conocer los espíritus que nos están trasmitiendo sus enseñanzas es muy fácil
de hacerlo. La Biblia dictamina que todo árbol se conoce por sus frutos. Pablo
recomienda fuertemente que no se debe creer a todo espíritu así tan fácil de
primera instancia. Se deben probar los espíritus.

Este es un don que no es de uso diario, no será usado con la frecuencia que
usaríamos cualquiera de los demás dones. Requiere bastante madurez para su
uso. Los creyentes que tienen este don tienen mucha cautela y prevención ha-
cia su uso, porque se requiere de mucho valor. Pero es confortante para todo
el Cuerpo de Cristo saber que Dios no ha dejado a los creyentes indefensos
contra las tácticas de Satanás y las fuerzas del mal.

"Las fronteras de trabajo del Discernimiento de Espíritus son más limitadas que
los dones de Sabiduría y de Ciencia. Sus poderes de revelación están restringi-
dos a una sola clase de objetos. El don es enteramente sobrenatural y su obje-
tivo y operación son enteramente sobrenaturales. Esto se revela claramente en
su nombre: Discernimiento de Espíritus. Este don concede penetración sobrena-
tural al mundo secreto de los espíritus. Revela la clase de espíritus que actúan
en una persona, comunica información sobrenatural mediante la cual se iden-
tifica la fuente de toda manifestación espiritual, bien sea divina o satánica".

14.DON DE FE

Hechos 27:22. - Romanos 4:18.

El don de fe es la capacidad sobrenatural otorgada por el Espíritu Santo que


permite el cumplimiento indefectible de una dicha del hombre o de Dios.

Esta realización milagrosa, humana o divina implica tanto bendición como mal-
dición, premio y castigo, transformación, crecimiento y desintegración. Se ca-
racteriza por el hecho de que, a menudo, los resultados son observables a
largo plazo.

Este don implica un acto, no un proceso y su tiempo de manifestación, al igual


que el de los dones de sanidades, es mucho más breve que el don de fe.

El don de fe es el mayor de los dones de poder. Sólo puede ser recibido des-
pués de la salvación. Es otorgado por el Espíritu Santo para que el hombre
pueda recibir y obrar milagros. Es Milagroso.
El Espíritu Santo P á g i n a | 62

La acción del don de fe en las personas los vuelve valientes, inquebrantables,


llenos de coraje, activos. Esta actitud produce que se sientan molestos
cuando las demás personas no pueden manifestar esta capacidad de confianza
en Dios, por ello se alteran con facilidad cuando se les crítica. No soportan las
críticas y su mente no entiende porque se les critica, ellos solo tienen una
seguridad completa de que simplemente hacen la voluntad de Dios.

15.DONES DE OPERACIONES DE MILAGROS

Hechos 19:11.

Los milagros son de origen sobrenatural y las personas que manifiestan estos
tipos de dones son meros cauces por los cuales Dios hace una obra maravillosa.
Son dones que actúan en la transformación de alguna ley de la naturaleza para
mostrar una acción de Dios sobrenatural. Pueden ocurrir en la naturaleza, en
el mundo de los humanos, o en el espacio, o donde Dios estime que sea
conveniente.

Se debe llamar milagro a todo aquello que consideremos imposible, todo lo


que nuestra percepción nos indique como imposible de obtener de cualquier
forma. Crear un brazo, un hueso faltante, resucitar un muerto, mantener en el
aire un avión al que se le han detenido los motores, etc.

Milagro es una palabra que se usa para indicar un orden de cosas ocurridas no
naturalmente, sino de modo sobrenatural. Milagro es una intervención so-
brenatural en el curso ordinario de la naturaleza; una suspensión temporal del
orden acostumbrado; una interrupción del sistema de la naturaleza tal cual la
conocemos.

Los dones de las operaciones de milagros funcionan mediante la energía o


fuerza dinámica del Espíritu, produciendo inversiones o suspensiones de las
leyes naturales. Un milagro es un acto soberano del Espíritu de Dios, que se
desentiende de leyes y sistemas. Un milagro no necesita de la existencia de
una ley para explicarlo.

Como se percibe la necesidad de la existencia de un milagro?... una pregunta


que conlleva una variada gama de respuestas. Pero diremos que la necesidad
de una acción creadora que solo puede ser efectuada por Dios es el punto e
El Espíritu Santo P á g i n a | 63

inicio del milagro. Por ejemplo, la falta de un hueso, la culminación de una


columna vertebral incompleta, la terminación de la medula espinal. Todo este
tipo de acciones conllevan una creación, células que no están deben ser
creadas.

En otro ejemplo: podríamos mencionar la acción devastadora de un huracán,


que ante la intervención de una acción de fe, deba detenerse. Imposible. Pero
la operación de un milagro alterando las leyes de la naturaleza y sujetándola al
poder de Dios hace que el huracán se desvanezca. Jesús lo hizo al ordenar a la
tormenta que se quede quieta, cuando estaba en la barca en el mar de Galilea.

16.DONES DE SANIDADES

Hechos 3:10.

No es el don de sanidad sino los dones de sanidades. Cada vez que se men-
ciona este don en los Hechos de los apóstoles se menciona en plural. Es el
único don que se cita en el libro de 1°Corintios 12, como una serie o grupo de
dones en sí mismo.

Los dones de las sanidades son las herramientas que Dios ha entregado a la
iglesia para sanar a sus miembros de todas las enfermedades y dolores, sin ne-
cesidad de tratamientos de ninguna especie, ni por el uso de costosas reme-
dios. La simple manifestación del don en forma milagrosa produce sanidades
para enfermedades orgánicas y funcionales, nerviosas o depresivas, agudas o
crónicas.

Las Sanidades tienen que ver de modo específico, con todo tipo de enfermeda-
des humanas.

Según 1°Corintios 12:28 se da a entender que existen muchos dones de sanida-


des. Los mismos no dan a la persona poder sobrenatural sobre la enfermedad.
La persona es simplemente un cauce por el cual Dios obra cuando quiere sanar.
La gente con el don de sanidades no tiene el poder de vaciar los hospitales, a
menos que Dios, decida hacerlo por medio de ellos. La posición de Dios con
respecto a las enfermedades y a la salud, es un tema delicado.

Los dones de Sanidades, son dones sobrenaturales, y no pueden ser confundi-


dos con especialidades médicas. Las personas que poseen estos dones no tie-
El Espíritu Santo P á g i n a | 64

nen el menor conocimiento de las cuestiones relacionadas con la medicina, son


simples creyentes que permiten ser usados como cauce para que Dios a través
de su misericordia sane a los enfermos.

Se puede tener más de un don de sanidad, por supuesto, todo está en la gracia
de Dios manifestada a través del Espíritu Santo.

La iglesia es una gran demandante de los dones de sanidades, dadas las


condiciones de los creyentes, sus distintos tipos de vida, su idiosincrasia y su
cultura. Las afecciones de los creyentes son múltiples y de muy variados
orígenes. Entonces resulta indispensable que la manifestación de los dones de
sanidades sea permanente y constante.

Como percibir que hace falta sanidad en los miembros? Los pastores gozan de
la sensibilidad brindada por el Espíritu Santo para pastorear y de conocer parte
de los lamentos del cristiano, así que la manifestación de los dones es el
resultado natural para aliviar el estilo de vida.

17.DON DE PROFECIA

1° Corintios 12:10.

La palabra "profecía" se usa para indicar la predicción del futuro, es difícil para
algunos comprender que el uso bíblico de la palabra incluye no sólo el futuro
sino también el presente. De hecho, el don de profecía ha sido usado mucho
más para tratar situaciones del presente que sucesos del futuro.

Lo define la palabra hebrea "Naba" cuyo significado es “fluir hacia adelante",


"burbujear como una fuente", "dejar caer a gotas".

En griego, "Naba" es básicamente: "declarar", "hablar por otra", similar al sig-


nificado de "prophiteia".

Aquellos que tienen el don de profecía, reciben la inspiración personal del


propósito de Dios en una situación concreta. Dios habla por medio del profeta.

La profecía en su forma más sencilla es una exclamación ungida e inspirada di-


vinamente.
El Espíritu Santo P á g i n a | 65

Esto nos ayuda en la interpretación del don de profecía y el ministerio de au-


toridad del profeta u oficio de profeta.

Cabe si aclarar que este don requiere de la aceptación de los demás creyentes y
la examinación de la profecía en relación con la vida personal del profeta.

La profecía no es una palabra que se acepta a la primera intención, debe ser


examinada si cumple los propósito de la profecía de edificación, exhortación, y
consolación, y aceptar que los oyentes se tomaran un tiempo para decidir
cuánto aceptaran de esta profecía. 1Corintios 14:3. (RVR1960) Pero el que
profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 29
Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.

Los dones de profecía son una gran responsabilidad para el creyente, pues
expone el testimonio del profeta para que sea tenido en tela de juicio, done la
vida diaria debe ser el libro visible que se lea con toda claridad.

Resulta ser un gran enemigo para la comunión y el respeto que el profeta


demande a sus hermanos de la iglesia. Pero si el profeta mantiene en alto su
testimonio, con notable énfasis en su santidad y en la veracidad de sus
palabras, puede otorgarle un alto honor.

Un tema también de mucha importancia, es que una oveja no puede


profetizarle a una autoridad de la iglesia. (Pastores, Ancianos, Diáconos,
Lideres).

18.GENEROS DE LENGUAS

MAR 16:17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi


nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas;

Es un don para expresar la que no se puede decir con palabras humanas del
sentir. Es el punto en que el Espíritu ora por la persona en una lengua que ella
misma no entiende.

Se expresa en 1° Corintios 14 que el don de lenguas se emplea principalmente


en oración, porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios,
porque nadie entiende, aunque en espíritu hable misterios (2). ...porque si yo
oro en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento queda sin
El Espíritu Santo P á g i n a | 66

fruto. Qué? ¿Orare‚ en el espíritu? pero orare también con entendimiento,


cantaré con el espíritu, también alabaré con entendimiento" (1°Corintios
14:15).

El don de lenguas es la respuesta a su pedido y a los más profundos anhelos de


su corazón.

El Espíritu Santo proporciona las lenguas humanas y angélicas con las cuales
podemos derramar perfumes de alabanza y adoración en abundancia delante
del trono de nuestro Dios y su Santo Cordero, para que se cumpla el verso de
Romanos 8:26: "Y asimismo el Espíritu nos ayuda en nuestras flaquezas, por-
que como no sabemos pedir como conviene, el mismo intercede por nosotros
con gemidos indecibles".

Las lenguas constituyen el medio ordenado de Dios por el cual las peticiones
del Espíritu de Súplica ascenderán al trono celestial. Son necesarias en nues-
tras vidas para el plan de Dios realizado en nosotros.

El don de lenguas debe ser un vehículo de expresión para los mensajes a la Igle-
sia. Pablo explica extensamente que en la Iglesia, las lenguas sin interpretación
no tienen sentido o significado alguno y quedan fuera de orden. El que habla
en lenguas debe pedir para sí el don de interpretar, pero si después de haber
dado un mensaje no hay quien interprete, debe quedar en silencio. También es
incorrecto que haya más de tres mensajes en lenguas durante un servicio
religioso.

Las lenguas junto a la interpretación pueden llegar a constituir una profecía, to-
mando como referencia lo que Pedro enseño el día de Pentecostés cuando
identificó a las lenguas como el cumplimiento de la profecía de Joél, que dice:
“Derramaré mi espíritu sobre toda carne y profetizarán".

19.INTERPRETACION DE LENGUAS

1°Corintios 14:39 Por tanto, hermanos míos, anhelad el profetizar, y


no prohibáis hablar en lenguas.

El don de interpretación de lenguas no tiene nada que ver con interpretar las
Sagradas Escrituras. La interpretación de la Biblia nos corresponde a nosotros,
los maestros. La interpretación de lenguas es un don sobrenatural, igual que el
El Espíritu Santo P á g i n a | 67

don de géneros de lenguas o el don de operaciones de milagros. Depende por


completo del don de lenguas y no tiene función además de complementar a
este don. Es en realidad una interpretación, o sea dar el sentido de lo que se ha
dicho por medio del don de lenguas.

El intérprete de lenguas, que habla cuando el Espíritu lo usa para expresarse,


no necesita interpretar palabra por palabra el mensaje dado en lenguas. La
palabra interprete empleada en estos pasajes significa: “explicar concienzu-
damente, proporcionar el sentido y el significado", “hacer las cosas declara-
bles".

LOS DONES DE COMPLEMENTO


20.DON DEL SERVICIO

Gálatas 6:2. Diakonia se refiere especialmente al servicio de la oración y de la


palabra, esta traducción es la que empleamos para designar a nuestros
ministros. Pero se puede decir que originalmente el diácono era el que servía a
otros y nada más.

Felipe, evangelista y diácono, evangelizó Samaria, fue llamado por los apóstoles
para servir a las mesas (diakono) pero también se le reconoce su diakonía en el
ministerio de la palabra, con milagros prodigios y señales en el poder del Espí-
ritu Santo.

Timoteo, Tiquico, Epafras, se les llamaba siervos porque desempeñaban una


labor no especifica al lado de Pablo, sino que servían en un orden general al
lado de los obispos.

La función elemental del diaconado es la manifestación del Espíritu Santo para


provecho del Cuerpo. Por lo tanto, el diaconado o ministerio se ejerce por me-
dio de las operaciones milagrosas del poder divino.

El don de servicio en su más puro sentido no se ejerce de uno en uno, centrado


en las personas, como en el caso de los dones de misericordia y de ayuda. El
servicio se dirige generalmente a una institución y sus objetivos y no a una per-
sona en particular.
El Espíritu Santo P á g i n a | 68

La gente con el don de servicio tiene en general una serie de habilidades y ta-
lentos que puede ofrecer cuando aparece la necesidad. Se puede contar con
ellos para toda clase de ayuda.

Es un don que no hace ruido, es de los que no aparecen en los titularas de los
periódicos con los nombres de los que los ejercen. Misericordia, ayuda y servi-
cio, son esenciales para la completa salud del Cuerpo.

Deben estar en cada iglesia local y en un número de personas relativamente


elevado, comparado con los otros dones.

21. DON DE LA ENSEÑANZA

Hechos 20:20 y 21. Romanos 12.7. Como práctica diaria la enseñanza cristiana
ha sido hasta en gran parte un discurso en el púlpito y no se ha tratado de com-
probar si esta enseñanza produce resultados útiles y valederos. Se ha olvidado
que la enseñanza ayuda a formar vidas y que éstas deben ser inculcadas desde
los primeros años.

No sólo lo que tiene que ver con las enseñanzas de la Biblia, sino también lo
que tiene relación directa con el modo o tipo de sobrevivencia.

Quien tiene el don de enseñanza espera que los demás aprendan en sus clases
y por medio de sus escritos. Si esperase obtener otra clase de resultados, yo
dudaría que una persona tenga el don.

El don de la enseñanza es universal, sirve para enseñar cultura, matemáticas,


historia, filosofía, geografía, arte, ciencia y tecnología.

El don de la enseñanza se manifiesta de muchas formas. Hay quienes tienen el


don para comunicarse y enseñarle a los niños. Otros para enseñarle a los jóve-
nes y otros para enseñarles a los adultos. Algunos para enseñar en los Semina-
rios y otros para enseñar en las condiciones más diversas y aun adversas.

Algunas personas con el don, son buenas enseñando de a uno en uno, como
Pablo con Timoteo, o Priscila y Aquila con Apolos, "Hechos. 18:26.
El Espíritu Santo P á g i n a | 69

La enseñanza es en general una ocupación que exige una jornada completa de


trabajo, pues los que tienen el don se deleitan pasando tiempo en el estudio
de sus lecciones, preparando los auxiliares, decidiendo las técnicas de estudio
a emplear, buscando las ilustraciones y medios auxiliares visuales a utilizar.

22. DE LA EXHORTACION

Hechos 14:22. El verbo "Parakaleo" se traduce como: Exhortar o animar. Su


significado sería: "ánimo y consolación que soporta a un hombre de pie en
medio de las pruebas y las luchas, que de lo contrario, lo hartan sucumbir. Es el
ánimo que capacita al hombre para superar el climax del sufrimiento sin
desfallecer.

El don de Exhortación, es un don que trabaja con las personas, sean estas cre-
yentes o inconversas.

Los creyentes son llamados por la Biblia a exhortarse mutuamente, a conso-


larse y a prestarse ánimo, (Romanos 5:14 al 16, Colosenses 3:16, 1° Tesaloni-
censes 5:11, Hebreos 3:12 al 14, Hebreos 10: 24 al 25) y es evidente que exis-
ten creyentes que tienen más capacidad que otros para exhortar a sus seme-
jantes.

La Exhortación está lejos de corregir la naturaleza pecaminosa del hombre, no


se la debe confundir con una simple llamada a restaurar la vida y actitud moral
de una persona o a instruirla en deberes cotidianos de la vida en convivencia
como: "tú debes hacer esto" o "deberías ser más educado y amable" o "debes
ser más honesto" o "debes ser más humilde".

No se debe perder el tiempo llamando a la fuerza de la voluntad para cambiar


su ser interior. Se debe recurrir a Cristo, a su poder de restauración, a su poder
del Nuevo Nacimiento. Las personas no se cambian de afuera hacia adentro,
sino de adentro hacia afuera. Esta es la función principal de toda persona con el
don de la exhortación y la premisa debe ser que todo ser humano, creyente o
no, debe ser exhortado con el propósito de ser puesto en el camino que
conduce a la cruz, donde hay redención por la sangre de Jesús.

Concluyendo esta descripción, visualizaré un ejemplo práctico: Antes de una


batalla los generales “exhortan” a sus soldados insertando en la conciencia de
El Espíritu Santo P á g i n a | 70

ellos la importancia del combate que les espera. Los responsabilizan de la


confianza que tienen puesta sobre ellos, los llaman a entregar no sólo su mayor
esfuerzo sino hasta su propia vida, con la única condición de obtener la victoria.

Los creyentes que tienen el don de la exhortación, saben que pueden hacer
todo esto y más por amor a sus hermanos y a la obra del Señor Jesucristo.

23. DON DE LA AMISTAD

Proverbios 18:24. El hombre que tiene amigos ha de mostrarse


amigo; Y amigo hay más unido que un hermano 

La amistad es una gracia divina, es un don de Dios, y la amistad de David y


Jonathan es un hermoso ejemplo de esto. Tener un amigo que nos cubra, que
ore por nosotros, que sepa reír y llorar con nosotros y nosotros con él. Claro,
este tipo de amistad no crece de la noche a la mañana, se logra con el tiempo.
Hay que ser transparentes, sinceros y eso cuesta y no es fácil, pero es
fundamental en la amistad. Eso es lo que debe predominar.

Necesitamos establecer una relación de amistad al estilo de Jonatán y Da-


vid. Cuando le digo a alguien que es mi amigo, le doy el derecho de decirme lo
que está bien o mal, y viceversa, Jonatán le estaba diciendo a David, "..¿Sabes
amigo? te doy mi autoridad, te doy derecho de que me mandes, que me digas
lo que debo hacer y yo obedeceré..." Dios quiere que nosotros podamos tener
esa clase de amistad íntima con él. Pero también quiere que entre nosotros
experimentemos esa amistad. David tenía mucha fe, era un joven que amaba
de corazón a Dios, que se formó en comunión con Dios, y Dios lo premió con un
amigo. Si tenéis un amigo ¡cuídalo mucho! porque es un don de Dios.2

“... El amigo fiel es como un refugio seguro. El que lo encuentra, ha encontrado


su tesoro. El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que pueda medir su valor.
El amigo fiel es un bálsamo para la vida. Los que buscan a Dios lo
encontrarán...” Eclesiastés 6,14-16. (DHH)

Cuando el Señor nos concede el regalo de un amigo entonces los pasos


inciertos de la vida se hacen más llevaderos y nuestra existencia se ilumina con

2
Stella de Ortellado. Pastora en el Movimiento Cristiano y Misionero de Ingeniero Machwitz, Buenos Aires.
El Espíritu Santo P á g i n a | 71

el don de la compañía íntima que satisface el corazón. ”Vuestro amigo es la


contestación a vuestras necesidades".

“Amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se
les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados”. La amistad es el mayor regalo
que podemos recibir en nuestra existencia y el mayor reclamo de la vida es
buscar al amigo que sea capaz de iluminar con su sola presencia los huecos de
nuestro corazón, porque “un amigo no es aquel que te seca las lágrimas, sino
aquel que evita que las derrames”

El amigo es un compañero de viaje que contagia con su presencia los caminos


del peregrinar que llevamos y en los momentos de dolor está sin preguntar, sin
exigir, sin controlar, sin criticar, sin huir. Un amigo es más que un hermano,
más que un padre. Bueno, es otra cosa, es un compañero”. El amigo es la llama
de nuestra hoguera que arde sin consumirse aún sin estar cerca. El amigo nos
recrimina con la máxima caridad nuestros fallos pero fíate de él cuando te mira
a los ojos y te dice verdades como puños. No esperemos un amigo adulador y
calculador, ajeno a la verdad y a la crítica.

24. DON DE LA GENEROSIDAD

Romanos 12:8. No hay duda que todo cristiano tiene que dar parte de sus
ingresos a Dios. De acuerdo con la Biblia, cada persona debe preparar sus
ofrendas y darlas con alegría, (2°Corintios 9:7). Este deber cristiano no tiene
excepciones.

Pero aquí está la herramienta del Espíritu Santo, el don de la generosidad, un


atributo de todos los miembros de la iglesia, todos los especialmente
separados por el Espíritu Santo para esta noble función trabajando de noche y
de día para juntar alimentos y ropas nuevas para ayudar a los que necesitan
ayuda de forma urgente.

Al llegar a la ciudad donde actualmente resido y que por más de 20 años pasto-
ree la congregación, que Dios me permitió establecer, me encontré con una
comunidad de gente trabajadora y de un estrato socio-cultural de clase media.

Me dedique a predicar solamente la Palabra, sin preocuparme por las necesida-


des sociales de la gente, los hermanos pobres de nuestra congregación eran
El Espíritu Santo P á g i n a | 72

personas que gozaban de un buen trabajo, cobraban sus sueldos y podían pa-
gar su comida y sus ropas. Pero con el tiempo, cuando la iglesia se estableció
en el lugar, comenzaron a llegar a nuestra congregación personas procedentes
de lugares apartados. Al conocerles, descubrimos que algunos vivían en lugares
lamentables.

Recuerdo a un joven matrimonio que vino a nuestra iglesia; ellos tenían varios
hijos. Un día fui a visitarlos y al llegar al lugar quedé‚ estupefacto, pues los en-
contré‚ viviendo en un campo y sus habitaciones estaban en lo que antes había
sido un gallinero. Debían humedecer el piso de tierra para aplacar el polvo,
pero el calor del día hacia que se levantara un olor nauseabundo y malsano.

Una reunión urgente con algunos miembros de la congregación que se carac-


terizaban por su ministerio de ayuda hizo posible que entre todos contratára-
mos una vivienda digna en alquiler para ellos.

En otra oportunidad descubrí que otra familia que también había comenzado a
asistir a mis reuniones, estaban viviendo en un criadero de cerdos. Sus habita-
ciones estaban justo en el centro del criadero, habiendo cerdos a ambos lados
del grupo familiar.

Estos y otras experiencias, me motivaron a iniciar una exhaustiva investigación


de las necesidades de nuestros miembros y busqué‚ la forma de solucionarlas
de un modo seguro y permanente.

Así surgió un programa habitacional especial y construimos nuestro Barrio "Los


Almendros" para familias sin recursos, miembros de nuestra comunidad reli-
giosa.

El don de dar y distribuir tiene esta característica propia, que para repartir debe
estar dominado por la pasión de dar, aunque dar y repartir son sinónimos de
una misma palabra, quien no tiene capacidad de dar es imposible que posea
algo para repartir.

25. DON DE LA MISERICORDIA

Hechos 1 1:28 al 38. "Ellos determinaron enviar”. La expresión que más mani-
fiesta la actitud misericordiosa de los creyentes es la obediencia al mandato
que Jesús introdujo en la vida de la Iglesia, citado en Mateo 25:25 al 36 y que
El Espíritu Santo P á g i n a | 73

expresa como uno de los deberes de los cristianos el preocuparse fuertemente


por su hermano. Teniendo misericordia cuando alguien nos ofende y perdonar,
Efesios 4:32, o teniendo misericordia de los que pasan hambres,
enfermedades, tribulaciones y desamparos, Santiago 2:14- 16.

Diría que ésta es una de las expresiones más directas del amor por el prójimo
que debe tener toda persona que se dice haber abrazado la cruz de Cristo.
"Tuve hambre y me distes de comer, Tuve sed y me distes de beber, fui foras-
tero y me recogiste, estuve desnudo y me cubriste, estuve enfermo y me vi-
sitaste, estuve en la cárcel y viniste a mí".

Esta es una actitud que todo creyente debe manifestar en su vida, como fruto
de su nivel espiritual.

Pero algunas personas siempre tienen una capacidad que va más allá, es aún
más elevada y realizarán una misericordia que es fruto de su amor y de su fi-
delidad a Dios por tenerles en cuenta.

El don de la misericordia, supera lo que se espera de un deber cristiano. Aun-


que es un deber ser misericordioso, con todo, algunas personas son inmunes
frente a los sufrimientos de los demás. No son afectados jamás por la desdicha
ajena. En contraste con ello, el Espíritu Santo ha creado como respuesta a las
necesidades humanas el maravilloso y glorioso don de la misericordia.

Hay un verdadero ministerio en la manifestación de la misericordia que surge


como una inspiración divina. Pablo aconseja en Romanos 12:8 que el que hace
misericordia, que lo haga con alegría, en la cual se exalta el don de la misericor-
dia.

Creo que para manifestar el don de la misericordia es necesario tener un cora-


zón y un espíritu sedientos de amor. Una capacidad de amar más allá de lo que
una persona en su sentido normal lo hace, No hay misericordia si no hay amor.

La iglesia debe creer en la eficacia de la misericordia, los creyentes deben mani-


festar en sus vidas una característica especial de la misericordia. Deben captar
la necesidad dentro de sus propios miembros y desarrollar primero una mi-
sericordia local para después exteriorizaría a otros necesitados.
El Espíritu Santo P á g i n a | 74

Ante esta multitud de manos tendidas hacia la iglesia, la Iglesia tiene la oportu-
nidad y el deber de desplegar activa y audazmente el don de la misericordia.

26. DON DE LA INTERCESION

Hechos 12:12. "donde estaban muchos orando". La oración no es un recreo.


Pablo la define en Efesios 6 como un campo de batalla donde se deben ganar
todas las disputas contra nuestro enemigo. La intercesión es mucho más
profunda que una simple petición mental o hablada.

Dios es Espíritu y la verdadera comunión con Él nos transporta a la esfera espi-


ritual. Solamente cuando nuestro espíritu se esfuerza y logra comunicarse con
el Espíritu divino, podemos decir que estamos orando.

Satanás también es un espíritu, un espíritu maligno y se ha dedicado a destruir


toda obra de Dios y obstaculizar nuestra comunión con el Cielo, con toda clase
de obras engañosas y diabólicas. Así que la batalla es inminente. Necesitamos
evaluar nuestra situación.

Pablo enseña que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra princi-
pados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este si-
glo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, Efesios
6:12. Necesitamos conocer al enemigo y conocer las armas que Dios nos ha
provisto para la batalla, conocer también la fortaleza que Él nos ha dado.

El apóstol Pablo habla de gobernadores, las autoridades, los poderes de este


mundo oscuro. Estos espíritus malignos quieren seducirnos a toda clase de
maldad y nos animan a seguir el camino del pecado. La Palabra de Dios es un
arma poderosa. Cuando Satanás procuró tentar a Jesús, El uso la espada de
dos filos.

27. DON DE LA HOSPITALIDAD

1°Pedro 4:9. "hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” 1°Corintios
4:9. Parafraseando: usad de la hospitalidad, así como cada cristiano ha recibido
otros dones espirituales.

Hospitalidad significa: “amor a los extraños” y algunos indudablemente tienen


la habilidad de mostrarla para la gloria de Dios y el crecimiento de la iglesia.
El Espíritu Santo P á g i n a | 75

Los que tienen el don, no sólo tienen la capacidad de hacerlo, sino que lo hacen
con amor. Los que no tienen el don sufren la molestia de tener extraños en sus
hogares. Lo más llamativo en la práctica del don de la hospitalidad es la viven-
cia que experimentan los poseedores, llenos de gozo, alegres, contentos por
entregar sus alcobas, sus comedores, sus baños al servicio de la obra.

Por lo general toda residencia de ministros es lugar de hospedaje. Al no contar


con el don de hospitalidad puede no sólo crear problemas traumáticos a la fa-
milia, en especial a la esposa, sino que esto puede obligar a renunciar a su sa-
grada obligación y supremo llamamiento.

28. DON DE AYUDA

Hechos 9:36. - Marcos 15:41. “Dar la mano" son las capacidades y las fuerzas
para ayudar a alguien en su labor, con la finalidad que realice en forma más
eficiente sus propósitos, ponerse a su disposición.

Ejercer el don de ayuda requiere de un gran sacrificio para renunciar a los dere-
chos propios y entregarlos al que necesita ayuda.

El don de ayuda desarrolla su ministerio de uno en uno, nunca puede accionar


con libertad en un medio grupal.

Las personas que son beneficiadas con este don no se encuentran en medio de
tribulaciones, sino que son cristianos en pleno uso de sus dones. Cuando los
dones espirituales son movilizados en la iglesia local un porcentaje alto de cre-
yentes descubre que tiene el don, pues se sienten animados a realizar activida-
des que antes no las hubieran percibido como necesidades a ser solucionadas.

Es altamente importante para la comprensión de este don, visualizar en el mi-


nisterio de Pablo, la labor desarrollada por varias personas, que se mencionan
como los ayudantes de Pablo, que sin su participación hubiese sido imposible
que se realizara la labor correcta.

29. DON DE LA MUSICA

Debemos reconocer que por la importancia de la música en el servicio a Dios, el


diablo ha tratado de apoderarse de ella con la mayor insistencia posible. Su in-
fluencia sobre la música ha sido tan marcada en el correr de los siglos que
El Espíritu Santo P á g i n a | 76

siempre ha constituido parte de su gran estrategia para alejar a los seres hu-
manos de una relación personalizada con su Dios y Creador.

Tomando en cuenta el lugar desde donde fue expulsado el Arcángel Lucifer,


más tarde, llamado Diablo y Satanás, es de suponer que quien más conoce el
poder de la música será quien más trate de sacarle provecho y lo ha logrado.

La iglesia es la legítima dueña de la música, porque desde su origen la música


se constituyó para el servicio sagrado, por lo tanto, no solamente debe utilizar
los excelentes talentos musicales que posee, sino que debe insistir que un muy
buen talento se transforme en un don musical que ministre la presencia del
Espíritu Santo al pueblo, para que éste luego pueda recibir la bendición de la
Palabra y ser transformado por el poder de la misma.

Elíseo pidió un músico, una persona que tocase el pandero o quizás pudiese
haber sido otro de los instrumentos usuales en esos tiempos. Lo que me im-
presiona es que Elíseo no profetizó hasta que la música fue ejecutada y mien-
tras ésta era puesta en escena, el Espíritu de Jehová vino sobre él.

Entendiendo la visión, diré que la función especial de la música es revelar la un-


ción profética. La música es camino para que llegue la palabra profética. La
música es el camino que el espíritu de Dios usa para llegar al profeta.

Dice la Biblia: "Sin profecía el pueblo se desenfrena” Proverbios 29:18. Y sin


música ungida no hay camino para que el profeta sea influenciado por el Espí-
ritu de Jehová.

30. DON DE LA CONSEJERIA ESPIRITUAL

1°Tesalonicenses: 2:1 l. La consejería espiritual en manos de personas maduras


y con gran sensibilidad hacia los que sufren es herramienta de sanidad muy
poderosa del Espíritu Santo.

Quien tiene el don de la consejería espiritual espera que los demás aprecien en
su totalidad la importancia de recurrir al sabio consejo de las Sagradas Escritu-
ras para trazar el sendero de vida para su persona, su familia y todo lo que
tenga que ver con el mundo que les rodea.
El Espíritu Santo P á g i n a | 77

La consejería espiritual, es la que se ocupa por determinados períodos de


tiempo de la salud personal y espiritual de los creyentes en la iglesia, con el
propósito de encontrar el remedio justo que sane todo los tipos de enfermeda-
des.

La consejería espiritual capacita a personas para atender con libertad de com-


prensión y sin prejuicios a todo tipo de personas, sean creyentes o no, enfer-
mas o sanas, que estén afectadas del alma, del Espíritu y de su cuerpo, y que
por ello comúnmente manifiestan consecuencias como depresión, soledad,
amargura o resentimientos.

La consejería espiritual capacita a creyentes para desarrollar una valiosísima e


importante labor de restauración anímica en los hospitales, cárceles, y todo
lugar de reclusión. Los creyentes que tienen este don son hospitalarios, miseri-
cordiosos, ayudadores y con gran capacidad de servicio, ya sea manual o de
consuelo.

El don de la consejería espiritual, sirve para transformar al ser humano hundido


en la más baja degradación mental, física, espiritual, moral y emocional.

31. DON DE ECHAR FUERA DEMONIOS

Aunque el don de echar fuera demonios no se menciona en la Biblia como un


carisma, hay abundante evidencia de que estaba operando en el Nuevo Testa-
mento y lo hace también en nuestros días. Este don no debe ser practicado sin
el don de discernimiento de espíritus y el don de fe; siempre deben ir juntos.
No necesitamos ministros de liberación aficionados que se entretengan en este
asunto.

Los que tienen este don y echan fuera demonios deben utilizar este don con
suma precaución y siempre después de haber orado y ayunado bastante y
siempre en el poder del Espíritu santo.

Sin embargo, a pesar de lo delicado que es el modo de operar de este don, he


visto ejercer su uso con un total desconocimiento del mismo. Creo con todo mi
corazón, como se ha mencionado anteriormente, que debemos tener presente,
cada vez que se hace necesario el uso de este don, la necesidad de recurrir a
sus leales ayudantes, o sea los dones que son fieles compañeros del mismo,
El Espíritu Santo P á g i n a | 78

discernimiento y fe. Y no actuar a ciegas, frente al mundo espiritual del


enemigo de quien no conocemos la totalidad de las artimañas que puede utili-
zar.

No estamos a la defensiva; estamos a la ofensiva. Dios nos dio autoridad para


quebrantar el poder de Satanás y eso es lo que hacemos cada noche.

Este don debe ser parte del grupo de defensa de cada iglesia local, pues es la
única manera de impedir tanta influencia satánica cimentada en nuestras con-
gregaciones.

LOS DONES FUNCIONALES


32. DON DE LA CONTINENCIA O CELIBATO

1°Corintios 7: 7 al 9. Algunos cristianos son solteros y son muy felices en sus


vidas. Es un cuestión lógica que hayan más casados que solteros, porque
simplemente Dios ordenó que no es bueno que el hombre esté solo. Es mejor
que viva su vida en convivencia con su costilla, que Dios le devuelve a través
de la esposa, porque esto es lo que El dispuso.

Pero los creyentes solteros son felices en su estado de soltería porque Dios les
ha dado un don especial, el don de Continencia. Pablo lo describe y algunas
personas de nuestra sociedad le llaman “celibato”, que a mi entender no es
exactamente lo mismo. Pues en mi investigación de este don en especial, he
observado que las personas que se identifican con el celibato, son personas con
grandes frustraciones y estados anímicos depresivos que lamentan su no parti-
cipación en el orden natural de los seres humanos.

Ellos buscan en distintos medios la forma de sustituir esta pérdida que llevan
consigo. En cambio, en las personas con el don de continencia indicado por el
apóstol Pablo, observamos una vida total y placentera porque Dios los ha cons-
tituido de tal forma que por el hecho de permanecer solteros pueden realizar
mejor su Voluntad en sus vidas.
El Espíritu Santo P á g i n a | 79

Si el creyente siendo soltero anhela desde el fondo de su corazón ser casado y


de hecho lo haría si se le presentase la oportunidad, de seguro que no posee el
tal creyente el don de continencia.

Si siendo soltero un creyente vive frustrado por causa de los impulsos sexuales,
es muy probable y casi seguro que no tiene el don.

Pero si no vive presionado por ninguna de estas manifestaciones y vive feliz, es


porque Dios le ha otorgado el don de continencia.

33. DON DEL MARTIRIO

2°Corintios 11:21 al 38 "en trabajos más abundantes, en azotes sin número, en


cárceles más, en peligros de muerte muchas veces. De los judíos he recibido
cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con vara, una vez
apedreado, tres veces ha padecido naufragio, una noche naufrago en el mar.

El don del martirio es una actitud hacia el sufrimiento y la muerte, que es ex-
cepcional. Cuando la muerte es inminente y aun existiendo posibilidades de
escape, la persona con el don del martirio prefiere sufrir y morir, para glorificar
a Dios. Debo reconocer que la lectura de la descripción de este don me ha ayu-
dado a entender la actitud con la que se asume en estos días los terribles ata-
ques que están sufriendo los pastores de los sectores rurales del Perú.

Quedaba profundamente conmovido cuando escuchaba las noticias de que el


grupo terrorista Sendero Luminoso había quitado la vida a varios pastores de
esta nación sudamericana, quienes bajo ningún concepto estaban dispuestos a
negociar o renunciar a su fe.

Compartí este tema en el seminario de ISUM 1994 que se celebró en Asunción


del Paraguay con un querido amigo, pastor en Lima, llamado Roberto Meza.
Con mucha emoción y lágrimas en los ojos, el relataba terribles horas de sufri-
miento que se debían vivir en estas tierras Incas para defender la fe. Al año
siguiente llegó ISUM realizado en Buenos Aires el pastor Rómulo Santiago (pas-
tor Quechua) quien dirige una congregación nativa en las Sierras del Perú. Su
historia era la misma.

Muchos pastores y parte de las congregaciones fueron acribillados por las balas
de los terroristas de Sendero Luminoso y esta ola de violencia, en lugar de traer
El Espíritu Santo P á g i n a | 80

angustia y lamento al pueblo evangélico peruano, trajo como resultado un po-


deroso avivamiento que se percibe en estos días, a través de la unidad ministe-
rial, el fervor por evangelizar, y la necesidad de ver la poderosa mano del Señor
realizando milagros y maravillas en medio de un pueblo que ha sufrido.

Muchos cultos son invadidos por la presencia del Espíritu Santo y los creyentes
que nunca han hablado en nuevas lenguas de pronto están fluyendo en pala-
bras de un idioma que ellos no conocen y que nunca lo han aprendido.

Esto sólo es atribuible a la intervención del Espíritu Santo, quién está trayendo
un pentecostés renovado y maravilloso a la gloriosa iglesia evangélica del Perú.

El testimonio del caso del soldado Carrasco, salió de las filas del ejército para
meterse en los hogares de los argentinos, quienes con mucha indignación des-
aprobaron y rechazaron la muerte injusta de este cristiano, quién debió man-
tener su fé al precio de su propia vida

34. DONES DE LAS ARTES

Éxodo 31:1 al 11. Cuantos son los dones de las artes, seguramente cada vez que
terminemos una descripción se introducirá una nueva forma de arte, asi que
toda la singularidad que brindemos quedara superada por la pluralidad de los
aspectos en que se considere el arte.

Todo el mobiliario del tabernáculo, todo el engaste y cobertura de los muebles


con los materiales más preciosos que cubrirán y revestirán los mismos y tam-
bién estaba la ropa sacerdotal.

Este cuadro sería un cuadro más de un taller de artistas tan similar a cualquier
artista o artesano del transcurso de la historia y aun de nuestros días.

¿Cuál es el aspecto que distingue a este cuadro y lo hace diferente?. La men-


ción escrita de una investidura especial que Dios trajo sobre Bezaleel y Aholiab.
Dios otorgó una capacitación especial a estas dos personas, quienes poseían la
habilidad de trabajar en este tipo de actividad. Eran personas con mente y
alma de artistas, pero para realizar el mobiliario del tabernáculo necesitaban
una capacitación sobrenatural, divina, especial, que es lo que describe el pasaje
sagrado.
El Espíritu Santo P á g i n a | 81

El observar el trabajo realizado, confirma la fuerte capacitación del Espíritu


Santo sobre la vida de estas dos personas. Su trabajo dejo de ser un trabajo
común para transformarse en especial y por su ubicación en el tabernáculo se
transforma en una obra maestra sagrada.

El punto importante a destacar de toda esta exposición bíblica, es la capacita-


ción especial del Espíritu Santo para realizar la obra del tabernáculo.

Si la descripción de un don indica que es un atributo o capacitación especial


que el Espíritu Santo da a cada persona según la gracia de Dios para usarlo
dentro del contexto del Cuerpo, es evidente que en estas dos personas se ma-
nifestó en virtud de la obra del tabernáculo.

En la visualización de este don de las artes, creo que podríamos incluir una ca-
pacitación especial que Dios puede otorgar a nuestros artistas, pintores, escul-
tores, artífices y artesanos creyentes.

Por ello creo que bien podría sugerir a estos queridos artistas cristianos a pro-
curar los mejores dones (1°Corintios 12:31) ya sean escultores, artífices, arte-
sanos, orfebres, etc.

Pero algunos cristianos pintores, escultores, artífices, artesanos y orfebres, no


tan famosos como Miguel Angel, serán contados en la historia eterna de la Igle-
sia como valientes baluartes del Cuerpo de Cristo, que reclamaron la capacita-
ción del Espíritu Santo en toda sabiduría, ciencia y artesanía (Exodo 31:3 al 6) y
que supieron aprovechar esta capacitación que les permitió alcanzar gloriosas
perlas que lucirán con orgullo en sus coronas por los siglos de los siglos en la
nueva Jerusalén, junto a la gloriosa Iglesia que alcanzó su triunfo final.

Partiendo de la premisa de que un don es una capacitación especial que Dios


concede a determinada persona para un fin específico en su obra. La descrip-
ción bíblica que se menciona precedentemente, indica claramente que Dios les
dio una capacitación especial a dos personas para realizar la obra necesaria
para el tabernáculo.

35. DON DEL CONOCIMIENTO


El Espíritu Santo P á g i n a | 82

Este don está muy poco visible en los escritos apostólicos, aunque su
necesidad se desprenda de un principio o característica que todos los
cristianos deberían contar en su vida; ser “enseñables”.

Una recurrencia permanente en los libros de los profetas del antiguo


testamento, señala al desconocimiento de las Sagradas Escrituras, como
la responsable de los grandes males y aflicciones del pueblo. Aun
atribuían a la ignorancia la esclavitud, de los reinos de Israel y Judá.
Oseas menciona que el pueblo fracaso por falta de conocimiento. OSEAS
4:6, pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto
que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi
sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré
de tus hijos. NVI

Hechos 1:1. Es la declaración de Lucas explicando la importancia de escribirle a


su estimado amigo Teófilo, las cosas que habían ocurrido referidas a Jesús de
Nazaret.

El don de conocimiento tiene que ver con descubrir la verdad, cualquiera sea su
origen. Se indica que el término griego para este don son dos palabras que se
traducen "don de conocimiento”. La persona que tiene este don aprende bien
y con mucha facilidad todo lo que se proponga investigar y en todas las áreas
de la ciencia. Se espera que obtenga la verdad primero y luego de origen a
nuevas ideas.

Está deseoso de aprender, tiene mucha capacidad de atención, es capaz de ab-


sorber y retener cantidades de información excepcionales.

Es un erudito, familiarizado con la investigación y a menudo se encuentra en el


mundo académico. A menos que tenga otros dones para contrarrestar al de
conocimiento, en general tiene poca necesidad de la gente. Se encuentra más
confortable con ideas que con individuos.

Las personas con el don de conocimiento no pueden explicar de dónde les vie-
nen las ideas. Cuando necesitan las ideas, están allí o llegan pronto.
El Espíritu Santo P á g i n a | 83

Pero esta gente necesita tiempo para ellos mismos, para desarrollar las ideas,
lo que explica por qué los que tienen este don parecieran estar molestos
cuando hay demasiada gente.

Los eruditos puros poseen caudales enormes de conocimientos, tienen la habi-


lidad de reconocer intrincadas relaciones entre ideas, son expertos en resolver
problemas intelectuales, pero tienen poca percepción para darse cuenta de las
necesidades de la audiencia o personas que le rodean.

En las aulas suelen parecer aburridos y sin interés y se aprende muy poco de
ellos, a menos que se coincida en la necesidad de la verdad del tema o siendo
eruditos en la misma disciplina.

36. DON DEL ESCRITOR

Éxodo 24:4. Sin duda, cuando Dios ordenó a los escritores antiguos escribir y
registrar todos los sucesos ocurridos, lo que de forma sobrenatural él estaba
inculcando en ellos, muestra a las claras que estas personas estaban recibiendo
una capacitación especial para transcribir a los papiros lo que sería el beneficio
final para las generaciones venideras.

Entonces es comprensible para el pensamiento humano, la suprema verdad del


origen de los escritos que componen la santa Biblia, el autor es el Espíritu Santo
y los escritores, los nombres que se registran.

Ello nos indica que sólo un grupo pequeño fue separado para recibir una capa-
citación especial para escribir lo que habría sucedido y lo que vendría en el
normal desarrollo de la vida de la iglesia después de la muerte de Cristo y el
inicio de la actividad apostólica.

La historia de Israel, muestra una profesión de muchísima importancia, el es-


criba. Cuya función era, recopilar la información, contar, decir, relatar y escri-
bir los sucesos, para lo cual las personas que ejercían este oficio debían ser al-
tamente capacitados.
El Espíritu Santo P á g i n a | 84

Era una profesión que no se incluía dentro del sacerdocio, pero que guardaba
una estrecha relación con los sacerdotes. “El escriba, como persona culta y de
medios económicos suficientes, podía vestir ropas finas, con un porta plumas
de escribir o tintero de cuero que colgaba del cinto. Sus instrumentos de tra-
bajo incluían plumas de caña, un pequeño cuchillo para raspaduras y para cor-
tar papiros”.

37. DONES DE LOS ESCRIBAS

Antes del exilio en Babilonia, los escribas eran funcionarios del gobierno
expertos en leer y escribir. Solían escribir cartas y copiar documentos.

Durante el exilio, sacerdotes eruditos como Esdras estudiaron y copiaron las


Escrituras hebreas, y luego la labor de escriba alcanzó un significado
específicamente religioso.

En los tiempos de Jesús, los escribas eran conocedores de la Torá e intérpretes


de la ley oral y la ley escrita. Por su entrenamiento y sus conocimientos
especializados, formaban una especie de aristocracia intelectual y tenían una
considerable autoridad.

Los escribas eran parte del Sanedrín, el más alto tribunal del judaísmo, y tenían
sus oficinas en sinagogas y en dependencias judiciales locales.

Los escribas preservaban, interpretaban la ley y la aplicaban a la vida cotidiana;


ayudaban en los tribunales en los casos judiciales, y enseñaban la Torá y la ley
oral a los estudiantes.

Los escribas no recibían paga por su trabajo en el Sanedrín, ni por enseñar, así
que muchos eran, además, comerciantes, artesanos u obreros.

Los escribas eran sabios que podían ser sacerdotes o pertenecer a los
influyentes grupos de los saduceos o los fariseos.

Como distintivo de su privilegiada condición social, los escribas vestían como lo


hacía la nobleza, con amplias túnicas adornadas con borlas y flequillos. La gente
los respetaba, los llamaban rabí y se ponía de pie cuando pasaban por las
calles.

38. DON DE LAS LABORES MANUALES


El Espíritu Santo P á g i n a | 85

Éxodo 30:21 a 23.

Las personas que poseen el don del trabajo manual, entienden que la construc-
ción de un templo no es una tarea cualquiera ni una obra de construcción co-
mún. La construcción de un edificio que se va a consagrar para el servicio de la
predicación es distinta, es una puerta del cielo que se abre en ese lugar. Esto es
lo que impulsa a los poseedores del don del trabajo manual, construir una
puerta del cielo. Construir un templo, una casa pastoral, una dependencia de
la iglesia, requiere una capacidad especial.

La Biblia menciona, que cada vez que Dios ordenó la construcción de un San-
tuario para sí, El capacitó a personas en forma especial para realizar el trabajo,
con espíritu específico para la obra a realizarse.

Exodo 31: 2, menciona el caso de Bezaleel que fue lleno del Espíritu de Dios en
sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte. Al cual se le asignó como
compañero fiel a Aholiab que también gozaba de una capacitación especial,
para la construcción del tabernáculo de Moisés.

1°Reyes 6: 9, hace referencia a los artistas que trabajaron en la construcción de


los distintos mobiliarios del templo. Los que edificaban, los que labraban la ma-
dera, los que esculpían las piedras, los artesanos que trabajaban el oro y la
plata.

La intención es sólo demostrar que cada vez que Dios quiso edificar un
santuario o dependencias del santuario, siempre todas ellas fueron capacitadas
con un don especial por Dios para realizar esa labor.

En mis más de veinte años de ministerio he vivido la experiencia de construir


unos cinco templos, algunos con una construcción integral de madera, otros de
materiales más sólidos, en cada caso he visto a creyentes con una habilidad
natural que los cataloga de buenos albañiles, pero al asumir la construcción
fueron capacitados por el Espíritu Santo para realizar este trabajo en una forma
especial, de acuerdo a la visión del ministro que Dios llamó al lugar.

La iglesia actual necesita personas con habilidad manual, para realizar funcio-
nes específicas en nuestras congregaciones locales, en el campo misionero, en
El Espíritu Santo P á g i n a | 86

nuestros ministerios de misericordia, en nuestros departamentos educativos,


en nuestras obras de ayuda social.

La variedad de uso de este don es muy amplia en sus distintos géneros, pu-
diendo mencionar para los varones algunos como por ejemplo: construcción,
mantenimiento, reparaciones, carpintería, plomería, reparaciones de vehículos,
tapizados, alfombras, mantenimiento de los equipos electrónicos, jardines del
templo. Y en el caso femenino podemos mencionar a los siguientes: costuras,
bordados, tejidos, decoraciones, manualidades, jardines de infantes, comedo-
res infantiles, bibliotecas, secretarias.

Las personas que no poseen este don, aunque sean muy hábiles, dueños de
una gran destreza, no pueden experimentar la alegría de utilizar sus capacida-
des en favor de sus hermanos y de la congregación, ya que esto es una carac-
terística propia de los creyentes a quienes Dios les ha dado una capacitación
especial de realizar un "trabajo manual,

39. DON DE LA POBREZA VOLUNTARIA

1 Corintios 13:3. Aunque diese todos mis bienes para alimentar a los pobres

El uso de la palabra “voluntaria” es importante para separar a aquellos que tie-


nen el don, de aquellos que son pobres a causa de estados sociales que no
pueden modificar.

Debo enfatizar que la pobreza y la riqueza son términos relativos. Pobreza si,
pero ¿comparada con que?. Comparado con el nivel socioeconómico que po-
seía la persona en el momento de tomar la decisión de ceder sus bienes.

La Biblia ofrece buenos ejemplos de esto en el sentido negativo, “el joven rico
que se encontró con Jesús”, al no tener el don de la pobreza voluntaria, no
pudo seguir a Jesús y se retiró de delante de su presencia muy amargado.
Ananias y Safira, que no pudieron rendirse a la idea de quedarse sin un peso en
el bolsillo y fueron motivados a mentirle al Espíritu Santo, lo que les costó la
vida a ambos. Pero bien marcado es el ejemplo de Bernabé, quien si contaba
con el don y que entregó todos sus bienes a los apóstoles.

Las personas que no poseen este don, aunque sean muy hábiles para hacer ne-
gocios y dueños de una gran destreza, no pueden experimentar la alegría de
El Espíritu Santo P á g i n a | 87

utilizar sus capacidades que les hicieron inmensamente ricos en favor de sus
hermanos y de la congregación, ya que esto es una característica propia de los
creyentes a quienes Dios les ha dado una capacitación especial de entregar sus
bienes para el servicio de la obra de Dios.

Tener la capacidad de desprenderse de las riquezas que se han obtenido con la


bendición de Dios es un atributo tan solo de unos pocos hombres y mujeres
que Dios ha capacitado con un don sobrenatural de su Espíritu.

40. LAS VISIONES ESPIRITUALES

Es justo y normal que un creyente desee recibir visiones del cielo y revelaciones
divinas, porque pueden ser útiles para él y para los demás. Voy a decir que es
preocupante que no exista un deseo vivo en un creyente, porque como ya he
dicho antes los dones de palabra de sabiduría, palabra de ciencia y
discernimiento de espíritus son los dones espirituales que se manifiestan de
esta forma, eso significaría que él no desea estos dones espirituales como
Pablo en lugar ordena, como está escrito: “Así también vosotros; pues que
anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la
iglesia” 1 Corintios 14:12, y también: “Procurad, pues, los dones mejores ” 1
Corintios 12:31, y otra vez: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales,
pero sobre todo que profeticéis” 1 Corintios 14:1.

Pero yo les digo: “Si estos dones son distribuidos por el Espíritu Santo para el
bien común, ¿cómo se puede no desearlos?”

Como sucede en el mundo que las cosas de valor son falsificadas por personas
sin escrúpulos quienes las venden al precio de las verdaderas, enriqueciéndose
deshonestamente; así sucede en el mundo: gente deshonesta falsifica los
billetes reales con el fin de enriquecerse deshonestamente; y por supuesto
todos los que aceptan sus productos falsificados y sus billetes falsos, son
engañados porque van a tener en sus manos cosas que no son auténticas; digo,
como esto ocurre en el mundo, así sucede en el mundo de los espíritus caídos,
done el diablo que es un mentiroso y el padre de la mentira, también falsifica
los sueños, las visiones, las revelaciones, es decir, produce las suyas para que se
acepten como verdaderas pudiendo engañar a muchos que les creen. El ladrón
dijo Jesús, no viene sino para hurtar y matar y destruir, Juan 10:10, y puesto
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que el ladrón es el diablo, desde luego, él no puede buscar el bien de cualquier


persona con estos sus engaños. En el mundo abundan las mistificaciones
hechas por Satanás, seudo religiones operan en todos lados llenas de engaños,
y produciendo confusión a las personas que de esta forma son alejadas del
único y verdadero Dios….

41. LOS SUEÑOS ESPIRITUALES

Los sueños espirituales pretender ser una revelación secreta de sucesos o


acciones escondidas de personas que necesitan intervención divina.

Dios es veraz y en su ser no hay mentira, por lo tanto no puede revelar


mentiras, Tito 1:2. En la Escritura, todas las veces que Dios ha revelado una
mala obra de alguien la cosa era verdadera, por ejemplo, cuando Eliseo
reprobó por Dios a su siervo Giezi para aceptar regalos de Naamán dijo la
verdad 2 Reyes 5:20-27; y así también cuando Pedro reprendió Ananías y Safira
porque mintieron al Espíritu Santo puso a luz lo que verdaderamente habían
hecho, Hechos 5:1-11.

Tratamos ahora todos esos sueños, en el sentido de que dicen que para ser
salvados hay que creer algo diferente a lo que está escrito en la Biblia, ya que
no está completa. Son mentiras creadas por el diablo, la Sagrada Escritura
contiene todo lo que uno tiene que creer para ser salvos. La salvación viene
sólo a través de la fe en Jesucristo por la gracia de Dios. No hay otro profeta en
el que hay que creer para ser salvos, en el que hay que creer más que en Jesús
si se desea escapar de la ira venidera. Jesucristo nos libra de la ira venidera, los
que creen en él y siguen sus pasos hasta el final serán salvados.

Cuando el carcelero preguntó a Pablo y Silas lo que debía hacer para ser salvo
se le respondió con franqueza: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y
tu casa” Hechos 16:31, también hoy en día la misma pregunta tiene la misma
respuesta.

En nuestros días muchos sueños, visiones y revelaciones, dicen que ciertos


preceptos bíblicos ya no deben ser observados o practicados porque son
obsoletos, o tal vez algunos que sido abolidos deben ser observados.
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Al decir esto, reiteramos que la Escritura no puede ser quebrantada por ningún
sueño, visión o revelación, y que permanece siempre, por todas partes y de
todos modos la autoridad final en materia de doctrina y conducta. Siempre
tenemos que hacer referencia a la Biblia, siempre debe ser examinada para ver
si las cosas que se dicen son ciertas.

Otra cosa que quiero decir es que tengan cuidado con todos los creyentes que
sólo les hablan de los sueños falsos, visiones falsas y revelaciones falsas y que
nunca les hablan de los sueños verdaderos, visiones verdaderas y revelaciones
verdaderas. Esto lo hacen y ustedes lo van a entender pronto, para disuadirles
de la búsqueda de los sueños, visiones y revelaciones verdaderas.

Estoy de acuerdo en decir y reconocer que hay manifestaciones falsas en este


campo, como se puede ver en el hecho de que yo pongo en guardia de las
cosas falsas. Sé muy bien que estas cosas existen, pero si hay cosas falsas hay
necesariamente las verdaderas que no pueden hacer mal, y por lo tanto estas
últimas deben ser buscadas, de lo contrario nos haríamos el juego del diablo
que quiere precisamente eso: mantener lejos los creyentes de las cosas
verdaderas que vienen de Dios.

42. VISTA ESPIRITUAL

Este don guarda relación con el discernimiento de espíritus y hasta en algún


momento podría intercambiarse.

El hombre al que Jesús devolvió la vista finalmente logró "ver todo distinta-
mente". No sólo podía ver, y hacerlo con claridad, sino que pudo diferenciar a
las personas. Supo reconocer quién era quién. Si entre los que lo acompañaban
estaban sus familiares y amigos, debió ser emocionante el poder reconocerlos,
abrazarlos y sentir que recuperó su vida.

Espiritualmente es importante llegar al nivel de visión espiritual que permite


reconocer, diferenciar y saber reaccionar ante los sucesos.

Jesús predijo a falsos cristos y profetas. ¿Cómo reconocerlos? ¿Aparecerán y


dirán "soy un falso cristo"? Jesús dijo que sus ovejas conocen su voz y que él
conoce a sus ovejas. Simple y claro.
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Poder ver espiritualmente con claridad y discernimiento permite reconocer al


verdadero Cristo, al verdadero Padre y la verdadera enseñanza. Jesús dijo que
angosto era el camino, y pocos son los que lo hallan. Eso quiere decir que son
relativamente pocas las personas entre la humanidad las que disciernen qué
camino es ese y tienen el valor de seguirlo.

Por otra parte, un hecho es que Jehová esconde su verdad de los ojos de
aquellos que son tozudos o rebeldes y permite que ‘se les oscurezcan los ojos’
Romanos 11:8-10; Lucas 19:42. Pablo lo expondría en 2 Tesalonicenses 2 como
una operación de error que Dios deja, para que las personas que así lo
eligieron, crean la mentira, pero que lo hagan como proveniente de Dios. 

¿Cómo una persona puede caer en un error, que sea una especie de engaño
mental?

Por ejemplo, hay un hecho claro: la inspiración divina es infalible, no


conduce a error. Dios no nos conduciría a un error, ¿cierto?

Pero asumamos que un grupo de personas afirmen ser la voz por el cual, el
Señor Jesús, brindará enseñanza espiritual. No es inspirado por el espíritu
santo. Eso significa que esa enseñanza que provenga no es infalible, no es
inspirada por el espíritu santo.

Entonces, mientras se enseña se toma como "inspirada" esa enseñanza,


maliciosa. Y cuando se requiere corregir o "aclarar" dicha enseñanza, en una
especie de cíclica y perenne aclaración, dando a entender que Dios ahora
"aclaró" la enseñanza.

¿Se capta el punto, se discierne espiritualmente? ¿Hubiera tenido el profeta


Daniel, o los apóstoles, credibilidad, si constantemente hubieran tenido
necesidad de "aclarar" todas sus palabras provenientes de Dios?

Increíble como parezca, hay personas que aceptan cosas como estas y se
dicen a sí mismos que esto lo guía y dirige Jehová por medio de su espíritu
santo. ¿Está Jehová guiando perennemente y a propósito a error a quienes
dicen ser Su Pueblo?
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CIERRE AL CAPITULO DE LOS DONES

Seguramente algunos rostros estarán reflejando la idea de que se me fue la


imaginación y la fantasía por las nubes y que eso produjo que registrara e
indicara algunas referencias que no podrían llamarse dones espirituales.

Sin embargo, muchas referencias a acciones espirituales se asientan en la des-


cripción de lo que es un don, ya que fueron y son acciones que el Espíritu Santo
realizar en situaciones que obedecen a su sola potestad.

Cada uno está en total derecho de desconocerlas, quedando la osadía personal


solo en mí pensar. Pero si por alguna razón a usted le sucede alguna
experiencia que tenga que ver con las referencias que menciono, recuerde que
no es tan solo un don el que está expresamente declarado en la biblia, sino
también aquellas acciones que realizaron hombres en distintas edades bajo la
influencia del Espíritu Santo. Por lo tanto, perdonadme esta locura.

CONCLUSION.

Al cerrar este escrito cada cristiano debe entender que El Espíritu Santo es
parte integral en la vida y más, aun, en el ministerio de todos los llamados
Pastores o predicadores que aman y sirven a Dios.
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Es imposible hacer la voluntad de Dios y desarrollar un ministerio, sin el Espíritu


Santo.

Por desgracia, el Concepto de “Espíritu Santo” ha sido tan descontextualizado a


lo largo de la historia, que la misma iglesia, tal vez, ha perdido la claridad y la
convicción doctrinal sobre esa maravillosa “persona” llamada Espíritu Santo.

Juan, 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi


nombre,  él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho.

Queda claro, entonces, que el Espíritu Santo no es una fuerza sino una persona
y que, además, sabe enseñar. Y para enseñar hay que pensar. El Espíritu Santo
es un ser pensante, capaz de enseñar y transmitir verdades.

Juan, 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no


le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros. 

Si hay una Espíritu de Verdad, también hay un “espíritu de mentira”, padre de


mentira, un ladrón que viene a hurtar, matar y destruir (Satanás).

El mundo no puede recibir el Espíritu Santo. El mundano no conoce lo que es el


Espíritu Santo. No lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen. Pero
nosotros si le conocemos, porque lo hemos recibido.

El Espíritu Santo mora con y vive dentro de nosotros. ¿Qué quiere decir
morar?. Significa “permanece en”. El Espíritu Santo esta todo el tiempo con
nosotros. Pero el mundo eso no lo ve, no lo conoce. No lo entiende ni lo puede
recibir, a menos que se arrepienta. No hay otra forma. No todos somos hijos de
Dios. Solo somos hijos de Dios los que tenemos al Espíritu Santo. La Biblia dice
claramente que “los que son guiados por el Espíritu Santo, estos son hijos de
Dios”. Los que no tienen al Espíritu Santo no son hijos de Dios, sino hijos del
Diablo. No tienen al Espíritu de Verdad, por lo tanto tienen al “espíritu de
mentira”, que es Satanás.

El Espíritu Santo no es una fuerza sino una persona y fue, además, el que hizo la
obra del nacimiento de Jesús en María. El Espíritu Santo también levanto de
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entre los muertos a Jesucristo al tercer día. El Espíritu Santo es también el que
levantara a la iglesia en el día del arrebatamiento o rapto de la iglesia.

2º Corintios, 3:16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 3:17


Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad. 

Existe una ceguera que no permite ver quien es Dios, no les deja ver la
voluntad de Dios y el propósito divino para sus vidas.

El Espíritu Santo obra cuando la persona se convierte. Y donde está el Espíritu


del Señor, allí hay libertad.
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