El Espiritu Santo
El Espiritu Santo
El Espiritu Santo
ESPIRITU
SANTO
Conociendo la tercera persona de la Trinidad
EL
ESPIRITU
SANTO
Conociendo la tercera persona de la Trinidad
Me crie en una iglesia pentecostal, así el énfasis del Espíritu Santo lo recibí de
varias maneras. En mi niñez y adolescencia diría que me era más simple, pa-
recía que estaba siempre más dispuesto a relacionarme con el Espíritu Santo.
Yo me sentía amado por el Espíritu Santo porque Él llenaba todo de mí. Su
nombre me parecía atractivo, aunque a veces no lograba entender su forma y
se me presentaba como una visión sin forma, intangible.
Pero debido a que Él es una persona, Él es quien nos quiere tener y quien
quiere usarnos para la gloria de Cristo. Por lo tanto, debemos evitar referirnos
al Espíritu Santo como un objeto, o describir en esos términos la plenitud que
recibimos de Él. No encontraremos en la Biblia tales expresiones. No es que
nosotros lo recibamos a Él, sino que Él, el Espíritu Santo, nos recibe a nosotros.
Nosotros, entonces, nos regocijamos de entrar en su presencia y en una dimen-
sión de mayor profundidad en nuestra vida. ¿Cómo sabemos que el Espíritu
Santo es una persona? Las Escrituras nos dan una diversidad de testimonios de
esto.
Las descripciones de los pronombres personales del Espíritu Santo se usan para
identificarlo en la acción que ha sucedido. Jesús dijo que después de su
ascensión vendría el Espíritu Santo, Juan 16. Él se refirió doce veces al Espíritu
Santo con el pronombre griego masculino “Él”, refiriéndose al Espíritu
específicamente como persona. El Espíritu es también persona porque tiene
un nombre, que Jesús mencionó en Juan 14:16 cuando dijo: “Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador.” Hay dos importantes ideas respecto al uso
de las palabras otro y consolador (o paracleto).
En el idioma griego de los tiempos de Jesús, había dos palabras para otro. Una
se refería a otro de diferente clase, algo completamente diferente de lo que se
describió primero. La otra palabra se usaba para describir otro de la misma
clase. Cuando Jesús habló del Espíritu Santo como Consolador, Él dijo: “Les
enviaré a otro como yo. No a alguien diferente a mí, sino a otro como yo.”
Jesús prometió otro paracleto, que literalmente significa: “aquel que va al lado
para ayudar”. El Espíritu Santo es nuestro Ayudador personal.
Por las Escrituras también conocemos las características personales del Espíritu
Santo. Habiendo cuatro componentes esenciales de su personalidad: intelecto,
sentimientos, voluntad, y acciones. Todos estos se usan para describir al Espí-
ritu.
Pero el Espíritu Santo es el Ser viviente que tiene acceso a los pensa-
mientos de Dios, aún las cosas más profundas de Dios.
4. Acciones. Romanos 8:27 dice que el Espíritu Santo también tiene acceso
a nuestra vida: “el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención
del Espíritu”. El Espíritu es la persona que tiene amplia entrada a todo lo
que hay en Dios. También tiene amplia entrada a todo lo que está en mí.
Nada en mi vida es desconocido o está vedado para el Espíritu Santo.
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Hay once títulos en las Escrituras que prueban Su relación con el Padre:
Espíritu de Dios
Su Espíritu
Espíritu de Jehová
Tu Espíritu
Mi Espíritu
Espíritu de Él.
El Espíritu Santo ha sido prometido por Dios, dado por Él, y enviado de Él, con
el fin que Él cumpla la buena voluntad del Padre.
A. EL ESPÍRITU SANTO.
Este nombre enfatiza el carácter moral del Espíritu, pero no significa que
el Espíritu es más santo que el Padre o el Hijo. Este título tiene prefe-
rencia a Su carácter oficial. Él es el autor de Santidad. Este título lo dis-
tingue de todo otro espíritu en el mundo. A Él ha sido encomendada la
obra de ejecutar santidad divina en todo el universo, y en el hombre.
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Este título, Espíritu Santo pone el énfasis, no sobre la persona, sino sobre
el poder, la manifestación y la operación del Espíritu.
1. EL ESPÍRITU DE DIOS.
2. EL ESPÍRITU DE CRISTO.
3. EL CONSOLADOR.
4. ESPÍRITU DE GRACIA.
5. EL ESPÍRITU DE GLORIA.
6. EL ESPÍRITU DE VERDAD.
7. EL ESPÍRITU DE VIDA.
nos libra de la ley del pecado, nos da vida espiritual y produce en noso-
tros fruto. El Espíritu vivifica al hombre muerto en delitos y pecados, y
les imparte nueva vida. En la presencia del Espíritu Santo, la ley del pe-
cado y de la muerte que es la herencia natural de hombre es reempla-
zada por un torrente de vida divina que fluye dentro del creyente.
9. EL ESPÍRITU DE ADOPCIÓN.
“Cuando el Señor lave las inmundicias... con espíritu de juicio y con espí-
ritu de devastación (ardimiento)”. Isaías 4.4 La función de ardimiento del
Espíritu enfatiza el ministerio del Espíritu en buscar, refinar, consumir la
escoria, e iluminar. La palabra “ardimiento” se utiliza en la antigua ver-
sión de Cipriano de Valera.
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6. Él nos guía a toda verdad. Jesús mismo fue quien enseño, diciendo que
cuando viniese el Espíritu Santo a nuestras vidas, El nos enseñaría y nos
guiaría a toda verdad.
7. Él dirige nuestros pasos. Así hizo el Espíritu con Pablo, Silas, y Timoteo
cuando quisieron ir a un área del mundo a predicar el evangelio a la que
el Espíritu no los dejó ir.
10.Se le puede mentir. Pedro dijo que Ananías mintió al Espíritu cuando dijo
que había dado todo en una ofrenda, cuando realmente había dado sólo
una porción.
11.Se le puede contristar. Ya nos hemos referido a Efesios 4:30. Isaías 63:10
nos dice: “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu;
por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.”
El Espíritu como una persona está asociado y relacionado con el Padre y el Hijo.
En Mateo 28:19, Jesús dijo a sus discípulos que fueran a todas partes, y que
bautizaran a los creyentes “en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo”.
Mejor dicho, hay un nombre del único Dios que se ha revelado como Padre,
Hijo, y Espíritu Santo. Segunda de Corintios 13:14 también muestra la
asociación del Espíritu y la relación con el Padre y el Hijo: “La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos
vosotros.”
4. Aceite. Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido para dar buenas nuevas.” El Espíritu viene sobre nosotros para
mostrarnos que quiere investirnos de poder para que cumplamos la obra
a la que Cristo nos llamó. La marca de esa investidura e unción es el
aceite. En el Antiguo Testamento, todo rey debía ser ungido con aceite
antes de comenzar a gobernar. Era la señal de que contaba con la apro-
bación profética para comenzar su regencia. Los sumo-sacerdotes tam-
bién debían ser ungidos con aceite antes de comenzar su ministerio. Los
profetas también eran ungidos con aceite antes de comenzar su ministe-
rio. No nos debe sorprender cuando abrimos el libro de los Hechos que
antes del nacimiento de la Iglesia, el Espíritu Santo ya había venido sobre
ella para equiparla y poner en marcha sus ministerios. El Espíritu quiere
venir sobre nosotros de la misma manera, designándonos como sus em-
bajadores en el mundo.
Sin embargo, fue necesario durante Sus últimos días sobre la tierra, y que Sus
declaraciones concernientes al Espíritu Santo fuesen preservadas, y por
consiguiente, encontramos numerosas referencias al Espíritu Santo en los
discursos de Jesús durante la semana de la Pasión.
El libro de Los Hechos tiene cincuenta y siete pasajes que se refieren direc-
tamente al tema. Es el libro “especial” de las Escrituras que se refieren al Espí-
ritu Santo; y se nos dice más acerca del ÉL aquí que en ningún otro libro.
Una de las grandes características de los pasajes del Nuevo Testamento acerca
del Espíritu Santo, es la gran variedad de nombres con que ÉL es conocido.
Quiero indicar cuatro acciones del Espíritu en el libro de los Hechos que tienen
relación con nuestra experiencia.
rando al Señor, y dijo: “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
Isaías estaba absorto en la adoración a Dios y repentinamente, Dios dijo:
“¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”27 Cuando estaba absorto
en la adoración a Dios, Isaías oyó a Dios que decía: “Tengo un trabajo
para ti.” Cuando usted adora a Dios, Él le mostrará cuál es el trabajo que
debe realizar y dónde, en su familia, en la iglesia, y en el mundo.
Esta debe ser hoy nuestra experiencia del Espíritu. No es simplemente que el
Espíritu venga sobre nosotros cuando somos bautizados en el Espíritu. En
nuestros presentes desafíos, el Espíritu nos llena para diversos niveles de
capacidad.
El Espíritu Santo P á g i n a | 25
Pidámosle que nos llene hoy con todo lo que podamos recibir de parte de Dios.
Que en lo más profundo, y en la esencia misma, de nuestro ser podamos expe-
rimentar la plenitud de Dios a través de su Espíritu.
La persona que recibe el bautismo del Espíritu Santo, es inundada con gloria
divina que electrifica su naturaleza. Un Pentecostés personal puede ser des-
crito como “un nuevo descubrimiento del Señor Jesucristo viviente, hecho
cuando Dios, el Espíritu Santo comienza su morada en el creyente”. Debe ser
por lo tanto recordado que las relaciones de la persona, ya sean tenues o in-
tensas, son las relaciones de la carne y no son manifestaciones del Espíritu. Es
obvio que los ciento veinte en el aposento alto fueron movidos profunda-
mente, pues dijeron de ellos: “Están llenos de mosto”. Hechos 2.13.
La experiencia del bautismo del Espíritu Santo libra al que busca de sí mismo y
lo identifica con la Deidad. Por primera vez, el creyente es sometido a la ope-
ración sin límites de lo divino; un pequeño “gusto” de lo que un día será am-
plio. 2° Corintios 1.22. y la Escritura hace claro el hecho que la porción que re-
cibe el creyente es solamente las arras de lo que disfrutaremos. Efesios 1.13,
14.
Juan el Bautista incluyó la predicción del bautismo del Espíritu, como aspecto
del ministerio del Mesías que habría de venir. Lucas 3.16; Juan 1.33. Durante
su ministerio terrenal nuestro Señor se refirió al cumplimiento de la profecía de
Joel. Los Evangelios registran ocho predicciones hechas por Cristo de un derra-
mamiento Pentecostal.
El Espíritu Santo P á g i n a | 27
El bautismo en el Espíritu santo abre la puerta a los más altos dones de la vida
cristiana. Los Dones del Espíritu, descritos en varios pasajes de las epístolas
paulinas. La manifestación del Fruto del Espíritu, Gálatas 5.22, 23
El creyente que desea que el Espíritu Santo venga a morar en su vida, debe pre-
sentar una vida limpia a Dios. Bien se ha dicho: “Dios no requiere vasos de
oro, ni tampoco busca vasos de plata, pero debe tener vasos limpios”.
Uno de los frutos del bautismo del Espíritu es el acceso a una medida mayor de
santidad. Romanos 15.16, 2ª Tesalonicenses 2.13 y 1ª Pedro 1.2. El hecho
de ser lleno del Espíritu Santo positivamente compatible con el andar en santi-
dad demostrado por santificación en práctica. El bautismo del Espíritu está
asociado con la investidura de poder. Santificación es limpieza, mientras que
el bautismo es un llenamiento.
Existen variadas opiniones de relación con las referencias bíblicas del bautismo
de fuego, Mateo 3.11 y Lucas 3.16. No es nuestro deseo negar la verdad del
bautismo por fuego, pero más bien asociarlo con la operación total del Espíritu
en todo lo que Él hace por la virtud de morar en plenitud por el bautismo.
Todo creyente que de verdad cree la Biblia estará de acuerdo con la necesidad
imperativa de ser lleno del Espíritu día por día. Efesios 5.18; Hechos 13.52.
El creyente debe vivir en la plenitud del Espíritu y no en la esfera de la carne.
La plenitud del Espíritu no es el privilegio de unos pocos, pero la prerrogativa y
responsabilidad de todos los creyentes.
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A pesar del ímpetu que una experiencia, o crisis producida, la única manera de
disfrutar de la plenitud día por día es por medio de rendirse diariamente a un
nuevo y fresco flujo del Espíritu.
Cuando Pablo el Apóstol recibió el bautismo del Espíritu Santo, las lenguas no
son mencionadas pero más tarde el mismo declaró: “Doy gracias a Dios que
hablo en lenguas más que todos a vosotros”. 1° Corintios 14.18.
Si las respuestas a estos interrogantes son afirmativas, aquí hay una buena
noticia para ti. La clave para el cumplimiento de estos deseos es el Bautismo
en el Espíritu Santo.
Cuando Jesús dio la Gran Comisión (Mateo 28:19-20). Él sabía que sus
discípulos serían incapaces de cumplirla sin Su ayuda. Por eso Él hizo una
provisión para ellos: Su plan fue que ellos debían tener el mismo poder que
Él tuvo estando en la tierra, el poder del Espíritu Santo.
En efecto, luego que les fuera dada la Gran Comisión, Jesús les ordenó que no
dejaran Jerusalén ni volvieran a sus labores, sino que esperasen la promesa del
Padre, la cual les dijo: Oísteis de mí; Porque Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
(Hechos 1:4)
Una pregunta puede surgir: ¿Por qué Jesús les dijo a sus discípulos que
esperasen?, (Hechos 1:4). La respuesta es simple: Esas palabras fueron
dichas antes del día de Pentecostés, cuando Dios envió el Espíritu Santo a Su
Iglesia. El Espíritu Santo ha estado presente y ansioso de conceder esta
promesa a quienes la pidan, desde el día de Pentecostés, hace cerca de
2.000 años.
(1) "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (SALVADOR).
(2) "Yo, a la verdad os bautizo en agua; mas viene uno quien es más poderoso
que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de Sus zapatos. Él os
bautizará con el Espíritu Santo". (BAUTIZADOR).
Tú puedes conocer a Jesús como Salvador, pero debes reconocerlo como el que
bautiza en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo P á g i n a | 34
En el Libro de los Hechos, hay casos en que los Apóstoles usaron las manos
para que creyentes obtuvieran el bautismo en el Espíritu Santo, pero esto no
quiere decir que el ser humano puede bautizar a otros en el Espíritu Santo. En
estos casos sus oraciones ayudan a la persona a recibirlo. Claramente la Biblia
enseña que sólo Jesús es el que bautiza. No solamente es llevar a cabo Su
bautismo, sino es Su gozo y deseo de hacerlo.
Algunas personas temen que si ellos piden a Dios por el bautismo en el Espíritu
Santo, "otro" espíritu puede entrar en ellos primero.
¨¿Què dice la Biblia? " Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le
dará una piedra, o si pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente? O
si le pidiere un huevo le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuánto más vuestro Padre
Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:11-13)
Nosotros declaramos enfáticamente que Dios no te dará nada malo, ni
permitirá que nada vergonzoso te pase. "En el amor no hay temor" (Juan
4:18). Jesús tiene el absoluto control en todos los momentos, por lo tanto
no hay nada que temer. En ningún momento tú estás obligado a hacer o
decir nada contra tu voluntad. Esta experiencia no es un "trance", por lo
tanto en ningún instante perderás conciencia o control de tus actos.
La Biblia dice que un hombre sabio calcula los gastos antes de comenzar a
edificar una torre. Esta gloriosa y hermosa experiencia del bautismo en el
Espíritu Santo es gratis, por supuesto, pero tú debes hacer o dar todo a Dios
para recibirlo. (Lucas 14:33) Tú no debes separarte de todo lo que tienes,
pero debes estar dispuesto a hacerlo.
Por eso, si tú alguna vez has tenido algo que ver con ciencias ocultas, Tarot,
adivinadores, horóscopos, reuniones de espiritismo, meditación trascendental
u otras religiones orientales, hipnotismo u otras prácticas, debes renunciar y
darle la espalda a tal pecaminosa participación y debes pedir a Dios por el
perdón y purificación.
Jesús dio la clave para recibir el bautismo en el Espíritu Santo en Juan 7:37-38,
"Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como dice la
Escritura, "de su interior correrán ríos de agua viva".
SED - Tú debes admitir honestamente que hay sed de Dios en tu vida, que
no ha sido calmada y que sólo Dios puede hacerlo.
Tu parte entonces es sentir sed, ir, beber y aceptar. La parte de Dios es,
bautizarte, hacer correr en ti el Espíritu Santo. Él vierte Su Espíritu en tu
espíritu. El fluye en tu alma; y en tu boca corre un lenguaje de "idiomas"
angelicales.
Para recibir el bautismo en el Espíritu Santo, (te sugerimos hacer una oraci6n
como ésta: “Querido Jesús, yo renuncio a todos los pecados en los que he
tomado parte y te pido que me perdones. Gracias por purificarme. Jesús, mi
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alma tiene sed y sólo Tú puedes saciarla. Vengo a ti porque Tú eres el único
que puede satisfacer esta necesidad
Ahora abro mi espíritu para recibir y beber de Tu Espíritu Santo. Lléname hasta
rebosar y bautizare en Tu Espíritu Santo. Tú dices en Tu palabra, "Pide y
recibirás", yo sé que he recibido, porque Tú no puedes mentir y Tú palabra, es
verdad. Yo creo que Tú me has bautizado en Tú Espíritu Santo y acepto este
don Tuyo, Gracias por Tu más preciado regalo".
Aunque las Escrituras parecen indicar a través del Libro de Hechos que los
creyentes manifiestan su don después de haber recibido el bautismo en el
Espíritu Santo, en ninguna parte de la Biblia establece que si tú no hablas en
lenguas, no has recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Sin embargo,
aquellos que manifiestan y usan ese don en sus oraciones diarias, testifican que
ellos están mejor capacitados para combatir las cosas que frecuentemente
acosan la vida cristiana.
Para recibir este regalo de Dios se requieren dos cosas: Fe y Acción. "Fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu Santo les daba que hablasen". (Hechos2: 4). Fíjense que ellos
hablaban mientras el Espíritu les daba el idioma o palabras. Por tanto, por la
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fe, debes en un acto de tu voluntad, abrir tu boca y hablar las palabras que El
te da. Al principio suena como un balbucear incoherente, pero son palabras y
ellas deben ser dichas. A medida que continúes expresando tu oración en
lenguas, llegará a ser más fluida y fácil.
3. Que una vez que recibes el bautismo conoces el amor y poder de Dios de
una manera real, y este poder te permitirá vivir una nueva vida en Cristo
Jesús, que no era posible antes.
CENTRO DE INVESTIGACIÒN
BÌBLICA
Ministerio Lic.
Osvaldo Toloza
Regalado de la Plaza 336 (5570) San Martín
El Espíritu Santo P á g i n a | 38
Tienen que ver con Tienen que ver con Tienen que ver con
la relación con Dios, las relaciones huma- la madurez de
son frutos de la sal- nas, es el trato que nuestro Espíritu,
vación de la persona debe tributar el fidelidad, fuerza
creyente a su pró- dominada y
jimo autocontrol.
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Al hacer una comparación entre el fruto del Espíritu y los dones del Espíritu
Santo mismo, no pretendo poner énfasis en el valor de uno sobre otro.
Al estudiar la obra del Espíritu Santo, es obvio que cada creyente debe
manifestar el fruto del Espíritu en todas sus facetas y áreas y también algún
don dado por el mismo Espíritu. La ausencia de fruto en la vida del creyente
implicaría la necesidad de un arrepentimiento, porque sin duda está dominado
por la obras de la carne. La ausencia de algún don en la vida de un creyente
significa que él debe desear y buscar el privilegio de ser usado por Dios en
algún ministerio, con ese don.
A continuación expongo un breve ensayo del fruto del espíritu comparado con
los dones para clarificar la comprensión acerca de los mismos. Comparando
entre uno y otro, siguiendo el patrón que nos ofrece el apóstol pablo en el libro
de Gálatas.
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CUADRO COMPARATIVO
DONES FRUTOS
Operan por la Voluntad de Dios. Opera todo el tiempo, es promovido por
el Espíritu Santo
Residen en el Espíritu Santo Residen en el Espíritu Santo
Benefician a la Iglesia Indican crecimiento Espiritual
Se puede tener más de uno Todo creyente debe manifestarlo
No todos tiene el mismo Se evidencia siempre
Se puede abusar de ellos No se puede abusar de el
Sirven al Cuerpo en su conjunto Es aprovechado por una sola Persona
Se deben buscar los mejores Crece en el creyente
Un día pasarán Nunca pasara
Su uso se juzga No se puede juzgar
Siempre se manifiestan No está en evidencia
Vienen después del bautismo del Viene después de aceptar a Cristo como
Espíritu Santo salvador
No se crece con ellos Crece en el Espíritu Santo
No siempre operan en amor Siempre opera en amor
Pueden actuar en desorden Se manifiesta en orden
Su uso es reglamentado No tiene reglamentación
Son regalos de Dios Es un resultado
Son temporales Es permanente
No lleva provecho a nadie Siempre otorga provecho
A veces es dado al aire Tiene un lugar especial en la persona
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Esta es la razón por la cual el fruto del Espíritu, que representa la implantación
de la naturaleza de Cristo en el creyente por acción del Espíritu Santo, tiene
prioridad sobre los dones del Espíritu Santo. Es tarea del Espíritu tomar las
cosas de Cristo y revelarlas a nosotros, Juan 16:14-16; 2º Corintios 3:18 y 2º
Pedro 1:4.
DONES ESPIRITUALES
Definición de don: Capacidad especial que Dios entrega a ciertos miembros
del Cuerpo de Cristo de asumir y ejercer autoridad y ejercer liderazgo sobre
otros ministros e iglesias con propósitos definidos en asuntos espirituales
especiales
Básicamente los dones son concedidos por la operación del Espíritu Santo en su
soberanía absoluta. “Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él quiere.” 1° Corintios
12:11.
Todos los que creen en Cristo Jesús, como su único y suficiente Salvador de
su vida física y espiritual, tienen el Don del Espíritu Santo de Dios; solamente
algunos creyentes, que permanecen fieles sirviendo al Señor, con toda la ple-
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nitud de sus fuerzas, físicas, mentales y espirituales, son usados por Dios
como instrumentos útiles para honra, manifestándose a través de ellos en
momentos determinados, para poner en práctica la operación de los Dones.
Los Dones del Espíritu Santo son dados, para el ministerio y adoración, a
la Iglesia, al Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
Cada persona posee ciertos talentos naturales. Los talentos naturales son las
características que dan a cada ser su personalidad, siendo ésta la identidad que
es formada en parte por la mezcla de talentos.
Los talentos proceden de Dios y se pueden dar varios ejemplos: una persona
que canta muy bien, afinada, en el tono correcto, con una armonía perfecta.
Una persona que posee un coeficiente intelectual muy alto: Un músico que
puede ejecutar cualquier tipo de instrumento a la perfección, un buen carpin-
tero, etc.
Nuestra obligación como cristiano incluye: que alguien venga a comer a nues-
tro hogar, que hospedemos a una persona durante una noche, que acompa-
ñemos a un forastero, tengamos reuniones de la Iglesia en casa, prestemos el
coche para alguna emergencia, ayudemos a que los nuevos vecinos se orienten
en la comunidad, demos el mensaje de salvación a personas que no conocen a
El Espíritu Santo P á g i n a | 45
Pero ninguna de estas cosas se hace de un modo fácil y nunca creamos que hi-
cimos todo lo que debiéramos haber hecho.
Aunque nos gustase demasiado que no fuera verdad, debemos reconocer que
Satanás, sus demonios y malos espíritus son reales y activamente se oponen a
la obra del Señor.
Jesús lo dijo en Mateo 24:24 y Mateo 7:22-23. Satanás puede falsificar cada
uno de los dones. Es un ser sobrenatural y tiene poderes sobrenaturales, aun-
que limitado y controlado.
Raphael Gasson, un médium espiritista, ahora cristiano, dice en su libro “El fal-
sario retador”1 que Satanás le dio habilidad para profetizar. De un modo
específico muestra como los dones de la fe, los milagros, las sanidades, las len-
guas y la interpretación pueden ser reproducidos por Satanás. A la falsificación
del donde discernimiento de espíritus, él la llama clairvoyance y clairaudience
(clarividencia y clariaudiencia). Incluso el don de echar fuera demonios es astu-
tamente reproducido por el diablo.
Algunas personas creen erróneamente que los ejemplos citados arriba son
obras de Dios. Se trata, sin embargo, de la obra del diablo, que no es por ello
menos real. Conviene aquí recordar que Dios sabe todo esto y nos da poder
adecuado para prevenirnos de ello.
No es que el mismo Espíritu Santo pueda equivocarse alguna vez pero nuestro
propio espíritu sí puede, y de aquí la necesidad de las reglas expuestas en 1ª
corintios 14.27, 33, para que nosotros nos examinemos en estos asuntos. El
gran ideal es que el Espíritu de Dios controle tan perfectamente cada miembro
del cuerpo de Cristo al grado de que cada operación de un don sea precisa-
mente una “obra” del Espíritu Santo. (Cap. 12.11) Entonces podremos estar
seguros de que no habrá impedimento al evangelismo o a la santificación o a
cualquier otra gran obra en que el Espíritu se halle ocupado en ese momento,
pero los hijos de Dios se hallan en diferentes etapas de entendimiento espiri-
tual.
Ningún don espiritual, ejercido en el Espíritu, infringe jamás esa regla y en con-
secuencia, nunca estorba el verdadero evangelismo.
PRIMERA SECCION -
MINISTERIALES
Nº V VVZ NOMBRE COMÚN
NOMBRE GRIEGO
SEGUNDA SECCION -
EDIFICACIÓN
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO
TERCERA SECCION -
COMPLEMENTOS
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO
CUARTA SECCION -
FUNCIONALES
Nº NOMBRE COMÚN NOMBRE
GRIEGO
32.- DON DE LA CONTINENCIA Egkrateuontai
Los apóstoles son los asesores en el juicio mesiánico y por ello sus nombres es-
tarán grabados en las piedras principales de la santa Ciudad, Apocalipsis 21:14.
El ministerio apostólico constituye la norma en cuanto a la doctrina y comunión
de la Iglesia, Hechos 2:42; 1 Juan 2:19. La Iglesia debe ser edificada sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas.
El apóstol es una persona que Dios ha dado a la Iglesia, Es una persona con
gran capacidad a quien los demás pueden recurrir para pedir sus consejos y
solicitar su ayuda. Es capaz de solucionar todo tipo de problemas y traer paz.
Puede exigir demandas que no son aceptadas de buena gana, pero que todos
cumplen porque reconocen su autoridad. Tiene su visión bien enfocada y no se
halla restringida por los problemas de una iglesia local. Su amplitud de
captación de la visión de la iglesia le permite conocer cada uno de sus
problemas y definir las soluciones con un criterio de eficacia que no da lugar a
otras alternativas. Esto redundará fuertemente en una protección personal de
los terribles ataques de las tentaciones de sexo, de poder y de dinero.
2. MINISTERIO DE PROFETA
Se llama "profetas” tanto a los que poseen el oficio profético como a los que
tiene el don de profecía, aunque existe una diferencia muy marcada entre
ellos. Una diferencia se observa claramente en Hechos 21:9 y 10: “Y al día si-
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3. MINISTERIO DE EVANGELISTA.
Como resultado de la acción conjunta del don de evangelista con los demás
ministerios en los tiempos apostólicos, se formaron congregaciones que fueron
muy fuertes más tarde en la obra evangelizadora de la iglesia primitiva.
4. MINISTERIO DE PASTOR
Pastor, del griego Poimenas, que significa apacentador. Una persona que ha
sido designada cabeza de una iglesia local. Se le llama también, ministro, rec-
tor, anciano, obispo, supervisor.
Es verdad que el Pastor tiene su propia carga que llevar. El pastor está cara a
cara con las realidades de la vida, como lo están los miembros de la congrega-
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ción. Pero, además de mantener una relación vital y personal con Dios, el pas-
tor ayuda en la edificación de la Iglesia.
5. MINISTERIO DE MAESTRO
La designación del maestro dentro del marco del ministerio apostólico es fun-
damental. Él es el encargado de transmitir la cultura, la idiosincrasia, los usos y
costumbres del Reino de Dios al pueblo santo, el cual fue elegido de entre las
naciones de este mundo para convertirse en el pueblo escogido y especial de
Dios, separado para ser testigo de la grandeza de la gloria de Dios y de la vida
futura en el Reino creado por Dios para su pueblo, 1º Pedro 2:8.
6. MINISTERIO DE ANCIANO
1° Timoteo 5:17. Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos
de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
7. MINISTERIO DE LÍDER
Todas las personas desean ser guiadas por alguien en todas las áreas de su
vida. Por ello, los líderes con discernimiento nunca van demasiado distanciados
de sus seguidores, siempre están adelante, dirigiéndoles. Nunca manipulan a
sus seguidores, no les obligan, generan confianza en los demás, de este modo,
saben a dónde van y cuál es el próximo paso a dar. Los mejores líderes son
calmos, saben lo que hay que hacer y saben que ellos mismos no pueden ha-
cerlo. Por esto desarrollan la capacidad de delegar y transferir responsabilidad
a los demás.
8. MINISTERIO DE ADMINISTRADOR
El Espíritu Santo P á g i n a | 57
9. MINISTERIO DE MISIONERO
El don de misionero es un don que parece casi escondido porque casi no existe
ningún libro sobre dones que lo mencione o reconozca. La razón es que no se
describe en la Biblia explícitamente, no obstante, aparece bastante claro en pa-
sajes bíblicos como Hechos 2 (el salto desde los judíos hebreos a los judíos
helenistas), en hechos 8 (el salto de los judíos a los samaritanos) y Hechos 11
(el salto de los judíos a los gentiles), todos ellos ejemplos de situaciones de
evangelismo interculturales.
El Espíritu Santo P á g i n a | 58
Las personas con el don de misionero disfrutan de su relación con otras cultu-
ras; les resulta fácil aclimatarse y "enculturizarse" en un medio diferente. Re-
cogen prontamente los modismos, las inflexiones de la voz, la música del habla
y el lenguaje de los gestos, cosas éstas que no pueden ser aprendidas por me-
dio de libros.
Sin embargo los requisitos para ser diácono se describen con mucha claridad:
irreprensibles, maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus
casas, respetables, honestos, no dados a mucho vino, no codiciosos de
ganancias deshonestas 1° Timoteo 3:8-12.
El oficio de diácono es un honor y una bendición. "Porque los que ejerzan bien
el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que
es en Cristo Jesús" 1° Timoteo 3:13.
1° Corintios 2:1-13
Nunca podrá el conocimiento humano que origina sabiduría humana ser apli-
cado a una ciencia o sabiduría divina, ya que sólo puede ser aplicado humana-
mente. La sabiduría divina, es conocimiento profundo de la autorrevelación de
Dios, no producto de la experiencia personal con Dios, aumentado e
intensificado.
Debemos reconocer que la ciencia y sabiduría divina solo puede ser usada en
este campo. La Ciencia y la Sabiduría divina están muy relacionadas. Enfatizaré
esta declaración, de forma y manera específicas, en consecuencia la ciencia y la
sabiduría divina sólo pueden reflejar el conocimiento aplicado divinamente a
los sucesos humanos, siguiendo un plan detallado y estricto de Dios.
1°Corintios 2:14.
El conocimiento que Dios tiene de todo hace que este siempre delante de Él.
Siempre está el ser humano delante de Dios, naciendo, creciendo, enveje-
ciendo y muriendo, simultáneamente.
Conocer los espíritus que nos están trasmitiendo sus enseñanzas es muy fácil
de hacerlo. La Biblia dictamina que todo árbol se conoce por sus frutos. Pablo
recomienda fuertemente que no se debe creer a todo espíritu así tan fácil de
primera instancia. Se deben probar los espíritus.
Este es un don que no es de uso diario, no será usado con la frecuencia que
usaríamos cualquiera de los demás dones. Requiere bastante madurez para su
uso. Los creyentes que tienen este don tienen mucha cautela y prevención ha-
cia su uso, porque se requiere de mucho valor. Pero es confortante para todo
el Cuerpo de Cristo saber que Dios no ha dejado a los creyentes indefensos
contra las tácticas de Satanás y las fuerzas del mal.
"Las fronteras de trabajo del Discernimiento de Espíritus son más limitadas que
los dones de Sabiduría y de Ciencia. Sus poderes de revelación están restringi-
dos a una sola clase de objetos. El don es enteramente sobrenatural y su obje-
tivo y operación son enteramente sobrenaturales. Esto se revela claramente en
su nombre: Discernimiento de Espíritus. Este don concede penetración sobrena-
tural al mundo secreto de los espíritus. Revela la clase de espíritus que actúan
en una persona, comunica información sobrenatural mediante la cual se iden-
tifica la fuente de toda manifestación espiritual, bien sea divina o satánica".
14.DON DE FE
Esta realización milagrosa, humana o divina implica tanto bendición como mal-
dición, premio y castigo, transformación, crecimiento y desintegración. Se ca-
racteriza por el hecho de que, a menudo, los resultados son observables a
largo plazo.
El don de fe es el mayor de los dones de poder. Sólo puede ser recibido des-
pués de la salvación. Es otorgado por el Espíritu Santo para que el hombre
pueda recibir y obrar milagros. Es Milagroso.
El Espíritu Santo P á g i n a | 62
Hechos 19:11.
Los milagros son de origen sobrenatural y las personas que manifiestan estos
tipos de dones son meros cauces por los cuales Dios hace una obra maravillosa.
Son dones que actúan en la transformación de alguna ley de la naturaleza para
mostrar una acción de Dios sobrenatural. Pueden ocurrir en la naturaleza, en
el mundo de los humanos, o en el espacio, o donde Dios estime que sea
conveniente.
Milagro es una palabra que se usa para indicar un orden de cosas ocurridas no
naturalmente, sino de modo sobrenatural. Milagro es una intervención so-
brenatural en el curso ordinario de la naturaleza; una suspensión temporal del
orden acostumbrado; una interrupción del sistema de la naturaleza tal cual la
conocemos.
16.DONES DE SANIDADES
Hechos 3:10.
No es el don de sanidad sino los dones de sanidades. Cada vez que se men-
ciona este don en los Hechos de los apóstoles se menciona en plural. Es el
único don que se cita en el libro de 1°Corintios 12, como una serie o grupo de
dones en sí mismo.
Los dones de las sanidades son las herramientas que Dios ha entregado a la
iglesia para sanar a sus miembros de todas las enfermedades y dolores, sin ne-
cesidad de tratamientos de ninguna especie, ni por el uso de costosas reme-
dios. La simple manifestación del don en forma milagrosa produce sanidades
para enfermedades orgánicas y funcionales, nerviosas o depresivas, agudas o
crónicas.
Las Sanidades tienen que ver de modo específico, con todo tipo de enfermeda-
des humanas.
Se puede tener más de un don de sanidad, por supuesto, todo está en la gracia
de Dios manifestada a través del Espíritu Santo.
Como percibir que hace falta sanidad en los miembros? Los pastores gozan de
la sensibilidad brindada por el Espíritu Santo para pastorear y de conocer parte
de los lamentos del cristiano, así que la manifestación de los dones es el
resultado natural para aliviar el estilo de vida.
17.DON DE PROFECIA
1° Corintios 12:10.
La palabra "profecía" se usa para indicar la predicción del futuro, es difícil para
algunos comprender que el uso bíblico de la palabra incluye no sólo el futuro
sino también el presente. De hecho, el don de profecía ha sido usado mucho
más para tratar situaciones del presente que sucesos del futuro.
Cabe si aclarar que este don requiere de la aceptación de los demás creyentes y
la examinación de la profecía en relación con la vida personal del profeta.
Los dones de profecía son una gran responsabilidad para el creyente, pues
expone el testimonio del profeta para que sea tenido en tela de juicio, done la
vida diaria debe ser el libro visible que se lea con toda claridad.
18.GENEROS DE LENGUAS
Es un don para expresar la que no se puede decir con palabras humanas del
sentir. Es el punto en que el Espíritu ora por la persona en una lengua que ella
misma no entiende.
El Espíritu Santo proporciona las lenguas humanas y angélicas con las cuales
podemos derramar perfumes de alabanza y adoración en abundancia delante
del trono de nuestro Dios y su Santo Cordero, para que se cumpla el verso de
Romanos 8:26: "Y asimismo el Espíritu nos ayuda en nuestras flaquezas, por-
que como no sabemos pedir como conviene, el mismo intercede por nosotros
con gemidos indecibles".
Las lenguas constituyen el medio ordenado de Dios por el cual las peticiones
del Espíritu de Súplica ascenderán al trono celestial. Son necesarias en nues-
tras vidas para el plan de Dios realizado en nosotros.
El don de lenguas debe ser un vehículo de expresión para los mensajes a la Igle-
sia. Pablo explica extensamente que en la Iglesia, las lenguas sin interpretación
no tienen sentido o significado alguno y quedan fuera de orden. El que habla
en lenguas debe pedir para sí el don de interpretar, pero si después de haber
dado un mensaje no hay quien interprete, debe quedar en silencio. También es
incorrecto que haya más de tres mensajes en lenguas durante un servicio
religioso.
Las lenguas junto a la interpretación pueden llegar a constituir una profecía, to-
mando como referencia lo que Pedro enseño el día de Pentecostés cuando
identificó a las lenguas como el cumplimiento de la profecía de Joél, que dice:
“Derramaré mi espíritu sobre toda carne y profetizarán".
19.INTERPRETACION DE LENGUAS
El don de interpretación de lenguas no tiene nada que ver con interpretar las
Sagradas Escrituras. La interpretación de la Biblia nos corresponde a nosotros,
los maestros. La interpretación de lenguas es un don sobrenatural, igual que el
El Espíritu Santo P á g i n a | 67
Felipe, evangelista y diácono, evangelizó Samaria, fue llamado por los apóstoles
para servir a las mesas (diakono) pero también se le reconoce su diakonía en el
ministerio de la palabra, con milagros prodigios y señales en el poder del Espí-
ritu Santo.
La gente con el don de servicio tiene en general una serie de habilidades y ta-
lentos que puede ofrecer cuando aparece la necesidad. Se puede contar con
ellos para toda clase de ayuda.
Es un don que no hace ruido, es de los que no aparecen en los titularas de los
periódicos con los nombres de los que los ejercen. Misericordia, ayuda y servi-
cio, son esenciales para la completa salud del Cuerpo.
Hechos 20:20 y 21. Romanos 12.7. Como práctica diaria la enseñanza cristiana
ha sido hasta en gran parte un discurso en el púlpito y no se ha tratado de com-
probar si esta enseñanza produce resultados útiles y valederos. Se ha olvidado
que la enseñanza ayuda a formar vidas y que éstas deben ser inculcadas desde
los primeros años.
No sólo lo que tiene que ver con las enseñanzas de la Biblia, sino también lo
que tiene relación directa con el modo o tipo de sobrevivencia.
Quien tiene el don de enseñanza espera que los demás aprendan en sus clases
y por medio de sus escritos. Si esperase obtener otra clase de resultados, yo
dudaría que una persona tenga el don.
Algunas personas con el don, son buenas enseñando de a uno en uno, como
Pablo con Timoteo, o Priscila y Aquila con Apolos, "Hechos. 18:26.
El Espíritu Santo P á g i n a | 69
22. DE LA EXHORTACION
El don de Exhortación, es un don que trabaja con las personas, sean estas cre-
yentes o inconversas.
Los creyentes que tienen el don de la exhortación, saben que pueden hacer
todo esto y más por amor a sus hermanos y a la obra del Señor Jesucristo.
2
Stella de Ortellado. Pastora en el Movimiento Cristiano y Misionero de Ingeniero Machwitz, Buenos Aires.
El Espíritu Santo P á g i n a | 71
“Amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se
les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados”. La amistad es el mayor regalo
que podemos recibir en nuestra existencia y el mayor reclamo de la vida es
buscar al amigo que sea capaz de iluminar con su sola presencia los huecos de
nuestro corazón, porque “un amigo no es aquel que te seca las lágrimas, sino
aquel que evita que las derrames”
Romanos 12:8. No hay duda que todo cristiano tiene que dar parte de sus
ingresos a Dios. De acuerdo con la Biblia, cada persona debe preparar sus
ofrendas y darlas con alegría, (2°Corintios 9:7). Este deber cristiano no tiene
excepciones.
Al llegar a la ciudad donde actualmente resido y que por más de 20 años pasto-
ree la congregación, que Dios me permitió establecer, me encontré con una
comunidad de gente trabajadora y de un estrato socio-cultural de clase media.
personas que gozaban de un buen trabajo, cobraban sus sueldos y podían pa-
gar su comida y sus ropas. Pero con el tiempo, cuando la iglesia se estableció
en el lugar, comenzaron a llegar a nuestra congregación personas procedentes
de lugares apartados. Al conocerles, descubrimos que algunos vivían en lugares
lamentables.
Recuerdo a un joven matrimonio que vino a nuestra iglesia; ellos tenían varios
hijos. Un día fui a visitarlos y al llegar al lugar quedé‚ estupefacto, pues los en-
contré‚ viviendo en un campo y sus habitaciones estaban en lo que antes había
sido un gallinero. Debían humedecer el piso de tierra para aplacar el polvo,
pero el calor del día hacia que se levantara un olor nauseabundo y malsano.
En otra oportunidad descubrí que otra familia que también había comenzado a
asistir a mis reuniones, estaban viviendo en un criadero de cerdos. Sus habita-
ciones estaban justo en el centro del criadero, habiendo cerdos a ambos lados
del grupo familiar.
El don de dar y distribuir tiene esta característica propia, que para repartir debe
estar dominado por la pasión de dar, aunque dar y repartir son sinónimos de
una misma palabra, quien no tiene capacidad de dar es imposible que posea
algo para repartir.
Hechos 1 1:28 al 38. "Ellos determinaron enviar”. La expresión que más mani-
fiesta la actitud misericordiosa de los creyentes es la obediencia al mandato
que Jesús introdujo en la vida de la Iglesia, citado en Mateo 25:25 al 36 y que
El Espíritu Santo P á g i n a | 73
Diría que ésta es una de las expresiones más directas del amor por el prójimo
que debe tener toda persona que se dice haber abrazado la cruz de Cristo.
"Tuve hambre y me distes de comer, Tuve sed y me distes de beber, fui foras-
tero y me recogiste, estuve desnudo y me cubriste, estuve enfermo y me vi-
sitaste, estuve en la cárcel y viniste a mí".
Esta es una actitud que todo creyente debe manifestar en su vida, como fruto
de su nivel espiritual.
Pero algunas personas siempre tienen una capacidad que va más allá, es aún
más elevada y realizarán una misericordia que es fruto de su amor y de su fi-
delidad a Dios por tenerles en cuenta.
Ante esta multitud de manos tendidas hacia la iglesia, la Iglesia tiene la oportu-
nidad y el deber de desplegar activa y audazmente el don de la misericordia.
Pablo enseña que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra princi-
pados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este si-
glo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, Efesios
6:12. Necesitamos conocer al enemigo y conocer las armas que Dios nos ha
provisto para la batalla, conocer también la fortaleza que Él nos ha dado.
1°Pedro 4:9. "hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” 1°Corintios
4:9. Parafraseando: usad de la hospitalidad, así como cada cristiano ha recibido
otros dones espirituales.
Los que tienen el don, no sólo tienen la capacidad de hacerlo, sino que lo hacen
con amor. Los que no tienen el don sufren la molestia de tener extraños en sus
hogares. Lo más llamativo en la práctica del don de la hospitalidad es la viven-
cia que experimentan los poseedores, llenos de gozo, alegres, contentos por
entregar sus alcobas, sus comedores, sus baños al servicio de la obra.
Hechos 9:36. - Marcos 15:41. “Dar la mano" son las capacidades y las fuerzas
para ayudar a alguien en su labor, con la finalidad que realice en forma más
eficiente sus propósitos, ponerse a su disposición.
Ejercer el don de ayuda requiere de un gran sacrificio para renunciar a los dere-
chos propios y entregarlos al que necesita ayuda.
Las personas que son beneficiadas con este don no se encuentran en medio de
tribulaciones, sino que son cristianos en pleno uso de sus dones. Cuando los
dones espirituales son movilizados en la iglesia local un porcentaje alto de cre-
yentes descubre que tiene el don, pues se sienten animados a realizar activida-
des que antes no las hubieran percibido como necesidades a ser solucionadas.
siempre ha constituido parte de su gran estrategia para alejar a los seres hu-
manos de una relación personalizada con su Dios y Creador.
Elíseo pidió un músico, una persona que tocase el pandero o quizás pudiese
haber sido otro de los instrumentos usuales en esos tiempos. Lo que me im-
presiona es que Elíseo no profetizó hasta que la música fue ejecutada y mien-
tras ésta era puesta en escena, el Espíritu de Jehová vino sobre él.
Quien tiene el don de la consejería espiritual espera que los demás aprecien en
su totalidad la importancia de recurrir al sabio consejo de las Sagradas Escritu-
ras para trazar el sendero de vida para su persona, su familia y todo lo que
tenga que ver con el mundo que les rodea.
El Espíritu Santo P á g i n a | 77
Los que tienen este don y echan fuera demonios deben utilizar este don con
suma precaución y siempre después de haber orado y ayunado bastante y
siempre en el poder del Espíritu santo.
Este don debe ser parte del grupo de defensa de cada iglesia local, pues es la
única manera de impedir tanta influencia satánica cimentada en nuestras con-
gregaciones.
Pero los creyentes solteros son felices en su estado de soltería porque Dios les
ha dado un don especial, el don de Continencia. Pablo lo describe y algunas
personas de nuestra sociedad le llaman “celibato”, que a mi entender no es
exactamente lo mismo. Pues en mi investigación de este don en especial, he
observado que las personas que se identifican con el celibato, son personas con
grandes frustraciones y estados anímicos depresivos que lamentan su no parti-
cipación en el orden natural de los seres humanos.
Ellos buscan en distintos medios la forma de sustituir esta pérdida que llevan
consigo. En cambio, en las personas con el don de continencia indicado por el
apóstol Pablo, observamos una vida total y placentera porque Dios los ha cons-
tituido de tal forma que por el hecho de permanecer solteros pueden realizar
mejor su Voluntad en sus vidas.
El Espíritu Santo P á g i n a | 79
Si siendo soltero un creyente vive frustrado por causa de los impulsos sexuales,
es muy probable y casi seguro que no tiene el don.
El don del martirio es una actitud hacia el sufrimiento y la muerte, que es ex-
cepcional. Cuando la muerte es inminente y aun existiendo posibilidades de
escape, la persona con el don del martirio prefiere sufrir y morir, para glorificar
a Dios. Debo reconocer que la lectura de la descripción de este don me ha ayu-
dado a entender la actitud con la que se asume en estos días los terribles ata-
ques que están sufriendo los pastores de los sectores rurales del Perú.
Muchos pastores y parte de las congregaciones fueron acribillados por las balas
de los terroristas de Sendero Luminoso y esta ola de violencia, en lugar de traer
El Espíritu Santo P á g i n a | 80
Muchos cultos son invadidos por la presencia del Espíritu Santo y los creyentes
que nunca han hablado en nuevas lenguas de pronto están fluyendo en pala-
bras de un idioma que ellos no conocen y que nunca lo han aprendido.
Esto sólo es atribuible a la intervención del Espíritu Santo, quién está trayendo
un pentecostés renovado y maravilloso a la gloriosa iglesia evangélica del Perú.
El testimonio del caso del soldado Carrasco, salió de las filas del ejército para
meterse en los hogares de los argentinos, quienes con mucha indignación des-
aprobaron y rechazaron la muerte injusta de este cristiano, quién debió man-
tener su fé al precio de su propia vida
Éxodo 31:1 al 11. Cuantos son los dones de las artes, seguramente cada vez que
terminemos una descripción se introducirá una nueva forma de arte, asi que
toda la singularidad que brindemos quedara superada por la pluralidad de los
aspectos en que se considere el arte.
Este cuadro sería un cuadro más de un taller de artistas tan similar a cualquier
artista o artesano del transcurso de la historia y aun de nuestros días.
En la visualización de este don de las artes, creo que podríamos incluir una ca-
pacitación especial que Dios puede otorgar a nuestros artistas, pintores, escul-
tores, artífices y artesanos creyentes.
Por ello creo que bien podría sugerir a estos queridos artistas cristianos a pro-
curar los mejores dones (1°Corintios 12:31) ya sean escultores, artífices, arte-
sanos, orfebres, etc.
Este don está muy poco visible en los escritos apostólicos, aunque su
necesidad se desprenda de un principio o característica que todos los
cristianos deberían contar en su vida; ser “enseñables”.
El don de conocimiento tiene que ver con descubrir la verdad, cualquiera sea su
origen. Se indica que el término griego para este don son dos palabras que se
traducen "don de conocimiento”. La persona que tiene este don aprende bien
y con mucha facilidad todo lo que se proponga investigar y en todas las áreas
de la ciencia. Se espera que obtenga la verdad primero y luego de origen a
nuevas ideas.
Las personas con el don de conocimiento no pueden explicar de dónde les vie-
nen las ideas. Cuando necesitan las ideas, están allí o llegan pronto.
El Espíritu Santo P á g i n a | 83
Pero esta gente necesita tiempo para ellos mismos, para desarrollar las ideas,
lo que explica por qué los que tienen este don parecieran estar molestos
cuando hay demasiada gente.
En las aulas suelen parecer aburridos y sin interés y se aprende muy poco de
ellos, a menos que se coincida en la necesidad de la verdad del tema o siendo
eruditos en la misma disciplina.
Éxodo 24:4. Sin duda, cuando Dios ordenó a los escritores antiguos escribir y
registrar todos los sucesos ocurridos, lo que de forma sobrenatural él estaba
inculcando en ellos, muestra a las claras que estas personas estaban recibiendo
una capacitación especial para transcribir a los papiros lo que sería el beneficio
final para las generaciones venideras.
Ello nos indica que sólo un grupo pequeño fue separado para recibir una capa-
citación especial para escribir lo que habría sucedido y lo que vendría en el
normal desarrollo de la vida de la iglesia después de la muerte de Cristo y el
inicio de la actividad apostólica.
Era una profesión que no se incluía dentro del sacerdocio, pero que guardaba
una estrecha relación con los sacerdotes. “El escriba, como persona culta y de
medios económicos suficientes, podía vestir ropas finas, con un porta plumas
de escribir o tintero de cuero que colgaba del cinto. Sus instrumentos de tra-
bajo incluían plumas de caña, un pequeño cuchillo para raspaduras y para cor-
tar papiros”.
Antes del exilio en Babilonia, los escribas eran funcionarios del gobierno
expertos en leer y escribir. Solían escribir cartas y copiar documentos.
Los escribas eran parte del Sanedrín, el más alto tribunal del judaísmo, y tenían
sus oficinas en sinagogas y en dependencias judiciales locales.
Los escribas no recibían paga por su trabajo en el Sanedrín, ni por enseñar, así
que muchos eran, además, comerciantes, artesanos u obreros.
Los escribas eran sabios que podían ser sacerdotes o pertenecer a los
influyentes grupos de los saduceos o los fariseos.
Las personas que poseen el don del trabajo manual, entienden que la construc-
ción de un templo no es una tarea cualquiera ni una obra de construcción co-
mún. La construcción de un edificio que se va a consagrar para el servicio de la
predicación es distinta, es una puerta del cielo que se abre en ese lugar. Esto es
lo que impulsa a los poseedores del don del trabajo manual, construir una
puerta del cielo. Construir un templo, una casa pastoral, una dependencia de
la iglesia, requiere una capacidad especial.
La Biblia menciona, que cada vez que Dios ordenó la construcción de un San-
tuario para sí, El capacitó a personas en forma especial para realizar el trabajo,
con espíritu específico para la obra a realizarse.
Exodo 31: 2, menciona el caso de Bezaleel que fue lleno del Espíritu de Dios en
sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte. Al cual se le asignó como
compañero fiel a Aholiab que también gozaba de una capacitación especial,
para la construcción del tabernáculo de Moisés.
La intención es sólo demostrar que cada vez que Dios quiso edificar un
santuario o dependencias del santuario, siempre todas ellas fueron capacitadas
con un don especial por Dios para realizar esa labor.
La iglesia actual necesita personas con habilidad manual, para realizar funcio-
nes específicas en nuestras congregaciones locales, en el campo misionero, en
El Espíritu Santo P á g i n a | 86
La variedad de uso de este don es muy amplia en sus distintos géneros, pu-
diendo mencionar para los varones algunos como por ejemplo: construcción,
mantenimiento, reparaciones, carpintería, plomería, reparaciones de vehículos,
tapizados, alfombras, mantenimiento de los equipos electrónicos, jardines del
templo. Y en el caso femenino podemos mencionar a los siguientes: costuras,
bordados, tejidos, decoraciones, manualidades, jardines de infantes, comedo-
res infantiles, bibliotecas, secretarias.
Las personas que no poseen este don, aunque sean muy hábiles, dueños de
una gran destreza, no pueden experimentar la alegría de utilizar sus capacida-
des en favor de sus hermanos y de la congregación, ya que esto es una carac-
terística propia de los creyentes a quienes Dios les ha dado una capacitación
especial de realizar un "trabajo manual,
1 Corintios 13:3. Aunque diese todos mis bienes para alimentar a los pobres
Debo enfatizar que la pobreza y la riqueza son términos relativos. Pobreza si,
pero ¿comparada con que?. Comparado con el nivel socioeconómico que po-
seía la persona en el momento de tomar la decisión de ceder sus bienes.
La Biblia ofrece buenos ejemplos de esto en el sentido negativo, “el joven rico
que se encontró con Jesús”, al no tener el don de la pobreza voluntaria, no
pudo seguir a Jesús y se retiró de delante de su presencia muy amargado.
Ananias y Safira, que no pudieron rendirse a la idea de quedarse sin un peso en
el bolsillo y fueron motivados a mentirle al Espíritu Santo, lo que les costó la
vida a ambos. Pero bien marcado es el ejemplo de Bernabé, quien si contaba
con el don y que entregó todos sus bienes a los apóstoles.
Las personas que no poseen este don, aunque sean muy hábiles para hacer ne-
gocios y dueños de una gran destreza, no pueden experimentar la alegría de
El Espíritu Santo P á g i n a | 87
utilizar sus capacidades que les hicieron inmensamente ricos en favor de sus
hermanos y de la congregación, ya que esto es una característica propia de los
creyentes a quienes Dios les ha dado una capacitación especial de entregar sus
bienes para el servicio de la obra de Dios.
Es justo y normal que un creyente desee recibir visiones del cielo y revelaciones
divinas, porque pueden ser útiles para él y para los demás. Voy a decir que es
preocupante que no exista un deseo vivo en un creyente, porque como ya he
dicho antes los dones de palabra de sabiduría, palabra de ciencia y
discernimiento de espíritus son los dones espirituales que se manifiestan de
esta forma, eso significaría que él no desea estos dones espirituales como
Pablo en lugar ordena, como está escrito: “Así también vosotros; pues que
anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la
iglesia” 1 Corintios 14:12, y también: “Procurad, pues, los dones mejores ” 1
Corintios 12:31, y otra vez: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales,
pero sobre todo que profeticéis” 1 Corintios 14:1.
Pero yo les digo: “Si estos dones son distribuidos por el Espíritu Santo para el
bien común, ¿cómo se puede no desearlos?”
Como sucede en el mundo que las cosas de valor son falsificadas por personas
sin escrúpulos quienes las venden al precio de las verdaderas, enriqueciéndose
deshonestamente; así sucede en el mundo: gente deshonesta falsifica los
billetes reales con el fin de enriquecerse deshonestamente; y por supuesto
todos los que aceptan sus productos falsificados y sus billetes falsos, son
engañados porque van a tener en sus manos cosas que no son auténticas; digo,
como esto ocurre en el mundo, así sucede en el mundo de los espíritus caídos,
done el diablo que es un mentiroso y el padre de la mentira, también falsifica
los sueños, las visiones, las revelaciones, es decir, produce las suyas para que se
acepten como verdaderas pudiendo engañar a muchos que les creen. El ladrón
dijo Jesús, no viene sino para hurtar y matar y destruir, Juan 10:10, y puesto
El Espíritu Santo P á g i n a | 88
Tratamos ahora todos esos sueños, en el sentido de que dicen que para ser
salvados hay que creer algo diferente a lo que está escrito en la Biblia, ya que
no está completa. Son mentiras creadas por el diablo, la Sagrada Escritura
contiene todo lo que uno tiene que creer para ser salvos. La salvación viene
sólo a través de la fe en Jesucristo por la gracia de Dios. No hay otro profeta en
el que hay que creer para ser salvos, en el que hay que creer más que en Jesús
si se desea escapar de la ira venidera. Jesucristo nos libra de la ira venidera, los
que creen en él y siguen sus pasos hasta el final serán salvados.
Cuando el carcelero preguntó a Pablo y Silas lo que debía hacer para ser salvo
se le respondió con franqueza: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y
tu casa” Hechos 16:31, también hoy en día la misma pregunta tiene la misma
respuesta.
Al decir esto, reiteramos que la Escritura no puede ser quebrantada por ningún
sueño, visión o revelación, y que permanece siempre, por todas partes y de
todos modos la autoridad final en materia de doctrina y conducta. Siempre
tenemos que hacer referencia a la Biblia, siempre debe ser examinada para ver
si las cosas que se dicen son ciertas.
Otra cosa que quiero decir es que tengan cuidado con todos los creyentes que
sólo les hablan de los sueños falsos, visiones falsas y revelaciones falsas y que
nunca les hablan de los sueños verdaderos, visiones verdaderas y revelaciones
verdaderas. Esto lo hacen y ustedes lo van a entender pronto, para disuadirles
de la búsqueda de los sueños, visiones y revelaciones verdaderas.
El hombre al que Jesús devolvió la vista finalmente logró "ver todo distinta-
mente". No sólo podía ver, y hacerlo con claridad, sino que pudo diferenciar a
las personas. Supo reconocer quién era quién. Si entre los que lo acompañaban
estaban sus familiares y amigos, debió ser emocionante el poder reconocerlos,
abrazarlos y sentir que recuperó su vida.
Por otra parte, un hecho es que Jehová esconde su verdad de los ojos de
aquellos que son tozudos o rebeldes y permite que ‘se les oscurezcan los ojos’
Romanos 11:8-10; Lucas 19:42. Pablo lo expondría en 2 Tesalonicenses 2 como
una operación de error que Dios deja, para que las personas que así lo
eligieron, crean la mentira, pero que lo hagan como proveniente de Dios.
¿Cómo una persona puede caer en un error, que sea una especie de engaño
mental?
Pero asumamos que un grupo de personas afirmen ser la voz por el cual, el
Señor Jesús, brindará enseñanza espiritual. No es inspirado por el espíritu
santo. Eso significa que esa enseñanza que provenga no es infalible, no es
inspirada por el espíritu santo.
Increíble como parezca, hay personas que aceptan cosas como estas y se
dicen a sí mismos que esto lo guía y dirige Jehová por medio de su espíritu
santo. ¿Está Jehová guiando perennemente y a propósito a error a quienes
dicen ser Su Pueblo?
El Espíritu Santo P á g i n a | 91
CONCLUSION.
Al cerrar este escrito cada cristiano debe entender que El Espíritu Santo es
parte integral en la vida y más, aun, en el ministerio de todos los llamados
Pastores o predicadores que aman y sirven a Dios.
El Espíritu Santo P á g i n a | 92
Queda claro, entonces, que el Espíritu Santo no es una fuerza sino una persona
y que, además, sabe enseñar. Y para enseñar hay que pensar. El Espíritu Santo
es un ser pensante, capaz de enseñar y transmitir verdades.
El Espíritu Santo mora con y vive dentro de nosotros. ¿Qué quiere decir
morar?. Significa “permanece en”. El Espíritu Santo esta todo el tiempo con
nosotros. Pero el mundo eso no lo ve, no lo conoce. No lo entiende ni lo puede
recibir, a menos que se arrepienta. No hay otra forma. No todos somos hijos de
Dios. Solo somos hijos de Dios los que tenemos al Espíritu Santo. La Biblia dice
claramente que “los que son guiados por el Espíritu Santo, estos son hijos de
Dios”. Los que no tienen al Espíritu Santo no son hijos de Dios, sino hijos del
Diablo. No tienen al Espíritu de Verdad, por lo tanto tienen al “espíritu de
mentira”, que es Satanás.
El Espíritu Santo no es una fuerza sino una persona y fue, además, el que hizo la
obra del nacimiento de Jesús en María. El Espíritu Santo también levanto de
El Espíritu Santo P á g i n a | 93
entre los muertos a Jesucristo al tercer día. El Espíritu Santo es también el que
levantara a la iglesia en el día del arrebatamiento o rapto de la iglesia.
Existe una ceguera que no permite ver quien es Dios, no les deja ver la
voluntad de Dios y el propósito divino para sus vidas.