Semana 1 - Devocional y Enfasis de Oracion (Marzo 27 - Abril 2) 100 Días de Oración
Semana 1 - Devocional y Enfasis de Oracion (Marzo 27 - Abril 2) 100 Días de Oración
Semana 1 - Devocional y Enfasis de Oracion (Marzo 27 - Abril 2) 100 Días de Oración
Los nú meros se está n disparando. Una furiosa pandemia, coronavirus o COVID-19, está
viajando a la velocidad de un rayo a través de todo el globo. Pero hay otra plaga que está
corriendo aú n má s rá pido. Esta ha infectado a má s personas que a aquellos afligidos con
el coronavirus. Aunque el coronavirus es serio, hay algo que es má s mortal---es el temor.
El temor, la ansiedad y la preocupació n afectan nuestro sistema inmune, estrangula
nuestro gozo, y nos roba la esperanza.
Aquí está otra declaració n animadora de Señ ales de los Tiempos, Octubre 9, 1901. Es un
comentario sobre la declaració n de Jesú s en Lucas 21. “Los corazones de los hombres
está n desfalleciendo por el temor de las cosas que sobrevendrá n sobre la tierra. Pero
aquellos que creen en Dios escuchará n Su voz en medio de la tormenta, diciéndonos, “Soy
yo, no temá is.”
Aquí hay una maravillosa declaració n adicional del libro Evangelismo, p. 52
“En la gran obra final, nos encontraremos con perplejidades con las cuales no sabremos
có mo tratar, pero no olvidemos que los tres grandes poderes del cielo está n trabajando,
que una mano divina está sobre el timó n y que Dios hará que se realicen sus propó sitos.”
La Biblia dice “no temas” o “no tengas miedo” Repetidamente. Aunque yo no he contado
personalmente el nú mero de veces que la Biblia usa esta expresió n, un autor ha contado
365 veces que la expresió n “no temas” es usada a través de la Biblia – esto es una para
cada día del añ o. Dios tiene todo el calendario de un añ o cubierto. É l nos invita a
descansar en su amor, confiar en Su gracia, y regocijarnos en Su poder.
En una de las promesas má s tranquilizadoras de la Biblia, Isaías nos anima, como un eco
de las palabras de nuestro Señ or: “No temas porque yo estoy contigo.” ¿Por qué no
tenemos temor? Jesú s está con nosotros. Cualquier cosa por la que tengamos que pasar,
É l está a nuestro lado. “No temas porque yo estoy contigo. No desmayes porque yo soy tu
Dios, siempre te fortaleceré; te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia”(Isaías
41:10) Nuestra fe se aferra a las promesas de la Palabra de Dios. Nuestra luz brilla en las
tinieblas de este mundo. La actual pandemia del COVID-19 puede ser un catalítico para
conducirnos a una relació n con Dios má s profunda, a una fe má s grande, a una
experiencia má s rica de oració n. En tiempos de crisis nuestra fe está en É l. Nuestra
confianza está en É l. É l es nuestra seguridad, nuestra fortaleza, y nuestra esperanza. Que
esta actual pandemia sea un llamado al arrepentimiento, a un reavivamiento y a una
reforma. ¡Que este sea un tiempo en el que nos aferremos a Su promesa de que un mejor
mañ ana está por venir!
“Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren una fe capaz de soportar el
cansancio, la demora y el hambre, una fe que no desmaye a pesar de las pruebas má s
duras. El tiempo de gracia les es concedido a todos a fin de que se preparen para aquel
momento. Jacob prevaleció porque fue perseverante y resuelto. Su victoria es prueba
evidente del poder de la oració n importuna. Todos los que se aferren a las promesas de
Dios como lo hizo él, y que sean tan sinceros como él lo fue, tendrá n tan buen éxito como
él. Los que no está n dispuestos a negarse a sí mismos, a luchar desesperadamente ante
Dios y a orar mucho y con empeñ o para obtener su bendició n, no lo conseguirá n. ¡Cuá n
pocos cristianos saben lo que es luchar con Dios! ¡Cuá n pocos son los que jamá s
suspiraron por Dios con ardor hasta tener como en tensió n todas las facultades del alma!
Cuando olas de indecible desesperació n envuelven al suplicante, ¡cuá n raro es verle
atenerse con fe inquebrantable a las promesas de Dios! {CS 606.1}.”
1. Ore por la iglesia de Dios para que permanezca fuerte en medio de la gran crisis
de salud del COVID-19 que enfrenta nuestro mundo. Ore por nuestros
profesionales de salud, doctores, enfermeras, y otros que trabajan continuamente
para salvar vidas.
3. Ore por los miembros de iglesia y los trabajadores de salud en la Ciudad de Nueva
York, uno de las regiones má s fuertemente afectadas en los Estados Unidos.
4. Ore porque la pandemia del coronavirus deje de propagarse, y que Dios escuche
los clamores de Su pueblo y sane nuestra tierra.
5. Ore que en medio del caos, los cristianos alrededor del mundo sientan la cercanía
del pronto regreso de Jesú s y clame al trono celestial en oració n suplicando por el
Espíritu Santo.
“La paz os dejo, Mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazó n ni tenga miedo.” Juan 14:27
“El enemigo no puede nunca tomar de la mano del cristiano a aquel que está
simplemente confiando en sus promesas.” Review and Herald, Feb. 3, 1903
1. Ore que el temor sea reemplazado con la paz, y que nosotros como un pueblo nos
mantengamos firmes en medio del caos, confiando que Dios está en control.
2. Ore por aquellos que está n batallando con el Coronavirus o que hayan perdido
seres queridos en esta pandemia. Ore por esperanza y consuelo en medio del
dolor.
3. Ore por los miembros de iglesia en Kenya, y otros países africanos, quienes está n
batallando porque sus mercados al aire libre se está n cerrando.
5. Ore por las iglesias que han tenido que cerrar por causa del virus. Ore que las
congregaciones encuentren formas de mantenerse “juntos” a través del internet y
testificar en formas apropiadas a pesar del “distanciamiento social”.
No hay nada que Sataná s tema tanto como que el pueblo de Dios despeje el camino
quitando todo impedimento, de modo que el Señ or pueda derramar su Espíritu sobre una
iglesia decaída y una congregació n impenitente. Cada tentació n, cada influencia opositora,
ya sea manifiesta o secreta, puede ser resistida con éxito “no con ejército, ni con fuerza,
sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Zacarías 4:6. {1MS 144.3}
2. Ore para que vivamos en fe, no en temor, no importa las circunstancias a nuestro
alrededor.
3. Ore por provisió n para aquellos que está n perdiendo sus trabajos, y que se
preguntan de dó nde vendrá la pró xima comida si no pueden ir a trabajar. Ora
porque Dios sostenga y provea para sus necesidades diarias como lo ha prometido
en Isaías 33:16 y Filipenses 4:19.
4. Ora porque los miembros de iglesia alrededor del mundo entiendan que la Iglesia
Adventista del Séptimo Día es un movimiento profético con un mensaje profético
confiado por el cielo con una misió n profética especial, y que ahora es el tiempo
para brillar para la gloria de Dios
5. Ora porque todos los líderes de la iglesia y los miembros en todas partes vean esta
pausa en sus reuniones y agendas como una oportunidad para cultivar un caminar
personal má s profundo con Jesú s
1. Ore para que Dios cumpla las promesas de Salmo 91 y ponga una cerca alrededor
de Sus hijos, protegiéndolos de la plaga del coronavirus que afecta al mundo.
2. Ore porque esta crisis mundial cambie la historia de la iglesia, y que los ojos de la
gente sean abiertos para que vean la cercanía del pronto regreso de Jesú s.
3. Ore por aquellos que viven en lugares estrechos en las grandes ciudades, que ellos
puedan encontrar formas creativas para mantenerse saludables y conectados con
otros. Ore especialmente por los niñ os que está n encerrados dentro de sus casas.
4. Ore por sabiduría para las muchas decisiones que tienen que afrontar nuestros
líderes de la iglesia a nivel mundial ahora mismo. Ore por sabiduría divina para
estos tiempos desafiantes.
5. Ore por sabiduría para nuestros gobiernos y líderes mundiales durante estos
tiempos difíciles. Ore para que haya una bú squeda genuina de Dios entre los
líderes principales y oficiales de gobierno.
“El descenso del Espíritu Santo sobre la iglesia se observa hacia el futuro; pero es el
privilegio de la iglesia que lo tenga ahora. Buscadlo, orad por esto, creed en esto.
Debemos tenerlo, y el Cielo está esperando para derramarlo.”
The Review and Herald, Marzo 19, 1895.
1. Ore por aquellos que han sido diagnosticados recientemente con el COVID-19. Ora
por sabiduría para se logren métodos de tratamiento.
2. Ore por los miembros adventistas para que modelen un estilo de vida y practicas
saludables y formas naturales que fortalezcan el sistema inmune como comer
abundantes frutas y vegetales, tomar bañ os fríos y calientes, y abrir las ventanas
para respirar aire fresco.
3. Ore por nosotros como iglesia que sepamos como efectivamente usar y compartir
nuestro mensaje de salud, el “brazo derecho del evangelio”, con educació n de
salud en línea, vídeos y otras avenidas creativas para llegar a otros.
4. Ore para que durante este tiempo extendido en casa en lugar de perder el tiempo
en entretenimiento secular, usemos este tiempo para estudiar la Palabra de Dios,
orar, y leer libros y ver vídeos que hagan crecer nuestra fe.
5. Ore por las Iglesias al rededor del mundo para desarrollar planes para mantener a
los miembros de iglesia conectados durante estos tiempos de separació n.
1. Ore por nuestros abuelos, padres, y los ancianos para que tengan fuerza y salud en
medio de esta crisis mundial.
3. Ore porque los Mensajes de los Tres Á ngeles pueda moverse poderosamente en
las partes del mundo donde grandes eventos y programas misioneros han sido
cancelados, mientras todos los ojos miran hacia el cielo.
4. Oren por las Iniciativas Misioneras Iglesia Mundial para las Ciudades en
numerosos lugares. Oren que las semillas que han sido sembradas den fruto para
el reino de Dios.
5. Oren por sabiduría, paciencia y gracia al tratar con todos los mú ltiples cambios
que toman lugar en la vida diaria de manera que las personas puedan hacerle
frente, siendo fieles testigos de la direcció n poderosa de Dios en sus vidas.
2. Oren por sabiduría para los líderes de la iglesia y administradores mientras ellos
trabajan a través de los desafíos logísticos en la reprogramació n de la Sesió n de la
Asociació n General, la que ahora tendrá lugar en mayo 20-25, del 2021, en
Indianá polis.
3. Oren para que la sesió n de la Asociació n General del 2021 sea llena con planes
enfocados en la misió n y que el Espíritu Santo esté en completo control.
4. Oren por el tema de la sesió n de la Asociació n General: “¡Jesú s Viene! ¡Involú crate!
Ora porque los miembros alrededor del mundo aun ahora tomen este llamado
para un Total Involucramiento de los Miembros de manera personal.
5. Oren por un gran derramamiento del Espíritu Santo en los miembros de la iglesia
de Dios alrededor del mundo doquiera se encuentren; que la obra pueda ser
terminada y podamos ir a casa.
Recursos Adicionales para Construir tu Caminar con Dios de
Elena White, “La Última Crisis.” Testimonios tomo 9, pp. 11-18
“Estando en Nueva York en cierta ocasió n, se me hizo contemplar una noche los
edificios que, piso tras piso, se elevaban hacia el cielo. Esos inmuebles que eran la gloria
de sus propietarios y constructores eran garantizados incombustibles. Se elevaban
siempre má s alto y los materiales má s costosos entraban en su construcció n. Los
propietarios no se preguntaban có mo podían glorificar mejor a Dios. El Señ or estaba
ausente de sus pensamientos.” {9TI 12.1}
Yo pensaba: ¡Ojalá que las personas que emplean así sus riquezas pudiesen apreciar su
proceder como Dios lo aprecia! Levantan edificios magníficos, pero el Soberano del
universo só lo ve locura en sus planes e invenciones. No se esfuerzan por glorificar a Dios
con todas las facultades de su corazó n y de su espíritu. Se han olvidado de esto, que es el
primer deber del hombre. {9TI 12.2}
“Mientras se levantaban esas elevadas construcciones, sus propietarios se regocijaban
con orgullo por tener suficiente dinero para satisfacer sus ambiciones y excitar la envidia
de sus vecinos. Gran parte del dinero así empleado había sido obtenido injustamente,
explotando al pobre. Olvidaban que en el cielo toda transacció n comercial es anotada, que
todo acto injusto y todo negocio fraudulento son registrados. El tiempo vendrá cuando los
hombres llegará n en el fraude y la insolencia a un punto que el Señ or no les permitirá
sobrepasar y entonces aprenderá n que la paciencia de Jehová tiene límite.” {9TI 12.3}
“La siguiente escena que pasó delante de mí fue una alarma de incendio. Los hombres
miraban esos altos edificios, reputados incombustibles, y decían: “Está n perfectamente
seguros”. Pero esos edificios fueron consumidos como si hubieran sido de brea. Las
bombas contra incendio no pudieron impedir su destrucció n. Los bomberos no podían
hacer funcionar sus má quinas.” {9TI 12.4}
“Me fue dicho que cuando llegue el día del Señ or, si no ocurre algú n cambio en el
corazó n de ciertos hombres orgullosos y llenos de ambició n, ellos comprobará n que la
mano otrora poderosa para salvar, lo será igualmente para destruir. Ninguna fuerza
terrenal puede detener la mano de Dios. No hay materiales capaces de preservar un
edificio de lamina cuando llegue el tiempo fijado por Dios para castigar el
desconocimiento de sus leyes y el egoísmo de los ambiciosos.” {9TI
“Raros son, aun entre los educadores y los gobernantes, quienes perciben las causas
reales de la actual situació n de la sociedad. Aquellos que tienen en sus manos las riendas
del poder son incapaces de resolver el problema de la corrupció n moral, del pauperismo
y el crimen, que aumentan constantemente. En vano se esfuerzan por dar a los asuntos
comerciales una base má s segura. Si los hombres quisieran prestar má s atenció n a las
enseñ anzas de la palabra de Dios, hallarían la solució n de los problemas que los
preocupan.” {9TI 13.1}
“Mas, ¿quién reconoce las advertencias dadas por las señ ales de los tiempos que se
suceden con tanta rapidez? ¿Qué impresió n hacen a los mundanos? ¿Qué cambios
podemos ver en su actitud? Su actitud no se diferencia de la de los antediluvianos.
Absortos en sus negocios y en los deleites mundanos, los contemporá neos de Noé “no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos”. Mateo 24:39. Recibieron
advertencias celestiales, pero rehusaron! escuchar. Asimismo hoy el mundo, sin prestar
atenció n alguna a las amonestaciones de Dios, se precipita hacia la ruina eterna. {9TI
13.3}
“Un espíritu belicoso agita al mundo. La profecía contenida en el undécimo capítulo del
libro de Daniel, está casi completamente cumplida. Muy pronto se cumplirá n las escenas
de angustia descritas por el profeta. “ {9TI 13.4}
He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus
moradores... Porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto
sempiterno. Por esta causa la maldició n consumió la tierra, y sus moradores fueron
asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron
los hombres. Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de
corazó n. Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran,
cesó la alegría del arpa”. Isaías 24:1-8. {9TI 14.1}
“¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová , y vendrá como destrucció n por el
Todopoderoso... El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados,
los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Có mo gimieron las bestias! ¡cuá n turbados
anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados
los rebañ os de las ovejas”. “La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la
palmera y el manzano; todos los á rboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el
gozo de los hijos de los hombres”. Joel 1:15-18, 12. {9TI
“¡Mis entrañ as, mis entrañ as! Me duelen las fibras de mi corazó n; mi corazó n se agita
dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregó n de
guerra. Quebrantamiento sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es
destruida”. Jeremías 4:19-20. {9TI 14.3}
“Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos
luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
Miré y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo
fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová , delante del
ardor de su ira”. Jeremías 4:23-26. {9TI
“¡Ah, cuá n grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de
angustia para Jacob; pero de ella será librado”. Jeremías 30:7. {9TI 14.5}
No todo el mundo ha tomado posiciones con el enemigo y contra Dios. No todos se han
vuelto desleales. Queda un remanente que permanece fiel a Dios; porque Juan escribe:
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesú s”. Apocalipsis 14:12. Muy pronto una furiosa batalla contra los que sirven a Dios será
entablada por aquellos que no le sirven. Muy pronto todo lo que es susceptible de ser
removido lo será , de modo que subsistan ú nicamente aquellas cosas que no pueden ser
quebrantadas. {9TI 14.6}
Sataná s estudia la Biblia con cuidado. Sabe que le queda poco tiempo y procura en todo
punto contrarrestar la obra que el Señ or está haciendo sobre esta tierra. Es imposible dar
una idea de lo que experimentará el pueblo de Dios que viva en la tierra cuando se
combinen la manifestació n de la gloria de Dios y la repetició n de las persecuciones
pasadas. Andará en la luz que emana del trono de Dios. Por medio de los á ngeles, las
comunicaciones entre el cielo y la tierra se mantendrá n constantes. Por su parte Sataná s,
rodeado de sus á ngeles, y haciéndose pasar por Dios, hará toda clase de milagros a fin de
seducir, si posible fuese, aun a los escogidos. El pueblo de Dios no hallará seguridad en la
realizació n de milagros, porque Sataná s los imitará . En esta dura prueba, el pueblo de
Dios hallará su fortaleza en la señ al mencionada en É xodo 31:12-18. Tendrá n que
afirmarse sobre la palabra viviente: “Escrito está ”. Es el ú nico fundamento seguro.
Aquellos que hayan quebrantado su alianza con Dios estará n entonces sin Dios y sin
esperanza. {9TI 15.1} Lo que caracterizará de un modo peculiar a los adoradores de Dios
será su respeto por el cuarto mandamiento, puesto que es la señ al del poder creador de
Dios y atestigua que él tiene derecho a la veneració n y al homenaje de los hombres. Los
impíos se distinguirá n por sus esfuerzos para derribar el monumento conmemorativo del
Creador y exaltar en su lugar la institució n romana. En este conflicto, la cristiandad entera
se encontrará dividida en dos grandes clases: la que guardará los mandamientos de Dios
y la fe de Jesú s y la que adorará a la bestia y su imagen y recibirá su marca. No obstante
los esfuerzos concertados de la iglesia y del Estado para compeler a los hombres,
“pequeñ os y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos” a recibir la marca de la bestia, el
pueblo de Dios no se someterá . El profeta de Patmos vio a “los que habían alcanzado la
victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el nú mero de su nombre, en pie sobre el
mar de vidrio, con las arpas de Dios” y cantando el cá ntico de Moisés, y del Cordero
Apocalipsis 13:16; 15:2, 3. {9TI 15.2}
Pruebas terribles esperan al pueblo de Dios. El espíritu de guerra agita las naciones
desde un cabo de la tierra hasta el otro. Mas a través del tiempo de angustia que se
avecina, un tiempo de angustia como no lo hubo desde que existe nació n, el pueblo de
Dios permanecerá inconmovible. Sataná s y su ejército no podrá n destruirlo, porque
á ngeles poderosos lo protegerá n. {9TI 15.3}
*****
Dios dirige estas palabras a su pueblo: “Salid de en medio de ellos, y apartaos... y no
toquéis lo inmundo; y yo os recibiré; y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis
hijos e hijas”. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nació n santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas
a su luz admirable”. 2 Corintios 6:17, 18; 1 Pedro 2:9. El pueblo de Dios debe distinguirse
por un servicio completo, un servicio de corazó n; no debe arrogarse ningú n honor, pero
sí recordar que ha hecho pacto solemne de servir al Señ or, y a él solamente. {9TI 16.1}
“Habló ademá s Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablará s a los hijos de Israel, diciendo:
Con todo eso vosotros guardaréis mis sá bados; porque es señ al entre mí y vosotros por
vuestras edades, para que sepá is que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el
sá bado, porque santo es a vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá ; porque
cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus
pueblos. Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sá bado de reposo consagrado a
Jehová ; cualquiera que hiciere obra el día del sá bado, morirá ciertamente. Guardará n,
pues, el sá bado los hijos de Israel; celebrá ndolo por sus edades por pacto perpetuo: Señ al
es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y
la tierra, y en el séptimo día cesó , y reposó ”. É xodo 31:12-17. {9TI 16.2}
¿No nos designan estas palabras a nosotros como el pueblo peculiar de Dios? ¿No nos
dicen que siempre debemos amar la distinció n sagrada puesta sobre nosotros para
distinguirnos como denominació n? Los hijos de Israel debían guardar el sá bado de
generació n en generació n, como una “alianza perpetua”. El sá bado no ha perdido nada de
su significado. Es y será para siempre jamá s la señ al entre Dios y su pueblo. {9TI 16.3}