Juan de Betanzos y El Tahuantinsuyo. Nueva Edición de La Suma y Narracion de Los Incas

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Juan de Betanzos y el Tahuantinsuyo.

Nueva edición de la Suma y


Narración de los Incas. Hernández Astete, Francisco y Rodolfo
Cerrón-Palomino (eds.). Lima: Pontificia Universidad Católica
del Perú, 2015: 470 pp.

Estamos ante una magnífica edición, realizada por Francisco Her-


nández y Rodolfo Cerrón-Palomino, de la crónica escrita en 1551
por el español Juan de Betanzos sobre la historia precolombina del
Tahuantinsuyo. Se trata de un trabajo que destaca tanto por el hecho
de ser la primera transcripción respetuosa con las grafías, tacha-
duras, añadidos, etc. del manuscrito balear (única copia completa
que se conoce hasta el momento), como por la interdisciplinaridad
de los estudios que la anteceden. En concreto, esta edición nos
ofrece ocho trabajos realizados por especialistas de reconocida sol-
vencia en lingüística, historia, arqueología y antropología.
Comienza esta valiosa edición con el trabajo de Nicanor Domín-
guez Faura, quien realiza un estudio biográfico de Juan de Betanzos
en el que pone de relieve las circunstancias vitales que propiciaron
la excepcionalidad de este relato, a saber, la temprana edad con la
que llegó al Perú, y su matrimonio con doña Angelita (hija, según
Garcilaso de Atahualpa o esposa, según el propio Betanzos). Ambas
circunstancias acercaron notablemente a este autor a la historia de
los incas, pues, de una parte, su temprana llegada al Perú, facilitó su
aprendizaje del quechua y de otra, su matrimonio le permitió un
contacto permanente y cercano con la élite indígena y el recuerdo
de sus narraciones. Asimismo, Nicanor Domínguez realiza, desde
una perspectiva ecdótica, un repaso por las ediciones que se han
realizado de este singular relato, así como las fuentes manuscritas
conocidas hasta el momento. Para Nicanor Domínguez la copia
hallada por Carmen Marín en 1987 fue realiza en el siglo XVI. No
obstante, no señala los motivos que le llevan a considerar dicha
fecha copia, pues no es aceptable la explicación que apunta Carmen

https://doi.org/10.18800/lexis.201701.0010
ISSN 0254-9239
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Marín basada en el tipo de letra y en la tinta empleada, factores


estos comunes a los siglos XVI y XVII y que, en consecuencia, no
permiten discernir cuándo fue realizada la copia.
Peter Kaulicke analiza la Suma y narración de Betanzos desde
una perspectiva antropológica. Avisa al lector, este antropólogo de
reconocido prestigio, sobre la inconveniencia de considerar la infor-
mación que dimana de este relato como la que se podría extraer de
un etnógrafo moderno, pues la narración betancina se ve, lógica-
mente, mediatiza por la realidad histórica que rodeó a su autor. En
concreto, apunta hacia la tradición medieval cristiana, si bien señala
que en la primera parte de esta crónica se deja traslucir la voz de los
indígenas que sirvieron de fuente al autor. Peter Kaulicke ve en la
obra del conquistador español el enfrentamiento de dos nociones
organizativas, de un lado la imagen de un mundo ordenado, que se
corresponde con la primera parte de la obra, en la que se exponen
los rituales, ceremonias y fiestas incas, aspectos estos que enfa-
tizan en la ciclicidad como mecanismo ordenador, y de otro, en la
segunda parte, la violencia y el caos.
Francisco Hernández Astete plantea el problema de la fidelidad
que se puede otorgar a la información contenida en las crónicas,
ya que, en el mejor de los casos, como ocurre en la betancina, está
basada directamente en información que fue transmitida por la ora-
lidad y la ritualidad de la élite inca. Avisa el autor que no se debe
caer en el error de calificar como falsa la información transmitida
por los cronistas, sino que se ha de tener en cuenta que los recuerdos
de las conquistas y sucesión de los gobernantes incas se organizaban
a través de pautas rituales de la memoria, lo que dificulta notable-
mente, sino impide, que lleguemos a un conocimiento histórico
de la sucesión inca que tenga visos de realidad. Téngase en cuenta,
asimismo, que, como ha sucedido en prácticamente todas las civili-
zaciones, los vencedores de las guerras intentan hacer desaparecer
la memoria de sus enemigos, y a dicha tendencia no escaparon los
incas, quienes destruían incluso la momia del fundador cuyo pueblo
había sido vencido. Tras un recorrido por las diferentes teorías sobre
la sucesión de los gobernantes incas concluye Francisco Hernández
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que no es posible obtener información histórica concreta de los


datos con los que hoy contamos para establecer los gobiernos ante-
riores a Huaina Capac. El motivo que aduce este investigador tiene
que ver con la disparidad de información ofrecida en las crónicas de
la época, ya que los datos fueron recogidos de diversos informantes,
además señala, con acierto, la necesidad de tener en cuenta la mani-
pulación que los incas hacían de su historia junto a los intereses
que podrían tener determinados cronistas, como parece haber sido
el caso de Betanzos. En consecuencia, alerta Francisco Hernández
de que la biografía de los incas no está, ni mucho menos, exenta de
manipulación y no es posible llegar a una relación única y verdadera
de la sucesión de los incas. Con el atino propio de un investigador
riguroso, pero flexible cuando es necesario, termina observando
que pese a lo señalado no se debe abandonar la búsqueda de fuentes
que ayuden a explicar la historia de los incas y propone no buscar
lo que no se puede hallar, sino intentar interpretar la documenta-
ción de manera que permita entender “la manera de recordar de
los hombres andinos”, enfatizando, sobre todo, “en lo que era para
ellos importante recordar”.
Liliana Regalado pone de relieve de manera detallada y com-
prehensiva la información aportada por Betanzos en su crónica.
Señala la investigadora cómo Betanzos adopta una doble perspec-
tiva (mítico-ritual y político-militar) en su narración, coincidiendo
así con los intereses que la administración virreinal había expresado,
pues Betanzos no solo se basó en los informantes pertenecientes a
la élite incaica, sino que contó asimismo con las informaciones de
Vaca de Castro, en las que el tema central era el origen y la expan-
sión incaica. Considera, al igual que el resto de investigadores que
participan de esta edición, que la figura de Pachacutiy es central en
lo que se refiere al inicio de la expansión incaica y al comienzo del
desarrollo estatal y la organización espacio-temporal-ceremonial
del Cuzco y destaca Liliana Regalado que dicho proceso de expan-
sión incaica ha llegado hasta nosotros gracias a la recolección de
tradiciones orales. De modo que esta destacada investigadora coin-
cide con el doctor Hernández en que la información recogida de
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manera oral por los primeros cronistas ofrece en realidad un itine-


rario ceremonial, esto es, ritual.
Nicanor Domínguez da cuenta de manera exhaustiva y rigurosa
de las ediciones realizadas hasta la fecha de la Summa de Betanzos, así
como de los manuscritos que se conocen hasta el momento: el incom-
pleto de la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
y el de la Biblioteca de la Fundación Bartolomé March, en Palma de
Mallorca. Se echa de menos, respecto de los manuscritos, la fecha en
que pudieron ser realizadas las copias que se conservan. Se agradece
que, respecto de dicho punto, no haya caído en el error de atribuir
la copia al siglo XVI sin más argumento que avale dicha apreciación.
Laura Gutiérrez, paleógrafa encargada de transcribir este sin-
gular escrito, realiza una transcripción que respeta la mayor parte
de las grafías del manuscrito balear. Es muy de agradecer para los
futuros investigadores la inclusión de las palabras tachadas y aña-
didas, así como la no corrección de palabras que pudieran parecer
a un inexperto en la historia de la lengua española incorrectas. Por
ejemplo, mantiene “adormido” vocablo que no es incorrecto, sino
variante de la época: “se cayó adormido”, fol. 12r. Estamos pues,
de enhorabuena con la primera transcripción respetuosa, casi en su
totalidad, con el manuscrito balear que permitirá, sin duda, fruc-
tíferos estudios. Una muestra excepcional de dicho rendimiento
la encontramos en los trabajos realizados por Rodolfo Cerrón-
Palomino, quien, si bien es especialista de reconocida solvencia en
el español andino, se centra aquí en el estudio de los fragmentos
escritos en quechua y aimara, lenguas en las que es destacado inves-
tigador y profundo conocedor. Por tanto, estamos ante una edición
que se ha esmerado en cuidar celosamente la integridad, en forma y
significado, de los términos y expresiones quechuas registrados por
el cronista en su obra. Como muy acertadamente señala Rodolfo
Cerrón-Palomino, cualquier transcripción de estos materiales del
pasado debe realizarse por especialistas que posean los imprescindi-
bles conocimientos filológicos que permitan una recta transcripción
del contenido del tesoro conservado en nuestros archivos.
Navarro • Hernández Astete y Cerrón-Palomino: Juan de Betanzos 251

Rodolfo Cerrón-Palomino destaca la importancia de la Summa


betancina por varias razones: la no intermediación de traductores
entre los informantes y el autor, el aprendizaje del quechua, reali-
zado desde una edad temprana (probablemente en su adolescencia)
y su matrimonio con la sobrina de Huaina Capac (esposa de Ata-
hualpa o hermana de este, según las fuentes), Angelina Yupangue.
Dicho matrimonio puso en contacto al autor con informantes
descendientes del linaje real, de donde procede la información de
la primera parte de su narración. El autor analiza, con su acos-
tumbrado rigor científico, todo contenido escrito en lenguas
indoamericanas. La valiosísima aportación de Rodolfo Cerrón-
Palomino al estudio de las lenguas indígenas proporciona claves de
gran trascendencia lingüística, pues nos ofrece, entre otras cosas,
información fidedigna sobre las lenguas habladas por los incas. En
efecto, en este texto, escrito en castellano áureo por un español que
carecía de la formación acendrada, de la que disfrutaban quienes
se solían encargar de dicha tarea, se incluyen fragmentos en len-
guas indígenas que han permitido a dicho estudioso concluir, por
ejemplo, que el canto que compuso el inca Pachacutiy tras su vic-
toria sobre los soras, en su capítulo XIX, fol. 45v., no está escrito en
quechua, como se creía hasta ahora, sino en aimara. De este modo,
demuestra el investigador, apoyado en pruebas documentales y uti-
lizando la mejor metodología lingüística, que la lengua oficial de
Pachacutiy hubo de ser el aimara. En cuanto al quechua empleado
por Betanzos, considera Rodolfo Cerrón-Palomino que hubo de
ser la variedad hablada en Quito (el quechua chinchaisuyo), pues
la mujer de Betanzos fue trasladada a Quito siendo muy joven,
en calidad de mujer de Atahualpa. De modo que el Inca Garcilaso
comete un anacronismo al considerar que el quechua de Atahualpa
era el que él conocía como cuzqueño. El riguroso y pormenori-
zado estudio de los fragmentos escritos por Betanzos en lengua
aborigen permite concluir, asimismo, a Rodolfo Cerrón-Palomino
que el quechua betancino es una buena muestra de lo que los pri-
meros españoles llamaron “lengua general” y, además, constituye
una de las mejores evidencias de la variedad quechua empleada por
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“los señores” y por “la gente principal” de aquella tierra. Consi-


dera el investigador que este quechua coincide con el consignado
en su gramática quechua por Santo Tomás (gramática que circuló
en manuscrito desde 1550), pero advierte que este quechua era muy
diferente del que fue propugnado por el Tercer Concilio Limense
y el defendido por el Inca Garcilaso. Rodolfo Cerrón-Palomino,
autor del más fiable estudio y edición de la gramática quechua de
Santo Tomás ([1560]1995) y gran conocedor de la obra del Inca
Garcilaso, ante los datos que aporta el análisis de los fragmentos en
lenguas indígenas de la crónica de Betanzos intenta aclarar cómo es
posible que exista notable diferencia entre el quechua que repro-
duce Betanzos (el propio de la nobleza cuzqueña) y el quechua que
defendió el Inca Garcilaso, coincidente con el normalizado por los
quechuistas del Tercer Concilio y codificado por González Hol-
guín. Plantea el investigador una interesante hipótesis explicativa
que tiene en cuenta factores tanto históricos como sociolingüísticos.
Concluye así que las guerras fratricidas entre Atahualpa y Huáscar
acabaron diezmando a la élite gobernante, de modo que el habla de
los estamentos populares, de sustrato aimara sureño, consiguió una
mayor aceptación, provocando de esta manera que el quechua de
la élite se hiciera más permeable a esta variedad social. Otro factor
fue determinante, a saber, las recomposiciones étnicas de distinta
procedencia lingüística y dialectal que trajo consigo la conquista
española y que desembocó en un proceso de “reconfiguración idio-
mática”, cuyo resultado vendría a ser el quechua defendido por el
Inca Garcilaso y bautizado como cuzqueño. El buen conocimiento
que Betanzos poseía del quechua junto a su deseo de reproducir lo
más fielmente posible las narraciones de sus informantes se observa,
según el citado investigador, en el uso de “estrategias narrativas
propias del quechua [que dejan] sentir las resonancias prosódicas y
las cadencias estilísticas de la lengua [quechua]”.
La edición de esta singular crónica se ve muy enriquecida con un
glosario de voces indígenas que han sido estudiadas con rigor cien-
tífico por Rodolfo Cerrón-Palomino. Glosario de indudable interés
lingüístico y etnológico que recoge antropónimos, ­instituciones,
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términos culturales, etnónimos y topónimos. Para realizar dicho


glosario, con buen criterio, recoge el citado investigador los ­términos
tal y como aparecen grafiados en la transcripción, señalando por
medio de un asterisco aquellas reconstrucciones de términos no
atestiguados, conforme a las pautas propias de la filología.
La edición reseñada concluye con cuatro mapas de moderna fac-
tura que permiten apreciar la distribución geográfica de los diversos
grupos étnicos, así como la distribución de las regiones del Cuzco,
Chinchaisuyo, Collasuyo y su reconfiguración bajo el virreinato
del Perú.
En conclusión, es esta una magnífica edición que viene acompa-
ñada por una serie de trabajos interdisciplinares que la dotan de una
innegable unidad temática y que responden a un esquema concep-
tual y metodológico alejado de conceptos teóricos reduccionistas y
descontextualizados.

Rosario Navarro Gala


Universidad de Zaragoza

Recibido: 7/07/2016
Aceptado: 5/12/2016

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