Estilo Ayestarán
Estilo Ayestarán
Estilo Ayestarán
Consideraciones generales.
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ternarios, de pies binarios o bien combinados entre sí en
la misma melodía. Tal nuestro Estilo cuya área de ex
tensión como especie, desde luego más reducida que la
do) vasto cancionero al que pertenece, se extiende hacia
el Este con clara decisión.
No es aventurado afirmar que estamos asistiendo a
la segunda vida del Estilo o Triste y que su vigencia ac
tual se debe, entre otros factores, al Circo, como ocurrió
con el Pericón. En su libro de memorias “Medio siglo
de farándula”, Pepe Podestá asegura que entre 1884 y
1886 —cuando interpretaba con su trashumante conjun
to, la primitiva pantomima de “Juan Moréira”, antes de
la versión hablada de Gutiérrez— obtuvo un resonante
éxito con la inclusión de un Estilo: “Todo se expresaba
con mímica, acompañada de música apropiada; splo el
Gato con relaciones y el Estilo q u e .cantaba Moreira en
una fiesta campestre, interrumpían el mutismo de los ac
tores. Por primera vez lo concurrencia oía cantaj un Es
tilo en una obra y el entusiasmo se apoderó de ella, que
no cesaba de aplaudir”.
La última generación payadoresca —Juan de Nava,
Gabino de Ezeiza, Orlando Landívar o Pablo Vázquez—
diole también al Estilo alrededor del 1900, una fuerte
irradiación. Del primero de ellos, un músico popular
ciego nos cantó en Paysandú un Estilo de bellísima con
textura que transcribimos en el presente artículo. Desde
luego que se trataba de la letra, porque la música como
en casi toda la de la canción popular no es privativa
de un texto literario determinado.
Hemos recogido cerca de cien Estilos en el interior
de nuestra República y puede decirse que no hay guita
rrero o cantor de más de cuarenta años que no recuerde
tres o cuatro melodías de Estilo con los cuales entona
a veces decenas de letras diversas. Estos textos literarios
muchas veces han sido recibidos por tradición oral y
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otros tomados de los viejos “cuadernos de versos” manus
critos que corren de mano en mano, de las revistas tra-
dicionalistas de fin de siglo —“El Fogón” de Montevi
deo o “El Criollo” de Minas— o de las hojas sueltas que
recuerdan en clásicos “compuestos” un crimen memora
ble o las patriadas revolucionarias de 1897 o de 1904 vis
tas desde ambos bandos contendientes.
Su forma estrófica.
El estilo se canta siempre sobre la base literaria de
la Décima o “espinela”, nota contra sílaba y esta orde
nación métrica es la que va a dictar su morfología mu
sical. Como toda canción popular, es estrófica; vale de
cir, que con un mismo período musical se entonan todoS
los pies de que consta la poesía.
Acompañado obligatoriamente por la guitarra que
ejecuta siempre el mismo cantor, se inicia con un prelu
dio instrumental que llaman “punteo” de fórmula común,
-y dpi cual hemos recogido seis o siete variantes. El canto
de cada estrofa se divide en tres secciones: Tema o Es
tilo propiamente dicho, Cielito y Final.
Acerquémonos a su complejo y rico mundo interior.
1) Tema. Abarca los cuatro primeros versos de
la Décima. Por lo general la melodía consta de dos fra
ses musicales de ocho notas cada una (las ocho sílabas
de la décim a), que se repiten textualmente una vez, re
corriendo por lo tanto cuatro versos. Más claro aún: la
melodía de los dos primeros versos es igual a la de los
dos segundos. Se presenta comúnmente en una dipodia
binaria cuya fórmula básica es la siguiente, precedida
o no por una anacrusa:
m r 73, j j |
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La frase musical tiene un alto vuelo lírico, de ca
rácter a veces desgarrante.
Al terminar el cuarto verso, la guitarra inicia sobre
la ultima nota la siguiente fórmula de acompañamiento
antes de entrar en el Cielito:
I
2) Cielito. Abarca los otros cuatro versos. El tiem
po se acelera un poco y, por lo general, cambia el ritmo
formándose una dipodia ternaria o bien una tripodia bi
naria de estas dos maneras:
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E stilo (1 )
H a y u n p ed a zo e n 'e l m undo
D e tie r r a q u e y o n o o lv id o
E s p a r a m i t a n q u e r id o
T a n sa g r a d o y ta n p r o fu n d o
C u a n d o e n m i m e m o r ia h u n d o
M is tr is te z a s d e c a n to r
H a g o v e r s o s d e l d o lo r
Q u e m i c o r a z ó n e n c ie r r a
Y s e l o s v u e l c o a m i t ie r r a
Q u e f u e m i n id o d e a m o r , e t c .
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Memorias a Artigas. Estilo (2)
Tiene en la naturaleza
Perfume el jardín ameno
Maravillas en su seno
Y el cielo la azul belleza
Y el cielo la azul belleza.
L a m ar tiene su riqueza
Su estación la golondrina
Mi lira notas divinas
Y el firmam ento tersura
Sólo yo tengo am arguras
Y el alma llena de espinas,
Y el alma llena de espinas, etc.
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LA M E D IA CAÑA
Antecedentes históricos.
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