Stolkiner - Concepto de Accesibilidad

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El concepto de accesibilidad ha sido muy utilizado desde los años 60, cuando se acordó la necesidad de

concretar el desarrollo social de los países latinoamericanos. La accesibilidad siempre fue entendida
como la forma en que los servicios de salud se acercan a la población. Originariamente se consideraba
que la distancia entre los servicios de salud y la población era una cuestión de oferta, por lo que sería
necesario eliminar todas las barreras geográficas, económicas, administrativas, culturales. A las barreras
culturales, que distanciarían a la población del acceso a los servicios de salud, Stolkiner propone
redefinirlas como “barreras simbólicas”, ya que considera que es el imaginario social y las
representaciones las que se interponen a la posibilidad de acceso a la salud.

Stolkiner también criticará que se aborde el problema de la accesibilidad sólo desde el punto de vista de
la oferta, ya que esta postura pierde de vista que la misma población juega un rol determinante y
constructivo. A lo que apuntará es a tomar en cuenta la idiosincrasia de cada población, sus
representaciones, discursos y prácticas, en la construcción de estrategias para el acceso a la salud. De lo
que se trata, bajo esta perspectiva, es de considerar a la accesibilidad como un encuentro/desencuentro
entre los términos que están en juego, poniendo énfasis en la co-participación.

Entonces se puede redefinir la accesibilidad como el vínculo que se construye entre los sujetos y los
servicios. Este vínculo se construye a partir de la combinatoria entre las condiciones y discursos de los
servicios y las condiciones y representaciones de los sujetos, y se manifiesta en la modalidad particular
que adquiere la utilización de los servicios.

La puja por considerar la problemática de la accesibilidad está emparentada con la tendencia de las
organizaciones supranacionales (ONU, OMS, OIT) de fomentar el respeto por la “dignidad humana”,
precisamente en el ámbito de la salud, fundamentada en un enfoque de derechos. Stolkiner toma como
referencia la Ley Básica de Salud de la Ciudad de Bs. As., que prescribe:

a. El respeto a la personalidad, dignidad e identidad individual y cultural;


b. La inexistencia de discriminación de orden económico, político, sindical, moral, de enfermedad,
de género o de cualquier otro orden;
c. La intimidad, privacidad y confidencialidad de la información relacionada con su proceso salud-
enfermedad;
d. El acceso a su historia clínica y a recibir información completa y comprensible sobre su proceso
de salud y a la recepción de la información por escrito al ser dado de alta.
e. Inexistencia de interferencias o condicionamiento ajenos a la relación entre el profesional y el
paciente, en la atención e información que reciba;
f. Libre elección de profesional y de efector en la medida en que exista la posibilidad;
g. Un profesional que sea el principal comunicador con la persona, cuando intervenga un equipo
de salud;
h. Solicitud por el profesional actuante de su consentimiento informado, previo a la realización de
estudios y tratamientos;
i. Simplicidad y rapidez en turnos y trámites y respeto de turnos y prácticas.
j. Solicitud por el profesional actuante de consentimiento previo y fehaciente para ser parte de
actividades docentes o de investigación;
k. Internación conjunta madre-niño;
l. En el caso de enfermedades terminales, atención que preserve la mejor calidad de vida hasta su
fallecimiento;
m. Acceso a vías de reclamo, quejas, sugerencias y propuestas habilitadas en el servicio en que se
asiste y en instancias superiores.;
n. Ejercicio de los derechos reproductivos, incluyendo el acceso a la información, educación,
métodos y prestaciones que los garanticen;
o. En caso de urgencia, a recibir los primeros auxilios en el efectos más cercano, perteneciente a
cualquiera de los subsectores.

Stolkiner advierte que lo que se suele definir llanamente como “accesibilidad”, la posibilidad de los
usuarios de ingresar al sistema de salud, es lo que en realidad se denomina “accesibilidad inicial”.
También hay una “accesibilidad ampliada” que es un concepto que abarca todo el proceso de atención
en salud. El concepto de dignidad en la atención aporta a la accesibilidad ampliada, en tanto se respetan
los derechos, se facilita la construcción y solidificación del vínculo entre población y servicios.

Luego, en el artículo, se pasa a dar cuenta de una serie de estudios cualitativos y estadísticos sobre
diferentes poblaciones (madres de bajos recursos económicos, drogodependientes, adolescentes,
adultos mayores) y la posibilidad de acceso, en sus diferentes formas, al sistema de salud. Como
conclusión se llega a decir que las representaciones y las prácticas de cada población, efectivamente,
funcionan tanto como barrera como facilitadoras para la accesibilidad a los servicios. Cuando un servicio
diagrama su oferta sin considerar las prácticas y representaciones del grupo de usuarios al cual dirige su
atención, está fomentando de esa forma un posible desencuentro entre el servicio y los usuarios.

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