Novena Por Las Benditas Almas Del Purgatorio
Novena Por Las Benditas Almas Del Purgatorio
Novena Por Las Benditas Almas Del Purgatorio
ORACIÓN
Por la señal de la santa Cruz de nuestros enemigos líbranos señor,
Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien sois,
porque os amo sobre todas las cosas, conociendo lo mucho que he
pecado por mi culpa, una y mil veces, digo que de haberos ofendido
me pesa; misericordia Dios mío, misericordia. Propongo firmemente
la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén.
ORACIÓN
Muchas son las penas que sufren las benditas almas del Purgatorio
pero la mayor de ellas consiste en pensar que por los pecados que
cometieron en vida han sido ellas mismas la causa de sus propios
sufrimientos.
Hermanos en Jesucristo,
los que oís estos suspiros,
si queréis, podéis sacarnos
de estos lóbregos retiros,
a la Virgen y a los santos
pedidles quieran mediar:
De Getsemaní en el Huerto
sangre sudó el Redentor,
contemplando de estas penas
el gran tormento y rigor:
al Padre Eterno se ofrece,
no cesando allí de orar:
ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA
ORACIÓN
ORACIÓN
CONSIDERACIONES PARA EL DÍA TERCERO
CONSIDERACIÓN
Otra de las mayores penas que afligen a esas benditas ánimas es
la vista espantosa de los pecados que están expiando. En la vida
presente no se conoce la fealdad del pecado, pero bien se conoce
en la otra, y este conocimiento es uno de los más vivos dolores que
sufren las almas en el Purgatorio.
¡Oh Dios mío!, os amo sobre todas las cosas porque sois infinita
bondad; duélome con todo mi corazón de haberos ofendido;
concededme la santa perseverancia; tened piedad de mí y de
aquellas santas almas atormentadas con la vista de los pecados
que no quisieron evitar y cometieron sin horror.
¡Oh, Dios mío!, y yo que os ofendo con tanta facilidad, sin que me
mueva lo mucho que habéis hecho por mí, ni las penas que me
esperan en el Purgatorio; tened piedad de mí y de aquellas santas
almas que arden en ese fuego por el desprecio que hicieron de las
faltas veniales y que ahora os aman de todo corazón.
Pero, ¡Dios mío! ¿Quién ha sido más ingrato que yo? Vos me
habéis esperado con tanta paciencia, me habéis perdonado tantas
veces con amor, y yo, después de tantas promesas, os he vuelto a
ofender. No me arrojéis al infierno porque os quiero amar y en el
infierno no podría hacerlo. Tened lástima de mi alma y piedad de
las del Purgatorio, que por sus muchas culpas se han hecho menos
acreedoras a vuestra misericordia.
CONSIDERACIONES PARA EL DÍA OCTAVO
CONSIDERACIÓN
Vedme aquí, ¡oh Dios mío! Yo soy uno de aquellos ingratos que
después de haber recibido de Vos tantas gracias, he despreciado
vuestro amor y os he obligado a condenarme al infierno. Gracias os
doy por la misericordia y paciencia que habéis tenido en esperarme,
me arrepiento con toda mi alma de haberos ofendido, y propongo la
enmienda con vuestra gracia. Tened piedad de mí y de aquellas
benditas almas que habiendo podido llegar a un alto grado de
perfección en la tierra, merecen ahora estar más tiempo en el
Purgatorio por sus continuas infidelidades a los llamamientos a
vuestra gracia.
Y Vos, Virgen fidelísima, interponed vuestros méritos en su favor.
Grandes son las penas que sufren aquellas santas almas: el fuego,
el tedio, la oscuridad, la incertidumbre del tiempo en que han de
verse libres de aquella cárcel; pero de todas, la mayor para esas
santas esposas, es la de verse separadas de su divino Esposo y
privadas de su vista y presencia.
¡Oh Dios mío! ¿cómo he podido yo vivir tantos años lejos de Vos,
privado de vuestra gracia? ¡Oh Bondad infinita! os amo sobre todas
las cosas, me arrepiento con todo mi corazón de haberos ofendido
y quisiera antes morir que volver a ofenderos.
Concededme la santa perseverancia y no permitáis que vuelva a
caer otra vez en vuestra desgracia. Os suplico tengáis piedad de
las almas del Purgatorio, especialmente las de mis padres, mis
hermanos, mis parientes, mis amigos... y de todos aquellos por
quienes mi corazón y mi conciencia me obligan a pediros con más
empeño; que no sea por mi indiferencia o por mis culpas por lo que
ellas permanezcan allí alejadas de Vos. Abreviad el tiempo de su
destierro y admitidlas cuanto antes a la dicha de amaros para
siempre en el cielo.
Y Vos, ¡oh dulce Virgen María, consoladora de los afligidos, Madre
de nuestro Salvador Jesús y de todos los fieles. Vos sois también la
Madre de las pobres almas que sufren en el Purgatorio, yo imploro
con confianza la inmensa bondad de vuestro Corazón y os ruego
intercedáis con vuestro divino Hijo, para que por los méritos de su
santo sacrificio en la cruz, obtengan el alivio y la libertad a que
aspiran. Así sea.
Abrid, Señor, nuestros labios; alentad nuestros corazones y limpiadlos de vanos, impuros e
impertinentes pensamientos; ilustrad nuestro entendimiento, inflamad nuestra voluntad, para que,
con todo nuestro corazón, meditemos los pasos de vuestra Sagrada Pasión y muerte, con los
acerbísimos dolores de vuestra Madre Santísima, y merezcamos sor oídos ante el acatamiento de
vuestra Divina Majestad, que vivís y reináis en todos los siglos. Amén.
1. Jesús mío, por aquel sudor Instrumentos de la Pasión 6. Jesús mío, por tu santísimo
copioso de sangre que sudaste de N. S. Jesucristo rostro lleno de sangre, que
en el huerto, ten misericordia de dejaste impreso en el velo de la
las almas del Purgatorio (o del Verónica, ten misericordia de las
alma de N.) almas del Purgatorio...
2. Jesús mío, por la bofetada 7. Jesús mío, por la vestidura
que recibió tu rostro venerable, sangrienta que con violencia te
ten misericordia de las almas del desnudaron los sayones, ten
Purgatorio... misericordia de las almas del
Purgatorio...
3. Jesús mío, por los crueles 8. Jesús mío, por tu santísimo
azotes que sufriste, ten Cuerpo clavado en la cruz, ten
misericordia de las almas del misericordia de las almas del
Purgatorio... Purgatorio...
4. Jesús mío, por la corona de 9. Jesús mío, por tus santísimos
agudas espinas que traspasaron pies y manos clavados con duros
tu santísima cabeza, ten clavos, ten misericordia de las
misericordia de las almas del almas del Purgatorio...
Purgatorio...
5. Jesús mío, por los pasos que 10. Jesús mío, por tu costado
diste en la calle de la Amargura abierto al borde de una lanzada,
con la cruz a cuestas, ten de donde manó sangre y agua,
misericordia de las almas del ten misericordia de las almas del
Purgatorio… Purgatorio (o del alma de N.)
Piadosísimo Jesús mío, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos por las cuales has
muerto y recibido tormento de cruz. Amén.
ROSARIO "MILAGROSA"
PRIMER MISTERIO
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron
las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre, en la
noche de vuestra dolorosa Pasión y cruel agonía en el huerto de las Olivos.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la
Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad
por nosotros que recurrimos a Vos.
SEGUNDO MISTERIO
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron
las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre con el
tormento de los crueles azotes que sufristeis amarrado a una columna.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la
Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad
por nosotros que recurrimos a vos.
TERCER MISTERIO
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron
las sensaciones de dolor que sufrió Vuestro amantísimo Corazón y el de vuestra Purísima Madre con la
cruel coronación de espinas, burlas y escarnios.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la
Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad
por nosotros que recurrimos a Vos.
CUARTO MISTERIO
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron
las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en el
encuentro de la calle de la Amargura caminando con pesada cruz de nuestros pecados.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la
Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad
por nosotros que recurrimos a Vos.
QUINTO MISTERIO
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron
las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en las tres
horas de mortal agonía y afrentosa muerte en la Cruz.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la
Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad
por nosotros que recurrimos a Vos.