Los Materiales de Construcción y El Medio Ambiente
Los Materiales de Construcción y El Medio Ambiente
Los Materiales de Construcción y El Medio Ambiente
1- INTRODUCCIÓN
Es necesario señalar que, por lo que atañe a España, aún se encuentran en fase
embrionaria los criterios o parámetros de sostenibilidad ambiental aplicados a la
Construcción en general, y a la Edificación en particular, relativos al empleo de
materiales con menor impacto ambiental para su uso en la edificación con alta
eficiencia energética, durabilidad, recuperabilidad y recursos renovables. De hecho,
sorprende el poco interés existente entre los actores intervinientes en el proceso
edificatorio, tanto del sector privado como del público, para facilitar el uso de
materiales de construcción con menor impacto ambiental y mayor capacidad para ser
reciclados, empleando técnicas de eficiencia energética en las construcciones y
fomentando la gestión adecuada de los residuos.
La fase de empleo o uso racional de los materiales, quizás la más desconocida pero no
menos importante, dado que incide en el medio ambiente, en general; y, en particular,
en la salud. Los contaminantes y toxinas más habituales en ambientes interiores y sus
efectos biológicos -inherentes a los materiales de construcción en procesos de
combustión y a determinados productos de uso y consumo- van desde gases como
ozono y radón, monóxido de carbono, hasta compuestos orgánicos volátiles como
organoclorados (PVC).
Por último, la fase final del ciclo de vida de los materiales de construcción coincide con
su tratamiento como residuo. Estos residuos proceden, en su mayor parte, de derribos
de edificios o de rechazos de materiales de construcción de obras de nueva planta o de
reformas. Se conocen habitualmente como escombros, la gran mayoría no son
contaminantes; sin embargo, algunos residuos con proporciones de amianto, fibras
minerales o disolventes y aditivos de hormigón pueden ser perjudiciales para la salud.
La mayor parte de estos residuos se trasladan a vertederos, que si bien en principio no
contaminan, sí producen un gran impacto visual y paisajístico, amén del despilfarro de
materias primas que impiden su reciclaje.
Lo cierto es que para mejorar las prestaciones durante el ciclo de vida de un producto
o material es necesario conocer sus impactos, por tanto el primer paso para aplicar
este instrumento del ciclo de vida a toda la economía consiste en generar y recopilar
información sobre los impactos ambientales durante el ciclo de vida de los productos.
Esta información puede reunirse en Inventarios de Ciclo de Vida (ICV) e interpretarse
mediante Análisis del Ciclo de Vida (ACV). La combinación de ICV y ACV no es sencilla
ni barata. Algunos elementos son de dominio público, otros no, y su valor depende de
su calidad y de su relevancia para las necesidades y las opciones del usuario.
Los usuarios han de tener fácil acceso a una información comprensible, pertinente y
creíble a través del etiquetado del producto o de otra fuente fácilmente accesible. Así,
se recomiendan las declaraciones medioambientales verificadas -Tipo III, según ISO,
basadas en el ACV-, y la aplicación de tipos de IVA reducidos a los productos que llevan
la etiqueta ecológica europea.
5- CONCLUSION
Los materiales con menor impacto ambiental, para su empleo en la Edificación, deben
incorporar criterios de sostenibilidad ambiental, como alta eficiencia energética,
durabilidad, recuperabilidad, recursos renovables, empleo de tecnología limpia y
valorización de residuos. Si bien no existe una metodología aceptada universalmente
que cuantifique los múltiples y variados criterios existentes, cabe la posibilidad del
empleo de otra metodología como la del Análisis del Ciclo de Vida. Cierto es que esta
metodología es costosa, pero constituye la herramienta más fidedigna para evaluar las
cargas ambientales asociadas a un producto o actividad. Por ello, resulta necesaria la
colaboración entre las Administraciones y el sector de la industria de la Construcción
en aras a elaborar un Inventario de Ciclo de Vida.
Por último, y por lo que se refiere a proyectos públicos, la normativa que regula los
Contratos de las Administraciones Públicas deberá tener en consideración la variable
ambiental, premiando aquellos proyectos que empleen materiales de construcción
que originen el menor número de residuos de construcción.