La política criminal es el plan de acción de un estado para combatir y prevenir actos delictivos de manera de respetar los derechos de las víctimas y los acusados. Incluye medidas sociales, jurídicas, económicas y culturales para generar conciencia pública y desincentivar conductas dañinas. La política criminal evalúa qué comportamientos se criminalizan, aquellos no criminalizados pero relevantes, y cómo la aplicación de la política afecta la sociedad.
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La política criminal es el plan de acción de un estado para combatir y prevenir actos delictivos de manera de respetar los derechos de las víctimas y los acusados. Incluye medidas sociales, jurídicas, económicas y culturales para generar conciencia pública y desincentivar conductas dañinas. La política criminal evalúa qué comportamientos se criminalizan, aquellos no criminalizados pero relevantes, y cómo la aplicación de la política afecta la sociedad.
La política criminal es el plan de acción de un estado para combatir y prevenir actos delictivos de manera de respetar los derechos de las víctimas y los acusados. Incluye medidas sociales, jurídicas, económicas y culturales para generar conciencia pública y desincentivar conductas dañinas. La política criminal evalúa qué comportamientos se criminalizan, aquellos no criminalizados pero relevantes, y cómo la aplicación de la política afecta la sociedad.
La política criminal es el plan de acción de un estado para combatir y prevenir actos delictivos de manera de respetar los derechos de las víctimas y los acusados. Incluye medidas sociales, jurídicas, económicas y culturales para generar conciencia pública y desincentivar conductas dañinas. La política criminal evalúa qué comportamientos se criminalizan, aquellos no criminalizados pero relevantes, y cómo la aplicación de la política afecta la sociedad.
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Política criminal
La política criminal es el plan de acción que un estado estima para
hacerle frente, combatir y prevenir de la mejor forma posible los actos y las conductas delictivas que causan perjuicios sociales, este concepto, va centrado y ligado con la sociedad y respetando los derechos tanto de la víctima del acto delictivo como del causante de dicho acto.
Entre los planes de acción de esta política criminal se trata de generar
conciencia por medios de comunicación y otras, para que estos actos sean cada vez menores, tanto para los que los cometen como para las personas que unen fuerzas para que estos sean menos en cada sector.
La Comisión Asesora de Política Criminal se ocupó previamente de
esta discusión y acogió la definición que la Corte Constitucional definió en la sentencia C-646 de 2001 de la siguiente manera: “Es ésta el conjunto de respuestas que un Estado estima necesario adoptar para hacerle frente a conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio social con el fin de garantizar la protección de los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el territorio bajo su jurisdicción. Dicho conjunto de respuestas puede ser de la más variada índole. Puede ser social, como cuando se promueve que los vecinos de un mismo barrio se hagan responsables de alertar a las autoridades acerca de la presencia de sucesos extraños que puedan estar asociados a la comisión de un delito (cita suprimida). También puede ser jurídica, como cuando se reforman las normas penales. Además, puede ser económica, como cuando se crean incentivos para estimular un determinado comportamiento o desincentivos para incrementarles los costos a quienes realicen conductas reprochables. Igualmente puede ser cultural, como cuando se adoptan campañas publicitarias por los medios masivos de comunicación para generar conciencia sobre las bondades o consecuencias nocivas de un determinado comportamiento que causa un grave perjuicio social. Adicionalmente pueden ser administrativas, como cuando se aumentan las medidas de seguridad carcelaria. Inclusive pueden ser tecnológicas, como cuando se decide emplear de manera sistemática un nuevo descubrimiento científico para obtener la prueba de un hecho constitutivo de una conducta típica” La política criminal se ocupa de comportamientos socialmente reprochables, a través de un amplio catálogo de medidas sociales, jurídicas, culturales, entre otras, las cuales deben ser lo más variadas posible
La práctica del derecho criminal se relaciona con el derecho penal con
3 factores o niveles: Criminalización primaria, esto es construcción y definición de las normas y estrategias penales. Criminalización secundaria, es decir, los procesos de investigación y judicialización. Criminalización terciaria, que se concentra fundamentalmente en la ejecución de las sanciones penales, ya sea en centros penitenciarios, o las distintas medidas contempladas en el marco de la Ley 1098 de 2006.
El ámbito de análisis, seguimiento y evaluación de la política criminal
comprendería: 1. Los comportamientos que han sido criminalizados, no como un dato natural, sino como un fenómeno en constante transformación y que ha sido definido desde el Estado. 2. La política criminal también debe ocuparse por estudiar aquellos hechos que no se encuentran criminalizados, pero que tienen relevancia en el contexto criminal o deberían ser integrados a éste. 3. Por último, la política criminal debe tener especial interés en desarrollar un análisis de la política, para comprender cómo el funcionamiento de ésta tiene incidencias sobre los fenómenos y sobre el contexto social.
La política criminal es una clase de política pública que tiene como
objeto los comportamientos criminalizados, delitos, contravenciones frente a los cuales puede proponer medidas; y de fines que corresponden a consideraciones éticas, sobre la justicia, el reproche y políticas sobre la conveniencia, pertinencia y legitimidad. Esta política criminal debe ser entendida como política de carácter prescriptivo y cuyo objeto podrá variar dependiendo de distintas consideraciones sociales.