ART CLinica Psicoanalitica Con Adolescentes
ART CLinica Psicoanalitica Con Adolescentes
ART CLinica Psicoanalitica Con Adolescentes
RESUMEN
Es nuestro propósito a partir del trabajo con viñetas de una adolescente con fallos narcisísticos
constitutivos, reflexionar acerca del proceso de decodificación del uso de la realidad virtual que
se observa en la dinámica de los procesos psicoterapéuticos con niños y adolescentes. Asimismo
nuestra propuesta aborda el trabajo en red con las instituciones que demanda el tratamiento de
estos pacientes.
ABSTRACT
By means of the use of clinical vignettes from an adolescent with constitutive narcissistic failure,
reflection is done on the process to decode the use of virtual reality observed in the dynamic of
psychotherapeutic processes in children and adolescents. Our proposal also addresses the needed
networking with the different institutions that treat these patients.
KEY WORDS: Psychotherapy, psychoanalysis, virtual reality, severe pathology, children and
adolescents, current challenges.
1. INTRODUCCIÓN
Para pensar en la actual praxis analítica con niños y adolescentes y sus condicionamientos sociales,
culturales, tecnológicos y de valores éticos, se deben adquirir dimensiones que, más que ser
definidas, necesitan seguirse en su recorrido con voluntad de simbolización y a la manera de una
espiral.
Es nuestro propósito, a partir del trabajo con viñetas clínicas de niños y adolescentes con fallos
narcisísticos constitutivos, reflexionar acerca del proceso de decodificación del uso de la realidad
virtual que se observa en la dinámica de los procesos psicoterapéuticos con niños y adolescentes.
Asimismo nuestra propuesta aborda el trabajo en red con las instituciones que demanda el
tratamiento de estos pacientes.
Los supuestos de los que partimos son los siguientes:
La endeblez de un sujeto en estructuración durante la infancia requiere del esfuerzo de los padres
en el acotamiento de los peligros que amenazan la constitución de ese nuevo psiquismo. El deseo
del otro se encarna en el cuerpo y el psiquismo del sujeto que adviene, el discurso familiar y los
vínculos parentales vehiculizan los dichos de la estructura social. Un buen número de los niños
y adolescentes que recibimos en nuestra clínica se ven dificultados en este tránsito y observamos
formaciones psicopatológicas que dan cuenta de ello.
Deseamos mostrar una particular disyuntiva en las ideas que se producen en relación al término
“patológico”, que proviene del griego pathos, y que fue traducido como enfermedad, pero también
posee otra acepción que es, sufrimiento, sentimiento de aflicción. Sin embargo, esta última cuestión
no suele ser tomada en cuenta, sobre todo cuando se trata del padecimiento de un niño y si abarca
al adolescente. Generalmente se hace referencia a las molestias que les ocasionan a los adultos las
conductas del niño.
En esta época en que la tendencia es a clasificar los sufrimientos pero pocas veces se aborda el
singular padecimiento del pequeño, que rescata la complejidad de la vida psíquica, las vicisitudes
de su constitución y el tránsito complicado que siempre supone la infancia.
Partimos de Freud que nos habló del sufrimiento y planteó formulaciones que brindan suficientes
recursos para su comprensión que nos permiten extraer algunas conclusiones sobre el tema. Los
aportes freudianos, a menudo denominados “escritos sociales” (Freud, 1913, 1920, 1930) que, en
nuestra opinión, recorren toda su obra, se refieren a la existencia de lo pulsional inconsciente y a
su vinculación con la compleja ética de la cultura.
Desde ya, creemos que intentar una respuesta requiere de una investigación muy profunda cuyos
elementos centrales incluirían el entrecruzamiento de ideas que provienen de distintos campos del
conocimiento.
¿Cómo se puede articular la revolución tecnológica en el trabajo clínico con niños y adolescentes?
Nos interrogamos si estos medios actuales de expresión son un camino para depositar aspectos
negados de sí mismo y desplegados en los videojuegos, no interiorizados pero sí evacuados en los
escenarios virtuales. ¿Puede este tipo de comunicación ser un vehículo favorable para albergar
ciertas patologías graves con fallos constitutivos donde impera la desconexión, el exceso de dolor
sin proceso elaborativo, y los vaciamientos psíquicos?
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En esta generación pareciera ser que se reencuentra la tentación del nirvana, lo demasiado lleno,
el exceso de excitación que exige el acting out devastador, o el exceso de vacío de excitación, la falta
que implica un sentimiento de inexistencia, un blanco de pensamiento y del afecto. Y en narciso
será la autosuficiencia fascinante o la influencia omnipotente y furiosa ejercida sobre el objeto. El
trabajo del analista no elude estos trabajos antagónicos sino que va a su encuentro.
Siguiendo el pensamiento complejo, aunque dicho de otra manera, hay que considerar que las
instituciones y las comunidades no se encuentran solamente fuera de nosotros o a nuestro alrededor,
sino que también nos organizan la subjetividad vinculada que prima y en la cual estamos inmersos.
El contexto es parte de nuestra posición técnica o profesional y por tanto debemos realizar con
frecuencia un autoanálisis de nuestra implicación atravesada por lo vincular, de nuestro lugar en
los diferentes estamentos de la labor que realizamos.
Al enfrentarnos a un paciente infantil o adolescente, lo hacemos desde el punto de vista de que
en lugar de observar síntomas pensamos en qué condiciones estamos. En lugar de hacer un
diagnóstico intentamos considerar qué es lo que podemos repetir y, en lugar de buscar patologías,
pensamos en qué es lo que podemos hacer para respetarlas. Desde la perspectiva de una posición
ética psicoanalítica merece destacarse lo que se entiende por patología: un desequilibrio entre los
medios, las condiciones del contexto y las finalidades (Pichon-Riviére, 1972).
Sobre este marco, damos relevancia en la exposición sobre la encrucijada psique-soma al concepto
de “Hilflosigkeit” recogido por S. Freud ya en 1895 en su Proyecto de una Psicología para Neurólogos,
es decir de ese estado de “desamparo y desvalimiento” de la cría humana que, por su prematuridad
e impotencia, necesita para su subsistencia de los cuidados de su entorno.
El proceso de humanización, en el que los cuidados transmiten valores y los deseos organizan el
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Palacios,E. Monedero,C. La clínica psicoanalítica actual con niños y adolescentes
Monserrat,A. Schutt,C. y su complejidad: fallos narcisísticos constitutivos
y las nuevas tecnologías en el contexto terapéutico
mundo simbólico del niño, es el que le brinda un soporte para su desarrollo físico y emocional
sobre esa estructura simbólica ofrecida por sus padres. El desarrollo del ser humano se realiza
así en el seno de una estructura vincular parental, familiar, en la que el deseo se transmite, siendo
la familia o los criadores del niño la vía de constitución y organización simbólica de todas sus
experiencias infantiles.
K, tiene ahora 16 años, el ritmo de las sesiones ha variado con el tiempo, una, luego dos y tres.
Desde los 11 años, nos vemos una vez por semana, no quería faltar a la escuela, para estar con
los otros. Hace varios meses que tiene un grupo terapéutico donde ella cuenta historias con sus
imágenes en otro encuadre, con otros jóvenes de su edad y una pareja de terapeutas.
Las reflexiones de analistas de adolescentes nos han guiado, junto con el médico que sigue a
la familia, en la tarea de poder pensar y proponer la coexistencia de estos dos marcos que dan
posibilidades de trabajar los procesos de integración en la adolescencia de diferentes maneras.
Después del hospital de día, de la clase especializada, la clase regular, el colegio donde ella tenía
su “vida íntima”, se encuentra ahora en un Escuela profesional donde se siente a veces aislada. Ha
investido un nuevo espacio: un blog en un sitio web donde desarrolló una vida social virtual. Ella
me pidió que visite el sitio web para que le dijera lo que pensaba de sus nuevas producciones que
yo no conocía.
Después de navegar por la web a su encuentro, descubriendo sus producciones de dibujos
le pregunté si los dibujos e imágenes que se muestran como islotes en el mar representan los
sentimientos que no podía comunicar, hablar con los demás, ni tampoco aquí conmigo. Se quedó
en silencio y luego se dispuso a hablar: “Tú me conoces a través de los dibujos, yo estoy encantada
de hablar con gente que no conozco, me dicen cosas, ellos vienen de todas partes del mundo, hablo
con ellos, pero tú te quedas aquí para siempre conmigo”.
Luego, tomó consciencia de que ella no estaba en una relación con amigos de verdad. Este insight
le produjo durante meses una gran desesperación o desesperanza, preguntó si ella era una persona
con déficit intelectual y emocional.
Un par de semanas después, se interrogó sobre cuándo ella podría dejar de venir a la terapia. La
terapeuta le respondió que se necesitaba tiempo. Y así fue hasta que finalmente se acordó un cierre
con disponibilidad para que cuando ella lo creyera necesario pudiera volver.
Después de esta evolución psicoterapéutica, recapitulamos sobre varios factores que han
contribuido en la utilización de esta herramienta psicoterapéutica en los procesos de articular el
vínculo paciente-terapeuta con el uso del blog, para la liberación de la condición de patologías
graves hacia varios destinos. Tratarlo como uno de los elementos que participan en la construcción
y al servicio de la integración de la mirada del terapeuta que articula el destino de las estereotipias,
los diferentes niveles de depresión, los destinos de la desligazón del cuerpo materno y los elementos
del Edipo como posibilitadores en los procesos de cambio terapéutico.
La construcción de la mirada del terapeuta se fue desarrollando desde el comienzo de la terapia,
tejida de atención en sus desplazamientos de la sala de estar hasta la consulta, arropada de
manera adhesiva a la pared del pasillo, con los ojos ensimismados en las paredes. Posteriormente
con la creación de los dibujos seguidos de la exposición de los mismos en la web y sus varias
transformaciones permitió introyectar lo que se guarda de la atención y las palabras.
El método terapéutico psicoanalítico organiza la síntesis del yo corporal. La paciente, nos
enseña como mirar con la atención del analista sus construcciones psíquicas con la integración
de la mirada exponiendo sus diseños en su blog para conservar los trazos de los afectos y de
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las sensaciones. A partir de estas reflexiones, nos acercamos a la construcción del investimiento
psicoterapéutico virtual más allá de la consulta, y discriminamos las diferentes formas con los
afectos y sus simbolizaciones que la contienen.
K. cuando es liberada de la compulsión de repetición va permitiendo que el terapeuta puede
utilizar las expresiones de sus diseños como manifestaciones psíquicas, dando interpretación y
produciendo sentido al sin sentido, transformando así los movimientos de autosensualidad en
afectos y simbolizaciones.
El espacio de un grupo de padres permitió un sostenimiento de la red familiar, sobre todo en la
madre que tenía una descompensación depresiva.
En cuanto a los factores curativos, parece fundamental señalar que lo determinante en K. es que
se presentan en un tiempo actual e inmanente cuestiones que se pueden ligar a un tiempo en que
pasado, presente y futuro se cruzan generando un clima creativo. Y que lo crucial es que en el
campo del juego transferencial emergen elementos escindidos, reprimidos, nunca producidos o de
nuevo sentido, al tiempo que el analista no puede excluirse de las escenas de juego. Como decía D.
Winnicott (1953): “Juegan dos y se crea un sentido que nunca existió”.
Asimismo, parece importante mantener una distancia adecuada con la utilización de los espacios
virtuales. Esto es fácil de decir y a veces difícil de realizar, pues es necesario encontrar un equilibrio
que no implique una intromisión.
Creemos que con la atención flotante se prepara la puesta en marcha que implica la actividad
mental del profesional en la escucha de las sesiones. Ésta condiciona la necesaria imagen de madre
que K. hubiera necesitado en un momento de su desarrollo psíquico, y posibilita la transformación
de las identificaciones que K. pone en las elecciones de figuras, tanto en los diseños como en las
palabras que expresa, que dan pie a la interpretación de sus fantasías inconscientes.
Teniendo en cuenta el punto de vista de que en la observación de síntomas de esta categoría,
pensándolo desde un aparato psíquico que está constituyéndose, considerando también qué es lo
que implica esa zona corporal afectada con la articulación en el desarrollo libidinal y que se repite
y, a su vez que al no buscar patologías, sino la comprensión de dicho sufrimiento, se nos impone
pensar en qué es lo que podemos hipotetizar, tejer con el uso de lo virtual, para abordarlo.
Cuando el inconsciente materno obstaculiza la escucha de las necesidades del bebé, éste se ve
frenado en su intento de construir, lentamente en su interior, la representación de un entorno
maternizante que lo proteja y lo consuele. También se le negará forzosamente la posibilidad de
identificarse un día con esta “madre interna”. La disfunción surgirá como respuesta a todo tipo de
conflictos, como un síntoma donde la psique busca, con medios primitivos e infraverbales enviar
mensajes que serán interpretados somáticamente.
Es una época atravesada por el desamparo, la soledad, la caída de las certezas y los referentes
identificatorios. Las instituciones y los vínculos intersubjetivos ya no sostienen. Si bien esta descripción
podría resultar desoladora, es también un tiempo rico para revisar paradigmas, abrir nuevos
interrogantes y sostener el desafío de la construcción de novedosas herramientas.
En ese sentido el psicoanálisis de niños y adolescentes permite un abordaje que se aplica atravesando lo
negativo de la realidad, y ese proceder descubre los detalles más ocultos de la contrafigura revelada que
se perfila de un niño y un adolescente enfermo. Desde esta óptica se posibilita dejar de fluctuar según
los intereses y el arbitrio que rigen el mercado y las modas, con el fin de presentarse con interrogantes
y complejas cuestiones de un psiquismo en organización signada por otros, en un devenir en el que los
movimientos constitutivos, originarios fundantes, se dan desde un adentro-fuera insoslayable.
Es una clínica en continuo reto con lo virtual, en la cual habrá que tejer los elementos de ligazón,
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Palacios,E. Monedero,C. La clínica psicoanalítica actual con niños y adolescentes
Monserrat,A. Schutt,C. y su complejidad: fallos narcisísticos constitutivos
y las nuevas tecnologías en el contexto terapéutico
anudar nuevas redes que posibiliten que estos padres e hijos, que se hallan en permanentes
situaciones de desborde y fragilidad, logren constituir una trama original que los ampare y sostenga.
El trabajo tendrá que ser ENTRE las diferentes disciplinas, profesionales de la salud y la educación
en una co-creación de instrumentos que permitan armar bordes.
Al enfrentarnos a un paciente infantil o adolescente, lo hacemos desde el punto de vista de que
en lugar de observar síntomas pensamos en qué condiciones estamos. En lugar de hacer un
diagnóstico intentamos considerar qué es lo que podemos repetir y, en lugar de buscar patologías,
pensamos en qué es lo que podemos hacer para respetarlas.
Desde la perspectiva de una posición ética psicoanalítica merece destacarse lo que se entiende
por patología: un desequilibrio entre los medios, las condiciones del contexto y las finalidades
(Pichon-Riviére, 1972). También hay que considerar que este desequilibrio tiene nivelaciones
diferentes según el grado de inmadurez relacional del especialista, que puede repetir, sin darse
cuenta, los elementos claves insertados en los conflictos psíquicos de sus pacientes.
Esta cuestión implica, además de un respeto al sujeto infantil y adolescente singular, sufriente,
una actitud de compromiso para lograr su cura, sin añadir circunstancias que se conviertan en
obstáculos para el propio proceso.
Para finalizar esta exposición, quisiéramos seguir abriendo interrogantes y plantear algo que
venimos sosteniendo en otros trabajos presentados y que es la pregunta consustancial para los
especialistas en niños y a adolescentes. Con las encrucijadas de los sufrimientos actuales y las
realidades virtuales se nos presentan algunas incógnitas, que no son quizás tan novedosas desde
nuestra disciplina psicoanalítica, ya que se sostienen en todo el edificio conceptual y clínico
psicoanalítico y que giran alrededor de ¿quiénes somos y dónde debemos situarnos para atribuirnos
la autorización de escuchar lo que nos comunica, verbalmente o no, otro ser humano?
En este caso el sujeto al cual nos dirigimos un paciente infantil, padres, familias esperan de nosotros
que los podamos ayudar en lo que ellos no saben de sí mismos pero que los hace sufrir a veces de
forma invalidante.
Sin embargo, esperamos que lo novedoso de la encrucijada del sufrimiento infantil siga estando,
para nosotros especialistas de niños y adolescentes, en esa universal paradoja de la obligada escala
de la constitución del psiquismo en relación a los otros, el entorno y los retos de la era digital
virtual, ya que alentará avanzar en las oscuridades de nuestra disciplina.
Y para terminar estamos convencidos de que estos comentarios no pueden abarcar la complejidad
del tema que nos ocupa, pero al menos deseamos transmitir la idea de que todos los pacientes, los
niños y los adolescentes son los que nos hacen aflorar la ilusión del porvenir.
Ante ellos nos cuestionamos nuestro trabajo psicoterapéutico y, recuperando “lo infantil” del
analista, apreciamos con clara intensidad los afectos más genuinos de los seres humanos, algo
verdaderamente importante, con el deseo de sustentar sus pasiones y descubrimientos más allá de
los nuevos anclajes virtuales.
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6. REFERENCIAS
Bauman, Z. (2005). Amor líquido, acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Madrid: Fondo
de Cultura Económico.
Baudrillard, J. (2009). La sociedad de consumo: sus mitos y sus estructuras. Madrid: Siglo XXI.
Freud, S. (1895). Proyecto de psicología. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1905). Tres ensayos de la teoría sexual. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1913). Totem y tabú. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
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Freud, S. (1920). Más allá del principio de placer. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1924). El sepultamiento del complejo de Edipo. Obras Completas. Buenos Aires:
Amorrortu.
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Winnicott, D. (1953). Transitional Objects and Transitional Phenomena. A Study of first not-me
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