Cuaderno de Estilo

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El Barroco trasciende del arte.

Fue un período cultural, científico, tecnológico,


filosófico, político, económico. Aunque probablemente sea en el arte donde mejor se
ilustra el clima del momento.
El siglo XVII nace con cambios políticos (los estados modernos), religiosos (la
contrarreforma), tecnológicos (el telescopio), económicos (crisis) y sociales (la burguesía).
Con esa atmósfera surge un estilo anti-clásico, menos racional y más apasionado, una
reacción contra lo anterior como suele -y debe- pasar a lo largo de la historia del arte.
El arte se volvió dinámico, teatral, efectista. Busca sorprender, asombrar. Eso no quiere
decir que se elimine el realismo. Todo lo contrario: se recrudece. En esa época de crisis
económica, el hombre se enfrenta de forma más radical a la realidad.
Aún así se distorsiona todo, se violenta. Se potencian los contrastes (el tenebrismo) y el
desequilibrio.
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez es quizás el mejor pintor español de la historia.
Su obra fue ampliamente estudiada por maestros de épocas posteriores e influiría en
artistas tan dispares como Dalí o Manet.
Atraído por la nueva iluminación tenebrista de Caravaggio fue uno de los introductores
del estilo en España y por su evidente talento (y quizás un poco de ambición) se convirtió
en pintor de la corte de Felipe IV en la que fue la época más esplendorosa de la cultura
española (el siglo de oro).
Sin embargo no fue hasta el siglo XIX que alcanzó el status de leyenda, cuando
los impresionistas lo convirtieron en referente. Desde entonces Velazquez es aclamado
como “el mejor pintor de la historia”.
Desde muy joven Diego Velázquez dio muestras de su talento y pudo ingresar en el
taller de Francisco Pacheco. Entre maestro y discípulo se creó una firme amistad basada
en la gratitud de Velázquez y el orgullo de Pacheco.
Muy pronto se le hace pequeña Sevilla e intenta una posición en la corte de Madrid,
donde sabe que el monarca Felipe IV, a pesar de sus pocas luces como estadista, es un
gran aficionado a las artes (y a las mujeres). No lo consigue y regresa a Sevilla donde
empieza su primera época con un estilo manierista muy veneciano, pero adoptando los
claroscuros de Caravaggio. Es el realismo barroco, que arrasa en la época, y que el pintor
maneja como nadie lo había hecho hasta ahora.
En su segundo viaje a Madrid, ahora si recibe Velázquez la atención del conde duque de
Olivares (el que mandaba en España, en realidad), quien lo recomienda para el próximo
retrato del rey. Felipe IV quedó tan complacido por esta obra que, nada más verla, lo
nombró pintor de la corte, trasladándose el artista al Palacio Real y pudiendo viajar
asiduamente a Italia, aunque más que pintor de corte, el crecido Velázquez quería ser
tratado como “Asesor cultural”. El caso es que disfrutó desde entonces un sueldo fijo y
acceso a toda la cultura de la época. De sevillano de a pie a figura importante del palacio
en pocos años.
Es por ello que muchos creen que además de su innegable talento, Velázquez era
bastante trepa y muy pelota con el rey (que era sólo cuatro años menor que él). Muchos
artistas lo pasaron muy mal en la época, pero él supo ascender y en alguna ocasión
mediante golpes bajos para eliminar toda competencia.
Fue por lo que se creó no pocos enemigos, que entre otros rumores, esparcieron el de
que Velazquez era homosexual o tenía “sangre poco pura” (judío, se entiende…).
Al final, 2 años antes de morir, cumplió su sueño de ser noble. Después de todo, pese a
ser quizás el mejor del mundo en la época, repudiaba el trabajo manual. En esa época fue
bastante vago y pintó pocos cuadros al año, dejando muchísimos inacabados,
A divinos brochazos, Velázquez pinta reyes, pero también bufones y “sabandijas de
palacio”. Pinta Venus desnudas, Bacos borrachos y también cuadros históricos, o familias

reales en composiciones modernísimas, con estilos asombrosos .


Algunas de sus obras más importantes:

“Las menitas”
También conocido como: “La familia de Felipe IV”
Autor: Diego Velázquez
Estilo: Barroco español
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Medidas: 318 x 276 cm.
Año: 1656
Se encuentra en: Museo del Prado, Madrid
"El triunfo de Baco"
También conocido como: "Los borrachos"
Autor: Diego Velázquez
Estilo: Barroco
Género: Pintura mitológica
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Año: 1628
Se encuentra en: Museo del Prado, Madrid

"La fábula de Aracne"


También conocido como: "Las hilanderas"
Autor: Diego Velázquez
Estilo: Barroco
Género: Alegoría literaria
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Año: 1657
Se encuentra en: Museo del Prado, Madrid

"Adoración de los Magos"


Autor: Diego Velázquez
Estilo: Barroco
Género: Pintura religiosa
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Año: 1619
Se encuentra en: Museo del Prado, Madrid
Johannes Vermeer fue el pintor de lo tranquilo, lo silencioso, lo cotidiano, lo
iluminado…
Junto a Rembrandt es sin duda la gran figura del barroco holandés.
Con once hijos y marchante de arte, se cree que no vivió de la pintura. Quizás por ello
sus obras transmiten ese puro placer de pintar. Suelen ser escenas de la vida
cotidiana, interiores de hogares de la burguesía holandesa, y apenas habitados con una o
dos figuras y algunos objetos.
Todo ello plasmado con sus habituales pinceladas densas y pastosas y sobre todo
llenándolo todo con una iluminación, que no solo da un increíble realismo sino que realza
el efecto de intimidad e incluso misterio.
Se le acusó siempre de usar una cámara oscura,como si los otros grandes del arte no
utilizaran todo tipo de artilugios y técnicas para llegar a rascar un poco la belleza.
Sus obras más importantes:
"La joven de la perla"
También conocido como: Muchacha con
turbante
Autor: Johannes Vermeer
Estilo: Barroco
Género: Retrato
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Año: c. 1665
Se encuentra en: Galería Mauritshuis, La Haya.
"La alcahueta"
Autor: Johannes Vermeer
Estilo: Barroco
Título original: De koppelaarster
Título (inglés): The Procuress
Género: Costumbrismo
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Año: 1656
Se encuentra en: La "Galería de Pinturas de los
Maestros Antiguos", Dresde, Alemania.

"Una dama escribe una carta con su sirvienta"


Autor: Johannes Vermeer
Estilo: Barroco
Título original: Schrijvende vrouw met dienstbode
Título (inglés): Lady Writing a Letter with her Maid
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Año: c. 1671
Se encuentra en: Galería Nacional de Irlanda, Dublín

"Ama y criada"
Autor: Johannes Vermeer
Estilo: Barroco
Título original: Dame en dienstbode
Título (inglés): Mistress and Maid
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Año: c. 1667
Se encuentra en: Colección Frick, Nueva York.
Bartolomé Esteban Murillo fue el pintor español más valorado, admirado y cotizado de
su época. Mientras sus colegas trataban con el clero y la realeza, él se podía dedicar al arte
por encargos privados. Tenía mucha más libertad creativa y ganaba más dinero, lo que lo
convirtió en un artista rico en todos los sentidos.
La Sevilla de cuando nace Murillo resplandece de talento. Era el Siglo de Oro y la
ciudad del Guadalquivir era un foco artístico y cultural en una España Imperial, una de las
principales capitales artísticas de toda Europa, en la que el oro llegaba a raudales. Sabemos
que con quince años se inició en la pintura, probablemente en el taller de Juan del
Castillo, y muy pronto vio negocio en los cuadros de devoción, un género de lo más
lucrativo.
Por ello es más conocido por sus obras religiosas, pero cultivó también el retrato y obras
profanas de todo tipo, en la que hay que destacar sus increíbles pinturas costumbristas, que
aún hoy sorprenden por su modernidad, aparte de una evidente calidad.
Al principio Murillo adopta el típico naturalismo tenebrista de la época: contrastes
lumínicos y naturalezas muertas realizadas con un dibujo preciso y tonos apagados.
Después su obra se caracteriza por mostrar niños: el encanto infantil bajo un matiz
del barroco decorativo italiano, sin tanto claroscuro y con una pincelada que empieza a
adquirir la ligereza que imperará después. S
Su época de plenitud empieza hacia 1660, cuando sus lienzos tienen ya la típica soltura
de pincel y la riqueza cromática y lumínica que caracterizan su mejor arte, que asombra por
la capacidad compositiva y el uso de modelos que parecen estar vivos de verdad.
Otro genio barroco, hoy quizás a la sombra de Velázquez, pero igual de asombroso.
¡Menudo siglo para España, el XVII…!
Sus obras más importantes:

"Autorretrato"
Autor: Bartolomé Esteban Murillo
Año: circa 1670
Género: Retrato
Estilo: Naturalista
Título (inglés): Self Portrait
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: National Gallery, Londres

"Santas Justa y Rufina"


Autor: Bartolomé Esteban Murillo
Año: 1666
Género: Pintura religiosa
Estilo: Barroco
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: Museo de Bellas Artes de Sevilla

"Joven mendigo"
Autor: Bartolomé Esteban Murillo
También conocido como: Niño espulgándose
Año: circa 1650
Estilo: Barroco
Género: Costumbrismo
Título (francés): Le Jeune Mendiant
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: Museo del Louvre, París
El Siglo de Oro español cuenta entre otros ilustres nombres con el de Francisco de
Zurbarán, uno de los grandes genios de la pintura española aunque evidentemente fue
eclipsado a menudo por figuras como Murillo, Ribera o por supesto Velázquez, del que fue
gran amigo. Su pintura religiosa es de un gran misticismo (fue ejemplo de artista de la
Contrarreforma) y de hecho se ve en otros géneros como sus bodegones, que parecen casi
cuadros religiosos.
A los quince años, Zurbarán se trasladó a Sevilla a aprender el oficio. Ahí conoció a
Velázquez. En torno a 1627 ya tiene clientes y realiza numerosas obras para iglesias,
conventos y colegios religiosos. Ahí ya se ve su estilo, que apenas variaría en toda su
carrera, con esa fuerza y ese realismo que destaca por su orden y su monumentalidad
definida por fondos oscuros influídos por Caravaggio.
Zurbarán se casó tres veces a lo largo de su vida. El éxito le vino temprano. Ya con 30
años era considerado poco menos que un maestro, y con una cierta arrogancia se
denominó a sí mismo como «maestro pintor de la ciudad de Sevilla».Aunque lo cierto es
que se negó a pasar los exámenes que le darían derecho a utilizar este título y esto
despertó no pocos celos de sus colegas pintores.
Sus obras más importantes:

“Cristo en la cruz”, 1627.


Art Institute of Chicago
“Aparición del apóstol San Pedro a San
Pedro Nolasco”, 1629.
Museo del Padro.

“Hércules y el jabalí de Erimanto”, 1634.


Museo Nacional del Prado.

“La Anunciación”, 1639.


Musée des Beaux Arts, Grenoble
Michelangelo Merisi da Caravaggio, pintor revolucionario, artista provocador, persona
inquieta de caracter pendenciero, genio incomprendido, loco violento, hombre
atormentado, que crearía él solo un estilo, el barroco, e influiría (y todavía influye) en
todo el arte posterior, de Velázquez al Scorsese de «Malas Calles».
Su vida transcurrió entre la pintura y las peleas,y en las dos artes era extremadamente
bueno.
El renacimiento llegaba a su fin y un joven Caravaggio empezó a utilizar
técnicas tenebristas, que seguramente se acercaban más a su personalidad oscura. Parece
ser que vio el potencial expresivo de las sombras y buscó inspiración en la vida misma, por
fea que esta pudiese parecer.
Muy joven todavía, decide irse a Roma, según los biógrafos: «Senza denari e
pessimamente vestito»,pero la ciudad en plena contrarreforma apreció su estilo teatral
frente a la sobriedad protestante y Caravaggio pudo vivir holgadamente practicando la
pintura religiosa.
Sus características formas de pintar fueron, como todo lo revolucionario, en principio
no entendido y después imitado. En primer lugar renuncia a todo tipo de idealismo,
representando a profetas y santos como gente real, sirviéndose de modelos de la calle. La
polémica fue enorme: santos como mendigos, vírgenes como prostitutas… Además
vestidos con ropas contemporáneas. Pero el pintor capta perfectamente la fuerza
psicológica de esos personajes, resaltando sus rostros con una intensa luz y envolviendo
los fondos en tinieblas.
Sin embrago, y pese a las polémicas (o quizás gracias a ellas) sus cuadros comienzan a
ser objeto de interés por los coleccionistas y de repente el naturalismo extremo se
convierte en tendencia.
En su vida fue igual de rebelde: las mismas luces y sombras. Envuelto siempre en peleas
y excesos, gozó hasta la última gota de los bajos fondos de Roma. También era conocido
por sus «limpiapinceles», jóvenes a los que «enseñaba» la pintura y la vida. En
efecto Caravaggio era abiertamente bisexual, pero no el icono gay que muchos quisieron
que fuera. El pintor nunca llegó a amar, por prudencia… Así tenía poco que perder.
Sus enemigos fueron aumentando y en una de sus reyertas diarias acabó con la vida de un
mafioso local, Ranuccio Tomassoni. Huyendo de la policía y de los seguidores
de Tomassoni, que juraron vendetta, se iría a Nápoles donde viviría unos años,
enfrascándose en más problemas. A los 36 años partió de regreso a su añorada Roma,
pero no logró llegar a verla. Murió débil y sólo, quemado, sin imaginar que 400 años
después estaría en el top 10 de los más grandes artistas de la historia.
Obras más importantes:

“Jugadores de cartas”. 1594


Asistimos a las trampas de unos tahures.

“Baco adolescente”.1595
Baco es barroco.
“Cesta con frutas”.1596
Una cesta de fruta casi podrida nos hace pensar
en la caducidad de las cosas.

“Medusa”.1597
Un posible autorretrato del artista más
pendenciero del barroco italiano.
Rembrandt van Rijn es el artista más grande de los Paises Bajos. Su figura trasciende la
historia del arte para situarse en uno de los nombres más importantes en la historia de
la civilización occidental.
Maestro barroco, fue la figura central de la edad de oro holandesa, cuando el país era
una de las mayores potencias internacionales.
Su pintura fue excepcional (es especial sus retratosy autorretratos), su actitud humilde
y su conocimiento del ser humano muy acertado, por lo que es uno de los artistas que
producen mayor empatía entre sus colegas y sus estudiosos.
Nacido en una familia acomodada, pudo cuidar su educación y conseguir un amplio
conocimiento de la pintura italiana. Con 19 años ya tuvo su propio taller y una nutrida
clientela. Fue en esa época cuando se adentró en el claroscuro de moda. Poco a poco se
convirtió en uno de los artistas que mejor manejaba este concepto y su obra cobró una
fuerza y una personalidad arrolladoras.
También fue un importante marchante de arte y vivió en esos años una época de
prosperidad económica, pero al final de sus días los reveses económicos lo obligaron a
subastar todas sus pertenencias (casa, pertenencias, colecciones de arte…). Sólo su
criada Hendrickje Stoffels, con la que mantuvo una relación sentimental, le sirvió de
consuelo en su vejez.
Estas dos etapas se reflejan claramente en sus obras (particularmente en sus cientos
de autorretratos). Alegres y brillantes los primeros; sombríos y profundos los segundos.
Pero son particularmente valoradas también sus novedosas escenas de grupo donde
destaca la maestría compositiva y una perfecta caracterización de los personajes.
Rembrandt fue en definitiva un genio de la pintura de todos los tiempos y uno de los
artistas más importante de la historia del arte.
Sus obras más importantes:

"El retorno del hijo pródigo" ,1963 y 1965


Se encuentra expuesta en la pinacoteca del Museo del
Hermitage, San Petersburgo, Rusia.

"Autorretrato", 1659.
Se encuentra en la Galería Nacional de Arte, Washington D. C.

"La conspiración de Claudius Civilis" , 1662.


Se encuentra en el Nationalmuseum, Estocolmo.

"La tormenta en el mar de Galilea", 1633


Actualmente no se conoce el paradero del lienzo.
Quizás la figura más importante del barroco flamenco, Pedro Pablo Rubens fue uno de
los mejores pintores de Europa en su época y por ello fue reconocido en vida.
Además fue uno de los primeros artistas en entender el mercado del arte, y creó una
especie de factoría en su taller que fabricaba pinturas en cadena.
También ejerció de diplomático en diversas cortes europeas, incluida España, que encargó
muchos de sus mejores cuadros.
Rubens (o su taller) pintó más de 3000 obras.
Nacido en Amberes, en esa época la ciudad era un hervidero económico, y por lo tanto
artístico. Se invertía en cultura, y particularmente en arte,sobre todo en pintura flamenca,
que todavía gozaba de muy buena salud.
Pero también eran tiempos de convulsiones políticas y religiosas, pues no todos
aceptaban ser súbditos de la católica España.
Pero quizás a causa del enfoque artístico no iconoclasta de los católicos (los calvinistas
eran mucho más cerrados), numerosos artistas flamencos pudieron trabajar y encontrar
mercados entre la monarquía y la aristocracia española. De ahí que abunden los temas
religiosos e históricos, y muchísimos retratos.
Bajo este cobijo fue ascendiendo puestos el talentoso, ambicioso y muy
católico Rubens.
Inspirado por Holbein y Alberto Durero, viajó a Italia en 1600 y obtuvo el cargo de
pintor de la corte del Duque de Mantua, además de descubrir a los
clásicos Tiziano y Tintoretto; pero sobre todo descubrió a un nuevo y revolucionario
pintor, Caravaggio, que lo encaminaría por las salomónicas sendas del barroco.
Ahí empieza a adoptar lo que ya se convertiría en su estilo: sensualidad y colorido, y
un dinamismo hasta ahora nunca visto.
En España, por una misión diplomática (digámoslo ya: Rubens era emisario, embajador
y espía…), consigue nuevos y poderosos clientes: Felipe IV se enamora de su arte y
prácticamente lo secuestra para que pinte a las especies que pululaban por la corte. Con
el tiempo, ya reconocido como «El Homero de la pintura», conocerá al otro grande del
barroco, Velazquez,con el que entabla amistad.
Fue característico su estilo para pintar figuras, muy musculosos los hombres (es
conocida su devoción por Miguel Ángel) y rebosantes de carnalidad las mujeres.
Los generosos cuerposde sus féminas eran todo un placer para la vista en los palacios de
media Europa.
Y es que los modelos de belleza pueden cambiar en cuestión de años (meses hoy en
día?) y no había nada más sexy en la Europa de esa época que unos buenos michelines.
Mis obras más importantes:

"El descendimiento de la cruz"


También conocido como: Descendimiento de
Cristo
Autor: Pedro Pablo Rubens
Año: 1612 - 1614
Estilo: Barroco
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: La Catedral de Amberes, Bélgica
"El juicio de Paris" (1939)
Estilo: Barroco
Género: Pintura mitológica
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: Museo del Prado, Madrid

"La masacre de los inocentes"


También conocido como: Matanza de los Inocentes
Autor: Pedro Pablo Rubens
Año: 1612
Estilo: Barroco
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: Galería de Arte de Ontario, Canadá

"La caída de Faetón"


Autor: Pedro Pablo Rubens
Año: 1605
Estilo: Barroco
Tipo: Cuadro
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Se encuentra en: Galería Nacional de
Arte, Washington, EE. UU.
Como bien dice su nombre, una vuelta al mundo clásico tras el frenesí barroco. Así gira
la rueda de la historia del arte desde sus inicios.
La ilustración extendió sus tentáculos hasta el arte y la razón de la antigüedad greco-
romana vuelve a ser un faro por el que guiarse estética y filosóficamente.
Se empiezan a realizar expediciones arqueológicas para recuperar ese pasado casi
mítico. Roma se convierte de nuevo en la capital cultural de occidente, y todo artista que
se precie va a conocerla.
Después de tanta pasión desbordada, de tanto ornamento prescindible, vuelve a
ponerse de moda la claridad y la sencillez
Vuelve el dibujo y la forma, sobre el color y la mancha, que dejan de tener valor
estético por sí mismos. Se valora la factura impecable, sin pinceladas del autor, se aprecia
la temática histórica (incluida la historia presente, como la Revolución
Francesa) y mitológica, mejor si estaban basadas en los clásicos.
Jacques-Louis David fue el pintor neoclásico francés por excelencia. Inspirado en
la antigüedad greco-romana, su arte supura clasicismo, que ligado al clima político y social
que le tocó vivir, da lugar a una solemnidad casi religiosa. Su obra no sólo está
perfectamente acabada, sino que documenta a la perfección los agitados momentos que
vivió su país (y él mismo como protagonista).
Jacques-Louis David nace en una familia próspera. Su infancia transcurrió feliz hasta
que a los nueve años, su padre fue asesinado en un duelo y su madre lo dejó bajo el
cuidado de sus tíos, que le proporcionaron una educación. Sin embargo, David nunca fue
un gran estudiante. O más bien era del tipo de estudiante que cubría sus libros con
dibujos.
Sus tíos no tuvieron otra opción que potenciar esa actividad que apasionaba al chaval,
por lo que lo pusieron a aprender el oficio con Boucher y en la Real Academia de Pintura y
Escultura(lo que hoy es el Louvre). No tardaría en viajar a Italia para ver con sus propios
ojos sus amados clásicos.
De vuelta, David empezó a hacerse notar. Por algún motivo no era muy querido por sus
compañeros y académicos, pero nadie podía negar su indudable talento. Pero no dejó de
visitar Roma. Ahí pintó sus grandes cuadros.
Su obra empieza a desprender tufillo político. Por lo visto el honor y el deber al país
eran de suma importancia y David decidió hacer apología. Pero se respira en sus cuadros
el clima político francés, que como sabemos acabaría en revolución.
Al comienzo, David apoyó la Revolución, incluso de modo a veces fanático. Realizó
propaganda para la nueva república, se hizo colega de Maraty Robespierre y votó por
cortar la cabeza de Rey. Su mujer se divorció de él por este motivo.
Durante el reinado del Terror, David fue algo así como el Ministro de Cultura por su
poder e influencia.
No sabemos muy bien cómo, pero acabado este periodo oscuro de
Guillotina, David sobrevivió a tan afilado aparato. No así Robespierre, que con su muerte
abrió paso a un nuevo periodo: El directorio.
David sería encarcelado, pero siguió pintando sus obras más conocidas. Tuvo suerte:
No sólo su mujer volvió junto a él, sino que el propio Napoleón vio el talento de este
artista y lo pilló como su pintor oficial.
David, entre el peloteo y la admiración, plasmó perfectamente los rasgos clásicos del
por aquel entonces General Bonaparte. El artista siguió haciendo propaganda, casi
siempre tomando como excusa historia clásica, o directamente retratos de
un Napoleón casi divinizado.
Los cambios políticos siguieron, pero David sobrevivió a todos. Ya anciano, cuando salía
del teatro, fue golpeado por un carruaje y murió más tarde de deformaciones en el
corazón. Su cuerpo no pudo ser enterrado en el país que fue el centro de su arte.
Las obras más importantes:

“El juramento de los Horacios”, 1784


Título original: Le Serment des Horaces
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (330 x 425 cm.)
“Napoleón cruzando los Alpes”, 1801
Poco clásico retrato del militar.

Título original: Bonaparte franchissant le Grand-Saint-


Bernard
Museo: Österreichische Galerie Belvedere, Viena
(Austria)
Técnica: Óleo (275 x 232 cm.)

“Leónidas en las Termópilas” 1814


Este es el cuadro más famoso sobre la batalla de las
Termópilas.

Título original: Léonidas aux Thermopyles


Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (395 cm × 531 cm.)

“La muerte de Marat”, 1793


David retrata a uno de los mártires de la Revolución Francesa.

Título original: La mort de Marat


Museo: Museo Real de Bellas Artes, Bruselas (Bélgica)
Técnica: Óleo (165 cm × 128 cm.)
JAD Ingres fue uno de los pintores franceses del neoclásico. Aunque siendo exactos, no
defendió a capa y espada este movimiento. Incluso se puede decir que el artista tiene
mucho de romántico y casi de realista. Libre y ajeno a etiquetas y clasificaciones (como
debe ser un artista, aunque para un historiador facilita mucho las cosas), lo que a él le
interesaba era el dibujo.
En efecto, Ingres era un dibujante magistral, y ya desde los 11 años demostró su
talento. A finales del XVIII incluso el casi divinizado David lo acoge en su taller, pero parece
ser que no se llevaron muy bien. El frío clasicismo del pintor oficial de la revolución no
encajaba en el ideal de belleza de Ingres, que ya iba unos pasos por delante.
Eso sí… era neoclásico en el sentido de estar enamorado del Quattrocento e incluso
vivió varias décadas en Roma, copiando a los grandes maestros del arte clásico. Por lo
visto en Francia su obra no fue todo lo exitosa que debería y vivió un período bastante
mísero durante el cual pintó con desgana todo aquello que se le encargaba.
No sería hasta 1841 cuando triunfó en su país e incluso se le encargó decorar
las vidrieras de la Capilla de Notre Dame y fue entre otras cosas, senador. Al tiempo,
dedicó parte de su talento a su otra gran pasión: el violín.
En esa época llamó la atención su rivalidad con Delacroix, el joven que estaba
arrasando con su nueva pintura. Tanta fue su animadversión al romántico que en cierta
ocasión, Ingres pidió que abrieran las ventanas del Louvre tras el paso de Delacroix por las
salas para ventilar el «olor a azufre».
Ingres destacó sobre todo en 3 géneros: El retrato, que volvió locos a la nobleza y alta
burguesía de la época, la pintura histórica, en la que intentó imitar a su mentor David, y
el desnudo, exclusivamente femenino, en el que deja claro que como dibujante fue uno de
los mejores artistas de todos los tiempos.
Murió a los 87, ya consagrado como una leyenda y sufriendo una enfermedad de los
ojos, que no le impidió seguir pintando, aún con ayuda de sus colaboradores.
Menos de un siglo después, las vanguardias (Picasso a la cabeza) lo elevaron al Olimpo de
los grandes artistas de todos los tiempos.

Las obras más importantes:

La fuente
50 años se pasó Ingres retocando esta obra.
Francia, 1856

Título original: La Source


Museo: Museo d’Orsay, París (Francia)
Técnica: Óleo (63 x 80 cm.)

Baño turco
Ingres mira por un agujero como se bañan las
odaliscas.
Francia, 1862
Título original: Le Bain turc
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (108 cm Ø)
En torno al 1797, Pierre-Maurice Quays bromeó sobre el nuevo arte uniendo las
palabras «rocaille» y «baroque». La primera designa la ornamentación que imita piedras
naturales y moluscos, la segunda, al barroco…
Una vez más, un término peyorativo fue aceptado como el más eficaz por la historia del
arte.
Por supuesto, esta corriente existía desde antes de Quays, desarrollandose a lo largo
del siglo XVIII por toda Europa, pero partió de Francia, cuna de este estilo.
La aristocracia francesa se aburría. Y decidieron darle una vuelta de tuerca al barroco,
haciéndolo más juguetón y frívolo, menos solemne que el de la época de Luis XIV.
Esta corriente claramente hedonista buscaba la delicadeza, elegancia, sensualidad y
gracia. Todo era menos serio y más sentimental. Todo mucho más lúdico, acorde con una
(alta) sociedad en busca de la felicidad.
Es por eso que abunda el erotismo.
Nació el 10 de octubre de 1684 en Valenciennes.
Cuando contaba 14 años estudió en su ciudad natal con
un pintor de temas religiosos.
En el año 1702 se traslada a París donde se ganó la vida como pintor de copias y
cuadros devocionales que vendía a un marchante.
Más adelante estudió con el grabador y escenógrafo Claude Gillot. Trabaja hacia 1708
con el artista decorativo Claude Audran, conservador de las colecciones del Palacio de
Luxemburgo, por lo que tuvo oportunidad de estudiar el ciclo de cuadros barrocos
de Petrus Paulus Rubens sobre La vida de María de Medici.
Su estilo trata la luz y el color con una delicadeza y un lirismo hasta entonces
desconocidos. Entre sus temas favoritos destacan las 'escenas galantes'. Su obra maestra
fue Embarque para la isla de Citerea (1717, Louvre, París).
También destacan Capitulaciones de boda y baile campestre y Fiesta en el parque,
ambas en el Museo del Prado, Madrid.
Representó a payasos, arlequines y otras figuras de la commedia dell'arte,
como Arlequín y Colombina (1715, Colección Wallace, Londres) y Los cómicos
italianos (hacia 1720, National Gallery of Art, Washington).
En 1709 consiguió el segundo premio del concurso Prix de Rome. En 1717 fue elegido
miembro de la Academia Francesa en París.
Jean-Antoine Watteau falleció de tuberculosis el 18 de julio de 1721 en Nogent-sur-
Marne.
Sus obras más importantes:
“Peregrinación a la isla citera”, 1717
Técnica: Óleo sobre lienzo
Tamaño: 129cm x 194cm
Ubicación: Museo del Louvre, París

“Capitulaciones de boda y baile campestre”


Año: 1711
Técnica: óleo sobre lienzo
Tamaño: 47cm x 55cm
Esta ubicado en el Museo del Padro, Madrid,
España

“Guilles” (1721)
Técnica: óleo sobre lienzo
Tamaño: 184cm x 149cm
Se encuentra en el Museo del Louvre, París. Francia

La muestra de Gersaint
Año: 1720
Técnica: óleo sobre lienzo
Tamaño: 166cm x 306cm
Se encuentra en el Palacio de
Charlottenburg, Berlín, Alemania
Jean-Honoré Fragonard fue uno de los máximos
representantes del rococó francés,tanto con la pintura como
con el grabado. Su obra supura hedonismo y emperifollamiento,dos de las características
básicas del exuberante estilo que él ayudó a modelar.
Nacido en Grasse, se va a París cuando tiene seis años y descubre su afición al arte.
Tuvo la suerte de tener como profesores nada menos que al padre del rococó, François
Boucher, y al genial Jean Simeon Chardin. Con ellos Fragonarddesarrolló un arte que
triunfaría en esas últimas décadas del Antiguo Régimen francés: más barroco que el
barroco.
Hubo una época en la que Fragonard pintaba cuadros de temática religiosa, mitológica
y demás géneros clásicos. Pero en la época de Luis XV la frivolidad estaba a la orden del
día y lo que le gustaba a la gente eran escenas de amor (a ser posible un poco subiditas de
tono), cortesanas enseñando el liguero, nobles persiguiendo doncellas y demás
mariconadas a las que el pintor supo darles un toque de dignidad con su maestría.
Hedonismo y voluptuosidad. Con esas dos palabras se puede resumir la obra
de Fragonard.Pero con la Revolución francesa el artista ya no era bien visto y su carrera se
fue a la mierda. Olvidado durante décadas, hoy está más que re-descubierto y es
admirado hasta por los amantes del arte de gustos más austeros.
Las obras más importantes:

El columpio (1767)
El summum del rococó.
Título original: Les hasards heureux de l’escarpolette
Museo: Colección Wallace, Londres (Reino Unido)
Técnica: Óleo (81 × 65 cm.)
Psyche showing her sisters her gifts from Cupid
(1753)
Técnica: óleo, canvas
Dimensiones: 192,4cm x 168,3cm

Chica en la cama, haciendo bailar a su perro, (c.1770)


Titulo original: La Gimblette
Técnica: óleo sobre lienzo
Localización: Pinacoteca Antigua de Múnich
Dimensiónes: 70 x 89 cm

Inspiration (1769)
Técnica: Óleo sobre lienzo
localización: Museo del Louvre
Dimensiónes: 64,5 x 80,5 cm
François Boucher fue el maestro del estilo galante, propio del rococó francés.
Sus temas mitológicos, sus cuadros pastoriles y sus desnudos muestran esa época de
esplendor y decadencia en Francia, que se traduce en un arte libertino y hedonista, cuyo
único objetivo es sacar partido de los sentidos.
Aprendiz de artistas desde muy joven, con 20 años ganó el prestigioso Premio de
Roma, un viaje de estudios en Italia, en el que evidentemente absorbería ese nuevo arte
que se estaba haciendo, un arte mucho más barroco que el barroco.
Tras su regreso a Francia, con 30 años es admitido en la Real Academia de Pintura y
Escultura, institución de la que llegaría a ser rector con el tiempo. Sus amistades con la
aristocracia (y sus juegos de tronos en la corte) hicieron que al final se hiciera con el
puesto de pintor del rey.
Esta vida que parece sacada de Barry Lyndon se traduce en un arte inspirado
en Watteau y Rubens, sus dos artistas más admirados. Del primero tomó la temática. Del
segundo la energía, aunque no la valentía. Boucher siempre buscó la comodidad de la
aceptación de los aristócratas. Muchos de sus cuadros eran de pequeño formato, para
estancias privadas, no para grandes salones oficiales.
La naturaleza, la inocencia, una pizca de erotismo… La pícara nobleza de la época cayó
rendida ante esa superficialidad y la mismísima marquesa de Pompadour, sinónimo
de arte rococó, fue una de sus mayores admiradoras y mecenas.
¿Que sería del rococó sin un tipo como Boucher? Nos fijamos en el retrato de arriba y
decime si el artista no es puro rococó.
Sus obras más importantes:
Diana saliendo del baño (1742)
Erotismo y mitología en la Francia rococó.
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (57 × 73 cm.)

La odalisca (1745)
Una odalisca era una esclava del Imperio otomano.
Aprendiz o asistente de las concubinas y esposas del
sultán, formaba parte de la institución del harem
imperial.
Título original: L'odalisque
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (53,5 × 64,5 cm.)

Retrato de Madame de Pompadour (1756)


La amante de Luis XV retratada por su pintor oficial.
Museo: Alte Pinakothek, Munich (Alemania)
Técnica: Óleo (201 x 157 cm.)
La rueda vuelve a girar… Después de un periodo racional, sereno, clásico, viene uno
desbocado, pasional, subjetivo.
Y después del frío neoclasicismo surge el romanticismo como una tormenta después de
la calma.
El romanticismo se origina paralelamente en Alemania y el Reino Unido cuando un
grupo de gentes variopintas deciden que ya están hartas de tanto racionalismo e
ilustración. El mundo es más bien lo contrario… irracional. No es sereno ni intelectual. Más
bien está lleno de sentimientos, de imperfecciones. Y ahí está la gracia.
Vuelve así ese barroco gusto por el drama, y si es con violencia, mejor que mejor.
Guerras, locura, muerte… Además no está mal aderezarlo con un poco de erotismo.
La libertad individual es ahora lo importante, y cada uno tiene su propia forma de
buscarla. Muy pronto esta idea se extiende por toda Europa (el primer movimiento
cultural en hacerlo) y cada país tendrá su particular forma de romanticismo, que se
proyecta a su vez en distintas disciplinas artísticas.
El subjetivismo es un rasgo intrínseco al movimiento. El yo es lo que importa y no esa
científica universalidad de la ilustración. En este sentido se exalta la personalidad
individual y por consiguiente la originalidad (cada persona debe mostrar lo que la hace
única), se empiezan a valorar las tradiciones nacionales, con sus respectivas épocas
pasadas de explendor.
Si… Aquí empiezan los nacionalismos en Europa.
Es por eso que nace un culto a la edad media, o mejor aún: sus ruinas (esto incluye
temáticas como el ciclo artúrico o sagas de la mitología nordica). Se valora el folclore, pues
la sabiduría popular es una fuente inagotable de inspiración, como también lo es
la literatura.
Pero también lo es el exotismo (un romántico debe viajar) o la fantasía y los
sueños (viajar con la mente). Los cuadros románticos pueden perfectamente estar
poblados de fantasmas, brujas y mounstruos.
Surge en esta época una idea interesante: el artista como genio, como creador, como
Dios. No tiene mérito imitar la naturaleza. Si es necesario hay que crearla, y es por ello
que en el romanticismo se valora la rebeldía. Romper las reglas era muy cool. Y eso incluía
suicidarse de amor o de tristeza… o morir de tuberculosis. Un buen romántico debería
morir joven.
Finalmente renace el gusto por la naturaleza, pero muy subjetiva. Es así que
los paisajes son ahora un género mayor. No interesan descripciones topográficas, sino
mostrar emociones humanas a través de dos vertientes principales: lo pintoresco y lo
sublime.
Eugene Delacroix fue junto a Gericault el gran pintor
romántico francés. Quizás el artista más emblemático del movimiento aparecido en el
primer tercio del XIX. Un pelín adelantado a su tiempo, la influencia de sus estilo se nota
en el posterior impresionismo, sobre todo por su audacia y maestría en la utilización
del color.
De buena familia, inicia en el París de principios del XIX sus estudios artísticos.
El neoclasicismo,con su solemnidad y serenidad, era el modelo a seguir, pero Delacroix se
sintió fascinado por las ruinas medievales, la libertad de la obra de Goya y los
clásicos barrocos como Rubens, Velázquez o Rembrandt. En su interior, sintió que el arte
no tenía porqué ser tan racional, y se encendió un deseo de hallar la realidad tras las
apariencias.
Sus viajes también fueron una influencia: el primero a Inglaterra, donde conoció al
paisajista Constable, y donde descubre que técnica y color pueden provocar efectos
psíquicos en el espectador; El segundo al norte de África, a Marruecos y Argelia, quedando
deslumbrado por la luz y también el exotismo de sus gentes, con toda esa sensualidad y
misterio. Existe un diariode estos viajes con maravillosos apuntes y esbozos de gran
calidad.
En su obra se mezcla la fantasía, lo macabro y lo erótico. Delacroix parece valorar más
los sentimientos y emociones que los ideales, algo que junto a sus temáticas y el exotismo y
misterio que desprenden muchos de sus cuadros lo convierten en el paradigma de pintor
romántico, al menos en Francia, influyendo notablemente en todo el movimiento a nivel
europeo e internacional.
Amigo de los intelectuales de la época como Baudelaire o Victor Hugo, melómano
empedernido, no frecuentó apenas a otros artistas de la época. Único en ese sentido, sólo se
interesó por artistas ya muertos, el más reciente de todos, Gericault, una especie de maestro
para él.
Las obras más importantes:

Huérfana en el cementerio (1824)


Para el poeta Baudelaire; "'Huérfana en el cementerio' es un
terrible himno compuesto de fatalidad y de dolor
irreparable".
Título original: Orpheline au cimetière
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (66 x 54 cm.)

Giaour a caballo (1826)


Título original: Le Giaour à Cheval
Museo: Museo Metropolitano, Nueva York
(Estados Unidos)
Técnica: Lápiz Tinta (20.1 x 30.5 cm.)

Cama sin hacer (1827)


Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Acuarela (18,5 x 29,9 cm.)

La muerte de Sardanápalo (1827)


Museo: Louvre, París, Francia
Técnica: Óleo (392 × 496 cm.)
Joseph Mallord William Turner es uno de los mejores paisajistas de la historia. De
hecho, es responsable de que el paisaje sea considerado hoy en día un genero mayor. Tanto
en óleo como en acuarela fue un incontestable maestro que además se adelantó medio siglo
al impresionismo, pues es considerado como «el pintor de la luz».
Con un padre fabricante de pelucas y madre ama de casa, no lo tuvo fácil para abrirse un
hueco en el elitista mundo del arte en la Inglaterra de la época. Muy bajito y con un
marcado acento cockney no fue un gran artista en cuanto a relaciones sociales. Además no
brillaba precisamente por su estabilidad mental, pero con 14 años consiguió un plaza en
la Royal Academy of Art y tuvo la suerte de viajar por todo el mundo, aprendiendo de los
grandes maestros.
Misántropo, Turner se convirtió con el tiempo en un viejo excéntrico. Solo le interesaba
la pintura. Con muy pocos amigos (al que menos soportaba era a su colega y
rival Constable),apenas se conocen relaciones aparte de un par de viudas pero aún así, fue
un pintor extraordinariamente popular por su audacia y talento y
un experimentador que llevó al óleo técnicas propias de la acuarela, y se acercó
al impresionismo e incluso al arte abstracto,pudiéndose ver sus huellas en pintores
como Rothko o Kandinsky.
Existe el «prestigioso» Premio Turner,bautizado así en su nombre. Aunque
probablemente si viviera hoy en día, el arisco pintor escupiría sobre algunas de las obras
ganadoras.
Las obras más importantes:

Staffa, la cueva de Fingal (1832)


Turner recrea cuando fue atrapado en una tormenta
salvaje.
Título original: Staffa, Fingal's Cave
Museo: New Haven, Yale, New Haven, Connecticut
(Estados Unidos)
Técnica: Óleo (90.8 x 121.3 cm.)
Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del Oeste
Técnica: Óleo sobre lienzo
Tamaño: 91cm x 121,8cm
Se encuentra en National Gallery, Londres, Reino Unido

El temerario remolcado a dique seco (1839)


En 2005 este cuadro fue elegido por los británicos
como su obra nacional más importante.
Museo: National Gallery, Londres (Reino Unido)
Técnica: Óleo (91 x 122 cm.)

Barco de esclavos (1840)


Museo: Museum of Fine Arts, Boston (Estados
Unidos)
Técnica: Óleo (90.8 × 122.6 cm.)
Caspar David Friedrich fue un artista prerromántico, que
introdujo el romanticismo en Alemania.
Sus paisajes alegóricos, que muestran el valor romántico de lo sublime, ilustran cielos
tormentosos, nieblas matinales y ruinas góticas, todo muy del gusto del romanticismo
alemán.Su interés principal como artista era la naturaleza, y a veces ubicar al ser humano
empequeñecido en contraste con extensos paisajes. De ahí que el historiador Christopher
John Murray nos hable de que «dirige la mirada del espectador hacia su dimensión
metafísica».
El artista se formó muy joven como dibujantemás que como pintor, pero las nuevas
corrientes pictóricas lo llevaron a los pinceles, donde gozó de éxito. Se codeó con la élite
artística de la época, pero siempre sufrió depresiones y trastornos mentales, que en
realidad influyeron en su trabajo. Los paisajes de Friedrich reflejan su tormentoso paisaje
interior.
Friedrich perteneció a esa primera generación de artistas libres, que no pintaban por
encargo. Altas montañas, enormes cielos… y a lo mejor una figura perdida en la
inmensidad, muchas veces de espaldas al espectador y en muchos casos, siendo el centro
compositivo de la obra. De todas formas se inspiró en los paisajes realespero desde
puntos de vista inéditos hasta ahora.
Su obra fue muy apreciada durante el romanticismo, y como paso con muchos otros,
fue olvidado, vuelto a recordar y olvidado otra vez. Hoy es una de las figuras claves
del arte alemán de antes del siglo XX junto a Durero.
Las obras más importantes:
Abadía en un bosque (1809)
Museo: Alte Nationalgalerie, Berlín (Alemania)
Técnica: Óleo (110,4 cm x 171 cm.)
Paisaje de invierno (1811)
Museo: Museum für Kunst und
Kulturgeschichte, Dortmund (Alemania)
Técnica: Óleo (33 x 45 cm.)

Ventana hacia el parque (1811)


Museo: Hermitage, San Petersburgo (Rusia)
Técnica: Lápiz ( 39,8 x 30,5 cm.)

Caminante sobre un mar de nubes (1818)


El paisaje sublime frente al personaje de espaldas.
Museo: Kunsthalle, Hamburgo (Alemania)
Técnica: Óleo (98 x 74 cm.)
32 años vivió uno de los introductores del romanticismo en la pintura. Y de ellos sólo 10
pintando, en los que el talento de Theodore Géricault destacó del de todos sus
contemporáneos. Una estrella joven que acentuando el dramatismo de sus obras dejó con
la boca abierta a medio mundo.
Aún así, prefirió huir de los grandes encargos oficiales y se centró en escenas de la vida
cotidiana y temáticas poco populares y escabrosas (naufragios, retratos de locos, trata de
negros, cadáveres…).
Si fuera un cineasta, su género sería el terror.
La corta vida de Géricault está plagada de extrañas leyendas. Para empezar, se dice que
muy joven tuvo una relación con su tía, dejándola incluso embarazada. En sus estudios de
pintura dio desde el principio evidentes muestras de rebeldía al no respetar las reglas. Su
primer cuadro fue, como no, un autorretrato. Era reacio a toda otra figura de autoridad,
pero aún así, sus maestros no pudieron más que alabar su genio pictórico.
Por este temperamento fue el prototipo de hombre romántico, moda que unos años
después arrasaría toda Europa. Un dandy que quería ante todo no ser como los demás.
Se interesó muy pronto por los retratos de pacientes de psiquiátricos y enfermos de
todo tipo. Al poco introdujo estos rostros en sus enormes pinturas: oscuros y depresivos
lienzos cargados de expresividad que construyó a partir del arte de su ídolo Rubens y de
otro famoso precursor del romanticismo, Goya.
Su obra más famosa fue «La Balsa de la Medusa», que relataba el momento en el que
son rescatados los náufragos de un barco. De los 147 tripulantes de esta balsa construída
improvisadamente con restos del naufragio del Méduse, sólo 15 sobrevivieron, llegando a
recurrir al canibalismo para sobrevivir. Géricault investigó construyendo una réplica
exacta de la balsa en su estudio, entrevistando a algunos de los enloquecidos
supervivientes y acudiendo a morgues para estudiar la textura y color de la carne
putrefacta para dar un extremo realismo a su pintura.
Los caballos fueron otra de sus pasiones. Pintó cientos de equinos y practicó la hípica
con el mismo ímpetu que la pintura. Quizás una de sus múltiples caídas provocó el mal
que arrebató su vida apenas cumplidas tres décadas, algo que sin duda fue del gusto
romántico y convirtió su nombre en un mito.
Géricault enciendió una antorcha, la del romanticismo, que seguiría portando su amigo
y discípulo Delacroix, siete años menor.
Las obras más importantes:

Géricault y el gore (1819)


Estudios de miembros amputados.
Dicen que su taller apestaba a muerto.
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo

La balsa de la Medusa (1819)


Un catálogo piramidal de sentimientos
humanos, de la resignación a la esperanza.
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (491 cm × 717 cm.)
Paisajista inglés, plasmó su tierra de Suffolk,y fue uno
de los primeros pintores en trabajar al aire libre, algo de
lo que tomarían buena nota los artistas de la Escuela de Barbizon y posteriormente
los impresionistas.
Autodidacta, comenzó su carrera como dibujante topográfico en Londres y pronto se
consagraría en la Academia. Frente al otro paisajismo romántico encabezado por Turner
que mostraba lo sublime, Constable prefiere centrarse en lo pintoresco, tendiendo al
realismo aunque desde luego con el objetivo de evocar ideas o emociones. Tampoco tuvo el
éxito inmediato de su colega, sino que su carrera fue progresando poco a poco.
Se preocupó en sus paisajes de la luz y como esta afecta al ambiente (el ir y venir de las
nubes, el movimiento de la luz en los árboles…). De este modo, y preludiando el
impresionismo,dividiría las pinceladas para expresar mejor las variaciones lumínicas.
Acabará utilizando pequeñas manchas de color, a veces aplicando pintura espesa con
espátula. Hoy su pintura puede parecer excesivamente tradicional, pero en aquellos años su
técnica fue considerada revolucionaria y muy influyente para los jóvenes artistas
posteriores.
Incluso se llega a afirmar que Constable preludia la fotografía, artilugio que a la fecha de
su muerte todavía estaba en pañales.
Las obras más importantes:

Estudio de marina con nube de lluvia (1827)


Constable se adelanta al Impresionismo o
incluso al arte abstracto.
Museo: Royal Academy of Arts, Londres
(Reino Unido)
Técnica: Óleo (22.2 × 31.1 cm.)
De nuevo un crítico que cita peyorativamente un cuadro pone nombre a un
movimiento, en este caso «Impresión: sol naciente» de Monet.
La pintura impresionista nace a partir de la segunda mitad del siglo XIX y quiere, a
grandes rasgos, plasmar la luz y el instante, sin importar demasiado la identidad de
aquello que la proyectaba. Las cosas no se definen, sino que se pinta la impresión
visual de estas cosas, y eso implica que las partes inconexas dan lugar a un todo unitario
(algo que años después demostraría científica y psicológicamente la Gestalt).
Resumiendo, este movimiento se caracteriza por el uso de colores puros sin mezclar
(«todo color es relativo a los colores que le rodean»), el hecho de no ocultar la pincelada, y
por supuesto darle protagonismo ante todo a la luz y el color. De esta manera las formas
se diluyen imprecisas dependiendo de la luz a la que están sometidas, y una misma forma
cambia dependiendo de la luz arrojada sobre ellas, dando lugar a una pintura totalmente
distinta.
Por ello, y a partir de los paisajistas de la escuela de Barbizon, los impresionistas se
centraron en la pintura al aire libre, buscando plasmar el cambio de la luminosidad, el
instante.
Hay excelentes artistas en la historia del arte, y después están los que sin ellos no
existiría el arte tal y como lo conocemos. Edouard Manet se incluye en esta segunda
categoría.
No fue en realidad un impresionista, aunque sin el no habría impresionismo, movimiento
que copió su novedosa técnica y sus inéditas temáticas.
Afortunadamente, Manet no entró en dos ocasiones en la Escuela Naval y decidió
hacerse pintor. Siguiendo a los grandes maestros de la pintura, se copió prácticamente
todo el Louvre, pero su rollo era realmente el Barroco Español, así que viajó a este país,
donde pudo ver directamente las obras de sus admirados Murillo, Zurbarán y sobre todo,
el grande entre los grandes, Diego Velazquez.
En principio Manet era una especie de neo-tenebrista españolizado, pero en un
momento dado (y quizás inspirado por su amigo Baudelaire) descubrió la luz, y su
efecto vida urbana moderna. Empieza a desarrollar entonces una atrevida
técnica ligera y brillante,que dejó a toda la juventud con la boca abierta y provocó el
rechazo de los viejos trilobites. Entre la juventud estaba, por supuesto, toda la tropa
impresionista, que encumbró a Manet como líder y gurú.
Pero Manet no quiso saber nada de movimiento alguno. Era libre y así siguió hasta sus
últimos días, abriendo puertas que llevarían a la pintura moderna. Bien conocido era por
su carácter rebelde, controvertido e irascible. Que se lo digan al crítico Edmond
Duranty, que a pesar de ser su amigo, fue desafiado por el pintor a un duelo por hacer
comentarios negativos sobre su obra.
Las obras más importantes:

Olympia (1863)
Manet pinta a una prostituta como una
Venus moderna.
Museo: Museo d’Orsay, París (Francia)
Técnica: Óleo (130 x 190 cm.)
Almuerzo en la hierba (1863)
Por temática y técnica esta obra se ganó un
puesto en el salón de los rechazados.
Museo: Museo d’Orsay, París (Francia)
Técnica: Óleo (208 × 264,5 cm)

Torero Muerto (1864)


El padre del impresionismo realizó un arte de lo más
moderno.
Museo: National Gallery, Washington D.C. (Estados
Unidos)
Técnica: Óleo (75,9 × 153,3 cm.)

Cristo muerto con ángeles (1864)


Manet pinta a Jesucristo de forma ultra-moderna.
Museo: Museo Metropolitano, Nueva York
(Estados Unidos)
Técnica: Óleo (179.4 x 149.9 cm.)
Monet fue la figura clave del movimiento impresionista. De hecho fue un cuadro
suyo el que puso nombre al movimiento.
Sus innovaciones en el estudio del color y la luz causaron tanta admiración como
rechazo, pero como bien sabemos, se adelantó lo justo a su tiempo como para ser
considerado un innovador y tener éxito al mismo tiempo.
Dibujante de caricaturas desde niño, ya pintaba paisajes y marinas, algo que le
agradaba al poder trabajar al aire libre. Con 19 años viaja a París para empezar sus
estudios, siendo financiado por su familia. Pero cuando Monet es llamado para el servicio
militar (de 7 años) estos no quieren pagar el reemplazo a no ser que deje ese horrible
oficio, por lo que Monet se tiene que ir a Argelia.
Un año después su tía acabaría pagando y Monet retorna a Francia. Viaja por Europa
donde se enamora de las distintas luces en los distintos momentos del día. En el Reino
Unido descubre a Turner, que le marca como nadie había echo. Comienza a intentar
plasmarlo en pintura mediante manchas. Era el ojo quien las unía en el cerebro, aunque
estas ideas eran demasiado modernas para la época.
No fueron tiempos de bonanza. Monet y su familia (incluyendo hijos ilegítimos) vivían
en la pobreza pero eso no impedía que el artista vistiera con las mejores ropas, como un
dandy.Además era un artista muy poco comercial, excesivamente experimental.
Pero precisamente fue eso lo que le dio fama en la exposición de 1874: Una serie de
manchas de colores que representaban un paisaje mejor de lo que había sido
representado nunca… o mejor dicho, la impresión de ese paisaje…
Monet había descubierto su estilo, que se fue radicalizando con el tiempo. Intentó
captar el instante (sus trenes con humo), la luz (sus paisajes), las variaciones del color a
través de sus series sobre un mismo tema, a distintas horas o durante estaciones
diferentes. Paulatinamente fue acentuando los efectos luminosos hasta llegar en
ocasiones a difuminar las formas o incluso a fundirlas entre sí.
En sus últimas obras (nenúfares), la forma está ya prácticamente disuelta en manchas
de color. Muchos historiadores de arte/oftalmólogos (?!?) afirman que al sufrir Monet de
cataratas, el artista veía cada vez más tras un filtro borroso y amarillento. De hecho, tras
ser operado, volvió una temporada a su estilo anterior.
Sea como sea, Monet murió a los 86 años, consagrado como una leyenda. Estaba
prácticamente ciego pero al morir tenía un pincel en la mano.
Las obras más importantes:

Camille con un perrito(1866)


La mujer de Monet posa con un perro en brazos.
Museo: Colección Bührle, Zurich (Suíza)
Técnica: Óleo (54 x 73 cm.)

La urraca (1869)
La luz sobre la nieve.
Museo: Museo d’Orsay, París
(Francia)
Técnica: Óleo (89 × 130 cm.)

El cuadro que dio nombre al Impresionismo (1872)


"Impresión, sol naciente" inauguró el nuevo
movimiento, y por extensión el arte moderno.
Museo: Museo Marmottan-Monet, París
(Francia)
Técnica: Óleo (47 cm × 64 cm.)
Pierre-Auguste Renoir fue uno de los pintores del grupo
impresionista, centrado a diferencia de la mayoría de sus colegas paisajistas, en la figura
humana. En concreto, la figura humana femenina. Y más en concreto aún, en la figura
humana femenina desnuda.Aunque cierto es que ubicaba estos desnudos en paisajes, y
eso da como resultado un impresionismo ornamental, sensual, hedonista.
De hecho, Renoir gustaba del rococó y su rollo picarón y hedonista. Siguió siempre la
tradición, adaptándola a los nuevos tiempos de pinceladas sueltas y pintores barbudos y
nunca dejó de pintar la alegría de vivir, siempre diversión, siempre fiesta.
Renoir bebió también de las fuentes de Rubens (esos cuerpos nada anoréxicos) y sobre
todo Corot (del que robó técnica y estilo).
El sexto de siete hijos de un sastre y una costurera, Renoir ya dibujaba de pequeño
sobre las paredes con trozos de carbón y jugaba a policías y ladrones en el Louvre. Era
cuestión de tiempo en empezar a aprender el oficio. Tras el trabajo en un taller de
porcelana, acudió durante 3 años a cursos gratuitos de dibujo. Aunque eran muy
humildes, los padres de Renoir nunca impidieron su sueño de ser artista, y con su apoyo,
al final lo logró.
Empezó pintando abanicos y persianas o coloreando escudos de armas. Un buen día se
pasó a los retratos. Aprobó el ingreso a Bellas Artes y sacó todo sobresalientes en la
escuela. Ahí conoció a los que serían compañeros de profesión y movimiento: Claude
Monet, Frédéric Bazille y Alfred Sisley.… a menudo iban a pintar juntos al aire libre.
Fueron tiempos de felicidad y creatividad, pero también de miseria. No tenía ni una
moneda. Suerte que contó con la ayuda de sus amigos siempre que estos podían, y
además justo entonces se abrió el famoso Salón de los Rechazados, en donde nació el arte
moderno y la pintura de Renoir empezó a ser más valorada.
Poco a poco consiguió vender bastantes retratos que terminarían convirtiéndose en su
principal fuente de ingresos y conoció a su primera musa, Lise Tréhot. Modelo y amiga, se
convirtió en el canon de belleza femenina para el pintor.
Después vendrían Anne, Angèle, Margot… y una joven de mejillas redondas y nariz
respingona que aparece en sus cuadros más famosos: Aline Charigot. Auguste, de 40 años,
y Aline, de 20, se enamoraron.
Fue la felicidad absoluta para el artista: una discreta salud, bastante dinero y
demasiado amor… Fama internacional, francos para comprar tubos y pinceles y sol para
pintar al aire libre… Todo iba bien.
Sin embrago en este periodo de madurez, se sentía a veces inseguro. Había momentos
en los que dudada de la calidad de su arte, y acabó abandonando su estilo típico
(pincelada temblorosa para las vibraciones de la luz y de la sombra) y se volvió más sereno
y estable.
Al final, vivió una vida feliz y exitosa. Sus hijos fueron también grandes artistas y su arte
es hoy tan valorado como buscado por los carroñeros actuales, esos con mucho dinero y
poco gusto.
Su obra desprende alegría de vivir. Vida.
Sus obras más importantes:

En verano (1868)
La modelo y amante de Renoir.
Museo: Alte Nationalgalerie, Berlín (Alemania)
Técnica: Óleo (85 x 59cm.)

La Grenouillére (1869)
Una lección de vida
Museo: Museo Nacional de Estocolmo, Estocolmo
(Suecia)
Técnica: Óleo (66 x 81 cm.)
Pintor y escultor, maestro del pastel y obsesionado por la danza (o más bien por
las bailarinas) fue uno de los más célebres artistas vinculados al impresionismo, aunque a
decir verdad, se veía a sí mismo como un realista y para él, la verdadera belleza radicaba
en el dibujo acabado (de Ingres), algo verdaderamente anti-impresionista. Tampoco le
interesó nunca el paisaje como al resto de impresionistas (de hecho, prefiería los
interiores) y se dedicó casi exclusivamente al estudio del cuerpo humano.
Por supuesto, convivió con el resto de artistas del movimiento y compartió con ellos no
sólo juergas, cenas y borracheras, sino también el amor por los grabados japoneses y por
la fotografía (de ahí su eliminación del encuadre tradicional) que dotaban al arte de la
época una instantaneidad tan moderna como inusual.
A Degas le interesó ante todo captar el movimiento, y esto se ve tanto en sus pinturas y
dibujos de bailarinas como en sus esculturas, de la misma temática, en la que intentó
atrapar las posturas de sus modelos de la forma más natural y «fotográfica».
Parisino de toda la vida, pudo dedicarse al arte con la ayuda del dinero familiar
(banqueros). Se dice que tenía un agudo ingenio, llegando a veces a rozar la crueldad.
Muchos afirmaron que era un misántropo muy maniático. Soltero empedernido, fue
conservador en cuanto a lo político, oponiéndose a toda reforma social. Incluso es famoso
su anti-semitismo, estimulado por el Caso Dreyfus que dividió París a finales del XIX.
En la década de 1880, empezó a perder visión y decidió centrarse en la escultura y el
pastel, que requerían menos agudeza visual, aunque era de todos sabido que fingía estar
más ciego de lo que realmente estaba para no tener que saludar a la gente que le caía
mal. Con la edad se fue recluyendo más y más y acabó sus días ciego, sólo y no demasiado
valorado por los jóvenes artistas que vivían en París en 1917.
Como suele suceder, Degas sólo fue reivindicado tras su muerte.
Las obras más importantes:

Estudio del cielo (1869)


Un estudio del cielo del artista que odiaba pintar
al aire libre.
Colección particular
Técnica: Pastel

Intérieur
(la violación) (1869)
De soplos cansados desde el interior:
Degas nos muestra una inminente
violación.
Museo: Philadelphia Museum of Art,
Philadelphia (Estados Unidos)
Técnica: Óleo (81.3 cm × 114.3 cm.)

Melancolía (1869)
Degas examina de cerca la naturaleza humana
a través del retrato.
Museo: Colección Phillips, Washington D.C.
(Estados Unidos)
Técnica: Óleo (19 x 24 cm.)
Considerado junto a Monet «el impresionista
más puro», Alfred Sisley fue uno de los miembros más ortodoxos de este grupo, en espíritu
y forma, por su elección del paisaje, su tratamiento de las variaciones atmosféricas y la
delicadeza de sus toques y sus colores.
Sisley nació en París (nº 19 de la Rue des Trois-Bornes) en una familia de comerciantes
ingleses. Por ello sus padres lo envían a Londres con 18 años para apuntalar su carrera
comercial… Craso error. Sisley descubre a Constable y Turner y no hay vuelta atrás: el arte
es su destino.
Poco después conoce a los impresionistas y su vida vuelve a cambiar. Sus pobres padres
se horrorizan. El joven decide trabajar al aire libre y plantar sus caballetes en cualquier sitio
donde de la luz natural.
Por ello durante toda su vida tuvo no pocas preocupaciones financieras, y el éxito no le
vendrá hasta- como no- después de su muerte.
Sisley fue ante todo un pintor paisajista, que pintó el agua, la nieve, el cielo, la niebla…
todo con una gran espontaneidad sin perder un carácter intimista y poético.
Una de sus obras más importantes:

Iglesia de Moret
(Sol de la mañana) (1893)
La luz protagoniza esta obra.
Museo: Musée des Beaux-Arts de Rouen, Rouen
(Francia)
Técnica: Óleo (81 x 65 cm.)
Jacob Abraham Camille Pissarro, mucho más conocido
como Camille Pissarro fue uno de los miembros más prominentes
del impresionismo y co-fundador del grupo, uno de los «padres del impresionismo»,
encargado de pintar la Francia rural
Paisajista sobre todo, pintó al aire libre, como es de esperar en un barbudo miembro
del grupo y pintó la luz, el instante, la atmósfera, la impresión…
Fue también una figura importante como mentor. Entre sus discípulos hay que contar
nada menos que a Paul Cézanne o Paul Gauguin, con quien no tuvo muy buena relación al
final.
Pissarro nació en las Antillas, que en esos años pertenecían a Dinamarca, por lo que
tuvo nacionalidad danesa durante toda su vida. Su obligación familiar era ayudar en el
comercio de sus padres, pero en sus momentos libres se dedicaba a dibujar, y al final eso
era lo que quería hacer todo el tiempo.
En París estudió arte y descubrió a Millet, Courbet y Corot, descubriendo además lo
que amaba la vida rural. En esos años de aprendizaje conoció a sus colegas impresionistas
y se unió allos. Desde entonces se le considera, junto con Monet y Sisley, uno de los
impresionistas puros, diferenciándose del grupo de los «problemáticos» (Degas, Cézanne).
En lo ideológico, Pissarro fue un activo anarquista.
Vivió en Londres varias veces, nutriéndose del arte
de Turner y Constable, y vivió 73 años, en los que su barba
creció como su talento.

Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia (1897)


Obra robada por los nazis que acabó en manos de los Thyssen.
Aún hoy se pelea por su devolución.
Museo: Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid (España)
Técnica: Óleo ( 81 x 65 cm.)
En el seno de una familia burguesa francesa e interesada
por el arte, unos padres le pagaron clases particulares de
pintura a sus dos hijas. El maestro de estas vio desde el principio su potencial y ya advirtió
a los progenitores que el arte puede llegar a regir el destino de sus dos hijas. Se trataban
de Berthe y Edma Morisot.
Estudiaron un año de la mano de Camille Corotcuya forma de captar la realidad a
través de luz y el color influyó con notoriedad en su obra. Además las introdujo en el plein-
air.
Con apenas 25 y 23 años respectivamente, Edmay Berthe expusieron en el Salón de
París (el deseo vital de Manet). Las muchachas siguieron exponiendo hasta que sus vidas
tomaron rumbos diferentes: Edma se casó y renunció a seguir pintando, mientras
que Berthe se unió a la ola de la vanguardia.
Mientras trabajaba como copista en el Louvre, un señor con barba se le acercó
pidiéndole si podría posar para él: era Édouard Manet. Morisot fue su modelo en decenas
de ocasiones y nació entre ellos dos una longeva y fructífera amistad. No solo eso, sino
que la pintora se enamoraría del hermano de su amigo, Eugène Manet, con quien se
casaría y tendría una hija, Julie.
Debido al estallido de la guerra franco-prusiana, Morisot y su familia pasaron casi dos
años viviendo con su hermana. Fue durante este período que asentó sus bases técnicas y
temáticas. Empezó a desarrollar una especie de nueva «taquigrafía visual» de pinceladas
cortas y rápidas para pintar lo que tenía delante, fueran objetos o personas. Plasmó el
movimiento y la caída de la luz trazando rayas discontinuas con la superficie del pincel,
rápidas líneas con la punta del mismo y rayando la pintura con el mango. Ninguno de sus
colegas impresionistas había trabajado de una manera tan experimental.
Berthe Morisot pintaba lo que veía. Le gustaba pintar al aire libre, pero debido a su
condición de mujer burguesa su margen estaba muy limitado pudiendo solo pintar en el
hogar o en parques durante el día. Incluso estaba vetada de las reuniones en el café
Guerbois. Aún así, ella entendía el impresionismo mejor que nadie. Al no tener permitida
la entrada en las escuelas, su pintura nunca estuvo impregnada del academicismo del que
se intentaban deshacer sus colegas. Su estilo era muchísimo más propio y auténtico que el
de cualquier otro pintor. Su familia fue su modelo predilecto, en especial su marido y su
hija, por ejemplo en La lectura o Eugène Manet y su hija en el jardín de Bougival.
Trabajó toda su vida, participó en todas las exposiciones impresionistas menos en
una (y fue porque acababa de nacer Julie), llevó el impresionismo a los Estados Unidos en
la American Art Association y llegó a vender más cuadros
que Monet, Sisley o Pisarro, logrando exponer individualmente.
Desgraciadamente, el sistema patriarcal no quería que una mujer recibiera el
reconocimiento que merecía y se quedó relegada a «artista femenina» por su temática
hogareña al igual que tantas compañeras como Mary Cassat o Eva Gonzalès.A día de hoy,
esta genia apodada La gran dama de la pintura continúa ignorada por la mayoría de
historiadores del arte.
Su obra más importante:

Ante el espejo (1876)


La mujer no aparece reflejada en el espejo, ni en el
arte.
Colección particular
Técnica: Óleo (55 x 46 cm.)

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