1 Funciones Del AT y Algo Mas Kuras y Resnizky
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Capítulo II
Abordajes múltiples. El lugar del acompañante terapéutico
Acompañamiento Terapéutico: Una experiencia intersubjetiva
Es en la “clínica del desvalimiento” donde anida el acompañamiento
terapéutico. Las patologías del desamparo lo alojaron desde el comienzo. En su
territorio, el de la indefensión humana, de perímetros borrosos en el inicio, se fue de
marcando escribiendo con nitidez creciente un espacio para el Acompañante
Terapéutico. Su dialecto fue construyendo su propia especificidad desplegando un
alfabeto inconcluso aún hoy.
Actualmente, de regreso de aquella Cruzada épica de los orígenes, persistimos
en el intento de darle al acompañante terapéutico la carta de ciudadanía que merece.
En el decurso zigzagueante de la praxis clínica fue definiendo una vocación una
vocación; entendida como bien dice Santiago kovadloff, “como aquello que nos elige.
Que dispone de nosotros que se nos impone”·1
La valoración subjetiva de la profesión ha cambiado. Rescribir y actualizar los
problemas y los alcances que plantea la integración del acompañante terapéutico en el
abordaje de paciente de difícil acceso, es un compromiso que nos sigue involucrando;
imprime a la tarea sentido y, a su vez, en tanto fundamentación conceptual, nos
expone a precisar y a revisar incesantemente el quehacer clínico.
De aquella experiencia ágrafa de los comienzos, el entretejido del trabajo
asistencial, la formación de acompañantes, junto con las supervisiones. grupos de
reflexión, jornadas congresos, “escribieron” proyectos, artículos y libros, de los cuales
éste aspira ser un nuevo aporte.
Posiblemente ya estemos en condiciones de recrear el concepto de
acompañante terapéutico, tallando con más rigor su singularidad.
1
Kovadloff, S. (1992) La nueva ignorancia. Buenos Aires: Rel.
2
Freud S. Sobre la iniciación del tratamiento. Nuevos consejos sobre la técnica psicoanalítica, en AE
El Equipo Terapéutico
Refiriéndose a los casos difíciles que ponen a prueba al profesional, dice André
Green, que tratamos de ser políglotas, pero nuestras fuerzas son limitadas. Para
comprender sus dialectos es necesario hablar varios idiomas. Dispositivos clínicos de
múltiple abordaje, son propuestas clínicas que se ofrecen buscando integrar las
diversas lenguas en un cuerpo de equipo. Nuestras limitadas fuerzas nos impulsaron en
1971 a trabajar en esta dirección, en un equipo especializado en las denominadas
3
Moscona, S.; Mauer, S.; Resnizky, S. (2002) Psicoanalistas. Un autorretrato imposible, Buenos Aires:
Lugar.
4
CETAMP: Centro de Estudio y Tratamiento de Abordaje Múltiple en Psiquiatría, dirigido por el Dr.
Eduardo Kalina.
5
Korin, Santiago: “Equipos Psicoterapéuticos para pacientes críticos”, Revista de Psicoanálisis,
Asociación Psicoanalítica Argentina, Buenos Aires.
3. AYUDAR A “REINVESTIR”
En virtud del grado de vulnerabilidad del show en la psicosis el acompañante
terapéutico Se ofrece a la manera de un organizador psíquico motor con combustible
capaz de intervenir operativamente y decidir por el paciente En aquellos órdenes
donde éste no es aún capaz de hacerlo por sí mismo ASUME por momentos funciones
que el show del paciente por estar comprometido y debilitado por enfermedad no
puede desarrollar la fragilidad extrema del paciente se manifiesta con frecuencia en
inadecuación y desajustes falta de dominio retracción Y hasta desinvestidura de
aspectos vitales que no pueden cargar por sí mismo.
6
Pugés, M. “Un cambio de posición: desde el otro lado del espejo”, en Eficacia clínica del
acompañamiento terapéutico. Buenos Aires: Polemos, 2002.
7
Idem
8
Idem
Deán Funes 163 – Piso 2 – Oficina 19 – Córdoba – Argentina 18
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acompañamiento.
Relata más adelante la analista de Augusta: “Tras muchas sesiones cortadas por
las marchas antes de la hora, y complicadas, donde el acompañante no sucumbe a sus
intentos de boicot, no la abandona a pesar de todo, no se asusta de su agresividad.
Augusta se va sintiendo más segura, más contenida y puede ir aceptando poco a poco
la relación, aunque su miedo al abandono aparece a cada situación de cambio.”9
Aún sin poder renunciar a aquel modo espectacular de posicionarse la relación,
algo en la calidad del encuentro se anuncia como diferente. Lo amenazador alterna con
momentos de sintonía, donde la paciente puede reconocer un esbozo de alteridad en
la experiencia emocional con su acompañante terapéutico.
La condición gemelar de Augusta parecía reforzar más aún la tendencia a
preservar la ilusión de que la completud narcisista es posible. Quizás por eso no
admitía moverse de aquella mesa del bar. Allí, ambas sentadas y enfrentadas podían
ser una. No cabían hasta entonces otros ángulos posibles, divisiones multifocales.
Augusta estaba algo confiada, pero necesitaba un estar sostenida por la mirada de su
acompañante terapéutico en forma constante y desde una sola perspectiva.
Sobre el final del trabajo, la autora citó una frase de la paciente, que podría
pensarse como una evidencia de haber accedido a un tercer momento en la evolución
del vínculo:
“Augusta sigue funcionando a nivel imaginario (…). Es muy difícil desmontar su
imaginario, introducir algo diferente, pierde los límites, se pierde. (…) La descoloca que
no sea como su hermana, como su madre, como sus amigas, que no la ataque, que no
abuse de ella, que no la rechace cuando ‘falla’. Eso la descoloca pero, poco a poco, le va
permitiendo encontrar otro lugar, un lugar de sujeto. En la despedida antes de las
vacaciones dice: ‘ESTOY MUY CONFUNDIDA, EL ESPEJO SE HA VUELTO HACIA MÍ Y NO
CONSIGO VERME’.”10
9
Idem
10
Idem
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Bibliografía
Freud S. (1913) Sobre la iniciación del tratamiento. Nuevos consejos sobre la
técnica psicoanalítica, en AE Tomo XII p. 620.
Greee, A. (1990) De locuras privadas, Buenos Aires: Amorrortu.
Hornstein, L. y otros (1991) Cuerpo, historia e interpretación. Buenos Aires:
Paidós.
Hornstein, L. (1993) Práctica psicoanalítica e historia, Buenos Aires: Paidós.
___ (2003) Intersubjetividad y clínica, Buenos Aires: Paidós.
Kalina, E. Kovadloff. S. (1991) El dualismo humano, Buenos Aires: Nueva Visión.
Korin, Santiago: “Equipos Psicoterapéuticos para pacientes críticos”, Revista de
Psicoanálisis, Asociación Psicoanalítica Argentina, Buenos Aires.
Kovadloff. S. (1992) La nueva ignoracia. Buenos Aires: Rel.
Kuras de Mauer, S.; Resnizky, S. (1985) Acompañantes terapéuticos y pacientes
psicóticos, Buenos Aires: Trieb.
Laplanche, J.; Pontalis, J. B. (1967) Vocabulaire de la psychanalyse, Paris: PUF
Manson, F.; Rossi, G,; y otros (2002) Eficacia clínica del acompañamiento
terapéutico, Buenos Aires: Polemos.
Moscona; S.; Mauer, S.; Resnizky, S. (2002) Psicoanalistas. Un autorretrato
imposible, Buenos Aires; Lugar.
Pugés, M. “Un cambio de posición: desde el otro lado del espejo”, en Eficacia
clínica del acompañamiento terapéutico. Buenos Aires: Polemos, 2002
Pulice G.; Rossi G (1994) Acompañamiento Terapéutico, Buenos Aires: Polemos.