Actividades Sobre El Teatro y La Leyenda Zarumeña "El Gallo de Don Jacinto"

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

ACTIVIDADES SOBRE EL TEATRO Y LA LEYENDA ZARUMEÑA “EL GALLO DE DON JACINTO”

● Realiza una lluvia de ideas en tu cuaderno para activar conocimientos previos basándose en
las siguientes preguntas:

¿Has asistido a una obra de teatro?

He observado obras de teatro callejero en el Internet.

¿Cuál es el origen del teatro? ¿Qué temas piensas que pueden tratar las obras de teatro?

El teatro nació en Atenas, entre los siglos V y VI antes de Cristo. Los Atenienses celebraban los
ritos en honor a Dionisio, Dios del vino y de la vegetación. Estas primitivas ceremonias rituales
acaban evolucionando hacia el teatro, constituyendo uno de los principales logros culturales de los
griegos. Cada una de las ciudades y colonias contó con un teatro.

¿Qué temas piensas que pueden tratar las obras de teatro?

Los principales temas que se tocan en las obras de teatro en la actualidad son:

Los diversos valores positivos y negativos como: la amistad, el amor, la generosidad, el respeto, la
confianza, la deshonestidad, la unión familiar,

Temas de interés social actual como: la sexualidad, la homosexualidad, el uso, el mal uso así como
también la evolución de las tecnologías , temas humorísticos, la diversidad de género, el
machismo, las relaciones tóxicas, el alcohol, las drogas

Temas tradicionales: Las tradiciones regionales y nacionales como también las de otras culturas,
las leyendas y mitos urbanos, el matrimonio.

● Observa un video de teatro callejero si te es posible o recuerda alguna expresión teatral que
hayas visto en algún lugar o festividad.
Teatro Eclipse Solar | - Grupo de Teatro Eclipse Solar - "Teatro de la Calle" (Quito - Ecuador)

● Reflexiona y responde en una hoja: ¿Crees que es posible realizar una representación teatral
con un solo actor?

Si es posible. Se lo hace mediante el monólogo que es un discurso que genera una sola persona,
dirigido tanto hacia un solo receptor como hacia varios receptores. El monólogo es un recurso
utilizado en todos los géneros literarios que puede encontrarse tanto en poesía, cuento,
periodismo, revistas, guiones, discusión, teatro, como en novelas.

● Escoge una leyenda de tu localidad.

EL GALLO DE DON JACINTO

Había que hacer varias paradas para llegar a aquel legendario barrio, pues la cuesta interminable
hacía sacar la lengua del cansancio, las extremidades inferiores se aflojaban mientras los pies
hacían crujir los guijarros. Por allí, en uno de esos laberintos zarumeños vivía don Jacinto, un
veterano con su anatomía especial, diríamos que era más flaco que gordo, de nariz aguileña y ralo
bigote, parecía un debilucho, sin embargo sus ímpetus sexuales eran de renombre.

Casado estaba don Jacinto con doña Cleotilde, una viejecita curuchupa y muy buena, pues aseaba
la casa, preparaba la comida, lavaba la ropa, complacía a don Jacinto y se daba tiempo para velar y
orar al Santísimo, en la colonial iglesia cercana…. Al templo iba todos los días con su manto negro
cubriendo sus cabellos encanecidos, con el viejo libro de oraciones y el escapulario desgastado por
el diario manoseo.

Cuentan que don Jacinto se portaba muy mal con su esposa, pues la castigaba continuamente, las
exigencias cada vez eran mayores y las burlas constantes por el fervor religioso de la viejecita; más
aún tenía este hombre en el camino de más arriba una “moza” con la que vivía en actitudes
frenéticas y a la que prodigaba toda clase de halagos.

La vecindad conocía estos pormenores y decía que algún día don Jacinto recibiría su castigo, no un
castigo humano sino un escarmiento demoníaco…..

Jacinto y Cleotilde, tenían en su propia casa un gallinero ubicado en la esquina del patio,
allí dormían placidas las gallinas junto con el grande y colorado gallo de don Jacinto, era el único
“macho” que orgullosos estaba de su harem.

Cierta madrugada se escucha un verdadero alboroto en el gallinero y “princesa” la


pequeña perrita de la casa, ladraba insistentemente. Se levantó el viejo. Abrió la ventana y el
viento frío y fuerte de la noche golpeó su rostro adormitado, sus párpados se separaron
ligeramente permitiendo una mejor visualidad. ¡Es el zorro!. En verdad un enorme zorro se llevaba
en su trompa a su querido y único gallo.

¡Ahora verás zorro hijo de p…..! refunfunió don Jacinto. Se colocó su pantalón y salió en
precipitada carrera persiguiendo al animal, “princesa” iba atrás jadeante y ladrando al
impertinente ladrón.
Llegaron al sitio dónde había un “chorro” de agua y desde allí se desvió por un camino
obscuro y funesto, con cañaverales y cafetos y árboles que parecían extraños fantasmas. El
veterano persiguió por dicho lugar al zorro que no aflojaba su presa, la pequeña perra, se le
prendió con sus dientes en la manga del pantalón como insinuándole que no vaya. El viejo se
encolerizó con el animal, pero después lo invadió cierto temor y pensó que la perra tenía razón,
pero antes lanzó una última ojeada y allí estaba el “zorro” mirándole de frente con sus ojos que
echaban chispas y sus colmillos grandes que brindaban terroríficos destellos. Se quedó atónito y
emprendió fugaz regreso con el corazón queriéndose salir de su pecho y la cabeza que parecía se
le agrandaba; “princesa” corría también gritando con el rabo entre las piernas.

Luego de contar lo sucedido a su esposa se acostó. A las cinco de la mañana con gran
sorpresa oye el conocido canto del gallo, sale a ver y allí estaba su querido y lindo gallo colorado.
Pensó don Jacinto que esto era una advertencia y que la noche anterior se abría librado de las
garras del demonio.

Después los vecinos vieron con sorpresa como don Jacinto acompañaba a doña Cleotilde
todos los días a orar en la Iglesia de San Francisco. Ahora era un hombre bueno, generoso y con
profunda fe cristiana.

● Plantea la siguiente problemática: ¿Qué modificaciones harías a la leyenda que escogiste para

presentarla en un teatro?

Le pondría como título:

UN ESCARMIENTO ENDEMONIACO

● Crea un guion basándote en una leyenda que escogiste y escribe en tu cuaderno.

PERSONAJES:

Don Jacinto, veterano con su anatomía especial, más flaco que gordo, de nariz aguileña y ralo
bigote, parece un debilucho, sin embargo, sus ímpetus sexuales son de renombre.

Doña Clotilde, una viejecita curuchupa y muy buena, pues asea la casa, prepara la comida, lava la
ropa, complace a don Jacinto y se da tiempo para velar y orar al Santísimo, en la colonial iglesia
cercana…. Al templo va todos los días con su manto negro cubriendo sus cabellos encanecidos, con
el viejo libro de oraciones y el escapulario desgastado por el diario manoseo.

Escena 1: Don Jacinto trata mal a su esposa, la castiga continuamente, se burla por el fervor
religioso de la viejecita; tiene una “moza” con la que vive actitudes frenéticas y a la que prodiga
toda clase de halagos.
La vecindad: conoce de estos pormenores y dice que algún día don Jacinto recibiría su castigo,
no un castigo humano sino un escarmiento demoníaco…..

Escena 2: Jacinto y Cleotilde, tienen en su propia casa un gallinero en la esquina del patio, allí
duermen placidas las gallinas junto con el grande y colorado gallo de don Jacinto, es el único
“macho” que orgullosos están de su harem.

Escena 3: Se escucha en la madrugada un verdadero alboroto en el gallinero y “princesa” la perrita


de la casa, ladra insistentemente. Se levanta el viejo. Abre la ventana y el viento frío y fuerte de la
noche golpea su rostro adormitado, sus párpados se separaran ligeramente permitiendo una
mejor visualidad.

Don Jacinto: Es el zorro!. Un zorro se lleva en su trompa a su querido y único gallo. ¡Ahora verás
zorro hijo de p…..! refunfunea don Jacinto. Se coloca su pantalón y sale en precipitada carrera
persiguiendo al animal, “princesa” va atrás ladrando al impertinente ladrón.

El veterano: persigue por dicho lugar al zorro que no afloja su presa, la pequeña perra, se le
prende con sus dientes en la manga del pantalón como insinuándole que no vaya. El viejo se
encoleriza con el animal, pero piensa que la perra tiene razón, antes lanza una última ojeada y allí
está el “zorro” mirándole de frente con sus ojos que echaban chispas y sus colmillos grandes
lanzando terroríficos destellos. Se queda atónito y emprende fugaz regreso con el corazón
queriéndose salir de su pecho y la cabeza que parecía se le agrandaba; “princesa” corría también
gritando con el rabo entre las piernas.

Don Jacinto: cuenta lo sucedido a su esposa y se acuesta. A las cinco de la mañana con gran
sorpresa se escucha el canto del gallo, sale a ver y allí está su querido y lindo gallo colorado. Piensa
don Jacinto que esto es una advertencia y que la noche anterior se abría librado de las garras del
demonio.

Los vecinos miran con sorpresa como don Jacinto acompaña a doña Cleotilde todos los días a orar
en la Iglesia de San Francisco. Ahora era un hombre bueno, generoso y con profunda fé cristiana.

También podría gustarte