El Liderazgo en El Siglo XXI
El Liderazgo en El Siglo XXI
El Liderazgo en El Siglo XXI
play
Descarga
Rating
8 Cualidades
Aplicable
Descriptivo
Ejemplos concretos
Reseña
El liderazgo que demanda este siglo pide cambiar paradigmas y rumbos. Jesus
Mari Iturrioz, economista y experto en coaching, describe con elocuencia y
ejemplos concretos cuáles son las características que las empresas requieren de los
líderes, los empleados y los clientes. El autor ofrece una perspectiva visionaria para
explicar cómo se construye un liderazgo y un modelo de negocio hacia el futuro.
Quizá la información podría perder vigencia, pues como él mismo señala, los
tiempos cambian vertiginosamente y las estrategias caducan. No obstante, el libro
es claro, generoso y accesible al ofrecer útiles herramientas y conceptos que guían
hacia el coaching exitoso mediante estrategias para impulsar a los líderes a
reinventarse. getAbstract considera que la extensa y detallada guía de Iturrioz
puede resultar de interés a ejecutivos y empresarios que deseen mejorar su
liderazgo.
Ideas fundamentales
El mayor desafío para las empresas del siglo XXI es lograr un servicio de
calidad para el cliente.
Lograr la satisfacción del cliente no es suficiente; solo una alta satisfacción
garantizará la permanencia.
Fijarse metas de clientes es igual de valioso que fijarse metas de mercado.
Conseguir mayores tasas de retención de clientes será proporcional al nivel
de satisfacción de los empleados.
La rentabilidad de una empresa dependerá del valor de sus empleados,
clientes y líderes frente a la competencia.
La lealtad que debe lograrse en los clientes no es solo sentimental, debe ser
conductual.
La innovación en las estrategias y la mejora de los servicios que se ofrecen es
importante para reinventarse.
Un coaching asertivo ayudará a gestionar de forma respetuosa y empática
las áreas de oportunidad de un líder, su equipo y su empresa.
Existen once conductas de un líder que se deben cuidar pues pueden llevar
al “descarrilamiento” de la empresa.
Un liderazgo sobresaliente requiere de ser valientes ante los cambios,
humanos en la gestión y curiosos frente a los riesgos.
Resumen
La importancia de los clientes
“La reflexión a la que te invito es la siguiente: en una escala del 0 al 10 ¿qué nota
le pones a cada miembro de tu equipo sobre su pasión por el cliente”.
En la actualidad los negocios se definen por sus clientes, pues en su permanencia y
en su elección está la base que sostiene a la empresa. Los retos implican que la
oferta hoy es superior a la demanda, que los compradores tienen muchas más
opciones que antes, están mejor informados para tomar sus decisiones de compra
y, por lo tanto, son más exigentes. Por ello, lograr cautivarlos cada vez resulta más
complicado. Hay que tener claro que alguien podrá intentar igualar un producto o
un servicio para competir en el mercado, pero la atención al cliente y el capital
humano con los que cuenta una empresa se convierten en algo que nadie puede
imitar.
“Son los clientes los que deciden qué es un negocio. Son los clientes los que con sus
decisiones incrementan o disminuyen las cuentas de resultados de las
organizaciones y determinan su posicionamiento en el mercado”.
Fijarse metas para conseguir más clientes puede ser igual de valioso que fijarse
metas de mercado; incluso puede ser menos costoso y más eficiente. Para
conseguirlas, es necesario generar confianza a través de cumplir las promesas en el
producto y los servicios. Así, la confianza de los clientes en una compañía hará que
sean leales a ella. La lealtad del cliente puede ser el indicador más importante para
lograr el éxito a largo plazo.
El coaching podría ser el motor que genere el cambio que necesita una empresa
para conseguir altos rendimientos, clientes altamente satisfechos y leales, así como
para lograr la gestión de un equipo fortalecido y comprometido dentro de la
organización. El coaching provee a los directivos y al personal la posibilidad de
reflexionar sobre las áreas de oportunidad que existen tanto en la forma de su
liderazgo como en el impacto de este al interior de su organización. Hacer uso de
esta herramienta y de sus técnicas impulsará a la empresa y a sus miembros a
obtener mejores resultados y por lo tanto a colocarse en una mejor posición
competitiva. Cuando el coaching forma parte de la estrategia hay dos mejoras: en
las metas de la empresa y en las personas o equipos que lograrán esas metas.
Definir el coaching
Aunque no hay una sola definición de coaching, existe un consenso entre autores
de que se trata de un método que se centra en potencializar las capacidades de los
líderes para obtener resultados más eficientes. Una de las grandes aportaciones
del coaching es que coloca y sopesa las expectativas en un lugar central; tanto las
expectativas de los directivos o líderes como las de los miembros del equipo. No
clarificar qué esperan los unos de los otros permite que los miedos y las
inseguridades jueguen en contra al momento de trabajar por objetivos comunes. La
ética se convierte en un bastión y sostén importante.
“Nuestra sociedad necesita que las empresas adopten una cultura más orientada
hacia las personas”.
El trabajo de un coach debe contemplar:
11. “Afán por agradar” – Querer ser popular y agradable todo el tiempo.
“Uno de los mayores desafíos que se plantea a las empresas en el siglo XXI es el
de proporcionar un servicio de calidad al cliente”.
Aunque estas características pueden ser nocivas para el liderazgo, tampoco se trata,
necesariamente, de eliminarlas por completo. El objetivo de un
buen coaching debe centrarse en asumir estos “descarriladores” y preguntarse qué
originan y por qué se originan, para moderarlos o moldearlos.
1. “Foco 1” – El líder 1 ayuda al líder 2 para dar mejor atención a su equipo.
Separar la realidad de las sensaciones es importante.
2. “Foco 2” – Evaluar las estrategias del líder 2. Analizar qué
implementaciones han sido positivas para el equipo y cuáles no.
4. “Foco 4” – Para ampliar las capacidades del líder 2, el líder 1 debe ver
cómo se reflejan sus actitudes en los miembros de su equipo. Lo que le pasa al
líder, le pasa a la organización.
3. “Valentía” – Los líderes deben mostrar valentía ante los cambios y las
nuevas ideas.
5. “Humildad” – Como líder debe reflexionar sobre los errores y las áreas de
oportunidad para fortalecerse.
“El énfasis tradicional ha estado en las ventas más que en construir relaciones”.
Los líderes deben ser valientes para innovar y generar cambios que sean
redituables. También deben mostrar humanidad y vocación de servicio en sus
relaciones dentro y fuera de la empresa. La verdad y la compasión deben ser parte
de sus valores centrales. La humildad facilita la introspección para reconocer
errores y fallas, y así trascenderlas. De esta manera los líderes del siglo XXI deben
saber reinventarse.
Sobre el autor
Jesus Mari Iturrioz es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad
Deusto, en donde también es profesor. Es especialista en coaching ejecutivo
y coach acreditado por la Ashridge Business School.