Sistema Linfatico e Inmunologico - Escamilla Pérez Andrea
Sistema Linfatico e Inmunologico - Escamilla Pérez Andrea
Sistema Linfatico e Inmunologico - Escamilla Pérez Andrea
SISTEMA LINFÁTICO E
INMUNOLOGICO
Alumna:
Andrea Escamilla Pérez
Profesora:
Elizabeth Sánchez Miranda
Materia:
Morfofisiología
Licenciatura:
Nutrición
Universidad ICEL
lOMoAR cPSD| 7996793
El sistema linfático está compuesto por un líquido llamado linfa, los vasos
denominados linfáticos, diversas estructuras y órganos formados por tejidos
linfáticos y la médula ósea roja, donde las células precursoras se diferencian a
distintos tipos de células sanguíneas, incluidos los linfocitos. Este sistema
permite circulación de los líquidos corporales y ayuda a defender al organismo
de aquellos agentes que provocan enfermedades. Como se verá en breve, la
mayor parte de los componentes del plasma sanguíneo se filtran a través de
las paredes capilares para formar el líquido intersticial. Una vez que el líquido
intersticial ingresa a los vasos linfáticos, se denomina linfa.
La principal diferencia entre el líquido intersticial y la linfa es su ubicación: el
líquido intersticial se ubica entre las células, mientras que la linfa lo hace en el
interior de los vasos y tejidos linfáticos.
Capilares linfáticos
Los capilares linfáticos tienen un diámetro ligeramente mayor que el de los
capilares sanguíneos y presentan una estructura única que le permite al líquido
intersticial ingresar en ellos, pero no retornar al espacio intersticial. Los
extremos de las células endoteliales que forman las paredes de los capilares
linfáticos se superponen. Cuando la presión del líquido intersticial supera a la
de la linfa, las células se separan levemente, como la apertura de una puerta
vaivén de un solo sentido, permitiendo que el líquido intersticial ingrese en
ellos. Cuando la presión en el interior de los capilares linfáticos aumenta, las
células endoteliales se adhieren más fuertemente entre sí, evitando la salida de
la linfa hacia el espacio intersticial. A medida que la linfa fluye a través de los
capilares linfáticos, la presión disminuye. Junto a los capilares linfáticos hay
filamentos de fijación compuestos por fibras elásticas. Se extienden por fuera
de las células endoteliales de los capilares linfáticos, manteniéndolos unidos a
los tejidos circundantes. Cuando se acumula líquido intersticial en exceso y se
produce edema tisular, los filamentos son fraccionados y hacen que las
brechas entre las células endoteliales de los capilares linfáticos sean más
grandes, de esta forma ingresa mayor cantidad de líquido a ellos.
En el intestino delgado, capilares linfáticos especializados llamados vasos
quilíferos transportan los líquidos provenientes d ela dieta hacia los vasos
linfáticos y en última instancia hacia la sangre. La presencia de lípidos hace
que la linfa drenada desde el intestino delgado tenga un aspecto blanquecino y
cremoso; esta linfa se denomina quilo. En los demás sectores, la linfa aparece
como un líquido pálido amarillento y claro.
Ganglios linfáticos
Aproximadamente 600 ganglios linfáticos cuya forma se asemeja a la de una
alubia, se localizan a lo largo de los vasos linfáticos. Éstos se distribuyen por
todo el cuerpo, tanto en la superficie como en la profundidad. Cerca de las
glándulas mamarias, axila e ingle, hay grandes grupos ganglionares.
Los ganglios linfáticos miden entre 1 y 25 mm de longitud y al igual que el timo,
se encuentran cubiertos por una densa cápsula de tejido conectivo denso que
se extiende hacia el interior del ganglio. Estas prolongaciones de la cápsula,
denominadas trabéculas, dividen al ganglio en compartimentos, actúan como
sostén y guían a los vasos sanguíneos que se dirigen hacia el interior del
ganglio. Por debajo de la cápsula se dispone una red de sostén formada por
fibras reticulares y fibroblastos. La cápsula, trabéculas, fibras reticulares y
fibroblastos constituyen el estroma del ganglio linfático. El parénquima (porción
funcional) ganglionar se divide en una zona superficial, la corteza, y una zona
profunda, la médula. La corteza, a su vez se encuentra formada por una
porción interna, y otra externa. En la zona cortical externa se encuentran
agregados ovoides de células B, llamados nódulos (folículos) linfáticos. Un
nódulo linfático formado en su mayor parte por linfocitos B recibe el nombre de
nódulo linfático primario. La mayoría de los nódulos linfáticos que encontramos
en la zona externa de la corteza corresponden a nódulos linfáticos secundarios,
los cuales surgen en respuesta a la estimulación antigénica y representan el
sitio donde se forman las células plasmáticas y los linfocitos B de memoria. Una
vez que las células B reconocen al antígeno en el nódulo linfático primario, éste
evoluciona a nódulo linfático secundario. La zona central del nódulo linfático
secundario consiste en una región de células claras, llamada centro germinal.
El centro germinal se compone de células B, células foliculares dendríticas (un
tipo especial de células dendríticas) y macrófagos. Cuando las células
foliculares dendríticas “presentan” al antígeno, las células B proliferan y se
diferencian a células plasmáticas productoras de anticuerpos o a células B de
memoria. Las células B de memoria persisten luego de la respuesta inmunitaria
inicial y “recuerdan” su encuentro inicial con un antígeno específico. Aquellas
células B que no se desarrollan en forma
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Bazo
Inflamación
La inflamación es una respuesta defensiva, inespecífica del organismo ante
una lesión tisular. Entre las causas que pueden producir inflamación podemos
mencionar a los gérmenes patógenos, las abrasiones, la irritación química, las
deformaciones o trastornos celulares y las temperaturas extremas. Los cuatro
signos y síntomas que caracterizan al proceso inflamatorio son: rubor, dolor,
calor y tumefacción. La inflamación puede también producir la pérdida de la
función del área afectada (por ejemplo la pérdida de la sensibilidad),
dependiendo del sitio y de la extensión de la lesión. La inflamación es un
intento de eliminar a los microorganismos, toxinas o sustancias extrañas
presentes en el sitio de lesión, impedir la diseminación hacia otros tejidos y
preparar al sitio de lesión para el proceso de reparación tisular en un intento de
restaurar a homeostasis del tejido afectado.
Debido a que la inflamación es uno de los mecanismos de respuesta
inespecífica, la respuesta de los tejidos a un corte es similar a la respuesta que
se dispara ante una quemadura, radiaciones o invasiones virales o bacterianas.
En cada caso, la repuesta inflamatoria consiste en tres pasos básicos:
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afectan algunos de los terminales nerviosos produciendo gran parte del dolor
asociado a la inflamación. Las prostaglandinas intensifican y prolongan el dolor
asociado a la inflamación. También puede atribuirse el dolor del aumento de
presión tisular provocado por el edema.
El incremento de la permeabilidad capilar deja escapar factores de la
coagulación hacia los tejidos. La cascada de la coagulación se pone en
marcha, y el fibrinógeno, en última instancia, se transforma en una malla
insoluble y grueso de fibrina, que contiene y atrapa a los microorganismos
invasores, evitando su diseminación.
Migración de los fagocitos. Dentro de la primera hora luego del inicio del
proceso inflamatorio, los fagocitos aparecen en escena. A medida que se
acumulan grandes cantidades de sangre, los neutrófilos comienzan a adherirse
a la superficie interna del endotelio vascular. Luego, los neutrófilos comienzan
a adherirse a la superficie interna del endotelio vascular. Luego, los neutrófilos
inician su migración a través de las paredes capilares para alcanzar el sitio de
lesión. Este proceso, llamado migración, depende de la quimiotaxis. Los
neutrófilos intentan llevar a cabo la destrucción de los microorganismos
invasores por medio de la fagocitosis. La médula ósea roja produce y libera
células adicionales, asegurando un aflujo constante de neutrófilos hacia el área
dada. Este incremento en el número de glóbulos blancos se conoce como
leucocitosis. Si bien los neutrófilos son las células que predominan en las
etapas iniciales de un procesos infeccioso éstos mueren rápidamente. A
medida que la respuesta inmunitaria progresa, los monocitos siguen a los
neutrófilos en su camino hacia el área afectada. Una vez en el tejido, los
monocitos se diferencian a macrófagos circulantes y aumentan la actividad
fagocítica de los macrófagos fijos presentes en el lugar. Fieles a su nombre, los
macrófagos son fagocitos de mayor potencia que los neutrófilos. Son lo
suficientemente grandes como para englobar restos tisulares lesionados,
neutrófilos viejos y microorganismos invasores.
Finalmente, los macrófagos también mueren. En pocos días se forma un
conjunto de fagocitos muertos y tejido dañado; esta colección de células
muertas y líquido se denomina pus. La formación de pus se observa en la
mayoría de los procesos inflamatorios y habitualmente continúa hasta que la
infección remite. En ocasiones, el pus alcanza la superficie corporal o drena en
alguna cavidad interna y disemina; otras veces persiste aun después de la
finalización del proceso infeccioso. En estos casos, la secreción purulenta se
elimina en forma gradual, reabsorbiéndose en el transcurso de días.
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Fiebre
La fiebre es la temperatura corporal anormalmente elevada, producto de la
reprogramación del termostato hipotalámico. Por lo general, tiene lugar durante
los procesos infecciosos e inflamatorios. Muchas toxinas bacterianas tienen la
capacidad de elevar la temperatura corporal a veces provocando la liberación
de citocinas productoras de fiebre como la interlecuina-1 de los macrófagos. La
elevación de la temperatura corporal potencia la acción de los interferones,
inhibe el crecimiento de algunos microbios e incrementa la velocidad de las
reacciones que contribuyen a la reparación de los tejidos.
Antes que las células T salgan del timo o que las células B dejen la médula
ósea, comienzan a sintetizar gran cantidad de proteínas específicas que se
insertan en sus membranas plasmáticas. Algunas de estas proteínas funcionan
como receptores
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mayor de los antígenos presenta varios epítopos, cada uno de los cuales
induce la producción de un anticuerpo en particular o activar una célula T
específica.
Los antígenos que sobreviven a los mecanismos de defensa inespecíficos en
general siguen uno de los tres caminos posibles dentro de los tejidos linfáticos:
1. La mayoría de los antígenos que ingresan al torrente sanguíneo (por
ejemplo, a través de algún vaso sanguíneo lesionado) quedan atrapados
a medida que circulan por el bazo.
2. Aquellos antígenos que penetran la piel e ingresan a los vasos linfáticos y
quedan alojados en los ganglios linfáticos.
3. Los antígenos que atraviesan las membranas mucosas quedan
atrapados en el tejido linfático asociado a las mucosas (MALT).
Naturaleza química de los antígenos
Los antígenos son moléculas grandes y complejas. Por lo general son
proteínas. Sin embargo, también actuar como antígenos los ácidos nucleicos,
lipoproteínas, glucoproteínas y ciertos polisacáridos de gran tamaño. Las
células T solo responden a antígenos proteicos; las células B, en cambio
responden a antígenos proteicos, ciertos lípidos, hidratos de carbono y ácidos
nucleicos. Los antígenos completos tienen por lo general elevado peso
molecular, de 10.000 o más daltons, aunque moléculas grandes compuestas
de unidades repetitivas simples –por ejemplo, celulosa y muchos plásticos- en
general no son antigénicas. De esta forma, los materiales plásticos pueden
utilizarse en válvulas cardiacas artificiales y prótesis articulares.
Una sustancia de menor peso, que presenta reactividad, pero carece de
inmunogenicidad, se denomina hapteno. Un hapteno puede estimular la
respuesta inmunitaria sólo si se presenta unido a una molécula transportadora
de mayor tamaño. Un ejemplo es la pequeña toxina lipídica de la hiedra
venenosa, la cual inicia una respuesta inmunitaria una vez que se une a
algunas proteínas del organismo. De igual manera, algunos fármacos, como la
penicilina, pueden combinarse con proteínas del organismo para formar
complejos inmunes. La respuesta inmune que se pone en marcha ante la
presencia de haptenos es responsable de algunas reacciones alérgicas hacia
ciertos fármacos y otras sustancias que se hallan presentes en el ambiente.
Como regula, los antígenos son sustancias extrañas; por lo general no son
partículas que formen parte de los tejidos corporales. Sin embargo, algunas
veces el sistema inmunitario falla en la distinción entre “amigos” (propio) y
“enemigos” (ajeno). El resultado es un trastorno autoinmune en el cual las
moléculas propias o las células se reconocen como extrañas y, por lo tanto,
son destruidas como tales.
Diversidad de los receptores antigénicos
Una característica sorprendente que representa el sistema inmunitario es la
capacidad de reconocer y ligar hasta mil millones de epítopos diferentes. Aún
antes de que se produzca el ingreso de un antígeno en particular, las células T
y células B capaces de reconocer dicho antígeno y responder ante él están
preparadas y esperando. Las células del sistema inmunitario pueden incluso
reconocer moléculas generadas artificialmente que no existen en la naturaleza.
Esta capacidad de reconocer tantos epítopos se basa en una igualmente amplia
variedad de receptores antigénicos presentes. Dado que las células humanas
contienen sólo alrededor de 35.000 genes.
La respuesta a este dilema resultó ser simple en cuanto a su concepto. La
variedad de receptores de las células B y las células T es el resultado de la
mezcla y del reacomodamiento de unos cientos de versiones de una gran
cantidad de segmentos
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Los antígenos extraños que se sintetizan en el interior de las células del cuerpo
se denominan antígenos endógenos. Tales antígenos pueden ser proteínas
virales generadas una vez que los virus infectan a las células utilizando la
maquinaria metabólica (biosintética) de la célula huésped o proteínas
anormales sintetizadas por células tumorales. Los fragmentos de los antígenos
endógenos se asocian a moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad,
en el interior de la célula infectada. El resultado es la formación de complejos
fragmento antigénico endógeno-CMH-I, los cuales se movilizan hacia la
membrana plasmática, donde se expresan en la superficie celular. La
participación de antígenos endógenos unidos a moléculas del CMH-I señaliza la
presencia de células infectadas que necesitan ayuda.
Citocinas
Tipos de células T
Células T de memoria
Las células T restantes de la proliferación clonal llevada a cabo por la respuesta
de inmunidad celular se denominan células T de memoria. Cuando un
patógeno reingresa en el organismo llevan el mismo antígeno que provocó la
respuesta inmunitaria pro primera vez, miles de células de memoria se
encuentran disponibles para comenzar una reacción mucho más veloz que la
producción durante la primera invasión. La segunda respuesta es, por lo general,
tan rápida y tan intensa que los patógenos son destruidos antes de que pueda
aparecer algún signo o síntoma.
Eliminación de invasores
Las células T citotóxicas, en la respuesta inmunológica mediada por células, se
comportan como verdaderos soldados que marchan hacia el frente de batalla
cuando se hacen presentes los invasores. Éstas abandonan los tejidos y
órganos linfáticos secundarios y migran en busca de las células diana
infectadas, células cancerosas y células provenientes de trasplantes, para su
destrucción. Las células T citotóxicas reconocen y se unen a las células diana.
Luego, las células T citotóxicas asistan el “golpe letal” que las elimina.
Las células T citotóxicas se encargan de la eliminación de cualquier célula del
organismo que se encuentre infectada, de manera muy similar a como lo hacen
las células NK. La diferencia principal entre ambas es que las células T
citotóxicas tienen receptores específicos para un microorganismo en particular,
de manera tal que son capaces de eliminar sólo a aquellas células diana
infectadas con un tipo en particular de microorganismos; por su parte, las
células NK son capaces de destruir una amplia variedad de células del
organismo infectadas por microbios. Las células T citotóxicas tienen dos
mecanismos principales por los cuales eliminan a las células infectadas.
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Vigilancia inmunitaria
Cuando una célula normal se transforma en una célula cancerosa, a menudo
expone moléculas nuevas en su superficie denominadas antígenos
tumorales. Estas moléculas raramente, si es que lo hacen alguna vez, se
expresan en la superficie de las células normales. Si el sistema inmunológico
reconoce un antígeno tumoral como ajeno (extraño), puede entonces, destruir a
aquellas células cancerosas portadoras de dicho antígeno. Tal respuesta
inmunológica se conoce como vigilancia inmunitaria, y es llevada a cabo por
los linfocitos T citotóxicos, macrófagos y células NK. La vigilancia inmunitaria
es más eficaz en la eliminación de células tumorales transformadas por acción
de virus oncogénicos. Es por esta razón que los pacientes receptores de
trasplantes, bajo tratamiento con fármacos inmunosupresores para impedir el
rechazo de trasplantes, presentan mayor incidencia de cánceres inducidos por
virus. El riesgo de padecer cánceres de otros tipos no se ve incrementado.
Anticuerpos
Memoria inmunológica
El sello de las respuestas inmunológicas es la memoria inmunológica para
antígeno específico que iniciaron una respuesta inmunitaria en el pasado. La
memoria inmunológica se debe a la presencia, durante un periodo prolongado
de tiempo, de anticuerpos y linfocitos de vida larga, que emergen durante la
proliferación y diferenciación de las células B y T, ante el contacto con el
antígeno.
Las respuestas inmunitarias, ya sean medidas por célula so por anticuerpos, se
desarrollan más rápidamente y con mayor intensidad después de la segunda
exposición u otra posterior con un antígeno dado, que en la exposición
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CONCLUSIÓN:
Los capilares linfáticos son vasos microscopios formados por una capa
simple de células endoteliales que se ponen una de otras, se diferencian
de los sanguíneas en que comienzan en los tejidos, tienen un extremo
ciego y sus paredes son más permeables, lo que permite el paso de las
moléculas de mayor tamaño como proteínas y resto de la célula.
BIBLIOGRAFIA
https://www.visiblebody.com/es/learn/lymphatic/lymphatic-system
https://kidshealth.org/es/teens/spleen-esp.html