Los Hijos de Dios en Genesis
Los Hijos de Dios en Genesis
Los Hijos de Dios en Genesis
Sabemos por la palabra de Dios que ésta imagen no es física pues Dios no
tiene un cuerpo (“Dios es Espíritu...” Juan 4:24), por lo cual esta semejanza
debe ser respecto al alma. Esta imagen y semejanza se deformó cuando el
hombre cometió pecado (1 Cor 15:49 y Col 3:5). Gracias al sacrificio de Cristo
en la cruz del calvario, Dios restaura esa semejanza con El (2 Cor 5:17 y Ecl
3:15). Siendo así, se pueden identificar ciertas características de esa imagen
como son:
1. Sabiduría Job 12:16 y Pr 2:6
2. Verdad Deu 32:4 y Jn 14:17
3. Fidelidad 1 Co 1:9 y Ap 2:10
4. Santidad 1 Pe 1:16 y Heb 2:11
5. Justicia Sal 11:7 y Ro 8:33
6. Paciencia 2 Pe 3:9 y Gal 5:22
7. Amor 1 Jn 4:8 y Jn 17:26
8. Bondad Sal 119:68 y Sal 23:6
9. Misericordia Ex 34:6 y Lc 6:36
2.- La segunda, más lógica desde el punto de vista del creyente, afirma que los
“hijos de Dios” eran la descendencia de Set que invocaba el nombre de
Jehová: “Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces
los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.” (Génesis 4:26)
mientras que las “hijas de los hombres” eran la descendencia de Caín.
Sea como fuere lo importante del pasaje es la corrupción que había en aquellos
días, semejante a la que hay en la actualidad y por la cual nuestro Señor
Jesucristo juzgará a la tierra después de arrebatar a su iglesia y de la
resurrección de los santos:
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
(Mateo 24:37)
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos,
que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron.
(1 Tesalonicenses 4:15)
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual
huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los
muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos,
y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
(Apocalipsis 20:11-12)