Comunicación Niños TEA

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En nuestra práctica diaria con las familias de niños que presentan

características del TEA, nos encontrarnos con estas mismas preocupaciones


e interrogantes: “¿Hablará mi hijo?”, “¿Cuándo lo hará?”, “ya tiene dos
años y aún no habla".
En los TEA, muchos niños evidencian ausencia del lenguaje o el uso
inadecuado de éste. Por ello, en la actualidad, los tratamientos ofrecen
diferentes métodos para que los niños logren comunicarse y así puedan
expresar sus necesidades e intereses, de una manera más funcional, lo que
conllevaría a que interactúen eficientemente en su entorno.  Estos
programas pueden y deben utilizarse desde edades tempranas. Además, la
evidencia científica reconoce que, con apoyos de una imagen o un gesto, se
convierten en sistemas alternativos y/o aumentativos de comunicación que
generan un valioso desarrollo en el niño.
Uno de estos programas se basa en el empleo de signos y palabras de
manera simultánea: Comunicación Total-Habla Signada, que requiere de
entrenamiento, tanto para el niño como para su familia y la comunidad
educativa en general, de manera que se garantice la generalización de
aprendizajes, la comunicación y la comprensión del entorno.
Por otro lado, con el sistema de comunicación por intercambio de imágenes
(PECS), el niño sería capaz de expresar sus necesidades. Este sistema
requiere también de entrenamiento para la familia y para todo el entorno,
pues cuantas más personas estén involucradas, más oportunidades de
comunicación e interacción tendría el niño.
Si bien la preocupación de muchos padres es que su niño empiece a hablar,
es muy importante, previo al logro de esta habilidad, desarrollar la
COMUNICACIÓN. Aunque se suele pensar que el hablar y comunicar son
lo mismo, en realidad la comunicación abarca mucho más que solamente el
habla. En efecto, antes de las primeras palabras, los bebés desarrollan
diversas formas para comunicarse, como el contacto visual, la expresión
facial, los gestos, las posturas, los sonidos vocales, etc. Por lo tanto, los
niños, antes de comenzar a expresarse, necesitan ser hábiles en la
comunicación no verbal. Es por esto que es tan importante estimular el uso
de gestos naturales y luego convencionales, para que finalmente se dé paso
al lenguaje verbal.
Mencionamos, a continuación, algunas recomendaciones para desarrollar la
comunicación en niños con TEA:
- Estén atentos a su lenguaje corporal: Su hijo siempre está comunicando;
si bien es cierto no lo hace con palabras, sí lo hace con gestos, miradas,
evasiones, etc. Los padres necesitan estar atentos a qué es lo que le gusta,
lo que le desagrada, con qué juega más, de qué se aleja, qué expresiones
pone en qué momento, etc. Esto les será útil para poder enseñarle, con
palabras simples, lo que está haciendo o pidiendo; por ejemplo, al
reconocer su necesidad decirles: “quiero pan”, “qo quiero”, “quiero
leche”, etc.
- Eviten realizar preguntas como ¿Qué quieres?, ¿Cómo se pide?, ¿Qué se
dice?, reemplacen estas preguntas por frases en primera persona: “Quiero
agua”.
- Conviértanse en comentaristas: al momento de jugar juntos, será
importante comentar lo que va sucediendo o lo que hace su hijo. Por
ejemplo, cuando estén jugando con los carritos, pueden hacer sonidos
llamativos “ruummm”, “tititi”; o mencionar lo que va
sucediendo “¡Chocaron!”, “va rápido”. Así ayudarán a sus hijos a asociar
las acciones y situaciones con los sonidos y palabras.
- Busquen la imitación: la gran mayoría de nuestros aprendizajes se dan por
imitación, por eso es muy importante enseñar a los niños a imitar. Para
esto, pueden hacer rutinas de canciones con gestos y sonidos repetitivos.
Algunas canciones que se prestan para este tipo de actividades son, por
ejemplo: “Si estás feliz aplaude así”, “Las ruedas del autobús”, “Incy wincy
araña”. Es necesario practicar la misma canción con los mismos gestos
varias veces para que su hijo pueda aprenderla y luego hacer las mismas
acciones. Luego podrán hacer pausas en momentos clave de la canción,
esperando con expectativa que el pequeño complete el gesto o el sonido
que viene a continuación.
- Enséñenle algunos gestos: todos los días utilizamos gestos para
comunicarnos, siendo uno de los más importantes el de señalar. Observen a
donde dirige la mirada su hijo y ayúdenlo a llevar en esa dirección su dedo
índice estirado; así el niño estará señalando el objeto a la vez que el adulto
dice el nombre del objeto. Cuando su hijo descubra el poder de señalar
¡será por fin capaz de pedir lo que necesita!, esto repercutirá en un mejor
estado de ánimo y mejoras en su conducta. También pueden enseñarle otros
gestos importantes como el de “dame”, “hola”, “chau”, “ven”, etc. No nos
desanimemos, la constancia hará que su niño, poco a poco, comprenda cada
uno de los gestos.
- Oriéntelo a pedir ayuda: es importante que su hijo pueda pedir ayuda
cuando lo necesite, de ese modo se reducirán las conductas negativas como
berrinches. Si el niño está tratando de hacer algo que no puede por ejemplo
abrir un envase donde están sus juguetes, el adulto estirará la mano en
gesto de “dame”, esperando que el niño ponga el objeto en su mano y dirá
“ayuda” - no con el afán que repita esta expresión, sino que vaya
comprendiendo su significado- inmediatamente abrirá el envase y se lo
dará de vuelta al niño. Practiquen esto en varias ocasiones hasta que su hijo
los busque por sí solo para pedir ayuda. Esto es, específicamente,
comunicación social.
- Hagan menos para que ellos hagan más: Frente a algo de su interés, es
mejor mostrar el objeto antes que dárselo; de este modo, el niño se verá en
la necesidad de hacer un gesto, una mirada o una vocalización. Preste
atención a estas acciones que pueden ser un acto de comunicación,
finalmente entregue el objeto aecompañado por un gesto que represente a
dicho objeto y su nombre para que el niño pueda ir asociando el gesto y la
expresión con el objeto.
Si queremos tener éxito, es importante que practiquemos lo más posible, y
en todo momento, cada estrategia. Recuerde que el apoyo terapéutico
especializado es muy importante en este largo camino de aprendizaje, pero
el refuerzo en casa es insustituible.
 
Bibliografía
- Rogers S.J. y Dawson G. (2017). Modelo Denver de atención temprana
para niños pequeños con autismo. Autismo Ávila.
- Rugieri V. y Cuesta J.L (Comps.) (2017). Autismo, cómo intervenir,
desde la infancia a la vida adulta. Paidós.

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