Fernandez Arellano MJ

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Monografía: Rehabilitación precoz en los pacientes


intervenidos de fractura de cadera

Septiembre
Monograph: Early rehabilitation in patients 2014
undergoing
surgery for hip fracture

ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERÍA TRABAJO FIN DE GRADO


CASA DE SALUD VALDECILLA

AUTORA: María Jesús Fernández Arellano.


TUTORA: Aroa Delgado Uría.
Septiembre 2014 1
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

ÍNDICE

1. Resumen .......................................................................................................................... 3

2. Introducción ..................................................................................................................... 4

2.1 Objetivos ................................................................................................................... 4


2.2 Metodología .............................................................................................................. 5
2.3 Estructura del trabajo ................................................................................................ 6

3. Capítulo 1: Epidemiología ................................................................................................. 7

4. Capítulo 2: Generalidades .............................................................................................. 10

4.1 Anatomía de la cadera ................................................................................................ 10


4.2 Concepto y etiología ................................................................................................... 11
4.3 Factores de Riesgo de sufrir una caída ........................................................................ 11
4.4 Clínica de la fractura .................................................................................................... 14
4.5 Clasificación de las fracturas de cadera ........................................................................ 15
4.6 Diagnóstico ................................................................................................................. 19
4.7 Tratamiento ................................................................................................................ 19

5.Capítulo 3: Complicaciones de las fracturas de cadera ..................................................... 23

6.Capítulo 4: Rehabilitación precoz .................................................................................... 25

7.Capítulo 5: Prevención de caídas ..................................................................................... 28

8.Conclusiones ................................................................................................................... 31

9.Referencias bibliográficas ................................................................................................ 32

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

1. RESUMEN

Debido al envejecimiento de la población, se estima que a nivel mundial la


incidencia de fractura de cadera aumente desde 1.700.000 casos ocurridos sobre 1990,
hasta 6.300.000 en 2050. Por ello, es considerada la epidemia del siglo XXI,
representando un problema de gran importancia sanitaria y socioeconómica, tanto por
su elevada frecuencia y gasto como por la morbi-mortalidad y carga social que genera.

La puesta en marcha de un tratamiento inmediato y una rehabilitación precoz


eficaz, será imprescindible para lograr una recuperación óptima y conseguir el regreso
al estado funcional previo. Así mismo, será necesario un trabajo en común por parte de
un equipo multidisciplinar que tenga como meta la reincorporación del paciente a las
actividades básicas de la vida diaria (ABVD), en el menor tiempo posible y con las
mínimas consecuencias.

Conocer cuales son los factores de riesgo que influyen en esta patología o
saber identificar a los ancianos frágiles, son estrategias necesarias para poner en
marcha programas de prevención efectivos. La enfermería juega un papel importante
en todo este proceso, ya que está presente en cada una de las etapas del mismo y ha
de intentar gestionar adecuadamente los medios disponibles para proporcionar una
atención integral y multidisciplinar.

Palabras clave: Fractura de cadera, Anciano, Ambulación Precoz, Rehabilitación,


Factores de riesgo.

ABSTRACT
Due to the aging of the population, estimates show that the incident of “hip
fracture” worldwide will increase from 1.700.000 cases happened on 1990, up to
6.300.000 in 2050. For that reason, it is considered to be 21st century epidemy,
representing a problem of increasing health impact and economic costs, both, for its
high frequency and for the morbi-mortality and social burden that it generates.

The implementation of an immediate treatment and an early effective


rehabilitation will be a key factor to achieve an ideal recovery and to obtain the return
to the functional previous condition. Additionally, some extra-work will be necessarily
done by a multidisciplinary team to achieve the goal of getting the patient back to the
basic activities of the daily life (ABVD) as soon as possible and with the minimal
consequences health wise.

Know which are the risk factors that affect this pathology or to be able to
identify the fragile elderly people are necessary strategies to start effective prevention
programs. The infirmary plays an important role in all this process since it is present in
each and every stage of it and should try to manage adequately the available means to
provide an integral and multidisciplinary attention.

Keys words: Hip Fracture, Elderly, Early Ambulation, Rehabilitation, Risk Factors.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

2. INTRODUCCIÓN

Hoy en día, la población está sufriendo un progresivo envejecimiento. En


España, la población de más de 65 años se ha incrementado considerablemente en los
últimos años, pasando de un 14,92% en 1997 a un 16,62% en 2008. Las causas que lo
justifican son la reducción de la tasa de mortalidad, la mejora de las condiciones de
vida y un descenso gradual de la tasa de natalidad (1).Todo ello favorece el aumento de
la incidencia de fracturas de cadera, considerándose éstas una de las lesiones más
frecuentes y potencialmente devastadoras en este grupo de población (2).

Aproximadamente el 90% de los casos ocurren en personas mayores de 64


años y teniendo en cuenta las tendencias demográficas, es de prever un aumento del
número de fracturas de cadera en los próximos años (3). A escala mundial en 1990 la
incidencia se estimaba en 1.700.000 casos y se considera que en 2050 alcanzará la cifra
de 6.300.000 casos (4).

Las fracturas del extremo proximal del fémur en los ancianos, son un episodio
más del declinar fisiológico asociado al envejecimiento, encontrándose por ésta razón
en la inmensa mayoría de estos pacientes, una patología asociada de carácter
sistémico. La presencia de éste elevado grado de co-morbilidad, aumenta el riesgo de
mortalidad de estas fracturas. Es por ello, que representan un problema de gran
importancia sanitaria y socioeconómica, tanto por su elevada frecuencia y por el gasto
que generan como por la morbi mortalidad y carga social que ocasionan.

En la actualidad, la atención a los pacientes con fractura de cadera debe


contemplarse bajo un punto de vista multidisciplinario, ya que ésta atención no queda
reducida solamente al tratamiento local de la fractura (que básicamente a de ser
quirúrgica ), sino también a todas las actuaciones que hay que realizar desde el mismo
momento de la caída y que comprenden las llevadas a cabo durante las fases de
emergencia y urgencia, pasando por el tratamiento médico de la fase aguda, la
recuperación funcional y los cuidados continuados y de rehabilitación, tanto
hospitalaria como a domicilio y en los diferentes centros socio-sanitarios.

Por otra parte, existe un interés justificado por la prevención de las fracturas,
sobre todo las osteoporóticas. Esto ha supuesto que se hayan desarrollado estrategias
preventivas farmacológicas y no farmacológicas que son motivo de permanente debate
(4).

También, resulta importante destacar que el inicio de una rehabilitación


precoz, posterior a la cirugía, en éstos pacientes, constituye el eje principal para lograr
la incorporación a las actividades de su vida diaria en el menor tiempo posible y con la
menor pérdida de su funcionalidad respecto al estado previo de salud.

2.1. OBJETIVOS
 Objetivo Principal:

Identificar la importancia terapéutica de la rehabilitación temprana en


pacientes intervenidos de cirugía de cadera para conseguir un nivel funcional óptimo,
evitando así la dependencia en sus actividades de la vida diaria.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 Objetivos específicos:
 Conocer el impacto de las fracturas de cadera en personas mayores de 60
años.
 Identificar los factores de riesgo a sufrir una fractura de cadera.
 Describir las complicaciones más comunes en las fracturas de cadera.
 Describir los factores que influyen para iniciar la rehabilitación precoz y
las técnicas más utilizadas hoy en día.
 Enumerar y describir las intervenciones de Educación para la Salud más
importantes para la prevención de las caídas.

2.2. METODOLOGÍA
Se ha realizado un estudio de carácter descriptivo, basado en la revisión
bibliográfica de la literatura consultada en revistas científicas, libros y páginas webs
oficiales, publicadas en los últimos 10 años, excepto alguno de ellos que son anteriores,
pero dado su relevancia, se ha considerado necesario incluirlos en la elaboración de
este trabajo, descartando aquellos que no estuvieran escritos en inglés o español.

Para la búsqueda de la información fueron consultadas las diferentes bases de


datos según los seminarios recibidos durante el curso de Grado, las bases de búsqueda
han sido las suscritas por la Universidad de Cantabria y la Biblioteca Virtual del
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, biblioteca Marquesa de Pelayo, de
acceso al personal que allí trabaja, como es mi caso. Las bases más utilizadas han sido:
Google Académico, Cuiden y Cuiden Plus, Crochrane Library Plus, Dialnet y UpToDate.

También se han utilizado revistas electrónicas como: Fisterra, Elsevier, Scielo y


Evidentia, así como bibliografía gris.

Los términos Desc/ Mesh utilizados han sido: Fractura de cadera/ Hip Fracture,
Anciano/ Elderly, Ambulación precoz/ Early Ambulation , Rehabilitación/Rehabilitation
y Factores de Riesgo/ Risk Factors. Todos ellos combinados según el operador boleano
AND.

Para manejar las diferentes búsquedas he utilizado el gestor de referencias


“Refworks”, siguiendo las normas de Vancouver.

He elegido este tema no sólo por trabajar en una unidad de traumatología, sino
por la importancia que supone esta patología en cuanto a la repercusión e impacto
social que produce, gasto sanitario, cantidad de población afectada y recursos que
debemos utilizar. Como enfermera receptora de estos pacientes, estoy interesada en
saber cómo podemos mejorar, avanzar y lograr mejores resultados, dando así mejor
servicio a nuestra población anciana. También creí que me iba a ser fácil recopilar
información actual, puesto que contaba con profesionales de confianza expertos en el
tema para preguntar, y partía de algo de conocimiento y experiencia. Sin embargo, no
ha sido así; me ha sorprendido que los numerosísimos artículos encontrados
relacionados con el tema elegido no sean de fechas recientes. Dada la gran evolución
que ha sufrido la atención sanitaria pensé que este tipo de investigación” iba a estar
más al día”. A pesar de ello, me ha resultado instructiva y muy interesante,
aprendiendo a tener otra perspectiva sobre el tema.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

2.3. ESTRUCTURA DEL TRABAJO


El trabajo está desarrollado de la siguiente manera:

 Capítulo 1. Epidemiología: en él se destaca el impacto de esta patología en la


sociedad actual y cuales son las previsiones en futuros años. Advierte de su
repercusión en la calidad de vida de los pacientes afectados, disminuyendo sus
capacidades vitales.

 Capítulo 2. Generalidades: se abordan aspectos generales de la patología de la


cadera, incluyendo repaso anatómico, definición y etiología, factores de riesgo,
clínica, clasificación, así como métodos diagnósticos y distintas posibilidades de
tratamiento.

 Capítulo 3. Complicaciones: aborda las complicaciones más habituales de las


fracturas de cadera que pueden surgir tras la cirugía, así como la labor enfermera
para detectar y corregir a tiempo dichas complicaciones.

 Capítulo 4. Rehabilitación precoz: en él se destaca la importancia de comenzar una


rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera y el
papel que los profesionales de enfermería juegan a este respecto, para conseguir
una reincorporación a las actividades de la vida diaria en sus mejores condiciones.

 Capítulo 5.Prevención de la patología: aborda la importancia de la prevención,


haciendo especial hincapié en todos los aspectos relacionados con la Educación
Sanitaria.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

3. CAPÍTULO 1: EPIDEMIOLOGÍA

Alrededor del 5% de las mujeres de más de 65 años ha sufrido una fractura de


cadera. En España, según un estudio recogido durante los años 1996-1999, la edad
media fue de 82,7 años con una mayor prevalencia de mujeres (78%) respecto a
hombres (22%). El aumento de la población de riesgo en España en los últimos 30 años
presenta un futuro preocupante (Tabla 1) (4).

Tabla 1.: Aumento de la población de riesgo en los últimos 30 años.

Población > 75-80 > 80 años


1970 926.000 188.000
1990 1.684.000 429.000
2000 1.979.000 534.000
2010 2.308.000 631.000

Fuente: Guía de buena práctica clínica en Geriatría: Anciano afecto de fractura de cadera.

Según datos recogidos del Ministerio de Sanidad y Política Social, entre los
años 1997-2008, el número de hospitalizaciones por fractura de cadera que se produjo
en nuestro país aumentó de forma continua. En términos absolutos, pasaron de 34.876
a 47.308, lo que supuso un aumento del 35,65%, con un crecimiento interanual de
2,81%. La incidencia para 2008 fue de 103,76 por 100.000 habitantes, un 17,77% más
que la registrada en el año 1997 (Figura 1).

Figura 1.Número de hospitalizaciones por fractura de cadera en el periodo


1997-2008.

Fuente: Elaboración a partir de los datos obtenidos del CMBD (Conjunto mínimo básico de datos) y del INE
(Instituto Nacional de Estadística).

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

La población mayor de 65 años concentró entre el 89% y 92% del total de las
fracturas de cadera. La mayor incidencia de la lesión se registró en el grupo de edad de
75 años y más (Figura 2).

Figura 2.Casos de hospitalización por fractura de cadera por grupos de edad.

Fuente: Elaborada a partir de datos obtenidos del CMBD y del INE.

La distribución por sexo mantiene una proporción de tres mujeres por cada
varón, debido a dos factores: la mayor incidencia de osteoporosis y una mayor
supervivencia de la mujer frente al varón (Figura 3) (5).

Figura 3.Tasa por 100.000 habitantes de pacientes atendidos por fractura de


cadera.

Fuente: Elaborada a partir de datos obtenidos del CMBD y del INE

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Algunos otros factores, ponen de manifiesto diferencias en la incidencia, como


la raza, siendo más baja la incidencia en las razas asiáticas y negras. En la raza blanca se
observa un mayor predominio de fracturas en la zona nórdica. Estas variaciones
podrían deberse a diferencias en la masa ósea y en la frecuencia en las caídas (2,6).

También se pone de manifiesto la estacionalidad, ya que se observa un


aumento de las fracturas en invierno frente a la disminución en épocas estivales; en
Canarias, la incidencia es menos de la mitad que en el resto de España (3,7). El hábitat,
refleja una mayor incidencia en el ámbito urbano que en el rural, quizá relacionado con
una mayor actividad física de la población de las ciudades, así como mayor incidencia
en personas que viven en centros sociosanitarios respecto a los que viven en sus
domicilios (5,8).

Aunque la mayoría de los estudios dejan constancia de diferencias en todos


estos aspectos anteriormente señalados, no se ha podido comprobar fehacientemente
estos resultados como para asegurar con rotundidad las diferencias.

La mortalidad de esta patología es uno de los aspectos más dramáticos, ya que


en los diferentes estudios efectuados se observa una incidencia en la fase aguda,
considerada como la que se produce durante el primer mes tras la fractura, de entre
5,6% y 8,3%,( más frecuente en varones), debido sobre todo a complicaciones agudas
como procesos tromboembólicos, cardiovasculares o infecciosos. Al cabo de un año
tras producirse la fractura, la incidencia asciende a valores cercanos al 30% (Figura 4)
(3,5).

Figura 4. Tasa de mortalidad de pacientes hospitalizados por fractura de


cadera.

Fuente: Elaboración a partir de datos obtenidos del CMBD {{ministerio de sanidad….}}.

Se calcula que el 50% de los pacientes afectados por fractura de cadera no


recuperará la capacidad funcional previa a la fractura, y un 20% necesitará ayuda
durante largos períodos. La consecuencia es una persona incapacitada, que precisa
cuidados más o menos intensos para una supervivencia de difícil solución; a esto se
suma la falta de ayuda familiar condicionada por el cambio social de la estructura
familiar (4).

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

4. CAPÍTULO 2: GENERALIDADES

4.1. ANATOMÍA DE LA CADERA


La articulación de la cadera, también llamada coxo-femoral, es el resultado de
la articulación de la cabeza esferoidal del fémur con el acetábulo del hueso coxal. Así
mismo, el hueso coxal está formado por el ilion, isquion y pubis; la unión de los dos
coxales da lugar a la pelvis ósea (Figura 5).

Figura 5. Anatomía de la cadera

Fuente: www.neorunningteam.com.ar

Son muchos los requerimientos mecánicos de esta articulación: tiene que ser
capaz de soportar todo el peso del cuerpo, tanto en bipedestación como sobre un pie,
pero también ha de ser el vehículo de transmisión de fuerzas sobre el fémur que
supone varias veces el peso del cuerpo en el movimiento del tronco sobre el fémur, tal
como ocurre durante la marcha y la carrera; por tanto, la articulación tiene que poseer
gran fortaleza y estabilidad.

Esta articulación se clasifica como enartrosis de tipo diartrosis y se caracteriza


porque las dos superficies articulares que intervienen son esféricas o casi esféricas, una
cóncava y otra convexa, permitiendo una gran movilidad. Es tri-axial, permitiendo tres
tipos de movimientos:

 Flexión y extensión alrededor de un eje transversal.


 Abducción y aducción (separación y aproximación) alrededor de un eje antero-
posterior.
 Rotación medial y lateral (interna y externa) alrededor de un eje vertical.
Todos los ejes pasan a través de la cabeza del fémur.

Está inervada por le plexo lumbar, mediante ramas de los nervios femoral y
obturador y por el plexo sacro, mediante ramas del nervio glúteo superior y cuadrado
femoral.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

La articulación de la cadera recibe sangre de ramas circunflejas de la arteria


femoral. Recibe también contribución de pequeñas arterias a la cabeza del fémur
provenientes de la arteria obturatriz. Esta última, es importante para
prevenir isquemia de la cabeza del fémur en ciertos casos cuando el flujo sanguíneo de
parte de la arteria femoral se interrumpe, como en el caso de una fractura de la cabeza
del fémur (9).

4.2. CONCEPTO
La fractura de cadera se define como la pérdida de solución de continuidad
ósea a nivel del extremo proximal del fémur. Se consideran como tal, todas aquellas
que se producen desde la cabeza del fémur hasta aproximadamente 5 cm distalmente
al trocánter menor (10).

4.3. FACTORES DE RIESGO DE SUFRIR UNA CAÍDA


Los dos grandes factores que contribuyen a la alta incidencia de las fracturas de
cadera son: la osteoporosis y las caídas a pie plano. La osteoporosis, se propugna como
la causa fundamental, definida como un enfermedad sistémica caracterizada por una
masa ósea disminuida en función de la edad y del sexo del individuo, con alteración de
la micro-arquitectura de los huesos, lo que confiere un aumento de la fragilidad ósea y
una mayor facilidad para la aparición de fracturas. Existe una alteración de la
resistencia ósea que predispone a la persona a un mayor riesgo de fractura. A mayor
edad, menor resistencia ósea (Figura 6) (2, 11, 12).

Figura 6: Diferencia de masa ósea en procesos patológicos de osteoporosis.

Fuente: http://www.nlm.nih.gov/medlineplis/ency/imagepags/17156.htm

El 80% de las fracturas se producen por traumatismos de baja energía, caídas


desde su propia altura (Figura 7).

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Figura 7: Mecanismo más común de caídas en ancianos. Caída desde propia


altura.

Fuente: www.saludcronica.com

No todos los individuos presentan los mismos factores de riesgo para la caída,
ni éstos actúan de la misma manera en cada anciano, ya que cada uno sufrirá el
proceso de envejecimiento de una forma particular, padecerá distintas enfermedades
que podrán influir en mayor o menor manera y presentará limitaciones funcionales y
ambientales que harán que la reacción ante las caídas y las consecuencias de las
mismas sean totalmente distintas. El riesgo de sufrir una caída aumenta linealmente
con el número de factores de riesgo, por lo que parece ser que la predisposición a caer
puede ser resultante del efecto acumulado de múltiples alteraciones (12,13).

Podemos realizar una clasificación de los factores de riesgo de la siguiente


manera (12,14,15,16,17,18,19):

 FACTORES INTRÍNSECOS: son aquellos dependientes del individuo, por el propio


proceso de envejecimiento o por enfermedades concomitantes. Son los que más
influyen en el desarrollo de las caídas.

 Cambios en el envejecimiento que predisponen a las caídas:

 Inestabilidad: en el proceso de envejecimiento se produce un deterioro


en dos mecanismos reflejos: el mantenimiento del equilibrio y la
capacidad de respuesta rápida y efectiva ante su pérdida. El anciano
presenta inestabilidad postural, cambios en la marcha y dificultad para
mantener la estabilidad mecánica alrededor de la línea de gravedad. La
marcha senil está caracterizada por pasos cortos, disminución del
balanceo de los brazos, postura detenida, titubeo de los giros y tendencia
a las caídas.

Además, hay determinadas enfermedades que provocan alteraciones en la


marcha como infartos cerebrales, enfermedad de Parkinson, etc.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 Alteraciones visuales, auditivas y vestibulares: es típico en los grupos de


edad avanzada la aparición de patología en los sistemas vestibulares y de
visión (hipoacusias, cataratas, empeoramiento de la agudeza visual,…), lo
que va a provocar una alteración en la capacidad de orientación de uno
mismo respecto a los objetos del entorno. La presbicia favorece la pérdida
de campo visual, sobre todo nocturno, la disminución de los cuerpos
periféricos de la visión y la facilidad para el deslumbramiento. La pérdida
de agudeza auditiva reduce la capacidad para captar ruidos y sonidos de
advertencia.

 Modificaciones del aparato locomotor: aparecen alteraciones


biomecánicas articulares que se acompañan de patología traumática o
degenerativa capaces de facilitar la producción de caídas. En la columna
vertebral se va perdiendo tono muscular y el centro de gravedad se
desplaza en dirección anterior. En la cadera existe rigidez articular con
degeneración del cartílago articular, produciendo alteraciones que
facilitan las caídas. Debido a la gonartrosis, se produce un arqueamiento
de las extremidades inferiores con inestabilidad de la articulación.

 Procesos patológicos que predisponen a las caídas:

 Patologías crónicas: de origen neurológico, como la demencia y la


depresión, se han asociado con caídas en múltiples estudios, pudiendo ser
la etiología multicausal tanto por efectos secundarios de la medicación
como por falta de identificación con el entorno. También los trastornos del
sueño juegan un papel importante, relacionándose con mayor posibilidad
de sentirse confundidos y de reaccionar de forma más lenta y torpe; de
origen sensorial como el vértigo; cardiovasculares , que originan bajo
gasto, como la hipotensión ortostática, arritmias, síncopes e insuficiencia
cardíaca; de origen músculo esquelético, además de las ya mencionadas
anteriormente, el pie del anciano es muy frecuentemente doloroso lo que
condiciona una marcha insegura y la utilización de calzados poco
adecuados, incrementando la inestabilidad.

 Patologías agudas: deshidratación, anemia, cuadros febriles, etc.

 FACTORES EXTRÍNSECOS:

 Factores yatrógenos:

 Fármacos: tienen especial importancia bien por sus efectos secundarios o


por interacciones entre ellos. Pueden ser causa de caídas por sí solos o por
el empeoramiento de enfermedades de base, ya que el envejecimiento
produce cambios farmacocinéticos que modifican la vida media del
medicamento y alteraciones farmacodinámicas que pueden generar
respuestas inesperadas en estos pacientes. Los de mayor importancia son
los psicofármacos, antihipertensivos, los que tienen efecto extrapiramidal
y los ototóxicos.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

No es infrecuente en la población anciana el mal cumplimiento de las


dosis, fallos de memoria repitiendo tomas, confusión entre los diferentes
fármacos y la automedicación. El 80% de los ancianos toma algún
medicamento, siendo el aumento del consumo proporcional a la edad; la
media de consumo de fármacos por paciente es de cuatro. Cuando se
administran dos o más fármacos, la posibilidad de interacción es de un 6%,
aumentando hasta un 50% cuando se administran 5 fármacos y a un 100%
con el uso de 8 fármacos.

 Alcohol: produce ataxia que aumenta cuando hay alteraciones visuales o


propioceptivas.

 Factores ambientales derivados de la actividad y el entorno:

La mayoría de las caídas suceden mientras se realizan actividades usuales.


El mayor porcentaje de caídas se da en el domicilio y con menor frecuencia en la
calle. Es difícil encontrar un domicilio correctamente adaptado; habitualmente
presentan suelos irregulares, poca iluminación, escaleras sin pasamanos,
escalones muy altos, ausencia de agarraderas en baños, camas de altura
inadecuada, etc. Respecto al ambiente exterior, existen también multitud de
obstáculos y desniveles en aceras, mala conservación del pavimento, suelos muy
resbaladizos,… Todos estos factores contribuyen a aumentar el riesgo de
producir caídas, que a su vez incrementan el riesgo de fracturas (12,20).

4.4. CLÍNICA DE LA FRACTURA


La clínica más característica en un paciente con fractura de cadera, es la
siguiente (Figura 8) (18,20,21):

 Dolor en la región inguino-crural.

 Incapacidad funcional.

 Acortamiento del miembro afectado con flexión de rodilla ipsi-lateral


(determinado por la contractura muscular de los pelvi-trocantéreos).

 Rotación externa de la extremidad (por acción del músculo psoas- ilíaco).

 Imposibilidad de elevar el talón.

 Crepitación del foco de fractura.

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Figura 8: Posición habitual de la extremidad inferior en fracturas de cadera.

Fuente: el-húmero.blogspot.com

4.5. CLASIFICACIÓN DE LAS FRACTURAS


Las fracturas de cadera se clasifican de acuerdo a diferentes criterios; la más
utilizada es la clasificación anatómica, que las divide según la localización del rasgo de
fractura. Según este criterio son clasificadas como (10,18,22,23,24)(Figura 9):

Figura 9: Elementos anatómicos de la articulación de la cadera

Fuente: www.biblioteca-medica.com.ar

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 INTRACAPSULARES: aquellas en las cuales el rasgo de fractura queda por dentro


del plano de inserción distal de la cápsula en el perímetro cérvico-trocantéreo.
Afectan al cuello anatómico y el principal problema que suponen es biológico,
debido a que se interrumpe la vascularización de la cabeza femoral. Lo más
trascendente para su tratamiento y pronóstico es saber si están desplazadas o no.

Dentro de éstas se incluyen las fracturas de la cabeza femoral, fracturas


subcapitales, fracturas transcervicales o medio cervicales y fracturas basicervicales.

Según las características de la fractura se clasifican en tres tipos:

 Según su localización anatómica: subcapital, transcervical y basicervical (Figura


10).

Figura 10: Clasificación según su localización anatómica

Fuente: http://www7.uc.cl/sw_educ/acc/html/mod2/dh5_8.html

 Según el ángulo de fractura (Clasificación de Pauwels)( Figura 11):

 Grado I, 30º del trazo respecto a la horizontal.


 Grado II, 50º de trazo respecto a la horizontal.
 Grado III, 70º de trazo respecto a la horizontal.

Figura 11: Clasificación según el ángulo de fractura

Fuente:
http://zonamedica.com/categorias/medicinailustrada/cadera/clasificacion_de_pauwels.htm

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 Según el desplazamiento de la fractura ( Clasificación de Gardens)(Figura 12):

 Grado I, no desplazada, incompleta o impactada (en valgo).


 Grado II, fractura completa no desplazada.
 Grado III, fractura completa con desplazamiento parcial (en varo).
 Grado IV, fractura completa con desplazamiento total.

Figura 12: Clasificación según el desplazamiento de la fractura.

I II III IV
Fuente: www.elsevier.es

La más utilizada es la clasificación de Gardens. Algunos autores recomiendan


resumir la clasificación en dos grupos que tienen indicación terapéutica: no
desplazadas (Gardens I y II) y desplazadas (Gardens III y IV).

 EXTRACAPSULARES: aquellas en las cuales el rasgo de fractura queda por fuera del
plano de inserción de la cápsula, es decir, fractura entre ambos trocánteres desde
la base del cuello extracapsular hasta la zona del trocánter menor donde empieza
la diáfisis.

Representan la mitad de las fracturas de fémur y se presentan en una media de


edad de 3 a 10 años superior a las intracapsulares.

El principal problema que representan es mecánico, están sometidas a grandes


fuerzas musculares que tienden a desplazar los fragmentos.

Se dividen a su vez en dos subtipos: pertrocantéreas o intertrocantéreas y


subtrocantéreas (Figura 13).

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Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Figura 13: Fractura Intertrocantérea y fractura subtrocantérea

Fuente: http://ortocritica.blogspot.com.es/2013/04/fractura-subtrocanterica-en-tejido-
oseo.html

Pueden ser catalogadas según la clasificación de Tronzo:

 Tipo I, fractura trocantérica incompleta.


 Tipo II, fractura de ambos trocánteres sin conminución.
 Tipo III, fractura conminuta y con desprendimiento del trocánter menor.
 Tipo IV, fractura conminuta con la punta inferior del cuello fuera de la
diáfisis.
 Tipo V, trocantérica con oblicuidad invertida al rasgo de fractura, la diáfisis
está desplazada hacia dentro.

Además de ésta clasificación y con importancia para su tratamiento definitivo,


lo más útil es definir si son estables o inestables (Clasificación de Evans) (Figura
14):

Figura 14 : Fractura estable e inestable

Fuente: http://dc389.4shared.com/doc/okGHLTRq/preview.html

Se considera fractura estable si después de aplicar tracción en el foco de


fractura no existe separación y los fragmentos óseos se reducen perfectamente.

Se considera fractura inestable si después de aplicar tracción en el foco de


fractura existe separación y los fragmentos óseos no se reducen.

18
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

4.6. DIAGNÓSTICO
Para establecer el diagnóstico, se debe realizar una correcta anamnesis, un
detallado examen físico y el diagnóstico de certeza deberá ser siempre con una
radiografía antero -posterior de pelvis, después de una suave tracción con rotación
interna y lateral de la cadera afectada.

En caso de fracturas poco desplazadas el diagnóstico puede ser difícil, por lo


que ante una alta sospecha clínica, se recomienda la realización de Tomografía Axial
Computerizada (TAC) (18,21).

4.7. TRATAMIENTO
Para realizar un correcto tratamiento, es importante constatar la vida previa
que hacía el anciano, pues ello puede condicionar el tratamiento posterior. El objetivo
del tratamiento es retornar al paciente al nivel de funcionalidad previo a la fractura. En
general, el tratamiento siempre es quirúrgico y debe de realizarse si es posible dentro
de las primeras 24-48 horas posteriores a la fractura; es esencial para evitar las
complicaciones asociadas con el reposo prolongado en cama (10,11,18,23,25,26).

 TRATAMIENTO ORTOPÉDICO: actualmente es muy raro utilizar el tratamiento


conservador debido a que ofrece pobres resultados y además requiere una
estancia hospitalaria más prolongada. Este tratamiento puede plantearse en
pacientes institucionalizados, con marcada demencia y que experimentan un
disconfort mínimo dentro de los primeros días tras la fractura (18,22,23).

Una fractura intracapsular no desplazada, puede ser manejada con analgesia y


reposo y con posterior movilización suave; sin embargo, ofrece alto riesgo de
desplazamiento de la fractura; por ello, sólo está indicado en pacientes mayores
o iguales de 70 años, que no caminaran previamente y/o con morbilidad grave
asociada.

Las fracturas extracapsulares, pueden manejarse con tracción, pero ésta debería
mantenerse durante uno o dos meses, por lo que no suele emplearse en este
tipo de pacientes ancianos, ya que no son capaces de soportar esta
inmovilización, la cual puede terminar en pérdida de movilidad y dependencia del
paciente. Este tipo de tratamiento se puede aplicar en pacientes con demencia,
que no caminaban previamente, que toleran la fractura, en pacientes con
fracturas no desplazadas ni impactadas, pacientes inestables y/o pacientes con
enfermedades terminales (10,18,23,24).

 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO: en general, es el tratamiento de elección; la cirugía


debe realizarse tan pronto como sea posible, habitualmente dentro de las
primeras 24–48h tras la fractura. El tipo de cirugía dependerá de las
características de la fractura (localización, calidad ósea, desplazamiento y
conminución ósea), de la valoración del paciente (edad, nivel funcional previo y
capacidad de rehabilitación) y de la experiencia del cirujano (13,18,23,24,26,27).

19
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 INTRACAPSULARES

 Fracturas no desplazadas (Gardens I y II): se realizará fijación interna para


cualquier edad del paciente, con tornillos canulados y recomendación de
carga precoz (Figura 15).

Figura 15 : Osteosíntesis tornillos canulados

Fuente: http://zl.elsevier.es/es/revista/revista-sociedad-andaluza-traumatologia-ortopedia-
130/tratamiento-fracturas-intracapsulares-cadera-mediante-sintesis-precoz-13085214-

 Fracturas desplazadas (Gardens III y IV): no está demostrado el beneficio


del uso de la tracción cutánea preoperatoria, no disminuye el consumo de
analgésicos, ni el dolor, ni facilita la reducción. Basta con mantener la
pierna afectada sobre una almohada. Existen dos alternativas
terapéuticas:

 Reducción y fijación interna estable (cerrada o abierta): se realizará


en pacientes menores de 75 años sin enfermedades asociadas. Se
emplean tornillos canulados en pacientes colaboradores y tornillo-
placa deslizante (DHS) en pacientes no colaboradores (Figura 16).

Figura 16: Osteosíntesis DHS

Fuente: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-215X2005000100004&script=sci_arttext

20
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 Artoplastia: existen dos tipos: la artroplastia total, se empleará en


aquellos pacientes que no tengan enfermedad articular previa o en
pacientes activos que no esté indicada la osteosíntesis y la
artroplastia parcial o hemiartroplastia (generalmente cementada
para inicio de carga precoz, habitualmente entre las 24-48 primeras
horas post intervención), indicada en las siguientes condiciones
(Figura 17) :

 Pacientes con edad mayor de 75 años.


 Con alteraciones neurológicas o mentales no controladas.
 Enfermedad de Paget.
 Necesidad de carga total inmediata.
 Hiperparatiroidismo.
 Edad mayor de 65 años que no se ha podido conseguir
reducción cerrada
 Fallo de la osteosíntesis previa
 Artritis reumatoide, artrosis.

Figura 17: Artroplastia total y parcial de cadera

Fuente: http://escuela.med.puc.cl/publ/atlasartroplastiacadera/114.html

 EXTRACAPSULARES

El procedimiento a seguir será, primero la reducción para conseguir


contacto de la cortical medial y posterior, si puede ser anatómico mejor, sino
intentar que sea estable. En segundo lugar, sería la elección del implante para
la osteosíntesis; actualmente se utiliza:

 Fracturas estables:

 Paciente < 75- 80 años con buena autonomía para las actividades de
la vida diaria: fijación mediante tornillos dinámicos de cadera (DHS)
o enclavado endomedular.

 Paciente > 75-80 años o deteriorados o con mala autonomía para las
actividades de la vida diaria: fijación interna con enclavado
endomedular con tornillo cervical dinámico (TFN, PFNA o Gamma)
(Figura 18).

21
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Figura 18: Osteosíntesis con clavo PFNA

Fuente: http://zl.elsevier.es/es/revista/revista-espanola-cirugia-ortopedica-traumatologia-
129/

 Fracturas inestables:

Se tiende a la fijación interna con tornillos dinámicos de cadera


(DHS o similar) o enclavado endomedular con tornillo cervical dinámico
(TFN, PFNA, Gamma o similar). La osteosíntesis de elección es el clavo
intramedular proximal (Gamma), ya que requiere menor tiempo
quirúrgico y menor sangrado peri operatorio, siendo los resultados a largo
plazo similares en ambos tipos de osteosíntesis (Figura 19).

Figura 19: Osteosíntesis con placa y tornillos y Osteosíntesis clavo gamma

Fuente: http://www.trauma-scope.com/saber-mas

La sustitución total o parcial de la cadera en estos casos, será


utilizada en pacientes con osteoporosis severa o grave, siendo la fijación
difícil por otro sistema. Está indicada en pacientes con artrosis, fracturas
patológicas o fracaso de la fijación interna previa.

22
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

5. CAPÍTULO 3: COMPLICACIONES DE LAS FRACTURAS

Según lo dicho anteriormente en el tratamiento, las complicaciones van a estar


derivadas del tiempo de reposo en cama preoperatorio, y del procedimiento
quirúrgico en sí, desde la técnica anestésica elegida, la elección del implante o la
habilidad del cirujano.

Con respecto al tipo de anestesia a utilizar en estos pacientes, los datos


disponibles actualmente sugieren que la anestesia regional reduce la mortalidad
preoperatoria de uno a tres meses, reduce la incidencia de accidentes
tromboembólicos y también la incidencia del estado confusional agudo postoperatorio
(18).

Es de vital importancia detectar tempranamente cualquier contratiempo, para


lo que resultan necesarios unos buenos cuidados de enfermería, que aplicados con
rigor darán lugar a la detección de todos aquellos síntomas y signos tempranos que
puedan dar lugar a una complicación. Es por ello, que en el postoperatorio inmediato,
la enfermera asistencial tiene un papel relevante y de su labor dependerá la evolución
o no de la complicación detectada.

Las complicaciones más frecuentes son (10,18,23,24,28,29):

 MORTALIDAD. Como ya hemos señalado anteriormente durante la fase aguda,


la incidencia oscila entre 5,6%- 8,3%; al cabo del año la incidencia asciende
hasta el 30%. Es mayor en pacientes procedentes de centros socio-sanitarios.
Los principales factores de riesgo asociados a la mortalidad son:

 Estado general grave.


 Demencia.
 Sexo varón.
 Edad mayor de 83 años.
 No operados.
 Operados después de 48 h tras el traumatismo.
 Desnutrición proteica.

 HEMORRAGIA. Para evitarla o prevenir consecuencias mayores, realizaremos


vigilancia y control exhaustivo de drenajes y apósitos quirúrgicos durante el
postoperatorio inmediato, controlando que las cantidades perdidas por
drenajes estén dentro de parámetros normales. Controlaremos también los
signos vitales que nos indiquen o no la existencia de dicha hemorragia.

 INFECCIÓN DE LA HERIDA QUIRÚRGICA. Se ha demostrado científicamente la


eficacia de la profilaxis antibiótica previa a la cirugía en la disminución del
riesgo de infecciones. Hoy en día se realiza administrando la primera dosis
justo antes de iniciar la cirugía. La duración del tratamiento es variable según la
preferencia de cada médico. La mayoría opta por mantenerlo durante 48
horas, aunque no hay estudios que demuestren su efectividad frente a los que
se administran durante las primeras 24 horas post-cirugía. Los antibióticos de
elección para este tipo de cirugía son las cefalosporinas.

23
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

La enfermera deberá detectar los signos precoces de infección, como son:


calor, rubor y enrojecimiento de la herida quirúrgica, para tomar las medidas
necesarias al respecto. Se realizará la cura de la incisión mediante una técnica
instrumentalizada y en las condiciones de asepsia necesarias.

 TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA Y TROMBOEMBOLISMO PULMONAR. Se


estima una afectación del 40% más o menos, pero sólo una cuarta parte de
éstos refieren clínica alguna. El cuidado estándar actual, consiste en la
administración de medicación profiláctica; la elección debe basarse en los
datos científicos disponibles, en una cuidadosa valoración de los factores de
riesgo de cada paciente y en las preferencias de cada médico. Diferentes
estudios demuestran que la heparina fraccionada, la heparina no fraccionada a
dosis ajustadas y los anticoagulantes orales son los métodos más eficaces para
reducir la enfermedad tromboembólica. Al analizar comparativamente los
resultados, la heparina de bajo peso molecular obtiene mejores resultados, por
lo que está recomendado su uso con una duración de 35 días tras la cirugía.

Junto con la administración de las heparinas, asociaremos a esta prevención, la


movilización precoz de los pacientes, siempre que su estado general lo
permita; para ello, es importante instruir al paciente en cómo debe moverse y
transmitirle seguridad desde el primer momento al iniciar la sedestación,
proporcionando los medios adecuados para ello (andadores o bastones
ingleses, según proceda). Importante también la colocación de medias
compresivas o vendaje elástico para favorecer el retorno venoso.

 NECROSIS AVASCULAR. Se da en un porcentaje del 8% en fracturas no


desplazadas y hasta un 15-33% de fracturas desplazadas.

 AUSENCIA DE CONSOLIDACIÓN. Hasta en un 5% de fracturas no desplazadas y


un 10-30% de fracturas desplazadas.

 PSEUDOARTROSIS. Depende de la calidad de la reducción y de la seguridad de


la fijación. Se da hasta en un 5% de las fracturas desplazadas.

 ROTURA DEL IMPLANTE Y FRACTURAS PERIPROTÉSICAS.

 LUXACIÓN DE LA PRÓTESIS. Se da en mayor proporción en las prótesis totales


de cadera por artrosis, en un porcentaje de 1-10%.El riesgo es mayor si el
abordaje quirúrgico ha sido por vía posterior.

Durante las primera 48 h mantendremos el miembro inferior afectado sobre


un cajón antirotatorio para mantener en correcta alineación la extremidad
intervenida, teniendo para ello máximo cuidado y reforzando las zonas de
apoyo para evitar aparición de lesiones por apoyo.

Aportaremos durante el ingreso y como labor enfermera, la educación sanitaria


necesaria en cuanto a movilización y posturas aconsejadas, haciendo especial
hincapié sobre todo en aquellas posiciones no autorizadas.

 DESEQUILIBRIO HIDROELECTROLÍTICO Y ANEMIA. Realizaremos control


analítico de rutina comprobando que los valores estén dentro de límites
normales.

24
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 ÚLCERAS POR DECÚBITO. Intentaremos su prevención realizando una correcta


movilización del paciente, indicada cada dos horas y siempre que el paciente
lo tolere de manera adecuada. Proteger las zonas de apoyo con dispositivos
adecuados. Favorecer una correcta ingesta hídrica e hidratación adecuada de la
piel.

 NEUMONÍA POR DECÚBITO. Favoreceremos e insistiremos en la ingesta


hídrica, en la medida de lo posible y enseñaremos al paciente, maniobras de
ejercicios respiratorios que ayuden a eliminar las secreciones.

Existe una consecuencia psicológica que conviene destacar por su importancia,


que está en relación con el miedo a caerse de nuevo. La sensación de inseguridad, lleva
consigo una pérdida de autonomía, además de ansiedad, depresión y aislamiento
social. La percepción del individuo de ver deterioradas sus capacidades físicas va unida
a un mayor miedo a las caídas. Todo esto hace del anciano una persona más frágil y
más dependiente para sus actividades de la vida diaria, generando con ello una mayor
decadencia funcional (15,20).

Por todo ello, es importante y está en nuestra labor enfermera, proporcionar


bienestar y seguridad al anciano, siendo de vital importancia nuestra labor de
prevención, movilización y rehabilitación precoz.

6. CAPÍTULO 4: REHABILITACIÓN

El objetivo del tratamiento rehabilitador de estos pacientes consiste en


devolverles la máxima autonomía posible para intentar reintegrar al anciano, en la
medida en que se pueda, a su vida anterior. La tecnología ha diseñado las modernas
prótesis y osteosíntesis de forma que puedan absorber la carga completamente y
permitan la bipedestación y deambulación.

Las tasas de recuperación del estado funcional previo, oscilan entre un 20 -35%
a los tres meses y alcanzan el máximo sobre los seis meses, consiguiéndolo
aproximadamente el 75 % de los pacientes; así pues, aproximadamente la cuarta parte
de los que consiguen sobrevivir, no lograrán recuperar la autonomía que previamente
disfrutaban (18,19,30,31).

La mayoría de estos pacientes presentan procesos pluripatológicos y alrededor


de la mitad deterioro cognitivo; es por ello que cada vez se concede más importancia al
tratamiento integral de los pacientes con fractura de cadera y desde las fases más
tempranas del proceso. Se considera demostrado que los equipos consultores
geriátricos son útiles por sus aportaciones en la evolución de los pacientes (mejora en
la recuperación de la movilización y actividades de la vida diaria) y en la eficiencia del
sistema sanitario (reducción de la estancia media y de los costes totales) (14,17,30).

En nuestro medio se han ido creando paulatinamente Unidades Asistenciales


para ancianos con fractura de cadera, denominadas Unidades de Ortogeriatría, donde
la responsabilidad entre los equipos de traumatología y geriatría debiera ser
compartida. Es aquí, dentro de éste equipo, donde cobra importancia la figura de la
enfermera de geriatría como gestora de casos, intentando organizar los recursos

25
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

disponibles e integrar a los diferentes profesionales involucrados en el proceso


asistencial de la fractura de cadera, trabajando hacia un mismo objetivo: la mayor y
mejor recuperación posible del anciano, en el menor tiempo y al menor coste.

Así mismo, es fundamental una adecuada coordinación entre los distintos


niveles asistenciales para garantizar la continuidad de los cuidados, existiendo un
contacto directo desde estas unidades, con la enfermera de hospitalización y con la
enfermera de Atención Primaria. La dispensación de unos cuidados de calidad debe
estar avalada por la utilización de una metodología científica común, permitiendo
realizar un plan de cuidados estandarizado que contemple los principales diagnósticos
enfermeros según el modelo NANDA ( Asociación Norteamericana de Diagnósticos de
Enfermería ) y las intervenciones NIC más adecuadas (Asociación Norteamericana de
Diagnósticos de Enfermería) a fin de conseguir y valorar los resultados NOC (Asociación
Norteamericana de Diagnósticos de Enfermería) ; todo ello englobado dentro de un
lenguaje común (32).

Existen dos factores que tienen especial importancia en la evolución funcional


de los pacientes intervenidos (4,33):

 La situación previa del paciente, referida a su vida cotidiana y la


concurrencia de patologías que puedan interferir con el proceso rehabilitador.

 El tiempo de espera para la cirugía; cuanto mayor sea éste, mayor será a su
vez la necesidad de un tratamiento rehabilitador dilatado en el tiempo debido a
la atrofia muscular y a problemas relacionados con la inmovilidad.

El lugar donde se debe realizar el tratamiento rehabilitador es hoy en día


motivo de estudio. En pacientes con vida independiente y funcional previa, el retorno
temprano al hogar junto con cuidadores implicados en el problema, pueden obtener
los mismos resultados que la rehabilitación hospitalaria.

En diferentes estudios revisados no se han encontrado diferencias significativas


entre la estancia hospitalaria para la rehabilitación u otros centros, en cuanto a
funcionalidad, pero sí en la presencia de complicaciones, que se determinan mayores
durante la estancia hospitalaria (33,34).

Desde el momento de la llegada del paciente a la unidad, antes de la cirugía y


tras la intervención, debemos de instruirle en determinados ejercicios que puede y
debe realizar y que ayudarán en la recuperación de fuerza muscular para conseguir su
posterior rehabilitación, como son: ejercicios de flexo-extensión de tobillo, flexo-
extensión de rodilla y ejercicios isométricos del cuádriceps.

No debemos dar por hecho que los pacientes conocen qué deben hacer; somos
nosotros, los Profesionales de Enfermería, quienes debemos de dar la educación
sanitaria correcta al respecto y proporcionar los mecanismos adecuados para favorecer
esa movilización. Ello da confianza al paciente, traduciéndose en una mejor
colaboración con nosotros y mejor consecución de las metas fijadas.

Antes de la intervención, colocaremos sobre la cama un triángulo de apoyo e


instruiremos en su uso; posteriormente, cuando iniciemos la sedestación y
bipedestación, entregaremos bastones ingleses o andador, según las capacidades
valoradas en cada persona. Siempre vigilaremos la buena consecución de la marcha,
identificando posibles alteraciones en ella para poder corregirlas a tiempo (35).

26
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Posteriormente y con la ayuda del equipo de fisioterapia, iniciaremos el


tratamiento rehabilitador, que deberá incluir los siguientes aspectos (36,37):

 CINESITERAPIA. Con el objetivo de conseguir que el paciente sea capaz de retomar


la marcha con ayudas técnicas o incluso sin ellas. Se intentará conseguir la máxima
movilidad articular para actividades tales como: caminar, sentarse o subir
escaleras.
En los casos de sustitución protésica de la cadera, se debe añadir un déficit de
balance articular puesto que el paciente ya no cuenta con una cadera fisiológica
sino artificial y no presenta la misma congruencia anatómica.
Es deseable iniciar la sedestación lo antes posible para minimizar los efectos del
encamamiento. Una vez esté levantado en el sillón, si el paciente no realiza
movimientos de forma espontánea, iniciaremos movilizaciones pasivas en todos
los arcos de movimiento de la cadera, a excepción de los casos de prótesis, en los
que no deben realizarse movimientos combinados que incluyan rotaciones.

 POTENCIACIÓN MUSCULAR. Los objetivos serán: mantener una buena estabilidad


de la cadera durante la bipedestación y conseguir una potencia suficiente para
realizar la fase dinámica de la marcha. Previo al inicio, es necesario valorar la
fuerza de cada músculo o grupo muscular, es decir, realizar el balance muscular.
El trabajo se realizará de dos formas: ejercicios isométricos, sin realizar
movimiento articular y movimientos dinámicos.

 REEDUCACIÓN DE LA MARCHA Y EQUILIBRIO. El objetivo es lograr una marcha lo


más funcional posible, sin ayudas técnicas o con un bastón. Este puede hacerse
aconsejable para el resto de su vida por motivos de seguridad; evita las malas
posiciones de la columna vertebral. Se realizará primero la marcha hacia delante
con ayuda del andador o en las paralelas.
La reeducación del equilibrio no suele ser necesario en estos casos ya que
conservan la misma posición del centro de gravedad y esquema corporal.

 ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA. El principal cambio en la vida del paciente con


fractura de cadera es la introducción de una ayuda técnica para la deambulación.
Deberemos explicarle que puede ser abandonada en un ambiente doméstico
conocido y seguro, pero debe ser retomada siempre que salga a la calle.
Es imprescindible la adaptación del entorno del domicilio, para aportar seguridad
al paciente y evitar el riesgo de nuevas caídas y lesiones. Recomendaremos como
profesionales de enfermería, la colocación de alfombrillas antideslizantes en la
bañera, asideros, asientos de ducha e inodoro para disminuir el esfuerzo del
paciente al incorporarse.
Desaconsejaremos el uso de sillones bajos, cruzar las piernas y durante el reposo
nocturno evitar posiciones en decúbito lateral sobre el lado sano.

27
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

7. CAPÍTULO 5: PREVENCIÓN DE LAS CAÍDAS

Actualmente existe un gran interés en prevenir las Fracturas de Cadera, las


cuales han experimentado un gran crecimiento durante los últimos años. La
Organización Mundial de la Salud (OMS), espera que el número de fracturas de cadera
debido a la osteoporosis se triplique en los próximos 50 años, lo que supondrá un
aumento de la incidencia en mayores de 65 años de hasta el 240%. Las consecuencias
económicas, sociales y sanitarias de éste proceso son múltiples. El coste en cifras
globales en España está situado entre 300- 860 millones de euros por año, sin contar
gastos indirectos como, cuidadores, residencias y rehabilitación (14,37,38).

Las caídas son las mayores responsables de estas fracturas y otras lesiones
importantes en el anciano, por lo tanto son, en la mayoría de los casos, causa de
discapacidad en este grupo de población. La tercera parte de las personas mayores
sufren al menos una caída al año, considerando las caídas como un marcador de
fragilidad en ancianos. Constituyen uno de los grandes síndromes geriátricos, tanto en
magnitud como por sus consecuencias.

La reducción de la incidencia por tanto, supone un reto sanitario y social. Los


Profesionales de Enfermería debemos de empezar esta intervención desde la Atención
Primaria, ya que por sus características de asistencia y accesibilidad para la prevención
primaria, ocupamos un lugar privilegiado y fundamental en esta tarea (21).

Desde este punto de vista, tenemos un reto importante para el futuro respecto
a la prevención de caídas, ya que no existen estudios realizados por y para la
enfermería que reúnan las intervenciones para desarrollar un plan de cuidados basado
en la metodología NANDA-NOC-NIC, lo que permitiría una actuación uniforme y de
calidad. A la mayoría de los pacientes, no se les realiza una adecuada valoración del
riesgo de caídas, ni intervenciones efectivas individualizadas para la prevención,
detección, actuación y evaluación del mismo. Queda patente también el bajo
porcentaje de pacientes a los que se les identifica el diagnóstico de Riesgo de caídas
(39).

La enfermería tiene un papel primordial, pero es imprescindible contar con


profesionales de otros ámbitos (trabajadores sociales, fisioterapeutas, terapeutas
ocupacionales,..) con el fin de proporcionar una atención integral y multidisciplinar,
ejerciendo la enfermera en muchos casos, como figura de enlace para coordinar a
todos los profesionales y recursos relacionados con la prevención de estas fracturas.

Según lo ya expuesto en este tema, las fracturas de cadera se suelen producir


por la coincidencia de un factor predisponente (osteoporosis) y un factor precipitante
(caída);por ello, la prevención de la fractura debe ir dirigida, por un lado a prevenir y
tratar la osteoporosis y por el otro a prevenir las caídas.

A pesar de que las caídas no son un fenómeno evitable, identificar a los


ancianos frágiles y conocer cuales son los factores de riesgo, es imprescindible para
prevenir su aparición, ya que permitirá a los profesionales poner en marcha las
estrategias para la prevención más efectivas. Actuar sobre éstos factores de riesgo de
forma personalizada constituye la base para cualquier programa de intervención y
prevención.

28
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

Las intervenciones detectadas para prevenir el riesgo de caídas se han


estructurado en tres grupos (14,19,21,37,38,40,41)

 MODIFICACIÓN DE ESTILOS DE VIDA PARA PREVENIR LA OSTEOPOROSIS.

 Promover una alimentación completa y equilibrada, con especial énfasis en


lograr un aporte proteico suficiente, al menos el 14 % del consumo
energético total.

 Aconsejar ingesta adecuada de Calcio en la dieta, presentes sobre todo en los


productos lácteos y pescado azul. La dosis diaria recomendada para mayores
de 50 años será de 1000-12000 mg/ día .Está demostrado su efecto
disminuyendo la pérdida de masa ósea.

 Ingesta de Vitamina D, ya sea mediante dieta y exposición solar o


suplementos. Alrededor del 50% de la población con osteoporosis presenta
niveles bajos de vitamina D. La eficacia de los suplementos es controvertida,
pero se ha comprobado que dosis mayores de 400UI/día reduce el riesgo de
fractura. La exposición solar deberá ser en períodos cortos (15-20 minutos),
fuera de los horarios pico de radiación y con repetición de 2-3 días a la
semana.

 Abandono de hábitos nocivos, evitar el tabaco, alcohol y cafeína que implica


agresión al hueso y aumenta el riesgo de fractura.

 Fomento del ejercicio físico, será de intensidad moderada y adecuado al


estado general de cada persona (edad, estado físico y presencia de
enfermedades);realizado de forma regular, disminuye el riesgo de fractura
porque mejora la agilidad, la postura, la fuerza muscular, el equilibrio y la
densidad ósea. El ejercicio acuático es una buena estrategia para personas
con problemas de equilibrio y dificultad para realizar ejercicio en tierra firme.

 Ejercicios en plataforma vibratoria, que reducen la pérdida ósea y mejoran la


función muscular de las extremidades inferiores; esto conlleva a disminución
del riesgo de caídas.

 PREVENCIÓN DE LAS CAÍDAS.

 Valorar estado cognitivo, capacidad funcional (fuerza y equilibrio) y/o


sensorial (visual).

 Limitar el consumo de fármacos. Son pacientes polimedicados, aumentando


por ello las interacciones y reacciones adversas de los mismos.
Frecuentemente existe un mal cumplimiento del tratamiento prescrito, ya
sea por pérdida de memoria, mala visión o mala comprensión de lo escrito.

 Retirar obstáculos del hogar, como alfombras, cables sueltos u objetos caídos
por el suelo.

 Minimizar el desorden.

 Facilitar los sistemas de apertura y cierre de puertas, armarios y ventanas.

 Cuidar la iluminación de la vivienda, con interruptores accesibles. Evitar la


deambulación a oscuras por la casa.

29
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

 Utilización de agarraraderas en baños y pasamanos en escaleras.

 Dormitorio con la cama firme y a una altura adecuada que permita acostarse
y levantarse sin esfuerzo.

 Realización de ejercicio físico adaptado, con entrenamiento del equilibrio,


fuerza y marcha, para reducir las caídas.

 Valorar problemas en los pies y utilización de calzado adecuado, estable y con


tacón bajo.

 Recomendar uso de bastón para mejorar la confianza y la capacidad funcional


de la persona, aunque limita la realización de tareas simultáneas.

 Evitar el uso de absorbentes de incontinencia en la medida de lo posible, ya


que limitan el movimiento de la articulación de la cadera y las habilidades
para caminar.

 Programas de intervención multifactorial, centrados en la evaluación


sistemática de los diferentes factores de riesgo y una intervención
individualizada.

 OTRAS MEDIDAS.

 Uso de protectores de cadera. Son dispositivos externos que colocados sobre


la zona de la cadera, absorben el impacto de las caídas y reducen el riesgo de
fractura. Se recomienda su uso sobre todo en pacientes institucionalizados
(Figura 20).

Figura 20: Diseño de protectores de cadera

Fuente: http://www.evidentlycochrane.net/hip-protectors-can-really-help-break-fall-hip/

Todas estas intervenciones deberían llevarse a cabo en programas educativos


multifactoriales y multidisciplinares que impliquen no solo al paciente, sino a la familia
y al cuidador.

30
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

8. CONCLUSIONES

Una vez revisados y analizados los distintos artículos y la literatura publicada


acerca de las fracturas de cadera, podemos concluir afirmando que:

 La fractura de cadera es una patología que afecta mayormente a mujeres mayores


de 65 años, en constante crecimiento, debido a la disminución de la tasa de
mortalidad, la mejora de las condiciones de vida y un descenso de la tasa de
natalidad.

 Representan un importante problema socio-sanitario, tanto por su elevada


frecuencia como por sus elevados costes, la carga social que ocasionan y los
índices de morbi-mortalidad que generan.

 La actuación ante una fractura de cadera debe ser inmediata para minimizar los
efectos secundarios de la inmovilización y recuperar la funcionalidad previa del
paciente.

 El tratamiento en su mayoría ha de ser quirúrgico, entre las primeras 24-48 h, con


materiales que puedan favorecer la carga inmediata.

 Conocer los factores de riesgo de sufrir una caída, forma parte de nuestra tarea
sanitaria para poder actuar sobre ellos dando solución al problema.

 El inicio de una rehabilitación precoz y la participación de un Equipo


Multidisciplinar de Profesionales de la Salud, es el patrón de oro para conseguir
llevar a cabo una recuperación eficiente con la mínima repercusión física, psíquica
y social del paciente.

 Queda patente la importancia de los Profesionales de Enfermería desde el mismo


momento de la caída, puesto que son los encargados de gestionar los diferentes
equipos y recursos necesarios para conseguir la reincorporación a la vida cotidiana
de los pacientes sin pérdida de su autonomía.

 Debemos promover la puesta en marcha de programas de educación sanitaria


cuyas intervenciones se lleven a cabo partiendo de planes de cuidados
estandarizados e individualizados según cada caso, permitiendo así una actuación
uniforme y de calidad y consiguiendo por tanto, una mejor respuesta del paciente
lo cual repercutirá sin duda en su calidad de vida.

31
Rehabilitación precoz en los pacientes intervenidos de fractura de cadera

9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) Simón L, Thuissard I, Gogorcena M. La Atención a la Fractura de Cadera en los


Hospitales del SNS. España: Ministerio de Sanidad y Política Social; 2010. [Consultado el
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