Alejandra Come La Lluvia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

Hoy en la tarde

Alejandra no pudo salir


a jugar al Jardín porque
llovió otra vez. Se quedó
viendo mucho rato las
gotas de agua que caían
del cielo y mojaban los
vidrios de su ventana,
hasta que dijo, muy
enojada:
_Esta lluvia es un
estorbo, no me deja salir
a jugar.
Entonces Alejandra volteó
a verme y señaló las
nubes oscuras que
cubrían el cielo mientras
me preguntaba:
_¿Para qué sirve la
lluvia si no me permite
jugar?¿Para qué sirve la
lluvia si tapa el sol?
_La lluvia sirva para que vivan las
plantas _Le contesté_ Las plantas
beben el agua que cae a la tierra y
así pueden germinar y crecer
_¿Y para qué me sirven las plantas?
__preguntó Alejandra. Todavía
enojada_.
Yo no puedo jugar con las plantas
_Las plantas nos dan
de comer _le
respondí_. Comemos
sus semillas y sus frutas,
sus hijas y sus tallos. Sin
las plantas no
podríamos vivir.
__Pero yo no como
plantas _contestó
Alejandra mientras
señalaba con asco las
flores que crecían en la
maceta
_Claro que comes
plantas _le respondí
sonriendo_. ¿Recuerdas
las tortillas que comiste
hace un rato? Estaban
hechas con plantas del
maíz, y el maíz es una
planta. ¿Recuerdas los
frijoles que cenaste
anoche? También son las
semillas de una planta.
Alejandra sonrió por primera
vez desde que se había soltado
la lluvia y me dijo.
_Entonces ya entiendo por qué
tiene que llover. Para que
crezcan las plantas y podamos
comer tortillas y frijoles. Así nos
comemos la lluvia.
Los ojos de Alejandra
se iluminaron con el
brillo de la curiosidad
y se olvidó del
aguacero, pues su
mente se había puesto
a volar, como cada vez
que aprende algo
nuevo.
_Cuéntame, ¿Siempre
ha sido así? ¿Siempre
nos hemos comido la
lluvia?
_Desde hace mucho ,
mucho tiempo _le
respondí y le enseñé
un libro_. Mira esta
pintura que muestra
unas mujeres
preparando tortillas y
tamales hace mas de
mil años en una ciudad
llamada Teotihuacan.
Alejandra observó la
pintura y se relamió los
labios, pensando en las
ricas tortillas que
preparaban las mujeres
Teotihuacanas.
Alejandra sacudió la cabeza y cerró los ojos.
Eran demasiados años los que habían
pasado. Entonces volvió a abrir los ojos y
preguntó con curiosidad:
-Y aunque vivieron hace tanto tiempo, los
teotihuacanos comían lo mismo que
nosotros?
-Muy parecido, si. Comían tortillas y frijoles y
calabazas y chile, como hacemos hoy.
Alejandra se quedó pensativa y
finalmente cerró el libro
mientras decía:
-Entonces los teotihuacanos
creían que llovían porque ¿el
Dios Tláloc les mandaba el
agua? .
En ese momento volteó a la
ventana y vio que había
dejado de llover. Se
arrancó a correr y dijo:
-Y yo creo que gracias a la
lluvia nosotros también
podemos jugar como ellos
jugaban.
FIN

También podría gustarte