Capítulo 5 Deuda Cero
Capítulo 5 Deuda Cero
Capítulo 5 Deuda Cero
Capítulo 5
Hoy día una de las prácticas más comunes es gastar más de lo que se percibe. Este es un mal
endémico que está corroyendo los cimientos financieros de millones de personas. Cuando se hace
el análisis financiero de una familia con endeudamiento, regularmente se descubre que esta familia
vive sobre presupuestada. Siempre están viendo de dónde sacan más dinero para cubrir los
faltantes de cada mes. Normalmente en estos casos, las tarjetas de crédito están cargadísimas o
hasta topadas, de tal manera que el déficit mensual sigue creciendo y creciendo debido a que los
intereses van sumándose.
En estos casos extremos y aun en otros menos graves, lo urgente es hacer una pausa. Tomar un
tiempo y sentarse a la mesa a trabajar con lápiz, papel, calculadora y todas las facturas de pagos
hechos y por efectuar.
Sin duda alguna la primer tarea derivada de este ejercicio es realizar un presupuesto de vida.
Esto es relativamente sencillo si tan sólo tomamos el tiempo necesario para hacer los cálculos. Si
usted es casado, haga esta tarea junto a su pareja, de tal manera que, entre ambos, recuerden
detalladamente todos los gastos mensuales de la familia. Conforme vayan enumerando los
diferentes rubros, vayan anotándolos. Pidan al Espíritu Santo que les dé claridad mental y paz, para
no olvidar ningún dato del presupuesto. Esto no es algo que sea motivo de discusiones o de
enfrentamientos. Sólo es la fría realidad plasmada en un papel o en una hoja de cálculo, ni más ni
menos.
Una vez hecho el listado de gastos mensuales, proceda a sumar todas las cantidades con lo cual
tendrá como resultado el gran total de gastos de cada mes. Por favor, tómelo con calma. En
muchas ocasiones, al hacer esto por primera vez, hay personas que se han sorprendido y asustado
con el total de sus gastos mensuales. La cifra siempre ha estado ahí, siendo gastada, tan sólo que
no se había puesto en blanco y negro.
Ahora proceda, a tomar nota de sus ingresos. No importa de dónde vengan, ni cómo vengan
esos ingresos. Lo importante es que son entradas que se sumarán finalmente para saber el total de
los ingresos. Hay personas que reciben algunas remesas de dinero adicional en forma esporádica.
En estos casos calcule un aproximado de lo que recibe al año por dicho concepto y divídalo entre
doce, para obtener un promedio mensual.
Deuda Cero Mario A. Menéndez
Por ejemplo, María recibe una contribución de su hijo que vive fuera del país. Él le envía U$100
dólares cada dos meses. Entonces María toma en cuenta que recibe U$600 dólares anuales. Ella
divide esta cantidad dentro de los doce meses del año, quedando un promedio de U$50 dólares
mensuales recibidos del extranjero. María anota entonces en su listado de ingresos mensuales:
«Ayuda de mi hijo: U$50».
Ya teniendo el total de sus ingresos anotados, proceda a restarle el total de gastos. Si el saldo es
positivo, usted está gastando menos de lo que percibe y puede considerar guardar ese excedente
en una cuenta de ahorro. Por otro lado, si de la resta obtiene un resultado negativo, será
indispensable aplicar los primeros auxilios. Esto no puede continuar, de lo contrario se estaría
encadenando a un endeudamiento. Por lo tanto, se debe proceder de inmediato a tomar decisiones
para «recortar el presupuesto» en donde se pueda hacer.
Existen algunos gastos más susceptibles de disminución que otros. Por ejemplo, las salidas a
comer a la calle, pueden reducirse y cambiarse por comidas en casa. Lógicamente es más barato
comer en casa, ya que hacerlo afuera conlleva el margen de ganancia del restaurante. Es
importante, en el caso de las parejas, que marido y mujer tomen conciencia, que es más importante
agradar a Dios y proteger la salud financiera de la familia, que mantener un estatus de vida o un
hábito arraigado por la fuerza de la costumbre que en estos momentos se traduce en un gasto
innecesario.
Podemos enumerar una serie de ejemplos que podrían convertirse en los rubros por recortar en
el presupuesto. Veamos algunos:
- Hacer menos llamadas y más cortas por teléfono (disminuirá el gasto de teléfono)
- Mantener menos luces encendidas en la noche (disminuirá gasto de electricidad)
- Ver una película en casa en lugar de ir al cine (disminuirá los gastos de entretenimiento)
- No comprar ropa de marca, sino ropa estándar (disminuirá los gastos de ropa)
- Usar el autobús para no viajar siempre en auto (disminuirá el gasto de combustible)
- No comprar sillones nuevos, tapizar los viejos (disminuirá el gasto en muebles)
- Celebrar los cumpleaños en casa (disminuirá el gasto de festejos)
Quizás estas medidas puedan parecer muy rigurosas para algunos, pero puedo decir con certeza
que no hay nada más duro que llegar al final del mes y tener que huir y desaparecer cada vez que
llaman o llegan los cobradores a casa. Lo más interesante de esto, es que una vez estabilizado el
presupuesto, el hábito de medirse en los gastos, hará del nuestro un carácter más sobrio y menos
impulsivo ante las constantes y atractivas ofertas de nuestra sociedad de consumo.
Gaste siempre menos de lo que gana
Debemos tener mucho cuidado con meternos a proyectos improvisados, pues con mucha
facilidad podemos alterar el equilibrio de nuestro presupuesto mensual. Antes de hacer cualquier
gasto o inversión, debemos ver si hay disponibilidad de dinero en nuestro presupuesto.
En otras palabras, podemos gastar en algo, si ya está escrito en nuestro listado de gastos
mensuales, o bien, podemos gastar en algo nuevo, si tenemos un excedente (saldo positivo)
suficientemente grande como para agregar un nuevo gasto extraordinario y aun así nos quede un
margen, para que no gastemos todo lo que percibimos. Recordemos una escritura que respalda
perfectamente el principio del presupuesto:
«Quién de vosotros antes de hacer una torre no se sienta y calcula los gastos. No sea
que comience a levantar la torre y después se quede sin dinero para terminarla y quede
avergonzado delante de todos». Lucas 14:28
¿Cuántas veces hemos incurrido en un error similar cuando hacemos un gasto que está
totalmente fuera del presupuesto y dañamos el equilibrio de nuestras finanzas? todo por un
impulso, un capricho o un antojo que nos tomó por sorpresa y sin estar preparados. Gastar más de
lo que se percibe es estar en la ruina. Gastar lo que se percibe es ser un sobreviviente. Pero gastar
menos de lo que se percibe es ser un afortunado. Obviamente, Dios desea que cada uno de sus
hijos sea bendecido en todas las cosas, incluyendo por supuesto el plano material.